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  • Sahara Occidental : Los acuerdos nulos de Madrid

    JULIO D. GONZÁLEZ CAMPOS*
    Fuente : El País, 18/09/1977

    Como tantos otros episodios de la política exterior de la dictadura, el asunto del Sahara Occidental aún conserva muchos de sus aspectos en la sombra. Entre ellos, el singular desenlace que le diera El Gobierno presidido por el señor Arias Navarro, el 14 de noviembre de 1975, fecha en que éste firma en Madrid con los representantes de los Gobiernos de Marruecos y Mauritania una «declaración de principios» sobre el territorio bajo administración española. Este acuerdo internacional, al igual que las posteriores medidas encaminadas a su ejecución, creo que nunca ha sido aceptado por una gran parte de la opinión pública española, que aún sigue preguntándose cómo pudo llegarse a tal solución. De otra parte, las consecuencias de aquel acuerdo todavía siguen pesando dolorosamente no sólo sobre el destino del pueblo saharaui, sino sobre nuestras propias relaciones exteriores en la actualidad. Parece obligado, por tanto, tratar de esclarecer el alcance de aquel acto, no tanto para juzgar un pasado político ya muerto, sino porque este pasado, en el caso del Sahara Occidental, aún sigue afectando el futuro de nuestras relaciones internacionales.

    Por el acuerdo de Madrid, el Gobierno aceptó dar por terminada la presencia española en el territorio antes del 28 de febrero de 1976, creándose una «administración temporal» del Sahara Occidental, en la que se incluían, junto a las autoridades españolas encargadas de liquidar la anterior administración colonial, dos Gobiernos adjuntos nombrados por Marruecos y Mauritania. Con ello, se abrió el camino para la inmediata ocupación militar del territorio por parte de los dos Estados -no sin encontrar una fuerte resistencia armada de su población- y para su posterior reparto entre ambos, realizado en el acuerdo de 14 de abril de 1976. Este resultado es tanto más sorprendente ya que el Gobierno español había defendido reiteradamente -ante, los órganos políticos de las Naciones Unidas (NU) y, con abundantes pruebas documentales, ante el Tribunal Internacional de Justicia-, que ninguno de los dos Estados a los que ahora se entregaba el territorio poseía título jurídico alguno sobre el mismo. Extremo que fue reconocido por el principal órgano judicial de las NU en su dictamen consultivo del 16 de octubre de 1975.

    Correlativamente, el Gobierno español admitió en dicho acuerdo que la voluntad del pueblo saharaui, que debía expresarse libremente en un referéndum celebrado bajo los auspicios y la garantía de las NU, podía ser reemplazada por la apariencia de una consulta a la «Yemaa», que se realizó sin contar con un gran número de sus miembros y ante la presencia de las fuerzas de ocupación marroquíes. Resultado no menos sorprendente, porque se halla en abierta contradicción con anteriores declaraciones españolas, entre ellas, la hecha por el entonces jefe del Estado, el 21 de septiembre de 1973, que afirmaba que el pueblo saharaui era «el único dueño de su destino» y que el Estado defendería «la libertad y la voluntad de libre decisión» de los habitantes del territorio. Y contradecía también la comunicación hecha por el Gobierno español a las NU en el verano de 1974 aceptando la celebración de un referendum en el territorio para 1975, como le había solicitado reiteradamente la Asamblea General de la Organización.

    Los hechos, en la sombra

    Es esta comunicación la que abre la crisis final en el asunto del Sahara, por obra de la iniciativa diplomática de Marruecos. Pero el hecho es que en octubre de 1975, como se afirma en el informe de la Misión de Visita de las NU. la población saharaui residente en el territorio, deseaba, en su inmensa mayoría, acceder a la independencia. Y el Tribunal Internacional de Justicia, en el citado dictamen consultivo de 16 de octubre de 1975, afirmaría, dada la inexistencia de anteriores vínculos de soberanía entre el Sahara Occidental y Marruecos o el conjunto mauritano en el pasado que, nada se oponía «a la aplicación del principio de la libre determinación, a través de la expresión libre y auténtica de la voluntad de las poblaciones del territorio».Cabe preguntarse, legítimamente, qué hechos determinaron -entre el 14 de octubre y el 14 de noviembre de 1975- este doble resultado final. Pero los hechos, como dije antes, aún permanecen en su mayor parte en la sombra. Quedan, ciertamente, las imágenes de aquel período -en el que las noticias sobre el Sahara Occidental compartían con los partes médicos un lugar destacado en los medios de comunicación-, como indicios que tratan de explicar un acto del Gobierno español por el que se condenó al pueblo saharaui a una nueva dominación colonial. Entre ellas, sin duda, un lugar de primer orden corresponde a la «marcha verde»; pero los documentos de las NU han revelado un hecho entonces ocultado a la opinión pública española: que la marcha se inició y realizó en el entendimiento del Gobierno español de que si la marcha se realizaba en un área limitada y por tiempo también limitado, no se produciría una respuesta armada por parte de las fuerzas españolas ante la penetración en el territorio. Quedan también las imágenes de las reuniones del Consejo de Seguridad, convocado a instancias del Gobierno español, la enérgica actitud de los representantes españoles y la condena por este órgano de la «marcha verde»; sin que Marruecos -tal vez por gozar de un decidido apoyo diplomático de Estados más poderosos- se dignase a aceptar sus resoluciones. Y también conservamos, en la confusión de aquel momento, las imágenes de los viajes y de las negociaciones sucesivas, entre el Gobierno español y los de Marruecos y Mauritania, entre el 21 de octubre y el 3 de noviembre. Si hemos de creer la declaración hecha por SM el Rey de Marruecos al representante especial del secretario general de las NU, señor Lewin, el 4 de noviembre de 1975, en esta fecha ya se habían convenido las principales disposiciones de la que sería la Declaración de Madrid y en ella se estipulaba, según el soberano alauita. «la transferencia de soberanía por parte de la potencia administradora a Marruecos y Mauritania».

