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  • EEUU descubre el papel de Juan Carlos de Borbón en la entrega del Sáhara Occidental a Marruecos

    Documentos desclasificados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos destapan el papel que jugó Juan Carlos de Borbón en la entrega a Marruecos del Sáhara Occidental

    Un informe jurídico de Naciones Unidas ratifica el hecho de que el Sáhara Occidental no está administrado por Marruecos, sino que la potencia administradora es España. Por tanto, según la ONU, ¿está Marruecos ocupando territorio español? Pueden consultar el informe AQUÍ

    El Reino de España, con su Jefe del Estado a la cabeza, tiene una responsabilidad con el Sáhara Occidental que va más allá de lo sentimental porque, legalmente, el territorio continúa perteneciendo a España y no a Marruecos. Hay un aspecto que en nuestro país se ha pasado por alto: la ONU declaró nulos los Acuerdos de Madrid de 1.975 firmados por Juan Carlos de Borbón por los que se cedía la administración del Sáhara a Marruecos y Mauritania. Esta nulidad es la que provoca que el territorio se encuentre aún entre los dieciséis territorios no autónomos supervisados por el Comité Especial de Descolonización de la ONU.

    Sin embargo, la responsabilidad de España en la entrega a Marruecos del Sáhara Occidental va más allá. El medio ecsaharaui.com ha estudiado los documentos desclasificados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos en los que se destapa el papel que jugó Juan Carlos de Borbón en un hecho contrario al derecho internacional. La decisión adoptada por la CIA de desclasificar casi un millón de documentos ha permitido conocer muchos aspectos de este hecho.

    En el año 1979 Marruecos estaba perdiendo la guerra contra el Frente Polisario hasta que varios países, entre ellos España, decidieron ayudar a Hassan II: Estados Unidos, Francia, España y Arabía Saudí. Todo esto fue posible gracias a las buenas relaciones del rey marroquí con Henry Kissinger, consejero de seguridad nacional de los Estados Unidos y con los Saud de Arabia Saudí.

    Según El Confidencial Saharaui, en agosto de 1975, el Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó un proyecto secreto de la CIA y financiado por Arabia Saudí para arrebatar el Sáhara Occidental a España. En medio de la Guerra Fría, el territorio era vital desde un punto de vista geoestratégico y, sobre todo, por los recursos naturales de los que dispone. En octubre del mismo año, la inteligencia militar española informó a Franco del plan de los Estados Unidos.

    Una vez que Hassan II anunció la Marcha Verde, tras rechazar el Tribunal de Justicia de la ONU las pretensiones de Marruecos sobre el Sáhara, Juan Carlos de Borbón, aún príncipe pero heredero del dictador, se negó a aceptar una nueva Jefatura del Estado interina porque, entre otras cosas, pretendía tener poderes absolutos sobre el Sáhara.

    Tras el fallido viaje de José Solís a Rabat, donde no pudo frenar la Marcha Verde, Juan Carlos de Borbón se hizo cargo de la Jefatura del Estado. Se mostró preocupado por la situación del Sáhara, sobre todo porque aún estaba demasiado reciente la Revolución de los Claveles portuguesa y no quería que algo parecido sucediera tras la muerte de Franco.

    En su primer Consejo de Ministros, Juan Carlos de Borbón manifestó su intención de ponerse al frente de la situación del Sáhara, pero no informa al Gobierno de Arias Navarro de que había enviado a Washington a Manual Prado y Colón de Carvajal para hablar con Henry Kissinger e intentar evitar una guerra colonial que podría traducirse en una revolución por la que perdiera su corona. Según El Confidencial Saharaui, Kissinger aceptó mediar con Hassan II y se firmó un pacto secreto por el que Juan Carlos de Borbón entregaría el Sáhara a Marruecos a cambio del total apoyo político de los Estados Unidos a su Jefatura de Estado.

    Tras la Marcha Verde, el 12 de noviembre de 1975 se produjo la Declaración de Madrid por la que se entregó el Sáhara a Marruecos y Mauritania.

    De todo este proceso, controlado por la CIA y el Departamento de Estado de los Estados Unidos, nadie supo nada. Juan Carlos de Borbón movió los hilos a través de sus hombres de confianza.

    Desde el año 1979 Marruecos ocupa y administra el territorio a pesar de no figurar como potencia administradora en la lista de la ONU, ya que Naciones Unidas jamás lo ha considerado como tal. Así quedó establecido en el año 2.002 por un informe jurídico firmado por Hans Corell, secretario general adjunto de Asuntos Jurídicos de Naciones Unidas. Por tanto, el Sáhara Occidental sigue siendo territorio español. Legalmente y en base al derecho internacional España es la potencia administradora y, por tanto, está permitiendo que una nación extranjera ocupe ilegalmente el territorio.

    Diario 16, 8 ago 2019

    Tags : Sahara Occidental, Sahara español, Marruecos, España, descolonización, Juan Carlos de Borbón, traición, Estados Unidos,

  • Mohamed VI contribuía en la financiación del colonialismo español en Ceuta y Melilla

    Entre los aspectos de la monarquía medieval marroquí se encuentra la hipocresía como elemento de base para cumplir las órdenes de sus señores imperialistas. Miente a su pueblo sobre la prsunta « liberación del Sáhara » y al mismo tiempo financia la colonización de Ceuta y Melilla ofreciéndole medios para que las ciudades españolas se prevean de la economía necesaria para prescindir de las subvenciones de Madrid.

    Fuente : El Mundo, 1 sept 2019

    Fronteras de España y Europa

    Es ominoso el silencio de Borrell, ministro de Sánchez, sobre el acoso marroquí a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla

    Aún le queda tiempo a Borrell, antes de incorporarse a su enésimo cargo público, de explicar su silencio, que dura ya 13 meses, ante la clausura irreversible de la única aduana terrestre entre España y Marruecos, decidida unilateralmente por la autocracia alauí el 1 de agosto del año pasado. Desde entonces, la importación de mercancías sólo se puede hacer a través del puerto de Beni Enzar, lo que supone de facto la asfixia del puerto de Melilla, pulmón económico de la ciudad, dejando sin efecto el acuerdo de 1956 entre Mohamed V y Franco, justo después de la independencia marroquí. Nada, salvo anunciar la creación de un grupo de trabajo bilateral, cuyos avances se desconocen, ha dicho Borrell. Aún.

    Ignacio Cembrero, desde El Confidencial, se ha convertido casi en el único periodista de la prensa española que informa con cierta asiduidad sobre el abandono gubernamental de sus dos principales enclaves en el norte de África. Porque el acoso no se reduce a Melilla. Afecta también a Ceuta.

