Hace hoy un año, veinte mil saharauis acampaban en mitad del desierto para reclamar sus derechos. Una protesta pacífica en la que se reivindicaba lo que la legalidad internacional y Naciones Unidas reconocen como propio del pueblo saharaui y la hipocresía y el oportunismo político de la sociedad internacional niegan. Gdeim Izik era un ejemplo de democracia, de lucha pacífica y de dignidad. Marruecos acabó con él. Tal día como hoy de hace un año, Marruecos decidió derribar por la fuerza aquel campamento que era conocido como el campamento de la dignidad. Saquearon, detuvieron, torturaron, secuestraron, violaron, persiguieron, apalearon a toda persona sospechosa de ser saharaui. El Aaiún estuvo durante semanas sitiado por el ejército y los gritos de dolor a causa de las torturas y palizas todavía resuenan en nuestra memoria.
Ante una protesta pacífica, ante los gritos de los y las saharauis, Marruecos respondía con disparos, torturas y secuestros. Trataron de acallar su voz, pero el clamor del pueblo saharaui fue más sonoro que nunca. Aunque expulsaron a toda la prensa extranjera, amenazaron y persiguieron a observadores internacionales, impidieron la entrada a delegaciones de parlamentarios y difundieron noticias falsas, Mohamed VI no pudo impedir que Gdeim Izik recorriera el mundo. Este ejemplo de dignidad, de lucha pacífica y de democracia traspasó las fronteras, rompiendo el bloqueo informativo forjado durante 36 años.
El campamento de la dignidad sirvió de modelo a otros muchos pueblos y la causa saharaui se dio a conocer más intensidad que nunca. Las manifestaciones en el extranjero se multiplicaron y fuimos muchas las personas que gritamos ¡basta! ante la barbarie cometida por Marruecos. Sin embargo, nuestro Gobierno, obviando lo que exigía su ciudadanía, prefirieron rendirse ante Marruecos. Escogieron ser súbditos de una monarquía absolutista, antes que defensores de la justicia y de los derechos humanos. El desmantelamiento por la fuerza de Gdeim Izik todavía no ha sido condenado por el Gobierno español, tampoco las detenciones arbitrarias, las torturas y los juicios injustos que le siguieron. España sigue sin asumir su responsabilidad legal, ¡es la potencia administradora del Sahara Occidental! Tampoco asume su responsabilidad histórica y moral ¡Es la que vendió nuestras tierras a Marruecos! España es cómplice del expolio que sufren nuestros recursos con la complicidad de la Unión Europea que da título de preferente a una monarquía absolutista que viola los Derechos Humanos y hace caso omiso de las resoluciones de la ONU.
Un año después los focos ya no miran al Sahara Occidental, pero las torturas, las detenciones arbitrarias, los juicios injustos, los secuestros continúan. Dajla, El Aaiún, Smara y todas las ciudades y pueblos del Sahara Occidental siguen ocupadas por un país que viola sistemáticamente los derechos humanos. Hecho que Naciones Unidas prefiere obviar, la misión del Sahara Occidental, la MINURSO, es la única misión de la ONU, que no cuenta con un observatorio de Derechos Humanos.
Los saharauis y las saharauis después de 36 años continuan sin poder reclamar sus derechos, son discriminados y discriminadas y sus riquezas son expoliadas. Por ello, seguirán resistiéndose a vivir como extranjeros en su propia tierra. Denunciaremos la constante violación de los derechos humanos. Reclamaremos lo que la legalidad internacional y Naciones Unidas declaran. Seguiremos luchando por un Sahara Libre.
Por ello, reivindicamos al Gobierno de Marruecos que cese ya las violaciones de DDHH en los Territorios Ocupados del Sáhara Occidental. Del mismo modo, le exigimos que dé los pasos adecuados, de acuerdo a la legalidad internacional para que se celebre el referéndum de autodeterminación que pertenece al pueblo saharaui. Denunciamos el expolio de los recursos naturales saharauis que está llevando a cabo y exigimos su cese inmediato.
Por ello, reivindicamos que la Unión Europea y el Gobierno español acaben con todos los acuerdos comerciales con Marruecos, en especial con aquellos que afecten a los recursos naturales del Sáhara Occidental. Marruecos no puede ser un socio preferente de la Unión Europea hasta que no respete los derechos humanos y la legalidad internacional.
También reclamamos a Naciones Unidas que se posiciones de una manera rotunda a favor del referéndum de autodeterminación, tal y como declara la legalidad internacional. Así como que incluya en las funciones de la MINURSO la vigilancia de los DDHH en los Territorios Ocupados del Sáhara Occidental.
Por último exigimos al Gobierno español que asuma sus responsabilidades históricas y morales con el pueblo saharaui. Pero también que cumpla con sus responsabilidades legales, como potencia administradora, y facilite el fin del proceso de descolonización mediante el referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui.
Desde aquí reiteramos nuestra solidaridad con Ainhoa, Enric y Rosella. Los tres cooperantes secuestrados mientras participaban en proyectos de apoyo al pueblo saharaui en los campamentos de población refugiada de Tinduf y exigimos su pronta liberación.
¡SÁHARA LIBRE!
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