Catégorie : Estudios y análisis

  • El Sahara occidental era independiente de Marruecos

    Joaquín Portillo

    El País, 12/11/1978

    A los tres años de la firma, el 14 de noviembre de 1975, de los llamados «acuerdos de Madrid» entre el último Gobierno franquista, el anterior régimen mauritano y el presente marroquí, documentos encontrados en los archivos de la Corona belga permiten establecer que, por lo menos, dos Gobiernos europeos (Bélgica y Gran Bretaña) disponían de valiosos argumentos que hubieran modificado, si no se hubiesen hurtado al conocimiento del Tribunal de La Haya, el ambiguo fallo que este tribunal internacional dio a la consulta sobre la soberanía de la ex colonia española, Joaquín Portillo, ex corresponsal en Bruselas de varias publicaciones españolas, revela en esta serie que comenzamos hoy la parte belga de los documentos citados, que en síntesis contradicen la interpretación marroquí al fallo de la Corte de La Haya y refuerzan la posición de aquellos que mantienen que el Sahara, al menos al final del siglo pasado, nada tenía que ver con el sultanato de Marruecos.

    En 1974, las Naciones Unidas, en cuyo comité de descolonización (o de los veinticuatro) estaba en proceso de negociación la descolonización del Sahara español, solicitaron al Tribunal Internacional de la Haya una clarificación jurídica sobre el tema de la soberanía anterior del territorio. Diez meses más tarde, los jueces de La Haya anunciaban su dictamen consultivo de una manera tan ambigua que no daba la razón a nadie, a ninguna de las partes en litigio, de manera clara y neta pero, en contrapartida, dejaban la puerta abierta a todo tipo de combinaciones. Tanto es así que el propio rey marroquí pudo presentar inmediatamente a la opinión pública de su país la interpretación que le vino a bien para imprimir un sello de legalidad a aquella «marcha verde».El Tribunal de La Haya tuvo que emitir su dictamen con urgencia y en condiciones que fueron duramente criticadas por algunos de sus magistrados. Estas críticas, que están unidas al dictamen, insistían en que los jueces no habían podido ocupar se del tema con la suficiente profundidad,

    Ello, seguramente, podría, explicar bien la limitación de los esfuerzos hispánicos en los preparativos para La Haya. España, es cierto, aportó abundante documentación al alto tribunal. Mucha, pero no toda y, seguramente, tampoco la más decisiva. ¿Cómo explicar, si no, la ausencia de documentos tan relevantes como los de Lahure, Whettnall, Tacquin? ¿Cómo explicar que Madrid no presentase a los jueces estos y otros testimonios de primera mano, diseminados en los archivos de las ex metrópolis occidentales?

    Los documentos secretos de Bruselas

    Una mayor investigación hubiese permitido obtener los informes secretos, y enteramente inéditos, que Lahure y Whettnall enviaron, a finales del siglo pasado, al soberano de los belgas, Leopoldo II. Son documentos elaborados por testigos directos de lo que ocurría entonces al sur de Marruecos, es decir desde el río Draa hasta la frontera de la «colonia española de Río de Oro», que partía de Cabo Bojador.

    El barón Whettnall, cónsul general de Bélgica en Tánger, había recibido del rey LeopoIdo II la consigna de informarse sobre la posibilidad de adquirir «para el Estado independiente del Congo», propiedad del soberano de los belgas, una colonia situada al sur de Marruecos, a medio camino entre el puerto belga de Amberes y el puerto congoleño de Matadi. Esto ocurría aproximadamente durante la Conferencia de Berlín (1884-1885), donde las potencias occidentales establecían el «reparto de Africa».

    Desde Tánger, el Barón Whettnall se apresura a cumplir las instrucciones recibidas de su soberano sin revelar, evidentemente, quién es el interesado. Por medio de varios israelitas a su servicio, contrata a un comerciante marroquí para que éste, aprovechando sus desplazamientos hacia el sur, se informe de cuál es la situación allá y vea las posibilidades que existen de comprar terrenos u obtener concesiones. El comerciante, Hadge Hamed, realiza dos viajes. En su primera incursión, en 1886, confirma que la zona a examinar hay que delimitarla más bien al sur del río Draa, considerado como la frontera meridional de Marruecos. El segundo viaje, que lo emprende el 19 de marzo de 1887 desde Mogador, lo realiza con la intención de obtener respuesta para las once preguntas que contiene el cuestionarlo que han elaborado los belgas. La cuarta cuestión de ese cuestionarlo está redactada en los términos siguientes: «¿Cuáles son las disposiciones de los habitantes y a qué raza pertenecen? ¿Reconocen la autoridad del sultán?»

    A su regreso, el explorador marroquí responde así: «Estos territorios son conocidos bajo el nombre de Ergueiba y divididos en trece secciones, una de las cuales, la de Beni Musa, tiene por jefes a los descendientes directos de Sidi Hamed El Ergueibi, santo patrón del territorio. Este marabut era, incluso ya en los tiempos antiguos, jefe independiente de estos territorios con jurisdicción espiritual y temporal sobre el país, que en la época del reinado del sultán El Kahil (el Sultán Negro) había sido delimitado desde el río Draa hasta la Seguía a el Hamra y desde (ininteligible en el original) hasta la playa a una distancia de siete olas con marea alta. La extensión en longitud de esta playa es de cinco jornadas de marcha y el territorio es más grande que todo Marruecos. Esta posesión ha sido comprada a los Bani Hasian mediante mil camellas, mil negras, mil corderos, mil cabras y diez cargas de camello de oro de primera calidad. El mismo marabut, Sidi Hamed El Ergueibi, compró al sultán El Kahil las cabilas de Ait Usa, Izarguien, (ininteligible en el original) y Ait Aimos, que se encuentran al norte del río Draa. Estas poblaciones pagan todavía hoy su tributo anual a los descendientes del marabut y no al sultán de Marruecos. No existe más que un solo título de propiedad de estos territorios, el de la compra hecha de los Bani Hasian. Fuera de estos derechos de soberanía, los territorios son la propiedad común de todos los habitantes; nadie vende propiedades, ni posee títulos de propiedades, y el que quiera un terreno puede tomarlo sin pagar. Yo he propuesto a un jefe venderme un trozo de tierra para instalarme allí y me ha dicho que tomase todo lo que quisiera y que Dios me ayude a cultivarlo. A la petición mía de si me daría un título de cesión para el caso de que Yo quisiera construir, me ha dicho que podía hacerlo sin título y que él garantizaba mis derechos…»

    Hasta aquí el documento, rigurosamente inédito hasta hoy, encontrado en los legajos belgas y del que tampoco dispusieron los jueces de La Haya. Se puede subrayar que está elaborado por un informador marroquí para un israelita, también marroquí, y que el informante, verosimilmente, ni siquiera sabía que detrás de todo el asunto estaba un belga (y mucho menos el rey Leopoldo II). Se desprende también que, según este testimonio, los territorios saharauis se extendían (en el momento de la colonización española) incluso al norte del río Draa.

    El sultán confirmó a Londres la soberanía marroquí acababa en el río Draa

    En la segunda entrega de la serie, su autor, Joaquín Portillo, revela un segundo informe secreto de los archivos belgas, que nunca fue publicado y al que tampoco -como en el caso anterior del «informe Whettnall»- tuvieron acceso los jueces del Tribunal Internacional de La Haya cuando tuvieron que emitir su dictamen sobre la soberanía del Sahara. «El sultán de Marruecos, dice el coronel del Estado Mayor del Ejército belga a su rey, Leopoldo II, el 1 de diciembre de 1888, ha respondido al Foreign Office que sus Estados no se extienden tan lejos como Tarfaya y se terminan en el río Draa.» Esta carta está depositada en los archivos del Foreign Office.

    La conclusión de este capítulo se resume en esta pregunta: «Si antes de la colonización española (1884) el Imperio Marroquí tenía su frontera sur en el río Draa, ¿cómo es posible que al abandonar España aquel territorio Rabat haya conseguido avanzar su frontera meridional hasta el trópico de Cáncer?»

    Aunque es difícil establecer con precisión en qué momento Leopoldo II de Bélgica decide informar de sus propósitos a Lahure, sí está claro que el 25 de julio de 1888 Leopoldo II ordena a su ministro de la Guerra, el general Pontus, poner a disposición del soberano al barón Lahure, coronel de Caballería y de Estado Mayor, durante dos meses.

    El 9 de agosto, Lahure embarca en el puerto francés de Marsella rumbo a la colonia inglesa de Gibraltar. En el peñón, el prestigioso militar belga se entrevista con Donald Mackenzie, un ingeniero británico que conocía bien el noroeste de Africa. Mackenzie, en efecto, mantenía relaciones con los saharauis desde hacía ya dieciséis años: en 1874 había constituido en Londres la North West African Company y, como delegado de esta sociedad inglesa, firmado un contrado con la máxima autoridad sahariana de Tarfaya, el Cheij Mohamed Ben Beiruc, contrato que tenía fecha de 26 de julio de 1879.

    En virtud de este documento, la sociedad inglesa, que disponía ya de sucursales en Las Palmas de Gran Canaria y en Lanzarote, edificó en Tarfaya sus instalaciones, con la ayuda, por supuesto, de trabajadores canarios y saharauis. Todavía hoy pueden verse los restos de aquella edificación que, en castellano, se denominó «casa mar».