    Desde la llegada al trono de la dinastía alauí en 1664, la reivindicación de las dos ciudades se convirtió en una constante política que sirve, igual que la del Sáhara Occidental, como elemento de cohesión interna frente a un supuesto Estado colonizador, ignorando conscientemente que Ceuta y Melilla son ciudades españolas antes de que Marruecos existiese como Estado. Cuando se quieren ocultar las miserias propias es fácil recurso echar mano de un enemigo exterior. Por eso, para que no trasciendan los vergonzosos contrastes entre la extrema pobreza de la población con los excesos de la familia real, la falta de libertades, el incremento de la represión en el Rif y el atraso de un país cuyos jóvenes no ven más perspectivas que una patera, Mohamed VI ha decidido celebrar sus 20 años de reinado anunciando el fin de la economía irregular (léase contrabando) entre ambas ciudades y Marruecos. Siendo absolutamente inaceptables las condiciones que sufren las porteadoras de Ceuta, la medida significaría su asfixia económica, objetivo último marroquí. Este estrangulamiento, explica Cembrero, « podría frenarse si, como hizo Canarias en 1991, renunciasen a ser puerto franco y solicitasen su ingreso en la Unión Aduanera Europea », lo que « convertiría sus fronteras en euro-marroquíes en lugar de hispano-marroquíes ».

    El silencio de Borrell, ministro de Sánchez, es ominoso. Más en un país (en proceso de disolución nacional) que en 1978 dejó abierta la posibilidad en su Constitución de ceder territorios si así lo decide una mayoría simple del Congreso (art. 94.1. c).

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, España, Ceuta, Melilla, colonialismo,

  • Sahara Español : La infamia, la traición que nadie quiere recordar

    Carlos Aurelio Caldito Aunión

    Aunque muchos españoles no lo sepan, algunos lo hayan olvidado, y otros deseen no acordarse, hubo un tiempo en que España poseía una provincia al otro lado del estrecho de Gibraltar de nombre “Sahara Español”, la “más grande” de España, tenía una superficie de 266.000 km², más de la mitad de todo el territorio peninsular español. Debido a su carácter desértico estaba muy poco poblada y algunos de sus habitantes, aunque pocos se dedicaban a la agricultura y el resto a la crianza de camellos, cabras y ovejas. El Sahara Español poseía –y sigue poseyendo- importantes yacimientos de fosfatos y bancos de pesca.

    La capital de la provincia era El Aaiún, aunque la ciudad más grande era Villa Cisneros, actual Dajla, capital de Río de Oro, la cual contaba con un aeródromo internacional. La matrícula de sus vehículos era SH.

    Para que quienes leen estas líneas, comprendan y sepan de la enorme importancia de los recursos naturales que poseía el Sahara Español, y a los que de forma incomprensible, estúpida y traicionera renunció el Gobierno de España tras la muerte del General Franco, basta considerar que los Acuerdos de Madrid –“secretos”- cuya validez no reconoce la ONU, que sigue considerando a España la potencia administradora del Sáhara, incluían la cesión de Fos Bucraa a la empresa pública marroquí Office Chérifien de Phosphates (OCP), que es el mayor exportador de fosfatos del mundo: en 2010 el valor de sus exportaciones superó los 4.500 millones de dólares. De esta manera, España desaparecía como exportador y el fosfato se convertía en un monopolio marroquí, con lo que el sultán podía fijar los precios.

    Según la revista Forbes, el control de la explotación a cielo abierto de los inmensos yacimientos de fosfatos en Bu Craá, a unos 100 kilómetros al sureste de El Aaiún (explotados tan ilegalmente como la pesca del banco canario-sahariano) explica la inmensa fortuna del rey Mohamed VI.

    Pero, además de los fosfatos y la pesca, existen otras industrias en el Sáhara que merecen ser mencionadas. Desde hace ya tiempo, esta región se ha convertido en un importante exportador de arena (utilizada en la construcción). También es destacable las exploraciones de ciertos metales y minerales (el hierro y el circonio), e, incluso, la recuperación de uranio de las propias minas de fosfatos.

    La pregunta obligada es ¿Cómo y por qué llegó a ocurrir todo ello, cómo empezó la ristra de despropósitos que acabó convirtiéndose en vil traición a los españoles que vivían en el Sahara y renunciando a parte del territorio nacional?

    La presencia española en África llegó a su fin con el abandono del Sahara en 1975. Se acababa de ese modo un siglo de colonialismo débil y sustitutorio tras la independencia de las colonias americanas. Este territorio era, en principio, mucho menos problemático que las antiguas colonias de Ifni y Guinea y el protectorado de Marruecos. Habitado por una decenas de miles de tribus nómadas, el Sahara Occidental era en su mayoría desértico y la presencia efectiva de España era todavía muy reciente. Hasta el descubrimiento de las reservas de fosfatos, los intereses económicos españoles se limitaban a unos cuantos asentamientos en la costa que permitieran la explotación de los recursos pesqueros.

    En un primer momento, el gobierno español pensó en el abandono del Sahara mediante un referéndum, al mismo tiempo que se procedía a la entrega de Ifni a Marruecos y a la independencia de Guinea. La situación se complicó cuando a las reivindicaciones de un Gran Marruecos se sumaron las apetencias argelinas y mauritanas. Además, estallaron conflictos pesqueros con Marruecos debido a la ampliación unilateral por este último de sus aguas jurisdiccionales.

    Es importante señalara que el territorio saharahui jamás, que se sepa, había estado históricamente vinculado al reino de Marruecos, manteniendo los sultanes únicamente relaciones comerciales con sus tribus nómadas, la mayoría de ellas integradas por bereberes y gente de origen árabe.

    A principios de los años 70 del siglo pasado, al igual que venía ocurriendo en el resto de África, algunos saharauis comienzan a cuestionar la ocupación española y plantean la independencia de la metrópolis. En 1974 el Gobierno de España prometió a los habitantes del Sahara realizar un referéndum de autodeterminación.

    Lamentablemente, poco después el Gobierno de España acabó traicionando a los saharauis –no se olvide que entonces poseían la nacionalidad española- y permite que el reino de Marruecos comience la ocupación.

    Cuando el General Franco agonizaba, el 14 de noviembre de 1975, Marruecos y Mauritania firman con el futuro rey Juan Carlos un acuerdo que nunca sería publicado en el Boletín Oficial del Estado. España se comprometía a retirarse y Marruecos y Mauritania se repartirían la provincia española del Sahara Occidental

    Como era lógico, los saharauis denunciaron el acuerdo ya que incumplía las promesas que España les había hecho, violaba una resolución del Tribunal Penal Internacional, a la vez que el Sahara pasaba a ser administrado por dos nuevos poderes coloniales…

    Pocas semanas después, las tropas españolas comenzaron a retirarse, e inmediatamente Marruecos y Mauritania lanzan sus ejércitos a la conquista del Sahara Occidental frente a la oposición de sus habitantes.

    Las fuerzas aéreas marroquíes bombardearon pueblos saharauis, utilizando en algunas ocasiones napalm y fósforo blanco. Como resultado, decenas de miles de saharauis acabaron huyendo hacia Argelia, en donde construyen campos de refugiados en mitad del desierto. En la actualidad, 40 años después, aquellos saharauis y sus descendientes siguen allí.

    Como respuesta a la ocupación, el Frente Polisario inició una guerra de guerrillas frente al potente ejército marroquí que contaba con el apoyo de Francia y Estados Unidos.

    Mauritania acabó aceptando su “derrota” ante el Polisario en 1979 y reconoció la soberanía del pueblo saharaui sobre el Sahara Occidental.

