Étiquette : ONU

  • Urge nombrar a un enviado para el Sáhara Occidental

    Foco : Emergencia

    Las acciones represivas repetitivas de Marruecos contra civiles saharauis y las atrocidades cometidas por las fuerzas de seguridad marroquíes, como las del viernes, contra cientos de civiles saharauis que han salido a las calles de El-Aaiún para celebrar, al igual que todos los amadores del fútbol y los hinchas de los verdes, la victoria de la selección nacional argelina contra Senegal en la final de la Copa Africana de Naciones 2019 en El Cairo, son condenables por múltiples razones.

    Las acciones represivas repetitivas de Marruecos contra civiles saharauis y las atrocidades cometidas por las fuerzas de seguridad marroquíes, como las del viernes, contra cientos de civiles saharauis que han salido a las calles de El-Aaiún, al igual que todos los amantes del fútbol y los hinchas de los verdes, la victoria de la selección nacional argelina contra Senegal en la final de la Copa Africana de Naciones 2019 en El Cairo, son condenables por múltiples razones.

    Pero estas acciones son ante todo la prueba de que esta ocupación, que ha durado más de lo debido, deben detenerse y que ya es hora de que los saharauis puedan acceder a su independencia a través de la organización de un referéndum de autodeterminación de acuerdo con las Resoluciones de la ONU. Porque, no se engañe nadie, lo que pasó este viernes volverá a pasar. Las fuerzas de represión marroquíes están buscando la menor oportunidad de reprimir a los saharauis.

    Este peligro constante para los civiles saharauis subraya la urgente necesidad de que la organización de las Naciones Unidas designe al sucesor del Sr. Horst Köhler, quien ha renunciado desde mayo de 2019 a su cargo de Enviado Especial del Secretario General de la ONU. Y sobre todo porque los avances logrados dieron esperanzas de una solución. De hecho, el Sr. Horst Köhler, llegó en el plazo de dos años, fue nombrado en agosto de 2017 para llevar a Marruecos y a los saharauis a la mesa de negociaciones.

    Para los observadores, Horst Köhler había logrado « sentar las bases para un proceso de negociación después de más de una década de estancamiento ». Pero la nueva reunión que propuso celebrar a principios de junio no tendrá lugar. Tiró la toalla un mes antes. Sin embargo, no es menos cierto que las Naciones Unidas, cuya responsabilidad total sigue en este expediente, están obligadas a designar un sustituto de inmediato.

    Si bien la dificultad de encontrar el « perfil » correcto permanece intacta y la lista que el SG de la ONU pueda proponer no desborda de candidatos, especialmente porque deben tener en cuenta las razones reales que llevaron a la dimisión del primer enviado especial para el Sahara Occidental que tuvo que nombrar. De hecho, es seguro que habrá que esperar hasta el final del verano para ver emerger algunos nombres que puedan ocupar el puesto.

    La reapertura de las sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas a mediados de septiembre de 2019 debería revelar más sobre la identidad del sucesor de Köhler. Pero de todos modos, Antonio Guterres estará obligado a nombrar un nuevo enviado especial antes de octubre, fecha de la renovación del mandato de Minurso.

    Nadia k.

    El Moudjahid

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, ONU, MINURSO, Horst Kohler, Antonio Guterres,

  • Maroc : Décryptage de la visite d’El Othmani à la ville de Dakhla (Sahara Occidental)

    A chaque fois que le Maroc se retrouve acculé par la communauté internationale, Mohammed VI lançait un message d’intransigeance en se rendant au Sahara Occidenta. A chaque fois, c’est à Dakhla qu’il va, parce que la ville d’El Aaiun est le scénario de beaucoup d’activité des militants sahraouis.

    Cette fois, Mohammed VI n’a pas eu le courage d’aller en personne pour défier les Nations Unies. Il a envoyé lson faux-jeton qui préside le gouvernement.

    Et Othmani s’est rendu à Dakhla avec les mains vides. Que des promesses ! Les caisses de l’État ont été vidés par les dépenses du roi et de sa famille. Mohammed VI vient de s’acheter un voilier à 88 millions et Lalla Salma a loué le yacht de luxe Serenity à 600.000 euros.

