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  • ¿Por qué la ONU sigue considerando al Sáhara Occidental una colonia española?

    Óscar nos ha preguntado a través del formulario de EOM explica por qué razón la ONU sigue considerando al Sáhara Occidental una colonia que pertenece de iure a España.

    El Sáhara Occidental, un extenso territorio situado en la costa atlántica de África, es uno de los 17 territorios de todo el mundo considerados como una colonia por el Comité Especial de Descolonización de Naciones Unidas. Además, es la última colonia que queda en el continente africano y es el único de los 17 territorios que tiene como potencia colonial a España. Es decir: el Sáhara Occidental sigue siendo una colonia, y España sigue siendo responsable de ese territorio. ¿Por qué?

    España se convirtió en la potencia colonial sobre el actual territorio del Sáhara Occidental tras la Conferencia de Berlín (1884-85), en la que las potencias europeas se repartieron África. Los distintos Gobiernos españoles gestionaron el territorio durante décadas, y el Sáhara llegó a tener el estatus de provincia en España a partir de 1958. Al mismo tiempo, en las Naciones Unidas —organización a la que España ingresó en 1955— se creó en 1961 el Comité Especial de Descolonización, un órgano dedicado a seguir e impulsar el proceso de autodeterminación de los muchos territorios no autónomos que todavía quedaban entonces en el mundo, con el objetivo último de poner fin al colonialismo. El intento franquista de disimular la relación colonial dándole estatus de provincia al Sáhara —entonces conocido como “Sáhara Español”— no surtió efecto, y la entrada en la lista de territorios no autónomos se hizo efectiva en 1963.

    Años más tarde, en 1975, el dictador Franco agonizaba y España buscaba desprenderse de la última colonia que le quedaba, el Sáhara Español —la Guinea Española se independizó en 1968, y España perdió sus últimas posesiones coloniales en Marruecos en 1969—. El 14 de noviembre de 1975, España, Marruecos y Mauritania firmaron el Acuerdo de Madrid, por el cual España cedía la administración de su colonia a estos dos países vecinos del Sáhara y que habían reclamado el territorio para sí. En 1976 las fuerzas españolas abandonaron el Sáhara, y Mauritania retiró poco después su reclamación y sus tropas. Desde entonces la mayor parte del territorio ha estado ocupada por Marruecos, que se disputa el control con la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática, un Estado no reconocido por la mayoría de los países miembros de la ONU, incluida España.

    Sin embargo, el Tribunal Internacional de Justicia dictaminó en 1975 que ni Mauritania ni Marruecos tienen ningún derecho soberano sobre el Sáhara Occidental. Por otro lado, Naciones Unidas considera nulo el Acuerdo de Madrid: España no podía transferir la soberanía a Marruecos y Mauritania, y por tanto la cesión de la administración no altera el estatus de territorio pendiente de descolonizar del Sáhara Occidental.

    Es por ello que Naciones Unidas sigue considerando que España es la potencia administradora, a pesar de que sea Marruecos la que de facto ejerce el control sobre el territorio; por tanto, España sigue teniendo la obligación de garantizar la descolonización de la colonia. La salida a esta anómala situación pasa por la autodeterminación del Sáhara Occidental, para cuya consecución el Consejo de Seguridad de la ONU puso en marcha en 1991 una misión de paz —la MINURSO— que todavía no ha conseguido su propósito.

    Fuente : El Orden Mundial, 28 jun 2019

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, descolonización, ONU, España, potencia administradora, territorios no autónomos,

  • Movimiento rifeño revienta actividades de ministros marroquíes en Europa

    Rabat, 26 jun (EFE).- Militantes del movimiento rifeño Hirak han protagonizado en los últimos diez días al menos tres incidentes en los que han tratado de « reventar » distintas actividades que desarrollaban algunos ministros marroquíes en Europa.

    Según han recogido en los últimos días varios medios rifeños, estos actos de boicot se han registrado en Estrasburgo (Francia), Montpellier (Francia) y Mülheim (Alemania).

    El primer acto estuvo protagonizado el pasado 14 de junio en una sala cerrada en Estrasburgo por el ministro de Relaciones con la Sociedad Civil y portavoz del Gobierno, Mustafa Jalfi, quien tenía previsto dar un balance de su actividad en el Ejecutivo.

    Un rifeño entre el público trata de increpar al ministro sobre la política de su Gobierno en el Rif, pero cuando pronuncia la palabra « ocupación » el público se levanta contra él y termina expulsándolo de la sala, según grabó él mismo y posteó en Youtube.

    El caso se repite casi del mismo modo el pasado sábado 22 en otro acto en una sala cerrada en Montpellier, durante una conferencia del ministro de Transportes, Najib Boulif; en mitad de la conferencia, un grupo de al menos cuatro rifeños lo interrumpe y le critica por ofrecer cifras falsas sobre la realidad en el Rif.

    Acusados por el ministro y su entorno de « separatistas », los rifeños se indignan y gritan airados: « No somos separatistas, somos marroquíes », según puede verse en otro vídeo subido por un portal rifeño.

    El tercer incidente tuvo lugar en Mülheim un día después, el domingo, cuando el ministro de Agricultura, Aziz Akhanouch, uno de los más poderosos del Gobierno actual, iba a pronunciar otra conferencia.

    En este caso, los militantes rifeños, que habían acudido con banderas de la efímera « República del Rif » proclamada por Abdelkrim Jatabi, no pudieron acceder a la sala pero lo recibieron a la entrada con eslóganes como « Viva el Rif » o « Dile a tu jefe que los rifeños no son sus esclavos ».

    Todos estos incidentes han estado precedidos de intensas campañas en las redes para animar a los militantes rifeños a participar en los actos de boicot, aunque no está claro si ha existido coordinación entre ellos. EFE.

