Catégorie : Sahara Occidental

  • La misión de la ONU en el Sáhara sigue sin recibir a su jefa nombrada en mayo

    La misión de la ONU en el Sahara Occidental (Minurso) tiene una nueva jefa, la canadiense Kim Bolduc, nombrada el pasado mayo por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pero sigue en estos momentos en Nueva York y se desconoce cuándo llegará a la sede en El Aaiún. 
    Javier Otazu
    Rabat, 23 oct (EFE).- La misión de la ONU en el Sahara Occidental (Minurso) tiene una nueva jefa, la canadiense Kim Bolduc, nombrada el pasado mayo por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pero sigue en estos momentos en Nueva York y se desconoce cuándo llegará a la sede en El Aaiún.
    Según dijeron a Efe fuentes de la Minurso en El Aaiún, « no hay fecha precisa » para la llegada de Bolduc, quien continúa en Nueva York en este compás de espera y a la que se aguardaba en la zona para finales de julio.
    En ausencia de Bolduc, el mando ha sido asumido de forma interina por el jefe militar de la misión, el comandante indonesio Emamedín Mulyono, mientras la Minurso « sigue trabajando con normalidad », recalcaron las fuentes.
    Estas fuentes no quisieron pronunciarse sobre las razones de la tardanza de Bolduc en asumir el cargo.
    Sin embargo, los motivos fueron expuestos recientemente por el ministro marroquí de Exteriores, Salahedín Mezuar, quien eligió un diario local para exponerlas el pasado septiembre.
    Mezuar se quejó de que Marruecos « no había sido consultado » por la ONU a la hora de nombrar a Bolduc y dio a entender que no aceptaría su llegada hasta que se resolvieran « muchas aclaraciones » sobre su mandato.
    El mandato de la Minurso, creada en 1991, consiste teóricamente en supervisar el alto el fuego y preparar un referéndum de autodeterminación en el territorio, pero este último cometido ha sido ya descartado por Marruecos.
    El 8 de octubre, el representante permanente adjunto de Marruecos ante la ONU, Abderrazak Laassel, enumeró ante la Comisión de Descolonización cuáles son ahora las tareas que Rabat considera tiene la Minurso sobre el terreno.
    Estas labores se limitan a vigilar el alto el fuego, desactivar minas de guerra y promover medidas de confianza en apoyo del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), « y en particular las visitas entre familiares saharauis » que viven bajo administración marroquí o del Frente Polisario en Tinduf.
    En aquella entrevista con un periódico, Mezuar advirtió además de que el enviado especial del secretario general de la ONU para el Sáhara, el estadounidense Christopher Ross, no sería recibido en Marruecos hasta que Rabat obtuviera respuestas « escritas » a la petición de « aclaraciones sobre los límites de su misión ».
    Las relaciones de Marruecos con Ross no son precisamente cordiales: en mayo de 2012 el Gobierno de Rabat anunció que le « retiraba su confianza » por su « comportamiento desequilibrado y parcial » en el tema del Sahara Occidental, pero recibió una bofetada diplomática cuando Ban Ki-moon desoyó sus argumentos y confirmó al estadounidense en el cargo.
    Las relaciones de Ross con el Gobierno marroquí han sido desde entonces cuando menos distantes.
    El enviado especial ha realizado varias giras más por la región en un espíritu de « construcción de medidas de confianza » entre las partes, pero ha negado tener en la mano un nuevo « plan de arreglo » para el territorio.
    En privado, Ross, que no viaja a la zona desde enero de 2014, ha confiado a algunos interlocutores su pesimismo sobre una solución ante la enorme distancia entre las partes, Marruecos y el Frente Polisario.
    Al disgusto de Rabat con Ross se une la preocupación de Marruecos por que vuelva a la palestra una propuesta que en su momento (2013) Estados Unidos presentó ante el Consejo de Seguridad (y luego retiró por presiones de Rabat y sus aliados) para ampliar el mandato de la Minurso a la vigilancia de los derechos humanos.
    Aquella propuesta fue más tarde retomada a su manera por el propio Ban Ki-moon, quien el pasado abril, en vísperas de la renovación del mandato de la Minurso, apoyó « un mecanismo independiente, duradero e imparcial » de vigilancia de los derechos humanos en el Sahara y Tinduf.
    Ese mecanismo que proponía Ban no fue mencionado en la resolución para ampliar el mandado de la Minurso y dio la impresión, una vez más, de que Marruecos se salía con la suya.
    Una impresión que debe ser errónea ante el enésimo « impasse » en que se encuentra el contencioso del Sahara y la propia Minurso. EFE
  • Marruecos hostiliza periodista y ofrece viajes a políticos