    Tags : Sahara Occidental, Maroc, Dakhla, El Othmani, ONU,

  • Maroc : les défaites multiples du Makhzen

    Au moment où Mohammed VI s’apprète à fêter le 20ème anniversaire de son intronisation, il n’a plus assez de ses doigts pour compter les camouflets enregistrés par son règne.

    Le souverain alaouite est devenu un expert dans l’art d’accumuler les défaites, des défaites dissimulées par une presse aux ordres et qui sont en train de miner le pays et lui faire sombrer dans le chaos.

    Surendetté, le régime marocain puise dans les caisses de la répression pour museler une population meurtrie par la pauvreté, la corruption, les inégalités, l’injustice et la répression.

    Au Sahara Occidental, les puissances du Conseil de Sécurité déclarent soutenir le plan d’autonomie marocain mais elles ne font rien pour imposer une solution qui ne soit pas conforme au droit à l’autodétermination. Il y a lieu de se demander si ce soutien n’est pas limité aux paroles.

    Le régime a voulu utiliser le passage d’El Gargarat pour imposer son contrôle sur la zone dénommée « Kandahar ». Aujourd’hui, les sahraouis ont fermé ce passage provoquant des crises avec l’Espagne dont les poissons provenant de la Mauritanie pourrissent à El Gargarat dans l’attente de pouvoir traverser en direction de l’Andalousie.

    En Europe, les bateaux de pêche retournent aujourd’hui aux côtes sahraouies dans le cadre d’un accord signé par le Maroc où il reconnaît que sa souveraineté ne va pas au-delà de Oued Dra.

    Aux Nations Unies, la démission de l’allemand Horst Köhler, a freiné la course des français et américains vers une solution favorable au Maroc. Il a mis à nu le chantage de la France au Conseil de Sécurité.

    A cela s’ajoute, les échecs personnels du roi. Il a été répudié par sa femme à cause de son homosexualité qui a été étalée au grand jour ainsi que son goût exagéré par le luxe.

    Tags : Maroc, Mohammed VI, Lalla Salma, Sahara Occidental, Makhzen, ONU, El Gargarat,

  • La violencia es el arma de los débiles

    Reprimiendo, matando y encarcelando a los saharauis que festejaron la victoria argelina en la final del campeonato de naciones de fútbol, Marruecos ha cometido un grave error.

    Una de sus víctimas, Sabah Athman Hmeida, tenía tan sólo 24 años. Daba clases nocturnas de inglés y tenía toda una vida por delante. Sus sueños fueron pulverizados por dos vehículos de las Fuerzas Auxiliares en la Avenida de Smara, una de las mayores calles del Aaiún, capital ocupada y martirizada por el invasor.

    El único delito de Sabah fue el ser hincha del equipo argelino de fútbol. No tienes antecedentes judiciales, ni tenía la intención de hacer daño a nadie. Eso no impidió que se salvara de la violencia del Estado marroquí. Una violencia que es el signo de debilidad, de la derrota y la desesperación. No sin razón se dice que la violencia es el arma de los más débiles.

    En efecto, Marruecos se encuentra hoy en posición de debilidad en el conflicto del Sáhara Occidental. Pour una parte, atraviesa una situación interna explosiva. Desde hace años, la crisis social no hace más que agravarse, pero las arcas del país están vacías. Las autoridades sólo tienen palos para ofrecer a los millones de ciudadanos marroquíes que viven en una situación precaria. El Fondo Monetario Internacional ya no oculta su pesimismo en cuanto a la situación de la deuda externa marroquí así como las condiciones socio-económicas desastrosas en las que se desarrolla la población marroquí.

    Hablando de bomba de relojería susceptible de explotar en cualquier momento, el FMI evoca un crecimiento económico indigente y una inquietante agravación de las desigualdades sociales. El informe de la institucion financiera internacional también hace alusión al alarmante nivel al que ha llegado la corrupción y su influencia negativa sobre las inversiones.

    En el Sáhara Occidental, la estrategia de Marruecos se volvió contra él. Aunque los barcos de pesca europeos vuelven a las costas saharauis, el último acuerdo de pesca constituye un verdadero varapalo para Rabat ya que su firma consta sobre unos párrafos que indican claramente que el territorio saharaui no forma parte de Marruecos.

