En tal día como hoy, 1 de octubre, pero del año 1975, la prensa española se hacía eco del discurso pronunciado por el entonces ministro español de asuntos exteriores, Cortina Mauri, en la Asamblea General de la ONU.
Entre otras cosas, habló del problema del Sáhara Occidental en el que presentó argumentos que aún son válidos y que los cuales algunos fueron reiterados por el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon en su último informe en el Consejo de Seguridad.
He aquí alguno extractos del discurso de Cortina Mauri:
“En un verdadero espíritu de cooperación internacional se inspira el proceso descolonizador del Sahara Occidental, cuyo objetivo es dar ocasión a la población para que se determine libremente, y hacer posible una fecunda colaboración con los demás países del Mogreb, a fin de que no se altere la estabilidad de la región y se mantenga así la paz con ella”.
“Y es que los acontecimientos ocurridos en el transcurso del año y el protagonismo de que la población ha dado muestras han confirmado la necesidad de contar con ella para proseguir el proceso descolonizador. En definitiva, se trata de asegurar su protección para que pueda ejercer su derecho a la libre determinación, pues sería un contrasentido que por una errónea apreciación de los elementos en juego se diese primacía a pretensiones de terceros sobre los auténticos intereses de la población autóctona, que son los que en toda circunstancia protegen el derecho universal de los pueblos dependientes a decidir su destino”
“España se estableció en el Sáhara Occidental sin que tuviera que entenderse con nadie más que con la población autóctona, organizada en instituciones tradicionales autónomas no dependientes de soberanía estatal alguna. La independencia de esa población era inequívoca y su ascenso afianzó la efectividad excluyente del poder ejercido por la potencia administradora, de tal forma que el establecimiento de las autoridades españolas no creó otra relación que entre ellas y dicha población. Por esto, en el ejercicio de su acción, España no se vió en la necesidad de resolver cuestión alguna con autoridades estatales extrañas y ningún pretendido derecho de terceros sobre el territorio vino a perturbar el normal desenvolvimiento de esa relación. En consecuencia, llegada la hora de descolonización, nada debiera interponerse en la relación entre la potencia administradora y la población”.
“Ahora bien, la descolonización del Sáhara se está retrasando indebidamente. Quiero recordar que el Gobierno español comunicó al SG su voluntad de celebrar en los seis primeros meses del presente año el referéndum de autodeterminación, solicitado `por las resoluciones de esta Asamblea. Las incidencias a que antes me he referido han impedido a la potencia administradora completar la descolonización del territorio en la forma prevista. Mi gobierno considera que es un imperativo no sólo para la fidelidad de esta organización a los principios de la Carta, sino también para la paz y la seguridad en toda la zona, que este proceso de descolonización pueda ultimarse en breve, esperando de esta Asamblea General que en el presente periodo de sesiones adopte cuanto antes una resolución que fije en tal sentido un plazo cierto”.
“El dictamen de La Haya resultaba innecesario porque la forma de descolonización mediante la autodeterminación estaba ya claramente establecida en todas las resoluciones pertinentes de esta Asamblea”. Incluso en la que solicitaba este dictamen- y porque, en consecuencia, éste no podía hacer abstracción de tan fundamental aspecto.
FUENTE : ABC, 01/10/1975
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