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  • Exposición : « Los cuentos del erizo y otros cuentos de mujeres del Sáhara »

    Fuente : Cadena SER

    En « A pie de calle » Beatriz San José ha estado en la Biblioteca Central de Móstoles en la exposición « Los cuentos del erizo y otros cuentos de mujeres del Sáhara ».

    Se trata de una muestra compuesta por ilustraciones realizadas por Daniel Tornero junto con las niñas y niños de los campamentos de refugiados saharauis basadas en los cuentos de Ana Cristina Herreros.

    La exposición consta de 24 cuadros y 3 paneles explicativos del proyecto y se puede visitar hasta el 30 de julio.

    Para escuchar la emisión, haga clic aquí

    Tags : Sahara Occidental, cultura saharaui, erizo, cuentos saharauis, Ana Cristin Herreros,

  • El erizo, personaje clave en los cuentos populares del Sahara Occidental

    Abdurrahaman Budda

    El erizo es un gracioso y simpático mamifero que abunda mucho en los campos de Europa, África y Asia. Aunque ya se ha introducido también en América y Oceanía. Existen hasta 17 especies de erizos y su color puede ser beige, marrón o bicolor.

    El erizo es un infatigable cazador nocturno y crepuscular , además es solitario asustadizo y gran explorador, guiado por el oído y el olfato , que tiene muy desarrollados, recorre el desierto a la búsqueda de insectos como ratones, lagartijas y víboras, las que combate ferozmente y vence en muchos casos.

    El erizo posee un hocico puntiagudo, en el que sobresalen dos ojos oscuros y brillantes y una naricita húmeda. El erizo mide entre 13 y 30cm de longitud, su peso oscila entre 350 y 1000g es mamífero y vive entre 4 y 6 años

    Este animal se caracteriza por sus púas, que cubren toda su espalda. También por su capacidad de enrollarse sobre si mismos ante cualquier peligro, convirtiéndose en una bola de púas

    Existen varios tipos de erizos, entre los cuales están:

    1- Erizo Europeo: habita en diversos países de Europa como pueden ser Italia, España, Francia o Reino Unido entre otros.

    2- Erizo oscuro oriental: tiene un aspecto muy parecido al erizo europeo aunque difiere por una mancha blanca en su pecho. Lo podemos encontrar en el paso entre la Europa oriental y Asia occidental.

    3-El erizo de los Balcanes: habita Europa oriental, Rusia, Ucrania y el Cáucaso.

    4-Erizo de Manchurria: o erizo de Amur: habita en Rusia, Corea y China.

    5-Erizo de vientre blanco: procede de África subsahariana y habita en zonas de la sabana.

    6-Erizo moruno: habita el norte de Africa y ciertas ciudades de España, como Cataluña o Valencia.

    7- Erizo Somalí: el erizo Somalí es, efectivamente, endémico de Somalia y posee el vientre de color blanco mientras que sus patas suelen ser marrones o negras.

    8- Erizo sudafricano: el erizo sudafricano es un erizo de color parduzco que habita en países como Botsuana, Malaui, Namibia, Sudáfrica, Zambia y Zimbabue entre otros.

    9-Erizo egipcio o erizo orejudo: aunque habita efectivamente en Egipto lo podemos encontrar en muchas zonas de Asia.

    10- Erizo orejudo de la India: es relativamente pequeño y muestra colores oscuros.

    11- Erizo del Gobi: el erizo del Gobi es un pequeño erizo solitario que habita en Rusia y el norte de Mongoli

    12- Erizo de Hug: el erizo de Hug es endémico de China.

    13- Erizo de vientre desnudo: el erizo de vientre desnudo habita en la India

    14-Erizo de la India: el erizo de la India es originaria de la India y Pakistán.

    15- Erizo de Brandt: el erizo de Brandt habita en Pakistán, Afganistán o el Yemen.

    16- Erizo del desierto o erizo etíope: es un erizo muy difícil de atrapar.

    Este último es el erizo que habita el Sahara Occidental, además lo encontramos en: Argelia, Chad, Egipto, Irak, Jordania, Kuwait, Libia, Mali, Mauritania, Níger, Omán, Arabia Saudita,, Siria y Tunez.