    Fuente : El Confidencial

    Tags : Marruecos, Rif, Hirak, represión,

  • Flytox invadiendo el Océano Atlántico con su alma revolucionaria

    26 de junio, Madrid 2019 – (Amnat thawra)

    Opinión de Zarga Abdalaje Abdi

    El cuerpo de Flytox descansa en el océano atlántico frente a las costas de Dajla, tras hundirse esta madrugada la patera en la que huía del Majzen. El lugar del que huía no estaba muy lejos del que presenció su final: el Océano Atlántico. Ese lugar es el Aaiún, ciudad de nacimiento del fallecido y capital de las tierras por derecho de los saharauis. Tras la marcha verde de 1975, fue invadida de manera ilegal por el reino alauita. En ese lugar el Majzen viola hasta día de hoy y de manera sistemática los derechos humanos con la complicidad de la comunidad internacional.

    Flytox salió del Aaiún para dirigirse al norte de Marruecos, donde creía que el pueblo marroquí podría empatizar con su noble y pacífica lucha. Pensaba que desde la misma “columna vertebral” (Rabat), causante del eterno refugio de sus compatriotas al otro lado del muro de la vergüenza, podría remover la conciencia del pueblo marroquí. Así mismo creía que sus canciones aliviaban el sufrimiento de sus seres queridos en los territorios ocupados, cruelmente maltrtados por la mano dura y el intransigente autoritarismo de Mohamed VI.

    Hoy es un día triste para el arte, fiel y visualizado altavoz de las causas justas y gran aliado de las almas comprometidas, sensibles y reivindicativas como era y será la del difunto Said.

    Flytox no ha muerto, ha dejado tras de sí, a pesar su juventud, un legado de canciones que forman parte de la historia del arte saharaui.
    Fytox, un niño con aspecto frágil y sonrisa pícara, además de tener un sarcasmo que parecía invencible, pero que al Majzen se encargó de destruir con sus violaciones a los derechos humanos.

    Hoy enciendo una vela por tu trágica muerte. Pero la vela esperanzadora que encendiste la primera vez que cogiste un micro nunca se apagará. Vives en nuestros corazones y así seguirá para la eternidad. Eres y te has convertido en un ídolo para mi generación y las venideras: Descansa en paz querido amigo.

    Al principio de mi artícilo utilizo la palabra asesinato. El uso de dicho concepto no es casual. Flytox tenía ya un visado otorgado para terminar sus estudios en Canadá, lo cual resulta extraño que haya terminado en una patera y que ésta, precisamente, se haya hundido. La pregunta es, ¿Cómo termina dicha patera hundiéndose y más sabiendo que el 90 por ciento de los viajeros son saharauis de los territorios ocupados por Marruecos?

    Una última pregunta que yo misma responderé: ¿les recuerda esto a algo? A mí sí, a la dictadura de Videla en Argentina. Muchos de los carismáticos, valientes y perseverantes revolucionarios que luchaban contra el autoritario régimen, fueron despojados a la mar en vida, desde los aviones militares del gobierno militar de entonces. Ahí lo dejo, a la conciencia humana universal. La comunidad internacional debe dejar de estar ciega, sorda y muda.

    Fuente : El rincón de la mujer saharaui, 26 jun 2019

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, territorios ocupados, Flitox, Said Allili, Marruecos, represión,

  • Marruecos, un verdadero punto de tránsito de la cocaína, según la ONU.

    Marruecos es un verdadero punto de tránsito del « polvo blanco » con un 86% de cocaína incautada en África en 2017, según un informe global sobre drogas publicado el miércoles por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) .

    Marruecos, recuerda la agencia de la ONU, declaró haber incautado en los últimos años cientos de kilos o incluso toneladas de cocaína, con 120 kilos de cocaína en 2015, 1,6 toneladas en 2016 y 2,8 toneladas en 2017, incluido un cargamento de 2,6 toneladas de cocaína pocedente del Brasil en octubre de 2017. Otra incautación importante tuvo lugar el año siguiente: más de una tonelada de cocaína encontrada en El Jadida (Marruecos) en diciembre de 2018.

    Si bien el tráfico de cocaína hacia países fuera de América y Europa central y occidental sigue siendo relativamente pequeño (que representa el 1% de la cantidad total incautada), el hecho es que ha aumentado en los últimos años, así como las rutas de contrabando que están proliferando, particularmente en África, dice el informe.

    Las incautaciones recientes en Marruecos, pero también en Sudáfrica y Guinea-Bissau « indican que el tráfico de cocaína a través de África sigue estando bien organizado », dijo la UNODC.

    Etiquetas: Marruecos, cocaína, droga, UNODC, tráfico, cannabis,

  • El acuerdo de pesca no resiste al derecho de autodeterminación (juristas)

    Acuerdos UE-Marruecos vistos por abogados

    Según los académicos reunidos en Amiens, los acuerdos de pesca no resisten al derecho a la autodeterminación del Sahara Occidental

    Tres preguntas para … Marjorie Beulay, profesora de Derecho Público en la Universidad de Picardía-Jules-Verne.

    ¿Por qué un coloquio legal sobre la cuestión del Sáhara Occidental?

    Es un tema latente, desde hace más de 40 años, sobre el cual no teníamos doctrina jurídica en Francia.

    Con nuestros estudiantes en derecho internacional, abordamos el tema con regularidad, pero carecía de un enfoque científico y jurídico. Al organizar este coloquio los días 27 y 28 de mayo en Amiens, quisimos que fuera multidisciplinario.

    ¿Cuál es su análisis de los acuerdos de pesca entre la UE y Marruecos?

    Los debates permitieron arrojar luz sobre los dos argumentos que se oponen. Por un lado, la Comisión Europea considera que el derecho internacional no impone el consentimiento de la población del Sáhara Occidental para la explotación de los recursos locales « a condición que no se haga en su detrimento ». Lo que Marruecos se compromete a garantizar.

