Catégorie : Sahara Occidental

  • Situación jurídica del Sáhara Occidental en base al derecho internacional

    En base al Derecho Internacional y aplicación del Derecho de Autodeterminación del pueblo saharaui, podemos establecer las siguientes conclusiones:

    1º Es EL PUEBLO SAHARAUI quien ostenta la titularidad y legitimación para ejercitar su DERECHO AUTODETERMINACION, quien únicamente podrá hacerlo efectivo en su aplicación, mediante consulta democrática a través del procedimiento de Referéndum auspiciado por la ONU y la OUA.

    2º El Frente POLISARIO, como sujeto de Derecho Internacional, ha de ser reconocido por la comunidad internacional y muy especialmente, por la ONU, como MOVIMIENTO DE LIBERACION NACIONAL, como paso previo imprescindible para hacer efectivo el derecho de autodeterminación en su carácter democrático y como representante legítimo de la mayoría de la población saharaui.

    3º Por todo ello, son directamente aplicables los mecanismos internacionales anteriormente expuestos, siendo necesario instar al Consejo de Seguridad de la ONU, a la implementación del Plan de Paz, y a la efectiva APLICACIÓN de la INSTITUCION DEL NO RECONOCIMIENTO en base al contenido del Derecho de Autodeterminación según la Doctrina de las Naciones Unidas y el Tribunal de Justicia Internacional.

    4º Es de obligado cumplimiento asumir el compromiso de llevar a cabo una serie de acciones que culminen en la realización de un serio llamamiento al Gobierno actual y a su máximo dirigente, José Luis Rodríguez Zapatero:

    • Para que España asuma su responsabilidad como Potencia Administrativa, por derecho, del territorio no autónomo del Sahara Occidental. En caso contrario, nuestro gobierno seguirá con las manos manchadas de sangre y seguirá siendo responsable mientras no se lleve a cabo la descolonización, bajo protección verdadera y objetiva de las Naciones Unidas y de la OUA, en pro de este digno y resistente pueblo.

    • Denuncia de los Acuerdos de Madrid y cumplimiento efectivo del acuerdo suscrito por aquel entonces, máximo dirigente del PSOE (Felipe González), y el Frente POLISARIO en noviembre de 1976, en donde se hace denuncia expresa sobre el Acuerdo de Madrid, considerándolo nulo de pleno derecho; reconocimiento del Frente POLISARIO como legítimo representante del pueblo saharaui en lucha por su autodeterminación; apoyo a la creación de RASD y reconocimiento de la plena permanencia de la responsabilidad española hacia el Sahara Occidental.

    • Ruptura inmediata de relaciones económicas y diplomáticas con Marruecos y aquellos países que comercien y expolien el territorio saharaui.

    • Instar al Gobierno de España para que deje de celebrar contratos multimillonarios de compraventa de armamento militar en cumplimiento de la normativa internacional y del Derecho Internacional Humanitario. • Ejercer acciones internacionales que obliguen al régimen marroquí a la liberación de presos y presas políticas en las cárceles de Marruecos (y de todas las personas desaparecidas) con pleno respeto a los Derechos Humanos en los territorios ocupados.

    • Instar al gobierno de España a la “reapertura” de oficinas de representación oficial de los legítimos representantes del pueblo saharaui.

    4º Por último, instar al gobierno de España para que reconozca a la República Árabe Saharaui Democrática como Estado soberano e independiente (como son los territorios ocupados por Marruecos).

    Por todo lo expuesto, entendemos que es absolutamente necesario que trabajemos con todas nuestras fuerzas por la causa de nuestro hermano pueblo y lancemos la batalla de ideas para la consecución del reconocimiento a la República Árabe Saharaui Democrática como Estado soberano e independiente del yugo colonial marroquí.

    Treinta voces,
    Treinta veces,
    Repiten la historia,
    Porque nadie pudo,
    Nada puede domar
    Las voces del alma.
    Zahra Hasnnaui, XXX Aniversario de la RASDaquellos países que comercien y expolien el territorio saharaui.

  • Sáhara Occidental : El precio de una relación inconfesable

    Luis Mangrane

    Felipe VI visita Marruecos acompañando por diferentes ministros. El reino alauí ocupa desde 1976 el Sahara español, cuando España incumplió sus obligaciones legales: descolonizar la entonces provincia 53 y firmó los ilegales acuerdos tripartitos de Madrid con Marruecos y Mauritania.

    Aunque un año antes, el Tribunal Internacional de La Haya había declarado que no existían lazos de soberanía entre Marruecos y el Sahara, Hassan II entró a sangre y fuego en el territorio iniciando una guerra.

    Naciones Unidas ordenó que se retiraran y que se celebrara un referéndum para que el pueblo saharaui se pronunciara sobre su destino. Marruecos no hizo caso. Los saharauis mediante una guerra de guerrillas resistieron a un ejército que le superaba en número, medios y aliados internacionales (Francia y Estados Unidos), consiguieron que Mauritania se retirase y en 1991 firmaron un alto el fuego para que Naciones Unidas supervisase el referéndum que debía conducir al final del conflicto.

    Después de cuatro décadas, Marruecos ha saboteado el referéndum, encarcelado a los saharauis que protestan por la ocupación militar y cerrado el territorio a la prensa y observadores internacionales. El saqueo de los recursos se ha sofisticado y se disfraza de tratado internacional.

    La Unión Europea contradice las sentencias de sus más altos tribunales y para blindar el expolio renueva los acuerdos declarados ilegales basándose en interpretaciones sofisticadas de juristas al dictado de políticos sin escrúpulos.

    El pueblo saharaui se divide entre la diáspora, los campamentos de refugiados en Argelia y el propio Sahara Occidental ocupado. El Frente Polisario, su único y legítimo representante, centra hoy la resistencia en la lucha en los tribunales e instituciones internacionales, sabedores de que el derecho internacional siempre ha estado de su lado. Los guerrilleros de antaño hoy son diplomáticos que comparecen ante los jueces europeos esperando que sean más respetuosos con la legalidad que los políticos occidentales.

    La solidaridad con el Sahara en España es popular (entre pueblos), las asociaciones de amistad consiguen que el conflicto no se olvide y que anualmente miles de niños refugiados pasen los veranos conviviendo con familias españolas y generando unos lazos de unión más resistentes que las fatuas declaraciones de los políticos que conforme pasan de la oposición al poder mutan su apoyo a los saharauis por inconfesables intereses que los convierte en aliados marroquíes.

    El interés por este conflicto se ha trasladado a la situación de los territorios ocupados en los últimos años, a pesar del cerrojazo con el que Marruecos pretende que las violaciones de derechos humanos que se cometen permanezca invisibilizada. Durante los años de plomo de Hassan II la represión fue brutal: desapariciones forzadas, asesinatos, bombardeos… en suma el intento de genocidio que es objeto de investigación en la Audiencia Nacional.