    En este marco, he seleccionado algunos cuentos recopilados del libro “Joyas de la cultura saharaui”, del escritor, Abdurrahaman Budda:

    1-Más pícaro que un erizo.

    ﺍﻔﻟﺱ ﻤﻥ ﯖﻧﻔﻭﺪ

    Cuentan que el erizo y su amigo el lobo hicieron un viaje juntos y encontraron una oveja extraviada en el desierto. Por la noche acamparon y degollaron a la oveja para la cena. El erizo dio a su acompañante a escoger entre dos tareas, cocinar o bien recoger leña de los alrededores. El lobo por vago se ofreció para recoger la leña, que es la tarea más fácil. El erizo despedazó la carne y la colocó en dos ollas. En una, puso los intestinos, la tripa y los pulmones. Luego puso unos trozos de carne fresca arriba, mientras que en la otra colocó carne fresca y la cubrió con los intestinos. Cuando las dos ollas estuvieron listas, ofreció a su amigo a escoger. El lobo seleccionó la que estaba cubierta de carne fresca. Los dos se sentaron cerca de un arbusto, en la oscuridad de aquella noche tenebrosa para disfrutar de la cena.

    Al cabo de pocos minutos, el lobo dijo: “Amigo siento un sabor amargo en esta carne”. El erizo le respondió: “¿Sabes por qué no sientes la delicia de esta carne?, es porque no has pronunciado el nombre de Dios antes de comenzar a comer. Ahora cierra tus ojos”. El lobo cerró los ojos y el erizo le metió un trozo de carne fresca en su olla y le dijo: “Ahora pronuncia el nombre de Dios y continúa tu comida”. El coyote cumplió la orden de su amigo y dijo: “Ahora sí siento un sabor diferente”.

    Cuando terminaron de comer se acostaron y el erizo se levantó de una forma discreta y se fue a explorar el camino; fabricó un sers* a la medida del lobo, luego volvió y se acostó.

    A la mañana siguiente el erizo dijo a su amigo que había soñado haber encontrado un sers en el camino, el cual podría ser muy útil. “¿Para qué necesitamos un sers?”, preguntó el lobo. “Al que se le ajusta, se lo pone y el otro monta y así descansa uno de nosotros”, replicó el erizo. El lobo aceptó el trato. Emprendieron el camino y poco después encontraron el sers. El erizo se lo probó y le quedó grande, entonces se lo probó el lobo, al cual se le ajustaba perfectamente bien. El erizo montó sobre el lomo del lobo e hizo un cómodo viaje. De ahí surgió otro proverbio saharaui.

    Sers: Una montura hecha de forma tradicional.

    2-La montura te queda justa.

    ﺍﻟﺴﺭﺯﺍﻻ ﯖﺪﻜ

    También cuentan que el erizo y el lobo andaban en el desierto y vieron un rebaño de ovejas extraviado. Cada uno afirmó haberlo visto primero y se fueron para pedir justicia a un famoso juez. Este les dijo que les haría tres pruebas y el ganador se llevaría el rebaño de ovejas.
    La primera prueba consistía en que los dos rivales rezasen la oración del fayir y el primero que terminase ganaría.
    El lobo no concilio el sueño aquella noche esperando el amanecer, mientras que su amigo durmió tranquilamente. A la hora de la oración dijo el lobo “Alahu akbar”, primera frase de la oración. El erizo despertó de un salto y dijo “Salam aleikum”, la última frase de la oración. El ganador resultó ser el erizo.
    En la segunda prueba, el juez otorgó a cada uno un rebaño de cabras que debían devolver a la puesta de sol hartas de hierba. El erizo se mantuvo todo el día corriendo tras el rebaño para que se cansase, mientras que el lobo empezó a buscar las zonas de pasto y llevar allí su rebaño. A la hora indicada, vino el rebaño del erizo cansado de tanto correr y se agachó. El rebaño del lobo permaneció en pie. El juez declaró al erizo ganador por tener a sus ovejas agachadas, lo cual interpretó como señal de gran hartura.
    La tercera prueba consistía en llenar un barril de sudor durante un día. El lobo corría de un lado a otro para reunir sudor, mientras que el erizo lleno un barril de agua, le añadió sal y lo presentó. El ganador en todas las pruebas fue el erizo por su gran astucia y mereció llevar aquel ganado.

