Le Quotidien d’Oran, 08/03/2016
Está confirmado que sólo Marruecos es la causa del impasse en el que se ecnuentra proceso de negociaciones sobre el conflicto del Sahara Occidental que Ban Ki-moon quiere reanudar. Sus esfuerzos en esta dirección no están bien vistos por Mohamed VI y sus autoridades gubernamentales, porque en él persiste en su apego a la visión de que sea cual sea la salida del proceso de mercado, tendrá como última e ineluctable finalidad el ejercicio por el pueblo saharaui de su derecho a la autodeterminación. En todas las etapas de su periplo, Ban reiteró que Naciones Unidas se aferran y se aferrarán a esta línea a pesar de las maniobras dilatorias para desviarlas de ella. Esto es precisamente lo que Mohamed VI no quiso oír de la boca de Ban Ki-moon y, sobre todo, que lo reafirme a la población del territorio saharaui ocupado.
No es suficiente que el Secretario General de las Naciones Unidas reconozca que el pueblo saharaui es víctima de una injusticia que ha durado demasiado tiempo. Debe, también, abogar por la toma de medidas de coacción contra Marruecos que dén fin a esta injusticia .
L’expression, 08/03/2016
Las declaraciones de buena voluntad o la compasión con el pueblo saharaui [que vive bajo tiendas de campaña desde hace 40 años] serán improductivos si el Secretario General de la ONU no no se compromete a decir lo que está sucediendo en el territorio ocupado y la verdad acerca de la incapacidad de la ONU de celebrar un referéndum de conformidad con la resolución 1415 (XV) del 14 de diciembre de 1960 de la ONU sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales.
Ban tiene que hacer algo más de lo que puede y mñas que promesas que él sabe que no tienen secuencia. Debe actuar y poner el Consejo de Seguridad – de hecho, aquéllos que obstaculizan el proceso de referéndum mediante el apoyo a la política suicida de Marruecos – cara a sus responsabilidades con el pueblo saharaui.
Ya es hora de que Ban Ki-moon se vaya el 31 de diciembre de la ONU con la cabeza en alto porque ha cumplido con se deber. Será así ? Tendrá el corage de designar por el nombre al (a los) miembro (s) permanente (s) del Consejo que – mediante su (s) amenaza de veto – obstaculiza (n) el proceso de referéndum en el Sahara occidental? Eso es lo que esperamos de Ban Ki-moon que, ahora, ya no se puede decir que « no estaba al corriente ».
El Watan, 08/03/2016
La visita del Secretario General de las Naciones Unidas (ONU) en el Magreb terminó con un efecto importante que consiste no sólo en reconocer el derecho del pueblo saharaui a la libre determinación, sino qu interpela con fuerza a la comunidad internacional.
Su mensaje va destinado a los miembros del Consejo de Seguridad, esa iinstancia de la ONU que tiene el poder de imponer la paz aunque tenga que recurrir a la fuerza en virtud del Capítulo 7 de la Carta de la ONU.
Ban ya no puede hablar de olvido como lo había señalado tan bien el enviado del Secretario General de la ONU para el Sáhara Occidental, Christopher Ross, recordando en 2012 que el conflicto del Sahara Occidental no forma parte de las crisis urgentes. Esta vez, el olvido es voluntario con este tipo de clasificación subjetiva, por supuesto. O lo que no se dice en las resoluciones de la ONU, que es que estas, y en este caso peciso, son adoptadas por consenso y las formas de oposición no son anunciadas y por lo tanto no son identificadas.
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