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  • Efemérides 5 Mayo : Sahara: Rodríguez de Viguri acusa al grupo de presión pro marroquí

    DIEGO TALAVERA

    Las Palmas 5 MAY 1977

    «La descolonización del Sahara fue desastrosa; prevaleció el sentir particularista e interesado de un conocido grupo de presión que habilidosamente explotó la enfermedad de Franco», declaró al vespertino Diario de Las Palmas el que fuera secretario general y gobernador en funciones del Sahara, Luis Rodríguez de Viguri.

    «Durante más de un año -declaró-, sometido a una anómala actitud de silencio, he tenido ocasión de estudiar y reconsiderar en su conjunto y cada una de sus circunstancias la forma en que se produjo la descolonización del Sahara. Creo que estoy en condiciones de ratificar mi opinión de que ha sido desastrosa para los intereses históricos y actuales de todo el país, especialmente para las provincias canarias. »

    Más adelante declaró que seguía creyendo que la descolonización fue innecesaria e inoportuna. Innecesaria porque el pueblo saharaui sabía que España mediante el estatuto de autonomía ofrecido a principios de julio de 1974 y aceptado por la Yemaa le llevaba de la mano hacia la independencia.

    Inoportuna porque el ambiente internacional era propicio: informe de la comisión de visita, plenamente favorable al punto de vista español; dictamen también positivo del Tribunal de Justicia de La Haya dentro del eclecticismo tradicional de estos organismos; ratificación de la Asamblea General de las Naciones Unidas de un referéndum que evidenciara el sentir de autodeterminación de los saharauis.

    «En cambio -dijo-, prevaleció el sentir particularista e interesado de un conocido grupo de presión que habilidosamente explotó la enfermedad de Franco, el desconocimiento de la cuestión de los gobernantes y la indiferencia de las Cortes.

    * Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de mayo de 1977

    Fuente: El País, 05/05/1977

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, España, Rodriguez de Viguri,

  • Efemérides : Suarez se entrevista con el Frente Polisario en Argel

    «Adolfo Suárez, el primer ministro español, celebró conversaciones con los líderes del Frente Polisario durante su corta visita a Argel. ( … )Esto significa un abierto reconocimiento del Polisario y representa un cambio definitivo de la política española con los estados del Magreb y con la antigua colonia española del Sahara.

    La actitud de España parece motivada por razones de política interna y por la necesidad de encontrar una salida digna a una guerra que divide a los habitantes de su antigua colonia y sus vecinos.

    La tentativa de formar un eje Madrid-Argelia-Polisario correría el peligro de que Marruecos reclamase las ciudades de Ceuta y Melilla a España, pero el Gobierno Suárez parece más preocupado por el futuro de las islas Canarias.

    Suárez describió su diálogo con los representantes del Polisario como un simple intercambio de puntos de vista, y negó que hubiese tratado con el primer ministro de Argelia el tema de las islas Canarias y la posible base de la OTAN en Canarias si España ingresa en la alianza. (…).»

    * Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de mayo de 1979

    Fuente : El País, 04/05/1979

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, España, Adolfo Suarez,

  • Los últimos días de España en el Sáhara : El Ejército se pasa al Polisario

    « La historia prohibida del Sáhara español »

    Tomás Bárbulo, Editorial Destino.

    Hace 26 años, ese territorio africano dejó de ser una provincia de España. Pese a su incierto destino, los saharauis continúan despertando una insólita emoción en nuestro país, con independencia de las ideologías políticas y los intereses materiales. El autor, que ha tenido acceso a medio millar de documentos clasificados, ofrece una explicación inédita de las razones de ese sentimiento de hermandad.

    En diciembre de 1975, El Aaiún era una ciudad desolada. La mayoría de los saharauis habían huido de la represión marroquí internándose en el desierto; los 10.000 civiles españoles habían sido evacuados junto con sus pertenencias (1.000 automóviles y 300 toneladas de carga); los bancos habían cerrado sus oficinas; Iberia había suspendido todos los vuelos con Madrid; los edificios públicos, inventariados en 14.000 millones de la época (84 millones de euros), habían sido abandonados; las instalaciones militares (valoradas en 3.000 millones de pesetas, 18 millones de euros) habían sido entregadas al nuevo ejército ocupante. Incluso los muertos españoles habían sido desenterrados, introducidos en 1.800 ataúdes llegados en aviones y trasladados a cementerios de la Península y de Canarias. Sólo el 40% fueron reclamados por familiares. La mayoría pertenecían a legionarios y prostitutas. Dos decenas de hombres del pelotón de castigo de la Legión fueron los encargados de desenterrarlos; se despidieron de sus viejas amantes bailando con sus momias entre las lápidas del cementerio.

    Jaime Perote sabía que si entregaba a Marruecos los saharauis, éstos serían fusilados de inmediato. Optó por obedecer a su conciencia: les proporcionó medicinas, comida y gasolina

    Los muertos en el Sáhara fueron desenterrados, introducidos en 1.800 ataúdes y trasladados a cementerios españoles. La mayor parte eran legionarios y prostitutas

    El capitán Vidal no fue el único que se jugó la carrera y la vida. Militares de toda clase y condición se expusieron a consejos de guerra y pelotones de fusilamiento para auxiliar a los guerrilleros saharauis del Polisario

    El capitán Jaime Perote mandaba la última unidad militar española que quedaba en la capital del Sáhara. Eran 130 hombres, pertenecientes a la séptima compañía de la octava bandera del Tercio Juan de Austria: el núcleo duro de la Legión. Estaban acuartelados en el Regimiento de Artillería, situado en el centro de la ciudad. El gobernador general, Federico Gómez de Salazar, les había encomendado proteger a los 700 españoles que liquidaban el traspaso del territorio a los marroquíes y a los mauritanos.

    La noche del 19 de diciembre de 1975, la radio del capitán Perote comenzó a crepitar: un destacamento marroquí estaba siendo atacado con fuego de mortero desde el barrio de Jatarrambla. El militar se dirigió al frente de una sección hacia esa zona, en la parte alta de la ciudad. Pronto divisaron dos vehículos que huían con las luces apagadas. Los legionarios les cortaron el paso. Bajo la amenaza de las armas, varios guerrilleros del Frente Polisario descendieron de sus Land Rover, se cuadraron y saludaron a Perote:

    -¡A sus órdenes, mi capitán!

