Granollers participa un año más en el proyecto Ciudades Defensoras de los Derechos Humanos, una iniciativa que tiene como objetivo dar a conocer el trabajo que realizan los y las activistas de los derechos humanos y para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de la defensa de los derechos humanos y el apoyo internacional a sus luchas.
Del 4 al 16 de octubre, nueve activistas visitarán 15 municipios catalanes en la que es la 9ª edición del proyecto. Granollers se sumó ya en la segunda edición y, en esta ocasión, recibirá la visita de tres activistas procedentes de Colombia, el Sahara Occidental y El Salvador que participarán en dos actividades.
Este martes por la mañana, en el Teatro Auditorio de Granollers se ha hecho una charla dirigida a alumnos de Bachillerato Social de diversos centros educativos de la ciudad. Los 150 alumnos participantes han podido conocer de primera mano la experiencia de dos personas activistas de los derechos humanos.
Hayat Rguibi, joven periodista y activista saharaui, ha expuesto a los y las jóvenes la situación del Sahara Occidental y su experiencia como miembro del colectivo Equipo Media, que trabaja para romper los silencios forzosos y denunciar las vulneraciones de los derechos humanos que se ‘producen. Rguibi ha estado en la cárcel y ha sufrido torturas y explica que «la única razón ha sido la lucha pacífica por los derechos de sus conciudadanos, derechos como la autodeterminación».
A continuación, Leonard Rentería, poeta, rapero y activista que trabaja para fortalecer las comunidades afrodescendientes de Buenaventura (Colombia) les ha explicado las diversas iniciativas sociales y comunitarias en las que participa. Rentería expuso que «proponemos el arte en territorios en conflicto con el objetivo de recuperar con la cultura el espacio que la guerra ha ido ganando y prevenir que los jóvenes caigan en grupos armados donde en el consumo de drogas».
El proyecto Ciudades Defensoras de los Derechos Humanos en Granollers continuará el viernes 11 de octubre con una segunda propuesta con una charla a los alumnos del Plan de Transición al Trabajo del Centro Vallès a cargo de Freddy Samuel Vázquez «Snif», activista social y artístico del Salvador . También asistirán los alumnos del curso de sonido y escenografía que organiza el Ayuntamiento de Granollers con Dimas.
Además, los quince municipios participantes en esta edición del proyecto Ciudades Defensoras de los Derechos Humanos se han comprometido en una declaración institucional a mantener ya ampliar las políticas públicas de apoyo a los defensores y defensoras de derechos humanos a escala local y global, en solidaridad con el compromiso de estas personas para promover y proteger los derechos humanos desde la no violencia, y en rechazo a las amenazas, persecución y asesinatos que sufren.
Ciudades Defensoras de los Derechos Humanos
El proyecto Ciudades Defensoras de los Derechos Humanos, que desde 2013 organizan diferentes municipios catalanes, consiste en numerosas actividades de sensibilización sobre el papel de los defensores / as de derechos humanos, personas que ponen en riesgo su seguridad y su libertad para denunciar vulneraciones de derechos.
Es un proyecto organizado conjuntamente por el Fondo Catalán de Cooperación al Desarrollo, la Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado y el Instituto de Derechos Humanos de Cataluña, con la participación del Instituto Internacional Catalán por la Paz, Casa América de Cataluña, la Diputación de Barcelona, el, el Foro de Síndicos y Defensores Locales, la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo y el Área Metropolitana de Barcelona.
La colonización de África es un pasaje que ya ha quedado archivada en los libros de historia del continente como una página dolorosa. Sin embargo, aún existe un Estado que desde hace décadas busca el reconocimiento pleno por parte del resto de las naciones del mundo. Estamos hablando del Sahara Occidental.
África es una auténtica caja de pandora que contiene todas las calamidades imaginables y, lo peor, algunas de ellas son complejas y de difícil solución. Al respecto, uno de los conflictos vigentes más añejos y olvidados del continente es la disputa por el Sahara Occidental, ubicado al Noroeste del continente. A grandes rasgos, el asunto radica en que la mayor parte de este territorio está ocupado por Marruecos, ya que afirma que éste le pertenece, pero el pueblo saharaui niega tales pretensiones, y a través de distintas vías ha luchado por su liberación, soberanía e independencia.
Los esfuerzos por parte de la ONU y la Unión Africana para solucionar pacíficamente esta disputa han sido largos e infructuosos, y no se prevé que en un futuro cercano se llegue a un acuerdo. Para entender mejor este conflicto, es preciso comenzar con un breve repaso de la historia y el camino tortuoso que han vivido los saharauis, las principales fuentes que originaron el conflicto actual, las demandas que se persiguen y la evolución de esta disputa que ha logrado perdurar muchos años.
Nos remontamos al año de 1509, cuando Portugal reconoció a España el derecho a establecerse en una franja costera del litoral del Sahara cercana a las Islas Canarias. No obstante, durante siglos los españoles no realizaron esfuerzos para realizar una ocupación plena del territorio. Fue hasta 1884 cuando el gobierno español envió una expedición para asegurar el control del Sahara Occidental, hecho que se ratificó en la Conferencia de Berlín. Para 1920 se establecieron en forma definitiva los límites de la colonia, que se dividió en dos zonas: Saguía el Hamra y Río de Oro. Incluso la colonia llegó a convertirse en una provincia española más. Sin embargo, este estatus fue breve, dada la irrupción de las independencias en territorio africano.
Primeramente, España cedió en 1958 a un Marruecos ya independiente el territorio de Tarfaya, ubicado al Norte del Sahara Occidental, mediante los acuerdos de Cintra. Posteriormente, la ONU, a través de su comité de descolonización, planteó a España la cuestión de la independencia del Sahara Occidental. La primera reacción de las autoridades españolas fue la de aplazar lo más posible la autodeterminación del territorio, y es bajo este contexto que inicia la lucha por la independencia, dirigida por el Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro (Frente Polisario).
Aunado a lo anterior, Marruecos y Mauritania reclamaron las partes Norte y Sur respectivamente de la colonia española. El caso se llevó al Tribunal Internacional de La Haya, que falló a favor de la causa de la autodeterminación del Sahara Occidental. Tras esta resolución, Marruecos tomó la iniciativa, y el entonces sultán Hassan II ordenó la invasión del territorio, acto que pasó a la historia como “La Marcha Verde”.
La presión ejercida por los marroquíes fue muy fuerte, y lograron lo que la ONU no pudo conseguir: a través de los Acuerdos de Madrid de noviembre de 1975, España puso fin a su responsabilidad como colonia administradora del Sahara Occidental y se creó una administración interina con la participación de Marruecos y Mauritania. Desde entonces, España se desentendió del asunto por completo, y es más, se afirma que toda esta estratagema contra las aspiraciones independentistas del Sahara fue posible gracias a la complicidad del futuro Rey Juan Carlos de Borbón.
En consecuencia, el Frente Polisario proclamó la República Árabe Saharauí Democrática (RASD) en febrero de 1976 y le declaró la guerra a Marruecos y a Mauritania. Dada la actitud de estas naciones, el Frente Polisario optó por una estrategia doble: por una parte, la táctica de guerrillas ante la superioridad militar de sus enemigos, y por otra, impulsó el reconocimiento internacional a su movimiento. En 1979 Mauritania se retiró de la disputa a causa del conflicto interno que tuvo en ese año, y firmó la paz con los saharauíes. Pero Marruecos ya había materializado la ocupación del territorio (aproximadamente el 80%, incluyendo toda la franja costera).
Finalmente, en 1991 cesaron las hostilidades entre Marruecos y el Frente Polisario, bajo la promesa de celebrar un referéndum en el cual la población saharaui podría optar entre la independencia o la incorporación a Marruecos. Dicha encomienda se le encargó a la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (MINURSO). Pero ya han pasado casi 28 años desde entonces, y tal referéndum no se ha realizado.
La inflexibilidad de la postura de Marruecos, que sólo está dispuesto a otorgar la autonomía al territorio del Sahara Occidental, pero no la celebración del referéndum, es la principal causa de que el conflicto permanezca estancado desde entonces. Por supuesto, esta postura esconde muchos intereses que están en juego.
En casi todos los conflictos vigentes en África hay recursos naturales de por medio, y éste no es la excepción. A pesar de ser un territorio mayoritariamente seco, desértico y no apto para la agricultura, el Sahara Occidental es rico en yacimientos de fosfatos, cuya venta reporta beneficios multimillonarios. Además, la posición geográfica del territorio es muy privilegiada al situarse en las costas del Atlántico, susceptible de ser sede de rutas comerciales entre los continentes americano y africano.
Pero hay algo más dentro de este conflicto que impide una solución definitiva al conflicto del Sahara Occidental. Uno de los aristas menos abordados del mismo es la participación activa de Argelia. Este país fue uno de los primeros que apoyó la constitución de la RASD. A su vez, el territorio argelino alberga el mayor campo de refugiados de saharauis que se vieron obligados a huir de su país por el conflicto, con sede en Tinduf, ciudad localizada al Sureste de Argelia, que también es donde el Frente Polisario coordina sus operaciones.
Por todo esto, Marruecos acusa a Argelia de que el conflicto saharaui no se ha solucionado por su intromisión, pero la realidad es que estos dos países tienen una fuerte rivalidad y competencia por la hegemonía en el Magreb y el Norte de África, donde este asunto solo es uno más de los puntos de desencuentro. Como ya vimos, en el origen del conflicto saharaui intervinieron otras causas fuera del alcance de los argelinos.
Ante la falta de soluciones a nivel local y regional, solamente un acuerdo de alcance internacional (quizás continental) logrará terminar, de una vez por todas, el conflicto saharaui. Actualmente 82 naciones del mundo reconocen a la RASD, que también forma parte de la Unión Africana. En esta lista no se encuentran España ni Estados Unidos (principal destino de las importaciones de fosfatos). Por su parte, la Unión Europea tampoco reconoce la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental. A su vez, y a causa de que los saharauis no cuentan con apoyo estadounidense, se descarta la intervención del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como vía como solución, ya que los estadounidenses cuentan con derecho de veto.
La readmisión de Marruecos en la Unión Africana a partir del 2017 resultó en una jugada interesante, ya que coloca a ambos pueblos en igualdad de circunstancias. A pesar de que esto es una dura derrota para la causa saharaui, abre la puerta para que ambas partes se sienten en la mesa para negociar la paz. Pero el gobierno de Rabat se niega a ceder. Recientemente Marruecos expulsó a personal de la MINURSO de su territorio, que desató la mayor crisis en el conflicto desde el cese de las hostilidades.
