Étiquette : DGED

  • Cuando un hacker hizo temblar a Marruecos

    ¿Quién intenta desestabilizar a Marruecos?

    El tuitero que bajo un falso perfil desvela desde hace más de tres meses cientos de documentos y de correos electrónicos de la diplomacia y del servicio de inteligencia exterior (DGED) marroquíes afirmó en octubre que su objetivo era « desestabilizar » a Marruecos. No lo ha conseguido, pero muchos de sus tweets sí suponen un quebradero de cabeza para las autoridades de Rabat.

    El anónimo tuitero no disimula, en algunos comentarios, sus simpatías por el independentismo saharaui aunque ha divulgado algún cable diplomático perjudicial para los intereses del Frente Polisario. Publica sus documentos de forma desordenada. No ha logrado impedir que, probablemente gracias a las gestiones de Rabat, le cierren sus cuentas en algunas de las webs en las que aloja sus archivos, pero ha conseguido colgarlos en otras.

    Los metadatos que acompañan a los tweets del falso Chris Coleman -el auténtico es entrenador de la selección de fútbol de Gales- indican que está dentro de Marruecos, pero un hábil hacker puede engañar a la red social. Se expresa en un francés muy correcto, el idioma en el que está redactado casi todo el material que difunde.

    Quién se esconde detrás de @chris_coleman24? Los pocos responsables marroquíes que hasta ahora se pronunciaron públicamente sobre el tema, como la ministra adjunta de Asuntos Exteriores, Mbarka Bouaida, el portavoz del Gobierno, Mustafa el Khalfi, o una de las víctimas del pirateo, el periodista Ahmed Charai que aparenta tener una estrecha relación con la DGED, acusaron al unísono a los servicios secretos argelinos.

    En la primera entrevista en la que aborda el tema, con el semanario francés Jeune Afrique, el jefe de la diplomacia marroquí, Salahedin Mezzouar, denunció también, la semana pasada, la « piratería » cuyos « actores y padrinos sólo pueden ser elementos hostiles a Marruecos ». ¿Tiene entonces in mente al régimen argelino?  » No he dicho eso de manera tan directa « , contestó.

    ¿Potencia extranjera o grupo de jóvenes?
    En los círculos diplomáticos y periodísticos de Rabat se interpreta que el Gobierno marroquí ya no señala a Argelia y se reactivan de paso las especulaciones sobre quién se oculta detrás del tuitero. Algunos apuntan a que un puñado de jóvenes saharauis independentistas han logrado piratear ordenadores marroquíes con papeles confidenciales. No son profesionales de la comunicación. Así se explicaría el caos que caracteriza su publicación.

    Otros hablan en Rabat de un ajuste de cuentas en el seno del régimen y resaltan que, por ahora, no ha salido a relucir ningún documento perjudicial para la Dirección de la Supervisión del Territorio (DST), es decir la policía secreta marroquí. Hay diplomáticos que se preguntan a quién beneficia el delito perpetrado por el tuitero y responden que la secretaría general de la ONU, con la que Marruecos mantiene tensas relaciones, sale bien librada de la lectura de los cables así como la diplomacia de EE UU.

    Hay una última hipótesis que cobra fuerza. Señala nada menos que a Francia y a sus servicios secretos. Las autoridades marroquíes cortaron hace ya más de diez meses la cooperación judicial y policial con la antigua metrópoli después de que un juez instructor francés intentase interrogar en París al jefe de la DST, Abdellatif Hammouchi. Contra él se han presentado en Francia tres denuncias por torturas, dos de ellas respaldadas por la Asociación de Cristianos por la Abolición de la Tortura. « Marruecos era una de nuestras principales fuentes de información » en la lucha antiterrorista, se lamentaba hace días el exministro del Interior francés, Charles Pasqua.

    La prensa oficialista marroquí desveló además, en mayo, el nombre de la jefa de los servicios secretos franceses (DGSE) en Marruecos, Agnès Féline, que se vio obligada a abandonar rápidamente del país. ¿Quién sopló a la prensa que detrás de esa mujer acreditada como diplomática había un agente secreto? Probablemente aquellos mismos que la acreditaron. De ahí que en la capital marroquí algunos se huelan que @chris_coleman24 es la venganza francesa por esos golpes bajos.

    Fuente: Orilla Sur, 13/01/2015

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, hacker, Chris Coleman, piratería, DGED, DGSE, Francia,

  • L’Algérie embarrasse le Makhzen marocain

    Le gouvernement de transition fait tout pour convaincre la rue de sa bonne foi. Dans ce but, il a procédé à des mesures draconiennes pour combattre le fléau qui ravage le monde arabe : la corruption.

    Ainsi, les autorités algériennes se sont attaquées aux têtes du régime précédent : Saïd Bouteflika, Ahmed Toufik et Bachir Tartag. Deux gros moutons qui seront sacrifiés au nom de la nouvelle république et au nom desd revendications populaires.

    Le courage des algériens embarrasse le Makhzen du Maroc. Malgré que le royaume voisin détient le record à tous les niveaux : corruption, pauvreté, analphabétisme, répression, les dirigeants marocains, au lieu de prendre des mesures visant à prévenir un soulèvement majeur, ils ont fait tout l’opposé : augmenter les prix des carburants et les impôts sur les revenus, ce qui risque d’accélérer le printemps marocain.

    Au même temps, les médias au service de la DGED mène une campagne de désinformation dans le but d’enflammer davantage la situation en Algérie. Les marocains rêvent de voir la situation dégénérer dans le pays voisin en vue de récolter des dividendes dans la question du Sahara Occidental. Ils sont convaincus qu’un nouveau régime à Alger pourrait lâcher les sahraouis. Comme d’habitude, le Makhzen toujours rêveur et arrogant. Mais l’arroseur pourrait très bien être arrosé, ce n’est qu’une question de temps.

    Tags : Maroc, Algérie, Makhzen, DGED, désinformation, Sahara Occidental,

  • Sahara : L’abracadabrante histoire d’un agent de la DGED à Las Palmas

    Rabat.- La méthode est ancienne. Des fois ça marche et d’autres fois non. Cette fois-ci ça n’a pas marché. Un « fonctionnaire » du consulat général du Maroc à Las Palmas, dans les îles Canaries, vient d’apprendre à ses dépens que quand on monte une petite opération de discrédit il faut bien la ficeler, sinon elle vous explose à la figure.

    C’est l’histoire d’une barbouzerie. Afin de contrer l’activisme du Sahraoui Messaoud Ould Remdane, l’ex membre du Conseil royal consultatif pour les affaires sahraouies (CORCAS), devenu après les événements de Gdeim Izik et sa fuite en Espagne l’un des plus grands pourfendeurs de la politique officielle au Sahara, ce « fonctionnaire » a monté une petite opération de « sensibilisation » auprès de quelques journalistes espagnols travaillant à Las Palmas.

    Le but était de les convaincre que Remdane n’était pas seul et qu’il avait un « patron » et des « complices ».

    Selon ce qu’a pu savoir Demain, d’après une source journalistique espagnole, le « patron » de Messaoud Ould Remdane serait le prince Hicham El Alaoui, « Moulay Hicham ». Et les « complices », les suspects habituels, seraient la députée sahraouie du PPS Guejmoula Bent Abbi, le journaliste et écrivain Ali Amar, auteur du best seller « Le grand malentendu », le journaliste Ali Lmrabet, et enfin un invité spécial assez inattendu : Mohamed Réda Taoujni qui n’est rien moins que le président de l’Association Sahara marocain, dont l’idéologie saharienne, si on peut l’appeler ainsi, est pourtant à des années lumières de celle de Remdane.

    Informé par une de ses sources locales, Mohamed Reda Taoujni, a pris son téléphone et a appelé le « fonctionnaire » en question qui s’avère être un certain « Abdellah » et serait rien moins qu’un « vice-consul » en poste au consulat de Las Palmas. Comme le raconte Taoujni sur sa page Facebook, après avoir « juré » qu’il n’y était pour rien dans cette rocambolesque histoire, « Abdellah » a subitement mis fin à l’entretien en raccrochant et en refusant par la suite de reprendre la conversation.

    Contacté par Demain, l’entourage du prince Hicham nie que le cousin du roi maintienne une quelconque relation avec des Sahraouis, de « tous bords ». Messaoud Ould Remdane, enchanté qu’on parle de lui, affirme n’avoir jamais eu de contact avec ce prince ni avec aucun autre membre de la famille royale. Quant à la députée Guejmoula Bent Abbi, si elle déclare avoir été mise au courant de cette « affaire », elle ne veut pas en parler pour l’instant.

    Demain a contacté un journaliste espagnol qui a fait partie du briefing d’«Abdellah». Selon cette source, le « vice-consul » cité par Taoujni est en fait un certain Abdellah Toukhmi, et il serait le chef de l’antenne locale de la DGED, les services secrets extérieurs marocains, à Las Palmas.