    El pueblo saharahui, en el Sahara Central del Africa,fue invadido y expulsado en 1975 a un exilio en el desierto, la cárcel al aire libre más grande del mundo, rodeada por un muro militar de más de 2,720 kilómetros construido por Marruecos, que ha expoliado los recursos de una nación considerada “no autónoma” , y que explota a los habitantes cautivos, cambiándoles la identidad.
    El periodista peruano Ricardo Sánchez Serra viene desde hace muchos años denunciando el abuso y la arbitrariedad del Reino de Marruecos en artículos periodísticos, foros internacionales, incluida la propia ONU, y está siendo víctima de una hostilización permanente por parte de la embajadora de ese país monárquico árabe, Oumama Aouad, que se ha permitido cursar cartas a los medios de comunicación y a los distintos lugares donde labora el hombre de prensa, exigiendo que se le despida y que no se publiquen sus puntos de vista.
    LOBBYS Y DÁDIVAS
    Por otro lado, sin embargo, congresistas y otras personas públicas disfrutan de viajes sufragados para que no vean, no escuchen y no opinen de lo que pasa en el Sahara. Estas invitaciones, que no son más que lobbies y están prohibidas en muchos países, se disfrazan sutilmente al aducir que se efectúan “por razones culturales”.
    En una oportunidad, Sánchez Serra recurrió a un ex Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, a quien mostró pruebas del acoso de la embajadora, que escribió al Municipio donde laboraba y al Arzobispado, donde también ejercía su derecho al trabajo, exigiendo que se le despida o que se rectifique pues “sus opiniones podrían ser malinterpretadas” por su legación diplomática, como una “postura oficial” del lugar de trabajo del periodista. ¿Resultado? El congresista a Marruecos en viaje por invitación, y el asunto durmiendo con el mismo entusiasmo que los expedientes en el Poder Judicial.
    Y no es el único parlamentario, por si acaso. Hay varios que han salido a expresar su convenida condena al hombre de prensa y a alabar las virtudes marroquíes, olvidando al parecer que, en estos días de globalización, para un periodista es muy simple cruzar información y averiguar qué nación invita a quién, por cuanto tiempo, con o sin gastos pagados, y luego corroborar y reconfirmar con las líneas aéreas y agencias de viaje, como con la Dirección de Migraciones. Total. No tiene de malo. La población tiene derecho de supervisar a sus empleados ¿no? Y un congresista no es ni más ni menos que eso.
    LA VERDAD DE LA MILANESA
    Para las Naciones Unidas, el Sahara Occidental (que otrora fuera una colonia española y que fuera invadido posteriormente por Marruecos) es un territorio en proceso de descolonización. Sus habitantes son la única población árabe de habla hispana. Los saharauis que pudieron huir del genocidio perpetrado por los invasores marroquíes se instalaron en campos de refugiados, en cuyos territorios constituyeron la Republica Arabe Saharaui Democrática, reconocida por más de 84 países del mundo y miembro de la Unión Africana.
    Sánchez Serra ha explicado en numerosos escritos que la autodeterminación a la que tiene derecho el pueblo saharaui ha sido reconocida por no solo por la Resolución 1514 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, sino también por el Tribunal de La Haya, que señaló que “el Sahara Occidental no tiene vínculo territorial con Marruecos”. Otras Resoluciones de la ONU y de su Consejo de Seguridad piden la retirada de Marruecos, deploran la ocupación, reconocen la legitimidad de la lucha saharaui
    En el IV Comité de Descolonización de la ONU, reunido en Nueva York en octubre del 2013, sostuvo que era fundamental que se aplique un referéndum en el territorio ocupado para que se logre la independencia y se ponga fin a una invasión que ha separado injustamente a miles de familias, en el que se violan sistemáticamente los derechos humanos, se impide estudiar a las jóvenes saharauis, se explota la pesca, los fosfatos y el petróleo, han envenenado lo pozos de agua del desierto, se prohíbe a los que viven en territorio ocupado que usen las vestimentas tradicionales de su cultura, se ha destruido patrimonio cultural arqueológico y museológico, y en el colmo hasta los niños son calificados con notas bajas en los colegios sólo porque son saharauis y no marroquíes.
    Sánchez Serra ha explicado en numerosos escritos que la autodeterminación a la que tiene derecho el pueblo saharaui ha sido reconocida por no solo por la Resolución 1514 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, sino también por el Tribunal de La Haya, que señaló que “el Sahara Occidental no tiene vínculo territorial con Marruecos”. Otras Resoluciones de la ONU y de su Consejo de Seguridad piden la retirada de Marruecos, deploran la ocupación, reconocen la legitimidad de la lucha saharaui
    En el IV Comité de Descolonización de la ONU, reunido en Nueva York en octubre del 2013, sostuvo que era fundamental que se aplique un referéndum en el territorio ocupado para que se logre la independencia y se ponga fin a una invasión que ha separado injustamente a miles de familias, en el que se violan sistemáticamente los derechos humanos, se impide estudiar a las jóvenes saharauis, se explota la pesca, los fosfatos y el petróleo, han envenenado lo pozos de agua del desierto, se prohíbe a los que viven en territorio ocupado que usen las vestimentas tradicionales de su cultura, se ha destruido patrimonio cultural arqueológico y museológico, y en el colmo hasta los niños son calificados con notas bajas en los colegios sólo porque son saharauis y no marroquíes.
  • LA REVOLUCIÓN DE LA CULTURA