    Se trataba de antiguos soldados de la Agrupación de Tropas Nómadas, que se habían incorporado al Frente tras ser licenciados por los españoles. Perote conocía a varios personalmente. Sabía que si los entregaba a los marroquíes, éstos los fusilarían de inmediato. También era consciente de que si los llevaba ante Gómez de Salazar, pondría al gobernador español en un aprieto. Optó por obedecer a su conciencia: les proporcionó medicinas, provisiones y gasolina, y los dejó ir.

    A continuación acudió a la casa de Gómez de Salazar. Eran las tres de la madrugada.

    -Avise al general de que está aquí el capitán Perote para darle novedades -ordenó al asistente que le abrió la puerta.

    -¡Pasa, pasa, Perote! -se oyó la voz del gobernador desde el interior.

    Gómez de Salazar estaba en el salón, envuelto en un albornoz, revisando unos papeles. El capitán le relató lo que acababa de suceder en Jatarrambla:

    -Mi general, yo ya no sé quién es el enemigo. Hasta julio era el Polisario. Pero después del intercambio de prisioneros con ellos y del comunicado de sus líderes en París respaldando la postura española, se convirtieron en nuestros amigos. El nuevo enemigo fue entonces Marruecos, que minaba las pistas del desierto, atacaba nuestras unidades y ponía bombas en las ciudades. Pero en octubre, tras el anuncio de la Marcha Verde, se nos dijo que los guerrilleros saharauis volvían a ser nuestros enemigos y que debíamos controlarlos para que los marroquíes pudieran desarrollar su estrategia. Me siento desconcertado y manipulado.

    Gómez de Salazar suspiró. Su misión había terminado prácticamente; no había razón para seguir ocultando sus impresiones.

    -Perote, ¿no crees que a mí me pasa igual que a ti? ¿Crees que no pienso que España podía haber escrito una página de justicia, de integridad y de prestigio? ¿Crees que no estoy convencido de que, si hubiese sido necesario, nuestro ejército habría derramado una de las sangres más puras de su historia?

    A continuación le contó con indignación lo ocurrido en la última reunión de la Junta de Defensa Nacional, a la que había sido convocado.

    -El presidente del Gobierno, Arias Navarro, sostenía que España debía abandonar el Sáhara para conservar la amistad de la mayoría del mundo árabe y no indisponerse con Francia ni con Estados Unidos. Tanto él como los ministros civiles estaban muy preocupados, pues pensaban que sus colegas militares y el jefe del Alto Estado Mayor, general Fernández Vallespín, esgrimirían su honor militar y se opondrían a una salida tan triste de lo que hasta entonces era una provincia española. Pero la sorpresa llegó cuando intervino Fernández Vallespín. El general y los ministros militares rechazaron absolutamente una confrontación bélica con Marruecos. Los ministros civiles no daban crédito a que los militares se lo pusieran tan fácil. ¡Entonces me di cuenta de que yo, gobernador general del Sáhara, era el que menos sabía sobre el futuro del territorio!

    De enemigos a aliados

    Los dos militares africanistas siguieron conversando. Sus declaraciones reflejaban el ánimo del ejército del Sáhara en vísperas del abandono del territorio. Sólo en 12 semanas, sus enemigos se habían convertido en sus aliados, y a la inversa, en tres ocasiones. Mientras se sucedían las órdenes contradictorias de Madrid, ellos eran los encargados de matar ahora a polisarios, ahora a marroquíes, y de enterrar a sus compañeros caídos en la lucha.

    El mismo capitán Perote había estado a punto de morir hacía menos de dos meses a manos de los marroquíes que ahora tenía la misión de proteger. Una mina contracarro estadounidense MA-9, enterrada por las FAR, había estallado bajo su Land Rover, le había fracturado una pierna y le había desgarrado los tímpanos. Mientras estaba de baja, uno de sus subordinados había muerto y dos oficiales y varios legionarios habían sido heridos por otras minas similares. A principios de noviembre, el capitán había estado al mando de sus hombres en primera línea para defender el territorio frente a la Marcha Verde.

    Pero sería un error creer que la indignación del ejército del Sáhara frente al Gobierno de Arias Navarro era producto exclusivo de las ansias de revancha o de la nostalgia colonialista. De hecho, los primeros en comprometerse con el Polisario no fueron los africanistas veteranos, sino los oficiales de la Unión Militar Democrática (UMD), organización clandestina integrada por partidarios de un cambio de régimen.

    El honor del capitán Vidal

    El capitán de zapadores Bernardo Vidal no era un militar colonialista. Había sido seducido por el Sáhara entre 1960 y 1962, cuando fue enviado a Smara para estrenar sus estrellas de teniente. En el desierto creó fuertes lazos con los nativos de su unidad. En septiembre de 1974 estaba destinado en Madrid cuando una bomba colocada en los lavabos de la cafetería Rolando, en la calle del Correo, junto a la Dirección General de Seguridad, mató a 11 personas e hirió a otras 70. La policía halló su número de teléfono en la agenda de alguien supuestamente relacionado con el atentado. No resultaba extraño, pues el ya capitán era uno de los fundadores de la UMD, organización muy ligada a la clandestina oposición democrática. Dos policías de la Brigada Político-Social lo detuvieron en su casa y fue condenado a siete días de prisión. Cuando salió del calabozo, su jefe, el futuro golpista Jaime Milans del Bosch, le castigó enviándole a El Aaiún.

    Para el capitán Vidal no había un destino mejor. Se estableció en el Sáhara con su mujer y sus cuatro hijos. En cuanto sus antiguos compañeros saharauis supieron de su llegada acudieron a saludarlo. Entre aquellos camaradas estaba Salama Mami, que en 1969 había participado, junto a Basiri, en la fundación del Movimiento de Vanguardia de Liberación del Sáhara como responsable de asuntos militares. Tras el sangriento final de la manifestación de Zemla del 17 de junio de 1970 y la desaparición del líder nacionalista, cumplió pena de cárcel en Canarias. Ahora vivía muy cerca de la casa de su antiguo oficial, en una barriada nativa llamada Colominas Roja. Como el resto de los discípulos de Basiri, Salama se había afiliado al Frente Polisario.

