El 12 de noviembre de 1991, hace 20 años, las tropas de ocupación indonesias dispararon contra los civiles timorenses. Aquella masacre dio lugar a que Portugal, potencia administradora de Timor Oriental, comenzara a tomar conciencia de sus responsabilidades. Finalmente, Portugal honró sus compromisos internacionales y Timor Oriental es independiente. Qué contraste con lo ocurrido con España y el Sahara Occidental. Aunque en una cosa no se produce contraste: en el silencio de la prensa española tanto sobre la conmemoración de la masacre de Santa Cruz como sobre lo referente al Sahara Occidental. No sea que alguien pueda recordar que España es la potencia administradora del Sahara Occidental y que la solución del conflicto está en nuestras manos
I. OCUPACIÓN BRUTAL DE TIMOR ESTE POR INDONESIA EN 1975 Y POSICIÓN DE PORTUGAL
El origen de los acontecimientos está bien determinado. El día 12 de noviembre, más de dos mil manifestantes homenajeaban en el cementerio de Santa Cruz, en Dili (capital del territorio) al joven estudiante Sebastiâo Gomes, muerto por la represión de las fuerzas ocupantes. Las fuerzas indonesias abrieron fuego y del ataque resultaron 74 muertos a los que se añadieron 127 más víctimas mortales en los días siguientes entre los timorenses detenidos por el ejército indonesia. Muchos de los cuerpos de las víctimas siguen desaparecidos.
La matanza fue grabada por el cineasta Max Stahl.
Las imágenes conmocionaron a Portugal. A partir de ese momento, Portugal, que tenía una postura ambigua, cuando no complaciente con la ocupación de Indonesia, cambió. Piénsese que Portugal es un pequeño país (aunque de una gran historia) de menos de 10 millones de habitantes y menos de 100.00 km2, mientras Indonesia es un enorme país de casi 2 millones de km2 y unos 200 millones de habitantes. O sea, en términos de territorio y población, Indonesia es 20 veces más grande que Portugal. Sin embargo, Portugal, 20 veces más pequeño, utilizó la fuerza de la razón que le asistía como potencia administradora del territorio, cualidad que seguía teniendo legalmente, aunque no controlara el territorio invadido por Indonesia en 1975.
Uno de los más importantes diarios portugueses, Expresso, recogía ayer la noticia del 20 aniversario de la matanza, publicando tambiénuna fotogalería.
II. OCUPACIÓN BRUTAL DEL SAHARA OCCIDENTAL POR MARRUECOS Y POSICIÓN DE ESPAÑA
Contrástese esto con lo que ocurre con el Sahara Occidental, territorio bajo administración española invadido por Marruecos.
El 8 de noviembre de 2010, las tropas marroquíes arrasaron el campamento « Dignidad » mediante el que más de 20.000 saharauis se manifestaron pacíficamente para denunciar la discriminación que sufren respecto a los colonos marroquíes y el expolio de las riquezas naturales del territorio.
Marruecos asesinó a 2 personas, hirió a cientas y destruyó completamenente las pertenencias de más de 20.000 personas. Casi cien personas se hallan actualmente en prisión por esos hechos donde sufren continuamente torturas.
Marruecos alega que los saharauis mataron a 11 policías, pero sólo se conoce el nombre de 1 de ellos, muerto DESPUÉS de que los marroquíes dispararan a los saharauis civiles pacíficamente reunidos y DESPUÉS de que las tropas marroquíes destruyeran todo el campamento. Es más, Mohamed VI sólo dio su pésame a la familia de 1 policía. A día de hoy, la versión oficial sigue propagando que los saharauis « mataron » a « once » policías. Nadie ha dado sus nombres. Y Mohamed VI no ha dado su pésame a las familias de esas supuestas víctimas imaginarias.
La brutal destrucción de Akdeim Izik suscitó el rechazo de una parte del pueblo español. Sin embargo, el gobierno español y el PSOE rechazaron las denuncias saharauis y aceptaron la versión de los hechos ofrecida por el gobierno marroquí. Una versión que, por cierto, ha sido desmentida por todos los informes de asociaciones especializadas en derechos humanos, tanto saharauis como internacionales., y en especial el entonces ministro del Interior y actual candidato del PSOE a la presidencia del gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, sin escuchar a los saharauis, dijo
El ministro [marroquí del Interior] me ha dado una explicación pormenorizada y minuciosa de todos los acontecimientos, es una explicación que refuta las acusaciones graves a las que me venía refiriendo
Una versión, la de Marruecos, ofrecida a Pérez Rubalcaba por una delegación marroquí de la que formaba parte el general Hosni Benslimán, criminal perseguido por la justicia francesa y española por sus violaciones de derechos humanos
Marruecos es un país menor que España en población y territorio (aunque anexianóndese el territorio del Sahara Occidental ocupado sea algo más grande en territorio que España). Un año después de la brutalidad de Akdeim Izik pocos medios se hacen eco del aniversario.
Y es que hay medios que, de forma deliberada, silencian las actividades de la sociedad civil recordando la masacre. Sirva como ejemplo la visita de Brahim Sabbar a Santiago de Compostela, silenciada, insisto, de forma consciente y deliberada por la prensa gallega. Tan es así que un periódico le hizo una entrevista que luego… no se ha publicado.
III. LA LECCIÓN DE TIMOR PARA ESPAÑA
La lección de Timor Oriental es muy clara: cuando España asuma sus responsabilidades como potencia administradora del Sahara Occidental el conflicto se solucionará.
Así pasó cuando un país como Portugal lo hizo, aunque fuera contra otro país 20 veces más grande que él.
Así será cuando lo haga España. Por eso el lobby pro-marroquí se esfuerza tanto en ocultar el hecho de que España sigue siendo la potencia administradora del Sahara Occidental.
En momentos como los actuales, para superar una crisis hace falta algo más que economía. Hace falta que el Estado inspire respeto. Y, guste o no guste, nuestro respeto depende de que cumplamos nuestros compromisos, solemnemente formulados ante la comunidad internacional, en el Sahara Occidental.
Mientras tanto, y para evitar que alguien haga comparaciones con el Sahara Occidental, ocultan el aniversario de la matanza de Santa Cruz en Dili, Timor Oriental.
Profesor Carlos Ruiz Miguel
Desde El Atlantico, 13/11/2011
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