El eje Argel-París se normaliza : Evitar el pasado para servir al presente

De la autorización del sobrevuelo del territorio argelino concedida a los aviones militares franceses que iban a Malí a los jugosos contratos adjudicados a compañías y empresas francesas en diferentes sectores, Alger ya no rechaza nada a París. Se normaliza el eje Argel-Paris? Todo parece indicar que hay una luna de miel entre las autoridades de los dos países que parecen dejar de lado la histórica « disputa » para dejar sitio a la realpolitik o más bien a La política de los intereses. Hubo como une espacio de un « pacto de no agresión » firmado con la llegada en visita oficial de François Hollande a Argelia y sellada por la presencia de militares argelinos en el desfile del 14 de julio en los Campos Elíseos.
El discurso sobre el arrepentimiento, las excusas o las movilizaciones coyunturales y politicastras de las organizaciones de masas ya pertenecen al pasado. El futuro nos lo dirá, pero al menos por ahora, las altas autoridades argelinas prefieren no surfear mucho sobre la ola de la historia y tienden a extender la alfombra roja a las peticiones del antiguo colonizador. Desde el permiso de sobrevuelo del territorio argelino dado a los aviones militares franceses que iban a Malí hasta los jugosos contratos adjudicados a compañías y empresas francesas en diferentes sectores, ya sea en la industria automovilística, hidráulica, transporte o en el sector de las telecomunicaciones pasando por la energía con la generosa oferta a Total de explorar y explotar el gas de esquisto en el sur agelino, Argel ya no niega nada a París.
Es también en Val-de-Grâce o en Invalides que el Jefe de Estado enfermo recibió todos los cuidados y la consideración, incluso para improvisar una reunión con el Jefe de Estado Mayor del Ejército Nacional Popular y el primer ministro para hablar de asuntos de Estado. Es hora de la « pacificación » y el tono es de las amabilidades. En su mensaje con motivo del Día Nacional de Francia, Bouteflika agradece a François Hollande el esfuerzo de reconocer el sacrificio de los argelinos durante la Primera Guerra Mundial e ignora las críticas formuladas por la Organización Nacional de Muyahidines sobre el carácter forzado de la participación argelina en la guerra del 14-18. Refiriéndose a la visita de Hollande a Argelia en diciembre del 2012, Bouteflika se felicita de haber « sabido », con su homólogo francés, « evitar las divisiones provocadas por un pasado doloroso ».
Así, el Jefe de Estado elige la calma a las tensiones en las relaciones bilaterales, él que se ha beneficiado de un apoyo incondicional de París en sus diferentes candidaturas a la presidencia, sobre todo durante su última y controvertida investidura. Con el tímido « reconocimiento de los sufrimientos infligidos por el colonialismo » pronunciado por François Hollande ante el Parlamento argelino y la presencia de tres militares argelinos en el desfile del 14 de julio, se cierra el trato entre los dos jefes de Estado que esperan de poner fin a las tensiones relacionados con la página de la Guerra de Liberación que algunos se obstinan, de ambos lados del Mediterráneo, en negarse a leer y comprender. Las razones de Estado ganan, una vez más durante cierto tiempo, la partida a la historia.

Nadjia Bouaricha

El Watan, 15 julio 2014

Traducción no oficial del Noticias del Sáhara

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