    Mackenzie obtuvo notables éxitos comerciales porque, entre otras cosas, consiguió desviar hacia Tarfaya gran parte del comercio que llegaba a través del Sahara. «Las operaciones comerciales -escribe en su informe secreto el coronel Lahure- tomaron impulso -y las caravanas enviadas por las tribus del interior llevaron al establecimiento de la North West African Company grandes cantidades de lana, pieles, plumas de avestruz y goma.»

    De Gibraltar, Lahure y Mackenzie se trasladan a Tánger, donde, en ausencia del barón Whettnall, se entrevistan con uno de los hombres de confianza del cónsul, Abraham S.icsu, antes de hacerse de nuevo a la mar para navegar hasta Tarfaya, vía Canarias. Sahara, la goleta de Mackenzie, les conduce finalmente desde Arrecife de Lanzarote hasta Cabo Juby (Tarfaya), donde están las instalaciones del inglés y donde los navegantes arriban el 4 de septiembre de 1888.

    Al margen de los pormenores de la instalación inglesa en Tarfaya y de las serias preocupaciones que aquel asunto causó a los Gobiernos de Madrid y de París, es interesante, por el contrario, reproducir algunos párrafos del informe que, a su regreso, Lahure transmitirá a su soberano, puesto que la compra de las instalaciones de Mackenzie en Cabo Juby era, en este momento, el proyecto que acariciaba Leopol do 11 como alternativa para establecer una colonia belga en el Sahara « La North West African Company decidió la edificación de un castillo en la roca que queda separada de la costa con la marea alta y de una factoría de piedra en tierra firme.

    Al mismo tiempo, el señor Mackenzie ha pedido al Gobierno inglés reconocer y proteger su establecimiento; incluso ha solicitado el otorgamiento de una Carta Magna. Además se ha entendido con el jefe soberano de la comarca (el Tekna) para obtener la concesión de una porción de costa en Tarfaya, entre Cabo Juby y Stafford Point. Se entendió al mismo tiempo con estejefe, el Chej Mohamed Ben Beiruc, para que éste protegiese las instalaciones y el comercio de la North WestAfrican.

    «El Gobierno inglés -revela Lahure- no ha concedido a la North West African Company la Carta Magna, pero se ha dirigido al sultán de Marruecos para hacerle saber que le hacía responsable de toda agresión de que pudieran ser objeto los establecimientos ingleses de Tarfaya. El sultán ha respondido al Foreign Office que sus estados no se ex tienden tan lejos como Tarfaya y se terminan en el río Draa; y que, en consecuencia, no tenía por qué ocuparse del establecimiento inglés de Tarfaya.» Esta carta está depositada en los archivos del Foreign Office,.. «En 1882 -Informa a su rey el coronel belga-, las autoridades marroquíes, que continúan persiguiendo el mismo fin, han enviado una misión a Cabo Juby para preguntar al señor Mackenzie si reconocía la soberanía feudal (soberanité) del sultán. El señor Mackenzie ha respondido a los enviados marroquíes que no tenían más que dirigirse al Gobierno inglés; y esto fue lo que hizo el sultán; es entonces cuando en Londres han respondido al soberano marroquí, poniéndole ante su carta anterior donde reconocía el río Draa como límite meridional de sus estados. »

    Tanto el informe Lahure como el de Whettnall, al que nos referimos ayer, contienen elementos que habrían pesado (¿por qué no de manera decisiva?) ante el Tribunal Internacional de La Haya hace tres anos en favor de la independencia del Sahara occidental. La zona de Tarfaya, por supuesto, no es más que una parte del antiguo Sahara español, aunque, eso sí, una parte esencial en el pretendido conflicto jurídico con Marruecos.

    Españoles y franceses, sin embargo, habían cometido ya suficientes errores en el tratado de 1912 sobre delimitación de fronteras y reparto del protectorado «marroquí». Y el Gobierno español de aquellos años, en última instancia, había aceptado que el Sahara occidental tenía su frontera norte -y Marruecos su frontera sur- en el paralelo 27º40′ de latitud norte; es decir, no ya al sur del río Draa -donde siempre comenzó, como hemos visto, el territorio saharaui-, sino ¡al sur incluso del mismo Cabo Juby!

    De todo lo expuesto hasta ahora sólo cabe una deducción: si antes de la colonización española (1884) el imperio marroquí tenía su frontera sur en el río Draa, ¿cómo es posible que, al abandonar España aquel territorio, Rabat haya conseguido avanzar su frontera meridional hasta el Trópico de Cáncer y, lo que aún es más grave, las democráticas potencias occidentales, y en primer lugar el Gobierno español, pretendan legalizar tamaño abuso con menosprecio de los derechos más elementales reconocidos, como son el derecho a la vida y el derecho de los pueblos a decidir su propio futuro?

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, España, colonización,

  • Las mil caras del PSOE frente al conflicto del Sáhara Occidental

    Paloma Casaseca. El diario El País publicaba las declaraciones de dos destacados miembros del PSOE sobre el conflicto saharaui, tras la celebración de la IV Comisión de la Asamblea General de la ONU sobre descolonización. Intervenciones enfrentadas que revelan posturas radicalmente opuestas sobre la que fuera provincia española hasta 1975.

    El primer turno fue para Rosario García Díaz, diputada autonómica extremeña y presidenta del grupo parlamentario español Paz y Libertad para el Pueblo Saharaui, quien recordó la urgencia de un referéndum de autodeterminación “en el que el pueblo saharaui pueda decidir libre y democráticamente su futuro”. Momentos después, el que fuera hasta hace poco secretario general de la agrupación del PSOE en Las Palmas, Rafael Esparza Machín, señaló “los múltiples errores cometidos por el Polisario” y apoyó la oferta marroquí de imponer una autonomía calificándola como “interesante”.

    Posturas encontradas que revelan la falta de acuerdo en el seno del Gobierno sobre temas tan delicados como la descolonización del Sáhara. Si bien la existencia de opiniones divergentes pone de manifiesto la loable ambición democrática del partido socialista, es necesaria una coherencia mínima entre las mismas, que permita desarrollar acciones prácticas encaminadas hacia la resolución del conflicto saharaui.

    Un problema que continúa pendiente desde hace más de 30 años, en los que España no ha sido capaz de tomar una postura clara, activa y eficaz. Rectifico, el Gobierno Español. Porque la sociedad española sí tiene muy presente cuál es su postura; el apoyo que reciben las campañas puestas en marcha por la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS) habla por sí sólo.

    Este desajuste termina dando lugar a situaciones esperpénticas. En julio de 2008, gracias a la campaña anual “Vacaciones en Paz”, familias de toda España acogían en sus casas a niños saharauis de entre 4 y 12 años de edad durante el periodo estival. Mientras, nuestro Gobierno regalaba a Marruecos seis torpedos MK 46 MOD. 2 y aprobaba la entrega de ocho juegos de lanzadores de bombas de avión para su cesión a las Fuerzas Armadas marroquíes; con el fin de “mejorar las relaciones bilaterales”. Amnistía Internacional, Greenpeace, Intermón Oxfam y la Fundació per la Pau denunciaron entonces que España incumplía de esta manera la Ley de comercio exterior de material de defensa y doble uso. Dicha ley, prohíbe operaciones de exportación a países que padezcan conflictos o que puedan usarlas para atentar contra la dignidad del ser humano.

    Así, se revela inminentemente necesario que el gobierno escoja una postura y la defienda de manera activa para la una posible resolución del conflicto saharaui.

    Ciento cincuenta mil personas esperan esa respuesta desde hace más de treinta y tres años. Yo, que apenas cuento veinte, la exijo.

    Fuente : diarioya.es

  • Wikileaks : En Marruecos, un juez que no sigue las directrices puede ser enviado al desierto

    La falta de independencia de la justicia frena el desarrollo marroquí

    « Otros países recurren al Ejército o a la policía para controlar la política, pero en Marruecos echamos mano del sistema judicial »

    EL PAÍS,  20 DIC 2010

    La Justicia en Marruecos no es independiente y los magistrados son con frecuencia incompetentes. El pésimo funcionamiento del tercer poder es un « impedimento en el desarrollo del país » . « El uso sistemático del aparato judicial para alcanzar objetivos políticos socava además los esfuerzos loables para impulsar la reforma de la Justicia y la transparencia ».

    Después de haber consultado a varias personalidades y expertos, incluido a algunos jueces y fiscales en activo, la Embajada de EE UU en Rabat hizo, a finales de agosto del año pasado, una descripción sombría del funcionamiento de la Justicia en Marruecos. Abelaziz Nouyidi, abogado y defensor de los derechos humanos, resume una opinión generalizada: « Cuando se trata de algo político la independencia [de la Justicia] es igual a cero. Cuando de trata de algo relacionado con la prensa la independencia es igual cero. En los demás casos hay algo más de margen para ser independiente, pero tampoco mucho ».

    Nouyidi recuerda que estaba en el despacho de un juez cuando éste recibió una llamada del Ministerio del Interior. El magistrado explicó al teléfono que había cumplido: « La sentencia ha sido lo que usted quería ». Con más crudeza, un fiscal confiesa a la Embajada estadounidense: « Otros países recurren al Ejército o a la policía para controlar la política, pero en Marruecos echamos mano del sistema judicial ».