    El gran «show» marroquí

    De este modo, el inicio de la «marcha verde», el siguiente día 5 de noviembre, adquiere un sentido más real. Fue, ciertamente, un gran «show» marroquí, al que no faltaron- las imágenes de TVE para mayor impacto en la confusa opinión pública; pero también era, de otra parte, el gesto simbólico que preludiaba la posterior anexión del territorio. En esta perspectiva, hoy resuenan como huecas las censuras dingidas por el ininistro señor Carro Martínez a la conducta de las Naciones Unidas, en el pleno de las Cortes del 18 de noviembre de 1975, así como-tantas apelaciones improcedentes al honor del Ejército español, que nunca estuvo en juego en aquella crisis.Pero los hechos de aquel período -aún siendo insuficientemente conocidos en todos sus aspectos- permiten, no obstante, establecer ciertas conclusiones muy precisas, conforme al derecho internacional en vigor. En primer término, que si un territorio no autónomo, como el Sahara Occidental, «tiene en virtud de la Carta una condición jurídica distinta y separada de la del territono del Estado que lo administra» y esta condición subsiste hasta que el pueblo de dicho territorio «haya ejercido libremente su derecho de libre determinación de conformidad con la Carta», el acuerdo de Madrid, de 14 de noviembre de 1975, es nulo, pues el Gobierno español no podía hacer entrega del territorio, como se pactó, a los Gobiernos de Marruecos y Mauritania. Su retirada del Sahara Occidental hubiera requérido el establecimiento de una administración del territorio, a cargo de las Naciones Unidas, pero nunca la concertada con estos dos Estados y seguida de la ocupación militar por parte de los mismos.

    En segundo lugar, dado que el derecho de libre determinación de los pueblos es hoy una norma imperativa de Derecho internacíonal, que no admite pacto alguno en contrario, la «Declaración de Principios» hecha en Madrid, el 14 de noviembre de 1975, es nula, por ser contraria a estas normas de jus cogens. En efecto, el objeto y fin de dicho acuerdo fue privar al pueblo saharaui, mediante una ocupación militar de su territorio, del derecho a expresar libremente su voluntad, mediante un referéndum. La consulta a la «Yemaa» que figura en el citado acuerdo, al constituir una simple farsa, no fue otra cosa que una flagrante burla del Derecho de las Naciones Unidas y que éstas se negaron a admitir, rechazando el envío de un representante del secretario general.

    «Crimen, internacional»

    Finalmente, la violación grave de una obligación internacional de importancia esencial para la salvaguardia del derecho a la libre determinación de los pueblos «como la que prohibe el establecimiento o el mantenimiento por la fuerza de una dominación colonial», constituye un hecho internacionalmente ilícito, que da lugar a la responsabilidad internacional del Estado ante la comunidad internacional y que a juicio de la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas, debe ser calificada como un «crimen internacional». Los actos realizados por los Gobiernos de Marruecos y Mauritania con posterioridad al 14 de noviembre de 1975, al ocupar militarmente el territorio del Sahara Occidental y proceder a su reparto, puede estimarse que quedan comprendidos en el supuesto del precepto anteriormente citado, pues, de hecho, equivalen a establecer una nueva -y más cruel- dominación colonial del territorio.A mi juicio, corresponde a las Cortes surgidas de las elecciones del 15 de junio, solicitar, mediante la creación de una comisión especial, una completa y detallada información sobre los hechos que condujeron a la firma del acuerdo de Madrid. Y una vez determinados éstos, si las anteriores conclusiones son correctas, adoptar un acuerdo por el que se declare que, a juicio del Estado español, la Declaración de Principios hecha en Madrid, el 14 de noviembre de 1975, es un acuerdo nulo, conforme al Derecho Internacional en vigor, y, consiguientemente, que el Gobierno debe orientar su política internacional, en relación con la cuestión del Sahara Occidental, en toda ocasión y circunstancia, de conformidad con este acuerdo. La posición actual del Gobierno español, por su inherente ambigüedad, resulta difícilmente admisible, pues equivale a admitir el acuerdo de Madrid, pese a su nulidad y negarse a reconocer los efectos del mismo.

    *Catedrático de Derecho Internacional – Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de septiembre de 1977

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    DEBATE EN LA COMISIÓN DE EXTERIORES DEL CONGRESO

    Carro: acalorada defensa de la política descolonización del Sahara

    PABLO SEBASTIAN – ISMAEL FUENTE LAFUENTE
    El País, 16/03/1978

    El ex ministro de la Presidencia Antonio Carro, hombre sobre el que recayó una de las mayores responsabilidades en la última fase de la descolonización del Sahara, defendió acaloradamente la política que se siguió con respecto al territorio ex español, y dijo no sólo que ésta había sido la más favorable a España, sino la única viable en aquellos momentos, «en contra de lo que se ha podido decir estos días en esta Comisión ».Los dieciséis fólios de discurso, preparados concienzudamente por Carro y que tuvieron como consecuencia inmediata un enfrentamiento verbal con el embajador en la ONU, Piniés, en el descanso siguiente a su parlamento), en presencia de diputados y periodistas, respondieron al alto clima de expectación que reinaba estos días en la Comisión de Relaciones Exteriores ante la comparecencia del hombre al que, junto con Arias Navarro, se le considera uno de los artífices de la política seguida con la antigua colonia española.