    Demain Online, 14/06/2011

    Tags : Maroc, Sahara Occidental, DGED, Ramdane Messaoud, Abdellah Toukhmi, consulat Las Palmas,

  • A la caza del espía marroquí

    El servicio secreto de Mohamed VI es, tras el ruso, el que más agentes pierde en el Viejo Continente
    Yassin Mansouri, compañero de estudios del rey, dirige lo dirige desde 2005

    Ignacio Cembrero

    El País, 14 DIC 2012

    Bagdad A., marroquí, de 59 años, se movía con soltura en el seno de la inmigración magrebí en Alemania. Recopilaba “informaciones sobre manifestaciones organizadas por grupos de oposición”, según la fiscalía federal germana. En 2007 se ofreció a los servicios secretos de su país alegando que poseía “una amplia red de contactos” en el seno de la comunidad marroquí. Le contrataron. Cinco años después, el 7 de diciembre, la fiscalía de Karlsruhe le imputó por “actividades por cuenta de servicios secretos extranjeros”.

    Bagdad A. es el cuarto marroquí detenido por espionaje en Alemania desde 2011. Todos se consagraban a informar sobre las actividades de sus 230.000 compatriotas allí residentes, excepto Mohamed B., de 56 años, apresado en febrero en Berlín, y que se dedicaba a vigilar a los miembros del Frente Polisario. Cobró por ello 22.800 euros, según la fiscalía.

    De todos los agentes marroquíes caídos estos últimos años en Europa, el que hizo más ruido fue, en 2008, Redouane Lemhaouli, de 42 años, un policía de origen marroquí que tenía acceso a las bases de datos del Ministerio del Interior de los Países Bajos. De ahí sacó información sobre “actuaciones contra el rey de Marruecos”, “terrorismo” y “tráfico de armas”, para comunicársela a los espías que, con cobertura diplomática, le habían reclutado.

    El caso de Re, el apodo que habían puesto sus compañeros al policía, ha sido el que más repercusión tuvo porque el agente llegó a codearse con la princesa Máxima, esposa del príncipe Orange, y con un miembro del Gobierno holandés. Se sentó a su lado, en primera fila, durante una ceremonia en la que 57 chavales inmigrantes, muchos de ellos de origen marroquí, recibieron diplomas que les habilitaban para trabajar como personal de tierra en el aeropuerto de Rotterdam. Re les había formado.

    Meses después, el policía fue expulsado del cuerpo y condenado a 240 horas de trabajos sociales. El que era entonces ministro de Exteriores holandés, Maxime Verhagen, envió una carta a los diputados lamentando “la intervención de sectores o servicios para influir a los ciudadanos de origen marroquí”.

    En total, desde 2008 han trascendido 10 detenciones y procesamientos de agentes o expulsiones de diplomáticos de Marruecos en Europa —Mauritania echó también a un undécimo confidente el año pasado—, un número solo superado por Rusia, que en los últimos cinco años perdió a 31 espías en el Viejo Continente.

    Los 11 agentes marroquíes trabajaban para la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED), el servicio de espionaje exterior de Yassin Mansouri, de 50 años, el primer civil que lo dirige. Es el único servicio de inteligencia que formalmente depende del palacio real de Marruecos y se ha convertido en algo más que un servicio secreto. Es un instrumento de la diplomacia marroquí. La personalidad de su jefe lo explica.

    Mansouri forma parte del círculo de estrechos colaboradores del rey Mohamed VI, con el que estudió en el colegio real. Es además el único entre los íntimos del monarca que no ha sido salpicado por un escándalo económico o político.

    Su lealtad al futuro rey le provocó incluso, en 1997, ser apartado del puesto que desempeñaba en el Ministerio del Interior por su titular, Driss Basri. Sospechaba que le espiaba por cuenta del príncipe heredero, al que él sí vigilaba por encargo de su padre, Hassan II. Mansouri fue, sin embargo, el único de los amigos de juventud del príncipe que cayó bien a Basri. Ensalzó ante Hassan II su capacidad de trabajo y el rey le envió en 1992 a EE UU para que le formase el FBI.

    Nacido en Beejad, en el centro del país, hijo de un alem (sabio del islam), Mansouri recibió una educación religiosa, algo trastornada por las amistades izquierdistas de su hermano, hasta que se le ofreció plaza en el colegio real. Aún hoy día sigue siendo un hombre piadoso que intenta rezar con frecuencia, que no bebe alcohol, ni fuma, ni hace ostentación.

    Su travesía del desierto acabó tras la entronización de Mohamed VI, que en 1999 le nombró director de la MAP, la agencia de prensa oficial, desde donde regresó en 2003, esta vez por la puerta grande, a Interior. Durante dos años estuvo al frente de la más importante dirección general del ministerio del que Basri ya había sido expulsado. De ahí dio el salto al espionaje y a la diplomacia discreta.

    Mansouri formó, por ejemplo, parte de la delegación marroquí que acudió a Nueva York en 2007 a presentar al secretario general de la ONU la oferta de autonomía para el Sáhara; se sentó varias veces a negociar con el Polisario y se entrevistó en secreto en París, en 2007, con la ministra israelí de Exteriores, Tzipi Livn. En 2008 recibió en Rabat al secretario de Estado adjunto norteamericano, David Welsh, al que expresó su preocupación por la fragilidad del régimen tunecino y la “codicia” de su dictador Ben Ali, según revelaron posteriormente los cables de Wikileaks. Tres años después, Ben Ali fue derrocado. Mansouri fue de los pocos que acertaron en su pronóstico sobre Túnez..

    La DGED se ha dedicado, desde su creación en 1973, a vigilar a los exiliados enemigos de la monarquía alauí, antes izquierdistas y ahora más bien islamistas y a los independentistas saharauis. Pero a medida que la emigración marroquí ha ido creciendo también se esfuerza en supervisarla para que no germine en ella el extremismo, para que sea leal al trono.

    En España, Marruecos ha elaborado “una estrategia de gran magnitud”, señalaba en mayo de 2011 un informe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) enviado por su director, el general Félix Sanz, a tres ministros. “Su objetivo es extender su influencia e incrementar el control sobre las colonias marroquíes utilizando la excusa de la religión”, añadía. Esta supervisión la ejerce, según el CNI, “a través de su embajada y consulados (…), personal afín”, es decir, agentes de la DGED con cobertura diplomática y confidentes reclutados sobre el terreno. También colabora la Fundación Hassan II, que preside la princesa Lalla Meryem, hermana de Mohamed VI, cuyo presupuesto no está sometido al control del Parlamento.

    Prueba del interés de la DGED por la religión fue la intervención de Mansouri, en noviembre de 2008, ante un nutrido grupo de imanes, procedentes de España e Italia, e invitados a Marraquech por el Ministerio de Asuntos Islámicos. Un año antes, Mansouri viajó a Mallorca para reunirse con el que era entonces su homólogo español, Alberto Saiz, y advertirle de que estaba “jugando con fuego” al fomentar en Ceuta el auge de los tablig, una corriente islámica de origen indio, en detrimento del islam malekita que impera en Marruecos.

    Acaso sea porque quieren evitar tensiones con Rabat o porque necesitan más su cooperación en la lucha antiterrorista —la DGED ayudó al CNI a resolver el secuestro por Al Qaeda, en Malí, de tres voluntarios catalanes—, lo cierto es que los países del sur de Europa como España, Francia e Italia, aquellos en los que hay más inmigración marroquí, no expulsan ni detienen a agentes de Marruecos. “Sí se producen, pero no trascienden”, matiza un antiguo colaborador del CNI que trabajó en el Magreb.

    En 2010, Rabat expulsó a tres agentes españoles, con cobertura diplomática, destinados en Marruecos, pero en el último cuarto de siglo solo una trama de espionaje marroquí en España saltó a la palestra: la infiltración de un topo en Exteriores, en 1990, que obtuvo un informe sobre la conversación del ministro, entonces Francisco Fernández Ordóñez, con un responsable del Frente Polisario.

    Tags : Marruecos, DGED, Yassine Mansouri, espionaje, servicios secretos,

  • Maroc : Opération d’intox en vue de déstabiliser la France en Algérie

    Il semble que la France a lâché le Maroc au Conseil de Sécurité. Le dernier rapport du Secrétaire Général de l’ONU n’a pas été clément envers le Maroc.

    Pour la deuxième fois, le chef de l’ONU montre du doigt les autorités marocaines autant sur le plan des violations de l’Accord Nº1 que sur les mesures des restrictions imposées au territoire du Sahara Occidental que le Maroc a converti en prison à ciel ouvert.

    Le dernier rapport d’Antonio Guterres sur le Sahara Occidental dévoile que l’ONU continue d’être en conflit avec le Maroc à cause de la MINURSO, une mission qui non seulement n’a pas droit de porter des plaques onusiennes mais empêchée aussi de faire son travail concernant la situation de la population.