    Con el actual monarca, Mohamed VI, no ha mejorado la situación. Desde 2007 he asistido a juicios contra activistas saharauis y con otros compañeros hemos visto cómo les golpeaban delante de los jueces, nos han impedido acceder a sus casas, echado de sus ciudades, seguido y hostigado. A nosotros y a otros tantos cientos de europeos, incluidos eurodiputados.

    Los diferentes partidos de turno en el Gobierno español no han formulado protesta alguna ante esta situación, a pesar de las denuncias de quienes se lo hemos relatado. En cambio, les han vendido armamento, han recibido comitivas oficiales que incluían a torturadores como Hosni Benslimane, luego han vuelto a coincidir con estos personajes en Marruecos.

    En las respuestas oficiales se dice que se coopera internacionalmente con ayuda humanitaria a los campamentos de refugiados. España es cómplice de esta situación y tenemos el cínico descaro de utilizar la ayuda como coartada.

    Son múltiples los mecanismos y foros en los que nos relacionamos con Marruecos: cooperación judicial, emigración, comercio… y parece que no se utiliza ninguno para reclamar que se solucione este conflicto.

    España exige a Venezuela que organice elecciones cuando en mayo pasado celebró las últimas pero no dice nada del referéndum pendiente desde hace más de 40 años que no se celebra por la negativa de Marruecos.

    En esta visita nuestros representantes deberían tener la responsabilidad de exigir públicamente que se respeten los derechos de los saharauis que permanecen bajo ocupación marroquí, muchos de ellos con documentación española, vigente o caducada. Es lo mínimo que pueden hacer por un pueblo pacífico que recibe la solidaridad de los españoles y que sigue atento a cualquier gesto o noticia de unas autoridades que les abandonaron en los estertores de una dictadura franquista pero que durante la democracia solo ha perseverado en la ignominia hacia ellos.

    Hace dos años la CIA desclasificó documentos confidenciales que revelaron que Juan Carlos II pactó en secreto los términos de la Marcha Verde con Hassan II. ¿Cuál es el objetivo real de las conversaciones y esta visita? ¿El sometimiento de un pueblo hermano es el precio de la amistad entre dos casas reales o la moneda de cambio entre dos Estados que fingen modernidad y democracia pero practican la consabida “realpolitik” que esconde razones inconfesables e intereses económicos a costa de los más débiles?

    ARAINFO

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, España, PSOE, PP, Felipe VI, Frente Polisario,

  • La represión (silenciada) en el Sahara occidental

    Equipe Media y la Plataforma Valenciana de Solidaridad con el Sahara denuncian el ataque a periodistas por parte de Marruecos

    “Golpéale”, ordena un miembro del ejército marroquí durante una protesta en el Sahara Occidental ocupado. “Hacen todo lo posible para que la situación no se difunda, la policía de Marruecos robó la primera cámara en 2009”, cuenta el activista de Equipe Media que graba la manifestación, escondido en una azotea; es descubierto por las fuerzas de seguridad, que le empujan por el borde. La secuencia aparece en el cortometraje de 17 minutos “Tres cámaras robadas”, producido en 2017 por los periodistas de Equipe Media y el colectivo de cineastas y activistas suecos RaFILM. La película tiene como referente un documental sobre la resistencia del pueblo palestino -“Cinco cámaras rotas”-, de los realizadores Edmat Burnat y Guy Davidi. Los productores de “Tres cámaras robadas” han denunciado las presiones del Reino de Marruecos para que la película no se proyecte; de hecho, fue censurada en Líbano, en octubre de 2017, aunque después se haya seleccionado y premiado en festivales como el de Cine y Derechos Humanos de Barcelona o el de Slemani, en el Kurdistán iraquí.

    El presidente y cofundador de Equipe Media, Ettanji Ahmed, presentó el audiovisual el 4 de enero en el Casal Obrer i Popular de Valencia, en un acto organizado por la Plataforma Valenciana de Solidaridad con el Pueblo Saharaui (PVSPS). El grupo de activistas surgió en 2009 para romper el bloqueo informativo que impone Marruecos. “Filmamos manifestaciones y difundimos información en árabe, inglés, francés y castellano para que el mundo sepa qué está ocurriendo; hemos ido aprendiendo sobre el terreno, por necesidad”, explica el redactor y fotógrafo.

    Los comunicadores denuncian que han sido objeto de detenciones, encarcelamientos y torturas por parte de la ocupación marroquí. Ettanji Ahmed realiza tareas de sensibilización y difusión en el exterior; informa que el 28 de enero las fuerzas militares expulsaron a tres activistas de Pamplona, miembros de la Asociación Navarra de Amigos del Sáhara, que se hallaban en los territorios ocupados; y añade que la policía marroquí impidió el pasado 15 de enero al abogado Luis Mangrané –miembro del Observatorio Aragonés para el Sáhara Occidental- entrar en El Aaiún (en 2015 Mangrané ya fue expulsado cuando se dirigía al Sahara Occidental junto al fotógrafo Gervasio Sánchez).

    En la lista de saharauis perseguidos figura Mohamed Barkan, periodista detenido e interrogado por la policía marroquí a finales de enero; a este miembro de Equipe Media se le acusa de participar en una manifestación no autorizada en mayo de 2013. En la nómina de informadores represaliados está Mohamed Bambary, para quien el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas ha pedido la puesta en libertad; un tribunal de El Aaiún condenó al periodista a 12 años de prisión en 2015, pena reducida a seis en apelación. Al-Bambary fue detenido ese año en la comisaría de Dajla, donde se dirigió para renovar la cédula de identidad. Tras la celebración del juicio, en el que se denunciaron numerosas irregularidades, el activista inició una huelga de hambre.

    El pasado 30 de octubre otro periodista de Equipe Media, El Bachir Kadda, decidió suspender una huelga de hambre que ya duraba 43 días; condenado a 20 años por participar en la resistencia de Gdeim Izik (2010), sus familiares afirmaron que estaba sufriendo humillaciones y malos tratos en la prisión marroquí de Tiflet-2. Del colectivo Equipe Media forma parte asimismo Lekhfaouni Abdaiahi, otro de los 23 saharauis condenados -en julio de 2017- en el juicio por las movilizaciones en los campamentos de Gdeim Izik, al este de El Aaiún, reprimidas por la policía y el ejército de Marruecos con balas y gases lacrimógenos.

    En septiembre de 2018 la represión en los tribunales marroquís tuvo como víctimas a un periodista -Mohamed Salem Mayara- y un fotógrafo -Mohamed Aljomayaai-, los dos del Smara News; unos meses antes de la condena fueron encerrados en la llamada “prisión negra” de El Aaiún, por una supuesta participación en altercados; pero Equipe Media recogió, citando al activista Salek Batal, otra explicación: “Es una represalia contra el Smara News, ya que este medio ha podido –a pesar del cerco policial y militar- mostrar al mundo la realidad de la ciudad ocupada”.