    La guerra entre Marruecos y el Frente Polisario prosiguió durante más de tres lustros, hasta que se firmó en 1991 el alto el fuego bajo auspicios de la ONU.

    Desde entonces Marruecos controla aproximadamente el 80% del territorio del Sahara Occidental. Esto incluye la casi totalidad de las zonas pobladas, los depósitos de fosfatos y los ricos caladeros pesqueros. El 20% restante del Sahara Occidental, controlado por el Frente Polisario, es un terreno inhabitable en el interior del desierto.

    Para rematar la faena, Marruecos acabó construyendo un muro de más de 2.200 kilómetros que separa ambos territorios. A lo largo de esa barrera se encuentra uno de los campo de minas más grandes del mundo.

    El plan de paz de la ONU, subscrito por Marruecos y el Frente Polisario estipula la creación de un censo para celebrar un referéndum en el que los saharauis puedan elegir entre pasara a ser una provincia más de Marruecos o la independencia.

    La ONU tenía previsto realizar el censo en unas pocas semanas, pero debido a las continuas trabas impuestas por Marruecos, el censo tardó más de 8 años completarse. Y cuando la ONU lo publicó en el año 2000, Marruecos se negó a aceptarlo.

    Además, desde la firma del alto el fuego en 1991, Marruecos incentiva a muchos de sus ciudadanos a mudarse al Sahara Occidental, incrementado así sus opciones de éxito en el caso de que algún día se lleve a cabo el referendo.

    Hoy, más de 25 años después, el referéndum sigue sin llevarse a cabo. Es importante, también, destacar que ningún país del mundo ha aceptado la anexión del Sahara Occidental por parte de Marruecos. Pero, a pesar de ello, es evidente los intereses de los principales países aliados de Marruecos: Francia y EEUU, aparte de los de algunas grandes empresas españolas, y los inconfesables intereses y complicidades de algunos significados políticos españoles, hacen que Marruecos no sienta ninguna urgencia por encontrar una solución, y menos de convocar un referéndum.

    La antigua provincia española del Sahara Occidental es el mayor territorio del planeta que todavía no ha sido descolonizado.

    Y mientras tanto, “la historia continúa”; Marruecos ocupa el Sáhara Occidental, donde, junto a más de 150.000 colonos marroquíes, habitan unas 70.000 personas de ascendencia saharaui. En los campamentos de refugiados de Tinduf viven unos 100.000 saharauis, y el Frente Polisario dirige una campaña diplomática internacional –sin apenas éxito, todo hay que decirlo- para exigir que se realice la consulta acordada en 1991… Y cada día que pasa, miles y miles de saharauis más pasan a formar parte de una diáspora que tiene a España y a Mauritania como sus principales destinos.

    El problema del Sáhara es, probablemente, la última herencia del franquismo no resuelta durante la denominada “Transición” española. Desde que España abandonó la antigua provincia del Sahara, hace más de 40 años, los saharauis no han parado de exigir a España que cumpla con las responsabilidades de las que abdicó en 1975.

    La ONU nunca aprobó los Acuerdos de Madrid y nunca ha considerado que España transfiriera la soberanía del Sáhara Occidental a sus habitantes (lo cual sí se hizo con las demás colonias); tampoco la ONU ha reconocido la legitimidad a ninguno de otros dos firmantes del acuerdo, Marruecos y Mauritania, el estatus de potencia administradora, estatus que España no posee capacidad de transferir unilateralmente».

    Así pues, “legalmente” el Sahara Occidental continúa siendo una colonia española o una provincia de España.

    Y mientras, según el llamado “Programa Mundial de Alimentos” dos tercios de las mujeres que habitan en ¨Tiduf sufren anemia, y el muro construido por Marruecos hace que miles de familias sigan separadas después de varias décadas.

    Y el tiempo pasa, y nos vamos haciendo viejos –y los desgraciados saharauis también- y los gobiernos en España se suceden, y las autoridades españolas siguen repitiendo la misma forma de comportamiento vil con los saharauis: buenas palabras pero, a la vez que rinden pleitesía a Marruecos.

    Por poner algunos ejemplos: El 14 de noviembre de 1976, Felipe González, secretario general del PSOE, viajó a los campamentos de refugiados para apoyar al Frente Polisario: «Sentimos vergüenza de que el Gobierno no haya solo hecho una mala colonización sino una peor descolonización, entregándoos en manos de gobiernos reaccionarios como los de Marruecos y Mauritania. Nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final». Otra promesa que no iba a tardar mucho en romperse.

    Transcurrido el tiempo Felipe González fue alejándose del Sahara y acabó convirtiéndose en un entusiasta defensor del régimen marroquí. «El país con mayor espacio de libertades que conozco del mundo árabe es Marruecos, incluidas las autoridades del Sahara Occidental». Felipe González hizo un acto de desmemoria y se olvidó de los desaparecidos en cárceles secretas, las detenciones arbitrarias, los juicios sin garantías y las torturas, los muertos y los apaleados. A González se le olvida la represión documentada por diferentes organizaciones internacionales y periodistas. Pero bueno, ya sabemos que para Felipe González la dictadura de Pinochet era algo parecido a una tarde de cervecitas, con un poco de lluvia.

    El Partido Popular también se ha sumado a la hipocresía y el cinismo del Partido Socialista. Durante los años de oposición a Zapatero, criticó –con razón– que el Gobierno socialista no condenara el desmantelamiento violento del campamento de protesta que los saharauis habían levantado a las afueras de El Aaiún, en los territorios ocupados. Pero años después, ese mismo PP que acusaba a Zapatero de renunciar a defender los derechos humanos para no disgustar a Marruecos, hace lo mismo: el Gobierno de Rajoy negó, por ejemplo, asilo político en España a Hassana Aalia, un activista de 27 años, condenado a cadena perpetua por su participación, precisamente, en aquel asentamiento de El Aaiún. Ese más, el PP acabó imponiendo su mayoría absoluta, con Mariano Rajoy al frente, para rechazar en el Congreso la concesión del asilo. Afortunadamente, un mes después, la Audiencia Nacional suspendió la expulsión de Hassana Aalia… El PP también posee el “honor” de formar parte de la insidia y la traición a los habitantes de la antigua provincia española del Sahara Occidental.

    No cabe duda, o al menos a mí no me cabe que España y los españoles poseemos una grandísima responsabilidad en el asunto del Sahara, tenemos una grandísima deuda histórica con quienes hasta hace muy poco eran nuestros compatriotas; España no ha llevado a cabo la descolonización que le correspondía hacer y nunca debió de haber dejado a nuestros hermanos saharauis ante los tanques marroquíes, no podemos permitir que semejante injusticia caiga en el olvido, no podemos permitir que los saharauis sigan padeciendo el desprecio, el saqueo y el expolio y permanecer de brazos cruzados, no podemos permitir que el pueblo saharaui desaparezca y se acabe produciendo un completo genocidio.

    Debemos exigir que el Gobierno de España (si es que algún día acabamos teniéndolo) impulse decididamente, sin temor alguno el referendo de autodeterminación, o si no, permitir que los saharauis accedan plenamente a la nacionalidad española. ¿Por qué merecen ser acogidos plenamente los descendientes de los judíos que fueron expulsados de España hace más de 500 años y no los habitantes del antiguo Sahara Español?