    Para Antonio Carro la descolonización del Sahara no fue una operación maximalista. La sombra de la guerra estuvo presente a diario, y se corrió el riesgo de que la zona se vietnamizase. Hasta las dos grandes potencias -Estados Unidos y Unión Soviética- presionaron sobre la zona, con riesgo claro de un estallido bélico de efectos mundiales. «No ocurrió lo peor. Tampoco diré que lo mejor. Pero sí lo menos malo de lo que la gran tensión en la zona pudo generar. »

    «La desconolización del Sahara se produjo dentro de una cierta normalidad.» Esto dijo Antonio Carro antes de hacer una larga cita histórica de todos los procesos de descolonización del último siglo de las principales potencias europeas. «Mi intuición de hombre de Estado, antes que de hombre de partido, me induce a presentaros la descolonización como un hecho favorable a España, y que históricamente no permitió solución distinta a la adoptada. Y estoy seguro de que la mayor parte de los que hoy se sientan en esta comisión hubieran hecho exactamente lo mismo que lo que nosotros tuvimos que hacer en aquellos momentos.» «Quiero decir también que en ningún momento se eligió a Marruecos en vez de a Argelia. Simplemente elegimos a España.» Carro hizo entonces una historia de las posiciones de los países interesados en la zona, toda ella bajo el prisma del intento de aplicación del estatuto de autonomía para el Sahara de 1974 y de la paralela enfermedad de Franco (verano de 1974), cuando, según sus palabras, se iniciaron los movimientos reivindicativos de Marruecos y la solidaridad de los países árabes en favor de éste, incluido Argelia.

    Entonces España comunicó su decisión de celebrar el referéndum sobre autodeterminación del Sahara en los seis primeros meses de 1975, pero «la avisada imaginación del rey Hassan II provocó un incidente dilatorio de singular efecto». Se refería Carro a la petición de Hassan II de que fuese el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya quien dictaminase sobre el dominio histórico de la región.

    España aceptó la resolución, aun a sabiendas de que sería muy difícil llegar al referéndum, pero al menos se lograba distender la atención en la zona y se lograba romper la solidaridad de las naciones árabes con Marruecos, ya que Argelia apoyaba la tesis española de autodeterminación. Carro había hallado de un riesgo grave de conflicto militar en la zona entre España y Marruecos en el verano de 1974.

    Tres opciones

    El ex ministro de la Presidencia planteó que, como consecuencia de los hechos citados en la primavera de 1975, a España solamente le quedaban tres opciones: una, entregar la independencia de forma unilateral al Sahara, aunque España no podía hacerlo porque era sólo potencia administradora y no podía transferir una soberanía que no tenía. Dos, pactar con Marruecos, pero eso era imposible, porque el monarca alauita no admitía otra negociación que no fuese la de la transferencia de la soberanía. Y tres, transferir las responsabilidades del territorio a la ON U.

    Con esta última idea se pidió a las Naciones Unidas -prosiguió Carro- el envío de cascos azules y se invitó a una misión de la ONU a visitar el territorio. Tras este viaje, a la vista de la hostilidad del pueblo saharaui contra España, se preparó minuciosamente en el verano de 1975 (esto es, antes de la marcha verde) la Operación Golondrina y se anunció la decisión española de precipitar la transmisión de poderes.

    Tras una serie de consideraciones sobre la actitud del Ejército en el Sahara (del que Carro destacó su disciplina, su gallardía y su aguerrimiento), dijo que en la Península se hubiera reprobado cualquier sacrificio estéril de los soldados españoles en el Sahara.

    España intentó apoyarse en la ONU -continuó-, y lo único que obtuvo fueron resoluciones contradictorias. «No quedaba otra alternativa que la de poner a salvo nuestros intereses. Por eso se intentó obtener un acuerdo con las partes interesadas.»

    La « marcha verde » fue una sorpresa

    Para España, la marcha verde fue una sorpresa y una gran amenaza El día 2 de noviembre, con la marcha verde a punto de entrar en el Sahara, la respuesta de las Naciones Unidas a España fue la de «caución y moderación». «Es increíble la respuesta de la ONU cuando las metralletas marroquíes estaban sonando cerca de nuestro territorio».

    «Fue preciso en todo momento evitar cualquier riesgo de guerra», prosiguió. «El 7 de noviembre de 1975, el embajador marroquí en Madrid visitó al presidente Arias, en un momento crítico en que la marcha verde se encontraba dentro del Sahara, y de ahí salió la utilidad de mi viaje a Agadir al día siguiente.» Carro desveló que entonces no fue muy difícil la negociación con el monarca alauita, aunque éste le pidió que firmara un pacto favorable a los intereses marroquíes. Al fin se materializó un acuerdo en una carta de Carro dirigida a Hassan, en la que se pedía que para seguir negociando fuese preciso la retirada de la marcha marroquí sobre el Sahara, al tiempo que Hassan 11 dirigía una carta al entonces jefe de Estado en funciones, el hoy rey Juan Carlos, en la que se pedía la entrega por parte del Estado español a Marruecos y Mauritania de todas las responsabilidades en el Sahara.

    Posteriormente llegaron las negociaciones. De ellas, el ex ministro de la Presidencia dijo que en todo momento los acuerdos de Madrid, o mejor, la declaración de Madrid, entre los jefes de Gobierno de España, Marruecos y Mauritania, se habían escrito con pluma española; es decir, que los Gobiernos marroquí y mauritano no habían escrito prácticamente ninguna palabra en el texto. Y que, en cualquier caso, una lectura pausada de la declaración de Madrid dejaba bien claro que no era otra cosa que una declaración unilateral de retirada por parte de España, sin que ello entrañase una cesión a Marruecos y Mauritania.

    «Porque lo único que se hizo fue abandonar el Sahara sin entregar el mismo a los ejércitos marroquí y mauritano, sino que éstos se limitaron a ocupar las posiciones que los españoles iban dejando libres.»

    La larga intervención de Antonio Carro dejó bien claro que el proceso descolonizador del Sahara estaba sin terminar y que en todo momento, tal como se sucedieron los hechos, no se pudo actuar de otra firma. «Para España -repitió en varias ocasiones- no hubo otra alternativa y se optó por el mal menor. El peligro, el riesgo, una vez superado, se olvida fácilmente, pero en aquellos momentos los intereses de España y de sus aguerridas Fuerzas Armadas hubo que situarlos por encima de todos los demás intereses en juego. Y gracias a ello nuestra fue la iniciativa, nuestro el dominio de la situación y el final de la operación fue satisfactorio para los intereses de España.»

