La instrumentalización de la mentira contra la causa de los pueblos

Breve história de la guerra mediática

Por: Javier Rodríguez 
En un mundo donde unas minorías sumergidas en un océano de banalidad y frivolidades, detienen el 80% de la riqueza producida por el esfuerzo y el ingenio de la especie humana en su totalidad. Las mismas que consumen el 70% de la producción mundial, desechando el 90% de lo que consumen, vale la pena preguntarse ¬ ¿Cómo logran las minorías opulentas, sostener esa opulencia en detrimento de los pueblos? y ¿Cómo logramos dejar que esto siga sucediendo?.

Banalidad, frivolidad, consumo, opulencia, ¿Es posible que estas cosas tan inútiles, puedan ser la razón principal de nuestra existencia?. Es como si hubiéramos estupidizado la conciencia colectiva. Indagando a fondo en la historia, desde los antiguos (no solo europeos, también los asiáticos), podemos identificar los medios, utilizados para convencernos de una verdad labrada por la mentira. Los vehículos de la apariencia, la seducción, las emociones inducidas son medios con raíces profundas en nuestra historia, tan profundas son estas raíces, como para sentirse capaces de decretar el fin de la historia misma, tan profundas como para brindar una razonada tésis sobre el significado del mundo globalizado. Poniendo la “mercadolatría” como formato estándar que explica todas las cosas, casi una súper geometría, que explica todas las formas. Es así que el consumo se convierte en culto, la superficialidad una ciencia y los saberes postrados ante el dinero, se ocultan más y más al pueblo.!Más que el mundo al revés, un revés para el mundo!Afortunadamente, aunque tarde, nuestros pueblos se están despertando. Los vientos de cambios son ya una realidad de nuestra época, van despejando apariencias y revelando mentiras. 
Vale la pena entonces, hacerse viento y despejar la niebla, tratar de entender ¿como?, ¿con cuales mecanismos esas minorías nos engañaron y siguen engañando a amplios sectores populares?.
Comencemos por la apariencia y el lugar que ha ocupado en la historia.Las apariencias, cualquiera que sea su uso en la historia, son inmutables en la sustancia, “aparentar ser mejor que los demás”. Así resalta en el significado del Yelmo Espartano con su cresta de cerdas de jabalí, para lucir más alto, erizado, más feroz, letal; aparentar superioridad. La apariencia puede ser diseñada para transmitir un mensaje. Por ejemplo: la telenovela en la que detrás de la historia, se posiciona una estática social, basada en la subordinación de los humildes ante los poderosos. La sirvienta es negra o morenita, la señora es blanca indoeuropea, la sirvienta no solo limpia los desechos de la Señora, a su vez, es un desecho humano que aspira ser como su dueña, a través de la humillación y la alienación. La estrategia de dominación de las oligarquías, a través de la historia, se ha transmitido por medio de una imagen seductora que invita a borrar la identidad de los pueblos, y sustituirla con un modelo pre confeccionado dominante. Lo cierto es que la apariencia tiene mucha relación con el Culto de la Guerra.
Que esperanza pudiera tener un grupo de colectores y artesanos Aqueos, contra una cuadrilla de veteranos Lanceros Espartanos, con una armadura diseñada para exaltar la prestancia física, los pectorales, las piernas, el antebrazo; un pesado escudo en grado de aplastar un cráneo indefenso. Imaginemos la visión que el pueblo aqueo recordará del campo de batalla, después de la derrota ante tal magnífica maquinaria de guerra espartana. Esa Imagen exaltada por la apariencia del vencedor, se impregna en la conciencia y se cultiva con la palabra del narrador. La cultura del vencedor se hace cultura vencedora y la conciencia colectiva recibe la huella de la historia.
“ Impresionado, el pueblo genera cultura alrededor de las huellas que la apariencia marca en la conciencia colectiva.
En el culto de la guerra la apariencia es un instrumento para infundir miedo, si me temes harás lo que yo te diga. Es una cruda verdad, es tan cruda que se pudiera infundir miedo sin necesidad del uso perpetuo de la violencia, también porqué la violencia desgasta y su uso continuo deteriora el aparato productivo del dominado. 
