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  • Sahara: Las soluciones al conflicto pasan por el referéndum

    EL FRENTE POLISARIO SÓLO LO REPRESENTA EN FUNCIÓN DE LA CONSECUCIÓN DEL REFERÉNDUM

    Luis de Carlos Calderón

    La política, edificada en los hechos consumados, se constituye en una de las graves injusticias reiteradas a lo largo de la historia. Los organismos internacionales deberían evitar ser cómplices de esta dinámica pero, en algunas ocasiones, lo son pues el no imponer todos lo medios para la resolución de un problema convierte su dejadez o inoperancia en un pecado de omisión o en una torpeza imperdonable. Cuando las violaciones adquieren, por razón de su continuidad en el tiempo, una pretendida legitimidad, el fracaso de los mecanismos correctivos, ideados por el derecho internacional, se hace patente. Los gobernantes marroquíes son conscientes de este devenir histórico que, paciente como inmoralmente, proyectan sobre el invadido territorio de la nación saharaui. Las armas del ejército alauita son importantes, pero ninguna como el tiempo y el interés económico de otras naciones reflejado, por ejemplo, en la firma del tratado de pesca entre Marruecos y la UE que infringe el Derecho Internacional al no respetar los derechos del pueblo saharaui. Cuando los colonos marroquíes se impongan en el día a día, a la par que la ONU se “fatigue”, querrán entonar el consumatum est.

    Es curioso, en este sentido, que se haya decidido favorablemente la realización de un referéndum, sabiéndose que la posición de Marruecos no es el respeto ni a los tratados ni a los compromisos ni a la decisión de un pueblo sino, siempre, la imposición de su criterio por la vía de los hechos consumados. Razón por la cual, nunca se celebrará la consulta al pueblo a no ser que aquellos organismos internacionales adopten medidas disuasorias incluidas las militares, presencia masiva de cascos azules, como han hecho con otros territorios. Así el Plan de Paz de la ONU, que se proponía como « objetivo fundamental » permitir al pueblo del Sahara Occidental ejercer su derecho a la autodeterminación, sin restricciones, optando por la independencia o la integración en Marruecos u otras posibilidades a través del citado referéndum, siempre estará abocado al fracaso: 26 de enero de 1992, 14 de febrero de 1995, 7 de diciembre de 1998… fechas en las que se había decidido su celebración son la manifestación de la táctica obstruccionista de Marruecos.

    En justicia, sólo el pueblo saharaui, disperso entre las tierras invadidas por Marruecos (46%), los campamentos de refugiados (44%), Mauritania (8%) y otros (2%), es el que debe decidir sobre su futuro. El Frente Polisario sólo lo representa en función de la consecución del Referéndum, de tal manera que no puede darse otra salida que no pase por su celebración. Las soluciones barajadas, en torno al referéndum, tanto por los planes emanados de Organismos internacionales como los elaborados por las partes en conflicto como las sugeridas por expertos, teniendo en cuenta la historia, geografía, etc., son variadas y algunas, cuando menos, pintorescas. Podríamos sintetizarlas en siete:

    I.- Soluciones injustas por presuponer, antes del Referéndum, la Soberanía de Marruecos sobre el Sahara.

    1.- Autonomía temporal y, posterior, referéndum. Admitir tal posibilidad supone mediatizar la consulta impidiendo un mínimo de libertad en el proceso de autodeterminación. Los poderes soberanos suponen que el Sahara forma parte de Marruecos. No se puede pedir a todo un pueblo bombardeado, exiliado y torturado que reconozca, previamente a la consulta y aunque sea con carácter temporal, a quien ha cometido tales fechorías.

    2.- Autonomía permanente bajo la soberanía del Estado Marroquí. El pueblo no tendría opciones en orden a otra posibilidad. Sólo autonomía sí o no.

    II.- Soluciones justas por respetar el derecho de autodeterminación en referéndum, bajo la protección de la ONU, que necesitaría de sucesivas fases para evitar la manipulación de Marruecos:

    1.- Independencia absoluta con la totalidad del territorio que fue Provincia de España hasta su abandono.

    2.- Integración en otra nación como región, comunidad autónoma, etc.

    3.- Configuración como Estado: Libre Asociado, confederado o federado a Mauritania, España, Marruecos o Argelia.

    4.- División del territorio en dos partes: Marruecos retendría para sí la zona rica del norte la que le correspondió tras la firma de un Tratado Internacional de fronteras, el 14 de abril de 1976, con Mauritania por el que se repartieron, ilegalmente, el territorio después de que el Sultanato no respetara otras ilegalidades contenidas en los Acuerdos de Madrid en los que se instituyó una administración temporal tripartita que debía haber concluido el 28 de febrero de 1976. Mauritania abandonando su parte y reconociendo al Frente Polisario, contempla como el 11 de Agosto de 1979 las tropas marroquíes toman por la fuerza la capital Dajla (Villa Cisneros), continuando la política alauita su camino de ilegalidad en ilegalidad aunque las mismas sean contradictorias entre sí. Este territorio tiene una extensión de unos 90.000 km².

    5.- Y por pedir, independencia absoluta partiendo de la historia y la geografía: el sur del río Dra, es el Sahara Occidental. Por tanto, incluyendo Cabo Juby, con la recordada localidad de Villa Bens o Tarfaya, 20.000 km², comprendidos entre el citado río Dra y el paralelo 27º 40′. Territorio que España se vio obligada a ceder a Marruecos en 1958 por un anacrónico tratado de 1912, que habría que haber denunciado, entre Francia, dominadora de la situación en aquel entonces, y la débil y liberalista España.

    Fuente : Diario Ya, 6 ago 2019

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, referéndum, autodeterminación, autonomía, ONU,

  • El apoyo a los saharauis :Una cuestión de principio para Argelia

    Como todos los años, Boumerdes, desde ayer, alberga la universidad de verano de cuadros saharauis y el Frente Polisario. Esta décima reunión se celebra bajo el signo « Los pueblos saharaui y argelino: fraternidad, compromiso y fidelidad ». ¿Pero realmente necesitamos recordar el compromiso de los argelinos con los saharauis?

    Para Argelia y su pueblo es una cuestión decidida desde hace 40 años. Registrado desde 1966 en la lista de Territorios no autónomos, y por lo tanto elegible para la implementación de la Resolución 1514 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que lleva la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, el Sáhara Occidental es la última colonia en África, ocupada desde 1975 por Marruecos. Una colonización que Argelia no puede aceptar para seguir siendo fiel a sí misma. Pero mientras su posición la expone a muchos « reproches », Argelia no deja, sin embargo, de recordar que su apoyo a los saharauis emana de un principio inmutable.

    Argel apoya ni más ni menos que el derecho a la autodeterminación de un pueblo que se niega a ser colonizado. Y mientras la cuestión del Sáhara Occidental esté establecida en términos de descolonización, no puede ser de otra manera. Que las otras partes involucradas en este conflicto no estén dispuestas a entender es al menos perjudicial en la medida en que este malentendido, o peor aún, la negativa a cumplir con el derecho internacional, retrasa la solución de un conflicto que ha durado demasiado.

    ¿Hay que ser realmente ciego para no ver que esta solución que buscan las Naciones Unidas solo se puede encontrar a través del ejercicio, por parte del pueblo del Sahara Occidental, de su derecho inalienable e imprescriptible a la libre determinación?

