Generalmente es un hecho que beneficia de un consenso. La apariencia física de una persona es uno de los principales componentes de la comunicación no verbal ya que transmite información a otros y suele tener, en mayor o ,menor grado, algún impacto sobre ellos.
Sin embargo, siempre hay excepciones ya que a veces las apariencias engañan. Tomemos el ejemplo de Yassine Mansouri, Director General de la DGED, el servicio de espionaje de Marruecos. Es el hombre que aparece en la foto junto a su padre. En aquel entonces, aún era joven.
A primera vista, se diría que tiene cara de un angel. Es la impresión que daría a quien no lo conozca. Detrás de esa sonrisa se esconde un personaje cruel y sin escrúpulos. Un energúmeno que aprendió la grosería y la falta de diplomacia de su soberano. Su narcicismo le hace pensar que quizás pueda gestionar el expediente del Sáhara Occidental mejor que Hassan II y que es capaz de engañar a los europeos planificando operaciones de terrorismo encubiertas. Pero como dice el refrán saharaui, la madre del ladrón acabará llorando por él porque siempre termina en prisión.
Marruecos, lleva desde el 11-M burlándose de Europa pretendiendo intrumentalizar la amenaza terrorista y así consagrar el título que se concedió a sí mismo como mejor aliado de Occidente en la lucha contra el terrorismo. Pero el tiro le salió por la culata. Los europeos acabaron dándose cuenta de sus artimañas y están reflexionando sobre la actitud que deben adoptar con el Estado terrorista que surgió en la riviera sur del Mediterráneo.
Fuente : Maroc Leaks
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