    Cuando el país vecino, ese que su selección de fútbol ganó la Eurocopa con Cristiano Ronaldo al frente, poseía aún colonias, se produjo un conflicto similar al del Sahara Occidental en Timor Oriental. Indonesia invadió el territorio y Portugal nunca renunció a su condición de potencia administradora, rompió sus relaciones con Indonesia y se preocupó de denunciar lo que allí estaba ocurriendo.

    Timor acabó celebrando un referéndum y accedió a la independencia, y actualmente es un país libre y soberano…

    La Voz Ibérica

    Tags : Sahara Occidental, España, Sahara español, descolonización Timor Oriental, Portugal, potencia colonizadora,

  • Una tele denuncia el negocio de la inmigración ilegal

    Las mafias ganan hasta 1,3 millones de euros diarios para llevar inmigrantes desde Marruecos

    Un documental canadiense, titulado ‘Borderless‘, denuncia que las mafias dedicadas a transportar inmigrantes de forma irregular entre Marruecos y España ganan diariamente 1,3 millones de euros. La periodista y autora del documental, Lauren Southern, habla de un “sindicato criminal” que tiene un “negocio muy estructurado”.

    “No se trata de unas pocas personas que huyen de su país y se embarcan desesperadamente en un intento de llegar a España”, afirma Southern en una entrevista a la televisión rusa RT, sino que es “un negocio inteligente”. “Son 130.000 euros por barco. 10 barcos en un día. Están ganado 1,3 millones de euros. ¿Por qué nadie está hablando de este gran sindicato criminal?”, lamenta Southern.

    El documental revela que los inmigrantes pagan a las mafias entre 2.000 y 4.000 euros para llegar hasta España, pero “no tienes ninguna garantía de entrar”. “Si llegas a España, tienes suerte, si no lo consigues, has perdido el dinero. Entonces lo intentas de nuevo”, explica uno de los testimonios que aparece en ‘Borderless’.

    Fuente : e.notciès, 23 ago 2019

    Tags : Marruecos, España, immigración, pateras, mafia,

  • Restos del Imperio Español III: El Sáhara Occidental

    Mucho se oye hablar del Sáhara Occidental en los medios. Dicho territorio fue colonia española durante muchos años hasta que, en 1975, se acometió una auténtica chapuza y muestra de cómo no se debe hacer una descolonización.

    Antes que nada, y como en los artículos anteriores de esta tríada “Restos del Imperio Español” deben centrarse geográficamente para comprender qué pasó y qué pasa en ese territorio llamado comúnmente Sáhara Occidental.

    El Sáhara (o Sahara) es el mayor desierto del mundo con más de 9.000.000 de km² de superficie (bastante más grande que Brasil y un poco más pequeño que China, para que se hagan a la idea). Separada la zona mediterránea de África de la llamada África subsahariana, de clima tropical. Así, puede decirse que separa también dos formas de vida y etnia muy diferentes. Al norte habitan pueblos descendientes de la conquista árabe y nativos como los bereberes, los egipcios y los nómadas Tuareg, entre muchos otros. Al sur del desierto ya comienza el África negra, con personas de etnias negras (como ven, evito la palabra raza ya que soy de los que, como el gran Einstein, piensa que sólo hay una raza: la humana).

    Por tanto, el Sáhara es más que un desierto, es una frontera elástica que, si bien diferencia unos pueblos de otros, también los une mediante históricas rutas que lo cruzaban y cruzan semanalmente a pesar de la dureza climatológica de este inmenso territorio.

    Pues bien, en su zona más occidental, lindante con el Océano Atlántico pero con el mismo clima desértico, se sitúa un territorio que en época colonial se denominó Sáhara Español y, desde 1975, Occidental por su situación geográfica.

    El Sáhara Occidental es un territorio bastante grande, tiene 266,000 km², aunque dentro de la inmensidad del desierto se ve que es sólo una pequeña fracción. Aún más insignificante es su población, difícil de calcular por la situación política del país pero calculada en torno a unos 513.000 habitantes. Ambas cifras nos dan una densidad de población mínima, de menos de 2 habitantes por km².

    Una vez introducido el Sáhara Occidental en términos generales, ¿Por qué lo he incluido como último artículo de “restos del Imperio Español” si claramente no pertenece a España ni de facto ni, como esas olvidadas islas de Micronesia, legalmente? Me explicaré.

    El Sáhara Occidental fue colonia española como todos sabemos pero su descolonización tuvo tantos errores que está lleno de dudas su estatus actual y hay varias interpretaciones.

    España a finales de 1975 se enfrentaba a varios frentes. El dictador Franco agonizaba y tenía al país pendiente de su sucesión con un Gobierno que debía enfrentarse cada vez a más protestas reclamando democracia, huelgas y atentados de ETA y el GRAPO. Y aparte de todo ello, Marruecos reclamaba el Sáhara como parte de su territorio y al final apostó todo a una baza: una marcha de civiles que penetró por varios puntos en la colonia española, la que pasó a la Historia como la Marcha Verde.

    España finalmente decidió dividir el territorio y repartirlo entre Marruecos (parte norte) y Mauritania (zona sur) y retirarse a lo largo de 1976. Marruecos no aceptó la partición y comenzó una guerra con Mauritania para apoderarse de todo el país. Por otro lado, la población saharaui, que había reclamado la independencia para crear su propio Estado, tampoco aceptó la partición y, menos aún, la soberanía marroquí, país que nunca antes había tenido control de esa zona del Sáhara por lo que sus motivos de anexión eran puramente expansionistas y no culturales o históricos.

    Así, los saharauis proclamaron la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y su propio ejército, el Frente Polisario, se enfrentó a Marruecos y Mauritania. España ya se había retirado de forma efectiva del territorio dejando a su suerte a la población saharaui.

    Desde entonces, Marruecos se ha hecho con gran parte del territorio ya que Mauritania se retiró de la zona sur. La RASD controla sólo una franja en la zona este, sin ningún interés estratégico o económico al ser la más pobre (aunque el Sáhara Occidental sólo es interesante económicamente por sus yacimientos de fosfatos que, evidentemente, controla Marruecos). La gran mayoría de los saharauis se refugiaron en Argelia, en los campos de Tinduf, en circunstancias muy duras.

    España, como antigua potencia colonizadora, sólo ha reclamado la posibilidad de hacer un referéndum para esclarecer la situación del territorio. La ONU incluyó al Sáhara en su lista de territorios no autónomos bajo supervisión del Comité de Descolonización. Y mientras tanto, Marruecos ha ido ocupando con colonos marroquíes el país en vista de un posible referéndum por lo que el número de residentes marroquíes ha ido aumentando en el Sáhara paulatinamente. A ello se suma el aislamiento de la zona de la RASD por la construcción de un inmenso muro que divide el país en dos.