    Por otro lado, las recientes sentencias del Tribunal de Justicia de la UE contradicen este enfoque que, creemos, resiste poco al principio fundamental del derecho a la libre determinación. Derecho reconocido de una manera indiscutible por las Naciones Unidas. De hecho, hay una guerra económica en torno a los recursos del Sáhara Occidental, de los cuales 134 millones de euros de productos pesqueros son uno de los elementos.

    ¿Qué resultado podemos esperar?

    Este archivo es tóxico y somos bastante pesimistas sobre la ocurrencia de un problema político. El hecho de que ni Marruecos ni el Ministerio francés de Asuntos Exteriores hayan respondido a mi invitación no es una buena señal. Al igual que la renuncia el mes pasado de un representante personal del SG de la ONU encargado de hallar una solución para el Sahara Occidental.

    Por lo tanto, es probable que el Frente Polisario (que milita por la independencia del Sahara Occidental, NDLR) continúe hostigando jurídicamente las empresas e instituciones que comercian con Marruecos en el territorio que reivindica y en las aguas adyacentes …

    Recogido por Stéphane GALLOIS.

    Ouest-France, 25 de junio de 2019

    Etiquetas: Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, Unión Europea, UE, Tribunal de Justicia de la UE,

  • Según la BBC, Marruecos podría ser el siguiente después de Sudán y Argelia

    ¿Podría Marruecos ver el siguiente levantamiento, después de Sudán y Argelia?

    Una amplia encuesta de la BBC muestra que casi la mitad de los marroquíes piensan en emigrar y quieren un cambio político inmediato. Entonces, ¿podría Marruecos seguir los pasos de Sudán y Argelia y derrocar a su líder ?, pregunta Tom de Castella.

    En un balcón con vistas a los tejados de Casablanca, un hombre saca su cigarrillo y piensa en el sueño que se le había arrebatado. Saleh al-Mansouri tiene solo veinte años, pero sabe lo que es cruzar el mar hacia Europa. Vivió en Alemania durante varios años hasta que su solicitud de asilo fue rechazada y se vio obligado a regresar a Marruecos.

    « La gente va allí por ciertas cosas que no tienen aquí », dice Mansouri. Algunas son económicas: habla de ropa que puedes pagar, un estilo de vida mejor, pero otros son menos tangibles. « Como la libertad », dice, antes de agregar: « Hay muchas cosas … como el respeto.

    « No hay atención aquí en Marruecos para la población. Es la falta de atención lo que hace que la gente migre ».

    Casi la mitad de los marroquíes están pensando en emigrar. La proporción ha aumentado considerablemente después de una década de declive, según indica una encuesta de la BBC News Arabic.

    Mire más a fondo y la encuesta, que cubre Oriente Medio y África del Norte en 2018 y 2019 y fue realizada por la red de investigación Barómetro árabe, plantea una pregunta intrigante: ¿está Marruecos en línea para el descontento de masas?

    Las protestas masivas contra el gobierno en Sudán y Argelia vieron un cambio político repentino en abril en lo que se ha denominado la Primavera Árabe 2.0. Mientras que el derrocamiento de Omar al-Bashir en Sudán y Abdelaziz Bouteflika en Argelia sorprendió a la mayoría de las personas, los indicios ya se veían en la encuesta de la BBC News Arabic.

    Meses antes de que la protesta masiva decapitara a sus gobiernos, los encuestados sudaneses y argelinos respondieron que mostraban que estaban enojados, preocupados y desesperados.

    Tres cuartas partes de los sudaneses dijeron que su país estaba más cerca de la dictadura que de la democracia, la más alta de la región. En Argelia fue del 56%, tercero detrás de Libia.

    Casi dos tercios de los argelinos dijeron que las últimas elecciones del país no fueron libres ni justas, más que todos los otros lugares encuestados. Solo un cuarto de los sudaneses y un tercio de los argelinos creían que la libertad de expresión existía en su país.

    Otro país se destacó en los datos – Marruecos.

    Desesperación y frustración

    La mayoría de los lugares encuestados indican un deseo de reforma gradual. Pero en Marruecos la mitad de los encuestados quería un cambio político inmediato.

    « Hay un verdadero sentimiento de desesperación y frustración entre los jóvenes », dice el periodista y activista opositor Abdellatif Fadouach.

    Alrededor del 45% de la población tiene menos de 24 años y en la mayoría de los problemas, el país está dividido por una división generacional. Aproximadamente el 70% de los adultos menores de 30 años quiere emigrar, en comparación con el 22% de las personas de unos cuarenta años. Mientras que la mitad de los mayores de 60 años tienen una visión positiva del gobierno, la cifra para los de 18 a 29 años es del 18%.

    La primavera árabe dio a los jóvenes expectativas de que la sociedad cambiaría.

    Marruecos es una monarquía y después de que estallaron las protestas en 2011, el rey Mohammed VI anunció un programa de reforma. Se introdujo una nueva constitución que amplía los poderes del parlamento y del primer ministro, pero que deja al rey con amplia autoridad sobre el gobierno. Muchas de las reformas prometidas nunca se implementaron completamente, dice Fadouach.

    Movilizando a las élites políticas

    El patrocinio en el mercado laboral impide una economía de mercado real, dice, y señaló que las oportunidades de trabajo, como la obtención de permisos de taxi o licencias de pesca, son el regalo de los políticos en el poder y el Palacio Real.

    « Incluso un atisbo de esperanza para el mañana, por desgracia, se ve interrumpido y las cosas vuelven a ser como eran », dice. El apetito está ahí para atraer a la élite política, piensa. « En cualquier momento, Marruecos puede ser testigo de lo que sucedió en Argelia y Sudán y antes en Siria o Egipto, Libia o Túnez ».