    La première fois que l’ONU a critiqué le Maroc pour ses actions contre la MINURSO était en 2012 lorsque Ban Ki-moon a dénoncé, entre autres, les activités d’espionnage auxquelles se livrent les autorités marocaines en vue de contrôler les mouvements des officiels onusiens. La réaction de Rabat a été le désavouement de l’Envoyé de l’ONU pour le Sahara Occidental, l’américain Christipher Ross.

    A l’époque, François Hollande venait d’être élu à l’Elysée après avoir gagné la bataille d’une campagne électorale où les marocains ont soutenu Nicolas Sarkozy. Hollande n’était pas des accoutumes de bienfaits de La Mamounia et il faisait peur aux marocains et le fait que son premier déplacement à l’étranger se fasse en Algérie a été la goutte qui a débordé la vase.

    En lisant le dernier rapport de Guterres, il y a lieu de se demander si la France n’a pas tourné, une nouvelle fois, le dos aux marocains au sein du Conseil de Sécurité.

    Le Makhzen, convaincu que ses alliés occidentaux, la France et les Etats-Unis, même si leur soutien au plan d’autonomie n’est plus à nier, n’ont pas l’intention de l’imposer aux sahraouis, s’agite dans tous les sens tellement la douleur est épouvantable. La douleur de se sentirimpuissant face au combat d’un peuple que les marocains, régime et citoyens, méprisent et villipendent.

    Ainsi les autorités marocaines, déçus par la France et par leurs mauvais calculs, ne savent plus à quel saint se vouer. Alors, ils annoncent l’implication de sahraouis dans des prétendues cellules supposément liées au terrorisme, multiplient les gestes envers les sionistes…. Et surtout se tournent vers leurs services secrets en vue de faire profit de la difficile situation en Algérie.

    C’est ainsi que la DGED monte des opérations des déstabilisation des relations franco-algériennes. Dans ce cadre, le site Maghreb Intelligence, une création des services de Yassine Mansouri, a publié le 23 avril 2019 une information censée être exclusive indiquant que l’Elysée avait demandé des explications après l’arrestation de Isaad Rebrab.

    Dans un communiqué transmis à la rédaction du site DIA, l’Ambassade de France en Algérie dément formellement les allégations du site Maghreb Intelligence selon lesquelles elle aurait « pris attache avec le ministère des Affaires étrangères algérien pour lui demander des renseignements sur les éléments du dossier judiciaire » de l’homme d’affaires Issad Rebrab.

    L’Ambassade de France en Algérie rappelle, une nouvelle fois, que la France respecte la souveraineté de l’Algérie et celle de son peuple ami, qu’elle ne s’ingère pas dans ses affaires intérieures et qu’elle n’a aucune volonté de le faire.

     Juste après le démenti de l’Ambassade de France, l’article a été supprimé.

    Le Maroc n’a plus rien à offrir à la France, son « amant » dont il n’est « pas particulièrement amoureux » mais qu’elle est « obligée à défendre », selon les mots de l’ancien ambassadeur français Gérard Araud. Rabat craint qu’à cause de l’épuisement des ressources marocaines, la France ne se tourne vers l’Algérie, un terrain encore fertile à exploiter et parasyté par les sociétés chinoises.

    Tags : Algérie, Maroc, Sahara Occidental, France, ONU. MINURSO, DGED, Maghreb Intelligence,

  • Maroc : Mohamed Yassine Mansouri, du FBI à la DGED

    Par Abdellah Miloudy                                              Source: I-Bergag, 20/12/2012

    Le patron de la Direction générale des études et de la documentation (DGED), les services secrets extérieurs du royaume, Mohamed Yassine Mansouri, a eu droit à un extensif portrait publié par le quotidien espagnol El Pais. Signé par Ignacio Cembrero, le spécialiste du Maghreb au journal madrilène et l’un des rares journalistes européens qui n’a pas encore succombé au charme et à la générosité de nos dirigeants, ce portrait est truffé d’informations que l’on ne lit pas souvent au Maroc.

    L’une d’elles est que depuis 2008 la DGED a perdu 10 chekamas (espions) en Europe et un autre en Mauritanie. Un record battu seulement par la Russie de Poutine. Quelques uns travaillaient sous couvert de la protection diplomatique et d’autres étaient des RME (résidents marocains à l’étranger). Quatre marocains ont été attrapés la main dans le sac en Allemagne, jugés et condamnés. Contrairement à l’Espagne et à la France, où les agents secrets marocains font comme chez eux, et dans le cas de l’hexagone reçoivent même l’aide des services français, Berlin se montre intraitable quand il s’agit des droits et de la sécurité des personnes qui résident sur son sol, quelque soit leur nationalité.

    El Pais nous explique que le cas qui a fait le plus de mal à la DGED est celui de Redouane Lemhaouli, ce policier hollandais d’origine marocaine, qui a été arrêté et expulsé des forces de l’ordre pour avoir utilisé l’ordinateur central du ministère de l’intérieur des Pays Bas pour les besoins des services de Mansouri. Et que Bagdad A, le dernier des marocains arrêtés et jugés en Allemagne, a encaissé 22 800 euros pour son travail patriotique et que c’est lui-même qui s’est proposé en 2007 à la DGED pour espionner. Certains ont l’espionnite dans le sang. Le syndrome du mokadem.

    Quant à Mohamed Yassine Mansouri, Cembrero nous raconte qu’il est originaire de la sainte ville de Bejaad, ça on le savait ; qu’il est très pieux, on le savait aussi ; qu’il a un frère gauchiste, ça on ne le savait pas, et qu’il a suivi une formation au FBI américain, et ça non plus on ne le savait pas.

    Enfin, avant de s’occuper de la DGED, Mansouri a dirigé la MAP, l’agence de presse officielle, qui possède de très nombreux honorables correspondants à travers le monde. Un poste qui est allé comme un gant à cet ancien du FBI et qui a sûrement contribué à sa formation avant d’être catapulté à la tête de la DGED.

    Une dernière touche humoristique, El Pais nous rappelle que selon les documents de Wikileaks Yassine Mansouri a été l’une des rares personnes à se préoccuper de la « fragilité » du régime tunisien à cause de la « cupidité » de l’ancien dictateur Zine Eddine Ben Ali. C’était en 2008.

    C’est vrai qu’à l’époque le livre d’Eric Laurent et de Catherine Graciet sur un autre « cupide », « Le roi prédateur. Main basse sur le Maroc » (Editions du Seuil, 2012) n’avait pas encore été publié….

    Tags: Maroc, Makhzen, DGED, Yassine Mansouri, espionnage, FBI,

  • Dossier DGED (4) Enquête Exclusive. Nos espions à l’étranger

    Par Mehdi Sekkouri Alaoui, envoyé spécial à Amsterdam

    Enquête Exclusive. Nos espions à l’étranger

    Vrais flics et faux diplomates

    Comment la chute d’un agent secret marocain a fait scandale en Hollande, mettant à nu un réseau d’espionnage aux ramifications insoupçonnées.

    Lundi 28 septembre 2008. En ce début de soirée, les cafés d’Oost, quartier multiethnique à l’ouest d’Amsterdam à forte présence marocaine, sont quasi déserts. Cela semble être le cas depuis plusieurs jours, déjà. L’explication à cette étrange désaffection tient en une phrase : les révélations fracassantes sur les activités des services de

    renseignements marocains sur le sol néerlandais. Tout simplement. En moins d’une semaine, les 350 000 personnes que compte la communauté marocaine en Hollande ont appris que des policiers et des responsables politiques, d’origine marocaine eux aussi, flirtaient avec la puissante DGED (Direction générale des études et de la documentation) de Yassine Mansouri. Résultat : un vent de méfiance et de paranoïa souffle depuis sur les “Marokkaanse”, dont beaucoup réduisent désormais leurs “sorties” au strict minimum. “Aujourd’hui, il faut se mettre en tête que tout le monde est susceptible de travailler pour les flics. Même tes proches”, lâche en souriant Ahmed, 29 ans, qui reconnaît avoir changé ses habitudes : “J’ai décidé de moins fréquenter certains endroits et surtout certaines personnes”. Un premier constat que confirme Jamal Ryane, militant associatif à Amsterdam : “Cette affaire a créé un profond malaise au sein de la communauté marocaine. On n’avait vraiment pas besoin de ce genre de scandales, nous sommes déjà suffisamment pointés du doigt…”. Et d’ajouter, déçu : “On croyait qu’avec l’arrivée de Mohammed VI au pouvoir, le temps des barbouzeries de bas étage était révolu. Ce n’est malheureusement pas le cas. Nous sommes toujours aussi fliqués qu’avant”.