    No hay otras salidas. Marruecos, que cree que el tiempo juega a su favor, parece olvidar que un pueblo determinado a obtener su independencia nunca renunciará y que frustrará todas las maniobras iniciadas para disuadirlo de seguir su lucha.

    Rabat debe saber que no tiene más remedio que negociar directamente, sin condiciones previas y de buena fe con el Frente Polisario. Es esta la vía que llevará a una solución política, justa, duradera y mutuamente aceptable. Y tal solución debe permitir la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental.

    Nadia K.

    Fuente: El Moudjahid, 27 jul 2019

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, Argelia, autodéterminación, descolonización,

  • « Abandonné illégalement par l’Espagne, envahi et opprimé par le Maroc : le cas du Sahara occidental est unique au monde »

    Interview du procureur d’Alicante, Felipe Briones

    Le procureur anticorruption d’Alicante, Felipe Briones, en sa qualité de secrétaire général de l’Association internationale des juristes pour le Sahara occidental, passe en revue les dernières nouvelles sur le conflit dans un territoire dont il rappelle que l’Espagne demeure la puissance administratrice.

    Felipe Briones est la figure emblématique du combat contre le fléau de la corruption dans la province d’Alicante en Espagne. Il a traité de nombreux dossiers comme celui de l’affaire Brugal* et il en a d’autres en cours comme procureur anti-corruption. Né en 1959 à Ifni, quand c’était encore une province espagnole, il s’installe rapidement au Sahara espagnol, « où j’apprends à aimer », dit-il. Avec l’invasion marocaine au moment de la célèbre Marche Verte de 1975, il est contraint de partir, ayant assisté à la création du Front Polisario ou à l’arrivée de la Mission des Nations Unies. Mais Briones est aussi connu pour sa dénonciation constante de l’injustice qui afflige ce territoire au sud du Maghreb et qu’il exprime en tant que secrétaire général de l’Association internationale des juristes pour le Sahara occidental. Nous avons passé en revue avec lui les derniers développements d’un conflit enkysté après une conférence qu’il a donné à Villena intitulée « La responsabilité de l’Espagne envers le peuple sahraoui ».

    D’un point de vue juridique, quelle est la responsabilité de l’Espagne vis-à-vis du Sahara occidental ?

    La responsabilité de l’Espagne à l’égard du Sahara occidental peut être déduite du droit international et du droit interne espagnol. Du point de vue du droit international, tous les territoires non autonomes du monde, qui sont actuellement au nombre de 17, ont besoin d’une autorité administrative de jure, c’est-à-dire une autorité de droit, qui en même temps informe le Secrétaire général de l’ONU sur les conditions de vie dans ce territoire non autonome et sur les investissements que le pouvoir colonial effectue en matière de santé, d’éducation, sociale et économique afin de percevoir l’avancée et le progrès des conditions sociales de ces habitants et, en outre, comment le pouvoir colonial soutient les mouvements de libération pour qu’à l’avenir ceux-ci puissent commander un référendum ou une négociation avec le pouvoir afin que ce territoire non autonome puisse se prononcer sur son propre destin. C’est le cadre international.

    Sur les 17 territoires non autonomes, ce n’est que dans le cas du Sahara que l’autorité administrative de jure, à savoir l’Espagne, ne coïncide pas avec la puissance qui l’administre et l’occupe de facto, à savoir le Maroc. Ça n’est le cas dans aucun des 16 autres territoires. Naturellement, dans aucun de ces 16 pays, il n’y a de violation systématique des droits humains, le mouvement de libération a mené une guerre contre le pouvoir qui l’occupe, dans le cas du Sahara pendant 16 ans, et dans aucun de ces 16 pays, le pouvoir colonial ne bloque sine die la tenue d’un référendum. Le cas du Sahara est unique au monde, c’est un ghetto où l’on ne peut ni entrer ni sortir et où la violation des droits fondamentaux est devenue une politique systématique de la part de la puissance occupante.

    La puissance occupante en termes de droit international est un euphémisme pour parler d’invasion. L’occupation de facto pour le droit international est illégale si elle se perpétue dans le temps. L’occupation manque d’un statut juridique et politique et c’est ce qui se passe avec le Maroc au Sahara depuis 1975 quand il l’a envahi militairement sans aucune justification juridique, historique ou politique.

    Le droit international interdit à une puissance coloniale d’abandonner ce territoire avant que sa population ne s’autodétermine en organisant un référendum. La puissance coloniale ne peut abandonner unilatéralement le territoire qu’elle administre. Pour cette raison, l’abandon déclaré par l’Espagne à la fin du mois de février 1976 n’a jamais été reconnu par les Nations Unies et, en fait, il y a une résolution en octobre et décembre de cette année-là dans laquelle l’ONU continue à traiter l’Espagne comme une puissance coloniale. C’est-à-dire, après les accords tripartites de Madrid.

    En ce qui concerne le droit interne espagnol, j’imagine que la récente décision de l’Audiencia Nacional pèse comme un boulet.

    Ceci est fondamentalement évident dans la décision de la session plénière de l’Audiencia Nacional du 4 juillet 2014, qui est une leçon de droit sur le Sahara Occidental et qui établit que l’Espagne reste aujourd’hui la puissance coloniale du Sahara Occidental et que les crimes qui peuvent être commis au Sahara occidental sont de la compétence directe des autorités judiciaires espagnoles. Parce qu’en ce qui concerne le Sahara, ce n’est pas le principe de Justice Universelle qui est appliqué comme pour les autres matières de l’Audiencia Nacional, mais le principe de territorialité, c’est-à-dire ce que stipule l’article 23.1 de la Loi organique du pouvoir judiciaire qui correspond à l’article 8 du Code civil disant que les lois pénales sont applicables sur l’ensemble du territoire espagnol.

    Cet ordre établit donc une distinction entre le territoire national et le territoire espagnol et considère que les colonies sont un territoire espagnol mais non un territoire national comme c’était le cas pour Ifni et la Guinée équatoriale. Le fait d’être espagnol et non national n’affecte pas le caractère indissoluble de l’État, l’intégrité territoriale, qui est quelque chose de contingent, accessoire et transitoire. La loi protège les territoires non nationaux, qui relèvent de la catégorie des colonies, afin qu’ils puissent devenir indépendants de la métropole elle-même et puissent être érigés en territoires naissants. C’est pourquoi cela n’a rien à voir, entre parenthèses, avec la Catalogne, qui est un territoire national et espagnol, alors que le Sahara en tant que colonie est un territoire espagnol non national et tant qu’il ne s’autodétermine pas, il restera espagnol. Par conséquent, les articles 73 et 74 de la Charte des Nations Unies, qui établit les obligations des puissances coloniales, l’une de ces obligations est celle de la protection juridictionnelle de la population de ces territoires. Par conséquent, si la puissance coloniale a l’obligation de protéger judiciairement ces citoyens, c’est parce que le territoire reste espagnol jusqu’à son indépendance.

    Quel est donc le sens de la sentence de l’Audiencia nacional ?

