Par Karim MOHSEN
Algo inédito en los anales diplomáticos, el Secretario General de la ONU es declarado « persona non grata » en un país. Y este país es Marruecos. Un hecho sin precedentes que pone de relieve, si es que hacía falta, cómo la institución internacional se ha convertido en [indudablemente] esa « cosa » que el general De Gaulle despreciaba tanto. Sin embargo, y el detalle es importante, Marruecos no es Francia, y menos aún Mohammed VI, Charles de Gaulle. Es evidente! Además, Marruecos lleva una batalla de retaguardia en vano. Y no es este nuevo acontecimiento que consolidará la posición de Marruecos sobre la cuestión de la descolonización del Sahara Occidental. Rabat, que hasta ahora, se ha beneficiado del efectivo apoyo de París que le permitió desafiar a la ONU y seguir una huida hacia delante que no le llevará a ninguna parte. Ahora, el Reino de Marruecos ha llegado a sus límites, que a se ha puesto él mismosu en el impasse. Desde su ocupación militar del Sáhara Occidental, Rabat ha engañado al mundo sobre el fondo del problema, tratando de hacer creer que se trata de un supuesto contencioso « entre Marruecos y Argelia » mientras que se trata de una cuestión de descolonización.
Así es cómo Rabat juega el euilibrista desde hace años para posponer indefinidamente el proceso de referéndum en el Sahara Occidental. Ciertamente, ayudado en eso por Francia, que le ha permitido a Rabat despreciar las resoluciones de la ONU. Sin embargo, Marruecos no tiene medios para su política y su resistencia a la organización de un referéndum justo y transparente se debe únicamente al apoyo que le otorgan algunos miembros del Consejo de Seguridad (Francia), en particular, permitiéndole que se passe de las recomendaciones pertinentes del Comité de descolonización de la ONU. De espalda contra la pared, Marruecos prohibió así al Secretario General de la ONU visitar el Sáhara Occidental ocupado, y el monarca Jerifiano se negó a recibirlo en Rabat.
Efectivamente, Marruecos, que entra en una guerra suicida contra las Naciones Unidas, muestra al mundo lo que está tramando en el Sahara Occidental y la realidad de un país que hace caso comiso del derecho internacional y del derecho de los pueblos a disponer de sí mismos. Cabe recordafr también que si Marruecos pudo bloquear la visita del Secretario General de la ONU a los territorios saharauis ocupados, se debe esencilmente a las presiones de Francia, que tiene una preponderante en el Consejo de Seguridad, que es el derecho al veto. De hecho, un veto muy mal utilizado en este caso.
De hecho, la anulación de la etapa marroquí del viaje del Secretario General de la ONU en el Magreb, hace que la visita de Ban Ki-moon sea inútil al tiempo que la vacía de su esencia. En efecto, ¿de qué sirve esta entrevista si el principal actor [junto con el Frente Polisario] del conflicto saharaui, Marruecos, se niega a negociar con el secretario general de la ONU? Sin duda, la llegada de Ban (los días 7 y 8 de marzo) a Nouakchott y Argel es importante, pero pierde parte de su relevancia.
Mauritania y Argelia no son, en efecto, que los países vecinos y observadores en una cuestión abierta desde hace cuarenta años. Además, la negativa de Marruecos de recibir al Secretario General de la ONU pone en duda la autoridad (además de la institución internacional en conflictos que son directamente de su incumbencia), de Ban Ki-moon. Sin embargo, la descolonización del Sáhara Occidental tendrá lugar, sólo falta saber cómo va a hacer la ONU para hacerse respetar, por un lado, hacer que Marruecos cumpla con las resoluciones de la ONU, y por otro lado, restaurar un poder, que se convirtió en teórico, ya que es cortocircuitado por otras partes [en este caso por Francia].
Asómismo, si alguien todavía tiene dudas acerca de las responsabilidades del bloqueo del caso saharaui, la anulación por Rabat de la visita del Secretario General de la ONU a Marruecos aclara definitivamente la situación. Si hay algún obstáculo, viene sólo de Marruecos, que utiliza todos los subterfugio para hacer reconocer el hecho consumado de su usurpación de los territorios de Saguia el-Hamra y Río de Oro. Además, Marruecos deberá asumir el fracaso de la gira del Secretario General de la ONU en el Magreb y también de lo que podría suceder en el avenir de la cuestión saharaui.
En la misma línea, Rabat ha suspendido las relaciones con la Unión Europea, porque el Tribunal de Justicia Europeo (TJE) tuvo la « osadía » de anular el Acuerdo de Cooperación Agrícola UE-Marruecos, que abarca un territorio [el Sáhara occidental] no autónomo y que figura en la lista de territorios en espera de ser descolonizados de la ONU. Incapaz de afrontar a la situación de descontrol y desmoronamiento de la pseudo-marroquinidad del territorio saharaui, Rabat, cada vez más aislado, planta la cara atacando a todo lo que se mueva. Marruecos no ha terminado de desilusionarse, porque la comunidad internacional, a la que quiso engañar, comprende mejor los retos que rodean a la cuestión del Sáhara Occidental.
L’Expression, 03/03/2016
Traducción no oficial de Diáspora Saharaui
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