    Según el Derecho Internacional, el Tratado de Madrid que decidió la partición del Sáhara Occidental, fue ilegal por lo que, internacionalmente, no debería ser válido. Además, un asesor de la ONU consideró en su día que España legalmente aún era la potencia colonizadora debido a dicha ilegalidad del Tratado de Madrid. Así, por el Derecho Internacional, España aún debe atender el Sáhara como territorio al que, de iure, aún no habría dado la independencia. Es por ello por lo que he incluido al Sáhara en este artículo y también porque considero que España debe a los saharauis la posibilidad de vivir en su propia nación sin estar sometidos a una potencia extranjera después de haber dividido su país de una forma que la Historia ya considera una de las peores descolonizaciones realizadas.

    Publicado 12th October 2012 por César Martínez Ballesteros

    Fuente : El blog de César MB

    Tags : Sahara Occidental, España, Marruecos, descolonización, autodéterminación,

  • Marruecos ha perdido la batalla diplomática y política de su intento colonialista,

    CARTAS AL DIRECTOR

    Las declaraciones de Verstrynge

    Por Carmen Tapias

    El País, 3 oct 1985

    Las declaraciones vertidas por el señor Verstryrige en EL PAÍS el pasado día 24 demuestran, una vez más, la carencia de escrúpulos y de vergüenza de algunos dirigentes de AP.Sería demasiado prolijo analizar aquí todo el proceso desde que España, después de casi un siglo de colonización, vende el Sáhara. Cuando el 14 de noviembre de 1974 se firman los Acuerdos Tripartitos de Madrid, que suponen el fin de la política colonial en el Sáhara por parte de España y demuestran la incapacidad y la impotencia política de los gobernantes -muchos de ellos hoy dirigentes o militantes de AP-, se están transgrediendo y olvidando con todo descaro las obligaciónes contraídas como potencía colonizadora y las: promesas hechas a la población autóctona, y se tolera el reparto del territorio entre dos países que nunca tuvieron el menor derecho de propiedad sobre él.

    El 11 de mayo de 1983 España apoya el derecho del pueblo saharaui a la independencia y en 1984 la República Árabe Saharaui Democrática recuperó su legítimo lugar entre las naciones independientes de África en la XX Cumbre de la Organización para la Unidad Africana (OUA), celebrada en Addis-Abeba en noviembre de ese mismo año, consolidándose definitivamente como Estado de derecho. Después de este trascendental acontecimiento, Marruecos ha perdido la batalla diplomática y política de su intento colonialista, apareciendo claramente como una fuerza opresora y de ocupación en un territorio reconocido por la Organización Panafricana como perteneciente al pueblo saharaui. La retirada de Marruecos de dicha cumbre ilustra, por otra aparte, sobre la ausencia de voluntad por parte de Rabat para encontrar una solución política y pacífica al conflicto, y consagra su, cada vez mayor, afán de dominio obligando a todo un pueblo a vivir en el exilio.

    Denominar el señor Verstrynge como « esa pandilla de asesinos armados » al Frente Polisario, único y legítimo representante del pueblo saharaui, denota lo que verdaderamente sienten y piensan estos señores de AP cuando se quitan (lo cual hacen bastante a menudo, por suerte) el disfraz de demócratas, así como una falta de respeto hacia todos los países que reconocieron a la RASD. Con este tipo de declaraciones tan sólo consigue que si en algún momento ha existido duda sobre sus pensamientos democráticos para gobernar, ésta quede aclarada. Condeno la acción del Frente Polisario en la que perdieron la vida dos españoles y fueron hechos prisioneros otros seis, aunque, conocedora como soy de este pueblo, sé a ciencia cierta que serán tratados con la hospitalidad y respeto del que este pueblo siempre ha hecho gala, pero no dejo de reconocer que estos barcos no han respetado unas aguas que no les pertenecen y, más aún, han ignorado, como casi todos en este país quieren ignorar, que ésa es zona de guerra-

    * Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de octubre de 1985

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, España, Alianza Popular, pesca,

  • 11-M : Los hechos que acusan a Marruecos y Francia

    Debido al silencio impuesto por el poder en España sobre el tema de los atentados terroristas del 11-M, siguen planeando numerosas cuestiones acerca de los atentados más sangrientos de la historia de España.

    Cuando se inicia una investigación, una de las primeras cuestiones que se plantean es « a quién beneficia el crimen y cual es su objetivo? En este caso, la respuesta es evidente por la flagrante coincidencia del atentado con las elecciones cuyos ganadores se abstuvieron de indagar en el tema. A ello se añade, el vuelco a favor del PSOE cuando se pronosticaba que el PP era el ganador potencial de esas elecciones.

    La victoria socialista tuvo un claro efecto geopolítico inmediato : fue seguida de un cambio de política exterior caracterizado por la salida de la esfera de influencia americana y la vuelta al club de influencia de Francia. De hecho, inmediatamente después de la investidura de Zapatero, una delegación de personalidades francesas de alto rango fue expedida a Madrid para aconsejar y apoyar a Zapatero así como declarar oficialmente « la vuelta a la normalidad » en las relaciones bilaterales entre España y Francia. Relaciones que durante el último mandato de Aznar estaban caracterizadas por la tensión y la conflictividad a causa del contencioso del Sahara Occidental y la agresión de la OTAN contra el régimen de Sadam Husein.

    En efecto, París reprochaba al gobierno de Aznar su participación en la agresión contra Irak olvidando que el inquilino del Eliseo en aquel entonces, Jacques Chirac, se había posicionado a favor de Marruecos en el incidente de la isla de Perejil.

    En ese contexto de conflicto entre Aznar y Chirac, alguien impuso al lider del PP la decisión de nombrar como presidente del CNI a Jorge Dezcallar que había sido embajador en Marruecos cuando los atentados de Casablanca en 2003. Precisamente, la designación de Dezcallar a la cabeza del CNI sigue siendo un enigma que hace pensar que fue impuesta a José María Aznar ya que Dezcallar era un diplomático que tenía un claro alineamiento con el PSOE y Francia.

    A ello se añade que Dezcallar es el artífice de la política pro-francesa del PSOE cuando ejercía de director del Centro de Africa con Moratinos como adjunto. Los dos llevaban el expediente de Africa que es de suma importancia para Francia. En esa época, se registró una misteriosa fuga de documentos secretos del departamento a Marruecos. En ese momento, Aznar llevaba una política de gran enfrentamiento con Francia cuya obsesión es evitar el surgimiento de un Estado hispanófono en la región.

    En ese contexto de enfrentamiento entre el gobierno de Aznar y Francia a causa de la cuestión de Irak y el Sáhara, llega la misteriosa colocación de Dezcallar a la cabeza de los servicios secretos españoles, un individuo cuyas relaciones no eran buenas con Aznar y, sin embargo, eran excelentes con Felipe Gonzalez, Zapatero y el monarca marroquí. Todos celebraron, después de los atentados de Atocha, la vuelta de las relaciones con Marruecos. En esas condiciones, cabe preguntarse qué hace en el CNI un individuo que llevaba claramente una política pro-francesa contraria a la que Aznar estaba desarrollando. Dezcallar era del PSOE, llevaba una política absolutamente pro-francesa en el departamento de Africa del MAE, su política fue clave para que Guinea Ecuatorial fuese incluida en la comunidad del franco franco-africano y que Obiang decidiera adoptar el francés como idioma oficial de Guinea. Esa era la línea promocionada por el PSOE con Dezcallar y Moratinos a la cabeza del departamento de Africa en el MAE.