    C’est révolutionnaire. Cela signifie simplement que tout ce qui est fait avec le Sahara occidental depuis la sphère politique est mal fait. Et la question est sérieuse parce qu’il n’y a pas de comparaison dans le monde. Nulle part sur la planète n’existe un territoire abandonné depuis 40 ans et plus de facto et illégalement par la puissance administrante, le laissant livré à un pays envahisseur et occupant qui systématise également la politique de répression des droits fondamentaux.

    Alors pourquoi rien n’a-t-il changé depuis ce jugement ?

    Parce que c’est comme presque tout le reste, il n’est pas possible de s’attendre à un automatisme du respect des résolutions judiciaires. Il y a une inaction de la part d’un tas de mouvements, de partis politiques et de médias. Et sans action, les décisions judiciaires en seront pas consolidées, d’autant plus que de nombreuses forces sont à l’œuvre pour faire finir ces résolutions judiciaires en eau de boudin.

    Mais les preuves juridiques de l’Audiencia Nacional entrent en collision avec la version du gouvernement espagnol que nous avons apprise il y a quelques mois.

    Oui, en novembre 2018, un sénateur [Jon Iñarritu de Bildu] a demandé au gouvernement pourquoi il considère que l’Espagne n’est pas la puissance administrante de jure. La réponse du ministère des Affaires étrangères indiquait que la position officielle était celle qui figurait dans la lettre du 26 février 1976, date depuis laquelle l’Espagne ne figure pas comme puissance administrante sur la liste des territoires non autonomes de l’ONU. Mais si on regarde la liste des territoires non autonomes du monde de l’ONU de mars 2015, l’Espagne apparaît, le Maroc n’apparaît pas.

    Par conséquent, il est évident que l’Espagne ment, vous ne croyez pas ?
    (Silence).

    Le refus de l’Espagne de reconnaître ces faits est-il dû à sa position, qui est de favorisation ses intérêts avec le Maroc ?

    Un ancien ministre marocain des Affaires étrangères a déclaré que 90% des relations entre le Maroc et l’Espagne concernent le Sahara occidental ; c’est une idée qui n’est pas connue ici mais qui est révélatrice. La relation stratégique doit être défendue en tant que voisine entre l’Espagne et le Maroc, mais elle doit aussi être défendue entre l’Espagne et l’Algérie. Ce n’est pas cela qu’il faut faire. Il faut faire comme l’Australie à l’égard de l’Indonésie à l’occasion du référendum au Timor oriental. L’Australie a maintenu la relation géostratégique et géoéconomique avec l’Indonésie tout en demandant à l’Indonésie de respecter la position du gouvernement australien à l’égard du Timor oriental en ce sens que c’est l’opinion interne de l’Australie elle-même qui exigeait le soutien de son gouvernement au Timor oriental.
    C’est pourquoi l’Australie, en tant que gouvernement démocratique, devait respecter ce que ses citoyens voulaient. Et c’est cette opinion majoritaire qui existe en Espagne en ce qui concerne le Sahara occidental et la grande majorité des gens qui connaissent le conflit du Sahara misent sur la tenue d’un référendum d’autodétermination.

    Mais il semble qu’ils (les Marocains) se cachent derrière des divergences sur le recensement.

    Non. Tout cela est résolu. Le seul problème le blocus marocain consistant à ne pas organiser de référendum sauf si la seule proposition de ce référendum était celle de l’autonomie des Sahraouis au sein du Maroc. C’est-à-dire, éliminer la possibilité de l’indépendance du Sahara occidental.

    Quel serait l’intérêt d’organiser un tel référendum ?

    Ce serait un référendum dénaturé qui ne serait pas valable. L’autonomie vient d’un État unitaire comme, par exemple, le nôtre, qui s’est décentralisé. Le problème du Sahara n’est pas qu’il parte d’un État unitaire, mais qu’il n’a jamais appartenu au Maroc. Il s’agit d’une simple invasion militaire en 1975. Soit dit en passant, ni les Nations Unies ni la communauté internationale ne peuvent sanctifier une solution à la marocaine. Personne ne peut bénir l’invasion d’un territoire et, à long terme, lui donner l’autonomie. Parce que si c’était une formule de règlement des conflits internationaux, le monde serait en danger à toutes les frontières. Nous ne pouvons pas envahir et proposer ensuite l’autonomie parce qu’il y a le principe d’intangibilité des frontières africaines héritées de la colonisation et que la carte de l’Afrique ne peut être touchée. Et contrairement à d’autres territoires, il n’y a ici aucun motif politique ou historique. Il n’existe aucune relation historique entre le Maroc et le Sahara occidental qui puisse avaliser la nouvelle application du principe de la décolonisation.

    Que voyez-vous comme moyen de sortir d’un imbroglio qui a laissé, après plus de 40 ans, des milliers de personnes vivant dans des camps de réfugiés?

    Il y a une issue. Il y a des cycles de négociations. Les USA semblent soutenir une solution raisonnable au conflit et nous devons donc espérer la fin de ce différend, qui touche l’ensemble de la population du Maghreb, les relations entre le Maroc et l’Algérie et les relations de l’Europe avec le Maroc et l’Algérie, qu’il sera réglé. Les relations économiques avec l’Europe et les USA, pour qu’ils puissent commercer avec 60 à 80 millions d’habitants, sont encore en suspens, ce qui suscite de l’intérêt. Par exemple, dans la signature d’un nouvel accord de pêche entre le Maroc et l’Union européenne, désobéissant à l’arrêt de la Cour européenne de justice qui interdisait la signature du nouvel accord de pêche étant donné qu’il ne respectait pas les droits du peuple sahraoui, le Sahara occidental n’avait pas été pris en compte et le bon interlocuteur, qui est le Front Polisario. Et cela a été résolu par le parlement lui-même qui a signé un nouvel accord dans lequel cette fois-ci, en outre, la portée territoriale est indiquée du nord du Maroc au sud du Sahara, les droits du Maroc sont étendus et le nombre de licences de pêche pour pêcher dans les eaux sahariennes est augmenté. La voie est donc libre pour le Front Polisario de revenir devant la Cour de justice.

    Mais ce n’est pas un progrès.

    C’est un pas en arrière, car le nouvel accord représente une désobéissance absolue à l’arrêt de la Cour de justice de l’Union européenne.

    Alors le Sahara occidental se retrouve plus seul.

    Plus seul mais plus protégé sur le plan juridique, qui donne systématiquement raison à ce peuple et démasque ainsi des actes ignobles de criminalité internationale qui le sont aux yeux de la loi elle-même. L’apartheid et la perpétuation du colonialisme sont des crimes contre l’humanité.

    Nezha Khalidi

    La dernière nouvelle la plus importante est l’expulsion de trois avocats espagnols qui étaient observateurs du procès de la journaliste Nezha Khalidi, qu’en pensez-vous ?

    Oui, c’est une militante de 27 ans qui risque 2 ans de prison et une amende pour avoir enregistré et diffusé en direct une manifestation sahraouie**. L’accusation du Maroc contre elle est celle d’ usurpation alléguée de la profession en ce sens que le Maroc exige une accréditation de presse pour agir en tant que journaliste. Mais en même temps, au Sahara occidental, la presse internationale n’est pas autorisée. Pour ce procès, qui a été reporté en mai et s’est tenu le 24 juin, la veille de l’expulsion des observateurs, avocats et non-avocats espagnols, à leur arrivée à El Ayoun, ils n’ont pas été autorisés à quitter l’aéroport. Nos trois avocats étaient protégés par le Conseil Général des Avocats espagnols. Et c’est l’une des premières fois que l’observation internationale est réprimée. Cette femme aurait été torturée et nous nous attendons à ce qu’elle soit condamnée.