    Bernardo, que tenía 41 años, y su mujer, que contaba 35, iban con frecuencia a visitarle. A veces coincidían en su casa con saharauis de Marruecos, de Argelia o de Mauritania y conversaban con ellos en francés. Obviamente, eran miembros del Polisario de paso por El Aaiún. Las charlas en torno a los humeantes vasos de té verde dieron pronto paso a la simpatía política. El español asumió un compromiso de alto riesgo: comenzó a entregar a los guerrilleros planos militares y manuales de minas que escamoteaba del cuartel.

    El coronel del Regimiento de Ingenieros, al que pertenecía Vidal, era Aramburu Topete, que más tarde, durante la transición democrática, sería nombrado director general de la Guardia Civil. El 27 de octubre de 1975 llamó al capitán a su despacho para darle una orden confidencial:

    -Mañana, a partir de las seis de la madrugada, debe rodear los barrios nativos con alambradas. Sólo dejará unos pocos pasos de acceso en estos puntos del mapa para que podamos controlar las entradas y salidas de los saharauis.

    A las nueve de la noche, un abatido Vidal se presentó en la casa de Salama. El capitán reveló a su amigo el plan secreto del ejército: en unas pocas horas El Aaiún sería convertido en una gran trampa. Salama hizo correr la voz. Gracias al aviso, muchos miembros del Polisario lograron huir al desierto antes del amanecer.

    Cuando los saharauis se despertaron, decenas de hombres dirigidos por Vidal extendían kilómetros de alambre de espino en torno a sus casas.

    -Pero ¿qué hace España, capitán? -le preguntaban sorprendidos los nativos.

    -No es España; es el Gobierno, que os ha traicionado. Pero el pueblo español os quiere -respondía Vidal con un nudo en la garganta.

    El Aaiún se transformó en un campo de prisioneros. En torno a las alambradas fueron desplegadas patrullas de soldados fuertemente armados; vehículos blindados fueron situados en los cruces de calles, y ametralladoras pesadas fueron emplazadas en lugares elevados. Se decretó el toque de queda. Los coches particulares debían circular con la luz interior encendida. Quedaron prohibidas las reuniones de más de tres personas. Los saharauis eran tratados como sospechosos, aunque ninguno sabía por qué ni de qué.

    A mediados de noviembre, Salama Mami hizo llegar un recado urgente al capitán: el Polisario precisaba sacar de la ciudad esa misma noche a uno de sus líderes. A la puesta de sol, Vidal se vistió de uniforme y salió a la calle. Algunos comerciantes y prostitutas habían instalado sus negocios en tiendas de campaña situadas a lo largo de las alambradas. Las luces de los tugurios se mezclaban con las linternas y los focos de las patrullas. Las armas brillaban entre las voces de santo y seña.

    El control por el que los saharauis pretendían pasar a su hombre estaba custodiado por legionarios, que se cuadraron cuando el oficial apareció con la excusa de inspeccionar su trabajo. Mientras charlaba con ellos, un coche se aproximó a la alambrada; al volante estaba Salama. Los soldados se acercaron para inspeccionarlo.

    -¡Pero si éste es amigo mío! -exclamó Vidal en tono campechano.

    El capitán se aproximó al coche y saludó efusivamente al conductor. Los legionarios retrocedieron. Vidal y Salama charlaron en voz alta sobre cosas banales. Luego el capitán se apartó de la ventanilla y dejó expedito el paso al vehículo. Los centinelas no se atrevieron a registrarlo. Acurrucado en el maletero viajaba Mohamed Salek, que con el tiempo sería ministro de la RASD.

    En los días previos a la Marcha Verde, Bernardo Vidal fue encargado de sembrar 60.000 minas antipersonas en la frontera norte. Poco después, en ese periodo confuso de órdenes y contraórdenes, le mandaron desactivar gran parte de ellas y abrir un pasillo para que entraran los marroquíes. Mientras realizaba su trabajo, siguió pasando información y documentos al Polisario. Continuaría haciéndolo durante años, después de que España abandonara el Sáhara.

    No fue el único que se jugó la carrera y la vida para ayudar a los guerrilleros del Polisario. Militares de toda clase y condición se expusieron a consejos de guerra y pelotones de fusilamiento para auxiliarlos. Sus sentimientos se describen en el Libro de la UMD: ‘La culminación de la era de Franco, o el principio de la monarquía, según quiera tomarse, ha sido lo que se ha dado en llamar descolonización del Sáhara, lo que en pura ética militar o política podría llamarse engaño o traición. Traición al pueblo saharaui, al que tantas veces se le ha prometido la autodeterminación; engaño a todos los españoles, a los que han mentido sobre las intenciones reales de la solución del conflicto; y humillante engaño a los militares españoles, que hemos hecho de marionetas al servicio de unos intereses muy concretos y de unos pocos que, recibiendo órdenes de USA, han vendido el Sáhara a Marruecos’.

    ‘Quisiera poder explicar la vergüenza sufrida al desarmar a soldados leales; al rodear con alambradas, carros, armas de todo tipo, a una población civil indefensa, privándola de todo movimiento fuera de control. Con los ojos desorbitados y con el orgullo de un pueblo que quiere ser libre nos preguntaban continuamente: ¿Por qué hace esto España?’.

    Visita del Príncipe

    El domingo 2 de noviembre (de 1975) llegaba a El Aaiún don Juan Carlos, entonces jefe de Estado en funciones. Ante la guarnición decía: ‘Se hará cuanto sea necesario para que nuestro ejército conserve intactos su prestigio y honor’, y afirmaba que ‘España trabajará por la paz y cumplirá sus compromisos internacionales’.

    ‘Días después, y para detener la Marcha Verde, se llama de nuevo a los soldados nativos de la Agrupación de Tropas Nómadas y de la Policía Territorial. Acuden pocos al llamamiento, ya que gran parte de ellos se han unido a las guerrillas del Frente Polisario. Una vez que se retira la Marcha, se les licencia de nuevo, lo que crea situaciones embarazosas entre los militares’.

    ‘Para los que han visto volar compañeros y vehículos al pisar minas marroquíes, y han vivido una intensa campaña terrorista en El Aaiún, con fuertes explosiones y otras cargas descubiertas a tiempo , todo ello pagado y realizado por agentes marroquíes, cuesta mucho entender el cambio de política sobrevenido a raíz de los Acuerdos de Madrid firmados el 14 de noviembre’.

    La indignación frente a la traición del Gobierno de Madrid prendió, pues, en las filas del ejército. Hubo incluso legionarios que prefirieron desertar y combatir junto al Polisario antes que ejecutar las órdenes de reprimir a los saharauis.

    * Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de octubre de 2002

    Fuente : El País, 27/10/2002

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, España, ‘La historia prohibida del Sáhara español’, Tomás Bárbulo,

  • Sáhara Occidental: la hora de la verdad para Pedro Sánchez

    Alfonso Lafarga

    Fuente: Contramutis, 3/05/2019

    La autodeterminación del pueblo saharaui y la supervisión de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental forman parte de las promesas electorales con las que el PSOE ganó las elecciones generales del 28 de abril. A partir de ahora se verá si Pedro Sánchez tiene intención de cumplir su palabra o se trató de una simple promesa para ganar votos. Los precedentes no son esperanzadores para la causa saharui.

    En unas elecciones en las que el Partido Popular y Ciudadanos sacaron de sus programas la defensa de la causa saharaui, el Partido Socialista mantuvo sus propuestas de apoyo al pueblo saharaui contenidas en anteriores programas electorales, en un conflicto que dura ya más de 43 años y que se produjo al no proceder España a la descolonización del Sáhara Occidental, territorio que entregó a Marruecos.

    El compromiso socialista se concreta en promover la solución del conflicto “a través del cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas, que garantizan el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui” y en trabajar para conseguir una solución “que sea justa, definitiva, mutuamente aceptable y respetuosa con el principio de autodeterminación del pueblo saharaui, así como para fomentar la supervisión de los derechos humanos en la región”.

    Pero hasta ahora las actuaciones del Gobierno socialista no estuvieron en línea con las propuestas del PSOE, a excepción de la declaración que el presidente Pedro Sánchez hizo ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el 28 de septiembre de 2018, donde apoyó la libre determinación del pueblo saharaui.

    En once meses el Gobierno socialista adoptó decisiones favorables al Gobierno marroquí, como fue el apoyo al nuevo acuerdo de pesca de la Unión Europea, en clara contradicción con las sentencias del Tribunal de Justicia Europeo según las cuales Marruecos y el Sáhara Occidental son territorios diferentes. El Frente POLISARIO anunció recientemente que recurrirá ante la justicia europea para que sea anulado el acuerdo UE-Marruecos, que abarca las costas y suelo del Sáhara Occidental.

    La postura del ministro Borrell

    Para agradar a Marruecos, significativas fueron las actuaciones del ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Josep Borrell: habló de mantener “una posición de Estado” igual que el Partido Popular; dijo que España no es la potencia administradora del Sáhara Occidental, en contra de lo que establece la ONU y reconoce la Audiencia Nacional; eludió citar el genocidio saharaui que investiga la AN con motivo del 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y su departamento hizo un informe desaconsejando celebrar en el Congreso de los Diputados una reunión sobre el Sáhara Occidental para no molestar a Marruecos, acto que impidieron con sus votos el PSOE y el PP.

    Ante todo esto, Sergio Pascual (Unidos Podemos) acusó en el Congreso a Borrell de hacer lobby a favor de Marruecos, cuyo Gobierno dio por hecho el apoyo de España a sus tesis sobre el Sáhara Occidental, tal y como dijo el presidente marroquí, Saadedín Al Othmani, a Pedro Sánchez en la visita que este hizo a Rabat.

    Además, el Ministerio del Interior, cuyo titular, Fernando Grande-Marlaska, viajó con Borrell a Rabat, entregó a Marruecos en enero de este año al líder estudiantil saharaui Husein Bachir Brahim, que llegó en patera a Canarias huyendo de la policía marroquí. Buscaba asilo político y acabó en una cárcel marroquí por “actividades políticas ilegales” ; el 9 de abril inició una huelga de hambre.

    Desde que en junio de 2018 el PSOE accedió al Gobierno, al menos catorce personas, diez de ellas españolas -tres profesionales de la abogacía y una periodista-, fueron expulsadas por las autoridades marroquíes de la excolonia española, sin que el Gobierno de Pedro Sánchez dijese palabra alguna, como tampoco lo hizo por los continuos casos de violación de los Derechos Humanos registrados en los territorios ocupados por Marruecos.

    Precisamente la supervisión de los DDHH en el Sáhara Occidental es una de las promesas socialistas y en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores se dice que España, miembro del Consejo de Derechos Humanos de 2018 a 2020, es un país profundamente comprometido con los Derechos Humanos: “Su protección y promoción constituyen un eje prioritario de nuestra política exterior”.

    Dos días después de las elecciones del 28-A se produjo la prorroga por seis meses de la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO), la única misión de la ONU que no tiene competencias en materia de DDHH. Esta decisión no mereció un comunicado del Ministerio que aun dirige Borrell -lo abandonará para ir al Parlamento europeo-, departamento que sí se pronunció sobre temas de Israel, Libia, Siria, los altos del Golán, Sudan, Sri Lanka, Venezuela…

    Mientras, en los territorios ocupados del Sáhara Occidental se siguen vulnerando los Derechos Humanos, lo mismo que en ciudades del sur marroquí con población saharaui y en cárceles marroquíes con presos políticos saharauis, como detalla la siguiente relación, aproximada, de hechos ocurridos en abril de 2019, según datos de organizaciones sociales y medios de información saharauis.

    Tags : Sahara Occidental, España, Frente Polisario, derechos humanos, PSOE, Pedro Sanchez,

  • La limitada soberanía de España en Ceuta frente a Marruecos

    Por: Ignacio Cembrero

    Fuente: Orilla Sur, 02/12/2013

    El Gobierno español rehúsa tramitar una petición unánime de la ciudad para no disgustar a Marruecos. La Asamblea ceutí solicitó por unanimidad hace dos años el ingreso en la unión aduanera europea.
    Porteadoras

    El presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas (PP), comentó a este corresponsal en 2008 que la ciudad debía solicitar su incorporación a la unión aduanera europea. El pleno de la Asamblea de Ceuta pidió hace dos años, por unanimidad, el ingreso en la unión aduanera. La llamada Mesa de Economía de Ceuta, que integran las instituciones, los partidos políticos y los agentes socioeconómicos, apostó en junio de 2012 por la entrada en la unión aduanera. En portavoz del Ejecutivo ceutí declaró, en febrero pasado, ante la Asamblea, que Vivas había insistido, en varias ocasiones, al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y a su secretario de Estado de la Unión Europea, Iñigo Méndez de Vigo, que tramitaran esa iniciativa en Bruselas.