Cabe señalar aquí que el asunto del Sahara Occidental es muy delicado dentro de Marruecos, cuyo gobierno aplica severas penas a todo aquel que se atreva siquiera a mencionar la palabra “ocupación” para referirse al territorio saharaui. Por este motivo, se acusó al entonces Secretario General de la ONU Ban Ki-Moon de “no neutral” por hablar del Sahara “ocupado” durante su visita a los campos de refugiados en Tinduf. Y es que la situación en dichos campos ya es desesperada, hay gente que lleva viviendo ahí más de 40 años. Toda una vida. Las nuevas generaciones presionan a los líderes del Polisario para tomar acciones más enérgicas tras la muerte de su histórico líder Mohamed Abdelaziz. Y así, de este modo, entre discursos ofensivos y promesas incumplidas, la cuestión del Sahara Occidental se va prolongando y olvidando.
La celebración del referéndum por la autodeterminación del Sahara Occidental es y será la única forma de poner punto final a este penoso conflicto, pero solamente una revolución interna en este país (escenario poco probable) o la presión de la comunidad internacional hará esto posible. Por ello, los saharauis siguen realizando enormes esfuerzos para colocar su problema en los primeros planos de la prensa internacional.
A decir verdad, las pretensiones de Marruecos sobre el territorio del Sahara Occidental no se encuentran en absoluto legitimadas. Los marroquíes tienen un enorme interés en anexarse la antigua colonia española por múltiples razones, que van desde los factores económicos hasta consolidar el proyecto del “Gran Marruecos” para competir mejor con su rival Argelia. Las acciones que emprende en el Sahara Occidental son las propias de una metrópoli sobre una colonia, en perjuicio de todos los saharauis. Es urgente que todas las naciones se sienten a debatir sobre la estrategia para acabar pacíficamente con esta disputa. Ya es hora que el silencio y el olvido den paso a la celebración del referéndum del Sahara Occidental, y que el resultado final sea aceptado por todos. Las colonias ya no tienen cabida en el siglo XXI.
Acerca de Carlos Luján Aldana
Economista Mexicano. Africanista por convicción y pasatiempo. Escribo para dar a conocer la realidad africana e impulsar el conocimiento sobre el continente africano y generar debate en torno a él.
Entrevista al Dr Jorge Alejandro Suarez Saponaro, Corresponsal de Diario El Minuto para Argentina. Autor del libro Sahara Occidental El Conflicto olvidado y ex integrante de la Cátedra Libre de Estudios del Sahara Occidental. y al Sr. Salem Bachir, Secretario General del Ministerio de Exteriores de la República Saharaui, ex Delegado del Polisario para Argentina (2011-2017)
El Informador.
Conduce Felipe Rodriguez. Periodismo Independiente, con abordaje en temas de Política, Seguridad, Economía y Sociales .
Tags : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario,
Naciones Unidas, New York, (AFP) – El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, dijo que espera mantener la « dinámica » política para buscar una solución al conflicto del Sahara Occidental, a pesar de no haber hallado un enviado especial a la región en los últimos cuatro meses.
En un informe publicado el miércoles, Guterres elogió los progresos realizados por el ex enviado de la ONU, Horst Kohler, que abandonó el cargo en mayo por razones de salud.
« Pudo restablecer una dinámica y un impulso muy necesarios para el proceso político, incluso mediante el proceso de mesa redonda puesto en marcha, que reunió a Marruecos, el Frente POLISARIO, Argelia y Mauritania », dijo Guterres en el documento sometido al Consejo de Seguridad.
Tras un largo período de inacción, dos mesas redondas celebradas en Suiza en diciembre y marzo reunieron a las distintas partes, aunque sin lograr avances significativos.
« Por lo tanto, es esencial que la continuidad y el impulso en este proceso político no se pierda », dijo Guterres, a pesar del hecho de que Kohler hasta ahora no tiene un sucesor.
Muchos diplomáticos han lamentado la dificultad de encontrar la persona adecuada para su reemplazo — alguien que está dispuesto a trabajar en lo que a veces parece un dilema interminable.
Marruecos, apoyado por Francia, Estados Unidos y Arabia Saudita, invadió la ex colonia española y libró una guerra contra el Frente Polisario respaldado por Argelia entre 1975 y 1991, cuando se acordó un acuerdo de cesación del fuego.
Se desplegó una misión de las Naciones Unidas para supervisar la tregua y preparar un referéndum sobre la independencia del Sáhara Occidental de Marruecos, pero nunca se materializó.
Las Naciones Unidas mantienen una fuerza de mantenimiento de la paz de 240 cascos azules (MINURSO) encargada de supervisar el alto el fuego.
Entre abril y septiembre, « la situación sobre el terreno en el Sáhara Occidental se mantuvo relativamente tranquila a pesar de cierta incertidumbre (…) y se respetó el alto el fuego entre las partes », dijo Guterres en el informe.
Hay un plan para reuniones militares mensuales, pero hay desacuerdo sobre dónde celebrar esas reuniones.
« Hay una continua falta de confianza entre las partes », señaló Guterres.
Se espera que el Consejo de Seguridad renueve el mandato de la MINURSO este mes.
Como pone de manifiesto el documental web ‘Provincia 53’i, recientemente presentado en Madrid y otras ciudades españolas, quienes cuidan de esas cosas de la enseñanza, la formación, la cultura y la opinión pública, han conseguido que buena parte de la ciudadanía española, y en particular su población joven, no tenga ni idea de qué es, dónde está o qué pasó con la Provincia 53, hoy Sáhara Occidental. Si lo que querían nuestros próceres era tener una población ignorante, amnésica y fácilmente manipulable, habrá que felicitarles: lo han conseguido, como puede apreciarse en una de las piezas iniciales (enlaces) que conforman el sitio web de ‘Provincia 53’, en el vídeo en que una entrevistadora pregunta a los ciudadanos, a pie de calle, sobre sus conocimientos acerca de la antigua colonia española. La ignorancia al respecto no es solo sorprendente, sino además alarmante y vergonzosa.ii
En cambio, no precisamente por ignorancia ni desconocimiento, algunas personas que no son tan jóvenes, sino ya entraditas en años, se las ingenian para hacer ‘desaparecer’ los hechos de la realidad, como si estos no hubieran existido; y otras, se tientan la ropa y miran para otro lado con el fin de evitar tener que entrar al trapo y afrontar los hechos tal como realmente han sucedido, por si por ello pudieren verse denostados, silenciados per saecula saeculorum, castigados en su profesión o carrera y enviados al cuarto oscuro por el Poder realmente existente, por ‘meterse en camisa de once varas’, como les recriminarán sus Torquemada de turno. ¡Como si la descolonización pendiente de la ex Provincia 53 y los destrozos causados a la población saharaui, los genuinos propietarios de la última colonia de África, no nos concerniesen e interpelasen directamente y fuesen, por el contrario, un asunto de otros!iii
Intuyo que hay directrices muy claras y concretas para silenciar y ‘encapsular’ el Sáhara hoy ocupado manu militari en su mayor parte por Marruecos y, por el contrario, dar jabón a un régimen colonialista y reaccionario, como el propio Felipe González, entonces secretario general del PSOE, manifestó públicamente en los campos de refugiados saharauis en Tinduf el 14 de noviembre de 1976, primer aniversario de la firma de los infaustos Acuerdos Tripartitos de Madrid.
“Los saharauis nos transmiten el sentimiento de abandono o incluso de traición, de que quienes les tenían que defender no lo hicieron, de que aquello no fue justo y tenía que haberse hecho de otra manera”, explica Laura Casielles, periodista, poeta y directora de ‘Provincia 53’. El documental se acerca al ‘conflicto’ del Sáhara Occidental desde el punto de vista de la memoria histórica. No se trata de un documental al uso, “no se ve como una película”, apuntan sus creadores, sino que al entrar en la web, www.provincia53.com, el espectador encuentra piezas sonoras y vídeos diversos, textos e imágenes con los que puede ir recomponiendo las piezas de un entramado que ocasionó más de 170.000 refugiados, según ACNUR, tras la ocupación marroquí del territorio saharaui. Refugiados con DNI español que ahora habitan en los campos desérticos de Tinduf, en el suroeste de Argelia.
El documental, que pone el foco precisamente en el abandono del territorio por España y su entrega a Marruecos y Mauritania, constituye una valiosa herramienta para entender la Transición de España a la democracia, al tiempo que aspira a llenar el “gran vacío” que existe en el relato de ésta sobre lo que ocurrió hace 44 años en aquel territorio colonial que un día fue España.iv “El Sáhara Occidental estuvo colonizado por España entre 1884 y 1975, pero rara vez los libros de texto y los medios de comunicación hacen memoria de este tiempo colonial, necesario para lograr la verdad, justicia y reparación que requiere este proceso”.v
Silencios y desapariciones forzadas
Como botón de muestra de aquellos que se esfuerzan por silenciar y hacer desaparecer de la realidad los hechos históricos acaecidos –recalco expresamente la redundancia de históricos y acaecidos, para que se entienda bien claro-, no puedo menos que referirme al caso Juan Luis Cebrián, dejando claro, de antemano, que está en su derecho de escribir lo que quiera, por supuesto. Pues bien, este ilustre profesional de la información, -fundador del diario El País y primer director del mismo -entonces ‘independiente’, ahora ‘global’-, actualmente Presidente de Honor del diario del Grupo PRISA, miembro del Club Bidelberg, de la Real Academia Española…, y muchas cosas más- publicó hace un par años su libro de memorias, que tituló Primera página y subtituló Vida de un periodista, 1944-1988. Lejos de mi ánimo -y precisamente por los graves e increíbles silencios que ahora comentaré- hacerle publicidad alguna. La que él mismo se hace, reza así:
“Primera página son las memorias de Juan Luis Cebrián, primer director de El País, pero también el apasionante relato de los convulsos años que llevaron a España de una sangrienta y rancia dictadura a la democracia, contado por un testigo imprescindible”.
Y bien, cabe presumir que el título mismo de esas memorias de la vida de un periodista remitiría a las noticias más importantes, por lo menos las que aparecerían normalmente en la portada de un periódico (‘primera página’). Y el subtítulo, por su parte, da a entender que el autor va a relatar, siquiera sea a su manera, los hechos más relevantes, cuando menos, acaecidos en el periodo 1944-1988. Pero, en esto, nos topamos con alguna sorpresa poco edificante.