    Detenido tras ganar en las urnas

    Numerosos ejemplos lo avalan. Said Yabou, del partido Istiqlal que lidera el primer ministro, fue elegido en 2009 por los concejales alcalde de Youssoufia, un suburbio de Rabat, frente a un candidato del Partido Autenticidad y Modernidad fundado por Fouad Alí el Himma, gran amigo del rey Mohamed VI. Inmediatamente después de ganar la votación Yabou « fue detenido, transgrediendo el procedimiento judicial, e inculpado por estafa ». « Fue rápidamente declarado culpable, condenado a dos años de cárcel y perdió » el cargo de alcalde. Lo sucedido « ilustra cómo el aparato judicial puede ser utilizado para alcanzar objetivos políticos », señala el informe de la Embajada.

    Para convencer a los jueces de que sigan las instrucciones el Ministerio de Justicia « no se necesita molestar » al equivalente marroquí del Consejo General del Poder Judicial en España. « Si el ministerio quiere castigar a un juez por ser demasiado independiente (…) le basta con nombrarle en un puesto no deseado, en algún lugar del desierto, y no permitirle que ascienda en el escalafón », explica un magistrado.

    « La capacidad del Ministerio de Justicia de promocionar o trasladar a los jueces hace que les resulte difícil contradecir las instrucciones de la autoridad incluso cuando la sentencia que se disponían a promulgar fuese acorde con la ley », escribe el encargado de Negocios. El titular de Justicia, Mohamed Taieb Naciri, es además un ministro llamado de « soberanía », es decir directamente nombrado por el rey Mohamed VI.

    No sólo el Ministerio de Justicia ejerce una influencia sobre los jueces sino el Tribunal Supremo y los que « tienen acceso o los amigos del palacio real », asegura el abogado Abelaziz Nouyidi. Tal es el grado de perversión de la Justicia que « cuando los jueces no reciben instrucciones explícitas sobre un determinado caso actúan normalmente en línea con lo que ellos creen que son las preferencias del ministerio », afirma el letrado Nouyidi.

    Jueces dóciles

    No sólo el peso decisivo de ministerio perjudica la independencia de los jueces. Filali Meknassi, de la rama marroquí de la organización Transparency Internacional, « subraya que la creciente propensión a la corrupción ha hecho que los jueces sean dóciles y no se quejen cuando reciben instrucciones de arriba ». Al final de su carrera un juez puede llegar a cobrar 3.050 euros mensuales, pero ese sueldo no está en relación con la espléndido tren de vida del que disfrutan muchos magistrados, sostiene Meknassi de Transparency International.

    Por último, la incompetencia de los jueces es otro obstáculo que dificulta su independencia. Un magistrado reconoció a los diplomáticos de EE UU que « un número sorprendentemente elevado de jueces no conocen lo suficientemente bien la legislación como para aplicarla correctamente (…) ». Recurren a las orientaciones del Ministerio de Justicia como una « muleta » para compensar sus deficiencias.

    Aunque el informe no lo recuerda la ausencia durante largos años de constructoras españolas en Marruecos tiene su origen en una sentencia judicial. La Dirección de Puertos marroquí adjudicó en 1996 a FCC la construcción en Agadir de un muelle, la prolongación de otro y de un contramuelle por importe de 20 millones de euros financiados con un crédito blando español.

    En 1998, cuando el 80% del contrato estaba ejecutado, el Ministerio de Obras Públicas marroquí puso en duda la estabilidad de las dársenas ?que FCC niega?, paralizó la obra y confiscó el material. La empresa española demandó a la Dirección de Puertos por incumplimiento del contrato ante el Tribunal Administrativo de Agadir y fue multada en 2001 con 11 millones de euros. El veredicto provocó la espantada de las constructoras españolas.

    La Embajada de EE UU también reprocha al Ministerio de Justicia haberse adaptado, entre 2003 y 2008, a la « creciente presencia de los salafistas [islamistas radicales] en las cárceles garantizándoles cada vez más privilegios », según señala un exhaustivo informe de mayo de 2009. La fuga, en abril de 2008, de nueve relevantes presos islamistas de la cárcel de Kenitra, incitó al rey a traspasar la Administración penitenciaria del Ministerio de Justicia a la Presidencia del Gobierno, en la práctica la hizo depender aún más de palacio, y colocó al frente a un ex director de la policía, Moulay Hafid Benhachem.

    Trapicheos en las prisiones

    Éste « puso fin a la política de apaciguamiento con los reos salafistas -concentrados en Tetuán, Salé y Casablanca- que habían logrado unos privilegios sin precedentes », recuerda el informe. Aún así « siguen aún teniendo un fácil acceso a los móviles » y se aprovechan de los trapicheos en la prisión. « Con el apoyo de Mohamed VI y un presupuesto más generoso, Benhacem mejoró la seguridad, incrementó las raciones alimenticias y puso en marcha un ambicioso programa de construcción de edificios aunque los problemas persisten », recalca la Embajada.

    ¿Cuáles son los problemas? En las 59 cárceles marroquíes había hace un año 60.000 presos -los islamistas rondan el millar- que disponían de 1,6 metros cuadrados por persona aunque el objetivo era ampliarlo a tres metros. Las normas internacionales estipulan nueve metros por penado. El Estado marroquí se gastaba 0,75 céntimos de euro al día por cada penado. Cerca de la mitad de los reos estaban en prisión preventiva. De ahí el hacinamiento que solo alivian los masivos indultos concedidos por Mohamed VI con motivo de las grandes fiestas religiosas.

    Tags : Marruecos, Sahara Occidental, Justicia, Wikileaks, trapicheo, tráfico, derechos humanos, corrupción,

  • Efemérides : Franco no habría hecho lo que han hecho los que tomaron las decisiones con respecto a la cesión del Sáhara (Pilar Franco Bahamonde)

    El diario ABC del 14 de Abril de 1976, recoge las declaraciones de Pilar Franco Bahamonde al diario « Ultima Hora ».

    La Señora Bahamonde asegura, dice ABC que la situación política de España está « muy mal sin mi hermano ».

    « El hizo lo que pudo, incluso levantarse recién sufrido un infarto para despachar con el presidente Arias más de una hora acerca del problema del Sáhara, y estuvo con Arias porque veía la cuestión del Sáhara de un modo diferente y tenía que exponérsela, como así lo hizo » añadió.

    Doña Bahamonde concluyó diciendo que « él (Franco, ndlr) había vivido en el Sáhara y conocía muy a fondo la problemática de la región y no habría hecho lo que han hecho los que tomaron las decisiones con respecto a la cesión del territorio africano ».

    El ABC de este 14 de abril del 1976 también trae, bajo el título de « provincias saharauis » que « el Sáhara Occidental se dividirá en cinco provincias, tres de las cuales pasarán a depender de Marruecos y las otras dos a Mauritania, se indica hoy en fuentes generalmente bien informadas ».

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  • Historia : El documento firmado en 1976 por Felipe González y el Frente Polisario apoya la creación de la RASD

    MANUEL OSTOS

    El País, 11 MAR 1983

    Los medios argelinos y saharauis han preferido mantener el silencio oficial ante las declaraciones formuladas por el titular español de Exteriores, Fernando Morán, ya que, según fuentes solventes, carecerían de elementos significativos para aquilatar el sentido de la actual política española hacia esta parte del Magreb. Esta discreción está motivada por el deseo de eliminar todo lo que pueda dramatizar el contexto de la próxima visita del vicepresidente del Gobierno español, Alfonso Guerra, que es considerada como el inicio del relanzamiento de relaciones políticas y económicas de un nuevo tipo entre Argel y Madrid.

    En Argel domina un sentimiento de perplejidad ante la fuerte reacción del Gobierno español para impedir la publicación del comunicado común suscrito por Felipe González y el dirigente del Polisario, Mohamed Abdelaziz, en noviembre de 1976, con motivo del viaje del entonces primer secretario del PSOE a los « territorios liberados de la República Arabe Saharaui Democrática (RASI» ».La precipitación con que habría actuado el Gobierno español, opinan en Argel, obedecería al desconocimiento de que el documento incriminado no tiene nada de secreto, puesto que, en sus partes esenciales, había sido publicado por el diario pro gubernamental argelino El Mudjahid. En ese comunicado, según dicho periódico, « el PSOE reconoce al Frente Polisario como el único y legítimo representante del pueblo saharaui, apoya la proclamación de la RASD y lanza un llamamiento a todas las fuerzas democráticas y progresistas para que se solidaricen con esta posición’ « .

    Este periódico, en un artículo titulado Promesas a cumplir, fechado el 31 de octubre del pasado año, recordaba textualmente que Felipe González « había efectuado una visita a los campos de refugiados saharauis situados en la región de 7induf, en cuya ocasión firmó con el Frente Polisario un comunicado común en el que afirmaba que los acuerdos tripartitos de Madrid eran nulos e ilegales y que las responsabilidades del Gobierno español permanecerían comprometidas mientras que el pueblo saharaui sufriera las consecuencias de esa traición y no hubiera obtenido la liberación total de su territorio nacional ».

    Desconocimiento del Gobierno

    El desconocimiento del Gobierno español de esta publicación le ha llevado a movilizar todos sus resortes para impedir la difusión en EL PAIS de un texto que puede conocerse integramentente consultando la colección de El Mudjahid.

    Ese mismo periódico, en la edición ya señalada, agregaba: « Felipe González ha recordado recientemente que España tiene una responsabilidad histórica en el conflicto del Sáhara Occidental y que, en consecuencia, « no puede permitirse deslices, sobre todo en materia de política exterior », para añadir: « Hoy en día, el Partido Socialista Obrero Español se encuentra en el poder, y tiene enfrente el contencioso del Sáhara Occidental para corregir los errores del pasado. El pueblo saharaui espera del nuevo Gobierno español que uno de sus primeros actos sea la denuncia de los acuerdos tripartitos y sus cláusulas secretas ».

