El Guerguerat obliga Guterres a buscar un nuevo enviado de la ONU para el Sahara Occidental

Los acontecimientos que se están produciendo en los territorios saharauis ocupados, que están al borde de una guerra total entre el Frente Polisario y el Reino de Marruecos, han llevado a las Naciones Unidas a moverse con los estados activos del Consejo de Seguridad para nombrar un nuevo enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, con la esperanza de salir del impase.

El puesto de enviado de la ONU para el Sáhara Occidental ha estado vacante desde la renuncia del ex enviado de la ONU al Sáhara Occidental, Horst Kohler, en marzo de 2019, después de que sintiera la complicidad de las potencias internacionales y estuviera convencido de que Marruecos no tenía intención de resolver este problema, que lleva más de cuatro décadas.

Al respecto, fuentes de los medios de comunicación revelaron que las Naciones Unidas se han embarcado en enérgicos esfuerzos para contener el conflicto del Sáhara Occidental que dura tres décadas, que actualmente vive una tensión sin precedentes, designando un nuevo enviado que impulsaría las negociaciones para buscar una solución con la ayuda de Rusia, España y Francia, sin los Estados Unidos de América, que viven en un dilema real y sin precedentes a raíz de la disputa por la legitimidad del ganador de las últimas elecciones presidenciales.

Naciones Unidas busca un consenso entre estos países, entre los que se encuentran quienes apoyan abiertamente a Marruecos en su propuesta para solucionar la crisis del Sahara, como Francia, así como España, que se esfuerza por coger el bastón por la mitad, mientras que Rusia considera su posición cercana al gobierno saharaui, como lo ha demostrado en los últimos años.

Estas fuentes no descartaron que el secretario general de la ONU visite Marruecos, Argelia y Mauritania, en busca de una salida al estancamiento actual, en un intento por evitarle a la región una nueva guerra.

Los activistas de la sociedad civil en el Sáhara Occidental habían cerrado pacíficamente el cruce de « Guerguerat » el mes pasado, en protesta por el desprecio de las Naciones Unidas por su causa y por no haber designado un sucesor de « Horst Kohler », un asunto que Marruecos esperaba seguir manteniendo. 

El estallido de la guerra en el suroeste del Magreb llevó a Naciones Unidas a convencerse finalmente de la peligrosidad de la misión, y de la necesidad de activar sus esfuerzos, tal y como el secretario general de este organismo, Antonio Guterres, contactó inicialmente con el presidente saharaui, Brahim Ghali, y el monarca marroquí, Mohamed VI, y celebraron consultas con los miembros del consejo de seguridad para nombrar un nuevo enviado de la ONU para el Sáhara Occidental.

La medida de las Naciones Unidas finalmente se produjo después de que la « misión MINURSO » obtuviera información confirmada sobre los enfrentamientos en curso entre las fuerzas saharauis y el ejército marroquí en la zona de amortiguación, y teme que estos enfrentamientos se conviertan en una guerra integral, que hundiría a la región en una crisis persistente que puede ser difícil de superar.