Como ya he relatado en otro lugarvi, comencé a leer con avidez y mucho interés esas memorias de un experto profesional que tiene buena pluma y, presuntamente, mucha y muy valiosa información. En sus páginas y capítulos, el autor va desgranando, año a año, los asuntos más relevantes de cada uno. Pues bien, en el capítulo dedicado a 1975 –el de la muerte de Franco, la Marcha Verde, los Acuerdos Tripartitos, la evacuación de la población ‘europea’ de la Provincia 53,…-, Cebrián ni siquiera menciona la palabra “Sáhara”, ni Marcha Verde, ni Acuerdos Tripartitos de Madrid,…, nada de nada, no dice ni una sola palabra (sic) al respecto, ni siquiera la más mínima referencia a lo publicado por la prensa de la época –disponible en las hemerotecas-, que difundió con profusión todo aquella tromba de acontecimientos…
¿Cómo puede hacer eso un periodista de su categoría, con lo tremenda, explosiva y duradera que fue aquella situación, en 1975 y 1976, de abandono de la Provincia 53 y traición al Pueblo Saharaui?vii De forma muy sibilina, imperceptible para la mayoría, nuestro amnésico autor escamotea al lector unos hechos históricos y secuestra esa parte de la realidad. El recurso que utiliza–para rellenar como si tal cosa ese vacío y que eso pase desapercibido- es contarnos que justamente esos días o esa semana hizo un viaje a un par de países europeos, un viaje de ¡una semana!, mientras que los hechos deliberadamente ocultados se prolongaron durante meses (sin que hoy hayan aún concluido). Yo mismo -que también estaba ‘de viaje’ y, además, no era periodista- presencié la Marcha Verde desde Suecia, ¡en la TV sueca! Se vio en todo el Mundo, se estuviera o no ‘de viaje’. Fue en el último Consejo de Ministros presidido por Franco donde éste sufrió un ‘episodio cardiaco’, precisamente cuando se le informó de la situación en el Sáhara, en la Provincia 53, de la Marcha Verde… Y todo eso lo oculta, a sabiendas, Juan Luis Cebrián.
Ese silencio sobre unos hechos históricos tan importantesviii me indignó, literalmente; era simplemente una ‘desaparición forzada’. Me había interesado por esas memorias, especialmente, para averiguar qué podía añadir ex novo a lo poco conocido (los documentos oficiales de aquellos años siguen siendo secretos e inaccesibles para los españoles) un personaje presuntamente con buena y abundante información por su profesión y su posición social. Y me encuentro con esto, una angélica desaparición forzada. Más que defraudado, me sentí profundamente indignado. Pero, prudentemente, esperé a terminar el libro, a ver si, por casualidad, hablaba de los hechos ‘desaparecidos’ en algún otro capítulo posterior. Pero no. Tan solo dos o tres capítulos más adelante, hablando de la situación del Ejército ante la reforma prevista de esa institución, únicamente en una línea, en una sola línea, decía algo así (no tengo ahora el libro a mano) como que el Ejército estaba molesto por el asunto de la Marcha Verde (o por el abandono del Sáhara, no recuerdo con precisión). Pero nada más, absolutamente nada más sobre unos hechos que no ha desvelado en los capítulos precedentes. Una sola línea, un mero ‘incidente’ puntual. Una ‘desaparición forzosa’ que, en mi opinión, desacredita a un profesional del periodismo. Eso se llama desinformar, incluso en base al Libro de Estilo de El País. La consigna de “encapsular el conflicto del Sáhara”, lanzada públicamente en su día por el propio expresidente Felipe González, desde Rabat, y publicada como noticia por el periódico de PRISA, todavía hoy puede encontrarse en Internet, ¡pero no precisamente en la web de El País! También esa noticia, la original del diario ‘global’, ha sido encapsulada, borrada, desaparecida, suprimida de la realidad.ix
Es necesario que se sepa que estas pequeñas cosas, que pasan desapercibidas (“tanta memoria histórica… y nadie se acuerda del Sáhara”)x, remiten, en última instancia, a un periodismo de desinformación, a un trabajo y una estrategia del lobby promarroquí, a una concretas alianzas con el régimen alauita y al sometimiento a las… sugerencias de nuestros vecinos galos, para que no se interfiera en su zona de influencia ni se minore la rentabilidad de sus negocios… Como alguien dejaba caer, refiriéndose a las memorias de nuestro ilustre periodista y escritor, “la hipocresía y el oportunismo, indispensables para la supervivencia económica y política durante la dictadura, tampoco han resultado precisamente inútiles en la España democrática”.xi
Mirar para otro lado
Respecto a aquellos que no se atreven a tratar lo sucedido con la Provincia 53 en el contexto de la memoria histórica de la dictadura franquista, viene al caso señalar a algunos historiadores, docentes incluso de Historia Contemporánea, para quienes, al parecer, no resulta relevante, a estas alturas, la Conferencia de Berlín (1884-1885), el hecho de que también España estuviera presente en aquel incuestionado reparto de África (de aquellos polvos vienen estos lodos: lo estamos viviendo hoy en Europa), el siglo escaso de colonización española del actual Sáhara Occidental, la razón de ser de los intereses pesqueros y defensivos de Canarias, el nunca celebrado referéndum de autodeterminación, la súbita desprovincialización de la Provincia 53, o el inmoral comportamiento de los sucesivos Gobiernos españoles desde el final de la Dictadura franquista y, ¡ojo!, principio de la Monarquía parlamentaria, en relación con la causa saharaui, el abandono y la entrega del territorio y sus habitantes a su peor enemigo.
Ahora que se habla tanto de Memoria Histórica, de reconocer el daño causado y de reparar de alguna manera los crímenes del franquismo, debe quedar bien claro que lo que se hizo con el Sáhara (Provincia 53) y sus habitantes es un crimen más
de aquel último Gobierno. Memoria histórica y Sáhara Occidental están íntimamente vinculados, son inseparables.xii La actitud de intentar hacer oídos sordos al clamor del pueblo saharaui y mirar para otro lado, hoy, en pleno siglo XXI, es incalificable desde cualquier perspectiva. Han transcurrido ya casi 44 años de aquellos nefastos Acuerdos de Madrid, la propia población española consciente y solidaria está indignada y avergonzada, y el conflicto sigue sin ser resuelto como debe serlo, dando la voz a la población genuina del Territorio y permitiendo que elija su camino, como han hecho todos los pueblos que se han liberado del yugo colonial. El Sáhara Occidental es la excepción, la excepción que confirma la regla, la única colonia que aún queda en África, colonizada y subyugada por otro país africano. Un caso inédito en la historia de la ONU, como argumentó el profesor estadounidense de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Stephen Zunes, ante el Comité de Descolonización de Naciones Unidas.xiii
Parece, pues, que seguimos con las anteojeras de la miopía y el cortoplacismo, la mediocridad intelectual y el sometimiento al Poder, con sus alargados tentáculos, desde el IBEX 35 hasta el Consejo de Estado y mucho más allá…xiv A algunos sólo nos queda la voz y la palabra, pero también la confianza en que, si bien “la historia a corto plazo la hacen los vencedores, históricamente las ganancias en conocimiento provienen, a la larga, de los vencidos”.xv Y en esa tarea hay mucho espacio para los intelectuales.xvi
Para ambos colectivos –el lobby de los encapsuladores y los amantes de la Historia sin compromisos-, me parece oportuno traer a colación aquí -y rendirle un modesto homenaje- al ahora olvidado José Vidal-Beneyto (JVB).xvii
El Sáhara y la Moral Pública Ciudadana (MPC)
En lo concerniente a nuestras promesas y nuestra deuda con ese pueblo tan indignamente tratado, JVB escribió y publicó, en julio de 2007, en el diario El País (”El Sáhara y la MPC”), la siguiente reflexión sobre los compromisos incumplidos por los Gobiernos españoles con México, Venezuela y el Frente Polisario (me consta que valiéndose de pequeñas argucias para eludir la censura –pese a ser ‘de la Casa’- y conseguir la publicación del siguiente texto apresurado en ese diario; negrita de LP):
“(…) hemos lanzado una reflexión sobre la Moral Pública Ciudadana y estamos promoviendo un conjunto de acciones con el propósito de contribuir a refundar la maltrecha ética pública de los españoles, a quienes la desmoralización política que les ahoga ha confinado en el todopoderoso e irrelevante ámbito de su vida personal y privada.
“¿Cuándo van a reconocer los partidos políticos españoles las deudas que contrajeron en su lucha contra el franquismo con personas, organizaciones y países? Como Presidente de la Delegación Exterior de las Juntas Democráticas recibí diversas e importantes ayudas económicas en 1975 y 1976 [años clave para la Provincia 53, LP], sobre todo de México y de Venezuela, de las que he dado ya testimonio público y que ahora quiero reiterar una vez más. Lamentando que el agradecimiento de los partidos políticos españoles por las que tuvieron no haya sido mucho más patente y sonoro.
“En el mismo sentido quiero recordar el compromiso contraído en 1976 por las principales fuerzas políticas de la democracia española con el Frente Polisario, para la reivindicación de la plena soberanía del pueblo saharaui sobre su territorio. (…) con la fundación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), el alineamiento de la oposición democrática española con sus posiciones y sus propósitos fue total. Desde entonces Marruecos, respaldado por el establishment neoconservador norteamericano y alentado por sus más conspicuos halcones –Henry Kissinger y Cía.-, ha hecho de todo para impedir el cumplimiento de esa irrenunciable aspiración: la Marcha Verde, los bombardeos con fósforo blanco y con napalm, el encarcelamiento de sus activistas de derechos humanos, la represión de las manifestaciones, las torturas para los militantes saharauis y 30 años de constantes maniobras de entorpecimiento para evitar que la Asamblea General de la ONU y su Consejo de Seguridad hicieran efectivo el ejercicio de una autodeterminación que diferentes resoluciones (658, 690, 1490) habían decidido. Tomás Bárbulo, La Historia prohibida del Sáhara español, Carlos Ruiz Miguel, Sáhara Occidental, y en particular los contundentes textos de Luis Portillo sobre este tema nos informan de todas las agresiones de que el pueblo saharaui ha sido objeto a pesar del reconocimiento de la RASD por parte de la Unidad Africana y de más de 80 países. Y los sucesivos gobiernos españoles, ignorando nuestro compromiso histórico, despreciando la simpatía que la causa saharaui tiene en España y olvidando el hecho de que sea el único país árabe de habla española, siempre mirando a otro lado. ¡Vergonzosa política democrática y triste destino de la moral!”.xviii
Añadiré que Pepín –así llamaban a JVB sus allegados- entendía, como José Luis Sampedroxix, que el crecimiento del PIB no era lo relevante, como han pretendido que lo sea algunos recientes aduladores de Mohamed VI, rey de Marruecosxx.