    Incidente Carro-Piniés

    El incidente entre los señores Carro y Piniés, en un tono casi violento y en medio de los pasillos de la Comisión, se produjo cuando este último negó ante los periodistas dos afirmaciones del ex ministro: que España había solicitado la presencia de la ONU y de sus cascos azules en el territorio, y que nuestro Gobierno no supo, hasta su convocatoria, de la marcha verde. Piniés negó contundentemente las dos afirmaciones. Ambos se acusaron públicamente de no estar diciendo la verdad.

    * Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de marzo de 1978

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, España, acuerdo de Madrid, 14 de noviembre 1975, Marcha Verde,

  • Francia se opone a la extensión del mandato de la MINURSO para los DDHH

    En su informe remitido al Consejo de Seguridad, El Secretario General de la ONU dijo que « una supervisión independiente, imparcial, gloab y duradera de la situación de los derechos de las personas es necesaria para garantizar la protección de todos los habitantes del Sáhara Occidental ».

    Según Yabiladi, que cita « fuentes cercanas al asunto », « sin mayor sorpresa, el texto redactado por los EEUU ne debiera recoger esta recomendación del SG de la ONU. París y Washington habrían llegado a un compromiso sobre esta cuestión ».

    Según Yabiladi, un sitio cercano a los círculos de poder en Marruecos, « « Washington habría propuesto una extensión del mandato de la MINURSO para otros seis meses. Los franceses creen que el contexto que prevaleció durante la adopción de la extensión en abril de 2018 ha cambiado. El proceso de negociación se reanudó con las dos mesas redondas en Ginebra en diciembre de 2018 y marzo de 2019. « 

    La misma fuente añade que Francia desea « dar a las partes más tiempo para participar en las conversaciones sin presión ».

    Tags : Sahara occidental, Marruecos, Frente Polisario, ONU, MINURSO, Antonio Gurerres, Horst Kohler,

  • Efemérides:Primera reunión del Tribunal de la Haya sobre el Sáhara, presupuesto y condena a la prisión militar a 5 jóvenes saharauis

    El 16 de Abril de 1975, « el Tribunal Internacional de La Haya inició su primera reunión formal sobre el dictament consultivo pedido por la Asamblea de la ONU sobre el Sáhara Occidental o español », informa ABC.

    Fuentes diplomáticas citadas por ABC, « indicaron que los 15 jueces de la Corte presididos por el polaco Manfred Lachs, estudiaban actualmente el procedimiento a seguir durante los trabajos previos a dicho dictamen, y, de manera especial, la petición de Marruecos y de Mauritania de que sea admitido un juez « ad hoc » de cada uno de estos países, por el hecho de que España está representada en el Tribunal por Don Federico de Castro ».

    « Como se recordará, añade ABC, el gobierno español presentó una nota en la que pedía al tribunal la no aceptación de estos jueces « ad hoc », porque ello podría provocar un equíivoco importante : el que se pensara que el trabajo de la Corte tiene un carácter contencioso y no de dictament como lo solicito la Asamblea de la ONU, dado que, normalmente, sólo se aceptan jueces « ad hoc » en los contenciosos. España desea, más que impedir la presencia de un juez mauritano y marroquí en el Tribunal, dejar bien claro que le gobierno de Madrid no acepta un contencioso y que la presencia o ausencia de dichos jueces no cambiaría nunca el sentido de « dictamen consultivo », única labor del Tribunal Internacional frente al caso del Sáhara español ».

    « « Los jueces, que conversaron hoy durante cerca de 5 horas, volverán a reunirse mañana, y no se excluye que decidan la adopción de un procedimiento oral para que España, Marruecos y Mauritania expliquen sus pros y contras en este apartado relatico a los jueces « ad hoc » solicitados », concluye ABC.

    1.665.065.000 de pesestas es el presupuesto anual del Sáhara para el año 1975. El resumen de gastps está destinado a las siguientes secciones y servicios : Gobierno y Secretaría General. Justicia, Política Interior, Enseñanza, Sanidad e Higiene, Obras Pçublicas, Urbanismo y Vivienda, Minería e Industria, Correos y Telecomunicación, Financieros y Comercio y obligaciones generales.

    Por otra parte, ABC señala que « a seis años de prisión militar han sido condenados los cinco jóvenes saharauis que ayer fueron juxgados en un Consejo de Guerrea, celebrado en el rergimiento Mixto de Artillería de Las Palmas. Los jóvenes estaban acusados de insultos a las Fuerzas Armadas, enfretntarse y resistirse a una patrulla de la Policía Territorial española, en el Sáhara ».

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, España, Frente Polisario, colonialismo, presupuesto,

  • ¿Cuáles son los países que mantienen más colonias por el mundo?

    Francia, Reino Unido y Estados Unidos tienen la mayor parte de colonias existentes en la actualidad

    Marco Herrera
    Fuente: 65ymas, 17 DE ABRIL DE 2019

    Los países europeos coleccionaron colonias por casi todas las partes del planeta durante siglos, a medida que iban explorando y conquistando territorios. Aunque en el siglo XX los enclaves pertenecientes a países hegemónicos hayan menguado de manera considerable, a día de hoy todavía existen colonias de algunos de ellos, a los que en cierto modo y de manera muy selectiva se les ha unido Estados Unidos.

    A pesar de que el término colonia se refiere a un territorio no gobernado por sí mismo, la interpretación que las Naciones Unidas hacen de él resulta polémica para algunos países, ya que no contempla algunas regiones en disputa entre dos países o el caso contrario, territorios en disputa entre dos naciones, una de las cuales no lo considera como lugar colonizado.

