Con el tiempo se van desvelando cada vez más los secretos de la obra “diplomática” marroquí basada en la corrupción, el chantaje y el mercenariado en aras de afirmar la colonización del Sahara Occidental por Marruecos.
Según parece, aún queda la mayor parte de los 6 gigabytes de información y documentación que el ciber-activista Chris Coleman guarda en sus archivos para sus seguidores.
Muchos españoles están esperando con anhelo que los secretos desvelados desenmascaren las tramas entre Marruecos y algunos responsables españoles y sus conspiraciones contra el pueblo del Sahara Occidental.
Sus deseos empiezan a realizarse. Coleman acaba de publicar documentos que demuestran que el antiguo portavoz de Exteriores del PP, está casado con una agente de la DGED marroquí, el servicio de Espionaje exterior marroquí.
Efectivamente, las comunicaciones de la esposa de Arístegui, Nadia Jalfi, son muy fluidas con Mourad El Ghoul, el jefe del Gabinete de Yassine Mansuri, director general de la DGED.
Su dirección de correo electrónico está incluida en la lista de contactos que tienen una red para la difusión de la propaganda marroquí contra el Polisario, Argelia y a favor de las supuestas reformas realizadas por el Rey Mohamed VI con motivo de los acontecimientos de la Primavera Arabe.
Los correos electrónicos filtrados por Coleman delatan una relación más que íntima entre Nadia Jalfi y Mourad El Ghoul. Esta relación se refleja en un email en el que Nadia se interroga sobre la expresión “pensamientos amistosos”, como si exigiera que fueran más que amistosos.
Las filtraciones venideras prometen ser muy suculentas y crugientes sobre los círculos políticos tanto en Marruecos como en España.
Se recuerda que en septiembre del 2008 Marruecos distingió al ex portavoz de Exteriores del PP por “promocionar las relaciones hispano-marroquíes”. Su boda con Nadia Jalfi acabó con su sueño de desempeñar el cargo de Ministro de Asuntos Exteriores. Las nuevas revelaciones sobre la relación de Nadia con los servicios secretos marroquíes podrían poner fin a su carrera diplomática.
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