Más de 500 personas están marchando por las calles de Puerto Montt, en apoyo a los trabajadores despedidos de la industria del salmón y por la lucha de Chiloé y el sur del país.
La profunda crisis que se está viviendo en la región de Los Lagos tiene otra arista poco tomada en cuenta: los miles de trabajadores que fueron despedidos de la industria salmonera y las familias que quedaron en la calle. Por esta razón, La Izquierda Diario se hace presente en la movilización que vienen desarrollando los “cesantes del salmón”.
Para saber más de esta realidad, conversamos con la vocera del Movimiento Cesantes del Salmón, quien comentó que el próximo viernes tienen una nueva movilización, donde realizarán una olla común: “Hoy día nos movilizamos muchísimas personas, más de 300, la mayoría son operarios de las plantas que fueron cerradas en enero y febrero. Sólo en la planta Ventisqueros despidieron a 800 personas, por lo que decidimos hacer un grupo y organizar a la gente, porque nadie nos toma en cuenta y pocos saben lo que estamos pasando. Hay mucha gente que no tiene qué comer, cómo pagar arriendo, luz, entre otras necesidades”, manifestó.
« Estamos en la región, en la provincia, frente a la peor crisis que tenemos memoria, social y económica, que tiene a más de 10.000 trabajadores cesantes en la industria del salmón después de la marea roja, que tiene a miles de familias sin sustento. La mayoría de los cesantes son mujeres y jóvenes, entre 21 y 28 años, y los dejan en las calles”, denuncia José Pacheco, integrante de la CUT provincial.
César González, operaria de la industria, explica que “aquí estamos los cesantes del salmón, específicamente operarios. Nosotros no somos delincuentes, no somos empresarios, ellos se quedaron con toda nuestra plata y nos dejaron tirados en la calle, y el Gobierno no ha hecho nada por nosotros”, comenta el trabajador.
os profesores también participaron de la marcha y entregaron su total apoyo. Una dirigenta comunal del Colegio de Profesores de Puerto Montt manifestó que “estamos solidarizando con nuestros compañeros trabajadores, desde la CUT, movilizándonos para hacerle presión al Gobierno y que entregue las soluciones que exige la gente”.
Por otro lado, una estudiante de Educación Diferencia de la Universidad San Sebastián nos expresó que “hoy día en especial vinimos a apoyar a los salmoneros porque ha habido marchas para apoyar a los pescadores, pero los salmoneros no han recibido ningún apoyo, ninguna ayuda, y ellos quedaron cesantes por responsabilidad de quienes botaron los salmones al mar (…) Además, tenemos muchos compañeros con familias chilotes o de la zona costera, por eso también nos estamos manifestando, que sepan que estamos con ellos”, comentó la joven.
Sin duda, la crisis que se vive en el sur del país no deja indiferente. Son miles las familias trabajadoras y pescadoras que se encuentran en la incertidumbre total, mientras que los empresarios salmoneros y el Gobierno no se hacen responsable de la catástrofe, de los miles de despidos, del desastre natural y la precariedad.
La unidad entre trabajadores y pescadores se hace completamente necesaria, como también su organización mediante asambleas obreras y populares, donde sean estos, junto a sus familias, los que decidan qué hacer con la industria salmonera, con la pesca, y el futuro de la zona. La única salida que podría favorecer al pueblo trabajador del sur, vendrá de la mano de sus protagonistas, sin confianza en el Gobierno ni en los empresarios que han permitido esta calamidad.
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