    Países colonizadores en 2019

    Según The World Factbook, en la actualidad existen 61 colonias en el mundo, de las cuales, la mayoría son pequeñas islas. El primer lugar, como estado que mantiene más colonias lo ocupa Francia, con 16 territorios de ultramar, mayormente repartidos por los oceanos Pacífico e Índico. Martinica, la Polinesia Francesa, Guyana Francesa, Nueva Caledonia o Reunión son algunas de esas islas colonizadas y, a día de hoy, gobernadas por el Presidente de la República Francesa.

    Le sigue muy de cerca, con 15 colonias por todo el globo, Reino Unido. Entre sus colonias destacan las Islas Malvinas, cuya soberanía reclama Argentina; las Bermudas, las Islas Caimán o un enclave de sobra conocido por todos los españoles: Gibraltar. Con poco más de 6 kilómetros cuadrados y menos de 30.000 habitantes, el territorio ubicado en la provincia de Cádiz es un tema recurrente cada cierto tiempo en nuestra política nacional e internacional, recordando la reclamación de la soberanía que de este territorio hace el estado español.

    Estados unidos ocupa el tercer puesto en esta clasificación con 14 colonias. La mayor potencia económica del mundo es el único país no europeo en contar con territorios de ultramar, algunos de ellos buscados con miras de estrategia militar. Entre estos lugares se encuentran la isla de Guam, las Islas Vírgenes o Puerto Rico.

    Más distanciados quedan ya los siguientes países que mantienen colonias en 2019. Australia con seis sería cuarto, seguido de Nueva Zelanda y Noruega con tres cada uno y Países Bajos (Aruba y Antillas holandesas) y Dinamarca (Islas Feroe y Groenlandia) con dos. The World Factbook también hace mención a los territorios en disputa reconocidos por la ONU, entre los que sitúa a la Antártida, el Sahara Occidental, la Franja de Gaza o Cisjordania, estos últimos ocupados ilegalmente, según varias resoluciones de Naciones Unidas, por el estado de Israel.

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, colonización, autodeterminación, referendo,

  • Sahara Occidental: Del abandono colonial a la construcción de un estado.

    Sahara Occidental: Del abandono colonial a la construcción de un estadoSahara Occidental: Del abandono colonial a la construcción de un estadoRelación de autores

    Bahia Mahmud Awah

    Escritor, antropólogo, poeta natural del Sahara Occidental. Autor de varias obras,ensayos académicos; profesor honorario en la Universidad Autónoma de Madrid y miembro del Centro de Estudios Afro-hispánicos, CEAH, de la UNED.

    Ana Camacho

    Periodista e investigadora experta en conflictos de África, gran conocedora de Guinea Ecuatorial y Sahara Occidental. Ha trabajado en diarios nacionales y en la actualidad colabora en diferentes medios digitales y radio. Autora del blog www.enarenasmovedizas.com.

    Carmelo Faleh Pérez

    Profesor de Derecho Internacional Público en el Departamento de Ciencias Jurídicas Básicas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Asesor jurídico de la Asociación Española para el Derecho Internacional de los derechos Humanos (AEDIDH). Ha actuado como litigante y/o co-autor de informes y amicus curiae ante algunas instancias nacionales e internacionales (procedimientos convencionales y extraconvencionales de las Naciones Unidas, Comisión Interamericana de Derechos Humanos) de protección de los derechos humanos.

    Direcciones electrónicas: carmelo.faleh@ulpgc.es y cfaleh@aedidh.org.

    Javier A. González Vega

    Catedrático de Derecho internacional público y Relaciones internacionales de la Universidad de Oviedo. Es asimismo presidente del Observatorio Asturiano de Derechos Humanos para el Sahara Occidental (OAPSO). Entre 2009 y 2012 fue Consejero en la Representación permanente de España ante la Unión Europea.

    Pablo Jiménez

    Abogado de la Asociación Libre de Abogadas y Abogados de Zaragoza, miembro de la Coordinadora para la Prevención y Denuncia de la Tortura (CPDT), integrante del equipo jurídico director de la querella criminal por crímenes de lesa humanidad cometidos durante el franquismo en Zaragoza, miembro del Servicio de Orientación Penitenciaria del Colegio de Abogados de Zaragoza.

    Pepe Revert Calabuig

    Abogado, pertenece a la Asociación Internacional de Juristas por el Sahara Occidental (IAJUWS). Master en Derechos Humanos, Democracia y Globalización. Asiste regularmente como observador internacional en nombre del Consejo General de la Abogacía Española a juicios contra saharauis, tanto en Marruecos como en el Sahara Occidental. Ha participado en la IV comisión sobre descolonización en Naciones Unidas Asimismo ha denunciado la violación de los derechos humanos en el Sahara Occidental en la sede de Naciones Unidas en Ginebra.

    Ana Sebastián

    Abogada y miembro del Observatorio Aragonés para el Sahara Occidental. Miembro también de la Asociación Libre de Abogadas y Abogados de Zaragoza, habiendo participado recientemente en el grupo jurídico que ha preparado la
    querella criminal por genocidio y crímenes de lesa humanidad cometidos durante el franquismo en Zaragoza

    Leonardo Urrutia Segura

    Escritor, periodista y editor. Es autor del libro Sahara, diez años de guerra, publicado en 1983. Fue uno de los fundadores y primer presidente de la Asociación Catalana de Solidaridad con el Pueblo Saharaui (ACAPS) a principios de los ochenta. Por esos años pasó varias semanas conviviendo con los combatientes saharauis para
    documentarse, llegando a recorrer con ellos la mayor parte del Sahara Occidental.

    Carlos Villán Durán

    Profesor de Derecho internacional de los derechos humanos. Codirector del Máster en Protección Internacional de los Derechos Humanos de la Universidad de Alcalá. Presidente de la Asociación Española para el Derecho Internacional de los Derechos Humanos (AEDIDH). Antiguo miembro de la oficina del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Ginebra). Dirección electrónica: cvillan@aedidh.org.