    La unión aduanera es a largo plazo la salvación de Ceuta. Es la oportunidad de cambiar su modelo económico. Es su transformación en frontera comercial de la Unión Europea de la que quiso quedar excluida en 1986 cuando España entró a formar parte de lo que entonces era la Comunidad Europea. Permitirá reivindicar con fuerza que en la frontera de Ceuta se abra una aduana comercial que permita exportar legalmente mercancías a Marruecos. El género que, por un valor aproximado de 700 millones de euros al año, atraviesa ahora esa frontera es todo contrabando al que las autoridades ceutíes llaman púdicamente “comercio atípico”. No paga aranceles, pero reparte “propinas” entre aduaneros y policías marroquíes y golpes y empujones y leñazos entre las sufridas porteadoras.

    Marruecos, que se queja con razón de que Argelia mantiene cerrada desde hace 19 años la larga frontera común, quiere que la de Ceuta solo esté entreabierta. Rechaza una aduana comercial porque, se teme, mermaría su reivindicación territorial sobre la ciudad. Cuando Marruecos accedió a la independencia, en 1956, el rey Mohamed V insistió en que la aduana comercial de Melilla debía permanecer abierta para poder exportar, a través de su puerto, los minales del Rif. Rabat objeta otorgar el mismo trato para Ceuta. ¿Se atrevería a negarse si la frontera de la ciudad fuese no sólo de España sino de la UE? Probablemente no.

    Pero el Gobierno español no se va a gestionar ante la Comisión Europea y el Consejo de Ministros de la UE el ingreso de Ceuta en la unión aduanera por mucho que lo solicite por unanimidad su Asamblea y el Congreso de los Diputados en una proposición no de ley votada en noviembre de 2009.

    Por si aún quedaba alguna duda Méndez de Vigo lo dejó claro durante su primera visita a Ceuta a finales de noviembre. Afirmó, entre otras cosas, según la prensa ceutí, que pedir la incorporación es una iniciativa que debe presentarse “con mucha potencia interna”. ¿No hay ya absoluta unanimidad? Aconsejó que se haga previamente “una reflexión”. ¿No hay estudios económicos que lo avalan? Aseguró que el Gobierno “escuchará con la mayor atención” a la ciudad. ¿No se ha pronunciado ya en múltiples ocasiones desde hace dos años? Por último se preguntó “si es el momento procesal” para dar ese paso.

    Y Vivas, tan partidario en su día de la unión aduanera, dio la razón a su huésped. “Una a una se van cerrando todas las puertas abiertas en el Plan Estratégico para implantar un nuevo modelo económico y sacarnos del callejón sin salida en el que estamos metidos”, se lamentó Mohamed Ali, el líder del principal partido de la oposición, expresando una opinión generalizada. La oposición y los sindicatos no se plantean, sin embargo, movilizaciones para que se cumpla el acuerdo alcanzado en la Asamblea en 2011.

    Las palabras de Méndez de Vigo tratan de disimular la realidad. El Gobierno español teme una reacción de Rabat a esa iniciativa; no quiere tensiones con un vecino que colabora en la lucha contra la inmigración irregular, según fuentes diplomáticas y gubernamentales conocedoras de este asunto.

    Rabat ha impuesto, a principios del otoño, una reordenación del lado español de las fronteras de Ceuta y Melilla que obliga a los contrabandistas a pasar por unos pasos y no por otros. Para intentar disuadirles de que crucen por Tarajal y Beni Enzar, las dos grandes fronteras internacionales, policía y guardias civiles acaban exigiendo facturas a viajeros que transportan… cuatro cajas de galletas. “No es una medida de control de la mercancía ni de la factura; es una medida para evitar que salgan bultos por la frontera porque las autoridades marroquíes lo han pedido encarecidamente”, reconocía el Jefe Superior de Policía de Ceuta, Pedro Mélida, en el diario El Faro. Y añadía: “al igual que ellos [los marroquíes] colaboran en otras cosas”. No mencionó la palabra, pero se refería a la inmigración.

    Tags : Marruecos, España, Ceuta, Melilla, unión aduanera, unión europea,

  • Efemérides : Argelia interviene a favor de las tesis españolas en La Haya

    En este día del año 1975, Argelia presentó una carta o informe en el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya en el que se defiende la autodetermianción e independencia del Sáhara, « apoyándose, según ABC, en los últimos acuerdos de la Liga Arabe contra el anexionismo territorial, y, en definitiva, defendiendo las tesis españolas ».

    En ese mismo día, Hasán II de Marruecos hizo unas declaraciones a una emisora francesa, con ocasión de la visita del presidente francés Giscard D’Estaing que tendrá lugar dos días después, en las que se declaraba partidario de una « vietnamización » del Sáhara español, « en favor de su país naturalmente », indica ABC que subraya que « Argelia parece dispuesta a entrar en juego, y no al lado de la intransigencia marroquí, sino más bien de las resoluciones de las Naciones Unidas en pro de la descolonización y autodeterminación del Sáhara español u occidental, lo que para esta nación, que está considerada como la cabeza política del norte de Africa y líder del Tercer Mundo, se justifica también porque coincide con las líneas maestras de la defensa e inmovilidad de fronteras de los trabajos de la Liga Arabe ».

    ABC señala también que Hasán II aplazó la fecha de las elecciones. Preguntado por Le Figaro sobre la causa, « el monarca contestó que las elecciones generales fueron aplazadas porque piensa que el país en período electoral es un país que hace « strip tease ». Los partidos políticos y los grupos sindicales han dado pruebas de tal cohesión que nos sería desagradable e inútil para el Estado que se demostrasen, por razones puramente internas, las disensiones domésticas que puedan existir a propósito de los partidos políticos ». De esta manera, el rey de Marruecos confirmaba sus intenciones de usar el problema del Sáhara para calmar la explosiva situación interna y las diversas manifestaciones de oposición a su régimen dictatorial.

    A pesar de la intervención argelina a favor de España, Madrid acabó traicionándola entregando el territorio a Marruecos y Mauritania 5 meses después.

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, España, La Haya, Tribunal Internacional de Justicia, Mauritania, Argelia, Liga Arabe,

  • Voto inútil: ¿Vox populi?

    Artículo de opinión de Rafael Cid.