    Mais vu tout ce qui a été dit précédemment, le Maroc n’a pas de compétence juridique sur l’ensemble du territoire, qui relève de l’Espagne et on y punit en vertu de lois internes marocaines des personnes supposées être protégées par le droit à l’autodétermination en matière de création de partis, de liberté d’association, de liberté de la presse et d’expression, etc.

    Que pensez-vous du fait que le gouvernement espagnol n’a pas souhaité se prononcer sur ces expulsions ?

    Il me semble qu’il est clair en droit international et en droit interne que cela ne doit pas être toléré. Parce que nous sommes déjà face à une violation de tous les statuts internationaux, en particulier de la liberté de la presse. Aucun principe ne peut justifier la fermeture du territoire du Sahara occidental aux observateurs internationaux et à la presse libre. Un pays démocratique comme le nôtre a donc l’obligation de protéger les droits fondamentaux des citoyens espagnols et des habitants d’un territoire autonome pour lequel nous conservons aujourd’hui une responsabilité internationale entière.

    NdT

    *Affaire de corruption, d’extorsion et de trafic d’influence dans la gestion des ordures, impliquant des élus du Parti populaire dans la province d’Alicante

    **Entretemps, elle a été condamnée à une amende de 400€ (lire ici).

    Tlaxcala

    Tags : Maroc, Sahara Occidental, ONU, MINURSO, autodeterminación,

  • Mohamed VI reivindica el Peñón Velez de la Gomera

    La prensa española acordó mucho espacio al lujoso velero que el rey de Marruecos acaba de comprarse por la suma de 90 millones de dólares. Sin embargo, ningún medio se paró en el detalle del nombre ćon el que el monarca marroquí bautizó a su nuevo juguete marino : Badis, que es ni más ni menos que el nombre del peñón español Vélez de la Gomera.

    La iniciativa de Mohamed VI equivale a una declaración de guerra que no parece haber molestado a las autoridades españolas a pesar de ser una provocación en todas sus formas.

     Al sur del mar de Alborán, de cara a la acantilada costa del Rif y en otros tiempos hostil nido de piratas, se alzan el peñón de Vélez de la Gomera, las islas de Alhucemas (peñón de Alhucemas, isla de Mar e isla de Tierra) y las islas Chafarinas (isla de Isabel II, isla del Congreso e isla del Rey Francisco).
    Todos estos territorios, que en su conjunto no suman más de tres km2, son, junto con las ciudades de Ceuta y Melilla, los territorios españoles en el norte de Africa. Su diminuta extensión y su alejamiento de las rutas habituales de tráfico marítimo los hace hoy en día languidecer con pequeñas guarniciones militares que los custodian. Estos «presidios», como a veces se los llama haciendo referencia a su pasado como prisiones (aunque el término «presidio» en español hace referencia a las guarniciones militares que se mantenían en las fronteras, no necesariamente a prisiones), se encuentran hoy en día sin población civil que habite permanentemente en ellos, exceptuando algunos pescadores que de vez en cuando se acercan a sus puertos para intercambiar alimentos o bebida a las guarniciones españolas, o para refugiarse de alguno de los temporales del estrecho de Gibraltar. Antiguamente, estos tres territorios llegaron a disfrutar de una población y de una importancia muy superior a lo que de su reducida extensión se podría esperar. Siempre fueron parte del territorio español, dependientes de Ceuta y Melilla. No formaron parte del Protectorado que España tuvo en el norte de Marruecos desde 1912, y tras la independencia de este país, en 1956, quedaron como lo que desde hace cuatro siglos han sido, plazas de soberanía aisladas de las costas peninsulares.

    Situado a unos 80 km al oeste de Alhucemas y unos 117 al este de Ceuta, el peñón surge de repente al doblar un cabo. Es un gran peñasco triangular, de unos 225 metros de largo y unos 77 de alto, unido por un minúsculo puente de madera a una isleta llamada de San Antonio. El peñón de V élez de la Gomera, llamado así por una deformación de los nombres de Hades (la antigua ciudad que había en la costa) y la comarca rifeña de la Gomara, fue ocupado por España en 1508, cuando una expedición al mando de Pedro Navarro expulsó a los piratas que poblaban la zona y que saqueaban insistentemente las costas andaluzas y levantinas de la Península Ibérica.

    Acorralado por el derecho a la autodeterminación del pueblo del Sahara Occidental, Marruecos mantiene la presión sobre España que para la ONU sigue siendo la potencia administradora del territorio no autónomo saharaui y como tal, su posición pesa en la solución de este contencioso que lleva más de 43 años y que atraviesa actualmente una etapa decisiva a raiz de la dimisión del Enviado Personal del Secretario General de la ONU para el Sahara Occidental, Horst Kohler.

    Tags : Marruecos, Sahara Occidental, España, autodeterminación,

  • Entrevista al catedrático Carlos Ruiz Miguel

    Carlos Ruiz Miguel es Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Santiago de Compostela desde el año 2001. Es también Profesor Jean Monnet de la Comisión Europea. Ha escrito más de 10 libros y decenas de artículos académicos, muchos de ellos relacionados con el Sáhara Occidental. Destaca el libro ‘El Sahara Occidental y España: historia, política y derecho: análisis crítico de la política exterior española’. Más recientemente, ha sido coautor de ‘El Sahara Occidental. Prontuario jurídico. 15 enunciados básicos sobre el conflicto’, que promete ser un libro de referencia en el estudio del conflicto. Asimismo, es director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela. Sin duda alguna, estamos ante una de las referencias académicas en el conflicto del Sáhara Occidental.

    En los Acuerdos de Madrid el 14 de noviembre de 1975, entre España, Marruecos y Mauritania, el gobierno español autorizaba el establecimiento de una nueva administración marroquí-mauritana. De esta manera, España habría cedido la soberanía del territorio a ambos países y habría dejado de ser la potencia administradora. ¿Qué supusieron verdaderamente los Acuerdos de Madrid?

    En los acuerdos de Madrid NO se establece una administración “marroquí-mauritana” sino “hispano-marroquí-mauritana”. Se establece una administración TRI- no BI-partita. España NO ha cedido la “soberanía” en ese acuerdo, ni a esos dos países, sino que cedió la “administración” a la entidad tripartita.

    España no ha dejado válidamente de ser potencia administradora según Naciones Unidas.

    Aunque España ha dejado de tener el control del territorio sigue vinculada a ciertas obligaciones internacionales de las potencias administradora, como las que le obligan a impedir la explotación ilegal de los recursos naturales del territorio.

    ¿Qué estatus ostentan entonces Marruecos y España en la actualidad en relación al Sáhara Occidental? ¿Qué responsabilidades tienen?

    Marruecos es la potencia ocupante del Territorio. Sus responsabilidades son las que los Convenios de Ginebra y la Convención de La Haya fijan para las potencias ocupantes.

