Por Jerónimo Delgado*
¿Cómo fue su infancia en el Sahara Occidental, colonial y ocupado?
Nací en Smara, una zona un poco retirada de la parte urbana. La ciudad donde nací está a 170km al otro lado del muro. Mi infancia transcurrió entre Hagunia y Smara. A finales del 56 mi familia tuvo que refugiarse en el sur de Marruecos, al mismo tiempo había una guerra de liberación en Argelia. Por ese tiempo de guerra, muchos de los saharauis, entre esos mi padre, se incorporaron a esa lucha contra el colonizador. Las potencias colonizadoras eran Francia y España. El espíritu reinante de la época era, entre todos tanto en Egipto como en Túnez y Argelia, de involucrarse en la lucha contra la expulsión del colonizador y fomentar la idea nacionalista por la autodeterminación de los pueblos para ayudar con esta expulsión. Este espíritu reinante es lo que ha hecho que desde mi propia infancia, desde las escuelas tanto primarias como coránicas, esté impregnado de este espíritu de lucha por la autodeterminación.
Después de la brutal represión que ejerció España sobre una manifestación pacífica el 17 de junio de 1970, cuando yo era universitario al igual que muchos otros, nos llevó a entender que no se podían tolerar tales comportamientos contra una población civil que quería manifestarse públicamente, y ese hecho me hizo incorporar al movimiento liberador. De la misma manera, este hecho llevó a un grupo de jóvenes a crear un movimiento que luego daría paso a la creación del frente Polisario 3 años más tarde.
Este frente se encargó de crear el espíritu de libertad y comenzó la lucha armada para la expulsión de los colonizadores Españoles en su tiempo. Posteriormente lucho contra Mauritania, que también ocupó una parte del territorio, y continuó una lucha interminable contra Marruecos. Este ha sido el movimiento que ha encabezado la lucha por la independencia saharaui, movimiento que fue admitido posteriormente como miembro fundador de la Unión Africana y es el que sigue encabezando la lucha de todos los saharauis por la liberación.
¿Cuál es la situación actual con Marruecos en términos políticos?
Estamos en una situación de guerra, y en un lapsus de cese temporal de fuego. El ejército marroquí ocupa una buena parte del territorio, y también nuestro ejército controla una parte importante del territorio, y es donde estamos ahora celebrando el congreso. También tenemos población saharaui en la parte ocupada del territorio por Marruecos. Diariamente hay manifestaciones porque reclaman su derecho a la autodeterminación, a pesar de un bloqueo férreo y una intensa guerra entre nosotros y Marruecos a nivel internacional. Creo que hemos logrado importantes logros, hemos logrado dejar claro a nivel de Naciones Unidas que el tema del Sahara Occidental es un tema de descolonización pendiente que debe ser resuelto desde las resoluciones de Naciones Unidas encaminadas a la autodeterminación, y que Marruecos es un ocupante. En la esfera africana hemos logrado importantes avances: el reconocimiento de países y de la organización regional continental. Tenemos relaciones bilaterales con muchos países. La batalla también la emprendemos con Marruecos en todos los continentes, incluso Estados Unidos con el que Marruecos ha firmado un tratado de libre comercio. El tratado de libre comercio no lo firmaron hasta que excluyeron el territorio reconocido internacionalmente como el territorio del Sahara Occidental. Hubo un problema serio entre el congreso y el gobierno, y al final hubo que excluir el territorio del Sahara Occidental del tratado de libre comercio. Este tratado de libre comercio no debe incluir el territorio del Sahara Occidental porque ni Estados Unidos ni Naciones Unidas reconocen ninguna soberanía sobre el territorio, sobre eso hay documentos secretos que si quieres luego te los mando. Anteayer hemos recibido que el Parlamento Europeo deroga el acuerdo que tenía Marruecos de pesca con la Unión Europea, lo deroga precisamente por incluir el territorio del Sahara Occidental. Todo esto conjuntamente, a la par de las negociaciones que se siguen celebrando entre nosotros y Marruecos, hay que aclararlo para lograr simplemente cómo llevar a cabo el referente político.
¿Cuál cree usted que va a ser el futuro de la causa saharaui? ¿Estamos hablando de un proceso de paz con Marruecos o estamos hablando de un posible regreso a la lucha armada?
