Mi Columna/Sáhara Occidental
Eugenio Pordomingo (8/6/2019)
El día 29 del mes de mayo, CEAS (Coordinadora estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara) publicó un artículo titulado “Las autoridades españolas y canarias desprecian las decisiones de la Justicia Europea”, que me hizo pensar en el pueblo saharaui y, sobre todo, en las penurias que deben estar pasando las más de cien mil personas que viven en pleno desierto en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia). Muchos más viven en las zonas ocupadas militarmente por Marruecos, donde a diario son perseguidos, detenidos y maltratados por las fuerzas de ocupación de ese país.
El artículo al que me refiero, comenta que en lo que va de año han llegado a las Islas Canarias diez cargamentos de arena, procedentes de El Aaiún (Sáhara Occidental Ocupado), incumpliendo “las obligaciones legales que le impone el Tribunal de Justicia de la Unión Europea”.
Esa arena, como los fosfatos, la pesca (sobre todo pulpo) y minerales varios, llegan a España, Europa y otras zonas del mundo, vendidos por las autoridades marroquíes y por empresas (muchas de ellas españolas) que literalmente roban al pueblo saharaui.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea, en dos recientes sentencias, ha dejado claro que las aguas territoriales del Sáhara Occidental no corresponden a Marruecos, razón por la cual excluyo del Acuerdo de Pesca UE-Marruecos el mar que limita con el territorio saharaui. Pero el saqueo de los recursos naturales de esos territorios persiste.
Años atrás, la ONU, en la Resolución 1514 emanada de la Asamblea General, conocida como Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, fue un acicate para el movimiento de descolonización de la época. España nunca concedió la independencia al pueblo saharaui, simplemente lo entregó tras la Marcha Verde en un acuerdo ilegal entre Mauritania, Marruecos y España.
El llamado Acuerdo Tripartito de Madrid de 1975, por el que España abandona sus responsabilidades históricas hacia el pueblo saharaui, incumpliendo su obligación de concluir la descolonización del Sáhara Occidental, mediante la celebración de un referéndum de autodeterminación –todavía sigue pendiente-, tal y como determinó Naciones Unidas en 1966.
Los juristas afirman que ese acuerdo fue ilegal, ya que se firmó sin consulta con los moradores de esos territorios. Por si no queda claro, esos Acuerdos no aparecen en el BOE (Boletín Oficial del Estado). Por tanto, España sigue siendo la Potencia Administradora del Sáhara Occidental.
Ahora que son fechas de exámenes de acceso a la Universidad, hay que recordar a nuestros jóvenes aspirantes a la Licenciatura, que el Sáhara Occidental fue colonia española y más tarde provincia, igual que Guinea Ecuatorial.
Juan Carlos, el ahora rey jubilado, se comprometió en noviembre de 1975 a proteger los legítimos derechos de la población saharaui.: “Jamás os abandonaremos”, dijo.
El litigio se va olvidando, la prensa publica de vez en cuando alguna pequeña noticia, y los partidos políticos ni lo recogen en sus programas electorales. Que recuerde, Unidas- Podemos, sí.
Asociaciones de todo tipo y color se preocupan de los inmigrantes, pero casi nunca se acuerdan de los saharauis abandonados en el desierto y soportando los recortes de ayuda alimentaria de la ONU y de España.
¡Vergonzoso!
N. de la R.
Este artículo ha sido publicado también en La Información, periódico mensual que se edita en Galapagar y Colmenarejo (Comunidad de Madrid).
Fuente : Espacios Europeos
Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, España, traición, Juan Carlos, Acuerdos de Madrid,
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