    Al igual que en los atentados de Barcelona del 17 de agosto de 2017, la mayoría de los participantes en el acto terrorista del 11-M eran colaboradores del CNI, de la policía nacional y de la Guardia Civil de origen marroquí que al mismo tiempo eran informadores de la servicios secretos marroquíes y por ende, de los franceses.

    Los artífices de la violenta campaña contra la persona de Aznar que siguió la subida del PSOE a La Moncloa incluso después de haber perdido las elecciones de 2004 fue revelada en parte por el misterioso hacker que actúaba en 2014 bajo el pseudónimo de Chris Coleman. Aportó documentos confidenciales que demostraban que la DGED marroquí estaba detrás de la campaña que pretendía que Aznar era el padre de la hija de la cortesana de Nicolas Sarkozy, Rachida Dati.

    Tags : España, Francia, Marruecos, Sahara Occidental, José María Aznar, PP, PSOE, 11-M, atentados, trenes Atocha,

  • Cuando España pecó en el Sáhara

    CONFLICTO HISPANO-MARROQUÍ

    El franquismo dejó en herencia a la democracia un conflicto aún no resuelto

    TOMÁS BÁRBULO

    El País, 13 DIC 2009

    No es seguro que Aminetu Haidar logre su objetivo de volver a El Aaiún, pero es evidente que ha conseguido situar en el primer plano de la actualidad el conflicto del Sáhara Occidental. Se trata de un problema incómodo para España desde que, en 1975, el último Gobierno de Franco decidió abdicar de sus compromisos en el territorio y abandonarlo en manos de Marruecos y Mauritania. A día de hoy, el Sáhara Occidental es, según Naciones Unidas, el último territorio de África por descolonizar. Y el Estado español mantiene en él claras responsabilidades legales.

    La relación de España con el Sáhara se remonta nada menos que a 1884. Aquel año, Antonio Cánovas envió una expedición que levantó el primer asentamiento español en Villa Cisneros (actual Dajla). El territorio estaba habitado por tribus nómadas, cuyas caravanas recorrían el desierto en busca de pastos para sus animales o comerciando con la sal que obtenían en los yacimientos de Iyil (hoy en Mauritania). Los militares que en las décadas sucesivas fueron destinados a aquel trozo de desierto propiciaron un proceso de sedentarización. En 1934 fundaron la ciudad de El Aaiún.

    El territorio gozó de relativa paz hasta que Marruecos obtuvo la independencia. En 1957, bandas armadas inspiradas por el entonces príncipe heredero, Mulay Hassan, que más tarde reinaría como Hassan II, atacaron las fortificaciones españolas. Francia vio en aquellos guerrilleros un peligro para su colonia de Mauritania, y decidió ayudar a Franco a exterminarlas. Fue el primer intento del Gobierno de Rabat para apoderarse del Sáhara.

    El segundo -y, por ahora, definitivo- intento se produjo el 6 de noviembre de 1975. Hassan II lanzó a 350.000 civiles marroquíes sobre la frontera norte del territorio. Era la Marcha Verde. Franco agonizaba y su Gobierno, presidido por Carlos Arias Navarro, no supo afrontar el doble reto que le lanzaban el monarca alauí y los independentistas saharauis del Frente Polisario, que desde hacía dos años hostigaban a las tropas españolas. Arias firmó con Marruecos y Mauritania los llamados Acuerdos de Madrid, por los que España abandonaba el territorio y lo dejaba en manos de estos dos países. El 28 de febrero de 1976 fue arriada la última bandera española en El Aaiún.

    La ocupación se produjo a sangre y fuego. Cientos de civiles saharauis fueron masacrados con bombas de napalm y fósforo blanco mientras intentaban huir hacia Argelia. El Polisario se estableció en Tinduf, al sur de este último país, y durante 16 años combatió a los invasores. En 1979 logró que Mauritania le devolviera la parte del territorio que ocupaba, pero Marruecos la invadió inmediatamente. Bajo los auspicios de Naciones Unidas, ambos contendientes firmaron un alto el fuego en 1991.

    El compromiso alcanzado con la ONU consistía en celebrar un referéndum de autodeterminación. Con ese fin, Naciones Unidas envió al territorio una fuerza de paz: la Minurso (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental). Desde el principio, Marruecos torpedeó todos los intentos para llevar a buen puerto la consulta. Para ello contó con el apoyo incondicional de Francia y con el consentimiento de Estados Unidos. Todos los enviados especiales del secretario general de la ONU se han estrellado contra la actitud inamovible de Rabat. A día de hoy, tras 18 años de presencia ininterrumpida en el territorio que han costado cerca de 2.000 millones de dólares, la Minurso no ha logrado celebrar el referéndum. Ni siquiera ha obtenido competencias en materia de derechos humanos; sólo se dedica a observar el mantenimiento del alto el fuego.

    Las posturas están claras: Marruecos ocupa el Sáhara Occidental, donde, junto a más de 150.000 colonos marroquíes, habitan unas 70.000 personas de ascendencia saharaui. Desde los campamentos de refugiados de Tinduf, donde viven unos 100.000 saharauis, el Polisario dirige una campaña diplomática internacional para exigir el cumplimiento del referéndum. Y varios miles de saharauis más han engrosado una diáspora que tiene en España y en Mauritania sus principales destinos.

    El problema del Sáhara es, probablemente, la última herencia del franquismo no resuelta de la Transición española. En los 34 años transcurridos desde que España abandonó el territorio, los saharauis no han cesado de exigir a España que cumpla con las responsabilidades de las que abdicó en 1975. Sus reclamaciones tienen base, pues la ONU considera ilegales los Acuerdos de Madrid. El departamento jurídico de la organización dictaminó en 2002 que « los Acuerdos de Madrid no han transferido la soberanía del Sáhara Occidental ni han otorgado a ninguno de los firmantes el estatus de potencia administradora, estatus que España no puede transferir unilateralmente ». Ello es así hasta el punto de que la responsabilidad de salvamento en aguas del Sáhara no corresponde a Marruecos, sino que sigue estando, de iure, en manos de España, según establece la Organización Marítima Internacional. Éstas son las bases del conflicto del Sáhara, que Aminetu Haidar ha situado en el primer plano de la actualidad.

    * Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de diciembre de 2009

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, ONU, MINURSO, España,

  • Cataluña : La « guerra sucia » de España

    La « guerra sucia » de España hacia Cataluña, deriva autoritaria y neo-franquista.