    “Por su mal le nacieron alas a las hormigas”

    (Miguel de Cervantes. El Quijote)

    No conozco mejor metáfora de la democracia que el verso de Antonio Machado que empieza “Caminante, son tus huellas el camino y nada más. Caminante, no hay camino, se hace camino al andar”. La democracia como derecho a decidir, experiencia vivida, es un itinerario personal, a menudo duro y siempre conflictivo, pero orfebre de nuestro destino. Un compromiso que niega la delegación y la irresponsabilidad que tal suplantación conlleva. En eso reside la raíz de la democracia. El “gobierno de sí mismo”, dicho en palabras modernas de Michel Foucault. Un yo auténtico y libremente asumido que junto a otros yoes equivalentes hacen un nosotros común y plural. Como en la legendaria canción Grándola Vila Morena, “Terra da fraternidade / O povo é quem máis ordena / Dentro de ti, ó cidade”.

    Los que no hicimos la guerra pero nos socializamos durante la dictadura, percibimos el 25 de Abril portugués de 1974 con una ilusión parecida a la que mucho después supuso el 15-M (de esos momentos únicos en que uno se siente participar en algo superior a él mismo).

    El país vecino había logrado lo que en la lúgubre España se antojaba una utopía. Un ejército colonial, cruel y despiadado durante la guerra contra los movimientos independentistas, se ponía al servicio del pueblo contra la tiranía. Era el “Movimiento de los capitanes”. Gentes de toda condición y clase poniendo claveles en la boca de los fusiles al paso de aquellos soldados. Un osado grupo de militares que a los acordes de Grándola Vila Morena había salido de sus cuarteles en Caldas de Rainha hacia Lisboa para acabar con el Estado novo instaurado por Oliveira Salazar y la siniestra PIDE, heredado con parecida saña por Marcelo Caetano (el Arias Navarro luso). ¡Menos mal que nos quedaba Portugal!

    Era una imagen motivadora que al otro lado de la Raya causaba pánico entre los franquistas. Por eso se urdió una trama sucesoria llamada transición. Había que evitar el contagio portugués a toda costa. Así se inventó la teoría del consenso. Una insólita alianza entre una derecha crepuscular y una izquierda emergente para negociar la democracia con la excusa de una “correlación de debilidades” que más parecía un episodio del “síndrome de Estocolmo”. Puro futuro primitivo.

    Además, la oportuna acción criminal de unos pistoleros “incontrolados” contribuiría a la capitulación frente al tardofranquismo. Una carta que en principio no estaba en la baraja. Así el Régimen del 78, consagrado en la Constitución del mismo año, trajo partidos políticos, sindicatos, libertades reguladas y derechos proclamados, pero dejó intactas las claves de la dictadura.

    La monarquía diseñada por Franco con el Rey por él designado como Jefe de Estado y de las Fuerzas Armadas (con su carácter vitalicio y heredable añadido que reniega de la separación de poderes) y la inquebrantable unidad de los hombre y las tierras de España, mutatis mutandis, quedaron garantizadas en la Carta Magna. Juego de patriotas.

    Aceptados los fundamentos del Alzamiento Nacional, lo demás vino rodado por ese obsceno amancebamiento entre el pasado resistente y el futuro percutiente. Los preconstitucionales Pactos de La Moncloa; el abandono del derecho de autodeterminación que hasta entonces figuraba en el programa de la izquierda; la persecución y encarcelamiento de los miembros de la Unión Militar Democrática (UMD) afines a la “Revolución de los Claveles”; la deshonrosa entrega a Marruecos y Mauritania del Sahara Occidental en los Acuerdos de Madrid; la amnistía para los ejecutores del aparato de la dictadura (responsables de la policía política; cúpula judicial; mandos del Ejército; altos funcionarios de la Administración); la continuidad en sus cargos de todos aquellos que desde las instituciones franquistas habían colaborado activamente con la represión; la aceptación en el corpus jurídico de la democracia de los juicios sumarísimos del franquismo; la renovación de los Acuerdos con la Santa Sede que el nacionalcatolicismo firmó en 1953; el secreto con que medio siglo después se protegen los archivos de la transición; y un sinfín de cesiones que hacían de la Constitución del 78 una especie de última edición de los Principios Fundamentales del Movimiento. Todo ello se pactó y selló.

    El éxito de esa transición sin ruptura con la dictadura fue tal que el primer jefe de Gobierno de la nueva etapa fue Adolfo Suarez, el último secretario general del partido único franquista, y su formación, la Unión de Centro Democrático (UCD), resultó vencedora en las primeras “elecciones libres”. El pueblo había hablado eligiendo lo malo conocido. Las señas de identidad de la dictadura quedaron impunes, sin reproche moral, y sus servidores pudieron culminar sus carreras en el flamante escalafón del Régimen del 78. Al fin y al cabo “se habían limitado a cumplir órdenes”.

    Aquella impostura de la “obediencia debida” que el Tribunal de Núremberg desbarató al juzgar y condenar a los jerarcas nazis. Una iniquidad hoy renovada cuando desde el poder se presume de exhumar a Franco del Valle de los Caídos y retirar las medallas al torturador Billy el Niño. Como si al personificar en ellos toda la miseria de aquel Estado terrorista la historia empezara de cero, en penitencia redentora, como expiación. ¿No consiste también en esto la banalidad del mal?

    El legado así urdido ha sido una Segunda Transición. Un Estado de leyes que llaman de derecho sin que exista una sociedad civil adulta. Un marco legal sin legitimidad de origen. Vectores todos ellos que han confluido en la aberrante irrupción este 28-A de un partido criptofascista, de tintes xenófobos y homófobos, que se reclama orgulloso del infame régimen de Franco que la transición conmutó. Poco importa en realidad si ha ganado Sánchez, descendido Iglesias, despeñado Casado o frenado Rivera.

    Los millones de españoles que han votado a Vox (una abultada representación parlamentaria que le aproxima a UP, desde la nada, sin contar con el “prestigio” quincemayista de los morados) no se han vuelto locos de la noche a la mañana ni son unos bárbaros sin conciencia. Aunque no sea la única causa (la última crisis económica y el desencanto con otras opciones alternativas también cuentan), son las víctimas propiciatorias de una clase representativa corrupta, cínica y retórica que abrazó el poder sin moral que el franquismo le exigía para prosperar en política. Personas sin atributos a las que se convenció de que en democracia todo se reduce a votar disciplinadamente cada equis años (denunciado en el grito de los indignados “nuestros sueños no caben en vuestras urnas”). Sin hacer camino ni comprometerse éticamente. El catalizador de un lento proceso subterráneo de anulación individual y colectiva, aculturación, desarraigo y adocenamiento. Poco más de un 40% de los electores de este 28-A votó en su día el referéndum que aprobó la vigente Constitución. Estamos gobernados por muertos.