    España es la potencia administradora del Territorio, “de iure”, pues “de facto” no controla el territorio. Sus obligaciones son las que corresponden a las potencias administradoras fijadas, entre otros instrumentos, en las resoluciones sobre Actividades económicas y de otro tipo que afectan a los intereses de los pueblos de los territorios no autónomos

    Desde hace ya décadas los saharauis vienen enarbolando su derecho a la autodeterminación. ¿En qué consiste este derecho y dónde está garantizado?

    El derecho a la autodeterminación y a la independencia se le ha reconocido al pueblo del Sahara Occidental por Naciones Unidas.

    Este derecho está reconocido al amparo de la resolución 1514 de la Asamblea General de Naciones Unidas y significa que “en virtud de este derecho, determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural.”

    ¿Existe alguna diferencia entre el derecho a la autodeterminación esgrimido por los saharauis y el que algunos han apoyado en Cataluña, Kosovo o Escocia?

    TODA, el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui ha sido reconocido por la Asamblea General, el Consejo de Seguridad y el Tribunal Internacional de Justicia.

    A Cataluña, Kosovo o Escocia NO se les ha reconocido ese derecho NI por la Asamblea General, NI por el Consejo de Seguridad NI por el Tribunal Internacional de Justicia.

    La posición de Marruecos siempre ha sido contraria a la celebración de un referéndum de autodeterminación y ha argumentado que existen otras vías para dar solución al problema como, por ejemplo, un estatuto de autonomía dentro de Marruecos. ¿Es esta opción válida acorde a la legalidad internacional? ¿Podría ser una forma de garantizar el derecho de autodeterminación y poner fin al conflicto?

    NO es cierto que la posición de Marruecos “siempre” haya sido contraria a la celebración de un referéndum de autodeterminación. Marruecos aceptó ese referéndum cuando aceptó el “Plan de Arreglo” y los “Acuerdos de Houston” en donde se establece ese referéndum.

    La propuesta marroquí de “autonomía” NO es conforme con el Derecho Internacional porque parte de una premisa ilegal, que es la soberanía marroquí sobre el territorio. Precisamente porque parte de una premisa ilegal, esa propuesta NO puede garantizar el derecho de autodeterminación ni poner fin al conflicto.

    El Consejo de Seguridad y la ONU llevan ya tiempo apoyando rondas de negociaciones entre las partes como forma de solución del conflicto. A principios de diciembre van a tener lugar una nueva ronda de conversaciones. ¿Cree que será un punto de inflexión en la resolución del conflicto? ¿Considera esta la vía para resolverlo o cree que la ONU debería ser más contundente en la resolución del conflicto?

    Si va a ser el punto de inflexión DEFINITIVO del conflicto es difícil de saber.
    Pero lo cierto es que ha sido un punto de inflexión en la dinámica actual, que llevaba bloqueada desde hace diez años.

    Creo que las conversaciones o negociaciones (vía capítulo VI de la Carta de las Naciones Unidas) NO son la vía adecuada para resolver este conflicto. Sin duda, después de tanto tiempo, habría que haber resuelto este conflicto por la vía del capítulo VII de la Carta, es decir, mediante la imposición por el Consejo de Seguridad de una solución.

    La ONU no ha intervenido tan activamente en el territorio para lograr una solución como si hizo en otros casos recientes como Kosovo o Timor Oriental. ¿A qué se debe esta diferencia y que justificación tiene?

    Un matiz: en Kosovo la ONU quiso intervenir pero no se aprobó la independencia del territorio que, no obstante se haya apoyado por el bloque de la OTAN. Sin embargo, Kosovo se ha resuelto al margen de la ONU gracias a apoyo de los EE.UU. Es decir, había un veto de Rusia, pero un apoyo total de los EE.UU. y el bloque OTAN.

    En Timor Oriental el asunto se resolvió porque la potencia ocupante (Indonesia) no tenía vínculos de máxima cercanía con ninguna gran potencia miembro permanente del Consejo de Seguridad.

    En el Sahara Occidental, Marruecos tiene el respaldo total de Francia, con quien tiene cercanía máxima. Pero el solo apoyo francés no es suficiente para imponer una salida acorde a los intereses franco-marroquíes, aunque sirva para bloquear otras salidas.

    La lucha por la autodeterminación de Timor Oriental, previamente ocupado por Indonesia y país independiente desde 2002, guarda cierto parecido con la lucha saharaui. ¿Qué similitudes y qué diferencias aprecia entre ambos casos? ¿Qué factores entraron en juego para que finalmente Timor Oriental llevase a cabo un referéndum auspiciado por la ONU mientras que el Sáhara Occidental continúa a la espera?

    Como he dicho entre el Sahara Occidental y Timor Oriental hay una diferencia esencial: la potencia ocupante de Timor Oriental no tenía detrás un apoyo incondicional de un miembro permanente del Consejo de Seguridad, pero la potencia ocupante del Sáhara Occidental sí tiene el apoyo de una (Francia).

    La inestabilidad en Timor Oriental ponía en peligro la seguridad jurídica de ciertas actividades económicas en la zona y dado que Indonesia no tenía un apoyo INCONDICIONAL se decidió dar seguridad jurídica a esas actividades con la descolonización.

    En el Sahara Occidental ha habido momentos de mucha inestabilidad pero cuando las actividades económicas tenían menos entidad que ahora. Ahora que hay más actividades económicas hay menos inestabilidad dentro del territorio… pero hay una considerable inestabilidad jurídica por las sentencias europeas. Sin embargo, el apoyo INCONDICIONAL de Francia pretende conseguir seguridad para las actividades económicas por la vía del fraude o el hecho consumado.

    ¿Qué postura ha mantenido España en las últimas décadas y cómo se ha posicionado en los diferentes procesos de negociación y planes de paz? ¿Cómo considera que debería actuar España?

    La posición oficial de España, desde el abandono del territorio está fijada en la carta de 26 de febrero de 1976. Esa posición no ha cambiado.

    No obstante, aunque España sigue apoyando el proceso de paz de la ONU (que, sintéticamente, sigue considerando que el territorio no se ha descolonizado y que la descolonización debe hacerse mediante la autodeterminación), lo cierto es que la política exterior ha cambiado en estos últimos cuatro decenios. Básicamente las dos tendencias han sido:

    – Equilibrio en el Norte de África (polítca de Suárez y de Aznar)

    – Inclinación (más o menos ostensible) hacia Marruecos (Calvo-Sotelo, González, Zapatero, Rajoy y Sánchez).

    Es un hecho objetivo que la política pro-marroquí ha sido un fracaso. No sólo Ceuta y Melilla están más amenazadas que nunca, sino que la propia Península está sometida a una presión migratoria desde Marruecos que no tiene parangón en la Historia de España.

    Económicamente muchas empresas han hecho grandes negocios en Marruecos, sí; pero se silencia que muchas otras han sido estafadas o boicoteadas (Telefónica, por ejemplo). Al tiempo que ese esfuerzo inversor se canalizaba oficialmente hacia Marruecos sin intentar encauzarlo hacia Argelia o Mauritania.

    Es evidente que la política de cumplimiento de los compromisos asumidos en su día por España (descolonización mediante un referéndum) son la política más inteligente y que más respeto permite obtener en el concierto internacional, además de que económicamente podría ser más rentable enfocar el esfuerzo inversor a otros escenarios.