    “Nos siguen, nos espían, nos amenazan y acosan a nuestras familias, nos roban nuestros equipos y nos agreden”, resumió el periodista saharaui Bachar Hamadi el tres de mayo, fecha en que la UNESCO celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Un día antes de la conmemoración, la policía de Marruecos detuvo a Laroussi Ndour, editor y fotógrafo de Bentili, uno de los medios que trabaja en el Sáhara Occidental además de Equipe Media, Smara News, Red de Activistas, Saharawi Center for Media (SCMC), Red Maizirat, Salwan Media o los corresponsales de la radio y la televisión nacionales.

    Sobre la represión y las persecuciones se impone la espiral del silencio. El informe de Equipe Media “Bocas y manos atadas en el Sahara” constata, entre las numerosas detenciones, la de cuatro periodistas de este medio independiente y la del fotógrafo catalán, Bernat Millet, el 9 de febrero de 2017; tras practicar las cinco capturas en El Aaiún, las autoridades marroquíes expulsaron al fotoperiodista de los territorios ocupados. Así, tal vez las circunstancias cambien según el caso, pero no el trasfondo del conflicto. A finales de diciembre la agencia oficial Sahara Press Service (SPS) dio cuenta del traslado del periodista y activista saharaui, Salah Eddine Lebsir, a la prisión marroquí de Bouzakarn. Su detención se produjo en 2015, por participar en manifestaciones pacíficas en la ciudad de Smara, y fue condenado a cuatro años de prisión, informa el comunicado. Durante los años de encarcelamiento, ha protagonizado varias huelgas de hambre.

    Pero no sólo se trata de la persecución de comunicadores. La Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara (CEAS), que reúne a más de 200 organizaciones del estado español, contabiliza y hace un seguimiento de los presos (políticos) saharauis: 51 reclusos repartidos en 11 cárceles de Marruecos en septiembre de 2018; en octubre el Colectivo de Defensores Saharauis de Derechos Humanos (CODESA) informó de la huelga de hambre iniciada por un grupo de presos “para protestar por la terrible y miserable situación en que se hallan, y a la que se suman los continuos malos tratos por parte de las autoridades de las prisiones”.

    En el acto organizado por la plataforma valenciana, Ettanji Ahmed informó de la muerte el 6 de febrero de un joven saharaui, Ahmed Salem Lamghaimad, tras prenderse fuego con gasolina en la zona de Guerguerat; en este paso fronterizo -entre el Sahara ocupado por Marruecos y Mauritania- prolifera el pequeño comercio, “del que son discriminados los comerciantes saharauis; de hecho, un oficial de aduanas marroquí le confiscó a Ahmed Salem las mercancías”, explica. Una semana antes, el joven comerciante “había organizado una ‘sentada’ para protestar por los maltratos policiales a los que fue sometido”, según informó la agencia SPS.

    La discriminación y los ataques se perpetran de diferentes modos. Ettanji Ahmed apunta que un colono marroquí mató a puñaladas –este mes de febrero- a un ciudadano saharaui en Dajla (cerca de esta ciudad ocupada, unos 50 ciudadanos saharauis han iniciado una protesta, acampados en jaimas, contra el “empobrecimiento” y la “marginación” al que les somete, según denuncian, las autoridades de Marruecos). “Continúa la represión de manifestantes saharauis en las zonas ocupadas”, tituló SPS una información del 5 de febrero sobre la “intervención brutal” de la policía marroquí frente quienes reivindicaban el “cese al bloqueo” de El Aaiún; la agencia añade que al activista Hammoud al-Laili, corresponsal de la televisión nacional saharaui, le fueron requisadas dos cámaras con las que pretendía grabar la movilización; fue detenido y “sometido a interrogatorio y hostigamientos” durante más de cuatro horas, remata la nota informativa.

    Resumen Latinoamericano

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, represión, derechos humanos,

  • El alumnado de Edra ofrece su mirada sobre la situación del Sáhara Occidental

    La exposición « Sahara visible » se inaugura este jueves a las 19 h en la sala César Martinell del Celler

    La Escuela de Arte y y Diseño edRa inaugurará este jueves 14 de marzo en El Celler la exposición Sahara visible, que recoge la visión de su alumnado sobre la situación del Sahara Occidental. La muestra, de carácter multidisciplinar, se podrá visitar hasta el 5 de abril en la sala Cèsar Martinell del equipamiento municipal.

    Sahara visible consta de catorce espacios donde conviven obras de diferentes disciplinas. Se pueden encontrar instalaciones, proyecciones, esculturas y zonas interactivas creadas por el alumnado de los talleres de edRa y de los ciclos formativos de Espacio Interactivos, Gráfica Interactiva y Serigrafía Artística, así como las colaboraciones en vídeo de los chicos y chicas del Instituto Duc de Montblanc.

    Las obras expuestas reflexionan y dialogan en torno al conflicto del Sahara Occidental y la realidad de los campos de refugiados. Los alumnos las han trabajado desde la perspectiva de sus respectivos estudios y a partir de un trabajo previo de sensibilización y documentación.

    En los últimos meses, los estudiantes y el profesorado de edRa han participado de los talleres Los muros de la vergüenza y Bajo la arena del desierto del grupo Eirene, han asistido a charlas a cargo del Esplai L’Agrupa de Molins de Rei y de Vacances en Pau, se han entrevistado con una persona saharaui e incluso han visitado un piso para niños saharauis enfermos gestionado por Sant Cugat amb el Poble Sahrauí (SCAPS).

    Con esta muestra, edRa da continuidad a su trabajo en educación en valores sociales y cívicos, especialmente visible en el montaje expositivo que organiza anualmente en El Celler. Sahara visible se enmarca, además, en los actos programados dentro del encuentro Ciudades Defensoras de los Derechos Humanos, que tendrá lugar en Rubí la primera semana de abril.

    La exposición se inaugurará este jueves a las 19 h con la presencia de la concejala del Área de Servicios a las Personas, Marta García, y se podrá visitar hasta el 5 de abril de forma gratuita en la sala Cèsar Martinell del Celler. La muestra irá acompañada de diversas actividades paralelas dirigidas a profundizar en el conflicto del Sahara Occidental.

    Ayuntamiento de Rubí, 12 Mar 2019

    Etiquetas : Sáhara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, Cataluña, Rubí,

  • Sáhara Occidental : Segunda mesa redonda en Suiza los días 21 y 22 de marzo

    Según « La Voz de América » que cita fuentes de la ONU, las partes beligerantes, el Frente Polisario y Marruecos, así como las dos partes interesadas, Argelia y Mauuritanie, recibieron una invitación por parte del enviado de las Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, Horst Kohler para una segunda mesa redonda los días 21 y 22 de marzo en Suiza.

