Estas últimas semanas se han desarrollado con excesiva tensión entorno al conflicto del Sahara Occidental, provocada por la visita del Secretario General de la ONU Ban Ki-Moon a los campamentos de refugiados y a los TTLL del Sáhara bajo control del Frente Polisario, pero sobre todo por sus palabras, donde afirmaba con rotundidad que el Sáhara Occidental estaba « Ocupado » y que por tanto urgía darle una solución, también afirmaba que desconocía totalmente la trágica situación de los refugiados, haciendo hincapié en el agravio de sus 40 años en esta situación.
Ante esta situación, Marruecos se apresuró en censurar y condenar las palabras del alto mando de las NNUU, aludiendo a la parcialidad de las mismas, cuando es la estricta aplicación de la legalidad internacional puesto que la presencia de Marruecos en el territorio, un tercero entre España y el pueblo del Sáhara, no tiene otro calificativo.
Pues bien, esta reacción vino en forma premeditadamente sobreactuada de manifestaciones en varias ciudades marroquíes, así como amenazas tales como la retirada de sus tropas de misiones de paz de la ONU y la retirada de personal civil de la MINURSO del terreno.
Solo han cumplido la última, y en este caso la más relevante, empezando por la extradición de 84 civiles miembros de la MINURSO, así como el cierre de la oficina del mando militar de la misión en la ciudad de Dajla suponiendo la mayor amenaza a la paz desde que se firmara el alto al fuego en el 91′, y lo es porque la misión encargada de vigilar el alto al fuego en la región se esfumaría, suponiendo ipso-facto la vuelta a las armas.
Después de los movimientos de los últimos días, donde ciberactivistas alertaban de alta presencia militar en los TTOO, así como las grabaciones de varios convoyes de tanques y otros vehículos de combate con dirección al muro; la difusión por parte de la Televisión pública saharaui de un video donde se podía apreciar vehículos de guerra tales como lanzamisiles y tanques ligeros todo ello con la alerta por parte del Frente Polisario ante cualquier agresión que pudiera surgir.
Ahora es cuando paso a exponer las causas que, a mi juicio, han llevado a Marruecos a « tensar la cuerda » hasta este punto.
La primera y la más importante es, la derrota diplomática clara y clarificadora que ha venido sufriendo el régimen marroquí en los últimos años provocando su aislamiento a nivel regional, continental y global.
La Unión Africana, de la que es miembro permanente la RASD, la última crisis con Mauritania, las innumerables sentencias judiciales europeas, ya sea en la AN española o en los tribunales europeos, causando la crisis con la UE con la que llegó a interrumpir sus acuerdos comerciales, y la última con la ONU que ve en ella una parcialidad que nadie más ve.
Todo ello provocado por y para la causa saharaui, dando como resultado un aislamiento que les deja en un callejón sin salida.
La segunda, y no menos importante, es la intransigencia y autoengaño internos y externos, ya sea por medio de sobornos, lobbies o los apoyos tradicionales de los que goza el régimen alauí, causando una percepción de la realidad muy distinta a la que se ajusta la misión de la ONU y al derecho internacional. Declaraciones como la del último discurso del rey en las que afirmaba sin pudor que « ..Marruecos permanecerá en su Sáhara y el Sáhara en su marruecos hasta el fin de los tiempos.. » Dan una idea de la magnitud del autoengaño marroquí, que aunque proyectado hacia el interior, nunca tuvo ninguna trascendencia más allá de sus fronteras.
La tercera y última es la deriva belicista de los ‘Golfos’:
[Arabia Saudí, EAU, Catar, Omán, Kuwait, Jordania y Marruecos]
Éstos, conducidos por Arabia Saudí, tienen un claro objetivo en el norte de África y no es otro que Argelia, su estabilidad y seguridad que no sirve a sus intereses y que al igual que Venezuela ya fue víctima de su ataque al rebajar el precio del barril de crudo, suponiendo un revés a su economía.
Por ello, tras su alianza algo accidentada en Yemen, una forma de desestabilizar a Argelia sería azuzando la guerra con el Frente Polisario 25 años después dando como resultado una incertidumbre no ya en el Sáhara sino en toda la región del ‘Sahel’, una región extremadamente sensible por razones obvias.
Los efectos que se podrían producir en esta escalada de tensión siguen siendo una incertidumbre, aunque Marruecos afirma que la sección militar de la MINURSO que queda es suficiente para el mantenimiento del alto al fuego, el Frente Polisario en cambio muestra su contundencia y pone sobre aviso de la posibilidad de retomar la lucha armada de no restablecerse completamente la MINURSO, posibilidad que no desagrada a una población, la saharaui, cada vez con menos paciencia, pues esta posibilidad ha encendido el fervor revolucionario que para los saharauis es el motor de la unidad nacional y que ha hecho que la juventud, deseosa de encontrar por medio de las armas lo que no se les dio por medio de unas negociaciones estériles de las que Marruecos siempre se supo escabullir, haya reconectado otra vez con la causa y esté mas preparada que nunca de retomar el reto por el que sus padres o abuelos dieron su vida.
Esto se traduce de la población saharaui que ha regresado a los campamentos y se ha restablecido en su sección militar, también de las mayores maniobras del ejército saharaui que se le recuerdan, o de la incorporación del personal con funciones administrativas en Rabuni al ejército. Todo ello para lanzar un mensaje claro; sin MINURSO y su prometido referéndum, los saharauis están dispuestos a dar la batalla, una batalla larga, sin treguas y de desgaste que Marruecos no supo afrontar en el pasado y no lo hará en el futuro.
El desenlace aún se desconoce, pero todo indica que no se demorará más allá de la reunión de CS de abril.
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