    La presión del Polisario para que se recordaran los términos del acuerdo entre el Partido Socialista Obrero Español y los saharauis se centra, nítidamente, en la misma línea de lo que desea Argel, aunque esta última capital, a diferencia del frente independentista, ha elegido el camino discreto de las conversaciones en la Moncloa, arropadas en el manto de las relaciones fraternales entre el Frente de Liberación Nacional argelino y el PSOE.

    Acuerdo muy interesante

    En noviembre de 1980, Felipe González calificaba el comunicado de « acuerdo muy interesante » en una entrevista concedida al órgano del Frente de Liberación Nacional, Revolución Africana. « Sobre el problema del Sáhara Occidental estamos totalmente de acuerdo con el Polisario. Hemos ido allí abajo, en 1976, y hemos hecho mucho para romper el muro del silencio que rodeaba la guerra. Luego hemos planteado el problema ante el Parlamento español y los foros internacionales. En algunos lugares hemos llegado a hacer que el Frente Polisario fuera reconocido, y admitido en la Internacional Socialista. Hemos adoptado resoluciones que estimo son razonables y próximas de las posiciones que defendemos », subrayaba el dirigente español.

    Por su parte, Alfonso Guerra, en otras declaraciones al diario argelino El Mudjahid (publicadas el 24 de octubre de 1982), aclaraba: « Somos amigos del Polisario. Hemos contribuido a que Europa y la Internacional Socialista tomen en consideración su legitimidad y su representatividad (del movimiento saharaui). Conozco las dificultades que representa hallar una solución a ese problema, pero el PSOE, ahora que está en el poder, continuará siendo partidario de la autodeterminación del pueblo saharaui y el amigo del Polisario ».

    No se descarta en la capital argelina que esas presiones discretas y las más espectaculares del Frente Polisario estén conectadas no tanto con el deseo que de Madrid asuma un protagonismo en el tema -lo cual no parece ser, en todo caso, la voluntad de Argel-, sino en la búsqueda de elementos de recambio a una estrategia que tiene en cuenta lo que aquí se define como la intención del Gobierno socialista francés de no ligarse a un esquema de acción diplomática conjunta con España, congelando por el momento las esperanzas que había suscitado en los ánimos del ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, durante el viaje que efectuó un grupo de altos funcionarios españoles a París en enero de este año, la propuesta francesa de actuar conjuntamente en el Magreb.

    Durante el reciente viaje a Argel del subsecretario de Exteriores español, Gonzalo Puente Ojea, éste había podido conocer los consejos dados por sus interlocutores argelinos, en el sentido de sugerir una acción española propia en el área magrebí sin conexión con la estrategia de París.

    * Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de marzo de 1983

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, PSOE, Felipe Gonzalez, Argelia, España,

  • España apoyó en el Sáhara una solución favorable a Marruecos

    Ignacio Cembrero

    El País, 13/12/2010

    El Gobierno animó a Rabat a elaborar su propuesta de autonomía y le ofreció ayuda.- Exteriores propuso por escrito que el Sáhara fuera « como Cataluña ».- El presidente argelino Bouteflika tachó al PSOE de « deshonesto » con los saharauis

    Desde que los socialistas llegaron al Gobierno, en 2004, se esforzaron por mantener en público una postura equidistante en el conflicto del Sáhara Occidental, pero bajo cuerda apoyaron e incluso se ofrecieron a asesorar a Marruecos sobre cómo elaborar su propuesta de conceder a la antigua colonia española una autonomía, pero bajo soberanía marroquí.

    Decenas de cables de las embajadas de EE UU en Madrid, Rabat y París ponen de relieve una aparente ambiguedad de la posición española sobre el Sáhara -algunos la describen como « confusa »-, pero, en última instancia, España se alinea, con matices, con las tesis de Marruecos.

    « Los socialistas españoles no han sido honestos con los saharauis ». La frase, pronunciada en agosto 2005 por el presidente argelino Abdelaziz Bouteflika, ilustra el malestar de Argelia con la política exterior de los sucesivos gobiernos socialistas desde hace seis años.

    Bouteflika hizo ese comentario al senador Richard Lugar, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, al que recibió en Argel. De ahí la subida del 20% del precio del gas que exporta Argelia a España, decretada unilateralmente en marzo de 2007. « (…) Muchos, en España, consideran que está vinculada a los comentarios de Zapatero en Marruecos » durante su última visita, escribe el embajador de EE UU, Eduardo Aguirre, en una nota confidencial.

    Negociación cuatripartita

    El Gobierno socialista empezó primero por querer sortear al Frente Polisario como interlocutor. De vez en cuando, se quejó Bouteflika al senador, España propone a Argelia negociar con Francia y Marruecos para resolver el conflicto del Sáhara. Argelia, le recordó, « no negociará en nombre de los saharauis ».

    El entonces ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, negó haber intentado poner en marcha esa negociación cuatripartita, pero él mismo evocó esa idea con regularidad. Lo hizo, por ejemplo, en 2008 al recibir en Madrid a David Welch , asistente de la secretaria de Estado y encargado de Oriente Próximo. En este caso, Moratinos quiso incorporar a EE UU al foro cuatripartito que nunca se llegó a crear.

    Después de haber rechazado el plan de James Baker para el Sáhara, que obtuvo el aval del Consejo de Seguridad de la ONU, Rabat llegó a la conclusión de que no le bastaba con decir « no » y debía presentar una contrapropuesta. Dio un impulso a la elaboración de su oferta de autonomía que vio la luz en 2007.

    Desde el primer momento, España le apoyó. « Marruecos debe presentar un plan creíble de autonomía » , le dijo el embajador español en Rabat, Luís Planas, a su homólogo de EE UU, Thomas Riley, en 2006. Antes de pronunciarse sobre el plan, el Gobierno español necesitará examinarlo, advirtió Planas, pero, mientras, le « ayudará a sentirse cómodo y le apoyará » para que redacte un proyecto serio.

    Ese mismo año, Moratinos elaboró un « non paper » , como se llama en el lenguaje diplomático a documentos sin membrete en los que se lanzan ideas sobre el Sáhara. Lo entregó a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad. En él les propone abandonar los términos de « descolonización, soberanía e independencia » y sustituirlos por el vocabulario de la « globalización » con palabras como « regionalización, autonomía y autogobierno ». Sugiere para el Sáhara « una solución similar a la que España ha dado a Cataluña ».

    Referendo en el Sáhara

    España apoya un referendo en el Sáhara, explicaron a David Welch dos directores generales españoles, Fidel Sendagorta y Andrés Ortega, pero éste solo tiene sentido si valida una determinada opción y no ofrece al votante un abanico de soluciones [integración en Marruecos, autonomía e independencia]. Otros funcionarios repiten machaconamente que la independencia es « irrealista ».

    Una delegación marroquí de alto nivel viajó a Madrid y a otras capitales, en febrero de 2007, para dar, por fin, a conocer el plan de autonomía que Rabat quería convertir en el eje de la negociación con el Polisario. Mencionó los modelos español y alemán de autonomía, pero sin entrar en detalles. Moratinos les rogó que fueran generosos.

    La propuesta marroquí no entusiasmó a la diplomacia española. El consejero político de la Embajada de España en Rabat invitó a sus homólogos de Francia, EE UU, Reino Unido y Alemania a una reunión de evaluación el 14 de marzo de 2007. « Nuestro anfitrión español no estaba contento » , señala su homólogo estadounidense Craig Karp.

    Sin un avance sustancial

    Ninguno de los asistentes estaba contento. Todos se lamentaron: la energía puesta en la iniciativa no desemboca en ningún avance sustancial de la autonomía que pueda convencer a la otra parte. Al mes siguiente Álvaro Iranzo, director de Oriente Próximo, deploró con su homólogo Gordon Gray le negativa de Marruecos a permitir incluso el uso de los símbolos saharauis en la región autonómica.

    El repaso de las numerosas conversaciones mantenidas entre diplomáticos estadounidenses y españoles sobre el Sáhara pone de relieve la coincidencia de sus puntos de vista. Ambas potencias simpatizan, con matices, con la propuesta de autonomía. España se muestra, en cambio, crítica con Francia porque su ciego alineamiento con Marruecos le impide ejercer eficazmente su influencia.

    Jacques Chirac, presidente de Francia, « es más promarroquí que el rey de Marruecos », ironizó Bernardino León tras tomar posesión como « número dos » del Ministerio de Exteriores. Él y su ministro intentaron en 2004 que París « se acercarse a la neutralidad », pero no lo lograron.

    Chirac y Nicolas Sarkozy han sido valedores incondicionales de Marruecos. Hasta Yassin Mansouri, jefe del más poderoso servicio secreto marroquí (DGED), reconoció ante Christopher Ross, enviado personal de Ban Ki-moon para el Sáhara, que Rabat había indicado a Sarkozy que « sería preferible para Francia no ser percibida como tan pro marroquí con relación al Sáhara Occidental ».

    Las negativas de Zapatero

    Dos veces el presidente José Luís Rodríguez Zapatero dijo, sin embargo, « no » al rey Mohamed VI . Primero en Oujda, a 13 kilómetros de la frontera con Argelia, dónde el monarca le recibió en julio de 2008. Eligió ese lugar porque pretendía que su huésped español hiciera una declaración a favor de la reapertura de la frontera que Argel mantiene cerrada desde 1994, según la Embajada de EE UU en Rabat. No lo consiguió.