“La Religión. Medio para imponer la dominación, vestida de gracia y salvación
Hay medios alternativos para infundir miedo y respeto, el más eficaz: la religión. Excelente medio de control de masas con mínimo esfuerzo. ¿Para qué movilizar un costoso ejercito para conquistar territorios, cuando puedes mandar un misionero de avanzada para la conquista cultural?. La religión eleva la guerra tradicional del campo de batalla al campo de la conciencia. Las creencias condicionan la gesta del pueblo y es mejor dominarlo, moldearlo a tu voluntad, que es la voluntad de dios en la tierra.Imaginemos el periodo de colonización de nuestra Abia Yala, Jesús Cristo palestino, viene representado rubio, muy parecido al conquistador, luego se representa muerto y se cuenta que el murió por todos nosotros. ¬No que un grupo de oligarcas judíos de la antigüedad lo asesinaron por sus ideas revolucionarias.¬. Jugando con ese deseo de justicia intrínseco del pueblo, este último termina imolandose por la causa de alguien muy lejano a su realidad. La conquista de la conciencia, permitió el florecimiento de aberraciones sociales como la explotación del hombre por el hombre, la esclavitud, la exterminación física y cultural de pueblos originarios. Las limpiezas étnicas que adornan nuestra historia.
Por doquier asistimos a la implantación de una ideología definida a sí misma como definitiva y conservadora. Estática. Cuando, no es difícil percibir que la naturaleza de la sociedad es mutable como lo son los pueblos que la componen. Por ende, la ideología es a su vez agente transformador, medio de debate y construcción patria.Con la implantación del régimen colonial de los siglos XV – XVIII se trató de anular el más mínimo rasgo de identidad local. Imposible tarea que despertó las heroicas luchas libertarias de nuestros próceres. La identidad es la linfa de los pueblos, fuente de sus saberes, sus organizaciones y luchas. Esa identidad robada en África, la otra impuesta desde Europa, se conjugaron con las identidades del Abya Yala, dando origen a un nuevo género humano.
Como decía nuestro Libertador “no somos una copia fallida del Europeo, más bien un nuevo genero humano”. Ésta potente afirmación lleva en su seno la semilla del progresismo, si somos un género nuevo, deberíamos aportar algo nuevo a la humanidad.Y bien, pasaron 200 años para que empezáramos a tomar esa conciencia. Derrotamos al imperio español, fundamos la patria, pero no logramos fundar la nueva conciencia. Nuestro héroe murió en el intento. ¿Cómo es posible que después de completar la parte dura de la empresa, la guerra, nos dejemos impresionar aún por los lujos y los modales prepotentes de la mal llamada Madre Patria? ¿Por que se luchó por la independencia, para seguir llamando al opresor de tal manera?. Una ves más la historia se repite, las oligarquías traicionan a sus pueblos y este, impresionado, genera cultura alrededor de las huellas que la apariencia marca en la conciencia colectiva. Así Santander defendió los intereses oligarcas y propuso un proyecto de país basado en los modales y costumbres de los exdominadores. Páez vio una oportunidad para hacerse oligarca, no obstante sus humildes orígenes. y entre traición y decepción, murió el más grande de los hombres, el más tenaz, inteligente y versado tanto en las armas como en el intelecto, Simón Bolívar, el que no tenía nada que aparentar, pues el era y aún es, la síntesis de ese nuevo género humano. El deseo de justicia y libertad de un pueblo en su lucha para afianzar su identidad en la historia.
“Bolívar representa el deseo de justicia y libertad de los pueblo en su lucha para afianzar su identidad en la historia.
La nefasta formula de la historia: Luchas que nacen en el seno de los pueblos, héroes traicionados y caídos, oligarquías toman el control con el engaño. Fue así que del imperio romano se pasó al imperio de la iglesia, a las monarquías absolutas, a la revolución francesa convertida en revolución burguesa, a la independencia de EEUU convertida en el imperio en decadencia que es hoy.La traición a los pueblos esta siempre al asecho.
