La vergüenza de África

Hoy casi todos los periódicos abren sus ediciones con noticias e imágenes relacionadas con la guerra entre Marruecos y el Sáhara Occidental. El Correo le da más importancia al temporal -más importante una ola de ocho metros que cala a una madre irresponsable, el carrito de su bebé y su hijo pequeño en el malecón de Zarautz que trece muertos saharauis-, pero eso es otro tema.
Titulares como « ola de violencia » o « ataque al campamento saharaui » inundan unas primeras planas que, en realidad, deberían tratar sobre la vergüenza de los dirigentes europeos (casi sin excepción) ante la pasividad de sus gobiernos ante la vergüenza de África. Y como ese sentimiento no está muy de moda por estos lares, es mejor hablar del complejo que han de sentir esos mismos países ante la situación que dejaron en territorios de « ultramar ».
A los tertulianos partidistas de casi todos los « debates » televisivos se les llena la boca hablando de la vergüenza del apoyo incondicional de Estados Unidos a Israel. Pero nadie, absolutamente ninguno de ellos, es capaz de decir que este « cristo » que hay montado en Palestina no es más que el resultado del proceso intensivo de descolonización por la puerta de atrás que aplicó el Reino Unido con sus colonias. Echó a los palestinos de sus tierras para colocar a los colonos israelíes. Los mismos que durante décadas enriquecieron sus bancos.

Se desentendió por completo de la India. La « joya de la Corona » del Imperio Británico. Y con el subcontinente de sus problemas: superpoblación, hambrunas, fronteras mal definidas, conflictos con Pakistán -la parte occidental de la colonia durante el Imperio- y la guerra perpetua por la región de Cachemira.

La misma receta en Egipto y Sudáfrica. Sólo puso algo de interés en la única de las colonias que no podía retener: Hong Kong. China ya « se había dado cuenta » de que el Reino Unido no era rival -por mucho que James Bond opine lo contrario-. Y, sobre todo, con el Ulster. Última proyección del colonialismo más barriobajero dentro de la Europa del siglo XXI.

Por aquí, la « grande y libre » tiene su espejo en su archienemiga histórica (con permiso de Francia, que le colocó a los Borbones que le había quedado sin degollar). Tiene su propia Irlanda en Euskadi. Tiene su propia Palestina en el Sáhara Occidental. Un vestigio de un Imperio vetusto y acomplejado que, como todos los demás, sobrevivió sólo mientras sus militares fueron perros obedientes.

En 1976 España decidió que el mejor modo de « descolonizar » el territorio era dejarlo en manos de Marruecos y Mauritana gracias a unos acuerdos -los de Madrid- totalmente ajenos al Derecho Internacional. Además, su incapacidad de hacer las cosas bien hace que el « Territorio No Autónomo » debiera estar bajo administración de la ONU -que es algo así como estar bajo la tutela del Espíritu Santo-.

Para acabar me gustaría hacer unas pregunta a los dos partidos mayoritarios españoles. A los populares, ¿dónde están las fuerzas libertarias de la Legión que « reconquistaron » Perejil para que la autoridad española no quedara en entredicho? A los socialistas, ¿qué hacen los soldados españoles en Afganistán resolviendo un conflicto que montaron entre estadounidenses y soviéticos? A los dos, ¿con qué potestad hablan al Reino Unido de Gibraltar si son incapaces de arreglar su puerta de atrás? ¿O esto lo arreglamos con un partido amistoso de la roja con Marruecos?

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