Las graves violaciones de derechos humanos que JVB señala, no son más que la consecuencia última de otra grave violación: la del derecho a la libre determinación del pueblo saharaui, afirmado con rotundidad por la ONU. Y España tiene la obligación jurídica de promover el ejercicio de ese derecho, pues es, de iure, la potencia administradora del territorio:
“Un Estado no pierde la condición de potencia administradora, ni queda liberado del cumplimiento de las obligaciones que se derivan de ella, por el simple hecho de afirmarlo, como ha señalado la Asamblea General de la ONU. En consecuencia, tal y como estableciera la Asamblea General en 1979, Marruecos es la potencia ocupante ilegal del territorio, de la misma forma que lo es Israel en los territorios ocupados palestinos. Por ello, Marruecos viola sistemáticamente, entre otros, el IV Convenio de Ginebra, que establece las obligaciones de la potencia ocupante, entre las que destaca la prohibición de trasladar parte de su propia población al territorio ocupado (art. 49). Como consecuencia de la ilegalidad de la ocupación del territorio por Marruecos, ningún Estado, ni siquiera Francia, su más fiel e incondicional aliado, ha reconocido la anexión. También la Unión Europea, que alardea de defender los derechos humanos en el mundo, condicionando la aplicación de sus acuerdos con terceros Estados al respeto por éstos de los DD HH, mira a otro lado cuando se trata de Marruecos y viola conscientemente el Derecho Internacional. Apoyar la libre determinación del pueblo saharaui no supone ponerse del lado de una de las partes, sino simple y llanamente defender la aplicación del Derecho Internacional. La neutralidad no existe en Derecho: quien no apoya su cumplimiento está apoyando su violación.” xxi [Negrita de LP].
Entre las promesas incumplidas a que alude JVB, hay que destacar las que hizo Felipe González: la anulación de los Acuerdos Tripartitos y el reconocimiento de la RASD.xxii Y precisamente, lo que se persigue con el silencio cómplice y la consigna del ‘encapsulamiento’ es que nos olvidemos de esas promesas y de sus implicaciones, de lo que pasó y sigue pasando en los TT.OO del Sáhara Occidental, de la impunidad de los responsables y de los principios que informan el Derecho Internacional.
Quienes practican ese silencio, a sabiendas, desinforman, manipulan la información, una información de la que disponen permanentemente y que al instante esconden en el cajón de la Redacción, mientras el ocupante incumple impunemente la legalidad internacional, no respeta los derechos humanos, mantiene en condiciones infrahumanas a los presos políticos saharauis, expulsa del Territorio no autónomo (es decir, pendiente de descolonización) a observadores internacionales, juristas y periodistas, y no se aviene a instrumentar -bajo los auspicios de la ONU- los mecanismos necesarios (el referéndum de autodeterminación acordado en el armisticio de 1991) para devolver al Pueblo Saharaui sus legítimos derechos y su territorio robado. Quienes con su silencio consciente omiten de la realidad esos hechos, son cómplices, por acción u omisión, de la ilegal e ilegítima ocupación del Sáhara Occidental, condenada por la comunidad internacional, de los crímenes que se perpetran cotidianamente por causa de dicha ocupación, así como también de obstaculizar una verdadera solución a la ilegal ocupación marroquí del Sáhara Occidental.
Como nos recuerda la web Contramutis, para Martin Luther King, “la verdadera tragedia de los pueblos no consiste en el grito de un gobierno autoritario, sino en el silencio de la gente”; y “nuestras vidas empiezan a terminar el día que guardamos silencio sobre las cosas que importan”; “morimos el día que guardamos silencio ante la injusticia”, dijo el Che Guevara. En opinión de Miguel de Unamuno, “a veces, el silencio es la peor mentira”; según Mahatma Gandhi, “lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena”. Y Federico Mayor Zaragoza considera que el peor de los silencios es el “de los que callan pudiendo y debiendo hablar”. “El que calla, otorga” sentencia un refrán español. Así que, contra el silencio, contramutis.xxiii
Quiero revindicar aquí la ¡libertad para todos los presos políticos saharauis!, detenidos improcedentemente, trasladados ilegalmente al territorio marroquí, torturados hasta la extenuación y condenados arbitrariamente, en juicios-farsa, hasta con cadena perpetua, de por vida, muy lejos de sus gentes. Resisten heroicamente, pero son los que peor lo pasan, los parias, ‘los condenados de la Tierra’ (Frantz Fanon), los ‘don nadie’ (Frank Ruddy). Precisamente por eso, por su resistencia, conciencia y heroísmo, merecen todo nuestro respeto y apoyo, difusión permanente de su causa y una solidaridad real, cotidiana activa, beligerante, comprometida y eficaz. ¡Y pronto! Los queremos en casa, libres, felices con los suyos, en su tierra hoy robada.xxiv Y vayan también estas líneas a la memoria de José Vidal-Beneyto, que asumió su responsabilidad y no silenció esta locura que perseguirá para siempre a quienes provocaron la tragedia del Pueblo Saharaui.
Como explica el profesor Juan Carlos Gimeno Martín, “el dramatismo de la situación y la indignación producida por la conciencia de la injusticia ejercida sobre el pueblo saharaui en aquellos días subyacía al discurso que pronunció Felipe González en 1976 en los campamentos de Tinduf, en el primer aniversario de los Acuerdos Tripartitos de Madrid; pero durante la Transición política española se enterró este asunto por las fuerzas políticas, como algunos otros asuntos considerados problemáticos, como el exilio y la República. Un pacto de silencio se extendió, con algunas significativas excepciones, entre la clase política, los intelectuales y los medios de comunicación, impidiendo que las jóvenes generaciones conozcan lo que a juicio de Carlos Ruiz Miguel es “la mayor traición de la historia de España”. Para este autor la entrega del Sahara constituye verdaderamente el “pecado original de la monarquía”xxv: la entrega del Sáhara Occidental a Marruecos violando todos los compromisos internacionales de España. Para Ruiz Miguel se trata de “una traición que sigue actualizándose mientras España no denuncie ese acuerdo inmoral, ilegal y políticamente suicida”. El Sahara Occidental puede considerarse la última colonia de África, y España que sigue siendo la potencia administradoraxxvi tiene una importante responsabilidad en el asunto.”xxvii
Sin duda, la defensa de la justa causa saharaui ocasiona problemas a nuestros mediocres gobernantes, rendidos cómodamente a la realpolitik y a las presiones de los poderosos. Pero los problemas deben ser resueltos afrontándolos correcta y legalmente, no eludiéndolos y violando la legalidad internacional; y mucho menos utilizando a los propios compatriotas, a todo un pueblo indefenso, a los genuinos dueños del territorio, como moneda de cambio de pretensiones irredentistas y anexionistas que amenazan la paz en la región y obstaculizan la convivencia entre los pueblos.xxviii Para los desmemoriados y los cómplices del silencio vayan estas palabras de Salvador Allende: “la historia es nuestra y la hacen los Pueblos”. También el Pueblo Saharaui.
NOTAS
i Documental ‘Provincia 53’ La memoria silenciada de la provincia 53 de España, Público, 20/09/2019.
“Provincia 53, un documental web que se acerca al conflicto del Sáhara Occidental desde la memoria histórica”, 20minutos, 20/09/2019,
https://www.20minutos.es/noticia/3770659/0/provincia53-documental-web-sahara-occidental/
Jesús CABALEIRO LARRÁN, “Tres diferentes iniciativas solidarias con el Sahara en Madrid”, Periodistas.es,
De estas referencias (y algunas más) se desprende que no ha sido precisamente la “gran prensa” la que se ha ocupado de informar sobre el documental web ‘Provincia 53’. Mención aparte merece la emisión que hizo RTVE, y que está disponible en este podcast:
RTVE.es a la carta, “Documental web ‘Provincia 53”, emitido el viernes 20/09/2019, Duración: 25 min., marcado como el más visto (la mayor ‘popularidad’), lo que indica el interés de la ciudadanía por un tema que los Poderes mediáticos y políticos tratan de ocultar, incluso ‘desapareciendo’ y eliminando textos y artículos de Internet y ninguneando bibliografía relevante, de autores como Ramón DIEGO AGUIRRE, Emboirik AHMED OMAR y otros muchos).
“Provincia 53 o la Historia de una Traición Silenciada”, Comunicado de Prensa de AFAPREDESA, 20/09/2019, http://afapredesa.blogspot.com/2019/09/provincia-53-o-la-historia-de-una.html
v piensaChile, “Provincia 53 [El territorio del Sahara Occidental, traicionado y abandonado por España]”, 21/09/2019, Con vídeos para refrescar la memoria, http://piensachile.com/2019/09/51698/
Lehbib ABDELHAY, “Este es un vídeo sencillo que muestra la situación de un pueblo abandonado en el inhóspito desierto”, El Confidencial Saharaui, 18/08/2019,
vi Luis PORTILLO, “Carta sobre la causa saharaui a un catedrático de Historia Contemporánea”, Tradición Viva, 29/06/2019, http://www.tradicionviva.es/2019/06/29/carta-sobre-la-causa-saharaui-a-un-catedratico-de-historia-contemporanea/
“Sahara occidental, un capítulo ‘encapsulado’ de la historia de España. Carta a un historiador español”, Tlaxcala-int.org, 29/06/2019, http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=26388
vii “Acuérdate de lo que pasó en el Sahara”, La Nueva España, 19/09/2019,
“Provincia 53 o la Historia de una Traición Silenciada”, Comunicado de Prensa de AFAPREDESA, 20/09/2019, http://afapredesa.blogspot.com/2019/09/provincia-53-o-la-historia-de-una.html
Alfredo GRIMALDOS, “El Sahara, la CIA, el Borbón y la modélica Transición”, El Otro País, s/f, http://www.elotropais.com/index.php/analisis-mascosas-30/173-el-sahara-la-cia-el-borbn-y-la-modlica-transicin
viii Como contraste, un trabajo similar –sus memorias- de otro célebre y cualificado colega, el periodista Miguel Ángel AGUILAR, En pie de pista, dedica todo un capítulo a los hechos que Cebrián silencia.
ix EFE, Felipe González invita a “encapsular” el conflicto del Sáhara en el debate de integración del Magreb”, soitu.es, 25/01/2008, http://www.soitu.es/soitu/2008/01/25/info/1201279237_446498.html
x Luis PORTILLO, “El diario de PRISA desaparece a los refugiados saharauis de Tinduf. El PAÍS se ‘olvida’ del colonialismo marroquí”, Canarias-Semanal, 26/06/2017,
Luis PORTILLO, “¡Hipócritas! En defensa del Pueblo Saharaui” (en 6 idiomas), Tlaxcala-int.org, 01/01/2008, http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=24185 ,
xii Pedro MARTÍNEZ LILLO, Juan Carlos GIMENO MARTÍN et al. (Eds.): Memoria y tiempo presente del Sáhara Occidental: Política, cooperación y cultura, Universidad Autónoma de Madrid, Serie Cuadernos Solidarios, 2012, https://uam.academia.edu/JuanCarlosGimenoMartin ,
Carlos MARTÍN BERISTAIN y Sergio CAMPO LLADÓ, “Memoria histórica en el Sáhara Occidental. Pasado, presente y futuro en la transformación del conflicto”, Pueblos. Revista de Información y Debate, Nº 67, 2015,
Carlos MARTÍN BERISTAIN y Eloísa GONZÁLEZ HIDALGO: El Oasis de la Memoria. Memoria histórica y violaciones de derechos humanos en el Sáhara Occidental, Hegoa, Bilbao, 2012,
Carlos MARTÍN BERISTAIN, Antonio MARTÍNEZ TORRES et al.: Los otros vuelos de la muerte. Bombardeos de población civil en el Sáhara Occidental. Hegoa, Bilbao; Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui de Sevilla, 2015.
xiii Stephen ZUNES, “El Sáhara Occidental y el futuro del orden jurídico internacional”, Testimonio ante la Conferencia de la ONU sobre Descolonización, Naciones Unidas, 23 de junio de 2016, Pensamiento Crítico, http://www.pensamientocritico.org/wp-content/uploads/2018/06/ZUNES-jun-2018.pdf
xiv Andrés VILLENA OLIVER, Las Redes de Poder en España: Élites e intereses contra la democracia, Roca Editorial, primera reimpresión, Barcelona, julio 2019.
