Hoy, 27 de febrero, se conmemora el 39 aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Son casi 40 años de aquella congregación en medio del desierto, a cielo abierto y en plena noche, donde el Consejo Nacional Saharaui y el Frente Polisario lanzaron la declaración que proclamaría una República para todos los saharauis.
Corrían por entonces las primeras semanas de 1976. Hacía más de tres meses que la Marcha Verde había entrado en lo que entonces era el Sahara Español, y los ejércitos marroquí y mauritano habían penetrado en el territorio por el norte y el sur respectivamente.
Aquello provocó un éxodo masivo de la población saharaui. Ante la entrada a sangre y fuego de los dos ejércitos ocupantes, unas 40.000 personas abandonaron sus casas y dejaron atrás sus ciudades. Quien pudo, huyó hacia el desierto, donde los saharauis, en su mayoría mujeres, niños y ancianos, eran perseguidos y bombardeados en su travesía incluso con napalm y fósforo blanco. Fueron unos meses de huida, de éxodo, de profunda desesperación, donde los hombres, también los más jóvenes, se unían a la resistencia engrosando las filas del Polisario.
En aquel momento, y con ese escenario tan adverso, el Frente Polisario tenía dos responsabilidades que asumir de inmediata urgencia. Una era resistir a los dos ejércitos de ocupación, el marroquí y el mauritano. La otra, ir recogiendo a la población saharaui desperdigada por el desierto para reagruparla y conducirla a los campamentos de refugiados que se iban formando al este del territorio.
Pero la Historia le reservaba, al Frente Polisario, otro cometido más de la misma trascendencia que los dos anteriores e igualmente inaplazable y que determinaría el devenir de la historia del pueblo saharaui desde aquellos últimos días de febrero de 1976. La situación jurídica y política del Sahara Occidental se había vuelto compleja. Por un lado, España, la potencia administradora del territorio, estaba a punto de abandonarlo definitivamente. Por otro lado, los dos países ocupantes, Marruecos y Mauritania, estaban dispuestos a todo con tal de hacerse con él.
Con este contexto, el Frente Polisario tenía claro que no podía descuidar el inminente propósito de los firmantes de los Acuerdos Tripartitos de Madrid – España, Marruecos y Mauritania -, que se disponían a oficializar lo pactado a pesar de la disconformidad de las NNUU y de lo establecido en la legalidad internacional. Estaba previsto que España arriara su última bandera en el Sahara el 28 de febrero, y los dirigentes polisarios decidieron no dar opción a sus adversarios, aprovechar el vacío jurídico que significaba la salida de la metrópoli y adelantarse así a las intenciones de Marruecos. De esta forma, la noche del 27 de febrero, tan sólo unas horas antes del acto oficial en el cual se arriaría la última bandera española en el Sahara Occidental, el Consejo Nacional Provisional Saharaui proclamó, en el pequeño poblado de Bir Lehlú, la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
La ubicación del lugar – un grupo de casas de adobe alrededor de un pozo en medio del desierto a unos pocos kilómetros de la frontera mauritana – y cierta improvisación en las formas, no fueron una imposibilidad para que el modesto despliegue mediático contara con periodistas venidos de todo el mundo. En el siguiente video del canal Youtube, se puede ver la grabación de una televisión extranjera cubriendo el acontecimiento:
Esa misma noche, también se proclamó como primer presidente de la RASD a El Uali Mustafá Sayed, cofundador del Frente Polisario y en aquel entonces también su secretario general.
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