    Fuente : Descifrando la guerra, 13 dic 2018

    Foto : Resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas 2983 (XXVII) sobre la Cuestión del Sahara Español (1972)

    Tags: Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, ONU, MINURSO, autodeterminación,

  • Sahara Occidental: escenarios y protagonismos

    IRENE GARCÍA BENITO

    Autor: Isaías Barreñada y Raquel Ojeda (coords.)

    Editorial: Los libros de la catarata

    Fecha: 2016

    Páginas: 320 págs.

    Ciudad: Madrid

    La cuestión del Sahara occidental nunca descansa, aunque en España permanezca adormecida. Confluyen en este conflicto un gran interés por una parte del ecosistema político y de la ciudadanía y un bloqueo diplomático que dura ya 40 años.

    Dado que el primer paso para solucionar un problema es comprenderlo, los académicos Isaías Barreñada y Raquel Ojeda han reunido a más de dos decenas de autores para analizar el conflicto del Sahara desde distintos puntos de vista; del derecho a la antropología y las relaciones internacionales. Sahara occidental. 40 años después presenta una visión transversal sobre la actualidad de esta región para aquellos que ya conocen los puntos fundamentales de este conflicto irresuelto y heredado de la descolonización.

    El Sahara Occidental es considerado, desde hace más de 50 años, un territorio no autónomo (artículo XI de la Carta de las Naciones Unidas). Desde que España abandonara el territorio en 1975 sin cumplir sus obligaciones internacionales, como la celebración de un proceso de autodeterminación, se han sucedido distintas etapas. La primera estuvo marcada por una guerra entre el Frente Polisario y las fuerzas armadas de Mauritania y Marruecos tras los Acuerdos de Madrid de 1975 y un primer intento de paz a manos de la Misión de la ONU para el Referéndum del Sahara Occidental (Minurso). Este primer intento de consulta sobre cuál debía ser el estatus de la región no vio la luz debido en gran parte a la oposición marroquí.

    A partir de 2000 se abre una nueva etapa en la que se trató de dar un nuevo impulso a las negociaciones a través de los planes Baker I y II. El primero de ellos fue rechazado por el Frente Polisario.; el segundo, por Marruecos. En 2004, una vez se admitió que, de nuevo, el proceso de autodeterminación del estaba estancado, se dio paso a lo que se conoce como la “vía marroquí”. Por primera vez, Marruecos se presentó una iniciativa para negociar la “autonomía” del Sahara que no contemplaba la celebración del referéndum. El impulso desde el Consejo de Seguridad de la ONU hizo posible que tuvieran lugar cuatro rondas de negociaciones en las que, sin embargo, no hubo avances sustanciales. El inmovilismo ha reinado desde entonces, y llegamos al callejón sin salida actual.

    En todas las se han ido superponiendo cuestiones y actores. Por una parte, la Unión Europea, que ha pasado en la última década del inmovilismo que premiaba el statu quo a llamar la atención a Rabat por la falta de avances. Otros actores destacados son Estados Unidos, cuya alianza con Marruecos no ha hecho que el Sahara cobre interés a escala global; y la Unión Africana, situada hoy como el actor regional con mayor peso en el apoyo a la autodeterminación.

    Mientras los líderes políticos son incapaces de llegar a ningún acuerdo, la sociedad civil saharaui se ha ido movilizando y organizando. El Frente Polisario –liderado hasta su fallecimiento por Mohamed Abdelaziz– ha luchado en las últimas cuatro décadas por el reconocimiento de la República Árabe Saharaui Democrática. El pueblo saharaui ha mostrado “capacidad para reinventarse y no someterse al refugio”. Laura Langa analiza cuatro disyuntivas, ocho características que definen al mismo tiempo al Sahara: nomadismo y rebusque; exilio y refugio; dependencia y olvido; lugar de confinamiento y lugar de vida.

    El Sahara occidental es una historia que sucede en varios escenarios: campos de refugiados, territorios liberados, exilio, desierto… Una historia que está buscando un final feliz, con un desarrollo que dura ya demasiados años. Una historia donde el personaje principal no tiene el protagonismo que le corresponde.

    Fuente: Estudios de política exterior, 14 jul 2016

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, ONU, MINURSO, autodeterminación,

  • UA : La troika sobre el Sáhara Occidental se reúne en Niamey

    Cumbre extraordinaria de la UA en Niamey: reunión de la troika sobre el Sáhara Occidental

    Niamey, 5 jul, APS. – Según declaraciones hechas ayer por el Comisionado para la Paz y la Seguridad de la UniónAcricana (UA), Smail Chergui, se prevé una reunión sobre el Sáhara Occidental en Niamey para intentar impulsar el proceso de negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario con el fin de lograr la organización de un referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui.

    Esta reunión se llevará a cabo al margen de los trabajos de la 12ª cumbre extraordinaria de la UA, programada para el 7 de julio en la capital nigeriana, reunirá a la troika integrada por Rwanda que había ocupado previamente la presidencia rotativa de la UA, Egipto como actual presidente de la UA y Sudáfrica, que lo presidirá en breve.

    En este sentido, el Sr. Chergui dijo, en un comunicado a la prensa al margen de la 35ª Sesión Ordinaria del Consejo Ejecutivo de la UA, que la reunión de la troika interviene luego de una decisión de la Cumbre de Nouakchott. Con miras a contribuir y apoyar al Enviado Especial de la ONU en el Sáhara Occidental para tratar de impulsar el proceso de negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario para promover la solución esperada, basada en la organización del referéndum de autodeterminación del Sáhara Occidental.

    El mecanismo africano para permitir que la UA brinde « apoyo efectivo » al proceso dirigido por la ONU basado en las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad para lograr la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental fue adoptado por la Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en julio de 2018 en Nouakchott.

    Este mecanismo se adoptó después del informe preparado por el presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki, en el que se recordó que el Sáhara Occidental y Marruecos deben reanudar las negociaciones bajo los auspicios del Secretario General de la ONU.

    Se trata de negociaciones « sin condiciones previas y de buena fe con miras a alcanzar una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable que permita la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental en el contexto de acuerdos de acuerdos conformes con los objetivos y principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas « .

    Última colonia en África, el Sáhara Occidental fue ocupada por Marruecos en 1975 después de la partida de las tropas españolas, y hasta hoy sigue inscrito en la ONU en la lista de los territorios a descolonizar sobre la base de las normas del derecho internacional en la materia.

    Cabe recordar que Marruecos se opone a cualquier intervención de la UA en la resolución de la cuestión del Sáhara Occidental.