Victoriano FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, “Andrés Villena desvela las redes del poder en España”, Crónica Popular”, 02/09/2019,
xv La cita es de uno de los más importantes historiadores del siglo XX, Reinhart Koselleck, y la he tomado prestada del trabajo de Juan Carlos GIMENO MARTIN y Juan Ignacio ROBLES PICON, «Hacia una contrahistoria del Sahara Occidental», Les Cahiers d’EMAM (Études sur le Monde Arabe et la Méditerranée), 24-25, 2015, https://journals.openedition.org/emam/872
xvi Ahmed BUJARI: “La otra rendición de Breda”, El País, 14/11/2015,
xvii Wikipedia, “José Vidal-Beneyto, https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Vidal-Beneyto
Gabriela CAÑAS, “Muere José Vidal-Beneyto, un conspirador contra el franquismo”, El País”, 18/03/2010, https://elpais.com/diario/2010/03/18/sociedad/1268866808_850215.html
xviii José VIDAL-BENEYTO, “El Sáhara y la MPC”, El País, 21/07/2007,
xix José Luis SAMPEDRO, “El reloj, el gato y Madagascar”, Revista de Estudios Andaluces nº 1 (1983), pp. 119-126, https://institucional.us.es/revistas/andaluces/1/art_9.pdf ,
xxi Juan Manuel ORTEGA TIROL, “Sáhara y el Derecho Internacional”, Público, 05/01/2011: Firman el texto, Juan SOROETA LICERAS, Juan Miguel Ortega Tirol y otros 71 profesores de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de 32 universidades españolas, además de la Asociación Española para el Derecho Internacional de los Derechos Humanos (AEDIDH),
xxii “(…)la fuerte reacción del Gobierno español para impedir la publicación del comunicado común suscrito por Felipe González y el dirigente del Polisario, Mohamed Abdelaziz, en noviembre de 1976, con motivo del viaje del entonces primer secretario del PSOE a los “territorios liberados de la República Arabe Saharaui Democrática (RASI»”.En ese comunicado, según dicho periódico, “el PSOE reconoce al Frente Polisario como el único y legítimo representante del pueblo saharaui, apoya la proclamación de la RASD y lanza un llamamiento a todas las fuerzas democráticas y progresistas para que se solidaricen con esta posición’ (…) “Este periódico, en un artículo titulado Promesas a cumplir, fechado el 31 de octubre del pasado año, recordaba textualmente que Felipe González “había efectuado una visita a los campos de refugiados saharauis situados en la región de 7induf, en cuya ocasión firmó con el Frente Polisario un comunicado común en el que afirmaba que los acuerdos tripartitos de Madrid eran nulos e ilegales y que las responsabilidades del Gobierno español permanecerían comprometidas mientras que el pueblo saharaui sufriera las consecuencias de esa traición y no hubiera obtenido la liberación total de su territorio nacional”. Extracto del artículo de:
Manuel OSTOS, “El documento firmado en 1976 por Felipe González y el Frente Polisario apoya la creación de la RASD”, El País, 11/03/1983,
Alfonso LAFARGA, “Julio saharaui: días negros en el Sáhara ocupado y mutismo del Gobierno de España, políticos y gran parte de la prensa”, Contramutis, 01/08/2019 ,
xxiv Thomas M. FRANCK, “El robo del Sáhara” (‘The Stealing Of The Sahara’), The American Journal of International Law, October 1976, Vol. 70, No. 4, pp. 694 – 721, Pensamiento Crítico,
xxv Publicado en su blog “Desde el Atlántico”, el día 25.11.08 (cit. por GIMENO MARTÍN, op. cit., p. 24).
xxvi En relación a España –continúa GIMENO MARTÍN, citando a SOROETA LICERAS et al.-, “tiene la obligación jurídica de promover el ejercicio del derecho a la libre determinación del pueblo saharaui, pues es, de iure, la Potencia administradora del territorio. En los Acuerdos Tripartitos de Madrid, España entregó el Sahara a Marruecos y Mauritania, países que, como había afirmado la Corte Internacional de Justicia, no tenían título jurídico alguno sobre el Sáhara Occidental. Y un Estado no pierde la condición de Potencia administradora, ni queda liberado del cumplimiento de las obligaciones que se derivan de ella por el simple hecho de afirmarlo, como ha señalado en numerosas ocasiones la Asamblea General de la ONU”:
Juan Carlos GIMENO MARTÍN: “Si el mundo fuera transparente y el derecho de los pueblos se respetara…”, Prólogo a Activismo académico en la causa saharaui. Nuevas perspectivas críticas en Derecho, Política y Arte, en Rocío MEDINA MARTÍN y Ramón Luis SORIANO DÍAZ (Eds.), Aconcagua Libros, Sevilla 2014, pp. 11-36.
JUAN SOROETA LICERAS, JUAN MIGUEL ORTEGA TEROL y otros, “Sáhara y el derecho Internacional”, Público, 05/01/2011,
(Juan Soroeta Liceras, Juan Miguel Ortega Tirol y otros 71 profesores de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de 32 universidades españolas, además de la Asociación Española para el Derecho Internacional de los Derechos Humanos (AEDIDH))
“Por otra parte, los mismos autores (Juan SOROETA y otros 72 profesores de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de 32 universidades españolas, además de la Asociación Española para el Derecho Internacional de los Derechos Humanos (AEDIDH)) quieren dejar claro que apoyar la libre determinación del pueblo saharaui no supone ponerse del lado de una de las partes, sino simple y llanamente defender la aplicación del Derecho internacional. La neutralidad no existe en Derecho: quien no apoya su cumplimiento está apoyando su violación”. (Juan Carlos GIMENO MARTÍN, op. cit. p. 25).
xxvii Juan Carlos GIMENO MARTÍN: “Si el mundo fuera transparente y el derecho de los pueblos se respetara…”, op. cit.
xxviii Luis PORTILLO, “La legalidad internacional no es una utopía”, Rebelión, 22/06/207,
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=52443
“Los derechos legítimos del Pueblo Saharaui y las pretensiones anexionistas de Marruecos”, Crónica Popular, 15/12/2018,
*Doctor en Ciencias Económicas y ex profesor de Estructura Económica Internacional en la Universidad Autónoma de Madrid||
Hoy, 18 de junio de 2007, se inician cerca de Nueva York las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario establecidas en la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU de 30 de abril pasado. Ayer domingo, 17 de junio, EL PAÍS publicó, en la página 17, una crónica al respecto, de Ignacio Cembrero, titulada «Marruecos y el Polisario abren las negociaciones sobre el Sáhara»[1].
Al igual que en mi artículo anterior[2] -que ustedes no quisieron publicar- considero obligado ahora hacer algunas precisiones y comentarios sobre la información contenida en la crónica arriba mencionada:
1) España no descolonizó el Sáhara Occidental entregándolo a Marruecos y Mauritania, como señala el Sr. Cembrero. España, lisa y llanamente, abandonó (que no descolonizó) el Sáhara, dejando al pueblo saharaui en manos de los dos países mencionados. Marruecos bombardeó con napalm y fósforo, despiadadamente, a la población saharaui en plena huída, como acaba de publicar, una vez más, el número de junio de 2007 de la prestigiosa revista National Geographic España[3] (página 74), y como ha quedado descrito y denunciado en otras publicaciones. Este genocidio sigue hoy impune, como ha señalado Carlos Jiménez Villarejo, ex fiscal Anticorrupción, en El Periódico de Catalunya[4]. Si España hubiera descolonizado, como pidió la ONU ya en la década de 1960, la Cuestión Saharaui no seguiría todavía hoy pendiente en el Consejo de Seguridad de la ONU, ni se estarían celebrando las actuales negociaciones en Nueva York. España no asumió entonces sus responsabilidades legales y políticas, y el actual Gobierno –al igual que los anteriores- sigue sin asumirlas hoy.
Salvo que se trate de un desafortunado… ¿desliz?, decir que España descolonizó el Sáhara Occidental en 1975 es una falsedad o una mentira y un intento de confundir y manipular a la opinión pública, algo que se viene practicando cada vez más y con menos vergüenza, como han señalado personalidades de la talla de José Saramago, José Luis Sampedro, Rosa Regás, José Vidal-Beneyto o Josep Ramoneda, o como simplemente sabe cualquier ciudadano medianamente informado.
No, España no sólo no descolonizó el Sáhara Occidental, sino que los españoles –Ejército incluido- nos fuimos con el rabo entre las piernas; en un momento delicado y complejo, sí; pero no por ello hay que ocultar la verdad y tergiversar la Historia.
Me temo que apenas se conoce el contenido de la “Moción consecuencia de interpelación del Grupo Parlamentario Popular en el Senado, por la que se insta al Gobierno [de España] a la adopción de determinadas medidas para alcanzar una solución en el conflicto del Sáhara Occidental” (Diario de Sesiones del Senado.- Sesión del Pleno celebrado el martes, 17 de abril de 2007)[5]. En el debate de dicha moción –y hay otras muchas iniciativas parlamentarias, en Congreso y Senado, en las que se ha tratado ampliamente este tema- se habla bien claro de qué ha hecho España en el Sáhara, en Marruecos y por el pueblo saharaui, y de cómo se ha tratado este grave y vergonzante asunto. Que haya tenido que ser el Partido Popular (PP) quien al final “se haya llevado el gato al agua y se haya apuntado el tanto”, aunque sólo sea de boquilla –como en su día me dijo un miembro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)-, es, desde luego, una vergüenza para la izquierda. Pero le está bien empleado al PSOE, por irresponsable y miope, y por no querer asumir sus responsabilidades, ya que se reclama de izquierdas. (En cualquier caso, no debiera tratarse de “figurar” y de “apuntarse el tanto”, sino de apoyar real y políticamente al pueblo saharaui. Pero este es otro cantar).