En realidad revisar la historia a través del impacto que la apariencia dominadora ejerce sobre los pueblos, es una empresa ardua y no basta este humilde ensayo, escrito de prisa y sin saber si será leído, pero tratemos de mantener la línea central del tema, dejando a posteriores, una mejor y profunda investigación.La historia de los pueblos ha estado marcada por las huellas de la apariencia y de consecuencia, del engaño. ¿Es posible que los pueblos del mundo compartan ese mismo rasgo histórico? Luchas populares para afirmar su identidad en la historia; héroes caídos y/o traicionados; oligarquías empoderadas dictando nuevas identidades al pueblo. Esta fórmula nefasta de la historia, nos ha llevado al punto en el que estamos hoy: desigualdad, injusticia, hambre, cambio climático, contaminación, nuevas enfermedades, entre otras. Son más de siete mil años que aceptamos pasivamente este mecanismo. ¿Como es posible? Fue el pueblo quien descubrió la agricultura, no la oligarquía, esta, se formó con la creación de las ciudades estado de la antigüedad. La técnica nace de los saberes del pueblo en su quehacer cotidiano, ahora bien, ¿porqué los grandes descubrimientos no son populares y siempre aparece un oligarca reclamando la titularidad? Porque el juego esta en, explotar los saberes populares a ventaja de la minoría oligarca, la que detiene el capital y aunque sea floja y bruta, puede comprar el saber y el título.
“Los pueblos siguen invisibilizados hoy como lo estaban ayer, pero la invisibilidad a la que están sujetos, comienza por la destrucción paulatina de su identidad, la alienación cultural, la aceptación de una ideología diseñada para no cambiar. 
Más de siete mil años viviendo con la esperanza que la vida social nos garantice: alimentos, salud, abrigo, protección, educación y entretenimiento. ¿Que no son éstos los derechos naturales de la humanidad? Si somos humanos, una especie, ¿Cual es el fin último de esta especie?, naturalmente las especies tienen un fin en particular, ¡Vivir y existir el mayor tiempo posible!. Nuestra especie en particular, tiene un cerebro muy desarrollado respecto a otras especies, pero no conoce aún su función en el universo, se extermina y aniquila a sí misma y a otras especies. ¿Es posible que la naturaleza nos pusiera en este planeta para destruirlo?. Parece una contradicción cuando estudiamos el mundo y reconocemos la función de otras especies, pero no la nuestra. ¿Y si nuestra función fuere revelar los conocimientos?, ¿explicar los fenómenos para mejorar la vida y la existencia de nuestra especie y la de todas las especies que comparten el planeta con nosotros?. Ahora tendríamos que pensar, para cumplir con esta función, ¿no deberíamos estar todos estudiando, preparándonos para ejercer mejor nuestro ácometido?. Bien no parece ser. El estudio es hoy en el 70% del planeta un privilegio de las minorías oligarcas en el poder. Los pueblos siguen invisibilizados hoy como lo estaban ayer, pero la invisibilidad a la que están sujetos, comienza por la destrucción paulatina de su identidad, la alienación cultural, la aceptación de una ideología diseñada para no cambiar. Marx sostiene que “…la lucha de clases es el motor de al historia”, pero ¿no son las clases una invención de las oligarquías?, ¿no son hoy cada día mas relevantes los movimientos sociales que las clases mismas?. Desde las luchas obreras en resistencia durante la revolución industrial y su desenlace en la revolución de octubre 1917, no se ve marcada la historia por una lucha de clase. Al contrario, las reivindicaciones sociales de los 60′ fueron abordadas por masas en lucha, sin distinción de clases. Los que no se vieron en las marchas fueron los oligarcas, pero en París, por esos años se vieron personas de diferentes estratos sociales luchando por las libertades sociales, así como Seattle 1992, pueblos contra oligarquía globalizada, Hoy Foro Social Mundial, donde no hay clases si no, ideas en debate.
“La Televisión: sublime medio para imponer la dominación, vestido de espectáculo y distracción.
Después de las dos guerras mundiales 1914 y 1945, derivadas de las luchas oligarcas y no de los intereses de los pueblos, la oligarquía vencedora, encontró un mundo entero postrado a sus pies. El engaño cambio forma y se enriqueció de los avances en las comunicaciones. La religión se vio obsoleta como medio de control social y se inició una nueva era de acumulación y concentración de capitales. El analista económico y asesor imperial Victor Lebone en su relación estratégica de 1949, recitaba:“Nuestra enorme y productiva economía, demanda que el consumo sea nuestro estilo de vida. Que convierta las compras y el uso de bienes en rituales. Que persigamos la satisfacción espiritual y de nuestro ego en el consumo…. Necesitamos cosas consumibles, desechables, reemplazables y descartables con una aceleración jamas vista.” 