Nuestro deseo es que el conflicto se resuelva vía Naciones Unidas y vía al respeto de la legalidad internacional. Si ello no se puede lograr, porque Marruecos no respeta la legalidad internacional, no tenga la menor duda que pensaremos en la guerra como una opción legítima que tiene el pueblo saharaui.
A pesar de ello, esperamos y estamos convencidos de que la solución pasa por respetar el derecho de los saharauis a existir como lo ha tenido el sur de Sudán, como lo ha tenido Timor del Este, como lo ha tenido Namibia, ya que hoy nadie pueda rechazar o pasar por alto la existencia del Estado Saharaui soberano sobre su territorio.
¿Cuáles son los logros más importantes que ha tenido la RASD desde su proclamación y los principales problemas y dificultades que tiene a nivel interno?
El mayor logro del Estado Saharaui es haber logrado una unión de todo el pueblo saharaui, una unión entre aquellos que están aquí, aquellos que están en los campos de refugiados, los que están en los territorios ocupados y los que están en la diáspora en torno de un proyecto nacional y en torno a una bandera que hoy todo el mundo desde luego está dispuesto a aceptar.
El segundo logro más importante es haber creado un legitimó reconocimiento en los foros internacionales basado en el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. Se legitimó la existencia del Estado Saharaui y la existencia del proyecto saharaui. Al mismo tiempo, se logró que efectivamente todo el mundo respete este derecho y que reconozcan que Marruecos, como lo establecieron las resoluciones de Naciones Unidas, es un ocupante ilegal.
Otro de los logros importantes es que le hemos hecho entender al mismo Marruecos, y al ejército de Marruecos, que no pueden eliminarnos por la vía militar y, que así hagan todo lo posible por eliminarnos, que recuerden que no han podido ganarnos en la guerra ni han podido obtener una sola victoria militar. Hoy en día tenemos un ejército que ya todo el mundo tiene en cuenta dentro de la región, sobre todo Marruecos. Este ejército es el garante desde luego de la soberanía nacional.
El otro logro importante es que el Estado Saharaui hoy no solo es una realidad nacional sino es una realidad regional y mundial que ha tenido muchos progresos. Hemos logrado crear el Estado en sí, crear un parlamento, crear unas instrucciones, unos ministerios y un notorio mejoramiento en la calidad de la educación, lo cual ha llevado a que los índices sean de los mejores de la región. Tenemos reconocimientos de una cantidad importante de países en el mundo y somos miembros de la Unión Africana. Anhelamos que en Colombia se abriera una embajada y que se incorporara a este consenso internacional ya establecido y reconocido.
Las dificultades son enormes, desde que en 1975 nuestra población era perseguida, era masacrada y estaba obligada a dispersarse por todas las partes del mundo. Estas dificultades las tenemos en todos los campos de la vida política y pública, sin embargo, las sobrepasamos pensando en la justa que es nuestra causa y por eso hacemos este gran sacrificio. Pero las dificultades son visibles en todos los campos, por ejemplo en la ocupación, donde tenemos violaciones sistemáticas de derechos humanos, también tenemos desapariciones y una gran cantidad de presos políticos y presos de todo tipo. Esto nos muestra que nuestra población vive con miedo y el Estado como tal tiene grandes retos pensando en el futuro.
Para finalizar ¿cuál es su mensaje para Colombia y el gobierno colombiano?
Transmitirle un fraternal saludo al pueblo de Colombia, al gobierno, a las instituciones y a los partidos políticos. Además nuestro agradecimiento a los colombianos que toman posiciones de ayuda y de solidaridad. Puntualmente quiero agradecer al Consejo de Seguridad, pues cuando han tenido la oportunidad de ser miembros no permanentes ha trasmitido mensajes de solidaridad. Deseamos reconducir las relaciones bilaterales en el justo camino. Nosotros somos un pueblo invadido, ocupado militarmente, por lo tanto creemos que la vía esencial para seguir adelante es la solidaridad y el aprecio que hemos recibido de los países latinoamericanos, pues nosotros somos un país netamente latino, por lo tanto nos une tanto con Colombia como con toda la región lazos históricos que no se pueden olvidar ni se pueden limitar, y esperamos que esos lazos sean el camino hacia el futuro.
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