    Por Elvira Cerezo

    El « derecho penal del enemigo » es un sistema que utiliza cualquier gobierno fascista en la historia y cualquier gobierno moderno con derivas autoritarias. Podemos citar, entre otras cosas, el nazismo, en una historia no muy lejana, o regímenes como la Turquía de Erdogan, o incluso otros de nuestro mundo moderno, a los que hoy se podría añadir España.
    El derecho penal se utiliza, para derrotar la disidencia política, para asustar a las poblaciones minoritarias que tengan una aspiración a la libertad e independencia, se encarcela a los líderes políticos perfectamente pacifistas acusándolos de delitos que, según el código penal, requieren actos violentos, se crean ficciones para justificar estas detenciones arbitrarias, según un juicio de un grupo de trabajo de la ONU. Es el caso de los presos políticos actualmente en las cárceles españolas, principalmente de los independistas catalanes. Se persigue una ideología y no a las personas, que, en este caso, se demostró perfectamente durante el juicio, ya que se descubrió que el estado español estaba investigando personalidades del mundo independentista catalana, buscando eventuales crímenes ya calificados de « rebelión » o « sedición », esto desde 2015 !!! ¡Antes de que el gobierno de Carles Puigdemont, actualmente en el exilio o encarcelado, sea investido! Se han llevado a cabo investigaciones preventivas para enmarcar un hecho u otro, presente o futuro, en los delitos previamente elegidos. Lo cual es completamente contrario a los derechos humanos y las convenciones internacionales.

    ¿Pero por qué llegamos allí? Cataluña tiene una larga historia, que se remonta a principios de la Edad Media, a la era carolingia. Tiene su propia identidad, su idioma, su cultura, sus costumbres. Formaba parte del Reino de Aragón, que también se llamó confederación catalano-aragonesa, después del matrimonio de la hija del rey de Aragón, Petronilla, con Raymond Berenger IV, conde de Barcelona y Provenza, en 1131. En la Edad Media, los « países catalanes » también incluían la ahora francesa Cataluña, Valencia, Baleares, etc. Territorios de lengua y cultura catalanas. La unión con Castilla data de 1472. Varias monarquías se unieron en una sola monarquía en 1516; sin embargo, cada reino retuvo sus instituciones políticas y mantuvo sus propios parlamentos. Esta situación se topó con la política centralista española. Pero Cataluña se rebeló contra esta deriva centralista y en 1640 estalló el término de « guerra de segadores » (segadors) que se retomó hoy en el himno nacional catalán. Desde entonces y en varias ocasiones, Cataluña ha luchado por su independencia. Vio a 8 de los últimos 9 presidentes de los gobiernos catalanes, ya sea encarcelados, exiliados o torturados, y en el caso de Companys fusilado, después de haber sido entregado por Hitler a petición de Franco.

    Para comprender la fuerza del sentimiento nacionalista catalán, fue necesario hacer un breve regreso a la historia. El deseo de poseer su propia nación no tiene nada que ver con los partidos que vemos surgir hoy en Europa, y que en su mayoría son muy derechas, o incluso en la extrema derecha. Estos últimos son en su mayoría antieuropeos y contra la inmigración. Los separatistas catalanes están representados por partidos tan diferentes como un partido de centro derecha, un partido de izquierda y un partido de izquierda radical, así como por poderosas organizaciones civiles.

    Cataluña ha demostrado en el pasado y continúa haciéndolo su apertura para recibir inmigrantes de cualquier raza, religión o procedencia. Ninguna sociedad es tan mixta como la catalana, donde cada segunda familia tiene al menos un abuelo o una abuela de otro origen. El movimiento independentista, que es esencialmente pacifista, también es proeuropeo. (« Casa nostra casa vostra » gran manifestación del 18.02.2017) a favor de la recepción de los refugiados, que tuvo lugar en Barcelona

    https://www.youtube.com/watch?v=DM9tEirHH0A.

    Volvamos al « derecho penal del enemigo » y a la inmensa represión que actualmente tiene lugar en Cataluña por parte de España, represión, además, completamente ignorada o casi por la Unión Europea. Este no es un caso contra 12 personas, que enfrentan entre 17 y 25 años de prisión. Este es un pueblo entero. Muchos otros juicios en curso, uno que ataca a los cuadros del gobierno catalán, justo debajo de los líderes, treinta personas, por delitos de desobediencia, irregularidades, documentos falsos, revelación de secretos y prevaricación, todo esto relacionado con el referéndum del 1 de octubre de 2017.

    Cientos de alcaldes de toda Cataluña, con cargos penales por haber puesto a disposición de los los colegios, bomberos, cuadros de la policía catalana, también acusados ​​de rebelión por los acontecimientos del 1 de octubre, etc. La lista es larga y sigue creciendo.

    Volvamos a este famoso referéndum. El 1 de octubre de 2017. A pesar de que el Tribunal Constitucional declaró ilegal este referéndum, el gobierno de Carles Puigdemont, por lo tanto, el programa político preveía un referéndum de independencia y que había sido votado en este programa por una mayoría parlamentaria, decidió hacer avanzar y llevar a cabo este referéndum. Después de muchos intentos de iniciar un diálogo con el gobierno de Rajoy, los líderes políticos catalanes decidieron seguir adelante.
    Aunque todo el proceso de los independistas catalanes giró en torno a la organización de este referéndum, es muy importante saber que el hecho de organizar un referéndum, incluso ilegal, y financiarlo fue despenalizado en 2005, lo cual ha sido publicado en el BOE (boletín oficial del estado): https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2005-10621

    Algunos podrían preguntarse: ¿y qué? ¿Qué se juzga exactamente? El deseo del estado español, en el momento preciso del gobierno de Rajoy, era dar un gran golpe contra el independentismo. ¿No se peude meter a la gente en la cárcel por organizar un referéndum? ¡Qué más da! Los pondremos en prisión por otros delitos.

    A pesar de la indignación de una gran parte de los juristas de toda España, y no solo indepentistas, así como de muchos juristas y otros colectivos extranjeros, se han inventado los crímenes de « rebelión » y « sedición », o más bien se ha torcido su interpretación jurídica. En efecto, estos delitos, inclusive el derecho penal español, están vinculados al uso de armas, a la violencia insurgente y militar, que puede derogar las estructuras del estado. Se imputa todo un clima de la llamada « violencia » del otoño de 2017, sin realmente poder demostrar nada. Se criminaliza específicamente lo que sucedió el 20 de septiembre, o sea una gran concentración frente a las oficinas de la economía del gobierno catalán, y lo que sucedió el 1 de octubre, día del referéndum.

    El 20 de septiembre y por enésima vez, un fiscal por órdenes de Madrid envía fuerzas de la Guardia Civil (policía española) para realizar registros en una administración catalana (alrededor del 20 de septiembre, se realizaron cerca de cuarenta registros en todas partes en Cataluña). La población, al alcanzar un grado considerable de indignación se reúne espontáneamente, convocada por las redes sociales, frente a estas oficinas. Después de solo unas pocas horas, la multitud llega a 45,000 personas. Los dos líderes de las sociedades civiles, actualmente en prisión por 2 años, van al lugar para canalizar las cosas. Conclusión: se monta una escena, los músicos improvisan conciertos, la gente canta, baila. ¡Ninguna agresión (aparte de una botella de plástico lanzada), ningún encarcelamiento, ningún herido, nada! Día festivo, aunque parcialmente tenso a veces. Los dos líderes de estas sociedades civiles han estado en prisión durante dos años por haber montado sobre dos autos de la Guardia Civil en los que se montaron varias otras personas durante todo el día, principalmente miembros de la prensa. Estos autos fueron dañados durante este día y aún no sabemos por quién. Este es el único daño material de esta concentración de 45.000 personas. Los dos líderes montaron en el techo de estos autos en la noche, siguiendo el consejo de un oficial de policía, para anunciar el final de la manifestación y que la gente se vaya de manera civil y pacífica (que también fue perfectamente filmada). Actualmente están en prisión sobre la base de estas imágenes.