    En El Gargarat, lo menos que se puede decir es que a Marruecos le salió el tiro por la culata. En lugar de echar al Polisario de la llamada zona « Kandahar », ésta se convirtió en un frente más contra la ocupación. El pescado que atraviesa el territorio saharaui y Marruecos para para ser comercializado en Andalucía se está pudriendo en espera de poder pasar por El Gargarat.

    En Nueva York, el contencioso del Sáhara está paralizado por la dimisión del alemán Horst Köhler para protestar contra la hipocresía de Francia y Estados Unidos que alegan respetar el derecho de los saharauis a la autodeterminación al mismo tiempo que apoyan una solución favorable a Marruecos aunque sea mediante la violación de los derechos más fundamentales de la población saharaui.

    Ante el rechazo de sus potentes aliados a imponer la supuesta solución autonómica, Marruecos recurre a la violencia como único credo para seguir ocupando el territorio del Sáhara Occidental. Sin embargo, parece ser que las autoridades marroquíes olvidan que la violencia sólo engendra violencia.

    Photo : El Gargarat bloqueada por los saharauis para protestar contra la ocupación marroquí

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, violencia, ONU, MINURSO,

  • Sahara Occidental : « Un pays converti en prison »

    Eugenio García Delgado

    Le Maroc a construit le plus long mur militaire du monde au Sahara occidental.

    Tindouf, Algérie – Avec 2720 kilomètres, la barrière qui sépare au Sahara Occidental les zones occupées par le Maroc et celles libérées par le Front Polisario, représente la plus longue muraille militaire en fonction dans le monde et la deuxième de toutes celles existantes, derrière la muraille de Chine.

    Depuis la distance de sécurité obligatoire de cinq kilomètres imposée par un champ de mines, le mur séparant les zones libérées des zones occupées du Sahara occidental – seul territoire d’Afrique non encore décolonisé et dont la puissance administratrice internationalement reconnue reste l’Espagne – ne ressemble qu’à un grand monticule de sable en plein désert. Cependant, avec des jumelles ou un téléobjectif, vous pouvez voir les soldats marocains et leurs postes de garde.

    Ce mur militaire, inconnu et objet de silence, est le plus long du monde en service, avec 2 720 kilomètres, et le deuxième plus long de la planète, juste derrière la Grande Muraille de Chine (21 196 km).

    À une époque où l’actuel président des USA, Donald Trump, a remis les murs si en vogue avec son désir de continuer celui qui existe déjà entre son pays et le Mexique -avec une longueur de 1.123 km-, il faut signaler, pour comparer et situer à sa juste mesure celui qui divise le Sahara occidental, que la barrière israélienne en Cisjordanie palestinienne mesure 819 kilomètres ; le mur qui se dresse entre le Pakistan et l’Inde est de 750 kilomètres ; celui qui divise les deux Corée mesure 248 kilomètres ; la clôture de Melilla en fait 12 et celle de Ceuta 8 . Le mur historique de Berlin faisait 155 kilomètres.

    Le mur du Sahara occidental n’est pas une construction linéaire, mais une succession de six barrières construites entre 1980 et 1987, en pleine guerre entre le Front Polisario et le Maroc, après l’occupation alaouite – avec la Marche verte, en 1975-, et le retrait définitif de l’Espagne de sa 53ème province, un an plus tard.

    Une idée israélienne

    « Lorsque la Mauritanie a abandonné le conflit en 1979, le Front Polisario avait réussi à récupérer 80% du territoire sahraoui et nous avons dû nous concentrer sur un seul ennemi : le Maroc. En 1980, seul ce qu’Hassan II appelait  » le triangle utile  » était sous son contrôle, formé par El Ayoun, pour la pêche , Bou Crâa, pour les phosphates, et Smara, plus la pointe de Dakhla, au sud, également très riche en poisson. Par ailleurs, l’armée sahraouie effectuait des incursions dans le sud du Maroc. Voyant qu’ils allaient perdre cette guerre d’usure de guérilla, les conseillers militaires israéliens ont conseillé à Hassan II de passer de la tactique offensive à la tactique défensive et de construire le mur. Le régime marocain est le régime arabe le plus proche d’Israël dans l’histoire, et de nombreux Juifs marocains vivent dans ce pays, ce qui explique cette relation étroite. Par exemple, le promoteur des accords de paix entre l’Egypte et Israël après la guerre de 1973 a été Hassan II » – Casablanca a accueilli en mars 1979 la signature de cet accord, qui a mis fin à l’état de guerre dans lequel ils vivaient depuis plus de 30 ans -, assure Mohamed Ouleida, militaire et actuellement directeur du Musée national de la Résistance, situé dans les camps de réfugiés sahraouis de Tindouf (Algérie).