    On infiltre bien la police hollandaise

    Flash-back. Nous sommes en mars 2007, les services secrets néerlandais (AIVD, équivalent de la DGST marocaine) envoient une note interne à la direction de la police les informant que deux de leurs membres seraient des collaborateurs des renseignements marocains, la DGED en l’occurrence. La réaction ne se fait pas attendre : la police licencie illico presto Redouane Lemhaouli et Mohamed Ziad pour “violation du secret professionnel” et “manquement au devoir”. Les autorités néerlandaises n’hésitent pas, dans le même temps, à faire part de leur colère à Rabat. Dans la foulée, deux agents secrets, théoriquement rattachés à l’ambassade du Maroc à La Haye, sont priés de quitter le pays sur le champ…

    Dans un premier temps, les deux présumés coupables, Redouane Lemhaouli et Mohamed Ziad, encaissent le coup sans broncher. Le premier, dit “Ré”, est brigadier à Rotterdam. Il est devenu, à 38 ans, une célébrité locale connue pour son engagement dans la société civile, notamment auprès des Marocains. Marié à une Hollandaise, cet originaire du Rif marocain, qu’il a quitté très jeune dans les valises de ses parents, était en 1991 un des tout premiers “étrangers” à rejoindre les rangs de la police. Il est un si bon représentant de l’entente maroco-hollandaise, qu’on lui prête un rôle actif dans la préparation de certaines visites effectuées par des délégations néerlandaises au Maroc. Mohamed Ziad, lui, est un enfant de Hay Mohammadi à Casablanca, arrivé en Hollande dans les années 90. Il est préposé bénévole à l’accueil dans un commissariat de quartier de La Haye depuis moins d’un an. Assistant social à la base, Mohamed, la trentaine, milite dans une ONG dont il est le président : l’association des droits des Marocains aux Pays-Bas. Il est connu pour prendre part, comme nous l’ont confirmé plusieurs sources, “aux manifestations revendiquant la marocanité du Sahara”. Ziad, à qui il arrive de collaborer avec des journaux arabophones au Maroc, a par ailleurs la réputation d’être “proche des employés du consulat du Maroc, qu’il fréquente assidûment”.

    L’espion et la princesse

    L’affaire aurait pu en rester là, sans écho public, si les médias ne s’en étaient pas mêlés. Le 15 septembre, Nova, émission quotidienne phare de la télévision publique néerlandaise, dévoile les barbouzeries supposées du tandem Redouane Lemhaouli – Mohamed Ziad. Le scandale éclate alors au grand jour.

    Rencontré dans les studios de Nova dans la région d’Amsterdam, le journaliste Robert Bas nous confie avoir eu beaucoup de mal à boucler son enquête. “Au début du mois de juillet, nous avions eu des informations selon lesquelles un membre de la police de Rotterdam a été licencié pour espionnage. Nous avons alors entamé notre investigation, qui s’est avérée plus longue que prévu du moment que personne ne voulait répondre à nos questions”. Raison de cette omerta : l’affaire des deux policiers d’origine marocaine, qui promet de remonter jusqu’à un haut niveau de l’establishment local, risque d’éclabousser au passage la famille royale néerlandaise. Et pour cause, en février dernier, la princesse Maxima, épouse du prince héritier Willem Alexander, présidait une cérémonie de remise des diplômes à 57 jeunes immigrés. L’opération, un coup de marketing pour l’intégration des populations immigrées, est parrainée… par un certain Redouane Lemhaouli, épaulé par Mohamed Ziad. Le jour de la remise des diplômes, donc, la princesse trône au milieu d’un parterre de haut rang (le ministre de la Jeunesse et de la Famille, le chef d’état-major des armées, l’ambassadeur du Maroc aux Pays-Bas, etc), parmi lequel s’est glissé Lemhaoudi. Sans oublier Ziad, confortablement installé parmi le public. Séduite par ce programme de réinsertion mis sur pied par “Ré”, la princesse va jusqu’à accepter de le parrainer en le baptisant “Projet Maxima”. Ce qu’elle ne savait pas, c’est que “Ré”, et son ami “Momo”, feraient l’objet de la fameuse note des services néerlandais quelques semaines plus tard…

    Scandale national

    La diffusion de l’enquête de Nova, le 15 septembre, fait l’effet d’une bombe dans l’ensemble des Pays-bas. Toute la classe politique est montée au créneau pour crier au scandale. Le parti travailliste, membre de la coalition au gouvernement, demande que l’ambassadeur du Maroc soit rappelé à l’ordre. Même requête du côté des chrétiens démocrates. Pour sa part, l’extrême droite de l’ultraconservateur Geert Wilders, connu pour son islamophobie, a carrément exigé l’expulsion du diplomate marocain en poste à La Haye si Rabat ne présentait pas ses excuses dans les plus brefs délais. C’est la crise ouverte.

    Dans la foulée, le ministre des Affaires étrangères, Maxime Verhagen, déclare donner “une importance particulièrement grande à l’affaire”. Devant le Parlement, il confirme le licenciement de Redouane Lemhaouli et le renvoi des deux diplomates marocains, dont l’identité n’a jamais été clairement établie. Le ministre renchérit en précisant que “des explications ont été officiellement demandées au Maroc”. Pour les détails de l’affaire, il faudra repasser. Après un tête-à-tête quelques jours plus tard avec son homologue marocain dans les couloirs des Nations Unies, dont la teneur est restée secrète, Verhagen envoie une lettre aux élus condamnant “l’intervention de certaines parties ou services pour influencer les citoyens d’origine marocaine”. Le responsable néerlandais pointe indirectement la DGED, l’accusant à demi-mots de “porter atteinte à la démocratie et à la souveraineté des Pays-Bas”. Mais il évite soigneusement de déclarer la guerre ouverte : non, tous les détails de l’affaire ne seront pas révélés parce que “le sujet est sensible et l’enquête suit toujours son cours”.

    Une façon bien diplomatique pour éviter la rupture totale avec Rabat. Mais aussi, comme nous l’explique cette source locale, “pour éviter de s’aliéner l’ensemble de la (forte) communauté marocaine aux Pays-Bas”.
    La loi du silence Question : quel genre d’informations Redouane Lemhaouli et Mohamed Ziad pouvaient-ils bien transmettre aux services de renseignements marocains ? “On ne peut pas trancher, répond l’enquêteur de Nova, Robert Bas. Mais d’après tous les éléments d’enquête qui sont passés entre nos mains, nous sommes sûrs de leur culpabilité. Ce n’est pas pour rien qu’on a interdit aux deux hommes d’exercer dorénavant dans la fonction publique ou d’occuper tout autre poste jugé sensible. Et puis, s’ils étaient vraiment innocents, comment se fait-il qu’ils n’ont jamais protesté?”.

    Contacté par TelQuel, Mohamed Ziad a nié catégoriquement être un agent à la solde de la DGED (lire interview). Quant à Redouane Lemhaouli, il a préféré ne pas donner suite aux sollicitations des journalistes. Ce qui laisse la porte ouverte à toutes les supputations. Dont une, particulièrement colportée, comme nous avons pu le constater, tant à La Haye qu’à Rotterdam ou Amsterdam, et qu’une source à Nova nous résume ainsi : “Il est probable qu’il y ait eu un deal entre Lemhaouli et les autorités néerlandaises. En contre-partie de son silence, il ne serait pas poursuivi en justice”. Impossible pour le moment de le confirmer. Mais si Lemhaouli continue de se terrer dans le silence absolu, son entourage se charge de clamer son innocence et va jusqu’à crier au complot. Fomenté par qui ? “Les services de renseignements hollandais pour l’obliger à collaborer, ou l’extrême droite, voire tout simplement des concitoyens (marocains) jaloux de sa réussite”, clame sans conviction Farid Oulad Lahcen, responsable de “La voix des démocrates marocains aux Pays-Bas”, unique organisation engagée dans la défense du tandem Lemhaouli – Ziad.

    Politiciens ou espions ?

    Lemhaouli et Ziad ne seraient pas les seuls à collaborer avec les services de renseignements marocains. Dans les jours qui ont suivi la diffusion de l’enquête de Nova, un conseiller communal de Rotterdam a mis le feu aux poudres en déclarant, dans un programme télévisé, avoir été sollicité par les services marocains. Rencontré à la mairie de la deuxième ville des Pays-bas, Fouad El Haji nous raconte : “Un jour, un ami m’a invité à l’accompagner à une soirée marocaine. Sur le chemin, il m’a clairement demandé de rejoindre un réseau d’informateurs dont il faisait partie. Il m’a dit, pour finir de me convaincre, qu’en contre-partie mon avenir serait pleinement assuré !”. Le conseiller d’origine marocaine (il a vu le jour à Al Hoceïma en 1969) va encore plus loin : “Je peux vous assurer que je ne suis pas le seul homme politique d’origine marocaine à avoir été contacté par les services marocains. Beaucoup ont même répondu favorablement à l’offre qui leur a été proposée”. Mohamed Rebbae, un des premiers députés marocains aux Pays-Bas, basé à Utrecht, joint pour les besoins de notre enquête, abonde dans le même sens : “En 1999, ils (les services marocains) m’ont envoyé un ancien voisin, qui s’est présenté comme un agent des renseignements s’occupant de la communauté marocaine en Espagne. Il m’a clairement signifié que je pouvais avoir tout ce que je voulais si je répondais favorablement à sa demande de collaboration”. Comme Fouad El Haji, Mohamed Rebbae affirme avoir décliné “l’offre”, informant au passage les autorités néerlandaises…qui se sont plaintes à Rabat. “Mon cas n’est sûrement pas isolé. Ils sont nombreux ceux qui sont approchés mais rares sont ceux qui osent le dire”, nous explique encore Rebbae.