    Fuente: Observatorio Aragonés para el Sáhara

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  • Continúan los saqueos en el Sáhara Occidental

    Fuente : Africa Fundación Sur, 16/04/2019

    En su último informe sobre los recursos naturales del Sáhara Occidental ocupado, el Observatorio de Recursos del Sáhara Occidental (WSRW, por sus siglas en inglés) ha indicado que se han exportado cerca de 1,93 millones de toneladas de fosfato en 33 buques de carga en 2018, lo que asciende a un valor de 163,88 millones de dólares.

    Estas importaciones ilegales han ido en aumento en comparación con los datos de 2017. Estos intercambios han favorecido a seis empresas de cuatro países diferentes y, según se ha podido determinar, cerca de72 empresas internacionales eran las propietarias u operaban los buques que transportaban la mercancía.

    Nutrien (Canadá), el importador principal, detuvo las exportaciones marroquíes a Norteamérica en 2018. Sin embargo, han entrado en el juego dos nuevos clientes, Coromandel (India) y Sinofert Holdings (China), del que Nutrien es el segundo mayor propietario.

    Si bien es cierto que no se ha exportado ningún fosfato del Sáhara Occidental a Europa en los últimos dos años, aún hay empresas europeas involucradas en el transporte del mineral. El más implicado es el grupo danés Ultrabulk, que exportó 6 de los 33 envíos totales de 2018. A la empresa danesa le siguen un número significativo de sociedades de origen griego.

    El WSRW ha observado que, desde que se detuvieron en Panamá y Ciudad del Cabo los buques que transportaban fosfato del Sáhara Occidental en 2017, se ha detenido el tráfico por ambas zonas. El Observatorio ha instado a las empresas implicadas en el comercio ilegal a que cesen inmediatamente todas las compras de fosfato del Sáhara Occidental hasta que se ponga fin al conflicto y el pueblo saharaui haya podido ejercer su derecho fundamental a la autodeterminación.

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  • ¿Sirve de algo que Marruecos y el Frente Polisario hablen de nuevo ?

    Marruecos y el Frente Polisario se han vuelto a sentar en la mesa de negociaciones. El pasado 22 de marzo concluía la segunda ronda de conversaciones entre las dos partes en la ciudad suiza de Ginebra. Esta es continuación de una primera acontecida en diciembre y a la que, muy probablemente, seguirá, al menos, una tercera. Hacía seis años que no sucedía algo similar, ¿qué ha cambiado ahora? Posiblemente, este logro tiene mucho que ver con el nombramiento, el 16 de agosto de 2017, del expresidente alemán Horst Köhler como Enviado Personal del Secretario General de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental.

    «Köhler comenzó su misión con una nueva estrategia basada en contactar a todos los actores internacionales que tienen intereses en el asunto: la Unión Africana, la Unión Europea, Francia y España, entre otros», explica Bashir Mohamed Lahsen, periodista saharaui e investigador de la Universidad de Sevilla que se desplazó hasta Ginebra para seguir de cerca la reunión. Esos contactos se tradujeron en el primer encuentro entre las dos partes en conflicto que tuvo lugar, también en Ginebra, en diciembre de 2018. En él, Argelia y Mauritania, países vecinos, estuvieron presentes en calidad de observadores.

    Las dos primeras rondas de conversaciones han tenido una agenda muy similar y han servido para romper el hielo. Pero en ningún momento se trató el fondo del conflicto. Se discutió sobre temas más generales, que también hay que tener en cuenta a la hora de buscar soluciones, como la integridad de los países del Magreb, el terrorismo, la inmigración o los desafíos que afrontan los países de la zona. «En definitiva, se trataron asuntos que pueden ayudar en la construcción de la confianza entra ambas partes», afirma el periodista. «Pienso que la estrategia de Köhler consiste en tratar primero los temas genéricos sobre los que ya existe bastante consenso, y dejar para más tarde los temas en discordia que, en definitiva, son las posiciones finales de cada parte». Estos encuentros, también han servido para que Köhler pueda escuchar a todos los implicados. Con la información recogida «podrá elaborar una propuesta que será la base sobre la cual se pueda negociar una posible solución al conflicto saharaui».

    «Hay una cosa que me llamó la atención en este último encuentro», comenta Lahsen, que ha cubierto las dos rondas de conversaciones. «Sabemos que la terminología y el lenguaje juegan un rol fundamental, son como un canal de comunicación. En un encuentro de tal envergadura los términos se eligen al milímetro y en la rueda de prensa del ministro de Exteriores marroquí, este mencionó por primera vez, y más de una vez, las palabras ‘referéndum de autodeterminación’ e ‘independencia’. Sin embargo, cuando pregunté al ministro si podemos considerar este detalle como un avance en las negociaciones, él respondió que no».

    Ahora, el siguiente paso será una nueva reunión, con un formato similar, aunque todavía no se ha fijado ni la fecha ni el lugar. Este proceso se puede prolongar hasta que el Enviado Personal considere que es el momento para entrar a discutir las cuestiones de fondo. En ese instante se verá si de verdad Marruecos y el Frente Polisario están dispuestos a negociar. No cabe duda de que la prolongación de la situación actual favorece a Rabat que considera el Sáhara Occidental como una provincia a la que está dispuesto a dar algo de autonomía pero nunca la independencia. El silencio y complicidad de la comunidad internacional, especialmente de países como España y Francia que respaldan al régimen marroquí, también ayudan a que se mantenga el actual statu quo.