Sí, se miente y manipula de muchas maneras, y ustedes lo saben perfectamente: según que se publique o no; según dónde, cómo y cuándo se publica; y según qué se diga en la publicación, como en la crónica aquí comentada.
EL PAÍS se ha negado a abrir un debate serio –y me estoy refiriendo a un debate de opiniones entre los propios expertos españoles, que no es mi caso- sobre la Cuestión Saharaui y, salvo circunstancias excepcionales –como “Abre tus ojos al Sáhara”[6], artículo éste que ha precisado el aval y la firma de más de medio centenar de profesionales de prestigio del mundo del cine para “merecer” ser publicado, y que constituye la excepción que confirma la regla-, ustedes han desviado conscientemente la atención hacia la posición del Gobierno marroquí –que usurpa y transgrede la legalidad internacional-, publicando fundamentalmente artículos de voceros de la torticera Monarquía alauita (Estado-delincuente para unos o simplemente país-invasor para otros). Pero claro, esto resultaba más fácil, más cómodo y más rentable. A costa, claro está, del pueblo saharaui, que parece importarle a ustedes bien poco.
2) El hecho de que Rabat haya incluido en su equipo negociador a “un saharaui promarroquí, con la clara intención de demostrar que el Polisario no es el único representante de los saharauis”, no deja de ser una majadería suprema. Yo soy español –también ciudadano de la UE, no lo olvidemos- y en algunas cosas, como en la cuestión del Sáhara Occidental, no me siento representado por mi presidente de Gobierno, ni tampoco por el partido que lo sustenta (tampoco por el PP, claro está); ni creo que todos los españoles tengamos que pensar como el Sr. Zapatero o como el Sr. Rajoy. Afortunadamente.
Pero además, según tengo entendido, el mencionado individuo (saharaui promarroquí) no sólo es un traidor a su patria y a su pueblo, sino también uno de los más afamados torturadores de la zona. De ser cierto esto, desde luego que añadiría problemas a la negociación.
Todos sabemos qué métodos se utilizan para corromper y dividir; entre otros, una buena posición y unos buenos fajos de billetes a unas cuantos “significados”, y el paro y la miseria para los que les siguen, creyendo que también ellos van a alcanzar esas prebendas (algo que se podrá ofrecer a unos pocos, pero no a todo un pueblo invadido, ocupado, expulsado y masacrado). Traidores y miserables los ha habido, los hay y los habrá en todas partes. Y para el significado de la palabra traidor, me remito a las acepciones del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE).
3) “El Polisario acude, además, con intención de denunciar la represión […] casi ignorada por la prensa europea”. Habría que añadir que EL PAÍS forma parte de la “prensa europea”. No se quejarán ustedes de que los teletipos de las agencias de noticias no les han venido informando puntualmente de esa brutal y persistente represión, así como de las reiteradas cartas de denuncia del presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) al secretario general de la ONU. Ustedes han dispuesto de esa información, ¿verdad? ¿Y la han publicado oportuna y adecuadamente?
En España también sabemos mucho de esto, de cómo se portó la “prensa europea” y los Gobiernos de las “democracias occidentales” con la legítima y constitucional República española, y de cómo se la abandonó en las garras del fascismo (Ángel Viñas, entre otros muchos). Y ahora, nosotros hacemos lo mismo con la RASD y con el pueblo saharaui. ¡Hasta la hipocresía se ha convertido hoy en un valor rentable y cotizable en Bolsa! Habría que decir aquello de “pálpense la cartera, que suele estar a la derecha, en la chaqueta, al otro lado del corazón, que está a la izquierda”.
Miren ustedes, yo soy un ciudadano de a pie, con escasísimo y costosísimo tiempo para dedicar unas horas a escribir estas míseras líneas. Quiero decir que no dispongo de los medios, estructuras e infraestructuras –ni mucho menos de los conocimientos, relaciones y documentos- de que ustedes sí disponen. Pero de un solo documento de la Agencia Sahara Press Service (SPS), fechado el 23/12/2006, extraigo –y es sólo una muestra- la siguiente información[7]:
Desde la invasión marroquí del Sáhara Occidental en 1975, « hemos censado 4.500 saharauis capturados y luego mantenidos secretamente en mazmorras sórdidas, 322 de los cuales han estado así durante 16 años ». « Igualmente hemos contado durante este periodo 20.000 casos de detenciones arbitrarias y 250 asesinatos políticos contra militantes saharauis ». Las autoridades marroquíes « pretenden que están desarrollando los territorios ocupados mientras que sólo las infraestructuras de seguridad y represivas se encuentran en buen estado en El Aaiun ». « Los colonos marroquíes tienen todos los cafés y los comercios de la capital saharaui ocupada, mientras que los saharauis autóctonos están en su mayoría sin empleo, o se ven obligados a emigrar » para ganarse la vida. « Paralelamente a esta represión, las autoridades coloniales marroquíes organizan, financian y reclutan las redes de emigración clandestina a las islas Canarias », que sólo están a 100 km de las costas saharauis. « En un territorio totalmente rodeado por 160.000 soldados y miles de guardias y de policías, ¿cómo pueden funcionar las redes sin que haya complicidad, incluso apoyo directo, para empujar a los jóvenes saharauis a dejar su país? ». Y hay centenares de denuncias de este tipo. Los teletipos de las agencias que transmiten esas denuncias no paran de funcionar. ¿Por qué no se publica esa información?
De modo que no veo porqué los saharauis van a ir a negociar con Marruecos hablando de arcángeles celestiales, si además, por descontado, la “prensa europea” hace mutis por el foro. Porque aquí, en nuestra España autonómica, de lo que se habla es de fútbol y de shows electorales, pero no de justicia ni de flagrantes injusticias, como la perpetrada contra el pueblo saharaui. Y ya está bien de esconder el rabo entre las piernas.
¿Tampoco recuerdan ustedes, por ejemplo, que Marruecos prohibió las visitas al Sáhara -para que no se viera ni se supiera- no ya de las ONGs judeo-masónicas-comunistoides-subversivas, sino incluso la visita de una delegación oficial del Parlamento Europeo? (I. Cembrero, 7/10/2006)[8].
Y no entiendo porqué ese empeño de ustedes en calificar de “independentistas” a los saharauis, como si fuera un término peyorativo, cercano ya al de “terrorista”, que todo llegará en su momento. Pues bien, no hace tanto tiempo (22/01/2007), el propio diario EL PAÍS daba el siguiente titular (aproximadamente): “El VII Foro Social Mundial reivindica la independencia del Sáhara Occidental”. (El VII FSM se celebró este año en Nairobi, capital de Kenya, África). En otros términos, ¿no es bastante anacrónico que la última colonia de África tenga que reivindicar -¡en pleno siglo XXI!- su independencia? ¿Qué sucedió con las otras ex colonias, hoy naciones independientes? ¿No reclamaron su independencia? ¿Es que vamos a volver ahora –en el caso del Sáhara Occidental- a la “política de no-injerencia” (¡que ya quisiéramos!) como hicieron las “democracias occidentales” con la República española?
4) “…El Polisario ha echado el resto para movilizar a sus partidarios en vísperas de la negociación y crear así un ambiente hostil a Marruecos intentando mostrar a la comunidad internacional que la calle está en su contra”.
Miren ustedes, yo no soy Polisario (soy cartagenero), ni tampoco soy saharaui (aunque sí he pedido la nacionalidad saharaui, hace unas pocas semanas, en un acto simbólico celebrado en la Facultad de Ciencias de la Información –la de ustedes, los periodistas- de la Universidad Complutense de Madrid, acto que, s.e.u.o., ustedes silenciaron por completo; como también silenciaron –“prensa europea”- las primeras Jornadas de Apoyo al Pueblo Saharaui organizadas por todas -¡todas!- las universidades públicas de Madrid, celebradas en el muy céntrico y conocido Círculo de Bellas Artes de Madrid: Tres días completos, con un montón de excepcionales ponentes y cinco universidades conjuntamente. Eso –ni siquiera lo que allí se debatió- no era para ustedes noticia, ni siquiera noticia “cultural” (aquí podríamos añadir aquello de “¡Qué país!”). Como tampoco dedicaron una sola línea a las Jornadas celebradas algo más lejos, en la Universidad de Leeds, Reino Unido; ni a muchos otros actos de solidaridad realizados por toda nuestra propia geografía. Las noticias, ya se sabe, son los magnates, el reloj de Bush –con sus diversas secuencias-, el boicot del PP al Sr. Polanco, el triunfo del Real Madrid…, pero no el pueblo saharaui).
Y a pesar de no ser saharaui, como digo, estos días, sin que nadie me lo haya pedido y sin “oro de Moscú”, yo –y otras muchas personas- también hemos echado el resto. Hemos escrito a los medios de comunicación, nos hemos manifestado en la calle, hemos ido a saludar al secretario general de la ONU a las puertas del Ministerio de Asuntos Exteriores, para recordarle a S. E. y al ministro Sr. Moratinos que el Sáhara no se vende, que Marruecos es culpable e invasor, y España responsable; y otras tonterías de esas que, ya sabe usted, solemos gritar los pancarteros y la gente de mal, el vulgo y el populacho en la calle para reclamar derechos, justicia, para recordar (¿dónde fue a parar la memoria histórica?) que nosotros fuimos la Metrópoli y los abandonamos, que estuvimos viviendo durante todo un siglo en su tierra y bastante bien, por cierto. Y ahora, si te he visto no me acuerdo. A mí, personalmente, me da asco y vergüenza. Debe de ser cosa de mi “talante”, que es lo que ahora se lleva.
Pero además, debo aclarar que el pueblo saharaui no crea ningún “ambiente hostil a Marruecos”. Es todo lo contrario: Marruecos es quien ha creado no ya el ambiente hostil, sino quien ha invadido y ocupado el territorio saharaui; quien ha expulsado, torturado y “desaparecido” a sus gentes; quien les bombardeó con napalm y fósforo y quien prosigue su brutal represión. Vamos, que no es un Estado de Derecho ni de lejos. Así que pongamos las cosas en su sitio y hablemos “con propiedad”. Son ustedes periodistas, cronistas de la realidad; pero como se ve, también pueden ser –y no señalo a nadie en concreto- difusores de mentiras y silenciadores o censores de verdades como puños. Todos tendremos que mejorar mucho en nuestro trabajo.