    Ce qui est sûr, c’est que le scandale (des services marocains) a pris des proportions énormes en Hollande. Pas au Maroc, où les responsables ont visiblement décidé de “laisser passer l’orage”. Yassine Mansouri, patron des services, Taïeb Fassi Fihri, diplomate numéro 1 du royaume, voire Khalid Naciri, porte-parole du gouvernement, jouent pour le moment la carte de la sérénité, rangeant ainsi “l’affaire” au rayon des faits-divers. En un mot, Rabat fait la sourde oreille. Jusqu’à quand ?

    Mohamed Ziad. Espion, pas espion ?

    Mohamed Ziad est, avec Redouane Lemhaouli, à l’origine du scandale d’espionnage qui secoue les relations entre les Pays-Bas et le Maroc. Il a accepté de nous rencontrer à Amsterdam.

    En mars dernier, vous avez été licencié par la police de La Haye qui vous accuse de collaborer avec les services de renseignements marocains. Qu’avez-vous à dire à ce sujet ?

    A ce jour, je n’arrive toujours pas à réaliser ce qui m’arrive. D’ailleurs, je suis tombé des nues lorsque mes supérieurs m’ont appris la nouvelle. Je ne peux pas être un espion pour la simple raison que je n’ai pas la mentalité qu’il faut, je ne suis pas fait pour ça. Le militant associatif que je suis n’acceptera jamais de travailler pour un service de renseignement, qu’il soit marocain ou néerlandais. Les idéaux et les valeurs que je défends me l’interdisent.

    On vous dit proche des employés du consulat du Maroc, que vous fréquenteriez assidûment…

    Mais ce n’est pas un crime de rentrer dans un consulat du Maroc. Si j’y suis aussi souvent, c’est parce que je suis à la tête d’une association qui défend les droits des Marocains aux Pays-bas. Des gens ayant des problèmes avec l’administration marocaine font appel à moi, et c’est cela qui m’amène à m’y rendre régulièrement pour rencontrer un assistant social, dans le but de leur trouver des solutions. Cela ne prouve en rien que je suis un agent à la solde des services marocains.

    Quel rapport entreteniez-vous avec Redouane Lemhaouli ?

    J’ai rencontré son père en 2001 au sein du consulat du Maroc. Il était là parce qu’il avait lui aussi un différend à régler avec l’administration marocaine. Par la suite, les gens lui ont parlé de moi, il est donc venu vers moi pour me demander des conseils. C’est ainsi que j’ai connu Redouane Lemhaouli, à qui j’ai apporté mon aide dans le cadre du “projet Maxima”. Mon rôle à moi était de lui trouver des jeunes Marocains en situation difficile pour les inclure dans le projet.

    Selon vous, Lemhaouli, alias Ré, est-il un agent au service des renseignements marocains ?

    Pas du tout. Il n’y a pas si longtemps, Lemhaouli s’est vu saisir une maison à Tanger parce qu’il n’arrivait plus à rembourser son crédit. S’il était vraiment un espion, je ne pense pas qu’il aurait eu droit à ce genre de traitement.

    Et vous ?

    Je ne suis pas un espion. Ma propre mère restée au Maroc a été expulsée de son appartement à Casablanca parce qu’elle n’arrivait plus à payer son loyer. Si j’étais un espion, je ne crois pas que cela se serait pas passé ainsi. Et puis au commissariat de quartier où j’étais affecté, je n’étais qu’un simple préposé à l’accueil qui n’avait même pas accès à l’informatique.

    Comment avez-vous appris votre licenciement ?

    Mes supérieurs m’ont appelé du jour au lendemain pour m’annoncer qu’ils ne pouvaient pas me garder, sans autre forme d’explication. Ils m’ont ensuite accompagné à la maison pour récupérer mon uniforme de police. Je n’ai plus de contacts avec eux depuis ce jour-là.

    Si vous êtes innocent, pourquoi avoir choisi de garder le silence ?

    J’aurais pu donner suite à cette affaire, crier au scandale, mais j’ai choisi de tourner la page. Ce travail, en fin de compte, je n’en ai pas besoin. A la base, je suis assistant social, mais actuellement, je suis en arrêt maladie, et je perçois toujours mes indemnités d’invalidité. Ce travail à la police de La Haye, je le faisais à titre bénévole, pour meubler mon temps.

    DGED. Voyage au-dessus d’un nid d’espions

    La Direction générale des études et de la documentation (DGED, service de renseignements extérieurs) est une bien diplomatique appellation pour désigner la toile de l’espionnage marocain tissée à travers le monde. “Diplomatique”, le mot est trouvé. La DGED, nid d’espions au service du royaume, opère la plupart du temps dans le sillage de la diplomatie marocaine à laquelle l’essentiel de ses membres est théoriquement rattaché. La “centrale” a d’ailleurs des airs de diplomatie parallèle, surtout depuis l’avènement de Mohamed Yassine Mansouri, proche (et compagnon de classe) de Mohammed VI, à la tête de la DGED. Un Mansouri, qui a fait partie de la délégation officielle reçue cette semaine par le secrétaire général des Nations Unies, pratiquement au même titre que le ministre des Affaires étrangères Taïeb Fassi Fihri… La DGED a classiquement pour tâche de tenir une “veille” (informations et renseignements en tous genres) là où elle se trouve, aux quatre coins du monde. La veille est d’autant plus importante que les pays cibles représentent un enjeu politique important pour le Maroc : cas des voisins du Maghreb, Algérie et Mauritanie en tête, mais aussi de l’Europe (France, Espagne, Belgique, Hollande). Sans oublier les pays à forte implantation islamiste (Soudan, Pakistan, etc.). Concrètement, nos espions ont la tâche (secrète, bien entendu) d’infiltrer les milieux et les réseaux sensibles, à commencer par les rouages des chancelleries occidentales, mais aussi d’encadrer la communauté marocaine à l’étranger. Le but premier de toutes ces activités étant de suivre à la trace les mouvements des “fortes têtes” (activistes politiques, islamistes) marocaines de la diaspora. Comme nous l’ont expliqué plusieurs sources consultées pour les besoins de notre enquête, la DGED a un fort penchant pour les amicales marocaines à l’étranger, réputées très perméables aux infiltrations policières. Même les mosquées, à l’image de tous les lieux de rassemblement communautaire, n’échappent pas à la surveillance des espions venant ou agissant pour le compte de Rabat.

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  • Dossier DGED (1) : le chef du renseignement marocain a de l’estime pour le « sérieux » de Tzipi Livni ! (Wikileaks )

    Le Chef du renseignement Marocain, Mohamed Yassine Mansouri, a beaucoup apprécié le « sérieux » de Tzipi Livni, l’ex ministre des Affaires étrangères israélien. Dans un câble diplomatique américain de l’ambassade US à Rabat révélé par Wikileaks, le chef de la Direction Générale des Etudes et de la Documentation (DGED), le contre-espionnage Marocain, a confié à des diplomates américains que Tzipi Livni est un bon partenaire !

    Tzipi Livni, la politicienne qui a soutenu la guerre contre les femmes et les enfants de Gaza en 2008-2009 aux côtés d’Ehud Olmert, rentre dans les bonnes grâces de Mohamed Yassine Mansouri, le premier responsable du renseignement marocain.

    En effet, lors d’une rencontre tenue en février 2008 avec le sous-secrétaire d’Etat américain chargé des affaires du Proche-Orient et de l’Afrique du Nord, David Welsh, en visite à Rabat, le chef de file du contre-espionnage marocain, Mohamed Yassine Mansouri a confié qu’il s’est bel et bien entretenu avec Tzipi Livni (une ex-du MOSSAD) à Paris en juillet 2007.

    Accompagné par le ministre Marocain des Affaires étrangères, Taieb Fassi Fihri, Mohamed Yassine Mansouri a étudié avec la délégation israélienne de nombreuses questions liées au Proche-Orient. Ceci dit, le patron du DGED ne révélera aucun détail à David Welch sur le contenu exact et précis de cette rencontre mystérieuse.

    A l’époque, de nombreux observateurs ont relevé que Mohamed Yassine Mansouri a été dépêché par Mohamed VI à Paris pour demander une assistance aux israéliens dans un dossier sensible. Cette hypothèse ne sera ainsi ni confirmée ni infirmée par ce câble diplomatique révélé par Wikileaks dans lequel Yassine Mansouri se contente de faire part à Welsh de toutes les impressions positives que lui a procurée sa rencontre avec Tzipi Livni.