    Zapatero se ofreció, eso sí, a mediar entre los dos vecinos, pero el soberano le contestó: « El momento no es el apropiado ». Antes habían propuesto en vano sus buenos oficios Chirac e incluso el presidente ruso Vladimir Putin.

    Al año siguiente, Mohamed VI despachó urgentemente a un emisario a Madrid, el saharaui Mohamed Cheikh Biadillah, para llevar una carta a Zapatero en vísperas de la reunión de abril de 2009 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Le pedía ayuda para que el mandato del contingente de la ONU en el Sáhara (MINURSO) no fuese ampliado para incluir la supervisión de los derechos humanos.

    Durante muchos meses, el presidente español y Moratinos echaban balones fuera cuando se les preguntaba por una modificación de las competencias de MINURSO hasta que, hace cuatro semanas, las fuerzas de seguridad marroquíes desmantelaron el campamento de protesta saharaui en las afueras de El Aaiún. Once días después, el 19 de noviembre, la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, abogó, por primera vez, porque la MINURSO se ocupe también de los derechos humanos.

    El político español que más respaldó a la Administración del presidente George Bush fue el único que discrepó de su actuación en el Magreb. A principios de 2007, cuando Rabat empezaba a presentar al mundo su plan de autonomía, José María Aznar declaró « rotundamente » al embajador estadounidense en Madrid que la política de EE UU de acercarse a Marruecos « era una mala idea ». Si Washington hace concesiones a Rabat y le proporciona asistencia, Marruecos « abusará de estas cosas », le advirtió.

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, España, PSOE, Zapatero, Wikileaks,

  • Estados Unidos de América y la cuestión del Sahara Occidental

    Abdurrahaman Budda

    En la época de la guerra fría Marruecos era unos de los gobiernos seguidores del bloque capitalista liderado por los Estados Unidos de America, Mauritania pertenecía al mismo eje. Argelia y libia, simpatizantes del Frente Polisario, eran aliados de la Unión Soviética. Los EE UU no deseaban que el bloque socialista tuviera una salida al Océano Atlántico, no les importaba la injusticia perpetrada contra aquel pequeño pueblo, cuyo derecho a la autodeterminación demandaba la UNO en su resolución 1415 del año 1960.

    Durante el mandato de Carter, EE UU fue clave en convencer a España para que transfiriera la administración del territorio a Marruecos en noviembre de 1975 y para evitar que Naciones Unidas condenara la invasión marroquí al territorio.

    En agosto 1975, Kissinger se hallaba en Jerusalén cuando recibió la confirmación de que el proyecto estaba listo, el secretario de Estado norteamericano cerro la entrega del Sahara a Marruecos con un telegrama remitido a Rabat desde la Embajada de EE UU en Beirut: “Laissa podrá andar perfectamente dentro de dos meses. El ayudara en todo”, decía el texto. Laissa era el nombre en clave de la Marcha Blanca, que dos meses después lanzaría Hassan II con el nombre de Marcha Verde. El era Estados Unidos

    La industria armamentística norteamericana vendió a Marruecos armas sofisticadas que asesino a miles de civiles saharauis inocentes, además de colaborar junto a otros países en la construcción del muro defensivo rodeado por diez millones de minas y divide la tierra del Sahara en dos territorios: liberados y ocupados.

    Los Estados Unidos mucho antes del inicio de la guerra del Sáhara Occidental suministraban armamentos a Marruecos y habían adiestrado a un importante contingente de las Fuerzas Reales. Las entregas de armamento se iniciaron en 1960, pero no fue hasta el período 1974-1975 cuando los EE.UU. se convirtieron en uno de los principales proveedores de armas al país magrebí.

    En la batalla de Gueltet Zammur, Sahara Occidental, en la que las fuerzas marroquíes sufrieron importantes bajas, sirvió para justificar el incremento de armas americanas al régimen marroquí. Una delegación norteamericana integrada por veintitrés personas encabezada por Francis West, secretario de Estado adjunto de Defensa, visitó los territorios saharauis controlados por Marruecos en noviembre de 1981 y se mostró partidaria de que EE.UU adiestrara un comando móvil para ser utilizado contra el Frente Polisario.

    El Congreso acabó autorizando en 1981 el envío de consejeros militares a Marruecos, y oficiales marroquíes fueron instruidos en territorio norteamericano.

    Posteriormente Marruecos concedió a los Estados Unidos bases militares al servicio de las Fuerzas de Despliegue Rápido (FDR).

    Hace tan solo pocos días e l Departamento de Estado de Estados Unidos (EEUU-USA) recomendó al Congreso la aprobación de la venta a Marruecos de 25 cazas F- 16 Block 72 por valor de unos 3.787 millones de dólares.
    En los últimos años del conflicto, EE UU se convenció que su apoyo militar, económico y político no era capaz de derrotar los invencibles guerrilleros saharauis, empezó a apoyar una solución política al conflicto. Los políticos americanos llegaron a la conclusión de que:

    1) La república saharaui posee un gobierno democrático y tolerante, donde existen solidas instituciones en las cuales la mujer es ampliamente representada.

    2) El ejército saharaui garantiza la seguridad de las regiones liberadas del Sáhara Occidental.

    3) El Frente Polisario no está vinculado al terrorismo, el tráfico de drogas ni el crimen organizado.

    4) El estado saharaui no posee apoyo ni asesoramiento de Irán ni Hizbulah como difunde la diplomacia marroquí para manchar la imagen de la revolución saharaui.

    5) los ciudadanos saharauis bajo la ocupación marroquí, a pesar de ser objeto de represión, nunca utilizan métodos violentos para protestar en demanda de sus derechos legítimos a una nación libre e independiente.

    6) La República Saharaui independiente no representa amenazas a los intereses de Estados Unidos en la región y respeta la integridad territorial de los países vecinos incluida Marruecos.

    En vista a todos estos factores positivos de la nación saharaui, la Casa Blanca nunca declaro al Frente Polisario organización terrorista como lo hizo con la OLP y ANC en un momento determinado.

    EE.UU trató al Sáhara Occidental como asunto de descolonización tal y como establecen todas las resoluciones de la ONU. Para proteger los recursos naturales de los saharauis y respetar las resoluciones de la ONU, además aprobó el Tratado de Libre Comercio con Marruecos, excluyendo al Sáhara Occidental.

    Estados Unidos es el mayor financiador de las actividades del Programa Mundial de Alimentos (PAM), encargado de la seguridad alimentaria de los campamentos de refugiados saharauis.

    A nivel del Congreso la causa saharaui tiene el apoyo de los republicanos, como del Senador conservador James Inhofe (Oklahoma) quien es uno de los legisladores más brillantes de Estados Unidos por sus principios. El presidente de la Liga de Amistad Norteamericano-Saharaui, que se formó en agosto del año 2013, es Joseph Pitts (Republicano por Pensilvania). Los senadores Inhofe y el demócrata Patrick Leahey (Vermont), son muy amigos del Sáhara Occidental: piden que su país proteja los derechos humanos en el Sahara.

    En julio de 2013, se fundó en Nueva York la agrupación “Ciudadanos de Estados Unidos por el Sáhara Occidental”, integrada por académicos, periodistas, ex diplomáticos, activistas de Derechos Humanos, artistas y estudiantes.

    El Secretario de Estado, John F. Kerry, impulsó en abril del 2013 una iniciativa en el Consejo de Seguridad de la ONU, para que los Cascos Azules (Minurso: Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental) que se encuentran en el Sáhara Occidental tenga atribuciones de velar por los derechos humanos. Lo presentó la embajadora estadounidense ante la ONU, Susana Rice.

    Frank Ruddy ex embajador de EE.UU. y ex jefe de la Minurso, menciona en un artículo publicado en el diario más conservador de EE.UU, Washington Times, que “Freedom House, en el más reciente informe anual del grupo de vigilancia, calificó a la situación del Sáhara Occidental como lo “peor de lo peor”, en términos de políticas, los derechos civiles y el abuso.

    El Centro Robert F. Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos, presidida por Kerry Kennedy, realizo informes y campañas internacionales por la defensa de los derechos humanos en el Sáhara Occidental.

    John Bolton, ex representante Permanente de EE.UU. ante la ONU y Consejero de Seguridad Nacional de la administración Donald Trump, junto a James Baker, fueron los ingenieros del plan de paz para el Sahara Occidental critico el estancamiento de proceso de paz y se mostro partidario de un referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui, cuando expreso:

    “cómo se puede justificar” que se siga prorrogando la misión de paz de Naciones Unidas (MINURSO).

    “Me gustaría ver que esto se resuelve si las partes pueden acordar una salida. Esa es mi preferencia” y agrego

    “Hay dos destacados funcionarios estadounidenses que realmente se enfocan mucho en el tema del Sáhara Occidental: uno es James Baker, ex Secretario de Estado de los Estados Unidos entre 1989 y 1992, y el otro soy yo”. Comento Bolton y añadio “Creo que debería haber una intensa presión sobre todos los interesados ​​para ver si pueden resolver el problema”
    “Todo lo que queríamos era celebrar un referéndum para 70.000 votantes, (pero) 27 años después, el estatus del territorio sigue sin estar resuelto”,

    Bolton en declaraciones a un digital norte americano mostro su gran preocupación por la situación de los refugiados saharauis:

    “No debemos de olvidar de la situación en el Sáhara Occidental, pensar un poco en los saharauis, muchos de los cuales todavía están en campamentos de refugiados en el suroeste de Argelia cerca de Tindouf, en el inhóspito desierto del Sáhara sin poder volver a su tierra, y debemos permitir que estas personas y sus hijos regresen”. y tener vidas dignas”.

