Mientras presenta a la última resolución del Consejo de Seguridad sobre el Sahara Occidental como una « victoria para Marruecos », su nuevo embajador arremete frontalmente contra el Secretario General de la ONU, acusándolo de falta de neutralidad y de profesionalidad.
« Pedimos a la Secretaría General de la ONU, la neutralidad, el profesionalismo y que quede neutra para con todas las partes », declaró el embajador de Marruecos en la ONU, Omar Hilale durante una conferencia de prensa tras la adopción por el Consejo de Seguridad de la resolución 2152 que prorroga el mandato de la MINURSO un año hasta el 30 de abril de 2015.
Si en 2012, Rabat decidió retirar la confianza al Enviado Personal de la ONU para el Sahara Occidental, Christopher Ross, declarándolo persona no grata, hoy Marruecos ha puesto como diana al propio jefe de la ONU a raíz de su último informe que pone los puntos sobre les “ies” en lo que concierne la naturaleza del conflicto saharaui y propone medidas concretas para acabar con la situación de statu quo de la que se beneficia Marruecos en primer término.
Los ataques marroquíes son una clara señal de la derrota marroquí en el campo diplomático a pesar de los apoyos de los que presumía. Rabat intenta por todos los medios resistir hasta el fin del mandato de presidente Obama con la esperanza de ver a su amiga Hillary Clinton ganar las elecciones o al menos que la Casa Blanca pase a manos republicanas.
Mientras tanto, los gobernantes de Rabat tratan de vender al pueblo marroqui como una “victoria para Marruecos” el hecho de que el Consejo de Seguridad haya rechazado ampliar el mandato de la MINURSO a los derechos humanos. A falta de pan, buenas son las tortas.
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