La resistencia del pueblo saharaui

Hay incidentes que pueden marcar un punto de coyuntura en la historia, que pueden hacer un llamado al mundo sobre una situación hasta el momento mantenida en un limbo, en una zona de silencio y que despierta a voces la conciencia del mundo.

La escalada de violencia que se ha desencadenado contra la población saharaui por parte de la monarquía alauita de Marruecos, es un episodio que se espera que sirva de un nuevo impulso para la liberación definitiva del Sáhara Occidental, o de la llamada República Árabe Saharaui.

Pero es bueno hacer un poco de historia.

Hasta mediados del siglo IXX, la tierra saharaui, está totalmente libre de la ocupación extranjera. Las relaciones con España se limitaron en su mayoría a cuestiones sobre pesca, el interés español en el territorio del Sahara Occidental principalmente estaba determinado por su deseo de proteger el archipiélago canario, situado frente a las costas saharauies.

En 1934, los jefes de las dispersas y nómadas tribus saharauis firman su sometimiento amistoso a los españoles, que empiezan desde entonces a denominara la zona como “Sahara Español”. La ocupación efectiva de todo el territorio del Sáhara por la administración española será en 1936, aunque España lleva ya 50 años en la región.

España ingresa en las Naciones Unidas en 1955, por lo que debe someterse a los principios del organismo en materia de descolonización.

Durante la década de los años 50 y 60, unos setenta países asiáticos y africanos consiguieron su independencia.

Sin embargo, la actitud española fue la de intentar ganar tiempo para eludirla.

En 1963 el Comité Especial de Descolonización de Naciones Unidas incluía el Sahara Occidental en la relación preliminar de regiones del mundo a las que se debía aplicar la Declaración sobre la independencia a países y territorios coloniales.

En 1965 la ONU proclamó el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui e instó a España a que agilizara su descolonización.

Años antes, el Rey de Marruecos había manifestado su intención de anexionarse los territorios del Sahara Occidental.

A principios de los años 70 y ante la presión internacional, España decidió convocar un referéndum de autodeterminación con la elaboración del censo de la población de Sáhara Occidental.

La fecha para el referéndum fue 1975 y a partir de ese momento comenzaron las presiones de Marruecos y de las demás potencias coloniales para hacer lento el proceso.

En 1973 se forma el Congreso Constitutivo del Frente por la Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro, conocido como Frente Polisario.

El 12 de mayo de 1975, una Comisión de la ONU viaja al territorio saharaui y comprueba que “el Polisario es la única fuerza política dominante en el territorio y que la inmensa mayoría del pueblo desea la independencia”.

Pero durante ese mismo año, y en medio del proceso de la transición en España con la muerte de Franco, el Gobierno español en flagrante traición a los acuerdos, y por presiones de Henry Kissinger secretario de Estado de Washington, entrega el territorio de Sáhara Occidental a Mauritania y Marruecos.

El pueblo saharaui, que nunca ha aceptado el robo que se hizo de su tierra, a la sumisión prefirió el exilio en medio de un desierto riguroso donde la comunidad internacional lo tiene confinado desde hace ya tres décadas, y los que quedaron en su territorio siguen ejerciendo la resistencia ante la invasión colonial. Esta es la resistencia que ha estallado estos días y que se activó con un reclamo de mejoras sociales de vivienda y trabajo para la población saharaui.