    A diferencia de la primera mesa redonda celebrada a principios de diciembre en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra, tras seis años de ausencia de diálogo, está previsto que estos nuevos debates se celebren cerca de Ginebra en un lugar que aún no se ha hecho público.

    Según diplomáticos citados por VOA, la reunión se organizará siguiendo el mismo modelo que en diciembre, a puerta cerrada y a nivel de Ministros de Asuntos Exteriores para Argelia, Marruecos y Mauritania.

    « El objetivo es « profundizar » los primeros intercambios, tanto sobre la dimensión política como económica de la cuestión, dice uno de ellos de forma anónima, indicando que no espera « avances » en esta fase », añade.

    « Ya sería un « resultado positivo » si las discusiones tuvieran lugar en « el mismo contexto, la misma atmósfera, el mismo espíritu » que las de diciembre », recalcó.

    El ex presidente alemán Horst Kohler se reunió de nuevo en febrero y a principios de marzo por separado con las partes en conflicto para intentar avanzar hacia una solución política.

    Estas partes, las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad consideraron alentadora la mesa redonda de diciembre. Algunos de sus miembros evocaron una reanudación de diálogo « muy positiva ».

    El mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (Minurso), que garantizado el alto el fuego en la región desde 1991, expira en abril.

    Los Estados Unidos tal vez deseen prorrogarlo nuevamente por seis meses, en contra de la opinión de otros miembros del Consejo, sobre todo de Francia, que preferiría una renovación de un año.

    Por otra parte, Florence Parly, la ministra francesa de defensa declaró, en su discurso en la Conferencia de Seguridad de Munich, que el conflicto del Sáhara Occidental será ressuelto definitivamente antes del 2020.

    Florence Parly reiteró el compromiso de Francia con el organismo de la ONU para encontrar una solución justa y equitativa al conflicto del Sáhara con el fin de garantizar la paz y la tranquilidad en la región del Sahel y el Sáhara y promover, de esta manera, su desarrollo económico.

    Las declaraciones de la Ministra francesa no fueron del agrado de los marroquíes, que la consideran como el fin del apoyo de Francia a la voluntad de Rabat de establecer indefinidamente el statu quo. De ahí, el estado de nerviosismo que caracteriza a sus agitaciones en los últimos meses.

    Etiquetas : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, ONU, Horst Kohler, MINURSO,

  • Au Sahara occidental, la longue lutte pour l’autodétermination

    Considéré par l’ONU comme un territoire autonome, le Sahara occidental reste aujourd’hui occupé par le Maroc plus de 40 ans après le départ des Espagnols. Dans les camps de réfugiés sahraouis côté algérien, comme dans la partie du territoire contrôlé par le royaume marocain, défendre le droit à l’autodétermination du peuple sahraoui comporte des risques et la voie pour une résolution pacifique du conflit s’éloigne année après année.

    La route goudronnée traverse une zone désertique. Il faut passer un checkpoint de l’armée algérienne, plusieurs rond-points, avant d’arriver à ce qui ressemble à un village. Les habitations sont construites d’argile, certaines même de béton. A 1 800 kilomètres d’Alger, Bouchdour est l’un des camps de réfugiés mis en place en 1975 pour les Sahraouis. Dans la région, près de la ville algérienne de Tindouf, près de 150 000 personnes, détentrices du statut de réfugiés, vivent dans différents camps, contrôlés par le Front Polisario, l’organisation politique du Sahara occidental.

    Ce territoire, ancienne colonie espagnole, passe sous contrôle marocain en 1975, lorsque le roi Hassan II envoie 350 000 Marocains marcher vers le désert «pour ramener à la Patrie une terre que nous n’avons jamais oubliée», selon le monarque. Après la mort de Franco, l’Espagne avait abandonné ses colonies, tout en prônant l’autodétermination du Sahara occidental. A l’époque il est déjà connu que les sous-sol sont riches de phosphates.

    En 2015, l’ONG Oxfam lançait une campagne internationale pour souligner que le conflit durait depuis 40 ans, et qu’une génération entière était née dans les camps.

    Après seize années de guerre, entre le Front Polisario et le Maroc, un cessez-le-feu est signé en 1991. L’ONU propose un plan de paix prévoyant un cessez-le-feu et un référendum par l’intermédiaire de la Minurso (Mission des Nations unies pour l’organisation d’un référendum au Sahara occidental). Le Maroc contrôle les deux-tiers du Sahara occidental, qu’il appelle «Provinces du sud», et le Front Polisario contrôle le troisième tiers, appelé «Territoires libérés». Le cessez-le-feu promettait l’organisation d’un référendum qui n’a jamais eu lieu. Aujourd’hui, ce plan est toujours bloqué, notamment sur la question de l’établissement du corps électoral. Le Maroc n’est toujours pas reconnu comme puissance administrante par l’ONU. Le roi Mohammed VI a proposé l’octroi d’une plus grande autonomie au peuple sahraoui tout en gardant le contrôle militaire sur le territoire, la monnaie et les affaires étrangères. Une autonomie que rejette le Front Polisario qui revendique l’indépendance totale.

    Dans ce contexte, toute liberté d’expression semble compliquée. L’ONG française de défense des droits de l’homme ACAT documente depuis des années les atteintes à la liberté d’expression et les tortures subies par les militants des droits de l’homme et les activistes sahraouis. Selon l’association, 177 manifestations pacifiques ont été réprimées par le Maroc en 2014 et 84 violations de la liberté d’expression et d’association ont été recensées entre 2014 et 2016. Le dernier cas documenté par l’ONG ACAT évoque le sort des 21 militants et activistes arrêtés en 2010 dans le cadre du démantèlement du camp de Gdeim Izik. Cette année-là, 20 000 Sahraouis dressent un camp en protestation contre les discriminations dont sont victimes les Sahraouis de la part du pouvoir marocain. Le camp est évacué de force le 8 novembre 2010, les affrontements qui s’en suivent à Laayoune font neuf morts parmi les forces de l’ordre. En juillet 2017, les 19 Sahraouis encore emprisonnés ont été condamnés à de lourdes peines, plus de trente ans de prison, alors même que leurs avocats n’ont pas pu les représenter dans des conditions normales. Dans un rapport, l’ACAT explique notamment que durant le procès « les accusés ont refusé d’assister aux audiences et de se livrer à ce qu’ils estiment être une parodie de justice. Leurs avocats marocains et sahraouis se sont retirés et leurs avocats français ont été destitués d’office, deux d’entre eux ayant même été violemment expulsés de la salle d’audience ».

    L’option de la guerre gagne du terrain dans les esprits

    Dans les camps de réfugiés en Algérie, la précarité des conditions de vie dans cette région est dramatique. En 2016, des inondations ont détruit une grande partie des camps. Mais les jeunes sahraouis ont la possibilité de quitter ces camps. «Des voyages sponsorisés par des Etats et des partenaires étrangers permettent aux réfugiés sahraouis de voyager à l’étranger plus que la plupart des habitants du Sahara, explique Hannah Amstrong, chercheur à Alger, dans le World Policy Journal. Les enfants se rendent dans des camps de vacances en Espagne, et ceux qui ont la vingtaine sont envoyés étudier à l’étranger, faire médecine à Cuba, faire des école d’ingénieur en Algérie, et des sciences politiques en Afrique du Sud».