    Música, cine, arte, literatura. Contra el olvido, contra la sinrazón, contra los ojos que no quieren ver y los oídos que no quieren escuchar, contra quienes quieren enmudecer a un pueblo que nunca se ha rendido.
    Música, cine, arte, literatura. A favor de unos jóvenes que tensan el arco de la cultura y lanzan partituras, documentales, fotografías, pinturas, libros… Flechas certeras hacia la diana de la libertad.
    En los campamentos de refugiados saharauis está surgiendo una generación que se siente atraída por el mundo del arte en todas sus manifestaciones, que apoya y se involucra en todos los proyectos culturales que, en los últimos años, han ido tomando forma en las distintas wilayas.
    La Escuela de Formación Audiovisual Abidin Kaid Saleh, las Bibliotecas Bubisher, la Escuela de Música y la Escuela Saharaui de Arte, son claros ejemplos de que algo muy especial está ocurriendo allí donde muchos creen que solo se mueve el siroco. Se equivocan quienes así piensan, porque la voz de los poetas saharauis se une a las notas de su música, se refleja en sus documentales, se manifiesta en sus creaciones artísticas y su suma amplifica un grito unánime de libertad.
    En el medio de esa nada que es la hamada, se están levantando los cimientos y los pilares de una verdadera revolución cultural.
    Con su esfuerzo y nuestro apoyo, se desplomarán los muros . Todos los muros, los que aíslan, los que avergüenzan, los que ciegan la salida hacia el futuro.
  • Una nutrida marcha clama contra el ‘muro de la vergüenza’ del Sáhara Occidental