    Hable con la generación adulta y escuchará un deseo de continuidad.

    Abdallah al-Barnouni es un contable jubilado que vive en Casablanca. No comparte el entusiasmo de la generación más joven por el cambio inmediato: « La generación de hoy, los niños de hoy, tienen prisa. Quieren todo rápidamente: el auto, la casa, el trabajo, quieren alcanzar rápidamente un alto nivel de vida. »

    No hay señales de un levantamiento violento. Al menos no todavía.

    Pero la encuesta indica que los marroquíes estaban muy involucrados en protestas pacíficas, detrás del Yemen y los territorios palestinos, lugares devastados por la guerra o el conflicto. Más de una cuarta parte de los encuestados dijeron que habían participado en una protesta pacífica, en una marcha o en una sentada. A un nivel más amplio, Marruecos es un país y una cultura en constante cambio. El número de marroquíes que se describen a sí mismos como no religiosos se ha cuadruplicado desde 2013, la tasa más rápida en la región.

    Las protestas contra la corrupción y el desempleo sacudieron al norte de Marruecos en 2016 y 2017 como parte de un movimiento conocido como Hirak Rif. Miles tomaron las calles y cientos fueron detenidos. Hubo más protestas en abril de este año cuando un tribunal confirmó las penas de cárcel de 20 años otorgadas a los líderes del movimiento.

    La BBC contactó al gobierno marroquí para comentar sobre los resultados de la encuesta, pero no recibió respuesta alguna.

    En Sudán y Argelia, el descontento popular comenzó en regiones empobrecidas antes de extenderse a la capital. ¿Podría eso volver a pasar?

    « Es muy difícil de predecir », dice Abderrahim Smougueni, periodista de TelQuel Arabi, una revista semanal marroquí. Algunos de los mismos ingredientes existen en Marruecos. « Hay descontento popular y frustración con el gobierno y el primer ministro ». La gente esperaba que el gobierno combatiera la corrupción, dice. En su lugar, imponen impuestos a las clases medias, alienando a un segmento clave de la población.

    Sin embargo hay diferencias cruciales. Sudán y Argelia no son monarquías.

    Ejército leal

    En Marruecos, sin embargo, la opinión general fue que el rey estaba por encima de la política y actuó como un freno a la protesta masiva. La pregunta es si esa situación sigue en pie. « Piense lo que piense el pueblo del gobierno, tiene confianza en el rey », dice Smougueni. Otros dicen que es menos claro. « Antes de [la primavera árabe] había un consenso en torno a la monarquía », dice Fadouach. « Pero hoy esta creencia en la monarquía podría no persistir ».

    Una vez que quedó claro el alcance de las protestas contra el Sr. Bashir, el poderoso ejército de Sudán eliminó al presidente en un golpe de estado y comenzó una violenta represión contra los manifestantes. Pero en Marruecos el ejército parece leal al rey.

    Para Smougueni, esto no es todavía un movimiento de masas, sino más bien una serie de protestas técnicas y huelgas sobre reformas en sectores específicos de la economía, como la salud y la educación.

    Y, sin embargo, una región que durante años parecía impermeable al cambio ahora se define por la inestabilidad. Desde que comenzó la primavera árabe en diciembre de 2010, al menos media docena de países han visto caer a su presidente o estallar la guerra. En otras palabras, la protesta popular puede extenderse como un incendio en el mundo árabe. Y no hay garantías de que termine bien.

    Bandera roja

    Marruecos aún no ha definido su momento de primavera árabe: el movimiento de protesta del 20 de febrero de 2011 no dio lugar a un cambio fundamental. El rey todavía está tirando de las cuerdas y la reforma política ha sido limitada.

    Michael Robbins, de Barómetro Arabe, es cauteloso con la idea de que la monarquía sea derrocada. Pero la situación impone una bandera roja para el gobierno de Marruecos, dice. « Los marroquíes, especialmente la generación más joven, tienen más probabilidades de querer una reforma rápida que los ciudadanos en otros países. También parecen estar más cerca de tener una chispa para encenderlos ».

    Si no está al borde, Marruecos está en una encrucijada. Mucho ahora depende de lo que la mayoría juvenil pide a su rey y su impopular gobierno.

    Fuente: BBC, 27 jun 2019

    Tags : Marruecos, Primavera Arabe, Argelia, Sudán, Libia, represión,

  • La Clooney Foundation for Justice denuncia la celebración del juicio de Nazha El Khalidi sin observadores internacionales

    El juicio se ha desarrollado sin observadores internacionales después de que Marruecos expulsara a los abogados españoles, Miguel Ángel Jeréz, Inés Miranda y José María Costa

    La periodista saharaui del portal electrónico ‘Equipe Media’, Nazha El Khalidi, acusada de incumplir los requisitos necesarios para ejercer la profesión, ha sido juzgado por un tribunal marroquí el 24 de junio. La informadora, que se enfrenta a una pena de dos años de cárcel y una multa de 120 dirhams a 5000 dirhams por un delito de “usurpación de la profesión” por no tener un título oficial, declaró sentirse víctima de una “venganza” por su actividad en un medio “fiable e independiente”.

    El juicio se ha desarrollado sin observadores internacionales después de que Marruecos expulsara a los abogados españoles, Miguel Ángel Jeréz, Inés Miranda y José María Costa, que volaron desde Gran Canaria a El Aaiún, y a quienes no se permitió bajar del avión, pese a contar con la acreditación otorgada por la Abogacía Española. Asimismo, las autoridades marroquíes expulsaron a dos observadores del Colegio de la Abogacía de Estados Unidos (ABA, American Bar Association).