    El dia 24 de febrero de 2019 una delegación de Estados Unidos compuesta por 17 personalidades,incluidos seis parlamentarios, encabezados por James Inhofe, presidente del Comité de los Servicios Armados del Senado de Estados Unidos, y por el presidente del Comité de Finanzas, Enzi Michael Bradley visitaron a los campamentos de refugiados saharauis.

    En declaraciones a la prensa, Inhofe dijo que la visita de esta importante delegación “se encuadra en el marco del aliento del derecho de los pueblos a la recuperación de la libertad ansiada desde hace años”.

    “Es un incentivo para que el pueblo del Sáhara Occidental recupere su libertad”.

    El diputado norteamericano agregó que entre la delegación “hay seis parlamentarios elegidos por el pueblo estadounidense que reafirman su compromiso de apoyar esa aspiración de libertad”.

    EE UU debe disculparse del pueblo saharaui al apoyar, financiar y asesorar al gobierno de Rabat en su aventura expansionista, la cual causo enormes angustias a múltiples generaciones de este noble pueblo. La administración de Trump debe llevar sus últimas declaraciones a favor de la autodeterminación del pueblo saharaui a hechos reales, dejar de vender armas al ejército de ocupación marroquí y dar serias advertencias al régimen alauita para abandonar su antigua tesis colonialista en el tema del Sahara Occidental

    Esperamos que nuestro admirable equipo de negociadores ande con cautela y mucha cautela para no caer en los engaños del enemigo y sus aliados, después de sus posiciones negativas en la última reunión de Ginebra. Tras la sonrisa de Bureta y la mirada extraña de Hilal se ocultan indicaciones y órdenes de potencias Europeas históricamente rivales a los intereses de la nación saharaui, estos aprovechan la delicada situación de la hermana Argelia para reforzar sus argumentos anexionistas en el marco de su batalla psicológica contra el pueblo saharaui.

    Hoy más que nunca, urge la necesidad de organizar una conferencia internacional, donde participaran expertos de la ley internacional de todo el mundo y funcionarios de la UNO con el objetivo de esclarecer el verdadero significado del término de autodeterminación, el cual esta falsificado de su verdadero significado y cerrar las puertas ante explicaciones erróneas que confunden la opinión pública mundial convirtiendo la víctima en verdugo.

    Fuente

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, ONU, MINURSO, Estados Unidos, EEUU,

  • La descolonización del Sahara Occidental en manos de la ONU

    JUAN GASPARINI | Viernes, 29 de Marzo del 2019

    Podía parecer un caso abandonado, pero luego de seis años de silencio, Naciones Unidas reinició en diciembre pasado las conversaciones de paz entre el Frente Polisario y Marruecos, que se disputan el Sahara Occidental.
    Dos “mesas redondas” celebradas en Ginebra, bajo los auspicios del mediador de la ONU, el ex presidente alemán, Horst Köhler, revelaron que perdura el dilema de fondo: Marruecos quiere anexar la totalidad del teJUAN GASPARINI | Viernes, 29 de Marzo del 2019
    rritorio y la población en litigio mediante una autonomía dentro de su monarquía democrática (y de seguro islámica y autoritaria), mientras que el Frente Polisario, tal vez el movimiento de liberación nacional más antiguo aún existente sin tomar el poder, mantiene la reivindicación del referéndum de autodeterminación saharaui, para que los habitantes y sus descendientes heredados del colonialismo español, arbitren a favor o en contra de la independencia.

    El tiempo apremia. En un mes el Consejo de Seguridad de la ONU, debe prolongar, o disolver, la fuerza de paz instalada para separar a los beligerantes y garantizar el cese el fuego dispuesto el 6 de septiembre de 1991, conocida por su acrónimo MINURSO. El apuro lo impone la Administración Trump, que viene recortando su aporte a la financiación de la solución pacifica de los conflictos, en Palestina, Chipre y Africa. En el Sahara Occidental están en juego la suerte de unas 500 mil personas, el destino de una superficie de 288 mil kilómetros cuadrados, equivalente a la mitad de España, con las mayores reservas de fosfato del planeta, rico también en sal, arena, petroleo, frutos de las palmeras y vegetales marinos, cuyos 1400 kilómetros de costas son expoliadas de 90.000 toneladas anuales de pescado por el pillaje pesquero clandestino cometido por Marruecos, gracias a las complicidades de España y Francia, y pese a decisiones contrarias del Tribunal Judicial de la Unión Europea (TJUE).

    La Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que convocó las “mesas redondas” sobre el Sahara Occidental en Ginebra, adoptada el 31 de octubre de 2018, invitó también a la participación de Argelia y Mauritania en los debates, por su influencia histórica en la zona. Encomió a buscar “una solución política justa, durable y mutuamente aceptable que permita la autodeterminación del pueblo del Sahara”. Instó a que las partes hagan “prueba de realismo y un espíritu de compromiso” para alcanzar un acuerdo “realista, pragmático”, tomando en consideración que “el statu quo no es aceptable”. Y felicitó a la MINURSO por sus “esfuerzos” para organizar “un referéndum en el Sahara OccidenLa descolonización del Sahara Occidental en manos de la ONU
    La descolonización del Sahara Occidental en manos de la ONU
    tal”.

    El contenido del texto de la ONU recogé la filosofía de la descolonización vigente en la ONU desde el 14 de diciembre de1960, para favorecer “el movimiento en pro de la independencia en los territorios en fideicomiso y en los territorios no autónomos”, con el objeto de “poner fin al colonialismo y a todas las practicas de segregación y discriminación que lo acompañan”. En virtud que “todos los pueblos tienen el derecho a la autodeterminación”, y con el propósito que “puedan ejercer pacífica y libremente su derecho a la independencia completa”, la Asamblea General de la ONU consideró igualmente entonces, que “todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas”.

    Esa Asamblea General, el parlamento de la ONU, con sus ahora 193 Estados, lo confirmó y amplió el 7 de diciembre de 2018. Aportó “su apoyo una vez más a las aspiraciones de los pueblos bajo dominación colonial a ejercer su derecho a la libre determinación, incluida la independencia, de conformidad con las resoluciones de las Naciones Unidas relativas a la descolonización”, lo cual lleva la aplicación a “territorios concretos”. Exhortó a las “potencias administradoras” de esas tierras y poblaciones identificadas para ser descolonizadas, a velar que las “actividades económicas … no tengan consecuencias perjudiciales para los pueblos de esos Territorios, sino que promuevan su desarrollo, y a que los ayuden a ejercer su derecho a la libre determinación”.

    Dichas “potencias” no deben tener “actividades” ni “bases militares” y reconocer a los habitantes autóctonos “su derecho inalienable … a sus recursos naturales y su derecho a establecer y mantener el control sobre la futura explotación de esos recursos” y la “propiedad” de dichos Territorios, susceptibles de recibir ayuda para fortalecer su economía, y asistencia “bilateral como multilateral”, acoger “misiones visitadoras” y “buenos oficios para ayudar a impulsar el programa de descolonización caso por caso”. De momento, el 80% de la superficie del Sahara Occidental, está ocupada militarmente por Marruecos. Actualmente, en sus cárceles se contabilizaban 33 presos políticos saharauis, al tiempo que 165 mil de sus compatriotas, viven refugiados en campos de migración argelinos, o exilados en otros países. “Los 1400 kilómetros de costa atlántica y las aguas adyacentes del Sahara Occidental están controlados por el estado marroquí”, que “es uno de los primeros productores de pulpo del mundo. Sin embargo”, en el espacio atlántico de la monarquía islámica de Mohamed VI, “no hay pulpo. Marruecos carece de soberanía legal sobre el Sáhara Occidental, y actúa como una potencia ocupante de facto”, explica en sustancia un reciente Informe del Observatorio de Derechos Humanos y Empresas (ODHE, 25/3/2019), publicado en Barcelona.

    Para llegar a objetivo fijado por el mediador Köhler, de “una solución política mutuamente aceptada … que sea realista, pragmática, perenne, basada den el compromiso, justa, durable y que permita la autodeterminación del pueblo del Sahara Occidental conforme a lo resuelto por el Consejo de Seguridad de la ONU”, Marruecos propone la autonomía, conforme a su Reino islámico autoritario, adosada como una nueva provincia del “sur”. El Referendum y la independencia, “no están a la orden del día”, afirmó el jefe de la delegación marroquí en las conversaciones de Ginebra, Nasser Baurita, ministro de relaciones exteriores del régimen chérifien de Mohamed VI. En cambio, para el Frente Polisario, solo la consulta electoral, en el marco del censo efectuado por España en 1974, depositaria en los votantes la decisión en torno a la independencia. “Si perdemos, abdicamos de nuestra reivindicación de la independencia”, concluyó el representante del Frente Polisario, Jatri Aduh, presidente del Parlamento de la República Arabe Saharaui Democrática (RASD).

    Contrapunto

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, ONU, MINURSO, Horst Kohler, mesa redonda,

  • Sahara Occidental: Nuestro primer viaje a los campamentos saharauis de Tindouf

    El pasado 1 de diciembre viajamos a los campamentos de refugiados saharauis en Tindouf con la Asociación de Ayuda al Sáhara Occidental de Elche en viaje organizado por la Delegación de la República Árabe Saharaui en la provincia de Alicante.