    Le Front Polisario a principalement bâti sa politique sur le lobbying et la résistance pacifique. Pourtant aujourd’hui, à Bouchdour, c’est l’option de la guerre qui gagne du terrain dans les esprits. «J’ai fui le Maroc en 2005 pour l’Algérie, lorsqu’il y a eu des manifestations dans les territoires occupés. J’ai été arrêté et torturé, je ne pouvais pas marcher. Des passeurs m’ont emmené en Mauritanie, et j’ai pu être hospitalisé en Algérie, raconte un enseignant quarantenaire. Il n’y a pas d’autre solution que la guerre. Je veux que les Marocains ressentent ce que j’ai ressenti en 2005. Je suis prêt à donner ma vie pour ça».

    Au mois de novembre, dans les camps, il fait encore 30 degrés. Mohamed* porte une chemise à carreau. Etudiant en communication, il pense lui aussi que la guerre est la solution pour le Sahara Occidental. «Je ne fais pas confiance, ni au Maroc, ni à l’Algérie, ni à l’ONU. Ils ont tous leurs propres intérêts dans ce conflit. Notre gouvernement (le Front Polisario) nous répète de rester calmes, mais moi, je ne peux plus entendre ça. Dès qu’on nous dira d’aller en guerre, on partira. Nous sommes prêts».

    * le prénom a été modifié

    Tags : Maroc, Sahara Occidental, Front Polisario,

  • Le Sahara-Occidental, d’hier à aujourd’hui

    Avec 1200 km de côtes, le Sahara-occidental (SO) détient des ressources halieutiques, minières et pétrolières qui attirent les convoitises, au premier rang desquels figure le Maroc. Après avoir été colonisé en 1884 par l’Espagne, le Royaume s’est approprié le SO en 1975. Il l’a fait en même temps qu’il annexait ce territoire considéré comme « non autonome » depuis le vote de la résolution 2072 à l’Assemblée générale de l’Organisation des Nations unies (ONU) en 1965. Divisée, la « communauté internationale » a laissé le Maroc prendre possession de ce territoire de deux cent soixante-dix mille kilomètres carrés « frontalier » de la Mauritanie, de l’Algérie et du Maroc. Depuis, le Front Polisario dénonce les « pillage » incessants des ressources et le mépris du « peuple du Sahara occidental ». À travers un reportage en 4 volets, le JI tente de revenir sur l’histoire du conflit. Qui sont les Sahraouis ? Quelles sont leurs origines ? Quelles sont leurs différences avec les Marocains ?

    Les Sahraouis sont un peuple d’origine amazighe, vivant dans le désert du Sahara sur un territoire qui s’étendait des côtes atlantiques jusqu’en Mauritanie et en Algérie. A l’arrivée des Espagnols à la fin du XIXe siècle, ces nomades étaient principalement des éleveurs de dromadaires. Les Reguibats, une des tribus les plus puissantes, possédaient jusqu’en 1947 plus de 40 000 bêtes. Ils établissaient leur campement en fonction des saisons, et cela leur a valu le surnom de « hijos de las nubes », fils des nuages.

    Mais les guerres se sont succédées, les expulsions, la répression de l’administration coloniale espagnole, les regroupements forcés ont entraîné la destruction d’une majorité des troupeaux. Cela a entraîné une exode rurale de la population qui s’est faite manière plus ou moins volontaire. Aujourd’hui, la majorité de la population est urbaine, que ce soit à Laayoune, Dakhla ou Boujdour, les principales villes côtières.

    Les Sahraouis, une unité récente

    Le peuple sahraoui regroupe différentes tribus, c’est-à-dire des familles ayant un ancêtre commun. Les Reguibats, les Teknas, les Ouled Delim, les Ouled Tidaarin ou les Laarousyins sont les principales. Cette structure tribale joue encore aujourd’hui un rôle important dans les relations entre les individus.

    Quant au nom de « Sahraoui », il est seulement apparu après la colonisation. Les Espagnols les ont successivement appelés « los nativos », les natifs, et « las gentes del Sahara », les gens du Sahara. Peu à peu, pour désigner l’ensemble de la population du territoire, le terme « Sahraoui » s’est finalement imposé.

    Cependant, la notion de « peuple sahraoui » est discutée, voire contestée. Cette identité s’est forgée et renforcée lors des luttes pour l’indépendance. C’est devenu un enjeu central, puisque la notion même de droit à l’autodétermination, avancé par l’ONU, s’appuie sur le concept de « peuple ». Alors que pour les indépendantistes l’expression est évidente, elle est beaucoup moins pour le gouvernement marocain qui considère « le peuple sahraoui » comme une création politique.

    Les origines d’un conflit…

    Les origines du conflit sont difficiles à établir. Mais la colonisation a commencé à révéler les prémices du conflit. En 1884, les Espagnols ont établi une colonie, à la différence du protectorat français au nord. Les revendications d’indépendance ont véritablement débuté à partir de 1956, alors que le processus de décolonisation avait lieu en Afrique, à l’image du Maroc. Mais le Sahara espagnol n’avait pas vocation à acquérir son indépendance. En 1965, l’ONU a néanmoins reconnu le droit à l’autodétermination pour le peuple sahraoui.

    La création du Front Polisario, ou Frente Popular de Liberacion de Saguia el Hamra y Rio de Oro, en 1973, soutenu par l’Algérie, marque le début du conflit. Il demande alors la fin de la colonisation espagnol et revendiquent l’indépendance du Sahara. La demande du FP est entendue en juillet 1974 : l’Espagne se retire officiellement du territoire et exprime sa volonté d’organiser un référendum. Hassan II, roi du Maroc, s’y oppose et met en évidence la « marocanité » du Sahara.

    Le problème est alors porté devant la Cour Internationale, qui rend son rapport le 16 octobre 1975 : elle estime que les liens d’allégeance des tribus envers le royaume du Maroc existent, mais que le droit à l’autodétermination prime. Elle déclare aussi qu’une majorité de la population est favorable à l’indépendance. En réaction à cela, Hassan II organise une marche vers le sud, appelée la marche verte, le 6 novembre 1975. Elle réunit près de 35 000 Marocains, et marque le début d’une « occupation pacifique », dans le Nord du Sahara. Le Sud quant à lui est rattaché à la Mauritanie, jusqu’en 1979.

