Silencio en Rabat. Nadie comenta lo que está pasando en Nueva York. Ni el ministro de asuntos exteriores ni el primer ministro ni el portavoz de palacio.
La prensa marroquí constata el silencio oficial. Un silencio que constituye, en realidad, una espera. Todo el mundo espera lo que va resultar del voto en el Consejo de Seguridad que se reúne martes 29 de abril para aprobar la renovación de la MINURSO y… No se sabe con exactitud.
El rey también espera, pero en su palacio de Betz en Francia. Según fuentes periodísticas, las autoridades marroquíes esperan sorpresas desagradables de ese voto.
El silencio marroquí se debe al fracaso de su diplomacia sobre el Sahara. El sello de ese fracaso lo lleva el último informe del Secretario General de la ONU y el nuevo enfoque lleva para la solución del problema del Sahara.
Según un observador marroquí, el informe del SG colocó a Marruecos en una situación que se asemeja más a la de un país que rechaza colaborar con los esfuerzos de la ONU para resolver el conflicto saharaui, y añade que el informe califico a Marruecos de violador de los DDHH y saqueador de los recursos naturales saharauis.
El Consejo de Seguridad se dispone a trasladarse del Capítulo VI al Capítulo VII imponiendo una solución en abril 2015.
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