Estoy totalmente convencido de que la migración que sufre Canarias en los últimos tiempos no son sólo producto de la actividad de la mafias que explotan a los pobres marroquíes que salen en cayucos y pateras para las costas canarias, son además una fuerza de choque que utiliza Mohamed VI para presionar a España. El reino alauita ha visto que la mejor manera de frenar a España con respecto al pendiente referéndum del Sahara Occidental es el migrante puesto en el campamento de la verguenza de Arguineguin. Toda esta avalancha está unida a la codicia marroquí por las aguas del b anco canario-sahariano de pesca, a los yacimientos de fosfatos, y a la pretendida delimitación de las aguas jurisdiccionales de la zona marítima que pertenece a Canarias, y son una forma de chantaje a España y Europa. Además, Marruecos empieza a discutir las aguas canarias, y terminan por llegar al Teide y al Roque Nublo.
Ahora la República Arabe Saharaui Democrática (RASD) ha declarado de nuevo la guerra a Marruecos, tras el ataque del Ejercito marroquí a civiles saharauis que se manifestaban pacíficamente en la franja limítrote de Guerguerat, al sur del Sahara frontera con Mauritania, que supone una vulneración del acuerdo militar y contrarias al plan de paz, y que ha tenido una contundente respuesta de guerra por parte del Frante Polisario, causando bajas a los militares marroquíes que están apostados en el Muro de la Vergüenza. En esta situación parece que Felipe Borbón podría hacer alguna “indicación o sugerencia”a Mohamed VI, pero el Jefe del Estado español la única advertencia que ha realizado en los últimos años ha sido a Catalunya cuando en octubre de 2017 lanzó una filípica tremenda contra el pueblo catalán. No hay que olvidar que el Sahara Occidental en 1975 era una provincia española, y que actualmente sigue siendo una colonia con responsabilidad de España, y la ONU pide que se organice un referéndum de autodeterminación para que decida el pueblo saharaui su futuro. Esperemos que España no haga en Canarias como hizo en el Sahara Occidental, que salió huyendo ejército incluido cuando Hassan II organizó la Marcha Verde.
Tampoco ha salido al paso de los militares fascistas jubilados Felipe Borbón, y eso es peligroso para la Monarquía, porque hay un refranero precisamente muy español, todo español, que dice que “el que calla otorga”. Unos militares ahora abueletes que por su edad pudieron algunos estar en la Marcha Verde, cuando el ejército tan español salió corriendo del Sahara Occidental abandonando una provincia muy española tales y cuales. Unos militares enloquecidos que quizá por el aburrimiento del confinamiento en sus casas se ponen a chatear insultos como calificar al presidente del Gobierno Pedro Sánchez de mal nacido, o al Vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, de hijo de puta. Además, son tan toletes y totorotas que si querían organizar un golpe de estado no debieron comunicarse por watsapp, si a mi se me ocurriera dar un golpe informático/tecnológico con ordenadores, tablets, móviles y algún bolígrafo para recordar viejos tiempos, no me comunicaría ni siquiera por teléfono,que lo tengo pinchado, lo haría con palomas mensajeras, las palomas de la paz.
Mientras todo esto sucede, en el Congreso de los Diputados se ha aprobado los Presupuestos Generales del Estado (PGE) por amplia mayoría, nada menos que 188 votos a favor de 11 partidos políticos. Esto puede significar con casi toda seguridad que habrá gobierno de Progreso del PSOE y UNIDAS PODEMOS hasta diciembre del 2023, con gran cabreo de la derecha PP, Vox y Cs.
Eldiario.es, 4 dic. 2020
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