    Tiba Chagaf, cofondateur de la plateforme de jeunes Cris contre le mur marocain, ajoute un autre détail : « L’ancienne ministre française de la Culture et actuelle directrice générale de l’UNESCO, Audrey Azoulay, est une juive marocaine, sa famille vient d’Essaouira et son père, André Azoulay, a été conseiller des rois du Maroc Hassan II et Mohammed VI. C’est pourquoi l’UNESCO ne reconnaît pas la culture sahraouie et ne la protège pas de l’extermination dans les territoires occupés. L’idée de construire le mur était, bien sûr, celle d’Israël, mais soutenue par la technologie et l’ingénierie françaises et usaméricaine, et financièrement soutenue par les Émirats arabes unis, l’Arabie saoudite et le reste des monarchies du Golfe. Nous ne savons pas combien sa construction a coûté, mais nous savons que pendant la guerre, le Maroc dépensait près d’un million d’euros par jour rien que pour son entretien ».

    Cette plateforme organise des visites au mur tous les deux mois, plus deux grands rassemblements à Pâques et à Noël. Ils y dressent une gigantesque tente face à sa partie nord, y mènent des activités culturelles et informatives et, en somme, ils sont ceux qui approchent le plus près du « mur de la honte », comme ils l’appellent. Leur objectif est de le rendre visible au niveau international, de sensibiliser les jeunes Sahraouis à son existence, et de « rappeler aux soldats marocains qu’il y a des gens qui possèdent cette terre et qui continuent à la revendiquer, que la flamme de la lutte ne doit pas s’éteindre ».

    Comment est le mur ?

    Chagaf décrit physiquement le mur marocain : « Devant lui s’étend une large bande minée. Puis, une clôture en fil de fer. Ensuite, il y a les tranchées, suivies d’un mur qui, selon l’endroit, est fait de pierre, d’adobe ou de sable, mesurant entre un et trois mètres, où il y a plus de 150 000 soldats marocains. Derrière cette armée, il y a une tranchée de deux mètres, car le Front Polisario possède des chars qui peuvent franchir des obstacles de 1,5 mètre. Au-dessus de la construction se trouvent des radars et des mitrailleuses. Et enfin, à l’arrière, ils ont des unités lourdes : chars, blindés ou mortiers ».

    « Entretenir tout cela aujourd’hui coûte 3,5 millions d’euros par jour, puisque tous les cinq kilomètres il y a une base avec deux postes de surveillance, à droite et à gauche, avec des radars couvrant 60 kilomètres autour, et entre chacune de ces bases, une autre base militaire, ainsi que 240 batteries d’artillerie lourde et 20 000 kilomètres de fil barbelé. L’argent que les Marocains dépensent sur le mur provient de trois sources principales : la première, de l’aide généreuse des Saoudiens et des monarchies du Golfe ; la deuxième, de ce qui est pillé du territoire sahraoui, puisque les revenus générés par le phosphate utilisé par les USA et le poisson mangé par les Européens se retrouvent dans ce mur ; et la troisième, les millions que l’UE donne au Maroc, sous le couvert de combattre l’immigration illégale », souligne le soldat Mohamed Ouleida.

    Ni l’ambassade du Maroc en Espagne, ni le Conseil Royal Consultatif des Affaires Sahariennes, contactés pour connaître leur avis sur le mur, n’ont donné de réponse sur cette installation.

    Selon la Campagne internationale pour l’interdiction des mines terrestres (ICBL), un réseau mondial de 70 pays travaillant à l’interdiction des mines terrestres et des bombes à fragmentation, le Sahara occidental est l’une des dix régions les plus minées du monde.