De otra parte, ¿no se moviliza aquí al personal, por ejemplo, para las elecciones (con tanto tranvía y tantas promesas que luego van a parar al cubo de la basura) y, también por ejemplo, para el fútbol (con grandes festejos en la plaza de Cibeles, baños en las fuentes públicas, caravanas de automóviles polucionando el ambiente con sus cláxones y su CO2?). Pues, de nuevo, pongamos las cosas en su sitio. ¿Es anormal y/o perverso que el Frente Polisario –representante legítimo del Pueblo Saharaui, reconocido por Naciones Unidas- movilice a su gente en vísperas de una negociación/chantaje que lleva ¡32 años! esperando? ¿Es que no movilizan el PP o el PSOE a los suyos cuando les interesa? Pues entonces, ¿de qué estamos hablando? ¿Qué mensaje se pretende transmitir? ¿Quien conforma ese lenguaje?
Y también hay que repetir que mientras nosotros, los españoles, celebramos nuestros 30 años de democracia, ellos, los saharauis, han sido los grandes perdedores de esta “modélica” Transición, los grandes olvidados y abandonados, los condenados de la tierra, como escribiera Franz Fanon. Y la Transición estará incompleta –last but not least- mientras el pueblo saharaui no recupere su libertad y sus derechos –que otros les han robado-, mientras no haya un referéndum justo y transparente de autodeterminación, y mientras no se les reconozca y compense los estragos causados (“prensa europea”, ¿dónde estás?).
¿No movilizó acaso el Monarca alauita a sus huestes, incluyendo ignorantes, analfabetos y delincuentes –desviando así la presión interior y los intentos de golpe de Estado- con su Marcha Verde (del tándem Hassan / Kissinger). ¿A qué viene ahora escandalizarse, rasgarse las vestiduras –“prensa europea”- porque el Frente Polisario intente movilizar a un puñado de los suyos? ¿Les duele, les molesta a ustedes? ¿Les parece políticamente incorrecto? Pueden decirlo alto y claro, que aquí nadie les va a detener por eso, nadie les va a torturar, ni les va a “desaparecer”, ni les va a expulsar de su país, ni les va a bombardear con fósforo y napalm con “Mirage” franceses de última generación (que para algo está la venta de armas al vecino, ¿no?).
Por otra parte, no se preocupen de que “los independentistas” saharauis nos engañen y manipulen a los españoles para echarnos a la calle. Nosotros eso ya lo aprendimos solitos, con el Dos de Mayo de 1808 o con la guerra de Irak. La calle, nosotros los españoles y ellos los saharauis, siempre estaremos con la legalidad internacional, a pesar de ser una legalidad bastarda o como quieran ustedes calificarla, impuesta por los poderosos (“Nosotros los Pueblos del Mundo…”, como reza la Carta de Naciones Unidas). Respetaremos -¡faltaría más!- lo que libremente decida el pueblo saharaui, pero no lo que impongan los poderosos por la fuerza o la mentira. Nos quema el Sáhara, como nos repugna la carnicería de Irak –con tantas armas de destrucción masiva y tanta invocación al Todopoderoso-, el desastre de Vietnam, los sabotajes a Nicaragua, Chile, la batalla de Argel, Timor Oriental, Queimada… ¿O es que ahora sólo va de OPAs?
5) “El plan de autonomía para el Sáhara ofrecido [sic] por Marruecos descarta la independencia”.
Pero, ¿quién es Marruecos para “ofrecer” nada? Si no es más que un invasor, un ocupante, una potencia colonial (la segunda; la primera fue España, que, bajo el famoso general, la convirtió en Provincia, concediendo a los saharauis el Documento Nacional de Identidad como españoles. ¡Vueltas da el mundo!).
Si Marruecos “descarta la independencia” –y EE UU también, cuando, sin embargo, la quiere reconocer unilateralmente para Kosovo, porque le sobra el Consejo de Seguridad de la ONU-, el Derecho Internacional, por el contrario, la incluye total y absolutamente. Marruecos vuelve a pisotear así la legalidad internacional, una vez más. Al igual que hizo el régimen franquista (tan actual, al parecer) con los Acuerdos de Madrid de 1975, declarados nulos o ilegales por la ONU. Si Marruecos vuelve a obstruir el proceso de descolonización, que tenga por seguro que nos echaremos a la calle y reclamaremos de Naciones Unidas que aplique el Capítulo VII de la Carta.
6) “EE UU, que se ha implicado a fondo […], también cree que el punto de partida de la negociación debe ser el plan de autonomía” [“ofrecido” por Marruecos].
EE UU, no; el Gobierno de neocons y matones que hay allí, sí. EE UU se implicó ya hace mucho. Basta con leer la crónica de I. Cembrero (EL PAÍS, sábado 2 de junio de 2007, página 3)[9]: “Rabat se ofrece a acoger el mando militar de EE UU para África” (Gracias, Cembrero; también esto es “prensa europea”, aunque escasea). “EE UU dispone en Marruecos de una estación [base militar] en Kenitra de apoyo a la navegación de su marina de guerra y cuenta también con facilidades [sic] en tres bases aéreas, en Nouasseur, Sidi Slimane y Ben Guerir”. [No está de más recordar aquí, de pasada, el conjunto de bases que está construyendo EE UU en Irak para “quedarse”, explotar los recursos y “controlar” la región].
Pero esas bases y esas “facilidades” están ahí desde hace bastantes años. ¿Y qué pintan ahí? ¿Nos lo cuenta la “prensa europea”? ¿Se lo cuentan a las poblaciones árabes? ¿Y a los saharauis?
En este contexto, resulta obligado recordar un poquito más: Fue Henry Kissinger, el conocido estratega estadounidense, quien estuvo preparando con los marroquíes, durante varios meses (¿años?), en el Reino Unido, la Marcha Verde para invadir y ocupar el Sáhara. Esto tampoco se ha contado prácticamente nada en la “prensa europea” (Tomás Bárbulo, La guerra secreta del Sáhara Español). Y de esos polvos (generalmente desconocidos), ahora vienen estos lodos; y, como de repente, aparece ahora en la “prensa europea”, como si tal cosa, que “EE UU también cree que el punto de partida debe ser el plan de autonomía de Marruecos”. ¡Pero si llevan años pergeñándolo ellos, financiando a Marruecos, regalándole armas…! Creo (puedo estar algo equivocado y olvidadizo a las cuatro de la madrugada) que fue nuestro gran poeta –también exiliado, ¡cómo no!- León Felipe quien escribió aquellos versos: “Que no quiero que me cuenten más cuentos…”.
Y ahora, con el pretexto –siempre hay alguno a mano- del terrorismo, surge como de la nada el AFRICOM, el nuevo mando militar del Imperio USA, anunciado por el Pentágono en febrero pasado: 500 militares estadounidenses –principalmente oficiales- con sus familias, que se instalarán provisionalmente en Stuttgart (Alemania) y se trasladarán a África en 2009 (previsiblemente a Marruecos, cuyos gobernantes se matan por conseguirlo). ¿Una maniobra más de EE UU y Marruecos para impedir la independencia del pueblo saharaui, además de, obviamente, la consabida amenaza terrorista…? Algo no cuadra en ese proyecto del Africom cuando se dice, desde EE UU, que existe la preocupación de que “los militares sobrevalúen sus capacidades, así como su labor diplomática en África y desarrollen actividades que no forman parte de su mandato”. A buen entendedor, con pocas palabras bastan. El documento, según informa I. Cembrero, recién publicado por el Centro de Investigación del Congreso de EE UU (CRS) se titula: “El mundo africano: los intereses estratégicos de EE UU y el papel de los militares de EE UU en África”. Convendría echarle una ojeada.
Añadamos que el Muro del Desierto (2.000 Km, el mayor muro militar de la era moderna, dotado de alta tecnología y surcado por millones de minas) ha sido financiado por Arabia Saudita y EE UU. Con la expresión acuñada también en EE UU, podríamos decir aquí: “¡Es su seguridad, estúpido!”. El pueblo saharaui es de poco valor. Sin embargo sus recursos naturales están siendo negociados y saqueados a sus espaldas: fosfatos, pesca, arenas, calizas, materiales arqueológicos…y, probablemente, cuando lo decidan los estrategas imperiales, también gas y petróleo. Y si no, al tiempo. Así pues, no es pura casualidad que los gobernantes estadounidenses se alineen con la posición de Marruecos, o a la inversa. Y mientras se dedica tanta atención y esfuerzo a la I+D y a las patentes de las grandes empresas transnacionales, apenas se presta atención a investigar estas cuestiones sociales, políticas, geoestratégicas y de derechos humanos. Que investiguen otros.
7) Menos mal que la crónica de Ignacio Cembrero aquí comentada deja un resquicio de esperanza: “El primer análisis independiente del plan marroquí, divulgado esta semana en Bruselas por el Grupo Internacional de Crisis, asevera que la oferta de Rabat es “claramente insuficiente””. No obstante, quedaría por interpretar las expresiones “análisis independiente”, “oferta” de Rabat y “claramente insuficiente” (¿seudónimo de “migajas”?).
Bien, Sr. Director de EL PAÍS, por hoy no doy para más. Como le he dicho soy un simple ciudadano de a pie y mañana tengo que trabajar. He dedicado todo el domingo (nuestro día de “descanso”), con su noche incluida, a escribir esta Carta Abierta. Y, necesariamente, la redacción de estas líneas dejará mucho que desear, por lo que pido las disculpas pertinentes, a usted y a los lectores. Aunque, tal vez, también ustedes tuvieran que disculparse por su política escasamente informativa en relación con el pueblo saharaui y el Sáhara Occidental.[10]
Seguramente, la “prensa europea” y los voceros de Marruecos lo hacen más despacio, con mayor reflexión y mejor redacción. Pero el tiempo apremia, sobre todo para los saharauis, y yo creo haber cumplido con mi propia obligación: Nadie me ha pedido estas líneas, salvo el silencio y la desinformación de los medios de comunicación, incluido el que Vd. dirige. Luego nos quejamos de que “¿Dónde están los “intelectuales”?” Pues en este caso, los intelectuales españoles más o menos versados en la cuestión saharaui -y no meros portavoces del Gobierno de Marruecos- a lo peor están teniendo que publicar sus trabajos en cientos de sitios de Internet porque la prensa escrita no dispone de espacio… Ya se sabe, a tanto el metro cuadrado… de publicidad rentable. Ha cambiado mucho el diario EL PAÍS desde que naciera con tan altos ideales, hoy bastante “desencantados”.
