En los últimos años, África conoció un nuevo despertar de las conciencias. Se enfrenta enérgicamente a los nostálgicos de la Françafrique. Se habla de poner fin al franco CFA cuya existencia aporta a Francia más de 400.000 millones de euros, del pacto colonial y de los acuerdos de cooperación firmados durante la independencia de los estados del África francófona.
Alimentando temores por sus intereses en el continente negro, Francia puso sus peones en acción. La última cumbre de la Unión Africana dió a luz a una nueva configuración en la que los aliados de París se encuentran a la cabeza de casi todas las instituciones de la organización panafricana.
La situación descrita por Le Monde como « batallas de influencias por el control de la Unión Africana », ha dado como resultado una influencia muy importante de países de habla francesa sobre el funcionamiento de la UA. Una realidad de la que Francia se ha congratulado. En la rueda de prensa del 31 de enero de 2017, el portavoz del Quai de Orsay, felicitó la elección del guineano Alpha Condé como presidente de la UA, así como « el regreso histórico del Reino de Marruecos a la UA donde tiene todo su lugar « . Un « retorno » que habría sido imposible sin el apoyo del Quai d’Orsay.
Según el ex ministro y diplomático argelino, Abdelaziz Rahabi, « algunos miembros de la CEDEAO, tradicionalmente bajo influencia francesa, hicieron de relé para la nueva política africana de Marruecos ». Recordó que la CEDEAO es, a veces, instrumentalizada como contrapeso a la influencia de Argelia y Sudáfrica dentro de la Unión Africana ».
Para el diario keniano Daily Nation, « había un pez grande, la alianza de los Estados francófonos », que contribuyó a la derrota de la señora Amina Mohamed en su candidatura para la presidencia de la Comisión Africana. « Cuatro de los cinco presidentes de la Comisión proceden de países francófonos. El ocasional anglófono era una idea que llegó casi en el último momento », añade el Daily Nation.
Para el diario sudafricano News24, « el importante puesto de Comisario de Asuntos Políticos fue otorgado a Minata Cessouma Samate, originaria de Burkina Faso – un país que Sudáfrica juzga de demasiado cercano a Francia », añadiendo que « los sudafricanos querían crear un comité encargado de examinar los requisitos constitucionales, una táctica que también tiene como objetivo ganar tiempo en espera de la expiración del mandato del actual presidente de la UA, el guineano Alpha Condé, considerado como simpatizante de Marruecos « .
« Algunos Estados del África Occidental nunca apoyaron activamente la lucha saharaui. Algunos analistas regionales piensan que esto se debe al hecho de que su política exterior ha estado históricamente ligada a la de la antigua potencia colonial , Francia, que es un aliado de Marruecos « , concluyó News24.
Para numerosos observadores, Francia después de haber hecho abortar, en el Consejo de Seguridad, los esfuerzos de la ONU sobre el conflicto del Sahara Occidental, ahora está tratando de neutralizar el apoyo activo a los saharauis que caracteriza la UA en los últimos años.
Según el corresponsal de Radio France International (RFI) en Addis Abeba, « el problema del Sahara Occidental ya no está en manos de la ONU, que ha sido incapaz de encontrar una solución en 33 años, pero en manos de la UA, con relaciones de fuerza muy diferentes ya que los protagonistas no son sólo los altos funcionarios de Nueva York y los dos países rivales, sino todo un continente con intereses contradictorios, amistades políticas y, por lo tanto, obligatoriamente, favores devueltos, mediaciones, todo tipo de intercambios muy alejados de Marruecos y Argelia o del pueblo saharaui y que ahora van a pesar con fuerza en la balanza ».
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