Casi pasa desapercibido si no fuera por un tweet del gran amigo de los saharauis, Carlos Ruiz Miguel. Hoy, 6 de septiembre, se cumple el 23 aniversario del alto el fuego y la consiguiente implantación de la MINURSO en los territorios del Sáhara Occidental.
Seis meses después del cese de hostilidades entre Marruecos y el Frente Polisario debía celebrarse el referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui, única solución conforme a la legalidad internacional y a las decenas de resoluciones de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de la ONU.
Según Carlos Ruiz Miguel, Catedrático de la Universidad de Santiago de Compostela, aceptar el alto el fuego a cambio de sólo una promesa fue el mayor error cometido por el Frente Polisario.
Efectivamente. El Polisario confió demasiado en la ONU y ésta resultó ser una organización inútil a causa de una burla llamada derecho de veto del que Francia abusó para defender la colonización del Sáhara Occidental por Marruecos. Francia, el mismo país que alentó a Marruecos para que invada el Sáhara, presionó a España para que firme el Acuerdo Tripartito de Madrid del 14 de noviembre de 1975 y proporcionó al reino alauita durante más de 15 años armas de todo tipo para combatir las aspiraciones del pueblo saharaui a la libertad y la independencia.
23 años después de la instauración efectiva del plan de paz en este territorio, Marruecos, gracias al apoyo de París, sigue burlándose de la comunidad internacional.
Los saharauis, unánimemente, deploran ese día en que la ONU les engañó con falsas promesas de un Secretario General, Javier Perez de Cuellar, que resultó ser un corrupto que había sido sobornado por los marroquíes. La misma ONU que hoy resulta incapaz de impedir que Marruecos siga violando los derechos humanos en los territorios saharauis ocupados.
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