    A finales del mes de mayo, otros cinco abogados y abogadas españoles, que contaban con la correspondiente acreditación otorgada por el Consejo General de la Abogacía Española para dar apoyo a las misiones de observación judicial internacional, fueron expulsados del Sáhara Occidental cuando también pretendían personarse como observadores en el juicio contra esta periodista. Este grupo de letrados defensores de Derechos Humanos manifestó la opacidad de Marruecos en su actuación en el Sáhara Occidental cuando fueron recibidos por Victoria Ortega, presidenta del Consejo General de la Abogacía.

    Apoyo internacional

    La Clooney Foundation for Justice ha manifestado su profundo malestar ante la decisión adoptada por las autoridades marroquíes negando la entrada de los observadores internacionales del programa “TrialWatch” al Sahara Occidental. Desde esta Fundación han señalado que “el derecho a una audiencia pública es un derecho humano establecido en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y una parte integral del derecho a un juicio justo”. Por ese motivo, solicitan a las autoridades marroquíes que permitan el acceso a sus observadores en juicios y procedimientos futuros celebrados en el Sáhara Occidental.

    Fuente : Abogacía Española, 27 jun 2019

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, Nazha El Khalidi, periodismo, represión, territorios ocupados,

  • James Baker : Marruecos tiene miedo de perder la votación

    REPORTAJE:CRISIS EN EL MAGREB / 1 | INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS

    Washington descubre el Sáhara

    Tras el vacío diplomático al Plan Baker sobre la ex colonia española, Marruecos y el Polisario batallan políticamente para atraerse a Estados Unidos

    Fracasadas las iniciativas de la ONU y de algunos Gobiernos sobre un plan de paz en el Sáhara, tanto Marruecos como el Frente Polisario multiplican las gestiones para obtener el apoyo de Washington hacia sus causas respectivas. La Casa Blanca, aliada tradicionalmente con Rabat, quiere mantener también buenas relaciones con Argel.

    A punto de cumplirse 30 años desde que Marruecos y Mauritania invadieran el Sáhara Occidental, no hay resolución en el horizonte. Las recientes manifestaciones en los territorios ocupados ponen en evidencia el fracaso estrepitoso de la diplomacia internacional.

    Ni la labor de la ONU, ni el trabajo de algunos Gobiernos han logrado que se implante un plan de paz. El puesto de Representante Especial de la ONU en el Sáhara Occidental permanece vacante tras el abandono de James Baker, ex secretario de Estado norteamericano, y el cese del peruano Álvaro del Soto. Además, Estados Unidos todavía no ha reemplazado a su embajador ante la ONU. Las relaciones entre el Frente Polisario y el Gobierno español atraviesan un mal momento tras el distanciamiento de España del Plan Baker. Mientras, la situación sobre el terreno se vuelve día a día más explosiva.

    Ante la parálisis en la ONU, Marruecos y el Frente Polisario centran su trabajo político en el actor que podría influir en el proceso de manera contundente: Estados Unidos. Con toda seguridad, es una atención poco deseada por la Casa Blanca. Washington centra todos sus esfuerzos en salir del embrollo de Irak y tiene pocas ganas de acometer otro conflicto regional, sobre todo uno de tan bajo perfil. Además, es un conflicto incómodo para la Casa Blanca, puesto que enfrenta a dos de sus aliados en el Magreb: Marruecos, que ha gozado de una óptima relación con Washington desde la época de la guerra fría, y Argelia, que se perfila como socio clave de EE UU tanto en la lucha contra el terrorismo como en el plano económico.

    Para hacer llegar su mensaje hasta la Casa Blanca, tanto Marruecos como el Frente Polisario se vuelcan en ganar adeptos en el Capitolio. Marruecos ha invertido millones de dólares en empresas dedicadas al lobby (relaciones públicas e influencias). El Polisario cuenta con un representante que prácticamente vive en los pasillos del Congreso estadounidense. Los esfuerzos paralelos de ambas partes se cruzaron durante el último fin de semana de mayo, fiesta nacional en Estados Unidos. Mientras la mayoría de los norteamericanos preparaba filetes a la barbacoa para celebrar Memorial Day, dos delegaciones compuestas por personal del Congreso iniciaron viajes al Magreb. Una de ellas, organizada por la poderosa empresa Livingston, contratada por Marruecos, cubrió la ruta Rabat-Casablanca-Marraquech y se entrevistó con autoridades marroquíes. La otra, coordinada por el Frente Polisario, emprendió un viaje a través de Madrid a los campamentos de refugiados de Tinduf para reunirse con la cúpula del Polisario.

    Las labores de ambas partes en Washington ya han cosechado frutos. Dos grupos de congresistas estadounidenses presionan a la Casa Blanca. El grupo más próximo a Marruecos obtuvo recientemente la aprobación de un Tratado de Libre Comercio entre EE UU y Marruecos, e insta al Gobierno para que no se desvíe de su apoyo histórico hacia el reino alauita. El más afín a la causa saharaui se compone de una insólita coalición de progresistas demócratas y republicanos conservadores, estos últimos afines a la Administración de Bush, pero críticos con el Gobierno por no involucrarse más en la resolución del conflicto.

    Baker abandona

    Muchos esperaban que con el nombramiento de James Baker en 1997 como enviado personal de Kofi Annan al Sáhara Occidental, Estados Unidos se interesaría más activamente por el conflicto. Baker llevó a la ONU a parte de su equipo del Departamento de Estado, con el aparente objetivo de convertir el proyecto en algo más parecido a una misión diplomática estadounidense. De hecho, un alto funcionario de la ONU que trabajó con el equipo de Baker recuerda que algunos de los norteamericanos se presentaban ante las partes como gente de Washington, no de la ONU. Pero tras siete años, Baker se marchó con las manos vacías, dejando una última propuesta de paz, el Plan Baker: una primera votación en la que participarían los saharauis contabilizados en el censo español de 1974 y que, de ser aprobada, establecería un periodo de autonomía de cinco años; a continuación, un referendum en el que saharauis y marroquíes que residen en el Sáhara Occidental se pronunciarían acerca de la independencia.