    Unas 200 personas reclaman la demolición de esta barrera militar de 2.720 kilómetros, la más extensa del mundoLos saharauis demandan la implicación de la comunidad internacional para solucionar un problema que dura 34 años.
    EN CIFRAS
    2.720KILÓMETROS DE MURO
    El muro del Sahara Occidental tiene una longitud superior a los 2720 km construidos por Marruecos entre 1982 y 1987 en el Sahara Occidental. Es una zona militar construida con el fin evitar las incursiones del Frente Polisario e impedir la vuelta de los refugiados saharauis al territorio ocupado por Marruecos. Se considera “el mayor obstáculo militar operativo del mundo” según algunos analistas internacionales.
    ESTRUCTURA
    Es un conjunto de seis muros de arena y piedra de entre dos y tres metros de altura. Está protegido por búnkers, zanjas, parapetos, trincheras, alambradas, minas y sistemas electrónicos de detección y defendido por más de 160.000 soldados marroquíes. Cada 5 kilómetros del muro hay una base militar de alrededor de 100 soldados. Distintos grupos de radares fijos y móviles, de un alcance de entre 60 y 80 kilómetros, están colocados a lo largo del muro. Según algunas fuentes, Marruecos gasta dos millones de dólares diariamente para mantener el muro.2.500
    VÍCTIMAS
    El muro representa una amenaza continua a la seguridad debido a los 7 millones de minas sembradas a lo largo de su extensión además de grandes cantidades de restos explosivos de guerra y municiones en racimo. Las víctimas de las minas ascienden a 2.500.
    BOJADOR (ARGELIA) –
    Cerca de 200 personas, autóctonos y visitantes, protagonizaron el pasado día 12 una manifestación en el Sáhara Occidental para reclamar el fin del muro de la vergüenza que separa los territorios ocupados por Marruecos, de los territorios liberados de la República Árabe Democrática Saharaui (RADS). Un muro que recorre 2.720 kilómetros, que supone la mayor barrera militar existente en el mundo y que, sin embargo, apenas ocupa titulares en la prensa internacional. Coincidiendo con la fiesta de la unidad nacional saharaui que tuvo lugar el día 12 de octubre, la plataforma Gritos Contra el Muro organizó una jornada en la que se reclamó el fin de esta barrera levantada por Marruecos en distintas fases desde hace 34 años y que divide a la población saharaui en dos. Precisamente para conmemorar y denunciar estas más de tres décadas de partición, representantes de la Asociación de Víctimas de las Minas (Asavim) colocaron ante el muro 34 flores como continuidad de la obra Una mina, una flor del artista Moulud Yeslem.Un miembro de la asociación reclamó en su discurso la necesidad de la implicación de la comunidad internacional en este conflicto. “Los países deben presionar a Marruecos para que se termine con la vigencia de este muro. Supone una gran inseguridad para toda la zona del Magreb y para toda la paz internacional”, destacó. Al término de la manifestación se lanzaron globos con el eslogan La independencia del Sahara es posible y se celebró un acto en una jaima habilitada en el desierto del Sáhara Occidental. Todo bajo un estricto control para que los participantes, que atravesaron en caravana más de 80 kilómetros en el desierto, no se salieran del perímetro de seguridad habilitado ante el peligro que suponen las minas antipersona que están sembradas por toda la zona.Entre los asistentes se encontraban reconocidas personalidades como el presidente de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias (CEAS) con el Sáhara, Pepe Taboada; el activista prosaharaui navarro Carlos Cristóbal, o los parlamentarios de la Cámara Vasca, Juan Carlos Ramirez-Ecudero, del PNV, y Diana Urrea de EH Bildu, así como el cooperante andaluz Pepe Oropesa. “Estamos aquí para que Marruecos nos escuche y sean conscientes de que el pueblo saharaui no está solo”, apuntó Taboada, en nombre de CEAS, grupo que organizó un viaje desde España y en el que participaron cerca de 40 personas.
    HISTORIA 
    En los años 70 y en el marco de los fuertes enfrentamientos entre el pueblo saharaui y Marruecos por el Sáhara Occidental, y ante el avance de las victorias del Frente Polisario, el rey Hassan II de Marruecos, aconsejado por franceses, estadounidenses e israelíes, ordenó construir una inmensa línea de muros defensivos cuyo levantamiento se hizo en seis fases y duró siete años.Hoy en día, las consecuencias de este muro son tan evidentes como que, de facto, parte en dos un país y aísla y separa los territorios ocupados de las zonas liberadas y de todo el mundo. Los 2.720 kilómetros sirven a Marruecos también para consolidar la ocupación del territorio como un hecho consumado y para negar la existencia de territorios liberados administrados por el Polisario y la RADS. Además de la influencia económica, ecológica y humanitaria, el muro tiene un gran impacto social porque daña el tejido de la sociedad saharaui y divide a sus familias entre las zonas ocupadas y los campamentos de refugiados.Con el mismo objetivo que construyó el muro, Marruecos sembró con más de 7 millones de minas el terreno que le rodea para evitar los acercamientos. Hoy, pese a no haber conflicto armado, todas esas minas y restos de guerra siguen presentes y cobrándose víctimas cada año.
  • Palencia : 500 chandals para el Sahara