    Toutefois, dans ce même câble, le patron du DGED n’a pas hésité à dénoncer la « cupidité » du régime de Ben Ali. Mohamed Yassine Mansouri s’est dit même préoccupé par la fragilité du régime tunisien qui risque de vaciller à n’importe quel moment.

    Concernant la Mauritanie, Mohamed Yassine Mansouri a demandé une plus grande implication des américains dans ce pays aux prises avec les menaces terroristes. Et à ce sujet, David Welsh a rassuré son interlocuteur que sur cette question, comme sur celle du Sahara Occidental, Washington « est pro Mohamed VI ».

    Abderrahmane Semmar

    El Watan, 23/12/2010

    Tags : Maroc, Makhzen, Yassine Mansouri, Tzipi Liivni, Wikileaks, DGED, services secrets, espionnage,

  • Dossier DGED (2) : Mohamed Yassine Mansouri, le nouvel homme fort

    Sa discrétion n’a d’égale que sa puissance. Renseignement intérieur, lutte anti-terroriste, affaires étrangères…

    L’ombre du patron de la DGED est partout.

    Voilà un personnage mystérieux. Depuis son passage au collège royal aux côtés du futur Mohammed VI, on sait que Mohamed Yassine Mansouri est extrêmement réservé, voire timide. Le genre à rougir légèrement les rares fois où il lui arrive de prendre la parole. Ses amis parlent d’un homme pieux (c’est un habitué de la Omra aux lieux saints de l’islam), attaché à ses origines. Lors de ses apparitions publiques, plutôt fréquentes pour un patron de services secrets, il étonne par sa simplicité et sa disponibilité. Ne l’a-t-on pas vu, par exemple, marcher lors de manifestations pro-palestiniennes, ou jouant des coudes lors de funérailles de grands hommes d’Etat ?

    Ceux qui l’ont pratiqué s’arrêtent sur son flegme et sa prudence, parfois exagérée. “Il lui arrive de ne pas trancher sur des questions cruciales tant qu’il n’a pas reçu un feu vert d’en haut lieu”, se rappelle l’un de ses anciens collaborateurs au ministère de l’Intérieur. A la DGED (Direction générale des études et de la documentation, renseignements extérieurs ou contre espionnage), Mansouri n’a pas changé. Travailleur infatigable, il reste malgré tout proche de sa famille et de ses amis. Vaguement, on sait qu’il a rajeuni les équipes de l’agence et élargi son champ d’action, aussi bien au Maroc qu’à l’international. On sait aussi qu’il a fini par imposer la DGED comme une super-agence, qui semble de plus en plus, et c’est une grande nouveauté, coordonner l’action de tous les autres services de renseignement. Vrai ou faux ? Difficile de trancher, ou de confirmer cela auprès du premier intéressé, totalement injoignable. Mais une chose reste sûre, toutes les grandes affaires du royaume, ou presque, portent aujourd’hui l’empreinte de l’agence dirigée par l’enfant prodige de Bejaâd, son fief natal.

    Il a surfé sur l’affaire Mustapha Salma

    Dernier cas en date, celui de Mustapha Salma Ould Sidi Mouloud. L’affaire de l’ex-policier indépendantiste n’a pas encore livré tous ses secrets. Il y a quelques semaines, le Front Polisario a certes annoncé sa libération. Mais Mustapha Salma demeure introuvable. Sa famille, aussi bien à Tindouf qu’au Maroc, n’a pas encore réussi à le localiser, encore moins à lui parler. Le Polisario aurait-il “bluffé” pour contenir la pression (grandissante) à l’international ? “Cela reste possible, analyse ce militant de gauche à Laâyoune. Mais alors, ils ont mal calculé leur coup parce que la mobilisation pour le cas Mustapha Salma a repris de plus belle. Parfois même avec plus d’intensité”. En fin de semaine dernière en effet, Human Rights Watch et Amnesty International ont fait part de leur “préoccupation” quant au cas du dissident sahraoui. “Le Polisario est dans une situation pour le moins inconfortable, poursuit notre militant. Le Front a d’abord abusivement arrêté un Sahraoui qui n’a fait qu’exprimer une opinion politique. Aujourd’hui, les responsables de l’organisation indépendantiste sont, de plus, soupçonnés d’avoir menti à la communauté internationale. De toute évidence, le Maroc marque des points dans la guerre médiatique et politique qui l’oppose au Polisario”. Derrière ce “coup”, se cache un homme : Yassine Mansouri, patron de la DGED. Selon plusieurs sources qui suivent de très près l’affaire du Sahara, il a pris le temps de “travailler son dossier”. Avant d’organiser sa conférence de presse à Smara et de proclamer ouvertement sa préférence pour le plan d’autonomie marocain, Mustapha Salma a en effet tranquillement traversé le Maroc, du nord au sud. L’ex-responsable sahraoui aurait-il réussi à déjouer “la vigilance” des autorités marocaines ? La question fait sourire ce journaliste sahraoui. “Il a évidemment été fiché dès son entrée au Maroc, peut-être même avant, mais on l’a laissé tranquille. C’est lors de son deuxième séjour au royaume (en août) que les services de sécurité sont entrés en contact avec lui. Ils sont tombés sur une perle rare. Un Sahraoui suffisamment souple pour accepter de dialoguer, mais assez têtu pour tenter le diable, et revenir à Tindouf”, conclut le journaliste.

    Dans cette affaire, comme dans plusieurs autres, difficile d’évaluer la part d’intervention de chaque service. Néanmoins, sur le terrain, le lobbying discret mais insistant et l’influence grandissante de la DGED ne font aucun doute. L’agence, théoriquement dédiée au renseignement à l’international, a peu à peu élargi son périmètre d’intervention à l’intérieur du territoire. “Il n’y a pas de mystère à cela, confie cet officier. Les thématiques sur lesquelles travaille la DGED, comme le Sahara, le terrorisme ou la lutte contre le trafic de drogue, ont des implications aussi bien au Maroc qu’à l’étranger”.

    Ce n’est pas tout. Depuis le départ de Fouad Ali El Himma, confie-t-on, Mohamed Yassine Mansouri est devenu le nouvel homme fort de l’ensemble de l’appareil sécuritaire marocain. Une sorte de coordinateur général des différents services même si, selon certains de ses proches, l’ancien camarade de classe de Mohammed VI n’aime pas ce genre de classification. “En fait, explique notre source, c’est un poste qui n’existe pas officiellement. Fouad Ali El Himma l’a incarné au lendemain des attentats du 16 mai, le général Laânigri l’a certainement convoité en secret. Aujourd’hui, c’est au tour de Mansouri d’en hériter. Et force est de reconnaître qu’il a la tête de l’emploi”.

    Il a un accès direct au roi

    Réservé et discret, Mohamed Yassine Mansouri a d’abord toujours su se préserver des guerres secrètes, et souvent violentes, qui secouent le premier cercle royal. Il continue donc d’avoir un accès direct au monarque, ce qui lui confère une crédibilité certaine auprès de ses différents interlocuteurs. “Qu’ils soient acteurs politiques, dissidents sahraouis ou partenaires sécuritaires internationaux, tous savent qu’ils ont en face d’eux un émissaire privilégié et personnel du roi. Cela fait souvent la différence”, affirme un proche du patron de la DGED.

    C’est ensuite un travailleur qui a patiemment fait son apprentissage du “métier”. D’abord aux côtés de Driss Basri puis sous Mohammed VI. Il a successivement été patron de la Direction des affaires générales (DAG) au ministère de l’Intérieur, puis directeur général de l’agence MAP avant d’atterrir dans la forteresse de la route de Rommani (siège de la DGED à Rabat). “Il a même effectué un stage au FBI sur recommandation personnelle de Hassan II”, confie un vieil ami de Mohamed Yassine Mansouri.

    La carrière makhzénienne n’a pas empêché le fils de Bejaâd d’entretenir un vaste réseau politique. On le dit ainsi proche de plusieurs figures de la gauche marocaine comme Bensaid Aït Idder, dirigeant de l’OADP puis du PSU. L’homme dispose également de relais solides dans sa région natale, ainsi qu’au Sahara, voire même à Tindouf. Pour entretenir ce réseau, Mansouri n’hésite pas à s’offrir quelques “bains de foule politiques” à l’occasion d’évènements spéciaux, comme ce fut le cas lors des funérailles de Abdallah Ibrahim ou de Abdelaziz Meziane Belfqih.

    Car contrairement à ce qu’on pourrait penser, sa nomination à la tête du contre-espionnage marocain ne l’a pas rendu invisible. Bien au contraire. Il est ainsi l’un des principaux négociateurs marocains dans l’affaire du Sahara. Il pose, sans complexes, aux côtés du secrétaire général de l’ONU et s’affiche publiquement lors des points de presse et des séances de briefing qui suivent les rounds de négociations entre le Maroc et le Polisario. “Mais alors, raconte un journaliste qui s’est déjà retrouvé à sa table, impossible de lui extirper la moindre information ou le moindre commentaire. Il arrive toujours à changer de sujet ou à vous retourner votre question, tout en restant poli et cordial”.