    L’initiative internationale Together to Remove the Wall (Ensemble pour enlever le Mur) estime qu’il y a plus de 7 millions de mines le long de cette fortification. « Le nombre total de mines ne peut pas être calculé exactement, car il y en a aussi beaucoup dans les zones occupées et le Maroc n’autorise pas les organisations internationales à y pénétrer. On ne peut qu’en estimer le nombre sur le mur, qui se situe entre 7 et 10 millions de mines de différents types : antichars, antipersonnel, restes d’obus non explosés et de bombes à fragmentation, ces dernières résultant de bombardements aériens. Dans le reste du territoire, il n’est pas possible de déterminer avec précision, mais il existe des estimations qui portent ce chiffre à 40 millions », explique Malainin Mohamed Brahim, directeur du Saharawi Mine Action Coordination Office (SMACO). Début 2019, le Front Polisario a détruit 2 500 mines antipersonnel et antichar collectées dans les territoires remis en présence de représentants de l’ONU.

    2 500 victimes

    ICBL estime que plus de 2 500 personnes sont mortes depuis 1975 au Sahara occidental à cause de ces armes. Les victimes ne sont pas limitées à la période du conflit ouvert entre cette année-là et 1991, puisqu’en 2018, par exemple, 22 personnes sont mortes. L’équipe de lutte antimines des Nations Unies (UNMAS) signale que 80 % des victimes sont des civils.

    « Nous avons fait un recensement, mais il n’inclut que les survivants, et nous avons atteint 1 700 personnes. Nous n’avons pas de chiffres sur les décès, mais nous estimons que le chiffre indiqué par ICBL est exact et qu’il atteint 2 500 morts « , dit Aziz Haidar, président d’ASAVIM, l’Association Sahraouie des Victimes des Mines, qui a lui-même été touché par l’une d’elles en 1979, suite à quoi ses deux jambes ont été amputées. Aziz ajoute : « Dans l’association, nous avons aidé plus de 600 personnes. Qu’il s’agisse de leur fournir des béquilles, des prothèses, des fauteuils roulants, des médicaments, des lits pour personnes paralysées ou de l’aide économique pour créer de petites coopératives ou des entreprises ». Les gens qui souffrent le plus des mines sont les Bédouins, parce qu’ils sont nomades, et leurs troupeaux de chameaux. En outre, les victimes augmentent pendant la saison des pluies parce qu’il y a beaucoup de pâturages à proximité du mur. Il n’y a pas que les Sahraouis qui viennent faire paître leurs troupeaux dans les territoires libérés. Également de la Mauritanie voisine, parce qu’il y a là de bons pâturages qu’ils n’ont pas chez eux », dit Malainin, le directeur du SMACO.

    Aziz souligne également deux autres problèmes : « Quand il pleut, l’eau entraîne les mines déjà localisées vers des zones où il n’y en avait pas ou qui ont été déminées, et il n’est pas possible de savoir où elles sont. Le mur est une machine qui plante des mines partout. Il semble vivre pour tuer. D’autre part, la zone tampon s’étend le long du mur sur cinq kilomètres de large. En conséquence de l’accord de cessez-le-feu de 1991 entre le Maroc et le Polisario, ni le Polisario ni l’ONU ne peuvent entrer dans cette zone, mais c’est la zone la plus infectée par les mines et les restes de guerre. Les civils y ont accès, il y a donc beaucoup d’explosions et de victimes. Nous demandons à l’ONU d’y remédier et que les associations qui effectuent le déminage puissent y entrer ».

    Plus qu’une séparation physique

    La barrière physique représentée par le mur entraîne également d’autres types de séparations moins visibles. « Elle divise culturellement un peuple. La majorité vit sous occupation marocaine – 40 % de la population d’El Ayoun, et 20 % de Dakhla est sahraouie – et il existe une stratégie étudiée pour faire disparaître l’identité sahraouie. Par exemple, il n’y a pas une seule université dans les territoires occupés et les Sahraouis doivent aller étudier au Maroc. La hassanya est un dialecte qui disparaît, nos vêtements aussi disparaissent et un pillage culturel constant a lieu. Nous sommes les enfants des nuages. Nous avons une culture qui n’est pas écrite, qui est orale et qui va de la tête d’une personne à celle des autres. Si nous sommes physiquement divisés, elle est perdue et détériorée. Chaque grand-père qui nous quitte est une bibliothèque qui disparaît », déplore Tiba Chagaf.