    Fue un breve viaje de apenas 6 días pero muy intenso que siempre guardaremos en nuestras retinas. Comentar que no se puede viajar a esta zona por nuestra cuenta, sólo en viaje organizado por cualquiera de las delegaciones saharauis en España con visado. Además debemos rellenar una ficha en el aeropuerto de Tindouf con los motivos del viaje y los datos de la familia donde nos alojaremos durante nuestra estancia. Uno de los miembros de la familia, normalmente el padre de familia, es el responsable de nuestra seguridad y el encargado de mostrar los pasaportes de cada uno de los españoles que viajemos en su vehículo en las aduanas de entrada a las diferentes wilayas.

    ◊ ¿Cuál fue el motivo de este viaje?.

    Hace 5 años nos animamos a participar en el bonito proyecto de “Vacaciones en Paz” para acoger a un niño saharaui en nuestro hogar durante dos meses.

    Este proyecto se viene desarrollando desde 1979, viajando cada año a España, cientos de niños y niñas saharauis con edades comprendidas entre los 9 y los 13 años que viven en los campamentos de refugiados en la provincia argelina de Tindouf. Este verano fueron unos 4500 niños los afortunados, cifra que ha ido bajando durante los dos últimos lustros por la crisis económica en España, entre otros motivos.

    Durante los meses estivales de julio y agosto, se alcanzan en el desierto, temperaturas de hasta 55 grados, lo que unido al ambiente seco y la ausencia de agua, hace que la vida en esta zona olvidada del planeta sea vuelva insoportable. A esta zona desértica se la conoce como la hamada y consiste en un tipo de desierto pedregoso, caracterizado en gran parte por su paisaje árido, duro, de mesetas rocosas y con muy poca arena.

    El proyecto de “Vacaciones en Paz” tiene entre sus objetivos realizar a los niños reconocimientos y tratamientos médicos en España que en los campamentos no son posibles y proporcionarles un equilibrio alimenticio. Además de fomentar el aprendizaje del castellano, segundo idioma oficial de la RASD.

    Durante 3 veranos hemos acogido en casa a Abdulah; un niño que viajó su primer verano con 10 años, con un aspecto delgaducho y de carácter jovial, con el que nos hemos reencontrado ahora en su casa, 15 meses después, como un intrépido adolescente, feliz de que su “familia española”, como él nos llama, le haya rendido visita.

    ◊ Breve reseña histórica sobre la población refugiada saharaui.

    El Sáhara Occidental fue colonia y provincia española hasta 1975.
    Durante las décadas de los 60 y 70, la mayoría de países africanos accedieron a su derecho a la libre determinación consiguiendo la independencia de sus respectivas potencias administradoras.

    El pueblo saharaui, por su parte, no pudo disfrutar de un referéndum de
    autodeterminación por una serie de circunstancias que bloquearon en 1975 el proceso.

    Marruecos quiso hacerse con el territorio presionando a una España inestable que vivía los últimos días del franquismo. España, no sólo no cumplió con sus obligaciones, sino que abandonó el territorio a su suerte cediéndolo de manera ilegal a Marruecos y Mauritania. El segundo se retiró, mientras que los marroquís iniciaron la Marcha Verde para tomar el Sáhara. Muchas familias saharauis tuvieron que huir hacia el este improvisando campamentos que fueron bombardeados. Comenzó así una guerra entre Marruecos y el representante del pueblo saharaui, el Frente Polisari que duró hasta 1991.

    La población saharaui huyó de la guerra hacia el desierto y se estableció en distintos campamentos junto a la ciudad argelina de Tinduf, donde permanecen desde hace más de 40 años a la espera de un referéndum que decida su deseo de ser un pueblo libre y poder volver a sus costas.

    ◊ Nuestra experiencia.

    El aeródromo más cercano a los campamentos es el aeropuerto militar de Tindouf. Desde éste partimos en grupos organizados por wilayas en vetustos autobuses que en su día formaran parte de la flota de transporte urbano de cualquier ciudad española. Eso si tienes suerte, sino siempre quedará la camioneta. No obstante, la ilusión con la que viajamos es tanta que no importan ni las incomodidades del viaje ni las esperas.

    La llegada a cada una de las wilayas comienza por la oficina de protocolo, donde recogen el visado, y donde las familias saharauis con las que te vas a alojar esperan tras una valla.

    Los Campamentos de Refugiados saharauis están organizados en cinco wilayas o provincias, las cuales llevan los nombres de las cinco principales ciudades del Sáhara Occidental ocupado: Bojador , El Aaiún, Dajla, Smara y Auserd. Cada wilaya se estructura en núcleos menores de población llamados dahiras. Cerca de 200.000 personas viven actualmente en los campamentos.

    Entre las diferentes wilayas existen entre unos 20 o 60 kilómetros de distancia, excepto con Dajla que dista unos 200 kilómetros del resto. Además existe una capital administrativa, Rabouni, donde se ubican todas las dependencias oficiales, el hospital nacional, los ministerios, etc.

    La primera impresión que nos llevamos nada más llegar a los campamentos fue la de una gran admiración hacia estas personas. Cuesta mucho creer como en medio de un desierto estéril, donde no crece nada y apenas hay recursos hídricos, estos miles de hombres y mujeres saharauis han sido capaces de construir pilares básicos de un Estado en medio de la nada: guarderías, colegios y centros de educación especial, hospitales, pozos, y hasta electricidad en alguna de las dahiras. Todo esto ha sido posible gracias al apoyo del Estado de Argelia que les cedió este territorio y a la cooperación internacional.

    Las infraestructuras son mínimas y precarias; la vivienda se reparte entre jaimas de tela y casas de adobe o barro, material de escasa calidad, que se destruye con facilidad cuando las precipitaciones copiosas aparecen. Algunas familias, las más pudientes, han comenzado a construir casas con cemento. Éstas se lo pueden permitir, bien porque tienen la suerte de tener algún miembro de la familia que cobra un salario mínimo o porque reciben la ayuda de sus “familias españolas”.

    Las casas no obstante, se limitan a una estancia que sirven a su vez de salón de estar y comedor durante el día, y de dormitorio por la noche. El suelo que suele ser de tierra, es cubierto por una bonita alfombra sobre la que se duerme, los que no tienen la suerte de tener colchonetas. La cocina, en muchos casos, suele estar separada, lo mismo que el baño.

    Ya fuera de la casa está el corral donde se encierran las cabras por la noche ante la presencia de perros salvajes que pueden devorarlas. Algunas familias disponen también de un par de camellos que también se guardan en un pequeño corral. Los rebaños de cabras de famélicas siluetas compiten entre sí para poder comer de los escasos residuos de alimentos que los saharauis generan.

    ◊ Visitas a AFAPREDESA y el Museo de la Resistencia.

    Una de las visitas que realizamos en los campamentos fue a las instalaciones de AFAPREDESA. Se trata de una Organización No Gubernamental saharaui de defensa de los Derechos Humanos que nació como una respuesta civil ante la desaparición de prisioneros de guerra. Su presidente Abdeslam Omar Lahcen nos impartió una inteeante charla sobre el conflicto saharaui.

    A continuación visitamos el Museo de la Resistencia situado en el centro administrativo de Rabouni. Este centro está dirigido desde el Ministerio de Defensa de la RASD y conserva documentación y objetos testigos de la guerra entre Marruecos y el Sahara Occidental. Armamento, tanques, minas antipersona, etc.

    ◊ Formación para ayudar a su pueblo y mostrar su situación al mundo.

    La escolarización es obligatoria para todos los niños y niñas saharauis. Hasta los 12 años (sexto de primaria) estudian en las madrasas que se ubican en cada dahira. A partir de los 10 años los niños comienzan a estudiar castellano como segundo idioma. Posteriormente, aquellos que quieren continuar sus estudios, se matriculan en un lycée en Tindouf. Otros marchan a España o Cuba a estudiar la secundaria con el “Proyecto Madrasa” y también los hay quienes cursan estudios universitarios en universidades argelinas o en otros países.

    Visitamos la Escuela de Enfermería, Ahmed Abdel-Fatah, en Rabouni donde decenas de chicas jóvenes saharauis cursan sus estudios como enfermeras, comadronas y en otros campos de la salud. Las clases son impartidas en lengua castellana por profesores cubanos.

    También visitamos la Escuela de Formación Audiovisual Abidin Kaid Saleh de la RASD en Smara, centro que colabora con el Festival Internacional de Cine del Sáhara, que cada año se celebra en una wilaya distinta. Este centro supone una puerta abierta para que cientos de jóvenes que no encuentran una oportunidad laboral puedan colaborar filmando sus vivencias, su cultura, sus historias de vida,… y mostrárselas al resto del mundo.

    En la wilaya de El Aiuun existe una Escuela de Cerámica, donde las mujeres realizan artesanías con la arcilla y pinturas que ceden empresas alfareras y ceramistas de las localidades valencianas de Manises y Puzol. Los ingresos obtenidos de la venta de los artilugios que allí se fabrican sirven para complementar las rentas de varias familias. Entre los objetos que allí se cuecen en el horno, encontramos imanes, collares, jarrones y otros utensilios de cocina o menaje que bien nos recuerda a la cerámica que se produce en cualquier empresa ceramista levantina.

