Es uno de los símbolos de la lucha por la libertad de expresión en el reino alauí.
El periodista Ali Lmrabet (Tetuán, 1959), uno de los símbolos de la lucha por la libertad de prensa en Marruecos, se ha puesto en huelga de hambre este miércoles ante la sede de la ONU en Ginebra. El motivo es, según él, que las autoridades de su país le han negado en las últimas semanas y de manera repetida la actualización de sus papeles. Esa documentación de identidad (DNI y pasaporte), añade el conocido reportero, es imprescindible para reabrir las dos revistas satíricas -una en francés, «Demain Magazine», y otra en árabe, «Dumán»- que las autoridades de Rabat le cerraron en 2003 además de imponerle una multa de unos 2.000 euros. Fue acusado de «ultraje al rey».
Superada la década de condena para ejercer en su país, en su país, el periodista quiere volver a la carga.
En mayo de ese año Lmrabet fue, además, condenado a tres años de prisión de los que cumplió ocho meses pues en enero de 2004 fue indultado por el rey Mohamed VI y la multa conmutada, pero no la prohibición de sacar a la calle sus publicaciones. Quedó en libertad cuando llevaba 38 días en huelga de hambre. Una primera huelga en prisión a lo largo de cincuenta días lo tuvoal borde de la muerte entre mayo y junio de 2003.
«Después de más de dos meses de infructuosos intentos de renovar en mi ciudad natal, Tetuán, mi DNI (mi documento nacional de identidad electrónico y mi pasaporte biométrico) y ante la obstinada negativa del gobierno marroquí a responder a mis peticiones – y que ha hecho de mi arbitrariamente desde el 25 de junio un « sin papeles » en mi propio país – inicio este miércoles 24 de junio 2015 a las 10:30 h. una huelga de hambre ilimitada», ha escrito en unblog abierto para informar del asunto.
A todo color, con caricaturas y viñetas mordaces, las publicaciones de Lmrabet causaban furor. Y sus artículos eran ampliamente leídos. Por eso, a pesar del boicot de la publicidad institucional, llegaba a la calle. Esas revistas eran verdaderos bombazos en la generalmente unidireccional opinión reflejada en los medios marroquíes. El poder lo sabía y los acabó cerrando, como ha hecho con otros inluyentes representantes de la Prensa independiente marroquí.
Source : ABC
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