    Malainin Mohamed Brahim, directeur de SMACO, insiste : « Le mur nous prive de nos richesses naturelles et d’un niveau de vie décent car, depuis 43 ans, nous vivons de l’aide internationale dans les camps de réfugiés, alors que notre territoire est parmi les plus riches du monde. Nous demandons l’aumône alors que nous avons tout. Nous sommes en territoire algérien, ce n’est pas chez nous, et nous ne voulons pas vivre éternellement chez le voisin. Nous avons enterré nos parents et nos grands-parents loin de chez nous. Nous et nos enfants voulons retourner vivre dans notre pays ».

    « Le mur sépare des familles entières. La mienne est à El Ayoun occupée. J’ai 14 frères : 11 sont dans les territoires occupés, moi dans les camps et deux autres en Espagne. Il entrave également l’agriculture, car il ne permet pas aux oueds de suivre leur cours naturel. Le mur les bloque et, d’un côté, on trouve des terres fertiles et de l’autre, le seul désert. Il empêche également la libre circulation des personnes. Le Sahara occidental est hermétiquement fermé par ce mur. C’est une grande prison qui enferme tout un pays. Le mur signifie que la guerre continue », conclut Aziz Haidar, le président de l’ASAVIM.

    Fuente : Tlaxcala

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, Front Polisario, mur de la honte, ONU, MINURSO,

  • Leur Masdiba à eux – Journée Mandela

    Pour célébrer le Mandela Day, nous avons demandé aux représentants et collègues des Nations Unies de nous raconter dans de courtes vidéos, leur Madiba.

    Madiba demeure une vraie source d’inspiration pour Mme Pour Priya Gajraj, Coordonnateur Résident de Onu-Sénégal et tout le Systeme des Nations Unies.

    « Rien n’est plus révélateur de l’âme d’une société que la façon dont elle traite ses enfants » – disait Nelson Mandela. Silvia Danailov, Répresentante de Unicef Sénégal est plus que d’accord avec Madiba.

    Source : ONU Twitter

    Tags : ONU, Nelson Mandela, Journée Mandela,

  • « Una cárcel que tiene preso a un país entero »

    Marruecos construyó en Sahara Occidental el muro militar más grande del mundo. Por Eugenio G. Delgado desde Tinduf (Argelia) Con 2.720 kilómetros, la barrera que separa en Sahara Occidental las zonas ocupadas por Marruecos y las liberadas por el Frente Polisario, representa el muro militar en uso más largo del mundo y el segundo de todos los existentes, solo por detrás de la Muralla China. Desde la distancia de seguridad obligatoria de cinco kilómetros, impuesta por un campo repleto de minas, el muro que separa las zonas liberadas de las ocupadas de Sahara Occidental –el único territorio de África aún sin descolonizar, y cuya potencia administradora reconocida internacionalmente continúa siendo España– solo parece un gran montículo de arena en medio del desierto. Sin embargo, con unos prismáticos o un teleobjetivo se puede ver a los soldados marroquíes y sus puestos de vigilancia. Este muro militar, desconocido y silenciado, es el que cuenta con mayor longitud del mundo en uso, con 2.720 kilómetros, y es el segundo más largo del planeta, solo por detrás de la Gran Muralla china (21.196 km). En una época en la que el actual presidente de EE. UU., Donald Trump, ha puesto tan de moda los muros con su deseo de continuar el que ya existe entre su país y México –con una longitud de 1.123 km–, hay que señalar, por comparar y por situar en su justa medida el que divide Sahara Occidental, que la barrera israelí en la Cisjordania palestina mide 819 kilómetros; el muro que se levanta entre Pakistán e India es de unos 750; el que divide las dos Coreas mide 248 kilómetros; 12 tiene la valla de Melilla; y 8 la de Ceuta. El histórico Muro de Berlín alcanzó 155 kilómetros. El muro de Sahara Occidental no es una construcción lineal, sino una sucesión de seis barreras construidas entre 1980 y 1987, en plena guerra entre el Frente Polisario y Marruecos, después de la ocupación alauita –con la Marcha Verde, en 1975–, y de la retirada definitiva de España de su provincia número 53, un año después.