    Y ahora, los mismos benévolos que cebaron durante cuarenta años el huevo de la serpiente se lamentan como inocentes plañideras del suicidio cívico de todo un pueblo con tanta pericia programado. Ni PSOE ni PP cuando gobernaron trataron de ilegalizar a las formaciones ultras ni de revertir “el atado y bien atado” franquista. De aquellos vientos procede el voto inútil de una democracia sin demócratas.

    Rafael Cid

    Fuente : Rojo y Negro, 28/04/2019

    Tags: España, elecciones generales, 28A, 15M, Franco, derecha, PSOE, PP, dictadura, democracia, Unidas Podemos,

  • 12000 saharauis votan hoy en las elecciones generales españolas

    Según datos facilitados, más de 12000 españoles de origen saharaui deberán acudir hoy a las urnas para votar en el marco de las elecciones generales que se celebran en España.

    Los saharauis están invitados a votar por Unidos Podemos, la única coalición que tiene en su programa un apoyo claro y contundente a la causa saharaui y que, en caso de ganar las elecciones, se propone establecer relaciones diplomáticas con la RASD. Es la opción política que se ha posicionado de manera concisa y sin titubeos en relación a nuestra justa causa.

    Los saharauis votarán hoy por Unidos Podemos para reivindicar sus derechos históricos, sociales, políticos y económicos.

    El resto de españoles solidarios con el pueblo del Sáhara Occidental están invitado, igualmente, a votar por esta formación porque el PP y el PSOE no sólamente no han hecho nada para resolver el conflicto saharaui sino que se convirtieron en el mayor aliado de Marruecos y el primer defensor de sus intereses tanto en la ONU como a nivel de la Unión Europea.

    Ser solidario con los saharauis y votar por sus enemigos comporta una contradicción que se debe resolver este domingo 28 de Abril.

    ¡Viva la solidaridad entre los pueblos español y saharaui ! ¡Viva Unidos Podemos !

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, España, elecciones generales, Unidos Podemos,

  • La España desconocida. Las ciudades españolas de África y el Sáhara occidental

    José Luis Orella. Existe un desconocimiento peligroso de la presencia española en África. Desde el año 42, el norte del vecino continente formó parte del Imperio Romano, y desde el 285, la parte tingitana dependía de la diócesis Hispaniarum. Después vendrán los vándalos, quienes dieron el nombre a Andalucía, y finalmente los musulmanes, que se enseñorearon de ambas partes del estrecho. Sin embargo, siete siglos después, la decadencia islámica se materializó en un puzzle de estados que fueron sucumbiendo bajo el empuje cristiano.

    En 1415 Juan I de Portugal recuperaba la antigua ciudad fenicia de Ceuta. Por parte española, tras la unión de las coronas castellana y aragonesa, se liberaba en 1492 Granada, poniendo fin al poder islámico en la península. No obstante, desde los reinos norteafricanos, que dieron refugio a los musulmanes expulsos, la piratería berberisca obligó a la España renacida a seguir una política de aseguramiento de fronteras en el continente vecino.

    Pedro de Estupiñán iniciaba aquella política con la toma de Melilla en 1497. Será después, el cardenal Cisneros quien la prosiga bajo su regencia, y la de Fernando el Católico, con la ocupación de las plazas piratas de Mazalquivir (1505), Peñón de Vélez de la Gomera (1508), Orán (1509), Bugía (1510) y Trípoli (1510). Quien tomó parte en casi todas aquellas conquistas, fue Pedro Navarro, conde de Oliveto, natural de Navarra, al servicio de España, antes incluso de que el viejo reino pirenaico fuese anexionado. Este hidalgo navarro, es uno de los mayores ingenieros militares y artilleros de la historia militar española. Al cual se le atribuye el éxito de la conquista de aquellos nidos fortificados de piratas.

    Los acontecimientos posteriores impidieron proseguir el avance africano. Pero las correrías de los piratas berberiscos provocaron la toma del Peñón de Alhucemas en 1673. Para entonces es el nacimiento del reino de Marruecos, cuando en 1660 los alauies, actuales gobernantes marroquíes, unificaron varios de los reinos norteafricanos formando el sultanato marroquí, que ocupaba menos de la mitad del actual reino, sin el Sahara occidental. De aquellos territorios, permanecieron para España, hasta hoy, las ciudades de Ceuta y Melilla, y los dos peñones. La ciudad de Ceuta, pasó a la monarquía española en 1580, como el resto del reino luso, pero cuando se independizó de España en 1640, Ceuta se mantuvo española hasta hoy. A estos territorios metropolitanos se añadirían por razones de seguridad contra la piratería, las islas Chafarinas en 1848 y la de Alborán en 1860.

    Será a inicios del siglo XX, cuando las grandes potencias europeas se repartan el continente africano, cuando el sultanato de Marruecos quedó bajo protección francesa, excepto el norte rebelde a su dominio, que fue entregado a España. Estos territorios coloniales fueron devueltos en 1956 a Marruecos cuando recobró su independencia de Francia. No así las ciudades de Ceuta y melilla, ni los peñones, ya que nunca formaron parte de Marruecos, siendo españoles siglos antes de la constitución del primer estado marroquí en 1660.

    La población de las actuales ciudades autonómicas es española, siendo la religión católica la mayoritaria, siendo su minoría bereber de reciente incorporación. La población de ambas ciudades norteafricanas ronda en torno a las 140.000 personas. En cuanto a los peñones, la población civil era de 300 en cada islote. Sin embargo, las dificultades obligaron a su población a instalarse en Ceuta y Melilla, siendo sus habitantes, personal militar exclusivamente.

