Lebreiga es un nombre que se ha vuelto muy célebre en los campamentos de refugiados saharauis. Para los que no lo conocen, se trata del nombre de una región que forma parte del territorio mauritano y que se encuentra en el punto de intersección entre los territorios del Sáhara Occidental, Agelia y Mauritania.
Su celebridad la debe al hecho de que los contrabandistas saharauis del gas-oil la eligieron como centro para sus actividades ilícitas.
Cuando Mauritania y Argelia adoptaron medidas drásticas para acabar con el contrabando de carburantes en el marco de la lucha contra el terrorismo en Mali, las autoridades mauritanas procedieron a la expulsión de los contrabandistas saharauis de su territorio. Estos se trasladaron a pocos kilómetros de distancia para establecerse en territorio de sobernaía saharaui, en un punto que sigue conservando el nombre de Lebreiga, ya que este nombre se convirtió en un sustantivo que significa contrabando de gas-oil.
En el Estado saharaui, mucho se habló de acabar con Lebreiga pero nunca llegó a conseguirlo y los argelinos siempre protestaron por la existencia de esta actividad ilícita y muchas interrogantes se echaron sobre las causas de la persistencia de este contrabando. Entre las medidas adoptadas, se prohibe pasar por la frontera más de un barril de diesel (200 litros)
Cuando los depósitos de gas-oil del Polisario se vacíaron, el Secretario General del Gobierno, Sidahmed Beri, envió una circular a las diferentes partes avisando de que se hará un recorte del 10% de los suministros de gas-oil. El pretexto oficial : las festividades nacionales y actividades esporádicas consumieron todo el stock de diesel.
Las protestas se alzaron de todas partes contra esta decisión y el parlamento decidió crear una comisión de investigación que concluyó que la crisis de gas-oil se debe al exceso de barriles que ofrecen el Primer Ministro y su adjunto para ganar la simpatía de la gente.
De esta manera, se descubrió que los verdaderos encubridores del contrabando de gas-oil no son ni más ni menos que los propios miembros del gobierno saharaui. Abdelkader y Beri son los que alimentan Lebreiga con los vales de 200 litros que ofrecen a ciertas personas no se sabe por qué motivos.
Los responsables saharauis se pasan de que Marruecos y Francia puedan acusarnos de suministrar carburante a las organizaciones terroristas en Mali con tal de realizar sus propios propósitos.
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