La coyuntura particularmente sensible que atraviesa Marruecos en la cuestión del Sahara Occidental hace que la agenda de trabajo de la ministra Mbarka Bouaida sea lo suficientemente cargada como para dedicar más tiempo a la política que a la familia.
Efectivamente, la señora Bouaida está obligada a moverse en varios frentes, en un intento desesperado de inclinar la balanza a favor de Marruecos. En otras palabras, Mbarka se convirtió en el James Bond de Marruecos en una « Misión Imposible », que es la colonización del Sáhara Occidental.
El protagonismo dado a la Sra Bouaida se debe a su origen saharaui. Su familia siempre ha vivido en la ciudad de Guelmim, en el Oued Noun, llamado Puerta del Sahara por los marroquíes, es conocida por su lealtad al palacio. Su padre, Ali Bouaida fue cónsul de Marruecos en Nuadibú.
Pero su aparición al frente del escenario podría hacer estallar a su familia. Su matrimonio, celebrado con gran fanfarria el 28 de julio 2013 con el señor Abdelkrim Mehdi, nacido el 14 de noviembre 1969 en Marrakech, se encuentra amenazado.
Según una página de Facebook, la pareja atraviesatiempos difíciles desde el nombramiento de la Sra Bouaida como ministra.
Su esposo le reprocha el ser una mala madre y el haber privilegiado a su carrera profesional en detrimento de su carrera.
Mehdi Abdelkrim está viviendo una pesadilla. Triste y sintiéndose cada vez más solo, se refugió en el salcoholismo, para llenar el vacío dejado por su esposa, con frecuencia ausente de su casa. A eso se añade que la familia Bouaida no le tiene mucho agrado. Querían un saharaui para su hija, pero Mbarka insistió en casarse con este joven de origen marroquí.
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