    Au lendemain du putsch qui a renversé le président mauritanien Ould Cheikh Abdellahi en 2008, c’est encore lui que Mohammed VI dépêche officiellement à Nouakchott afin de sonder les intentions du nouveau chef de l’Etat. La capitale mauritanienne est d’ailleurs une véritable plaque tournante pour le renseignement marocain à l’étranger. Une sorte de hub africain de première importance. “Les agents de la DGED y ont d’ailleurs leurs habitudes depuis plusieurs années, confie cet entrepreneur mauritanien. Ils résident toujours dans le même hôtel, vont au même restaurant et gardent un œil sur tout ce qui se passe dans le pays. Mansouri se rend souvent sur place également”. Depuis 2005, le pays de Mohamed Ould Abdelaziz est, de plus, devenu une véritable tour de contrôle pour les équipes de la DGED, sérieusement préoccupées par les activités d’Al Qaïda au Maghreb Islamique (AQMI) dans la région du Sahel.

    Il dialogue avec les Européens et les Américains

    Si l’Algérie a fait le choix des armes pour lutter contre le réseau terroriste, le Maroc a privilégié, quant à lui, le renseignement. Une mission qui échoit naturellement à la DGED, dont les agents sont devenus habitués aux réunions sécuritaires mondiales au Mali ou au Niger. “Mansouri est fier que la DGED ait exprimé, la première, son inquiétude face aux risques terroristes dans cette région du monde, explique ce cadre au ministère de l’Intérieur. A l’époque, le Maroc a discrètement partagé les informations en sa possession avec les grandes puissances mondiales. Mansouri ne voulait pas trop en faire pour ne pas être taxé de chercher simplement à déstabiliser le Polisario et légitimer, d’une nouvelle manière, la souveraineté marocaine sur le Sahara”. Aujourd’hui encore, l’intervention de la DGED dans ce dossier relève du secret-défense. En août 2010 par exemple, le ministre espagnol de l’Intérieur nous apprenait, presque par hasard, que le Maroc a fourni “une précieuse assistance” au royaume ibérique afin de libérer deux otages détenus par AQMI. “L’enjeu est important pour le royaume, analyse cet observateur sahraoui. D’un côté, ses services secrets donnent la preuve de leur efficacité. Les fichiers de combattants jihadistes qu’ils ont constitués au fil des années s’avèrent grandement utiles. De l’autre, le Maroc semble affirmer qu’AQMI ne pourra pas élargir ses activités au Sahara tant que ce dernier est sous souveraineté marocaine”. Au passage, Mohamed Yassine Mansouri devient un interlocuteur incontournable dans la région auprès des Européens et des Américains. On dit que ses visites sont assez fréquentes à Washington, où il disposerait d’entrées privilégiées au sein d’agences de renseignement de premier plan.

    Et cela ne plaît pas forcément à tout le monde. L’Algérie ne rate par exemple aucune occasion de rappeler que le royaume ne dispose pas de frontières avec la région du Sahel. Il y a quelques semaines, le pays de Abdelaziz Bouteflika a même refusé de prendre part à une réunion de coordination sécuritaire au Mali pour protester contre la présence marocaine autour de la table de discussions. Une première ! “En fait, analyse notre observateur, l’Algérie n’arrive pas à digérer le fait que le Maroc, essentiellement à travers la DGED, soit devenu incontournable dans la gestion de dossiers sécuritaires régionaux et continentaux, après avoir sérieusement renforcé sa coopération économique et diplomatique avec plusieurs pays africains”.

    Il partage, il fédère, il rassure

    Reste une question : dans quelle mesure la DGED chapeaute-t-elle réellement, aujourd’hui, le travail des autres services de renseignement ? Difficile de répondre avec précision. Certes, chacun des services a ses propres prérogatives et son domaine d’intervention bien précis, “mais il n’est pas interdit de travailler ensemble. C’est même souhaitable”, ironise un proche de Mansouri.

    Avec Si Yassine, comme certains l’appellent désormais, la guerre des services n’est (apparemment) plus qu’un lointain souvenir. “Du fait de sa proximité avec le roi et de la complexité des dossiers qu’il gère, il a souvent des informations à partager avec les autres. Le travail de la DAG ou de la DST n’a plus de secrets pour lui du fait de son long passage au ministère de l’Intérieur”, explique une source proche du milieu du renseignement. “Il n’est ni cassant ni rancunier, surenchérit ce journaliste qui l’a côtoyé à la MAP. Lorsqu’il a atterri à l’agence de presse, on avait tous parié sur un changement radical, des mises au placard à la pelle, etc. Il n’en fut rien. Il s’est installé dans le même bureau que son prédécesseur et a travaillé avec le même staff. C’est un homme qui déteste la brutalité et les règlements de compte”. Très vite, nous a-t-on assuré, les autres services ont compris qu’avec un profil pareil à la tête de la DGED, “ils gagneraient en efficacité sans perdre en indépendance”.

    Autre avantage pour Mansouri : l’absence de concurrents influents ou charismatiques. A la DST par exemple, le général Laânigri, professionnel du renseignement, a été remplacé par Abdellatif Hammouchi, spécialiste de l’antiterrorisme. Capable de reproduire, de mémoire, l’architecture complexe de tous les groupuscules terroristes marocains, le numéro 1 de la DST reste néanmoins presque exclusivement concentré sur l’opérationnel et les actions de terrain. Ce n’est donc pas lui qui risque, vraiment, de voler la vedette au nouvel homme (de l’ombre) fort du royaume.

    De plus, Mansouri a su entretenir des relations assez bonnes avec les ministères de l’Intérieur et des Affaires étrangères. Avec lui, visiblement, les services, tous les services de Sa Majesté, gagnent visiblement en sérénité. “Lorsqu’on ne se marche pas dessus, l’efficacité suit toujours”, nous confie ce proche de Mansouri.

    Perso. Un vrai chef de clan

    Mohamed Yassine Mansouri a, depuis toujours, fui les mondanités et les endroits publics. Dès que son emploi de temps le lui permet, le chef de la DGED préfère plutôt rejoindre son épouse et ses quatre enfants. “Il lui arrive de passer les voir quelques minutes entre deux déplacements. C’est important pour son équilibre”, confie l’un de ses proches. Lors des grandes fêtes religieuses, c’est également chez lui que se réunit la grande famille. Durant ses déplacements à l’étranger, il lui arrive régulièrement de faire un saut chez ses nièces et neveux installés en Europe et aux Etats-Unis. Mohamed Yassine Mansouri reste, par ailleurs, très attaché à sa région natale (Bejaâd) et celle de son père (Bzou dans le Moyen-Atlas) qu’il visite au moins une fois par an et où il supervise plusieurs actions caritatives.
    Chaque année, l’homme tient plus que tout à deux rendez-vous devenus incontournables sur son agenda : la Omra à La Mecque et la commémoration, à Bejaâd, de l’anniversaire du décès de son père, Lhaj Abderrahmane Mansouri, un érudit qui a fréquenté les plus grands alems comme Mokhtar Soussi ou Ahmed Alami. En 1957, il a même été nommé grand juge de Bejaâd.

    Le guide des services

    Plusieurs agences et services s’occupent du renseignement au Maroc. Le tour du propriétaire.

    La toile de la DGST

    C’est sans doute le service qui a le plus fait parler de lui pendant les 30 dernières années. Son ancêtre, le CAB 1, était spécialisé dans la traque des opposants à Hassan II. Aujourd’hui, la DGST s’occupe prioritairement de lutter contre la prolifération de groupuscules terroristes dans les grandes villes. Placée sous la tutelle administrative du ministère de l’Intérieur, elle a pour mission d’“anticiper et suivre toutes les activités potentiellement subversives”. Son quartier général se trouve à Témara et ses brigades territoriales sont implantées un peu partout à travers le royaume, y compris au sein même de certaines administrations. Dans les coins reculés où la DGST ne dispose pas de relais, elle peut compter sur les services de renseignement de la Gendarmerie royale pour faire remonter l’information.

    Le brut de la DAG

    La Direction des affaires générales est l’un des départements les plus puissants du ministère de l’Intérieur. Sa mission ? Collecter et filtrer les renseignements provenant des différents agents de l’administration territoriale (gouverneurs, caïds, moqaddems, etc.). La DAG dispose d’ailleurs d’antennes dans pratiquement toutes les préfectures et wilayas du pays. C’est donc une source importante de renseignement de proximité, qu’elle partage ensuite avec les différents services concernés.

