Por el Dr. Jorge Alejandro Suárez Saponaro,
Abogado – Magíster en Defensa nacional,
Profesor Invitado Cátedra Libre de Estudios del Sahara Occidental UNLP -IRI
La palabra “Nakba” o Catástrofe, es como definen los palestinos la época que debieron abandonar sus tierras en el marco de la guerra de 1948. El exilio los transformará en ciudadanos de segunda clase en los países de “acogida” y en el caso de quienes se quedaron, se transformaron en ciudadanos de segunda de la potencia ocupante. Los saharauis vivieron y viven una situación similar. En este mes de noviembre una vez más el rey de Marruecos, Mohamed VI habrá dado un discurso sobre la Marcha Verde, la marroquinidad del Sahara y el justificar lo que no tiene justificación. Olvida el fallo de la Corte Internacional de Justicia, del Plan de Arreglo de 1991, donde su padre Hassan II (responsable de crímenes de guerra y de lesa humanidad) reconoció el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui por medio de un referéndum (existe una resolución de mediados de los 60 al respecto); de las bombas de napalm,; del reconocimiento por parte e 80 Estados de la existencia de la RASD; del pedido del Secretario General de la ONU sobre la necesidad de monitoreo de los Derechos Humanos por parte de la MINURSO; de los desaparecidos; de los prisioneros de guerra que nunca dio información y de una Marcha Verde armada gracias al apoyo de Estados Unidos y el dinero de las monarquías del Golfo, para salvar un régimen opresivo. Hassan II necesitaba una aventura militar para mantener lejos a los militares del Palacio. Sabía que de la próxima intentona, no saldría vivo su régimen corrupto y el también. También el monarca alauita, olvidará decir en su discurso, porque gasta US$ 500 millones en mantener desplegados 100.000 soldados a lo largo de 2.000 km de muros defensivo, cuando su país está azotado por la pobreza y la falta de empleo. Marruecos a pesar de los recursos que viene utilizando contra la voluntad del pueblo saharaui, sigue siendo un país subdesarrollado y con un desarrollo industrial incipiente.
El fantasma del “cuco comunista”, contribuyeron junto a una España débil y con políticos seducidos por intereses inconfesables precipitaron el abandono a los que antes decían que eran españoles y que Juan Carlos I prometió defender. . La Marcha Verde, en verdad fue una maniobra para encubrir una brutal invasión militar. Los millares de civiles, muchos de ellos sin empleo, influidos por el discurso patriotero de Hassan II, sin saberlo sirvieron para encubrir las fuerzas militares, que no los protegían a ellos, sino era al revés.
Este 14 de noviembre se cumple un nuevo aniversario del comienzo de una tragedia colectiva, que pareciera no tener fin. El caso del Sahara Occidental es fiel ejemplo del triunfo de la ilegalidad internacional, con la complicidad de los países líderes (Estados Unidos y Francia). y de la potencia administradora de iure, España. Los responsables de dichos países frecuentemente en América Latina vienen a darnos lecciones sobre la importancia de cumplir “los compromisos asumidos” y de la defensa de los “Derechos Humanos”. Sería bueno que dicha palabrería y lecciones de moral la aplicaran también para su “aliado” marroquí.
Mal que les pese a muchos, el Sahara Occidental, es un Estado ocupado, hace más de treinta años, que los legítimos representantes del pueblo saharaui decidieron crear un Estado, la RASD. Esperemos que de ello tomen nota en América Latina y guardo mis esperanzas para que los gobiernos de Colombia, Chile y Brasil reconozcan formalmente el Estado saharaui. Ojalá mi país también siga este camino.
A pesar del silencio informativo, del olvido cómplice de muchos, de la represión, toda una nación sigue resistiendo contra todo pronóstico y como dijo Zahra Hasnnani en el XXX Aniversario de la creación del Estado saharaui: treinta voces; treinta veces; repiten la historia, porque nadie pudo, nada puede domar las voces del alma. Libertad al Sahara.
RASD ARGENTINA
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