    El propio Baker opina ahora que  » las Naciones Unidas no resolverán el conflicto bajo el capítulo 6 de la Carta de la ONU, que busca el consenso entre las partes. ¿Por qué accedería Marruecos si tiene la certeza de que la ONU no pasará al capítulo 7, que impone una solución? ». Baker, que como secretario de Estado logró que el Consejo de Seguridad diera ese paso tras la invasión iraquí de Kuwait, asegura que sin esta medida « Marruecos prefiere mantener las cosas como están. Y Estados Unidos se encuentra ante un dilema. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, tanto Marruecos como Argelia cooperan con Washington en la lucha contra el terrorismo. EE UU no quiere dañar estas relaciones. Aun así, Washington promovió el voto a favor del Plan Baker, consiguió que el Consejo de Seguridad lo aprobase por 15 a cero; hasta logró el apoyo de Francia. »

    Ahmed Bujari, representante del Polisario ante la ONU, añade que « EE UU siempre ha respaldado las propuestas de Baker. Pero nunca ha ido más allá, es decir, nunca ha intentado que se impusiera una solución. »

    El plan que dejó Baker, aceptado por el Polisario, pero rechazado por Marruecos, sigue siendo el único sobre la mesa. El ex secretario de Estado confiesa: « Francamente, me sorprendió mucho que Marruecos no aceptara el Plan Baker. Alargaba el periodo de autonomía bajo soberanía marroquí y permitía que votasen en el referéndum no solamente los saharauis, sino cualquier ciudadano marroquí que pudiera demostrar que había residido en el Sáhara Occidental hasta 1999 ». Baker recuerda que el plan anterior -el Plan de Arreglo- también sufrió un revés. « Varias veces le dije al rey Hassan: ‘No digan que quieren un plan si no lo quieren, porque se lo vamos a dar’. Ambas partes lo aceptaron. Y finalmente, cuando se había identificado a los votantes, Marruecos se echó atrás » .Preguntado por las posibles razones del rechazo marroquí, Baker responde: « Dígame usted por qué Marruecos no estaría dispuesto a ir adelante, a menos que fuera por miedo a perder la votación ».

    ¿Está muerto el Plan Baker? En este último año se han escuchado voces cada vez más insistentes que entierran la propuesta, y que hablan de presentar una alternativa aceptable para las dos partes. Entre estas voces se encuentra la del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Personas familiarizadas con el proceso aseguran que Baker fue contactado el año pasado por el Gobierno de Zapatero e invitado a Madrid para hablar sobre posibles cambios al Plan Baker, pero rechazó la oferta porque ya había dejado su cargo. Baker es pesimista: « No estoy seguro de que se pueda encontrar otro plan que resuelva el conflicto. El Plan Baker es justo y equilibrado. Lo dejé porque, tras siete años, ya no quedaba nada más por intentar ».

    El activista solitario

    En una reciente mañana de mayo en Washington, las zonas cercanas al Congreso se hallaban abarrotadas. Entre las delegaciones de pensionistas de Florida que se distinguían por sus camisetas amarillas y los sindicalistas de Pensilvania con gorrita de béisbol azul, que acudían a entrevistarse con sus congresistas, se deslizaron por una de las puertas laterales del Capitolio Mohammed Abdelaziz, en su calidad de presidente del Frente Polisario, y Mouloud Said, representante del Polisario en Washington.

    Abdelaziz se hallaba en su visita anual a Washington. Era la primera tras la dimisión de James Baker como enviado especial de la ONU al Sáhara Occidental y también la primera vez que traía la noticia de la posibilidad de la vuelta del Polisario a la lucha armada, algo que fue acogido « con preocupación » en el Congreso estadounidense. Abdelaziz se entrevistó con una decena de congresistas, incluyendo los demócratas Ted Kennedy y Donald Payne y los republicanos Ed Royce, que preside el Subcomité contra el Terrorismo de la Cámara de Representantes, y James Inhofe, miembro del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado. « He venido para seguir sensibilizando a los norteamericanos, y para movilizarles a que apoyen el Plan Baker, » comentó Abdelaziz en un descanso. « Lo que pedimos es muy sencillo: un referéndum de autodeterminación que sea libre y transparente, y que esté organizado y supervisado por la ONU. Este ha sido el único mensaje que hemos traído a Washington a lo largo de todos estos años ».

    La eficacia de Mouloud Said

    Aquellos que han seguido de cerca la lucha entre el Polisario y Marruecos en Washington hablan de la eficacia de Mouloud Said. El representante del Polisario ha logrado que incluso los más conservadores hagan suya la causa saharaui, acercándola a los valores tradicionales norteamericanos: la libertad, la democracia, la autodeterminación. Y les llama la atención la condición de Said como activista solitario, sin apenas medios -ni siquiera tiene oficina- frente a la enormidad del poder de Marruecos.

