por Honesto Hosein (España)
27 de noviembre de 2014
Desde su llegada al trono y con el respaldo EEUU, Francia y España; Mohamed VI, decide desafiar a todas las resoluciones de la ONU, y entrar en un proceso de confrontación y obstaculización de los esfuerzos de la comunidad internacional, para buscar una solución al diferendo del Sahara Occidental, al anunciar que Marruecos rechaza cualquier solución que contempla el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui y como contrapartida, decide imponer a la comunidad internacional, su propuesta de “autonomía amplia” para desviar el contencioso de su cauce jurídico internacional y desvincularse del Plan de arreglo de la ONU, que el 29 de Abril de 1991 fue aceptado y firmado por el régimen de Hasan II y el Frente Polisario, por medio del cual, se estableció en el territorio la MINURSO (Misión de las Naciones Unidas para la Organización del Referéndum en el Sahara Occidental).
Actualmente Marruecos tiene problemas muy serios, con sus mejores aliados, fundamentalmente con Francia y EEUU, y está obstaculizando todos los esfuerzos de mediación de la ONU, al acusar al enviado especial del S.G. el Sr. Ross, de “actuar con parcialidad” y de “hacer propuestas que rebasan su mandato” y de “marginalizar la iniciativa marroquí y de implicar a la Unión Africana”, en la solución del contencioso; todas estas acusaciones son falsas y carecen de fundamento, ya que el trabajo del Sr. Ross como mediador, está sujeto al mandato y a las normas que establece la ONU, para arbitrar las negociaciones entre las partes, de acuerdo con las resoluciones de la ONU y con Plan de Paz, que habían firmado Marruecos y el F.Polisario, a través del cual se estableció la MINURSO, para llevar a cabo un referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui, para solucionar el diferendo del Sahara Occidental y garantizar el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, ya que actualmente y según todas las resoluciones de la ONU, el problema del Sahara Occidental es un problema de descolonización, que está inscrito en la agenda de las Naciones Unidas, como uno de los T.N.A. (Territorios No Autónomos), aun pendientes de descolonización.
La invasión y ocupación ilegal a los territorios del Sahara occidental, a raíz de los vergonzosos acuerdos de Madrid, entre España, Marruecos y Mauritania, el 14 de noviembre de 1975, constituyen una flagrante conspiración y violación, de los legítimos derechos del pueblo saharaui, ya que los mencionados acuerdos, son incoherentes con la doctrina de descolonización establecida por la ONU, y con el dictamen del Tribunal Internacional de Justicia del 16 de octubre de 1975, que dice textualmente “La corte llego a la conclusión, de que los elementos e informaciones puestos a su disposición, no demostraban la existencia de ningún vinculo de soberanía territorial, entre los territorios del Sahara Occidental por una parte y el reino de Marruecos o el complejo mauritano por la otra”, una vez hecho público este veredicto, Hasan II en una hábil maniobra decidió implementar un falso nacionalismo y desarrollar una campaña de concienciación del pueblo marroquí y empujarlo en la “Marcha Verde” para agredir y ocupar los territorios de la RASD, conjuntamente con la penetración del ejército marroquí en el territorio, para entrar en una cruel guerra contra el pueblo saharaui, en la que han muerto miles de soldados marroquíes , y han caído en prisión muchos soldados marroquíes, era una guerra de desgaste, que Marruecos no habría podido afrontar, sin el respaldo y asesoramiento de expertos del ejercito israelí, que le han ayudado en el diseño y edificación de los muros defensivos, para proteger al ejercito marroquí de las incursiones de la guerrilla saharaui, aun así esos muros han tenido poca eficacia frente a los ataques de los intrépidos guerrilleros del Polisario.
A pesar de su ocupación de los territorios saharauis por la fuerza, Marruecos ha fracasado en su política para encontrar apoyo a su propuesta de autonomía, ya que ni la ONU, ni ningún país del mundo reconocen la soberanía de Marruecos sobre los territorios del Sahara Occidental, ni siquiera se le reconoce el estatus de potencia administradora del territorio, también ha fracasado, al no haber podido ganarse la confianza, ni la simpatía del pueblo saharaui; más bien su presencia en los territorios de la RASD, y su política intimidación al imponer la represión, las torturas para infundir el miedo, ha sembrado el odio y la confrontación entre el pueblo saharaui y el pueblo marroquí.
*Fuente: Tercera Información
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