    Junto a la escuela de cerámica se ubica una modesta sala de exposiciones donde el artista saharaui Maddi Ahmed expone sus trabajos en acuarela. Los temas más recurrentes son la vida en los campamentos y el folklore saharaui, pero también una pintura protesta contra la situación que vive su pueblo.

    ◊ Un pueblo hospitalario.

    El pueblo saharaui se caracteriza por su hospitalidad y generosidad. Desde que llegas a la que va a ser tu casa, te reciben como a uno más de la familia. Si no llevas chanclas para tu comodidad, te las consiguen, si no puedes dormir en el suelo, pues se las ingenian para conseguir una colchoneta y estés lo más cómodo posible.

    Esta muestra de generosidad nos la van regalando lentamente, con la parsimonia que dan más de cuarenta años de espera. Aquí no existen las prisas; te ofrecen un primer vaso té, luego un segundo y más tarde, un tercero. Y es que la ceremonia del té en el Sáhara Occidental es un rito fascinante. Constituye toda una muestra de cordialidad y hospitalidad con la que agasajan a sus invitados. Entre té y té tuvimos interesantes tertulias.

    Se beben tres tazas de té, y es que, según los saharauis:

    El primero es amargo como la vida.

    El segundo es dulce como el amor.

    El tercero es suave como la muerte.

    De la gastronomía destacamos las carnes de cordero y de camello; exquisitos los pinchitos morunos de camello. también se comen platos de cuchara, como las legumbres, lentejas o alubias, y el cuscús. Los platos son servidos en una gran fuente, donde los comensales se sirven o comen todos juntos. Si te gusta comer con cubiertos, que no te de apuro pedirlos.

    Se come mucho pan para mojar la rica salsa en la que se guisan los platos. No dejes de probar el pan casero cocido en los hornos de las casas, está delicioso.

    Si necesitas comprar algo para ayudar a la familia, puedes acudir a cualquiera de los mercados, donde encontrarás productos frescos y de ultramarinos.

    ◊ Boda saharaui.

    Nuestra estancia no pudo acabar de mejor manera… nuestro niño nos preparó una auténtica boda saharaui!!!. No faltaron los bailes tradicionales de los invitados, la música, el pastel,… Mari Ángeles vistió la tradicional melfa blanca y negra de las novias y bisutería saharaui, y Javi, la tradicional darrá o túnica azul celeste.

    Para leer más sobre el pueblo saharaui puedes consultar las siguientes entradas relacionadas:

    ♥ Celebración del Eid con los niños saharauis de Vacaciones en Paz.

    ♥ Visita Guiada Solidaria a Elche, a beneficio de los damnificados por las lluvias en el Sáhara Occidental.

    ♥ 2ª Visita Guiada Solidaria a Elche por el Sáhara.

    Fuente : Datils & Tours

    Tags : Sahara Occidental, campamentos refugiados, Tinduf, Tindouf, Frente Polisario, Vacaciones en Paz,

  • Marruecos dispone de máquinas bien rodadas para el chantaje, el terrorismo, el tráfico de drogas y la emigración ilegal.

    La dictadura en Marruecos reina por el miedo a lo peor « ¡Yo o el caos! ». Las formas elementales de la dictadura en mi país (Marruecos).

    Independientemente de las explicaciones sociológicas y políticas presentadas sobre el régimen nazi marroquí, los procesos históricos de su establecimiento y el perfil de sus principales actores, dejando de lado los esquemas teóricos sobre la dictadura, el totalitarismo y el autoritarismo y tomando sólo como materia prima lo que se ha leído, visto y escuchado, podemos deducir sin ambigüedad el perfil y el sistema de funcionamiento de la dictadura en Marruecos.

    El poder en la cima del estado es personal y absoluto. Un jefe de Estado de un protectorado francés o de un plebiscito popular controla todos los mecanismos de seguridad, civiles, económicos, militares y administrativos del país. Para ejercer este poder absoluto, no tiene intención de seguir ningún texto, ley o código que pueda obstaculizar su voluntad o controlar sus directivas. Los textos y las leyes existen sólo para servir al sistema de dominación y para apoyar el carácter arbitrario de las sanciones.

    El núcleo del poder es el Jefe del Estado rodeado por un pequeño círculo de fieles que están unidos a él por relaciones de parentesco y consanguinidad: hijos, hermanos, primos y cuñados, amigos, etc. Tres instrumentos « básicos » hacen que el poder funcione: el terror, la corrupción y el binomio propaganda-adoctrinamiento. El terror practicado es sideral, infinito, una capacidad para matar sin límites bajo la cobertura de leyes de emergencia casi eternas. Para ello, la población, los ciudadanos, a los ojos del poder, se mutan y se vuelven « inhumanos ». Según el régimen, se transforman en « ratas », « criminales monstruosos », « traidores », « madaouij », « jiaanine », « ciudadano de 20 dh ». De esta manera, se puede disparar a voluntad.

    En cuanto a la corrupción, en sí misma es objeto de una profunda investigación, de lo variada, múltiple y « creativa » que es. No hay que olvidar que es el mayor propósito de la « clientilización a la corrupción » de toda la población. Todos están invitados a « servirse » de la corrupción, desde los pequeños funcionarios de aduanas hasta los grandes comerciantes y empresarios.

    Si existe un derecho reconocido por la dictadura marroquí, es el derecho a ser corrompido! Todo el mundo está involucrado, y todos son cómplices. Los que se niegan a jugar el juego son los potenciales sospechosos y traidores, seres « asociales », potencialmente peligrosos, ¡Cuidado! Honesto, por lo tanto sospechoso.

    Finalmente, la dictadura marroquí se construye « una imagen » que supuestamente llena el grado cero de libertad y democracia. A golpes de propaganda y adoctrinamiento, nuestros dictadores del poder absoluto en Marruecos eligen su tema favorito.

    Hoy en día es « ¡Yo o el caos! « Un sistema de apaleamiento y de informaciones destiladas que difunde el miedo y la desconfianza en el seno de la población. Esta última, atomizada, tras haber perdido los lazos fundamentales de la solidaridad básica, se convierte, según las expectativas del régimen fascista, en demandadora de estabilidad a cualquier precio.

    La imagen del régimen tal como aparece en el adoctrinamiento propagandístico es la del guardián de la estabilidad, una válvula de seguridad que impide que las categorías sociales y varios segmentos de la población se maten entre sí. La característica del poder en la cúspide del Estado es personal y absoluta: crear y mantener la guerra civil latente al mismo tiempo que se pretende combatirla.

    En las relaciones internacionales, utiliza principalmente la mentira y el chantaje. Mentir para ganar tiempo y la confianza de las democracias occidentales: de hecho, los potentados marroquíes muestran su pretendida buena voluntad y dan muchas promesas para ganar tiempo y, en última instancia, no cumplir ninguna. Además, disponen de máquinas bien rodadas para el chantaje, el terrorismo, el tráfico de drogas y la emigración ilegal, dirigidas tanto al mundo occidental como a sus países « hermanos ».

    Cuando pretenden luchar contra el narcotráfico, la emigración clandestina y el terrorismo, especialmente en sus versiones islamistas fundamentalistas, lo hacen contra grupos que ellos mismos has creado, mantenido y formado. Los « venden » en el momento adecuado, con dividendos lucrativos, al que más ofrece.

    En el sistema de guerra civil latente establecido, el régimen constituye sus propias bases sociales. La dictadura en Marruecos no está socialmente aislada como otras dictaduras árabes y algunas dictaduras militares africanas, asiáticas o centroamericanas. Emana y se arraiga en segmentos socioculturales que alimentan lo que Ibn Jaldún ha visto y llamado la asab, este difuso conjunto de solidaridad basada en el parentesco, el clientelismo y el saqueo, con el fin de construir y mantener el poder en torno a una familia tribal, una comunidad religiosa y una región específica.

    Es dentro de estos grupos étnico-socio-culturales que las autoridades constituyen sus reservas de esbirros, secuaces y otros agentes que sustituyen al ejército regular y la policía. Fuerzas seguras, sobrearmadas y sobreentrenadas, supervisan al ejército y a las fuerzas del orden, intervienen en paralelo y se encargan de la limpieza en las unidades demasiado sensibles a los agravios de la población y a los cantos de sirena del pueblo. Es el último baluarte del régimen.

    La economía no está en el centro de la vida sociopolítica. No produce la red de intereses que normalmente crea los lazos sociales y determina la política. Entre otras cosas, es una herramienta de la dictadura, está sujeta a la voluntad de las autoridades y funciona como un sistema de recompensas para los clientes y de sanciones para los opositores y las personas recalcitrantes.

    Cabe señalar también que no existen fronteras claras entre los bienes públicos y los fondos privados del Jefe del Estado y su familia en Marruecos y la utilización de éstas contra los ciudadanos y los opositores. No es extraño observar la reproducción de estas « formas » en todos estos países árabes. ¿Forman parte del mismo fondo cultural? ¿Marcan el fracaso del Estado democrático moderno frente a la omnipotencia de las estructuras primordiales, las del ahl? ¿A qué precio podrían las revueltas de primavera árabes reducir estas estructuras si no se erradicaran? Frente a la infinita capacidad de perjuicio y violencia, ¿la no violencia, es posible y puede ganar? En la lógica de estos sistemas, la guerra civil no es una alternativa desafortunada, más bien parece un hecho consumado.

    Orilio Bahia

    Fuente

    Tags: Terrorismo, Marruecos, Makhzen, DGED, migración, chantaje,