    Esta labor de persuasión no fue fácil. Cuenta Said que cuando llegó a Washington, en 1990, « todavía se respiraba el ambiente de la guerra Fría, los políticos estadounidenses pensaban que el Frente Polisario formaba parte del bloque soviético y que éramos terroristas ». Said hizo hincapié en desvincular a su organización del comunismo soviético, y comenzó a coordinar visitas de congresistas a los campamentos. Allí pudieron observar las condiciones en las que vivían los refugiados, y muchos quedaron impresionados del nivel de organización política y del estatus de las mujeres saharauis. Las actividades de Said, quien reconoce que desayuna, come y hasta cena en el Capitolio, desembocaron en la aprobación del Congreso en 1997 de una resolución unánime respaldando un « referéndum de autodeterminación libre y justo en el Sáhara Occidental. »

    Entre los que han viajado a Tinduf se encuentra el senador republicano James Inhofe, del Estado de Oklahoma, presidente del Comité del Medio Ambiente del Senado y enemigo de los ecologistas; habitualmente se opone a cualquier restricción de emisiones de dióxido de carbono y denomina los estudios sobre el calentamiento del planeta « ciencia basura ». Un vistazo al acta de sus votaciones en el Congreso lo sitúa en la extrema derecha de su partido: contra la restricción de armas de fuego y contra el aborto, a favor de las reducciones de impuestos y de la guerra en Irak. Pero cuando habla del conflicto del Sáhara, Inhofe se asemeja más a un activista de la calle que a un político. « He conocido la lucha de los saharauis en los campamentos y opino que tienen derecho al retorno, a que se resuelva este problema de una vez por todas », afirma. « Desde el Senado queremos ayudar, y tenemos previsto celebrar audiencias a lo largo del verano en ambas cámaras. » Inhofe, uno de los senadores más próximos a la Administración de Bush, opina que « esta Administración piensa que si un hombre tan capaz como Baker no pudo resolver el problema, no es algo en lo que se quiera meter. Pero en las próximas semanas me reuniré con la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, para decirle que lo peor es no hacer nada y dejar que la situación empeore ».

    El congresista republicano Joseph Pitts, de Pensilvania, muestra en su amplio despacho una fotografía en la que aparece con Abdelaziz en las escalinatas del Capitolio, así como un diploma del primer maratón del Sáhara celebrado en los campamentos de Tinduf, en el que dice que tuvo el honor de inagurar la carrera de camellos. « Lo que vi en los campamentos me convenció. Los saharauis viven en condiciones terribles, injustas », dijo Pitts, que es miembro del Subcomité de África. « Piden una solución pacífica. Son árabes, pero políticamente laicos. No han recurrido al terrorismo y por ello deberíamos apoyarles ». Pitts asegura que habló del tema con el presidente Bush en mayo. « Me escuchó, pero no se comprometió a nada. Su actitud frente a este problema no casa con su retórica sobre la democratización en el mundo árabe », se lamenta.

    Suzanne Scholte, presidenta del conservador Defense Forum Foundation, creó en 1994 la US-Western Sahara Foundation, un grupo que ha organizado más de 40 viajes a los campamentos para el Congreso. Scholte además coordina « viajes de oración » a Tinduf con iglesias evangélicas y visitas de niños saharauis a EE UU durante los veranos. Scholte asegura que, « como cristianos, tenemos el deber de defender a los más débiles. Los estadounidenses nos sentimos inspirados por la lucha de los saharauis porque son como David contra Goliath, y porque piden una cosa sencilla que deberíamos de apoyar, que es la libertad de elegir su destino ».

    Al otro extremo del espectro político, el congresista demócrata Donald Payne, afroamericano progresista que militó en el movimiento de derechos civiles y contra el apartheid en Suráfrica, y que se opuso a la invasión de Irak, coincide en el tema del Sáhara Occidental. « ¿Como puede ser que la Administración de Bush hable de la democracia y de la guerra contra el terrorismo y les dé la espalda a los saharauis? », se pregunta.

    A golpe de millones

    A los pocos años de la llegada de Mouloud Said a Washington, la prensa comenzó a tomar nota del duelo entre Marruecos y el Polisario en el Congreso. « Hombre del desierto convertido en activista pone la zancadilla al reino de Marruecos », rezaba el Legal Times (una publicación influyente en los círculos de poder de Washington) en 1994, añadiendo que Marruecos « ha contratado los servicios de Solomon, una de las empresas de cabildeo más potentes de Washington, por 100.000 dólares al mes para darle un vuelco a la opinión en el Congreso ». El Washington Post recogía la noticia en 1999 de esta manera: « ¿Es posible que un hombre del desierto sin un centavo haya logrado aventajar en solitario al reino de Marruecos y a la firma Cassidy and Associates, una de las más prestigiosas del lobby en Washington? ».

    La otra cara de la moneda de Mouloud Said es Aziz Mekouar, el embajador de Marruecos en Washington, que a menudo acude al Congreso para conversar con políticos acerca de las relaciones entre su país y EE UU. El embajador Mekouar declinó ser entrevistado para este trabajo.

    Pero una cantidad importante del trabajo en el Congreso a favor de los intereses marroquíes en el Sáhara Occidental la realiza una legión de expertos contratados por Marruecos a cambio de importantes sumas. Una de de ellas es la firma de relaciones públicas Edelman, que ha creado una organización llamada Moroccan American Center for Policy (MACP) cuyo objetivo es « informar a los creadores de opinión, a los miembros del Gobierno y al público interesado en los Estados Unidos acerca de los desarrollos políticos y sociales en Marruecos…, incluyendo el conflicto en el Sáhara Occidental », según su página en Internet. La entidad mencionada celebró una rueda de prensa en Washington en el pasado mes de mayo con seis ex prisioneros de guerra marroquíes, junto con el senador John McCain, que fue prisionero de guerra durante la guerra de Vietnam. Todos ellos lanzaron la campaña « Free them now » (« Libérenlos ya ») pidiendo al Polisario que libere a los 408 prisioneros de guerra que aún se encuentran recluidos en los campamentos de Tinduf.