    … À son enlisement

    Parallèlement à ces événements, la République arabe sahraouie démocratique (RASD) est créé en 1976, avec le soutient de l’Algérie. Débute alors une guerre civile entre les deux États frontaliers. De nombreux sahraouis quittent le pays pour les camps de réfugiés situés à Tindouf en Algérie. Un mur est construit entre 1980 et 1987 pour séparer en deux parties le territoire revendiqué.

    Un plan de paix est établi en 1988 par l’ONU. Par la suite, une mission de maintien de la paix est mise en place à partir de 1991, appelée MINURSO. Elle tente encore aujourd’hui, et cela depuis plus de vingt ans, d’organiser un référendum. Elle se heurte à un certain nombre de difficultés. Notamment le recensement de la population ayant le droit de voter. Cependant, elle est de plus en plus critiquée par la communauté internationale : c’est la seule mission de maintien de la paix qui ne recense pas les violations des droits de l’homme à la fois dans le territoire revendiqué et dans les camps de réfugiés.

    Au Sahara Occidental : des violations courantes des droits de l’homme [2/4]
    Avec 1200 km de côtes, le Sahara-Occidental (SO) détient des ressources halieutiques, minières et pétrolières qui attirent les convoitises, au premier rang desquels figure le Maroc. Après avoir été colonisé en 1884 par l’Espagne, le Royaume s’est approprié le SO en 1975. Il l’a fait en même temps qu’il annexait ce territoire considéré comme « non autonome » depuis le vote de la résolution 2072 à l’Assemblée générale de l’Organisation des Nations unies (ONU) en 1965. Divisée, la « communauté internationale » a laissé le Maroc prendre possession de ce territoire de deux cent soixante-dix mille kilomètres carrés « frontalier » de la Mauritanie, de l’Algérie et du Maroc. Depuis, le Front Polisario dénonce les « pillage » incessants des ressources et le mépris du « peuple du Sahara occidental ». À travers un reportage en 4 volets, le JI tente de revenir sur l’histoire du conflit. Dans ce deuxième article, il est question de la violation des droits de l’Homme dans les territoires revendiqués par la RASD.

    Après le mouvement des « printemps arabes » en 2010 et 2011, le Maroc a adopté une nouvelle constitution, représentant une réelle avancée en matière de droits humains et de libertés dans le pays. Mais pour une grande partie de la population sahraouie, ils sont bafoués et ne représentent qu’un idéal lointain. Ainsi, la liberté d’expression, d’association et de réunion est à la fois reconnue comme principe et paradoxalement restreinte constitutionnellement. La constitution empêche la création de partis politiques qui peuvent porter atteinte à l’intégrité du territoire et à l’unité nationale par l’article 7. Les partis sahraouis en faveur de l’autodétermination n’ont donc pas d’existence légale. Les rassemblements ne sont pas autorisés, les manifestants arrêtés et souvent torturés. L’accès aux territoires revendiqués est souvent restreinte pour les journalistes étrangers, les défenseurs des droits de l’homme et les militants. De plus, les expulsions sont y sont fréquentes.

    Une avancée a néanmoins été soulignée : en 2015, l’Association sahraouie des victimes des violations graves des droits de l’Homme a été officiellement autorisée. C’est la première fois qu’une association plus ou moins favorable au droit à l’autodétermination a été reconnue au Maroc par les autorités centrales.

    Des violences fréquemment commises contre les Sahraouis

    Les observateurs internationaux et d’organisations internationales œuvrant en faveur des droits humains, telles qu’Amnesty International ou Human Right Watch, dénoncent régulièrement des « traitements inhumains », ou des actes de tortures, commis par les forces de sécurités contre la population sahraouie.

    De nombreux manifestants ont été arrêtés au cours de rassemblements en faveur de l’autodétermination, et ont ensuite été passés à tabac. Ce sont parfois des mineurs, qui sont alors relâchés au milieu du désert à plusieurs dizaines de kilomètres des villes les plus proches. Les mauvais traitements dérivent vers des actes de torture, et de nombreux anciens prisonniers racontent les coups de bâton, les menottes, les ongles arrachés, les décharges électriques ou encore les viols à la bouteille.

    « Les policiers m’ont bandé les yeux. Ils m’ont menottés les poignets et les chevilles à une barre d’où ils m’ont suspendu, les bras dans le dos et le corps tourné vers le sol. L’un d’entre eux s’asseyait sur mon dos et riait. Ils m’ont roué de coups. J’avais des plaies ouvertes jusqu’aux os à cause des menottes » raconte Lamine, arrêté à Boujdour en 2013.

    Impunité des autorités et défaillances de la justice

    La justice marocaine ferme le plus souvent les yeux contre les pratiques employées contre les personnes arrêtées. Les autorités et les forces de sécurité bénéficient d’une impunité, et sont soutenus par une grande partie de l’administration. Ainsi, les personnels des hôpitaux refusent de faire des examens médicaux, examens sans lesquels il est impossible d’engager une enquête contre les individus qui recourent à la torture. Youssef, arrêté le 6 mai 2013 à Sidi Ifni, a déclaré avoir subi des actes de torture. Lorsqu’il a été appelé à comparaître devant le juge à l’issu de sa garde-à-vue, le procureur a déclaré qu’il s’était lui-même cogné contre le mur.

    Ces accusations reviennent régulièrement, tant de la part des populations sahraouies que des organisations internationales et des ONG. Sans pour autant que les autorités marocaines changent de manière significative leurs pratiques.

    Au Sahara Occidental : des tensions ravivées sans cesse 

    Avec 1200 km de côtes, le Sahara-Occidental (SO) détient des ressources halieutiques, minières et pétrolières qui attirent les convoitises, au premier rang desquels figure le Maroc. Après avoir été colonisé en 1884 par l’Espagne, le Royaume s’est approprié le SO en 1975. Il l’a fait en même temps qu’il annexait ce territoire considéré comme « non autonome » depuis le vote de la résolution 2072 à l’Assemblée générale de l’Organisation des Nations unies (ONU) en 1965. Divisée, la « communauté internationale » a laissé le Maroc prendre possession de ce territoire de deux cent soixante-dix mille kilomètres carrés « frontalier » de la Mauritanie, de l’Algérie et du Maroc. Depuis, le Front Polisario dénonce les « pillage » incessants des ressources et le mépris du « peuple du Sahara occidental ». À travers un reportage en 4 volets. Dans ce troisième article, le JI revient sur les dernières tensions entre les acteurs d’un conflit qui s’enlise.

    Le procès des manifestants de Gdim Izik dure depuis plus de cinq ans. Depuis, des tensions se manifestent de part et d’autre des frontières. Les événements se sont déroulés il y a maintenant plus de sept ans. En 2010, une vague de manifestations avaient été organisées pour dénoncer les problèmes économiques et sociaux dans les régions du Sud du Maroc. A Gdim Izik, non loin de Laayoune, la principale ville du Sahara, entre 8 000 et 15 000 personnes avaient établi un campement.