Esto puede ser tomado como el “Manifiesto Capitalista del Nuevo siglo Americano”. La oligarquía, ahora globalizada, se preparaba para su experimento de engaño masivo, la seducción de los bienes de consumo masivo, ahora todos pueden tomar una ducha en sus casas, sin tener que ir a un baño público, todos podemos movilizarnos con un vehículo rápido y confortable. Parafraseando a Mr. Ford, “puedes tener el coche del color que quieras, basta que sea negro”. Nos empezaron a vender el famoso sueño americano, “trabaja duro, consume constantemente y lograras ser rico tu también”. La realidad es que la pobreza era la cédula de identidad de un mundo con una África y una Asia bajo el yugo colonial, una América Latina plagada de dictaduras y caudillos, una Europa destrozada y al suelo, y en fin, una Norte América luciendo las preseas de la victoria con una economía potente pero estancada. Aún la huella dejada por la imagen del hongo nuclear de Hiroshima y Nagasaki, evocan horrores menos blaterados que los de los campos de exterminio nazi. Con la llegada de la Televisión se pudo transmitir la imagen, la voz y la realidad del vencedor. Ese potente medio, acelera el condicionamiento mental, la educación de la voluntad al consumo, la sumisión, la alienación programada. Todos con beneplácito recibimos la TV en nuestras casas y ella hizo su trabajo.Por décadas la humanidad ha sido sometida a un régimen mediático que muestra una pequeñísima porción de la realidad de nuestro planeta, en la mayoría de los casos, muestra solo la realidad del oligarca. Así vemos CNN, proyectando una imagen de si mismo, de veracidad, presencia en los lugares de los hechos, profesionalidad, imparcialidad, pero sus noticias giran alrededor de las bolsas y mercados financieros, sus programas turísticos se basan en viajes de negocios y el deporte más visualizado es el Golf. Prácticamente una programación para burgueses esperanzados de convertirse en oligarcas, no más del 1% de la población mundial vive así. ¿Se imaginan ustedes una madre haitiana preocupada por el Glamour con el que lleva sus hijos a la escuela?, o ¿el Muchacho Saharaui preocupado por su handicap en golf mientras ve su país invadido y reprimido por fuerzas extranjeras?. Asistimos a una descontextualización sistemática de la información, con un formato diseñado para aparentar una realidad idilíaca, un estatus como objetivo, una situación de compras perennes, para liberar la pesada carga del estress cotidiano.
“No hay lucha más digna que la lucha por los pueblos.
No hay espacio para el mundo se va acabar. Los pueblos resurgen, impulsados por el eco retumbante del padre Libertador. Hoy la lucha es clara, el horizonte esta despejado, los medios florecen conscientes de su misión, libres e independientes, mostrando la realidad del pueblo, su riqueza espiritual, su ingenio, su estrategia para conducir una féliz existencia. Encontrando esa identidad perdida.Es aquí donde se asienta el suceso de la Revolución Bolivariana, hay una propuesta que cree profundamente en las capacidades de los pueblos, para auto gobernarse, organizarse y ejecutar sus propios proyectos, diagnosticar sus necesidades y ponerle solución directamente. El Estado solo tiene que facilitar la expresión del pueblo y protegerlo de las garras de la dominación imperial.
Se trata de el más audaz proyecto democrático jamas emprendido por pueblo alguno. Su triunfo es el triunfo de la humanidad entera. No se trata de una receta político económica a seguir, como los nefastos paquetazos del FMI, al contrario es un método, experimentable en cualquier contexto, evaluado en sus exitosas relaciones internacionales como una revolución diplomática, robusta y bien posicionada geoestratégicamente. La línea central de acción es: Transformar desde las bases, todas las estructuras del Estado Burgués en un Estado Comunal Socialista. Otorgando corresponsabilidad al pueblo, dándole espacio, verbo, acción, y lo que más duele a los sectores oligarcas, transfiriendo el poder al pueblo. Decía el Mahadma Ghandi “el mejor de los proyectos es el que afecta positivamente a los más débiles”. (*) Politólogo Popular

fundarimamii@gmail.com
Aporrea, 18/10/2011

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