Es una información que nos permite hacernos una idea de la bajeza de los personajes que tienen en sus manos el destino del pueblo marroquí.
Según ciertas informaciones que circulan, el ministro marroquí de asuntos exteriores habría pedido a su homólogo francés que intervenga a favor de su hija para obtener un puesto de trabajo en la empresa americana McKinsey.
En una carta enviada en noviembre del 2013, Fabius habría informado a Mezouar que, a raíz de su intervención, el permiso de trabajo fue acordado a la hija de éste para que pueda trabaja en dicha empresa.
Esta es la mentalidad de los responsables en Marruecos. No vacilan en bajar hasta los abismos para conseguir sus propósitos. De hecho, es lo que hacen en la cuestión del Sáhara Occidental. Para ganar un apoyo en su colonización de este territorio consintieron la subcontratación de la tortura en Marruecos de los sospechosos de pertenencia a Al-Qaida en la guerra de los EEUU contra el terrorismo.
Por apropiarse de las riquezas del Sahara Occidental, Marruecos aceptó jugar el papel de gendarme de Europa contra la emigración de los africanos.
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