    SÁHARA, ELDORADO PERDIDO

    Una rápida descripción del Sahara nos permite descubrir como aquel erial, hermoso para los exploradores, y recorrido históricamente por algunas tribus nómadas de larga ascendencia árabe, podría con el tiempo convertirse en un Eldorado, gracias al trabajo de miles de españoles que pusieron su ilusión en aquel territorio. La soberanía española en aquel desierto prestó su protección a una serie de tribus nómadas que de ese modo, después de haber evitado la soberanía del sultán marroquí, no querían quedar bajo la colonial francesa. Aquel enorme territorio planteó los problemas de controlar los límites y censar una población, que por los hábitos del lugar, quedan condenados a vivir del nomadeo continuo junto a sus camellos y sus cabras. En 1950, la administración española cifraba en 13.627 personas la población del territorio, de los cuales 1.120 eran europeos. Las poblaciones más importantes eran El Aaiun con 1.291 habitantes, Villa Cisneros con 922 y Villa Bens con 2.256. Tendría que pasar el tiempo, para que en 1960 se llegase a los 23.283 habitantes. Con aquellas cifras, había un par de matrimonios anuales de españoles europeos y una veintena de nacimientos, con respecto a la población autóctona, los matrimonios eran de doscientos cincuenta y unos quinientos nacimientos. Cifras que contrastan con las posteriores del censo de 1970, único reconocido para un referéndum por la ONU, donde la población total era de 76.425 habitantes, de los cuales 16.648 eran europeos y 59.777 autóctonos. La capital El Aaiun se había transformado en una moderna ciudad de servicios con 24 mil habitantes, de los cuales la mitad eran europeos.

    El milagro de aquella transformación se debía a los fosfatos y a los recursos pesqueros. España estableció una alfabetización primaria casi universal, en todos los centros sedentarios para la totalidad de la población, a pesar de la dificultad de un territorio muy extenso con parte de la población viviendo de la trashumancia de sus rebaños. Sin embargo, era cada vez mayor la sedentarización de la población autóctona y la atracción que sufrían sus familiares más allá de las fronteras oficiales, en emprender una nueva vida ofertada por España. El Sahara disponía de una biblioteca, dos cines, dos campos de fútbol, dos piscinas, cuatro parroquias, dos conventos, tres capillas y tres mezquitas. El personal religioso católico estaba compuesto en su máxima amplitud por catorce capellanes militares y una decena de misioneros oblatos. De esto últimos todavía hay una minúscula representación. Antes era una iglesia naciente con varios miles de españoles y algún nómada converso. Ahora los técnicos extranjeros son los únicos asistentes a la única parroquia que celebra la Misa en inglés. Los tiempos de una provincia que crecía y se convertía en un polo de desarrollo acabaron con su abandono en 1975. La solución hubiese sido el establecimiento de un Estado Libre Saharaui, soberano sobre su gente, pero protegido por España en sus relaciones internacionales y defensivas. Tanto Marruecos como Argelia, peones de EEUU y la antigua URSS, han jugado sus bazas con la gente de aquel lugar. De momento, para la ONU, España sigue siendo la depositaria del Sahara, por la imposibilidad de reconocer un abandono unilateral, en desacuerdo con la opinión del pueblo saharaui.

    CRONOLOGÍA

    Siglo XV.- Establecimiento de Santa Cruz del Mar Pequeña por pescadores canarios

    1884.- Se inicia la colonización española en Río de Oro.

    1934-36.- Ocupación efectiva del territorio por parte española.

    1956.- Se proclama la independencia del Reino de Marruecos.

    1958.- Se designa al Sahara como provincia española

    1965.- La ONU pide a España la descolonización.

    1973.- El Polisario ataca Tifariti y en dos días de combates mueren 100 soldados españoles.

    1974.- España anuncia a la ONU la intención de celebrar un referéndum.

    16-X-1975.- Hassan II anuncia la Marcha Verde después de que el Tribunal Internacional de Justicia dictaminara que no existen vínculos entre Marruecos y el Sahara.

    1-XI-75.- El príncipe Juan Carlos visita El Aaiún.

    6-XI-1975.- La Marcha Verde cruza la frontera.

    20-XI-1975.- Muere Franco.

    11-XII-1975.- Tropas marroquíes llegan a El Aaiún. Mauritania invade el sur.

    28-II-1976.- El teniente coronel Valdés arría la bandera española

    Fuente: Diarioya.es

    Tags : Sahara Occidental, España, provincia española, Marruecos, Ceuta, Melilla,

  • El pueblo español, una retarguadia para el frente de resistencia saharaui

    Una de las pesadillas que no dejan a Mohamed VI concilie el sueño es el inquebrantable apoyo del pueblo español a la causa saharaui. La sociedad civil intenta, contra vientos y mareas, de guardar el lazo con el pueblo saharaui que los gobernantes de España cortaron a raíz de los Acuerdos Tripartitos de Madrid de 1975.

    Ese apoyo del pueblo español a la causa saharaui tiene su peso en la diplomacia de Madrid. Según un comentario aparecido en los documentos diplomáticos revelados por el hacker Chris Coleman y citado por el periodista Ignacio Cembrero, en octubre de 2013, García-Margallo explicó a su homólogo marroquí, Salaheddine Mezouar, por qué el apoyo de Madrid a Rabat sobre el Sahara no podía ser más explícito. Hay, dice, « la presión de la sociedad civil y las fuerzas políticas [a la izquierda de los socialistas], así como los medios de comunicación y la opinión pública para tratar de influir en la posición oficial de España ».

    Según Cembrero, no hay una ciudad ni pueblo en España que no tenga una asociación de amistad con el pueblo saharaui organizando actividades solidarias. « La mayor expresión de solidaridad, añade, es sin duda el recibimiento durante dos meses de verano de 5000 niños saharauis por familias españolas a menudo muy modestas ».

    « Para no ofender a la sociedad civil muy sensible a la cuestión saharaui y al mismo tiempo no ofender a Marruecos, señala el ex-corresponsal de El País en Rabat, los gobiernos españoles juegan el papel de equilibrio. « Me sentí como un trapecista; siempre en la cuerda floja « , reconoció un diplomático español que recordaba el momento en que era Director General de África del Norte y Oriente Medio en el Ministerio de Asuntos Exteriores … » Y luego, tuvimos que tragar serpientes « , lamentó ».

    A esto se añade la ayuda humanitaria enviada por las diversas asociaciones y que contribuyen a mejorar el cotidiano de muchas familias en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf.

    Por eso, el pueblo español es para la causa saharaui una sólida retaguardia que asegura una logística material y moral a la lucha del pueblo saharaui.

    Los saharauis siempren recordarán ese gesto que nunca ha fallado a lo largo de los más de 43 años de conflicto, éxodo y penas. Un gesto oportuno y de un innegable valor.

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