    Mientras, el pueblo saharaui «está cansado, no solo por las difíciles condiciones en las que vive en los campos de refugiados de Tinduf, Argelia, y la falta de libertades que sufre en las zonas ocupadas, sino también de este proceso infinito en el que lo único que cambia es el nombre de los intermediarios internacionales. Mientras, el sufrimiento en el terreno sigue igual o peor, y eso hace que los saharauis hayan perdido la esperanza en la ONU y en la posibilidad de llegar a un acuerdo de forma pacífica», se lamenta Lahsen. El periodista afirma que cada vez más los jóvenes reclaman la vuelta a las armas, lo que supone «una enorme presión para el Frente Polisario ya que más del 60% de los miembros del Ejército de Liberación Popular Saharaui son jóvenes».

    Si de verdad se quieren conseguir avances en este proceso de negociaciones, las dos partes deberían hacer concesiones. Ahí surge la gran pregunta, ¿están dispuestas a hacerlo? Hasta ahora, solo el Frente Polisario parece haber dado algún paso en este sentido al aceptar la Resolución 2440 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de octubre de 2018 que deja claro que cualquier solución al conflicto pasa por reconocer al pueblo saharaui su derecho a la autodeterminación. También ha aceptado que en un eventual referéndum se pregunte por las tres opciones que están sobre la mesa: independencia, autonomía o integración plena con Marruecos.

    «Intuyo, y esta es mi opinión personal, que el Enviado Personal va a intentar la vía económica, es decir, una solución que incluya compartir recursos naturales o que el futuro Estado saharaui pague durante años alguna cantidad a Marruecos. Es posible que en las próximas rondas de conversaciones podamos conocer esta propuesta», apunta el periodista.

    Al hablar del conflicto del Sáhara Occidental siempre surge la pregunta sobre el rol que España debería jugar. Lahsen opina que debería desempeñar un papel más activo que el que ha tenido desde 1975. «Creo que Madrid debería tomar parte en las negociaciones como observador al mismo nivel que Mauritania y Argelia porque España sigue siendo la potencia administradora del territorio, según la sentencia de la Sala de lo penal de la Audiencia Nacional de 4 de julio de 2014, presidida por Fernando Grande Marlaska, actual ministro del Interior. España debe implicarse más en este tema por su responsabilidad política e histórica pero también por las relaciones culturales que unen al pueblo saharaui con España y porque cualquier futura solución del conflicto afectará a España para bien o para mal».

    Fuente : MundoNegro.es, 16/04/2019

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, negociaciones, mesa redonda, España, ONU, Horst Kohler,

  • El interminable laberinto de las negociaciones en el Sáhara Occidental

    Fuente: EIC Poemario por un Sahara Libre

    Por Mamia Salec Baba

    Creíamos que las actuales negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario bajo la mediación del expresidente alemán y enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental Horst Köhler, iban a garantizar una solución coherente para el pueblo saharaui que lleva más de 40 años en el exilio, viviendo en unas duras condiciones.

    El Frente Polisario pide que los saharauis decidan libremente lo que quieren ser. La alternativa más democrática es a través de un referéndum de autodeterminación. Mientras Marruecos se encierra en la solución autonómica como única salida.

    Marruecos no quieren negociar, quiere dar largas para que el pueblo saharaui pierda la esperanza. Rechaza todo lo que el Polisario pide como la liberación de los presos politicos o permitir la entrada de observadores internacionales en los territorios ocupados y de la prensa internacional.

    A partir de los años 70 comenzaron a llegar los primeros refugiados saharauis escapando de los bombardeos, se repartieron en 5 campamentos. Desde entonces siguen esperando la promesa de la ONU, de llevar acabo un referéndum para poder regresar a su tierra.

    Cada vez llega menos ayuda humanitaria, las condiciones climáticas son muy duras. La juventud se ve sin un futuro ante la falta de perspectiva de una solución. Mientras tanto en los territorios ocupados, están condenados a vivir con el terror de las violaciones continuas de derechos humanos por parte de la fuerza de ocupación marroquí.

    Ha llegado la hora de que la ONU acabe con esta farsa de negociación y statu quo indefinido. El pueblo saharaui debe pronunciarse en un referéndum justo, ya que la historia nos lo exige y no podemos otorgar a Marruecos lo que el derecho internacional no le reconoce. Más de 40 años son suficientes, para un pueblo dividido por un muro de 2.700 km.

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, ONU, MINURSO, Horst Kohler, negociaciones, mesa redonda,

  • Historia : El documento firmado en 1976 por Felipe González y el Frente Polisario apoya la creación de la RASD

    MANUEL OSTOS

    El País, 11 MAR 1983

    Los medios argelinos y saharauis han preferido mantener el silencio oficial ante las declaraciones formuladas por el titular español de Exteriores, Fernando Morán, ya que, según fuentes solventes, carecerían de elementos significativos para aquilatar el sentido de la actual política española hacia esta parte del Magreb. Esta discreción está motivada por el deseo de eliminar todo lo que pueda dramatizar el contexto de la próxima visita del vicepresidente del Gobierno español, Alfonso Guerra, que es considerada como el inicio del relanzamiento de relaciones políticas y económicas de un nuevo tipo entre Argel y Madrid.

    En Argel domina un sentimiento de perplejidad ante la fuerte reacción del Gobierno español para impedir la publicación del comunicado común suscrito por Felipe González y el dirigente del Polisario, Mohamed Abdelaziz, en noviembre de 1976, con motivo del viaje del entonces primer secretario del PSOE a los « territorios liberados de la República Arabe Saharaui Democrática (RASI» ».La precipitación con que habría actuado el Gobierno español, opinan en Argel, obedecería al desconocimiento de que el documento incriminado no tiene nada de secreto, puesto que, en sus partes esenciales, había sido publicado por el diario pro gubernamental argelino El Mudjahid. En ese comunicado, según dicho periódico, « el PSOE reconoce al Frente Polisario como el único y legítimo representante del pueblo saharaui, apoya la proclamación de la RASD y lanza un llamamiento a todas las fuerzas democráticas y progresistas para que se solidaricen con esta posición’ « .