    Al frente de los esfuerzos a favor de Marruecos trabaja la empresa Livingston, propiedad del ex congresista David Livingston, que estuvo a punto de convertirse en líder de la mayoría republicana en el Congreso si no hubiera sido por un escándalo de faldas. Según una fuente del Congreso, a Livingston « muchos congresistas le deben favores importantes ». Le asiste Lauri Fitz-Pegado, ex agente de la Agencia de Información de EE UU que organiza viajes a Marruecos para el personal del Congreso. Fitz-Pegado estuvo vinculada a una operación de desinformación cuando trabajaba para la empresa de relaciones públicas Hill & Knowlton, contratada por el Gobierno de Kuwait tras la invasión iraquí de 1990 para convencer a la opinión pública y al Congreso estadounidense sobre la necesidad de ir a la guerra contra Irak.

    Según reveló una investigación posterior, a través de la organización tapadera conocida como Ciudadanos para un Kuwait Libre, financiada por Kuwait y creada por Hill & Knowlton, Fitz-Pegado organizó la comparecencia en el Congreso de una joven enfermera kuwaití llamada Nayirah, que relató entre sollozos cómo habían irrumpido en un hospital de Kuwait varios soldados iraquíes y habían arrebatado bebés recién nacidos de las incubadoras. La noticia fue decisiva para inclinar la opinión del país a favor de la guerra. La supuesta enfermera resultó ser Nayirah al Sabaj, la hija del embajador de Kuwait en Washington; la noticia de las incubadoras era falsa. Fitz-Pegado no quiso hacer declaraciones acerca de su trabajo con Marruecos.

    Marruecos cuenta con apoyos estratégicos en el Congreso estadounidense, como el de los congresistas republicanos Lincoln Díaz-Balart, de Florida, y Phil English, de Pensilvania, que presiden el Morocco Caucus, un grupo en el Congreso que promovió el Acuerdo de Libre Comercio entre EE UU y Marruecos, aprobado en julio de 2004. English asegura que a través del acuerdo « podemos potenciar las relaciones entre nuestros dos países, que son históricas. Marruecos es un país musulmán que quiere modernizarse y además es de una importancia vital para los EE UU ». English asegura que aunque respeta los esfuerzos que realizó Baker para encontrar una solución, « es hora de mirarlo desde la lente de Marruecos, que está en una postura cada vez mejor para presentar sus reclamaciones. A medida que pasa el tiempo hay más promarroquíes en los territorios y la postura de Marruecos se legitima ».

    MAÑANA, CAPÍTULO 2: ‘Oro negro’ en el Sáhara

    * Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de junio de 2005

    Tags : Marruecos, Sahara Occidental, Frente Polisario, ONU; Estados Unidos,

  • Emoción y consternación en El Aaiun tras la muerte del rapero Said Allili.

    Los habitantes de la ciudad de El Aaiun, la capital ocupada del Sáhara Occidental, expresaron su emoción y consternación a raiz del anuncio de la muerte del rapero Said Allili.

    En todos los medios locales, se habla de esta desaparición ocurrida el viernes 21 de junio de 2019.

    La confirmación de la muerte de Said en las aguas del Atlántico con un grupo de jóvenes saharauis que intentaban llegar a las costas canarias, conmovió a los habitantes. En las redes sociales solo se habla de este desafortunado incidente que costó la vida al joven rapero que animaba las veladas militantes de la martirizada ciudad de El Aaiun, fuente de orgullo y feudo de la resistencia saharaui contra la ocupación marroquí.

    Los saharauis han condenado la política de represión dirigida a vaciar los territorios ocupados del Sáhara Occidental de su juventud debido a su militancia y su lucha pacífica por el derecho a la libre determinación.

    Said Allili, alias « Flitox », se fue al otro mundo huyendo de la opresión férrea del sistema de ocupación marroquí y de la precariedad impuesta por Marruecos a los habitantes autóctonos con el fin de someterlos mediante la presión financiera y el hambre.

    
Perseguido, agredido y detenido en Sáhara Occidental por el hecho de revindicar su libertad,
 decidió escapar en una patera a Canarias.
    Said murió ahogado en el fondo de las costas atlánticas del Sáhara, pero su sueño sigue vivo. El sueño de un pueblo que lo apreciaba y quedará en su memoria colectiva.

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, Said Allili, migración, represión,

  • En deuda con el Sáhara Occidental

    JOSÉ LUIS MEDINA HERNÁNDEZ.

    El País, 31 mar 1999

    Según los acuerdos de Naciones Unidas, el proceso de descolonización de un territorio obliga a la metrópoli a realizar previamente en su colonia un referéndum para su autodeterminación. España abandonó el Sáhara Occidental a su suerte en 1975, sin llevar a efecto dicho referéndum. Lo cual colocaría a España ante una responsabilidad muy delicada, al menos moralmente, porque, si no ha roto legalmente los vínculos con el Sáhara, ésta seguiría siendo en cierto modo una provincia española y sus habitantes en cierto modo ciudadanos españoles.

    La deuda y responsabilidad adquiridas con nuestra provincia es notable:

    -Responsabilidad por nuestra pasividad ante la invasión del Sáhara por Marruecos y ante el exilio de miles de saharauis en los campamentos de refugiados de Tinduf, en el desierto argelino, donde continúan hoy sobreviviendo.

    -Responsabilidad para promover que los jóvenes o adultos saharauis puedan formarse y capacitarse profesionalmente en España, para que al regreso mejoren el nivel de su pueblo y de sus gentes.

    -Responsabilidad ante la comunidad internacional por no presionar para que de una vez por todas se celebre el referéndum, que no deja de posponerse por la intransigencia de Marruecos.

    Quizá es tarde y, aunque contribuyamos a la celebración del referéndum, ya no devolveremos el sueño ni borraremos la memoria amarga de los que fueron perseguidos, ni la esperanza de los que murieron en el exilio, ni la cultura a los que no enseñamos, pero al menos podríamos expiar nuestra culpa. Estamos en deuda, aunque sólo sea para nuestra tranquilidad moral.-

    * Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de marzo de 1999

    Tags: Sahara Occidental, España, Marruecos, descolonización, traición,