    L’œil des RG

    C’est l’outil de renseignement de la Direction générale de la sûreté nationale (DGSN). Ses méthodes d’investigation et de collecte de l’information restent assez basiques. Au sein de la police, elle est en effet concurrencée par de puissantes directions comme la Police judiciaire (PJ) ou la Brigade nationale de la police judiciaire (BNPJ). Ces dernières ne font pas dans le renseignement, mais leurs enquêtes sont souvent rapides et efficaces.

    La veille du 2ème bureau

    Sous cette appellation anodine se cache une direction militaire ultra-sensible, chargée du “renseignement sur l’ennemi et de l’étude des menaces”. Elle doit donc rassembler un maximum d’informations sur les troupes des pays voisins comme l’Algérie et l’Espagne, leurs contrats d’armements et les mouvements de leurs unités, surtout sur les zones frontalières.

    Le contrôle du 5ème bureau

    Spécialisé dans le renseignement militaire, ce service assure le contrôle des troupes armées marocaines. Influences politiques et idéologiques, corruption, tentatives d’infiltration…tout y passe.

    Les oreilles de la DGED

    Le champ d’intervention de la DGED est très large : espionnage à l’étranger, suivi des activités des MRE, coopération avec les services étrangers sur des dossiers d’intérêt commun, Sahara, lutte contre le trafic de drogue, etc. Les principaux services de la DGED sont le service action, la direction de contre-espionnage qui collabore avec la DST et la direction des transmissions. Depuis quelques années, la direction coiffée par Mohamed Yassine Mansouri s’est également dotée d’une brigade financière.

    Zoom. Quand la DGED fait parler d’elle

    En septembre 2008, un mini-scandale éclate aux Pays-Bas. Un jeune policier d’origine marocaine est soupçonné de travailler pour le compte des services secrets marocains. Immédiatement licencié, il a été condamné (il y a tout juste quelques semaines) à quelques heures de travaux d’intérêt général. Le jeune Maroco-néerlandais s’en sort avec un minimum de dégâts, mais le mal est fait. Pourquoi ce jeune a-t-il été recruté par la DGED ? Cette dernière continuerait-elle à surveiller les activités des MRE ? Des questions, qu’on croyait révolues sous le nouveau règne, refont surface. “En fait, explique ce journaliste à Bruxelles, le contrôle des activités de la communauté à l’étranger ne s’est jamais interrompu, mais les finalités ont changé. Avant, on traquait les opposants et les exilés, aujourd’hui, les agents de la DGED s’intéressent davantage aux extrémistes religieux, aux trafiquants de drogue ou aux grosses fortunes à l’international”.

    Carrière. Renseignement, toute !

    La carrière de Mohamed Yassine Mansouri démarre au milieu des années 1980 quand il intègre le ministère de l’Intérieur, en tant que stagiaire au sein du cabinet de Driss Basri. Les témoins de cette époque parlent d’un “garçon discipliné et travailleur, limite effacé”. Il apprend doucement son métier et montre des aptitudes exceptionnelles pour le renseignement et l’analyse de données. Intronisé en juillet 1999, Mohammed VI ne tarde d’ailleurs pas à faire appel aux services de son ancien camarade de classe. En septembre de la même année, de violentes émeutes éclatent à Laâyoune. Deux hommes sont chargés par le monarque de préparer un rapport sur la situation : le général Hamidou Laânigri et Mohamed Yassine Mansouri. “Leur rapport a pointé du doigt la brutalité de la répression ordonnée par Basri, remercié par Mohammed VI”, raconte cet officier à la retraite. Dans la foulée, Hamidou Laânigri est nommé à la tête de la DST et Mohammed Yassine Mansouri devient directeur général de l’agence officielle MAP. Il en améliore, en douceur et sans faire de vagues, les processus de collecte et de traitement de l’information, réactive les bureaux internationaux et étoffe son réseau relationnel personnel.

    En mars 2003, Mansouri revient au ministère de l’Intérieur, mais cette fois en tant que wali directeur de la DAGI, la Direction des affaires générales intérieures. Une structure centrale chargée du contrôle du travail des walis et des gouverneurs, en plus de coordonner et filtrer l’information provenant des différents circuits de l’administration territoriale (moqaddems, caïds, gouverneurs, etc.). Sur le terrain, Mansouri supervise les élections communales de 2003, reçoit les patrons de partis politiques (même les plus extrémistes comme Annahj Addimocrati) et s’ouvre sur plusieurs sensibilités sahraouies. A l’international, il travaille, aux côtés de ses homologues espagnols, français et africains, sur des dossiers épineux comme l’émigration clandestine, le trafic de drogue ou le terrorisme.
    En février 2005, Mansouri devient le premier patron civil de la DGED, où il continue à travailler sur les mêmes sujets, mais avec des méthodes différentes.

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    Tags : Maroc, Makhzen, DGED, DAG, RG, 2ème Bureau, renseignements, services secrets, Yassine Mansouri,

  • Dossier DGED (3) – Maroc : le quinquennat de tous les records des services secrets marocains

    Difficile de remettre en question l’article d’El Pais, paru le 14 décembre passé, tant la notoriété de son auteur, Ignacio Cembréro, n’est plus à faire. Avec comme titre « La chasse à l’espion Marocain » l’article relate la descente aux enfers d’un service secret qui a « perdu le plus d’agents sur le vieux continent après la Russie ».

    La DGED (Direction Générale des Études et de la Documentation) aurait perdu depuis 2007 dix agents en Europe plus un au mali l’année dernière (ce dernier utilisait comme couverture le poste de correspondant de l’agence de presse MAP). L’auteur cite le cas de Bagdad A., 59 ans, évoluant comme un poisson dans l’écosystème de la diaspora Maghrébine en Allemagne. En 2007 il se met à la disposition des services marocains et affirme avoir « un vaste réseau de contacts ». Le 7 décembre dernier, le tribunal de Karlsrhue l’envoie en prison pour ses « activités en faveur de services de renseignement étrangers », il est le quatrième Marocain, envoyé en prison pour les mêmes raisons, c’est à dire, surveiller les faits et gestes des 230 000 marocains établis en Allemagne et accessoirement des militants Sahraouis.

    Le plus célèbre de ces agents démasqués est, selon l’auteur de l’article, celui répondant au surnom « Re », Redouane Lemhaouli en vrai, 42 ans et policier batave d’origine marocaine, qui a eu accès au fichier du Ministère de l’Intérieur des Pays-Bas.

    Re a pu transmettre des informations sur les « actions contre le Roi », le « terrorisme » et le « trafic d’armes », aux agents marocains sous couvert diplomatique.

    L’article se penche aussi sur le rôle de la DGED, seul service de renseignement sous tutelle unique du palais royal, qui serait devenu au fil des ans un Ministère des Affaires Etrangères bis, et sur la personnalité atypique du patron de ce service Yassine Mansouri, premier patron civil de cette institution. Ami d’enfance de Mohamed 6, il fut le seul de ses proches loué par le puissant Driss Basri et envoyé par ce dernier en 1992 se former chez le FBI.

    « Né à Bejaâd, dans le centre du pays, fils d’un alem (érudit musulman), Mansouri avait reçu une éducation religieuse, ce qui était plutôt problématique pour les amitiés gauchistes de son frère, jusqu’à ce qu’on lui offre une place au sein du Collège royal. Aujourd’hui encore, il reste un homme pieux qui fait ses prières, ne boit pas d’alcool, ne fume pas, et ne fait pas dans l’ostentation.

    Sa traversée du désert a pris fin après l’intronisation du Roi Mohammed VI qui, en 1999 l’avait nommé directeur général de la MAP, l’agence de presse officielle du pays, qu’il avait quittée en 2003, pour revenir au ministère de l’intérieur, y entrant cette fois-ci par la grande porte. Pendant deux ans, il avait dirigé la plus importante direction du ministère, d’ou Basri l’avait limogé, la Direction des Affaires générales. De là, il avait fait ses premiers pas dans le monde de l’espionnage et dans la diplomatie parallèle.

    Mansouri était ainsi membre, par exemple, de la délégation marocaine qui s’était rendue à New York en 2007 pour soumettre au Secrétaire général de l’ONU la proposition d’autonomie pour le Sahara ; il avait aussi rencontré à plusieurs reprises le Polisario pour négocier et avait secrètement noué des contacts, à Paris en 2007, avec la ministre israélienne des Affaires étrangères, Tzipi Livni. En 2008, il avait reçu à Rabat le Secrétaire d’Etat-adjoint américain, David Welsh, qui s’était déclaré préoccupé par la fragilité du régime tunisien et la « cupidité » du dictateur Ben Ali, ce qui avait été révélé par la suite dans les messages diplomatiques divulgués par Wikileaks. Trois ans plus tard, Ben Ali a été renversé, et Mansouri figurait donc parmi les rares personnes qui avaient établi un bon diagnostic pour la Tunisie », conclue l’article.

    Source : Secret Difa3, 24 déc 2012

    Tags : Maroc, Sahara Occidental, Front Polisario, DGED, Yassine Mansourim, espionnage, services secrets,