    La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Palencia ha recibido una donación de 10 cajas de ropa deportiva del colegio « Los Agustinos » de Madrid. En total, 500 chandal que serán evniados al Centro de Secundaria de Dajla, en los Campamentos de Refugiados Saharauis de Argelia.
    Así, señalan desde la asociación, « los 425 alumnos y los 30 profesores del Centro de Secundaria de Dajla, en los Campamentos de Refugiados Saharauis de Argelia, construido por esta Asociación en 2011, con financiación de la Excma. Diputación Provincial de Palencia, tendrán su equipamiento deportivo, gracias a las gestiones realizadas por miembros de esta AAPSP ».
  • El Polisario denuncia que hay 5 millones de minas antipersonas en el Sahara

    Argel, 21 oct (EFE).- Cinco millones de minas antipersonas están diseminadas en territorio del Sahara Occidental, afirmó hoy en Argel el embajador del Frente Polisario Brahim Ghali, quien acusó aMarruecos de su colocación.
    Durante la inauguración de una exposición fotográfica, Ghali aseguró que estas minas han provocado víctimas entre los saharauis, entre ellas mujeres y niños, aunque no dio cifras.
    La ONU indica que, tras dieciséis años de lucha (1975-1991) entre Marruecos y el Frente Polisario, las minas antipersonas han causado más de 2.500 muertos a ambos lados de los territorios administrados por cada parte en el Sahara Occidental.
    Marruecos acusa también al Polisario de la colocación de minas, aunque sin ofrecer datos concretos.
    El enfrentamiento entre las partes duró hasta 1991, cuando la mediación de la ONU logró que éstas aceptasen un alto el fuego y un plan de conciliación que incluía la realización de un referéndum de autodeterminación del Sahara, que no ha llegado a celebrarse.
    Desde que España abandonó en 1976 el Sahara Occidental, los marroquíes controlan dos tercios occidentales del territorio y la franja superior del norte, mientras que el Frente Polisario domina el lado oriental, fronterizo con Argelia y Mauritania.

    https://es.noticias.yahoo.com/polisario-denuncia-5-millones-minas-antipersonas-sahara-190918227.html

  • Marruecos intenta situar la reunión del Consejo de Seguridad en un clima de tensión artificial

    Desde hace unos tres meses, los dirigentes marroquíes perdieron la esperanza de ver al Secretario General de la ONU ceder ante sus exigencias de descartar todo cambio en las prerrogativas de la MINURSO y renunciar a la aplicación del Capítulo VII en el tratamiento del conflicto del Sáhara Occidental.
    Desde entonces, Rabat utiliza todo tipo de estratagemas para dar la impresión de que está dispuesto a todo por el territorio saharaui. España vive la presión marroquí en su carne. Abandonado por París, Marruecos intenta reemplazar su apoyo por el de España.
    Otro de los métodos marroquíes es amenazar con prender fuego en toda la región. Primero poniendo trabas a los buenos oficios argelinos para devolver la paz a Malí. Segundo, amenazando con una guerra contra Argelia.
    Desde hace unos meses, y con más precisión desde el nombramiento de un Enviado Especial de la Unión Africana para el Sáhara Occidental, la campaña contra Argelia ganó en intensidad. Desde que el ministro de asuntos exteriores marroquí, Salaheddine Mezouar, dijo que su “conflicto no es con el Polisario sino con Argelia”, añadiendo que “Argelia utiliza todos los medios financieros y logísticos para contrarrestar los esfuerzos de Marruecos en aras de encontrar una solución”.
    En declaraciones ampliamente repetidas por la prensa marroquí, Mezouar dijo que “el tono con Argelia debe cambiar et dejar de un lado la flexibilidad habitual”. Y eso que, después de tantos derrapes verbales y ataques mediáticos, a Marruecos ya sólo le queda recurrir a las ametralladoras y a los cañones. Es como si los marroquíes quisieran pasar del discurso diplomático al de las armas.
    Con este motivo, Marruecos busca todos pretextos, incluso los más ridículos, para levantar la polémica con Argelia. En eso, la maquinaria de propaganda marroquí no falta de experiencia.
    En este marco entra la última escena creada por el Majzén en la frontera con Argelia. Rabat montó un escenario digno de las películas de Hollywood. No hace falta recordar que la verdadera causa de la reacción desproporcionada de Rabat se busca en la agenda de las reuniones del Consejo de Seguridad. La del 27 de octubre, consagrada al Sahara Occidental asusta a Marruecos. El incidente fronterizo sirvió de pretexto para intentar situar la reunión en un clima de tensión artificial.
  • Marruecos teme que el gobierno sueco reconozca la RASD