Hace algunas horas, “la calle” era un estruendo de cláxones de automóviles festejando la victoria futbolística. A eso se dedicaba “la calle”, que es lo que conviene a los poderes fácticos. Los viandantes y automovilistas no se movilizaban por los derechos ultrajados de los saharauis, entre otras razones, porque a los poderes no le interesa. Esa es la sociedad “desarrollada” que estamos consiguiendo, la del ladrillazo y otros bromuros, la del piercing donde sea, como si no hubiera otros problemas más importantes que resolver. Pero así, España va bien. Los problemas se los dejamos a otros; y allá ellos.
Debo terminar, y termino. Pero antes de despedirme y de que estas cuartillas vayan a la basura o a las múltiples CIAs de que disfrutamos, quiero desearle un único y buen deseo: Que un día, tarde o temprano, cuando el Pueblo Saharaui recobre sus libertades, quiera perdonar a los medios de comunicación sus “errores y omisiones” (“prensa europea”) y sepa ser con tales medios mucho, mucho más generoso de lo que los medios han sido con ellos, si es que lo han sido en modo alguno.
Finalmente, autorizo aquí mismo a toda persona u organización que reciba esta Carta Abierta –no importa la forma o conducto por el que la reciba- a que la difunda al máximo, por cualquier medio, si así lo desea y si está básicamente de acuerdo con lo esencial de su contenido. Así podremos sortear un poco más los muros de silencio y desinformación impuestos por la generosa, valiente e independiente “prensa europea”.
Envío copia de esta Carta Abierta al Director de Opinión y al Defensor del Lector de su periódico, a los Presidentes (saliente y entrante) de la Asamblea General de Naciones Unidas y a su Secretario General, así como también a las Asociaciones de Amistad y Solidaridad con el Pueblo Saharaui y a cuantas personas y organizaciones pueda interesar.
Agradeciendo la atención prestada, reciba, Sr. Director del diario EL PAÍS, mis atentos saludos.
Firmado: Luis Portillo Pasqual del Riquelme (Madrid)
[2] “La legalidad internacional no es una utopía” (mayo de 2007), publicado en: http://www.saharalibre.es/modules.php?name=News&file=article&sid=1127&mode=&order=0&thold=0
A propósito de ese artículo, envié una Carta al Director, para su publicación, en el que rompía una lanza por los cineastas españoles, por su valentía y su apoyo al pueblo saharaui. Dicha carta (“Dar la Talla”) no fue publicada, pero puede leerse en: http://www.saharalibre.es/modules.php?name=News&file=print&sid=1106
[10] La, en mi opinión, distorsionada política informativa de EL PAÍS concerniente al Sáhara Occidental fue motivo de queja, por mi parte, al Defensor del Lector, a quien dirigí la carta que puede leerse en: http://sahararesiste.blogspot.com/2007/06/aa-sr-defensor-del-lector-el-pais.html
En el marco de las Jornadas sobre “Estrategias positivas de desarrollo”, ha tenido lugar en Bilbao la presentación del libro que recoge el testimonio de la defensora saharaui de los derechos humanos Elgalia Djimi con el apoyo de la Dirección de DDHH del Gobierno Vasvo.
Destacada superviviente del terror colectivo impuesto durante décadas en el Sáhara ocupado, defensora de los derechos humanos, activista comprometida con la lucha pacífica en defensa del derecho de autodeterminación de su pueblo, su testimonio -repleto de emoción- fue varias veces interrumpido por los aplausos de las personas que se habían acercado a la Universidad a escuchar su terrible relato de años de desaparición y tortura que nunca pudieron doblegar su dignidad ni firmeza.
Estamos ante un libro de lectura obligada para todas aquellas personas que entendemos que los derechos humanos, y las personas que dedican su vida a su defensa, en el Sáhara Occidental ocupado y en cualquier otro lugar del planeta, merecen toda nuestra admiración, respeto y protección.
En el marco del septuagésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos desde CEAS Sáhara una vez más reiteramos nuestro apoyo a la labor de todas las personas saharauis que diariamente resisten la ocupación militar marroquí, especialmente a las mujeres saharauis como Elgalia Djimi que por su condición de mujeres enfrentan obstáculos mayores que los hombres y sufren una doble discriminación –por su condición de mujeres y saharauis- que afecta directamente a su vida y a la de sus familias.
Cada día, y durante más de 40 años de ocupación militar, en el Sáhara Occidental las mujeres saharauis defensoras de los derechos humanos se han enfrentado con todo tipo de vulneraciones a los derechos humanos, con estereotipos de género, con amenazas de agresión sexual, con actitudes misóginas o difamaciones basadas en el género por parte de las fuerzas de ocupación y de la propia población colona.
Por todas y cada una de las mujeres saharauis que con su lucha diaria contribuyen a construir un Sáhara Libre mejor, más igualitario, donde todas las personas disfruten de todos los derechos. Por todas ellas, ¡¡¡SAHARA LIBRE!!! NUNCA CAMINAREIS SOLAS
En un informe sometido el 30 de agosto a la Asamblea General de Naciones Unidas, el secretario general de la ONU indicó que Marruecos impide el acceso del ACNUDH al territorio saharaui. « Persisten lagunas en la presentación de informes sobre la situación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental debido a la falta de acceso del ACNUDH al Territorio. En su resolución 2440 (2018), el Consejo de Seguridad alentó enérgicamente el aumento de la cooperación con el ACNUDH, en particular mediante la facilitación de visitas a la región », dijo.
Guterres señaló que « la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) siguió recibiendo denuncias de hostigamiento, detenciones arbitrarias, confiscación de equipo y vigilancia excesiva de periodistas, blogueros y defensores de los derechos humanos que informaban de violaciones de los derechos humanos en el Territorio . Preocupa al ACNUDH el cuadro persistente de restricciones de los derec hos a la libertad de expresión, la reunión pacífica y la asociación en el Sáhara Occidental ».
En cuanto a la situación en El Gargarat, Guterres subrayó que « la zona estuvo en relativa calma hasta finales de diciembre de 2018, pese a los cortes periódicos de carreteras por parte de la población civil en la zona de separación para protestar por la falta de oportunidades de empleo en el Sáhara Occidental y los aumentos de los aranceles impuestos por Marruecos al tráfico comercial ».
« Desde finales de diciembre, hubo un aumento de los cortes en las carreteras, lo que ocasionó grandes embotellamientos. El coordinador marroquí escribió dos veces a mi Representante Especial para informar de que Marruecos podría intervenir por la fuerza si los cortes en las carreteras se tornaban irresolubles. Mi Representante Especial instó a que no hubiera intervención, habida cuenta de la sensibilidad política en la zona. El Secretario General del Frente POLISARIO me escribió para advertir del peligro que entrañaría cualquier intervención marroquí en la zona de la berma », precisó el jefe de la ONU.
Tags : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, ONU, MINURSO,
El blogger Recuerdos del Sahara nos invitó a compartir no una sino tres tazas de té porque, como dice la gente ahí:
El primer té es amargo como la vida. El segundo es dulce como el amor. El tercero es suave como la muerte.
Eva Moreno, que vive en El Aaiun, describe la experiencia completa de tratar de hacer un poco de té saharaui:
“La primera vez que intenté prepararlo me salió fatal, bueno, la primera y la segunda y la tercera… No es que sea muy difícil pero hay tener maña para calcular bien la cantidad de té y azúcar y para hacer la espuma: se vierte el té de un vaso a otro desde cierta altura, y es fácil que se salga fuera y ponga perdida la bandeja. Se prepara en brasas (”jmar”) de carbón vegetal (”fajar”). A muchos les gusta añadirle hierbabuena, cominos y otras plantas cuyos nombres no recuerdo ahora. La bandeja con patas se llama “tabla”, la tetera “berred” y los vasos “kisan”. El té sienta muy bien cuando hace calor; en el mes de Ramadán, al ayunar se tiene a veces dolor de cabeza, sobre todo si la noche anterior no se tomó el té y se tiene esa costumbre, a eso se le llama “tener la cabeza de té”.
Como con muchas culturas, la gente en Sahara Occidental han desarrollado ritos y una escena social alrededor del té y podemos imaginar el desierto, el cielo de una noche sin nubes, una luna llena y ¡una taza de té (o dos, o tres)! ¡Que lo disfrutes!
Hoy recibió el denominado Nobel Alternativo de la Fundación Rightlivelihood Award una mujer saharaui. Se llama Aminatou Haidar, nació en 1967, estudió literatura y es madre de dos hijos. Aminatou, con apenas 20 años, sufrió torturas por parte de las fuerzas marroquíes que hasta el día de hoy ocupan su país. En 1987 fue detenida y llevada a una cárcel secreta marroquí, nunca se celebró un juicio. Estuvo desaparecida cuatro años, durante todo ese tiempo fue torturada sistemáticamente. Con los ojos vendados y en total aislamiento, pasó cuatro años en el infierno. Pero ni las condiciones infrahumanas, ni su falta de contacto con el mundo exterior la doblegaron. Cuando fue liberada en 1991, Aminatou Haidar siguió defendiendo los Derechos Humanos y el derecho a la autodeterminación de su país ocupado.
En 2006, Marruecos le denegó el pasaporte y el derecho de expatriación de sus dos hijos. En 2007 nuevamente fue encarcelada por lo marroquíes y estuvo siete meses en la “Cárcel Negra de Aaiún”. Al salir siguió jugándose la vida denunciando la represión. Ni las amenazas de muerte ni las palizas pudieron callarla. Esta mujer rebelde, que se enfrenta a los intereses económicos de los poderosos y a los que robaron su país, se ha convertido en la activista más conocida de la causa saharaui. Su resistencia pacífica la ha convertido en el enemigo más importante del Reino de Marruecos.
Por su defensa incansable de los Derechos Humanos, en 2009 fue expulsada de Marruecos a la isla de Lanzarote, donde empezó una huelga de hambre en el aeropuerto. Tras 32 días sin tomar alimentos, Marruecos tuvo que volverla a dejar entrar en el Sahara ocupado. La presión internacional y la posibilidad de una Aminatou muerta era un precio muy alto para el país invasor.
Pude ver unos minutos a Aminatou cuando estaba en huelga de hambre en Lanzarote. Recuerdo su mirada dulce y tranquila. Eran muchos días de huelga de hambre y el mundo temía por su muerte. A pesar de encontrarse muy débil, se la veía convencida de que estaba siendo consecuente con sus principios. Hoy recibe un merecido reconocimiento y con ella todas las mujeres saharauis que luchan por tener un lugar en el mundo para su pueblo.
Mi país, el Perú, sigue sin reconocer la existencia del pueblo saharaui. Es parte de esos países cómplices de aquellos que torturaron y encarcelaron a Aminatou.