Cualquiera que se salga del guión de lo establecido por este sistema sanguinario es considerado un terrorista. Hasta al propio Ernesto Che Guevara si viviera en esta época se le compararía con Gadafi, Hugo Chávez, Fidel Castro, Evo Morales, Mahmud Ahmadineyad y otros que se enfrentan y se han enfrentado al capitalismo, condenándolos a ser considerados elementos peligrosos que hay que perseguir, castigar y si se puede asesinar en la horca o con un tiro en la cabeza sin juicio previo.
En estos tiempos todas las personas que no compartimos las barrabasadas de este régimen impuesto por la banca y los millonarios corremos grave peligro. La Organización Terrorista OTAN y los gobiernos que la respaldan con el dinero de nuestros impuestos, son capaces de todo con tal de seguirle cubriendo las espaldas al imperio norteamericano, a los ladrones del Fondo Monetario Internacional y a todos los que financian sus crímenes en cualquier parte del planeta.
La supuesta muerte de la última victima de estos criminales, el Coronel Muamar el Gadafi, es el claro ejemplo de la parafernalia asesina del bufón Sarkozy y sus siniestros compinches Zapatero, Berlusconi, Merkel y la de otros oscuros dirigentes políticos que respaldan este genocidio contra el pueblo libio, el país más avanzado de África, con menores índices de analfabetismo y mortalidad infantil, ahora parcelado y vendido por los consorcios petroleros, con miles de muertos entre la población civil y con todos sus recursos energéticos privatizados.
Las preguntas del millón son: ¿Cual será la próxima guerra? ¿Quién será el siguiente presidente o “dictador enemigo” asesinado? ¿Dónde andan los actores, artistas y “gentes de bien” vinculadas a la campaña del “No a la Guerra” de ZP, mientras se asesina impunemente a todo un pueblo? ¿No es lo mismo la guerra de Libia que las invasiones de Irak y Afganistán? ¿No se generaron las tres guerras para robar y saquear a estos países?
Preguntas que seguramente se llevará el viento de la codicia y el crimen, que ya se están encargando de difuminar y tergiversar los medios de comunicación de esta basura de sistema, colocando la imagen terrible de la muerte de Gadafi en las horas en que más niños y niñas ven la televisión, advirtiendo y amenazando a quien se salga del plato de esta dictadura del capital de que les puede suceder lo mismo.
Nadie muestra signos de tristeza y asco en sus declaraciones a los medios, desde Zapatero a las ministras Chacón y Jiménez manifiestan su inmensa alegría por un clarísimo crimen que se podía haber evitado. Hasta el Premio Nobel de la ¿Paz? Obama muestra su vergonzosa satisfacción por eliminar bañado en sangre a su enemigo ¿Ya no les queda ni un mínimo de decencia y humanidad? ¿Ni siquiera a los que presumen de llevar en sus siglas la palabra “socialista”? El caso es quedarse con todo y ahora repartirse el pastel sobre la población civil asesinada por la OTAN y sus rebeldes amaestrados.
Cuando los cadáveres de la resistencia en Sirte lucen en las calles de una ciudad destruida, el ejército turco invade el territorio de Irak para asesinar a la guerrilla del sufrido pueblo kurdo. En Marruecos su sátrapa monarca planifica con sus milicos la próxima represión contra el pueblo saharaui, las torturas en las cárceles y las violaciones de derechos son la tónica común en un Sahara Occidental ocupado por tropas invasoras. Israel sigue asesinando y reprimiendo al pueblo palestino. No pasa nada, los telediarios están centrados en este nuevo triunfo sobre el denominado “eje del mal”, patentado por los anteriores criminales de guerra que iniciaron las guerras en el Golfo Pérsico.
Todo está atado y bien atado, “la democracia” de los poderosos ha triunfado de nuevo.
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