    Parece ser que en Marruecos la posibilidad de que Suecia reconozca oficialmente a la RASD preocupa a las autoridades de Marruecos.
    En diciembre del 2012, el parlamento sueco aprobó una resolución que apela su gobierno, de derechas en aquel entonces, a reconocer a la República Saharaui. Pero desde septiembre pasado, la izquierda es la que gobierna y el pasado 5 de octubre, Suecia se convirtió en el primer país occidental que da el paso de reconocer al Estado palestino. Una decisión que siembra la cizanía en Marruecos y que se refleja en el contenido del boletín interno del parlamento marroquí sobre su reunión del Lunes 20 de Octubre en la que decidió enviar una delegación parlamentaria a Suecia para “realizar encuentros con sus homólogos suecos con el fin de contrarrestar las presiones ejercidas sobre el gobierno sueco para reconocer a la RASD”.
    Según los marroquíes, el gobierno de Stefan Lofven se encuentra bajo presión de sus aliados de la izquierda.
    La sociedad civil sueca, la izquierda en especial, es muy sensible a la cuestión del Sáhara Occidental. Incluso dentro del partido que gobierna actualmente hay un gran número de simpatizantes de la causa saharaui.
    El Sáhara Occidental es una antigua colonia española invadida, en 1975, por Marruecos con el apoyo de Francia.
  • Marruecos explora petróleo ilegalmente en el Sáhara Occidental

    Marruecos explora petróleo en el Sáhara Occidental, tanto en alta mar como en tierra, a pesar de que la ONU ha declarado que esta actividad es ilegal, informa la organización Western Sahara Resource Watch (WSRW). El 29 de enero de 2002, el entonces Secretario General Adjunto para Asuntos Legales de la ONU, Hans Corell, indicó al Consejo de Seguridad que “si se producían más actividades de exploración y explotación en contra de los intereses y deseos del pueblo del Sáhara Occidental, todas ellas constituirían una violación de los principios del derecho internacional.
    WSRW afirma que, a pesar de ello, Marruecos mantiene la búsqueda de petróleo. La empresa petrolera del estado marroquí, ONHYM, ha concedido cinco licencias para la exploración y explotación de petróleo en el Sáhara Occidental. Ninguna de las empresas implicadas ha buscado nunca el consentimiento del pueblo que vive en el territorio, cosa que sería un requisito mínimo de cara a la legalidad, de acuerdo a la opinión legal de las Naciones Unidas.
    La empresa Kosmos Energy Offshore Morocco HC (una subsidiaria de la empresa Kosmos Energy Ltd, registrada en Bermuda), cuenta con una licencia para la exploración petrolera en el bloque de alta mar de Bojador. Se trata de una licencia continuación de la que originalmente obtuvo la firma Kerr-McGee. Las primeras perforaciones están programadas para noviembre de 2014.
    La petrolera francesa Total SA tiene adjudicado el bloque Anzarane, más al sur, que es el mayor de todos los bloques petrolíferos de la costa saharaui. Total ha firmado licencias para la misma zona durante 2001, 2002, 2003, 2011, 2012 y 2013; y ha llevado a cabo costosas prospecciones en las costas del territorio ocupado.
    Tanto la estadounidense Kosmos como Total firmaron declaraciones conjuntas con la compañía estatal petrolera marroquí, ONHYM, afirmando que mantenían un entendimiento mutuo acerca de que estas empresas llevarían adelante la producción en el futuro. Una tercera empresa petrolera implicada es Teredo Oils.
    Las empresas San Leon Morocco Ltd y Longreach Oil and Gas Ventures, ambas del Reino Unido, mantienen junto con la ONHYM dos licencias de exploración en tierra. La primera en la cuenca de Tarfaya, en la parte noroccidental del Sáhara Occidental. La zona se compone de exquisitos materiales con propiedades de petróleo (“petróleo de esquisto bituminoso”).
    La segunda licencia corresponde a la de Zag y se encuentra en la parte noreste del Sáhara Occidental, en la frontera con Marruecos. Según las empresas involucradas, Zag podría contener depósitos de gas. El propio estado marroquí a través de su empresa ONHYM está llevando a cabo exploraciones en territorio de Bojador. Ya han ejecutado estudios sísmicos y posibles perforaciones.
    El Frente POLISARIO ha denunciado repetidas veces la perforación de petróleo y gas en la costa saharaui, lo que considera un “robo de las riquezas del Sáhara Occidental por la ocupación marroquí con la complicidad de corporaciones multinacionales”.
    A primeros de septiembre el Polisario pidió a Kosmos el cese de la perforación y en julio el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz, dijo en una carta al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que este tipo de actividades, además de ser ilegal, constituye un grave desafío a una solución política del conflicto saharaui.
    WSRW es una coalición internacional no gubernamental compuesta por organizaciones que trabajan en pro de la protección y preservación de los recursos naturales del Sáhara Occidental para el uso por sus dueños legítimos, el pueblo saharaui. Investiga y realiza campañas sobre empresas extranjeras involucradas en el Sáhara Occidental. Comenzó sus actividades en 2004 en Escandinavia, Holanda y Reino Unido y actualmente está en más de 30 países.
  • Un rey en mora