    Le 8 novembre, après des négociations avec la police, une partie des manifestants avaient accepté de quitter le camp et de rejoindre pacifiquement Laayoune. Mais d’autres ont refusé. Des affrontements entre les forces de polices et des Sahraouis ont alors éclatés à Gdim Izik, sur la route menant à Laayoune et dans la ville elle-même. Selon les Forces publiques, dix policiers ont été tués, ainsi que deux civils. Suite à ces événements, près de deux cent personnes ont été arrêtées, voire torturées pour une partie d’entre eux selon les témoignages.

    Parmi eux, vingt-quatre personnes, qualifiées dans un rapport de « bande criminelle visant à exercer la violence contre les hommes de la force publique pendant leur service, allant jusqu’au meurtre, et ayant participé à de telles violences et ayant profané un cadavre », ont été transférées à Rabat pour être interrogées et jugées.

    L’ONU dénonce les conditions du procès

    Le rapporteur de l’ONU déplore une véritable enquête, les procès-verbaux ayant été signés sous la torture selon les accusés. Et les zones d’ombres se multiplient : certains affirment ne pas avoir participé aux manifestations en 2010, ils dénoncent des interrogatoires sur leurs actions politiques et non sur Gdim Izik, les accusations reposent sur des vidéos sur lesquelles les accusés ne sont pas identifiables, et ni les noms des victimes, ni les causes de la mort et ni les empreintes ont été divulguées.

    Au niveau international, c’est la tenue-même du procès qui est questionnée. Les accusés sont jugés par un tribunal militaire. Or, la déclaration universelle des droits de l’Homme est on ne peut plus clair concernant un jugement. Il doit se faire « en pleine égalité, à ce que sa cause soit entendue équitablement et publiquement par un tribunal indépendant et impartial, qui décidera, soit de ses droits et obligations, soit du bien-fondé de toute accusation en matière pénale dirigée contre elle »

    Condamnés une première fois en 2013, un nouveau procès s’est tenu en 2016, puis en 2017. Les uns dénoncent un procès inéquitable, l’absence de témoins et de preuves à charge, les autres critiquent le tournant politique que prend le procès et le manque de respect pour les familles de victimes. Rien n’est moins sûr que Gdim Izik est devenu une question emblématique du conflit.

    Le retour du Maroc au sein de l’Union Africaine

    L’autre source de tension, relève de la position tenue par l’Union Africaine. Suite à la reconnaissance de la RASD en 1982, le Maroc s’était retiré deux ans après pour exprimer son désaccord. Son retour en 2017 marque un tournant dans l’histoire du conflit. Mais il a également ravivé les tensions. Si de nombreux États étaient en faveur du retour du royaume chérifien dans l’organisation panafricaine, l’Algérie et l’Afrique du Sud s’y sont opposées au nom de la défense du droit à l’autodétermination pour le peuple sahraoui.

    D’un côté, le Maroc a félicité cette avancée diplomatique, et espère trouver une place de leader sur le continent africain. De l’autre, les représentants des sahraouis ont critiqué ce retour du Maroc « sans conditions », alors que celui-ci exigeait l’exclusion de la RASD depuis 1984.

    Le Maroc affirme néanmoins à long terme vouloir parvenir à isoler l’Algérie et exclure la RASD de l’Union Africaine. Mais les voies pour y parvenir sont limitées. Selon l’Acte Constitutif de l’UA, seul un État dont le gouvernement « accède au pouvoir par des moyens anticonstitutionnels » ou qui décide de quitter volontairement l’organisation peut être exclus. La troisième voie, plus détournée, consiste à modifier la constitution de l’organisation et en la faisant ratifier par les deux tiers de l’assemblée.
    Entre tensions et accords, la question du Sahara divise encore et toujours, et aucun des partis n’est prêt à faire de compromis.

    Le Sahara: la course à la reconnaissance

    Avec 1200 km de côtes, le Sahara-Occidental (SO) détient des ressources halieutiques, minières et pétrolières qui attirent les convoitises, au premier rang desquels figure le Maroc. Après avoir été colonisé en 1884 par l’Espagne, le Royaume s’est approprié le SO en 1975. Il l’a fait en même temps qu’il annexait ce territoire considéré comme « non autonome » depuis le vote de la résolution 2072 à l’Assemblée générale de l’Organisation des Nations unies (ONU) en 1965. Divisée, la « communauté internationale » a laissé le Maroc prendre possession de ce territoire de deux cent soixante-dix mille kilomètres carrés « frontalier » de la Mauritanie, de l’Algérie et du Maroc. Depuis, le Front Polisario dénonce les « pillage » incessants des ressources et le mépris du « peuple du Sahara occidental ». À travers un reportage en 4 volets. Dans ce quatrième et dernier article, le JI revient sur le statut juridique, du Sahara Occidental aujourd’hui, de part et d’autre des clivages.

    Pour le royaume chérifien, le Sahara Occidental fait partie intégrante de l’État marocain. Pour le gouvernement, les Sahraouis constituent une partie de l’identité du pays. La Constitution de 2011, qui représente par ailleurs une réelle avancée pour les droits et les libertés au Maroc, affirme dès son préambule « son unité forgé par la convergence de ses composantes arabo-islamiques, amazighe et saharo-assanie » qu’elle s’engage à défendre. L’unité nationale s’est donc constituée autour de grandes composantes : l’identité arabo-islamique, l’identité amazighe, c’est-à-dire berbère, et l’identité saharo-hassani. Ainsi, « l’Etat œuvre pour la préservation du hassani, en tant que partie intégrante de l’identité culturelle marocaine unie » -le hassani est le dialecte parlé par les Sahraouis, jusqu’en Mauritanie, au Mali, au Niger et en Algérie, fortement influencé par l’arabe classique-.

    Ainsi, le roi est autorisé à réagir à toutes actions qui remettent en cause le territoire marocain tel qu’il est revendiqué aujourd’hui, que ce soit durant des manifestations menées par des associations ou lors de réunions de partis politiques en faveur de l’auto-détermination. Cela explique l’inexistence de partis ou d’associations sahraouis dans les territoires revendiqués. Tout mouvement qui remet en cause l’unité nationale est donc illégal du point de vue de la législation marocaine.

    Pour les autres acteurs du conflit, le Sahara est un territoire occupé
    Les autres acteurs du conflit, à savoir le Front Polisario, l’Algérie et la Mauritanie, affirment que le Sahara est « la dernière colonie », expression employée lors d’un documentaire tournée dans les camps de réfugiés à Tindouf en Algérie.

    Le Front Polisario, ou Frente Popular de Liberacion de Saguia el Hamra y Rio de Oro, se réclame comme le mouvement de libération nationale du Sahara. Depuis sa création dans les années 1970, il a mené des actions armées et des guérillas contre les forces militaires marocaines dans les zones revendiquées. En 1976, soutenu par l’Algérie, il proclame la RASD, la République Arabe Sahraouie Démocratique, dont le gouvernement a trouvé refuge dans les camps de Tindouf. Celle-ci est reconnue successivement par l’Algérie en 1976 et par la Mauritanie en 1984. Selon le Front Polisario, le Maroc « occupe » le Sahara afin d’exploiter les ressources naturelles du territoire, en particulier le phosphate, les réserves pétrolières et halieutiques.