    Cuando ocurrieron los eventos del 1 de octubre, todos pudieron ver las imágenes. Gente pacífica, con ganas de votar, haciendo resistencia frente a las universidades, sentados o parados con los brazos en alto, sin agresión y sin defenderse cuando las fuerzas de seguridad los desalojaron con una brutalidad inaceptable. Conclusión: las personas que estaban sentadas en el suelo fueron arrastradas por los brazos, golpeadas, los ancianos arrojados al suelo, etc. Más de 1000 heridos entre la población. La gente de la Guardia Civil afirma que hay un centenar de heridos entre la policía, pero vimos en el juicio que pocos de ellos podían demostrar que necesitaban asistencia médica y también es sorprendente que este último, que llevaba cámaras durante esta operación, no mostró imágenes de estas cámaras durante este largo juicio que incluyó a más de 400 testigos.

    En cuanto al juicio en sí, una instrucción llena de irregularidades, basada únicamente en los informes de la Guardia Civil, cuyo jefe que firmó todos los informes, un cierto teniente Baena, que se reveló que usaba un apodo en Twitter con el nombre de « tacito » que se ensañaba contra los independistas catalanes, que reconoció al principio y luego negó. Este personaje, por orden del fiscal Javier Zaragoza, ha estado a la cabeza de todas estas investigaciones desde 2015. Este fiscal, que anteriormente era fiscal del gobierno español, luego formó parte de la Corte Suprema, durante el reciente juicio contra los líderes independentistas, como acusador público. Los observadores internacionales, juristas reconocidos de alto nivel llegados de España, de la Unión Europea y del mundo informaron sobre el desarrollo del juicio, que son abrumadores en relación con muchas violaciones de los derechos humanos. Varios informes fueron envíados a la ONU.

    Aunque el sistema judicial español funciona bastante bien, a nivel de las altas instancias, es decir la Corte Suprema, la Corte Constitucional, la Audiencia Nacional, está completamente politizado, porque es designado por responsables de partidos políticos. Estos magistrados se consideran investidos de una misión, la de salvar la unidad del Estado español, en detrimento del respeto del derecho penal, a despecho de la ley y la justicia, la democracia y los derechos humanos, arrollando todo a su paso. Y mientras tanto, el estado español, ya sea Rajoy o Sánchez, no hace nada para corregir la situación, a pesar de las numerosas peticiones de Europa para que se reforme el modo de nombramiento de los jueces. La sombra de Franco planea …

    PostScriptum de 1Dex: Elvira Cerezo seguirá la actualidad catalana y tal vez proporcionará algunos artículos sobre la realidad del juicio de los presos políticos que ha seguido en su totalidad.

    Source : L’1Dex, 18 ago 2019

    Tags : España, Cataluña, Catalunya, independentismo,

  • La larga lucha catalana por la independencia

    La pretensión de independencia catalana se entiende mejor desde el punto de vista político.

    La Razón, 04 de noviembre 2017

    Si uno revisa diferentes fuentes históricas se da cuenta que la desazón del pueblo catalán y de otros pueblos como los vascos frente a los españoles es de larga data. La actual disputa por la independencia catalana comenzó en 2006, cuando los catalanes aprobaron en referéndum un estatuto autonómico que el Tribunal Constitucional español cercenó. Desde entonces, los independentistas se han esforzado por reunir multitudes convocadas siempre el 11 de septiembre, Día de Cataluña, que conmemora la caída de Barcelona, en 1714, ante las tropas de la corona borbónica durante la Guerra de Sucesión Española. La derrota dio lugar a la abolición de las instituciones catalanas.

    En 2013, los partidos políticos independentistas pactaron un referéndum que fue celebrado el 9 de noviembre de 2014. Ante las denuncias del resto de partidos políticos catalanes y españoles, el gobierno de Cataluña renunció llamarle referendo para denominarlo “proceso participativo”. Para evitar exponerse a una inhabilitación judicial, los gobernantes dejaron que lo organicen voluntarios. Los partidos no independentistas boicotearon el plebiscito y llamaron a sus bases a no participar. Al final votaron 2,3 millones de personas de un censo estimado de 5,4 millones de electores. El 80,76% votó a favor de la independencia.

    En 2015 se volvió a convocar a elecciones y se presentó una amplia coalición de izquierda y de derecha con el único fin de proclamar la emancipación. Tampoco tuvo mayoría absoluta. Desde entonces, todas las iniciativas legales aprobadas han dependido de un partido antisistema, crítico y que predica la desobediencia civil, llamado Candidatura de Unidad Popular (CUP). De hecho, tras las elecciones, la CUP obligó a Artur Mas a abandonar la presidencia de la Generalitat a cambio de otorgarles su apoyo para poder gobernar en Cataluña. Al presidente catalán le sustituyó otro independentista, Carles Puigdemont.

    A pesar de las protestas de los partidos políticos opositores y las advertencias del Gobierno español, abogados, jueces, empresarios, intelectuales y las instituciones europeas, los partidos independentistas aprobaron el 7 de septiembre una ley para convocar a un referéndum el 1 de octubre de 2017. Ese mismo día, el Tribunal Constitucional español suspendió de urgencia esa normativa. Al día siguiente, los independentistas aprobaron otra ley, llamada Ley de Desconexión, que contempla los pasos a seguir para proclamar la República de Cataluña, con acciones democráticas como que sea el propio presidente catalán el que elija y nombre a los jueces. Esta otra ley también fue suspendida por el Tribunal Constitucional español. El proceso de los independentistas quedó así al margen de la legalidad y en desobediencia abierta, pero muy legítima.

    La pretensión de independencia catalana se entiende mejor desde el punto de vista político. Todo el malestar y la desobediencia permanente no son más que una muestra del fracaso del Estado-nación español y europeo, que por su modelo apuntó y apuesta hacia la centralización total del poder y la hegemonía identitaria de una sola cultura e idioma por encima de las culturas ancestrales. A pesar de que España se considera una unión de comunidades autónomas, el grave incidente catalán nos muestra que esa autonomía es absolutamente limitada, pues no reconoce las diversidades en su expresión más profunda.

    El pueblo vasco dejó las armas como estrategia de lucha para alcanzar su sueño independentista no por negociación del Estado-nación español, sino por propia iniciativa. Lo que nos muestra la tozudez e incomprensión de Madrid respecto a este problema. El asunto no se resolverá bajo las acciones jurídicas, menos por la fuerza, sino con la negociación política; y es lo que menos quiere hacer el Gobierno español.

    ¿Será que el modelo del Estado plurinacional pueda aportar una solución al problema español? Como buenos colonialistas tal vez ni les interese buscar soluciones fuera de su experiencia.

    Tags : España, Cataluña, autonomía, independencia, Catalunya, pueblo catalán, colonialismo español,