Francia dijo estar preocupada por la situación en Malí y envió sus tropas para combatir a Al Qaeda en ese país. Sin embargo, en el Sáhara Occidental, el gobierno de Paris alimenta el sentimiento anti- francés en la población saharaui. En este hecho radica el riesgo de empujar a muchos jóvenes saharauis a aliarse con las fuerzas terroristas en Mali para vengarse de Francia.
Francia apoya, en el Sáhara Occidental desde hace más de 39 años, a Marruecos en contra de la voluntad del pueblo saharaui y de la comunidad internacional.
A medida que pasa el tiempo, los principales actores del conflicto salen a la luz. Hoy en día, la cita anual del Consejo de Seguridad con la renovación del mandato de la MINURSO reveló la complicidad de Francia y no sólo su apoyo incondicional a Marruecos sino también a las violaciones de los derechos humanos que Rabat se aplica a cometer contra el pueblo del Sáhara Occidental, territorio registrado en la lista de las últimas 16 colonias.
La política de Francia en la región es contradictoria. Por un lado, lucha contra el terrorismo en Malí, pero por otro, apoya las injusticias cometidas contra los saharauis para alentarlos a irse a Malí para luchar contra Francia.
Debido a su ciego apoyo a Marruecos, Francia no puede pretender a sentimientos de amistad por parte de los saharauis. Al contrario, éstos tienen todas las razones del mundo para combatir a Francia. El amigo de mi enemigo es mi enemigo. Los saharauis le comprendieron perfectamente.
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