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, Unión Africana, Troika, UA, autodeterminación, referéndum,

  • El Plan Baker visto por el mártir Bujari Ahmed

    Baker y el Sáhara Occidental Una nueva dinámica

    Ahmed Bujari

    El País, 26 sep 1997

    Las perspectivas de una solución justa y definitiva en el Sáhara Occidental, tras las negociaciones de Houston y sus resultados, son reales. Y aunque la prudencia es de rigor, se puede decir que a finales del próximo año se celebrará el tantas veces aplazado referéndum de autodeterminación, que debe culminar o con la emergencia de un nuevo Estado en el norte de África o con la extensión hacia el sur de la frontera marroquí. No hay duda alguna de que un referéndum justo y libre, condiciones sobre las que ha insistido de manera incansable el mediador Jarnes Baker, conducirá a lo primero.Houston fue la etapa final de una serie de negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario que se habían iniciado el 23 de junio en Lisboa, continuaron en Londres y de nuevo en Lisboa, concluyendo el 16 de septiembre en la capital del Estado de Tejas. Esta última ronda tenía una importancia crucial no sólo por el tema central de la agenda -código de conducta y periodo transitorio-, sino también por el hecho de que de sus resultados dependía la convalidación de los acuerdos anteriores. A su vez, de esta convalidación dependía la continuidad o no del esfuerzo de las Naciones Unidas para culminar su misión en el Sáhara Occidental.

    Las negociaciones de Houston no fueron fáciles. Conocieron momentos de tensión muy serios que fueron superados por el mediador sólo en las últimas horas del último día.

    Las declaraciones de James Baker a la prensa internacional, anunciando que las dos partes habían alcanzado un acuerdo general que incluye los temas de Houston y todos los anteriores, dieron la vuelta al mundo. Sin infravalorar la inteligencia desplegada por los negociadores marroquíes y saharauis, el éxito hubiera sido imposible de no haber sido por la capacidad, experiencia y peso político del mediador.

    El camino hacia el referéndum queda en principio allanado. Hay una nueva dinámica. Del peligroso estancamiento se pasa al movimiento sobre la base de una serie de acuerdos que conllevan una triple fuerza. La de haber sido: a) aceptados por las dos partes, b) firmados ante Baker, y c) negociados en nombre del secretario general de la ONU, que cuenta con el apoyo del Consejo de Seguridad.

    Un mínimo de prudencia es, sin embargo, aconsejable, ya que en todo acuerdo de naturaleza político-diplomática que implica a varios actores habrá siempre problemas en el momento de la aplicación. El grado de complicación de dichos problemas está en una relación directamente proporcional con la mayor o menor voluntad de obstrucción de una u otra parte. A su vez, la mayor o menor inclinación de las partes a obstaculizar estará en una relación inversamente proporcional al menor o mayor grado de despliegue de autoridad, medios y firmeza de las Naciones Unidas.

    Los acuerdos logrados, contrariamente a lo que algunos medios insinuaron, no dejaron plantadas « manzanas de discordia ». No reemplazan ni modifican la esencia del plan de paz. Lo hacen aplicable. La pregunta del referéndum sigue siendo la misma: independencia del Sáhara Occidental o su integración en la potencia ocupante. De entre los acuerdos, unos resuelven divergencias conocidas, como el espinoso problema de los votantes del referéndum. Otros abarcan campos y temas que podrían ser causa o motivo de divergencias que podrían paralizar de nuevo la aplicación del plan de paz, como es el problema del confinamiento de tropas de las dos partes, el código de conducta, los poderes de la ONU en el periodo transitorio, la presencia de observadores y de los medios de prensa durante dicho periodo… La negociación abordó cada problema concreto, pero dentro de un enfoque global bajo el principio de que « nada está acordado mientras todo no haya sido acordado ».

    La nueva dinámica que descansa sobre ese trípode de fuerza permite decir que lo que fue imposible durante seis años ya no lo es hoy. Pero el cambio en la perspectiva no fue súbito. Fue el resultado de dos factores y de un análisis realista de la situación. Un nuevo secretario general distinto al anterior. Un mediador de gran envergadura al que resulta difícil decirle no sin convencerle. Y un análisis.

    En mayo del año pasado, Butros-Gali decidió arrojar la toalla y retirar a la comisión de identificación del territorio. El proceso quedaba de esta manera paralizado. El diplomático egipcio se apresuró a informar al Consejo de Seguridad de que Ias fuerzas de las dos partes se preparaban visiblemente al combate ». El retorno de los combates supone el estallido del conflicto, el cual, en términos militares, se dirigiría a una prolongación de la guerra de desgaste o se descarrilaría de una manera provocada o casual hacia un enfrentamiento regional, cuya onda de expansión implicaría, en la terminología del autor de Choque de civilizaciones, al nivel « terciario », a través de la venta de armamento, injerencias contenidas e intervenciones extranjeras.

    Es difícil saber si los dirigentes marroquíes habrían retenido algún día esta arriesgada estrategia, cuya finalidad sena complicar el cuadro para complicar la solución. Llevarla a cabo supondría que la luz verde de las grandes potencias habría sido dada. Las consecuencias para la región y para Europa habrían sido imprevisibles si se hubiera desembocado en un conflicto.

    En cuanto al primer escenario, tanto saharauis como marroquíes tienen puntos de fuerza y de debilidad de distinta naturaleza que en su enfrentamiento global se dirimirían a corto o medio plazo contra la parte que tendría, además de la legitimación o no internacional, mayores problemas o urgencias socio-políticas internas.

    En este contexto, si las fuerzas saharauis no pudieran desgastar a las marroquíes en la intensidad que quisieran, la imposición de una guerra de desgaste afectaría, sin embargo, a las arcas del país en un momento en el que las finanzas y las fuerzas armadas son claves para todo proyecto que sirva para responder a las necesidades de una sociedad de 29 millones de habitantes.

    A principios de 1996, la diplomacia marroquí tomó nota de la imposibilidad de implicar a la ONU en un referéndum fraudulento. La opción retenida por este país fue la de continuar implicando a las Naciones Unidas en la protección del alto el fuego desvinculado de un proceso político de aplicación del plan de paz. En otros términos, intentar desgastar al contrario sin ser desgastado. Paralizar el referéndum, culpar a la otra parte de ello y marcar, con el apoyo de la diplomacia francesa, algunos puntos en ciertos países francófonos de África mientras se disfruta de la protección del alto el fuego era algo que no sólo comprometía gravemente a la ONU, sino también absolutamente inaceptable. El punto de vista. saharaui fue explicado de manera reiterada a Butros-Gali y al Consejo de Seguridad.

    Butros-Gali no volvió a mostrar interés por el tema ante la cercanía del fin de su mandato. Había que esperar a enero de 1997. La llegada de un nuevo secretario general de las Naciones Unidas fue la ocasión para una evaluación en profundidad del tema del Sáhara Occidental. En su primer informe al Consejo de Seguridad, Kofi Annan llega a dos conclusiones. De un lado, la ONU no puede abandonar el territorio y proclamar el fracaso, al igual que en Somalia. De otro, la ONU no puede seguir indefinidamente en el Sáhara Occidental sin un objetivo claro, sin una perspectiva de referéndum, que es la razón de ser de su presencia. Las dos conclusiones configuran aspectos de un dilema shakespeariano. Salir de él requiere una renovada autoridad de la ONU y un mediador de grueso calibre. En este sentido, la decisión del secretario general de nombrar a Baker fue acertada.

    Vuelvo a repetir que la prudencia no debe ser abandonada. No todo está. definitivamente resuelto, pero el movimiento ha reemplazado a la parálisis anterior. Si el proceso culmina sin mayores problemas, las ventajas de una paz justa e irreversible en el Sáhara Occidental son de una incalculable repercusión positiva, no sólo para el pueblo saharaui, que demostró, desde la dignidad, que merece esa paz, sino también para el Magreb y su vecindad geopolítica. Por este solo objetivo merece el respaldo sincero de todos; de unos más que otros… por la cuenta que les trae este asunto.