    Por Emilio Cárdenas (cardenas@eldiario.com.uy)
    .Al rey de Marruecos, Mohammed VI, le gusta salir a caminar en “blue jeans”. Como uno más. Por esto, los corresponsales extranjeros que cubren lo que sucede en su reino lo han apodado gráficamente: “King Cool”, que podría traducirse en el Río de la Plata como el “Rey Canchero”.
    No obstante, la realidad es generalmente bastante más compleja. El joven rey está absolutamente en mora en cuanto tiene que ver con la vigencia de las libertades individuales y de los derechos humanos (particularmente respecto de los “saharawis”, esto es del pueblo originario del Sahara Occidental, territorio que permanece ilegalmente ocupado por Marruecos), así como respecto de la democracia misma.
    Ahora, lo que no es demasiado sorprendente, los “jihadistas” lo tienen como uno de sus muchos blancos y enemigos. Lo que cada vez debería preocuparle más, ante el sostenido avance de los movimientos fundamentalistas en el norte de África. Sin demasiados controles.
    Las protestas callejeras -como en tiempos de su padre, Hassan II- son reprimidas duramente y los disidentes que se animan a hablar en público van a parar con sus huesos a la cárcel. Poco ha evolucionado Marruecos en ese sentido con el cambio de monarca.
    Tras quince años de reinado, Mohammed VI sigue siendo un líder autoritario y, más aún, represivo. Y, también como su duro padre, recurre frecuentemente al humo que levanta al proponer presuntas reformas constitucionales en dirección a ampliar el margen de libertad que, apenas cosméticas, pronto se frustran contra una dura realidad que ciertamente no cambia: la del autoritarismo. Las promesas de apertura del monarca marroquí muy pocas veces se concretan. Son, en general, biombos. Apenas eso.
    En ese escenario, la presencia de la oposición crece. Los desafíos al monarca también. Pero muchos son, simplemente por eso, acusados de terrorismo y terminan en las cárceles del reino. Selectivamente. Para peor, los jueces no son independientes, sino que actúan con frecuencia como meros agentes sumisos al poder. Muchos de ellos, entonces, son poco y nada confiables en materia de defensa de los derechos humanos.
    El monarca ha enfrentado sucesivamente a los políticos opositores, a los sindicalistas, a las organizaciones de la sociedad civil y, ahora, a los islamistas. En el camino, se ha llenado de enemigos. Demasiado. Lo que preocupa. Pero, por ahora al menos, ha tenido buen éxito en transmitir la imagen de que su reino está, poco a poco, derivando hacia el mayor respeto de las libertades individuales y los derechos humanos. Aunque la realidad es muy distinta. Particularmente cuando se trata de perseguir a los “saharawis” que reclaman los derechos soberanos y de auto-determinación que les corresponden respecto del Sahara Occidental. A quienes, por lo demás, se reprime constantemente, sin mayores fronteras, ni reparos en la acción.
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    Fuente: El Diario
    * EXEMBAJADOR DE LA REPÚBLICA ARGENTINA ANTE LAS NACIONES UNIDAS.