Señor Fisas, dentro de pocas semanas se cumplirán 36 años del abandono vergonzoso del Sahara por parte de España y de la invasión por parte de Marruecos y Mauritania que ha causado y continua causando mucha sangre, sufrimiento y dolor.
Vamos a empezar por el principio. Lo que sucedió a partir del alto el fuego no es más que la historia de una sucesión de incumplimientos de todas y cada una de las resoluciones de la ONU por parte del reino de Marruecos y de desprecio a los compromisos contraídos, firmados y rubricados.
Dice usted que la ONU no impondrá una solución distinta a la autonomía. Quizás sí o quizás no. Los últimos acontecimientos acaecidos en el Norte de África demuestran que los sucesos pueden precipitarse de un día para otro y que cualquier incidente aislado puede ser el detonante.
Me extraña sobremanera que usted se dedique sin ningún rubor a pervertir el lenguaje. Iguala al agredido con el agresor y pone en un mismo plano a víctimas y a verdugos. Eso dice muy poco en su favor además de desacreditar la institución que preside.
Tampoco le favorece que utilice el sufrimiento de los refugiados que malviven en los Campamentos. Es un argumento perverso porque, si bien es cierto que éstos tienen derecho a vivir en su tierra, no lo es menos que no quieren hacerlo a cualquier precio. Su resistencia así lo grita al mundo entero.
La cultura de la negociación y la mediación, presente en numerosos conflictos que parecían irresolubles, son un ejemplo de que el hecho de que se hayan sentado en una misma mesa ya constituye todo un avance. Además de que en toda negociación, las partes, como a usted le gusta remarcar, deben ceder. Así que si estas conversaciones se interrumpen por el inmovilismo de Marruecos la responsabilidad será de los que se enrocan en sus posiciones y no del POLISARIO que ha dado innumerables oportunidades a una solución pacífica.
Me parece obsceno que pueda escribir autonomía y Marruecos en la misma línea cuando olvida de manera interesada que la MINURSO es la única misión de la ONU que no tiene competencia sobre los Derechos Humanos. Al igual que es vergonzoso que en el mismo párrafo nombre al POLISARIO y AL QAEDA. A esto se le llama en mi pueblo jugar sucio, manipular y desinformar.
En cuanto a la peregrina idea de que la ONU debe reunir a Abdelaziz que lleva años en el poder, por cierto otra vez está jugando sucio, con Mohamed VI podría sugerírselo a Ban-Ki- Moon, a ver si le hace caso y el contencioso se desbloquea por obra y gracia del director de la Escuela de Cultura de Paz de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Y aunque la cuestión de fondo no sea la Autonomía propuesta por Marruecos no puedo dejar de recordarle a la luz de las últimas noticias aparecidas en los medios nacionales que éstas son frágiles en un contexto de crisis económica. Ayer mismo nos lo recordaba el señor De Guindos. En cuanto a la idea de que podrían seguir jugando a los independentistas bajo la tutela marroquí me ha parecido una falta de respeto a los cientos de compatriotas entre los que me cuento que no hace tanto tiempo gritábamos aquello de SOM UNA NACIÓ.
Tengo edad suficiente para haber vivido la conmemoración de los 25 años de Paz. Recuerdo bien la respuesta de un hombre pacífico: 25 años de victoria. Entonces comprendí que la PAZ debe ser justa y llevar consigo el respeto escrupuloso a los Derechos fundamentales de las personas entre los que se cuenta el derecho a decidir.
Y para terminar: ¿por qué pontifica sobre lo que conviene o no conviene a los saharauis? Parece como si fueran todos discapacitados e incapaces de decidir por si mismos.
Que les pregunten y que ellos escojan. A estas alturas de la película y ocupando usted la posición que ocupa no tendríamos que recordarle dónde reside la soberanía. Aunque después de leer lo que hemos leído no nos quede más remedio.
Esta carta abierta es mi respuesta al artículo de opinión publicado ayer en El País.
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