    Ahmed Bujari es miembro de la delegación negociadora y representante del Frente Polisario en la ONU.

    * Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de septiembre de 1997

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, ONU, MINURSO, Plan Baker, referéndum, autodeterminación,

  • «  Mientras EEUU y Francia apoyen la posición de Marruecos no habrá referéndum » (Carne Ross)

    Según el embajador español José A. de Yturriaga Ph-D., la consultoría «Diplomático Independiente» fue creada en 2004 por Carne Ross, ex-responsable de Oriente Medio en la Misión Británica ante las Naciones Unidas en Nueva York, con el fin de asesorar sobre cuestiones de autodeterminación a regiones y entidades que quisieran convertirse en estados.

    En un artículo publicado en las páginas de The Diplomat in Spain« Su organización, añade Yturriaga, ha asesorado a movimientos que se han convertido en Estados -como Kosovo y Sudán del Sur-, a gobiernos regionales -como Cataluña- y a movimientos de liberación nacional -como el Frente Polisario del Sáhara Occidental ».

    « Para él, la autodeterminación tiene muy poco que ver con la ley. «Sólo te vuelves independiente presionando por ti mismo. Nadie te lo dará, aunque en última instancia son otros estados los que deben reconocerte como estado», pero esta elección es siempre política. Los argumentos jurídicos pueden reforzar los argumentos políticos, pero nunca son primarios. El caso legal de Kosovo era débil, pero su caso político era sólido. Según Ross, se puede llenar una biblioteca con las resoluciones de la ONU que exigen un Estado Palestino o la celebración de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental y, sin embargo, Palestina no es un Estado y no se ha celebrado ningún referéndum en el antiguo Sáhara español », añadió.

    Para Ross, señala la misma fuente, « fue el uso de la violencia lo que permitió alcanzar el proceso de status final, que finalizó con la declaración de independencia de Kosovo en 2008. En cuanto al sur de Sudán, ha citado la respuesta de un líder sudanés a la pregunta de un político saharaui sobre por qué se había celebrado el referéndum de Sudán mientras que el referéndum en el Sáhara Occidental todavía no se ha celebrado: «Porque le dijimos a todo el mundo, muy claramente, que si no lo conseguíamos, iríamos a la guerra al día siguiente».

    « Con respecto al Sáhara Occidental, Ross ha declarado que el Frente Polisario ha perseguido casi 30 años de diplomacia pacífica, aunque infructuosa, para exigir el cumplimiento de la decisión de la ONU de un referéndum de autodeterminación. Se ha negado a volver a una lucha de liberación por la fuerza militar, a pesar de la provocación de la anexión por parte de Marruecos de la mayor parte de su territorio. Ha demostrado una paciencia y un compromiso interminables con una solución pacífica, con el resultado de la ausencia de un referéndum y con escasas perspectivas de alcanzarlo. Mientras EEUU y Francia apoyen la posición de Marruecos no habrá referéndum. La recomendación del consejero belicoso sería probablemente que el Polisario retomase la guerra de guerrillas contra Marruecos », concluye el diplomático español.

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, ONU, Estados Unidos, Francia, autodeterminación,

  • Osetia, El Tíbet, Kosovo, El Sáhara…

    Los acontecimientos de los años 1990 en la región del Cáucaso pusieron al descubierto las vergüenzas del mundo, o mejor dicho la doble moral con la que algunos Estados afrontan la cuestión del derecho que tiene todo pueblo a la libre determinación.

    Para la mayor parte de los « gobiernos occidentales », amparados por una eficaz orquesta formada por la prensa liberal y las grandes agencias de relaciones públicas, El Tíbet o Kosovo son pueblos oprimidos y hay que apoyar sus anhelos de libertad, a sangre y fuego si es preciso. Sin embargo Osetia, El Transniester, Abjazia, El Kurdistán o El Sáhara, por sólo poner unos poquitos casos, no merecen la misma consideración.

    Además de un pestilente fariseísmo, los citados gobiernos y los medios de comunicación que les muestran pleitesía, con ese doble rasero demuestran que sólo están sujetos a los intereses geopolíticos de las grandes potencias (que en estos momentos es lo mismo que decir a USA, por aquello del mundo unipolar que nos ha tocado vivir).

    Frente a tanta condescendencia para unos, a otros que los parta un rayo. Qué curioso que, por amor de estar del lado del « eje del bien », periódicos como el El País ya han empezado a preparar el terreno para que en la conciencia de « las masas » cale la idea de que es justa la secesión de la provincia boliviana de Santa Cruz, rebelde con el proyecto transformador de Evo Morales, pero sobre todo inmensamente rica en productos naturales que, hasta la fecha, saqueaban empresas españolas.

    Algo parecido se entrevé con el estado petrolero de Maracaibo, en la  Venezuela de Maduro. Nada importa que estemos ante reivindicaciones artificiales, o quizá sólo sostenidas por oligarcas vencidos y que sin embargo ese mismo medio, como muchos otros, nieguen el derecho a pronunciarse sobre su futuro a un pueblo. Se trata de un caso realmente lacerante y que condensa la tesis de esta columna: el Sahara Occidental, donde a pesar de que los anhelos de libertad están sustentados por más de 43 años de lucha y por varias sentencias y resoluciones de organismos internacionales, como el Tribunal de La Haya o la ONU, la « democracia marroquí », con el apoyo del gobierno francés, español y de los EE UU, está imponiendo una ocupación militar que pretende perpetuar en el tiempo.

    Durante todo este tiempo, lo que fue el Sahara Occidental se ha convertido para nosotros en un olvido creciente sólo mantenido en alto por organizaciones minoritarias de izquierdas y, no tan paradójicamente, por viejos militares con airado recuerdo de la sonrojante espantada. Desde entonces, el Sahara no ha sido más que un problema dormido que en ciertas ocasiones levantaba la cabeza para recordarnos la infamia. De entonces a ahora, treinta años de exilio para las tribus a las que se había jurado no abandonar nunca. La razón de Estado y la necesidad de las “inmejorables” relaciones con Marruecos han conseguido el resto del olvido.

    Los gobiernos españoles de la democracia han jugado al gato y al ratón con el Sahara mientras sobrellevan las relaciones con la monarquía feudal de Marruecos. Tal como estaban y están las cosas, “lo más conveniente” para esos mismos gobiernos –y mucho más para el actual- era y es ponerse de perfil en el asunto del Sahara hasta pasar inadvertidos. Como si la cosa no fuera con España, nuestros gobiernos y nosotros, los ciudadanos españoles. Tras treinta años de reivindicación saharaui, la impunidad de Marruecos parece haber impuesto el abuso sobre las tierras del Sahara a través de la represión y la ley del silencio. Pero la lucha sigue, aunque de España nunca más se supo. Para el actual gobierno es un problema heredado: ninguna vela parece irle en el entierro. Cargar con el bochorno moral y político del Sahara es parte, al fín y al cabo, de nuestras infamias históricas. Objetiva y subjetivamente.

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, ONU, MINURSO, autodeterminación