    Au niveau international, la reconnaissance du SO entre division et compromis

    Au niveau international, la question du Sahara divise plus qu’elle ne rassemble. Mais cette division est aussi complexe : certains soutiennent le Maroc, d’autres la RASD. Certains reconnaissent le droit d’autodétermination tout en ne reconnaissant pas la RASD, et d’autres ne souhaitent pas se positionner dans le conflit. A cela s’ajoutent les opinions qui se modifient en fonction des gouvernements à la tête des Etats. Ainsi, officiellement, 83 Etats soutiennent le droit d’autodétermination des Sahraouis, dont 42 ne reconnaissent pas la RASD et 35 la reconnaissant. Par exemple, l’Union Européenne soutient les processus engagés en faveur d’un référendum, mais elle ne reconnaît pas le Front Polisario en tant qu’entité politique. Sa position est d’autant plus ambiguë qu’en décembre 2016, la Cour Européenne de Justice a déclaré dans un rapport que le Maroc n’était pas souverain sur le territoire du Sahara Occidental, et que par conséquent, la commercialisation en Europe de produits venant de ces territoires n’était pas autorisée.

    L’ONU a quant-à elle reconnue le Sahara Occidental comme un territoire non-autonome sous son contrôle depuis 1963. Le territoire est aujourd’hui scindé en deux, entre le Maroc à l’Ouest qui en possède 80%, et la RASD à l’Est dans la partie désertique.

    Quant-à la France, sa position est également difficile à cerner. D’un côté elle se positionne officiellement comme un acteur neutre dans le conflit, mais de l’autre elle a été impliquée dans la guerre qui a opposé le Front Polisario au Maroc à la Mauritanie, aux côtés de ces derniers. Par ailleurs, elle a menacé en 2009 et 2010 d’utiliser au sein du Conseil de Sécurité de l’ONU son veto afin d’empêcher la création d’un organe de la MINURSO chargée de contrôler les droits de l’homme.

    Les acteurs étatiques et politiques se positionne aujourd’hui pour l’un ou l’autre des parties, mais plus de quarante ans après le début du conflit, l’identité du Sahara est toujours discutée.

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    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, MINURSO, ONU,

  • L’Iran, un argument usé par le Maroc

    Décidémment, le pouvoir au Maroc manque cruellement d’imagination. Depuis près de deux décennies, ses méthodes et arguments n’ont pas changé d’un iota. La menace chiite et le lobby sioniste sont ses principales armes contre la lutte du peuple du Sahara Occidental.

    En moins de 10 ans, Rabat a rompu deux fois avec l’Iran et les délégations sionistes continuent de défiler dans ce pays dont le roi est censé être le « Commandeur des C royants » et président du Comité Al-Qods, la ville sainte que le souverain vendrait au prix d’une promesse d’un soutien dans sa volonté de s’approprier définitivement les nombreuses richesses du territoire sahraoui.

    A plusieurs reprises, Mohammed VI a tenté de rencontrer le président américain Donald Trump. Ce dernier refuse en raison des 12 millions de dollars offerts à la campagne électorale de Hillary Clinton. Mais ce qui est plus grave aux yeux du palais royal, c’est la tentative de Washington de mettre fin au statu quo qui prévaut depuis plus de 27 ans au Sahara Occidental. Trump menace de suspendre le financement de la MINURSO s’il n’y a pas de progrès dans les négociations.

    Ainsi, les autorités marocaines ont sorti de nouveau leurs armes politiques dans la portée ne va pas au-delá de la longueur de leur nez : la menace iranienne et le lobby sioniste.

    L’argument du « prosélytisme chiite sur son territoire et dans la diaspora marocaine » étant caduque, le Maroc agite désormais un argument aussi rocambulesque qu’absurde en prétendant que le parti libanais pro-iranien, le Hezbollah, s’est infiltré dans les camps des réfugiés sahraouis à Tindouf pour former les combattants sahraouis et leur remettre des missiles anti-aériens sophistiqués. Un jeu politique qui n’est pas vraiment une surprise. Mais c’est une vilaine façon de dire au président américain : « N’oublie pas qu’on avec toi et que tu peux compter sur nous ». Il les ignore au moment où Mohammed VI veut récupérer la place de l’Arabie Saoudite dans l’Islam sunnite et jouer le médiateur entre le monde arabe e Israël.

    Tags : Maroc, Sahara Occidental, Iran, Polisario, Hezbollah,

  • Sahara Occidental : Seconde table ronde à Genève le 21 et 22 mars 

    Selon de sources diplomatiques sahraouies, la seconde table ronde réunissant le Front Polisario et le Maroc sous l’égide de l’Envoyé de l’ONU pour le Sahara Occidental aura lieu le 21 et 22 mars 2019 dans la banlieue de Genève.

    En vue de réussir cette rencontre, l’ancien président allemand, Horst Köhler, s’est réuni fin février à Paris avec une délégation marocaine conduite par le ministre des affaires étrtangères, Nasser Bourita. Le 4 et 5 mars, Köhler s’est reuni à Berlin avec la délégations des négociateurs sahraouis présidé par M. Khatri Addouh, le président du Parlement sahraoui.

    Cette réunion permettra au médiateur onusien de préparer de la matière pour son le rapport qu’il devra présenter au mois d’avril devant le Conseil de Sécurité lors de sa réunion périodique sur le conflit du Sahara Occidental.

    Les Etats-Unis menacent d’interrompre le financement de la MINURSO si aucun progrès n’est enregistré dans les negociations bilatérales.

    Tags : Sahara Occidental, Maroc, Polisario, ONU, négociations, MINURSO, Horst Köhler,

  • Nueva reunión entre Marruecos y el Frente Polisario prevista para el 21 y 22 de Marzo

    Un nuevo encuentro se prevé entre Marruecos y el Frente en presencia de los dos países vecinos, Argelia y Mauritania en calidad de observadores.

    El encuentro tendrá lugar el 21 y 22 de Marzo en las cercanías de Ginebra bajo el auspicio del Enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, el ex-presidente alemán Horst Köhler.

    Durante los preparativos, Horst se reunió en París a finales de Febrero pasado con una delegación marroquí presidida por el Ministro Nasser Bourita. El día 5 y 6 de Marzo lo hizo con los negociadores saharauis.

    A finales de Abril, tendrá lugar la reunión periódica bianual del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el Sáhara Occidental.

    Estados Unidos amenaza con interrumpir la financiación de la MINURSO (la misión onusina que opera en la antigua colonia española) si no se registran progresos en las negociaciones.

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