    3-Convéncete y dale al conejo su ternera.

    ﯖﻮﻟﻬﺎﻟﻜ ﻭﺍﻋﻄﻲ ﻟﻟﻧﻴﺭﺏ ﻋﺟﻟﺘﻬﺎ

    Había un conejo que tenía una vaca y un lobo dueño de un toro. La vaca tuvo una hermosa ternera. El lobo dijo que la ternera, por ser hija del toro, le pertenecía, cosa que rechazó el conejo. Se fueron para pedir justicia al erizo, cuando llegaron a su casa le plantearon el problema y les dijo “Esperadme un poco hoy estoy ocupado, porque voy a parir.”

    Entró en una habitación y cogió una cuerda amarrada en el techo, como solían hacer antiguamente las mujeres que iban a parir. El erizo comenzó a gritar como quien estaba a punto de parir, el lobo le miró con los ojos fuera de sus órbitas y le dijo “Amigo, no creo que los machos paran” el erizo se puso en pie sonriente y dijo “Entonces, convéncete y dale al conejo su ternera.”

    Termino la felicidad del erizo del Sahara Occidental con el inicio de salvaje agresión marroquí- mauritana a la tierra del Saguia El Hamra y Rio de Oro, ya no presenciaba el resplandor de las lumbres frente a las jaimas, a las cuales acudía solitario y silencioso, donde comía la yerba del te y pan ázimo con carne ( emreifisa) en las manos de los niños saharauis que lo recibían con mucho regocijo y amplia sonrisa y se retiraba feliz de su andadura nocturna. Los tanques con sus cadenas destruyeron las madrigueras de los erizos junto a estos hermosos animales desaparecieron los conejos, los avestruces, los ciervos, las gacelas y un sinfín de variedades de la fauna saharaui.

    Un dia no lejano se desvanecerá la tenebrosa noche de la ocupación, recuperaran los erizos su lugar privilegiado en los cuentos populares saharauis, volverán a ser dichosos y jugaran con los niños saharauis en los ríos y se pasearan con infinita libertad por todo el territorio del Sahara Occidental libre y desmilitarizado.

    Fuente

    Tags : Sahara Occidental, literatura saharaui, cuentos saharauis, cuentos populares, cultura, erizo, fábula,

  • Voces saharauis en femenino: Los cuentos del erizo

    Casualidades. Puede ser. Llevo varias semanas inmersa por varios costados en torno a la literatura africana y el papel que en relación a ella la mujer ha desempeñado y tiene en la actualidad.

    Sin embargo, he de decir que desde que comencé mi andadura literaria-africana con este blog una y otra vez me he tropezado con escritoras que afirmaban que su primera escuela literaria había sido el fuego. Alrededor del cual sus madres, sus abuelas, les contaban relatos del pasado y del presente. La mujer fue la gran portadora de la palabra en el continente africano, pero cuando se dio el paso a la letra escrita, sus voces quedaron silenciadas por diversas razones (falta de acceso a la educación…) en favor de la de los hombres.

    Muchas de aquellas niñas señalan estos relatos contados al calor de la hoguera como primera fuente literaria y una poderosa razón por la que, una vez adultas y en otras circunstancias diferentes, se convirtieron en escritoras.

    A Ana Cristina Herreros y a Daniel Tornero, los principales artífices del libro que hoy os traigo, les gustan los libros bien hechos. Esto es algo que siempre se nota y se agradece. Ya en El dragón que se comió el sol y otros cuentos de la Baja Casamance dieron muestras sobradas del interés que sienten por la cultura africana, por la literatura oral y por la importancia del proceso de recuperación de historias y relatos que han ido pasando de generación en generación. Así, aquel libro es una maravilla de contenido y forma.

    De nuevo han querido recorrer e ilustrar los caminos recogiendo voces que nos invitan a seguir oyendo trozos de sus vivencias e historia. Y esta vez lo han hecho desde los campamentos de refugiados del Tinduf (Sáhara Occidental). Así, mientras una recopilaba y se sumergía en la tarea de escribir los relatos que las ancianas querían contarle, el otro trabaja con los niños y niñas para conseguir ilustraciones delicadas y llenas de significados. Tornero realizó varios talleres tanto dentro de las actividades del FiSáhara como en varias bibliotecas Bubisher.