    Este periódico, en un artículo titulado Promesas a cumplir, fechado el 31 de octubre del pasado año, recordaba textualmente que Felipe González « había efectuado una visita a los campos de refugiados saharauis situados en la región de 7induf, en cuya ocasión firmó con el Frente Polisario un comunicado común en el que afirmaba que los acuerdos tripartitos de Madrid eran nulos e ilegales y que las responsabilidades del Gobierno español permanecerían comprometidas mientras que el pueblo saharaui sufriera las consecuencias de esa traición y no hubiera obtenido la liberación total de su territorio nacional ».

    Desconocimiento del Gobierno

    El desconocimiento del Gobierno español de esta publicación le ha llevado a movilizar todos sus resortes para impedir la difusión en EL PAIS de un texto que puede conocerse integramentente consultando la colección de El Mudjahid.

    Ese mismo periódico, en la edición ya señalada, agregaba: « Felipe González ha recordado recientemente que España tiene una responsabilidad histórica en el conflicto del Sáhara Occidental y que, en consecuencia, « no puede permitirse deslices, sobre todo en materia de política exterior », para añadir: « Hoy en día, el Partido Socialista Obrero Español se encuentra en el poder, y tiene enfrente el contencioso del Sáhara Occidental para corregir los errores del pasado. El pueblo saharaui espera del nuevo Gobierno español que uno de sus primeros actos sea la denuncia de los acuerdos tripartitos y sus cláusulas secretas ».

    La presión del Polisario para que se recordaran los términos del acuerdo entre el Partido Socialista Obrero Español y los saharauis se centra, nítidamente, en la misma línea de lo que desea Argel, aunque esta última capital, a diferencia del frente independentista, ha elegido el camino discreto de las conversaciones en la Moncloa, arropadas en el manto de las relaciones fraternales entre el Frente de Liberación Nacional argelino y el PSOE.

    Acuerdo muy interesante

    En noviembre de 1980, Felipe González calificaba el comunicado de « acuerdo muy interesante » en una entrevista concedida al órgano del Frente de Liberación Nacional, Revolución Africana. « Sobre el problema del Sáhara Occidental estamos totalmente de acuerdo con el Polisario. Hemos ido allí abajo, en 1976, y hemos hecho mucho para romper el muro del silencio que rodeaba la guerra. Luego hemos planteado el problema ante el Parlamento español y los foros internacionales. En algunos lugares hemos llegado a hacer que el Frente Polisario fuera reconocido, y admitido en la Internacional Socialista. Hemos adoptado resoluciones que estimo son razonables y próximas de las posiciones que defendemos », subrayaba el dirigente español.

    Por su parte, Alfonso Guerra, en otras declaraciones al diario argelino El Mudjahid (publicadas el 24 de octubre de 1982), aclaraba: « Somos amigos del Polisario. Hemos contribuido a que Europa y la Internacional Socialista tomen en consideración su legitimidad y su representatividad (del movimiento saharaui). Conozco las dificultades que representa hallar una solución a ese problema, pero el PSOE, ahora que está en el poder, continuará siendo partidario de la autodeterminación del pueblo saharaui y el amigo del Polisario ».

    No se descarta en la capital argelina que esas presiones discretas y las más espectaculares del Frente Polisario estén conectadas no tanto con el deseo que de Madrid asuma un protagonismo en el tema -lo cual no parece ser, en todo caso, la voluntad de Argel-, sino en la búsqueda de elementos de recambio a una estrategia que tiene en cuenta lo que aquí se define como la intención del Gobierno socialista francés de no ligarse a un esquema de acción diplomática conjunta con España, congelando por el momento las esperanzas que había suscitado en los ánimos del ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, durante el viaje que efectuó un grupo de altos funcionarios españoles a París en enero de este año, la propuesta francesa de actuar conjuntamente en el Magreb.

    Durante el reciente viaje a Argel del subsecretario de Exteriores español, Gonzalo Puente Ojea, éste había podido conocer los consejos dados por sus interlocutores argelinos, en el sentido de sugerir una acción española propia en el área magrebí sin conexión con la estrategia de París.

    * Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de marzo de 1983

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, PSOE, Felipe Gonzalez, Argelia, España,

  • Francia anima a Marruecos en su actitud para impedir cualquier arreglo político en el Sáhara Occidental

    París.- La senadora francesa Christine Prunaud indicó el miércoles que Francia está animando a Marruecos en su actitud para evitar cualquier arreglo político en el Sáhara Occidental en el marco del proceso de paz de las Naciones Unidas.

    « Al proclamar que Francia usará su derecho de veto en todas las resoluciones que no cuenten con el consentimiento de Marruecos, dando luz verde a un acuerdo comercial entre la UE y Marruecos que incluye al Sáhara Occidental en violación de la legalidad internacional y europea, anima a Marruecos en su actitud contra el proceso de paz de las Naciones Unidas « , dijo la senadora en una pregunta escrita al Ministro francés de Europa y Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, que fue publicada el jueves en el Diario Oficial del Senado.

    Explicó que « la intransigencia marroquí impide cualquier solución política y favoriza el estancamiento del conflicto y lo que conlleva de graves consecuencias: indigencia de los refugiados saharauis, tensión permanente entre Argelia y Marruecos, falta de integración del Magreb, carrera armamentística… », argumentando que Francia, que « dispone de influencia en la región y exhibe su amistad con Marruecos » (…) « no contribuye a resolver las tensiones ».

    Por ello, solicita al Ministro que aclare el papel que Francia pretende desempeñar para « hacer respetar los derechos inalienables del pueblo saharaui ».

    La senadora señaló que desde diciembre del 2018, el enviado de la ONU, Horst Kohler, inició una nueva ronda de negociaciones para resolver el conflicto de descolonización del Sahara Occidental, destacando que el derecho internacional recuerda que no existe ningún lazo de soberanía entre Marruecos y el Sáhara Occidental y que se trata de territorios distintos.

    Tags : Sáhara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, ONU, Francia, Christine Prunaud.