    Ana, la encargada de los textos, fue grabando estas narraciones en su lengua original hassanía para después adaptarlas y traducirlas de la manera más fiel posible gracias a la labor de un grupo de traductores. Algunos de los audios se pueden escuchar en la página web de la editorial.

    En la “hoja de ruta” de Los cuentos del erizo Ana (que cambia su apellido por el de Griott, en lo que es toda una declaración de intenciones) afirma lo siguiente: “Son fundamentalmente las mujeres saharauis las que en las noches de antaño, noches sin televisión, convocaban a la familia en torno a ellas y contaban los cuentos y las historias que ellas habían oído de labios de sus madres, tías o abuelas. Son ellas las que conservan la memoria de un pueblo nómada dedicado al pastoreo, son ellas las que transmiten los valores que hallamos en su rica tradición oral: que el cuidado del otro es la única fuerza que nos permite sobrevivir en un mundo hostil, que el amor a la familia es el mayor tesoro que uno puede tener, que la tenacidad y la inteligencia son más poderosas que la fuerza…”.

    Junto a los cuentos aparecen hermosos collages y dibujos realizados con henna, con colores muy unidos a la tierra y apenas unas trazas de color azul.

    El erizo, que incluso da título a este libro, es un animal que se encuentra con frecuencia en el desierto del Sáhara. “El Ganfud (el erizo), es el más listo de los animales”, nos recuerda el escritor Bahia Mahmud Awah. Y Ana Griott añade: “Muchos niños, en lugar de gatos, tienen erizos como mascotas. Y sobre todo porque es un símbolo (o arquetipo) de la resistencia del pueblo saharaui. Es un animal pequeño, con púas, que con su inteligencia y su tenacidad consigue vencer a leones y lobos. Es el cadí, el juez, el que consigue con su capacidad de razonar, y de resistir, que la justicia se restituya.”

    Junto al erizo, aparecen otros personajes como Chertat (o Shertat) que solo existe en los cuentos saharauis y es el personaje más conocido de los relatos orales. “Nadie saber decir cómo es, hay quien dice que es peludo como un oso, otros dicen que tiene la cabeza muy grande, es en nuestra tradición oral Jaimito o los de Lepe. Por su aspecto peludo y cabezón yo diría que somos nosotros, el extranjero”, comenta Ana. Además están “Yuhaa que es un personaje típico de todas las culturas mediterráneas: en Sicilia se llama Guifà, en Turquía es Nasrudin, en el norte de África es Yehaa. Es un personaje un poco clown, porque su sabiduría radica en su inocencia”- afirma Ana y añade: “Hay además muchos cuentos con protagonistas femeninas y en los cuentos de animales, el hombre es el antagonista de los animales que protagonizan la historia, pero las mujeres son seres que conviven con los animales, como en El erizo, el burro y el carnero, que, por cierto, parece Los músicos de Bremen”.

    A través de estos cuentos se enseña que el “cuidado mutuo es lo que nos salva” y algo tan sabido pero tan olvidado como que “la unión hace la fuerza”, nos comenta Ana. Ella, una apasionada de la cultura oral, nos invita a escuchar con atención, mejor si lo hacemos de noche en medio de un descampado cubiertos solo por el cielo, voces que nuestra cultura ha insistido (insiste) en silenciar. Las primeras las de la Baja Casamance (Senegal) y las segundas (que sabemos no serán las últimas) las de las mujeres del Sahara Occidental. Libros-joya. Altamente recomendables ambos.

    Los cuentos del erizo. Editorial Libros de las Malas Compañías., 2017. Textos: Ana Cristina Herreros e ilustraciones: Daniel Tornero. “Todos los libros de la colección Serie Negra estarán vinculados a un proyecto solidario en la zona, que apoyaremos con la venta del libro y que podréis seguir en esta página web”. Email: info@librosdelasmalascompanias.com

    Fuente : Literafrica, 5 jui 2015

    Tags : Sahara Occidental, literatura, erizo, cuentos,