    Una idea de Israel
    «Cuando Mauritania abandonó el conflicto en 1979, el Frente Polisario había conseguido recuperar el 80 % del territorio saharaui y teníamos que concentrarnos únicamente en un enemigo: Marruecos. En 1980 solo estaba bajo su dominio lo que Hassan II llamaba «el triángulo útil», formado por El Aaiún, por la pesca; Bu Craa, por los fosfatos, y Esmara, más el punto de Dajla, al sur, también de una riqueza pesquera enorme. Además, el Ejército saharaui realizaba incursiones en el sur de Marruecos. Como veían que iban a perder esta guerra de guerrillas de desgaste, unos asesores militares israelíes aconsejaron a Hassan II que pasara de la táctica ofensiva a la defensiva y que construyera el muro. El régimen marroquí es el régimen árabe más cercano a Israel de toda la historia, y muchos judíos marroquíes viven en este país, lo que explica esta relación tan cercana. Por ejemplo, el promotor de los acuerdos de paz entre Egipto e Israel en la guerra de los 70 fue ­Hassan II» –Casablanca acogió en marzo de 1979 la firma de dicho acuerdo, que puso fin al estado de guerra en el que vivieron ambos durante más de 30 años–, asegura Mohamed Uleida, militar y ahora director del Museo Nacional de la Resistencia, situado en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf ­(Argelia).

    Tiba Chagaf, cofundador de la plataforma juvenil Gritos contra el muro marroquí, añade otro detalle: «La ex ministra de Cultura francesa, y ahora directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, es judía marroquí, su familia proviene de ­Essaouira y su padre, André Azoulay, ha sido consejero de los reyes de Marruecos Hassan II y Mohammed VI. Por eso, la UNESCO no reconoce la cultura saharaui ni la protege del exterminio en los territorios ocupados. La idea de construir el muro fue de Israel, desde luego, pero apoyada por la técnica e ingeniería francesa y estadounidense, y económicamente sustentada por Emiratos Árabes, Arabia Saudí y el resto de monarquías del Golfo. No se sabe cuánto costó construirlo, pero sí que durante la guerra, Marruecos se gastaba casi un millón de euros diario solamente en mantenerlo».

    Esta plataforma organiza visitas al muro cada dos meses, más dos grandes concentraciones en Semana Santa y Navidad. Instalan una jaima gigantesca enfrente de él en su parte norte, realizan actividades culturales e informativas y, en definitiva, son los que más se acercan al «muro de la vergüenza», como ellos lo definen. Su objetivo es visibilizarlo internacionalmente, concienciar a los jóvenes saharauis sobre su existencia, y «recordar a los soldados marroquíes que hay gente dueña de esta tierra que sigue reclamándola, que no se apague la llama de la lucha».

    ¿Cómo es el muro?

    Chagaf describe físicamente el muro marroquí: «Delante de él se extiende una amplia franja minada. Luego, una alambrada. A continuación unas trincheras, seguidas de una pared que, dependiendo del lugar, es de piedra, adobe o arena, y que mide entre uno y tres metros, donde se encuentran más de 150.000 soldados marroquíes. Detrás de este ejército, hay una trinchera de dos metros, porque el Frente Polisario tiene unos tanques que pueden superar obstáculos de 1,5 metros. Encima de la construcción están los radares y las ametralladoras. Y, por último, en la retaguardia disponen de unidades pesadas como tanques, carros de combate blindados o ­morteros».

    «Mantener todo eso cuesta hoy 3,5 millones de euros diarios, ya que cada cinco kilómetros hay una base con dos puestos de vigilancia, a derecha e izquierda, con radares que tienen una cobertura de 60 kilómetros a la redonda, y entre cada una de estas bases, otra sub-base militar, además de 240 baterías de artillería pesada y 20.000 kilómetros de alambrada de espino. El dinero que se gastan los marroquíes en el muro viene de tres fuentes principales: la primera, de la ayuda generosa de los saudíes y las monarquías del Golfo; la segunda, de lo que se está expoliando de territorio saharaui, ya que los ingresos que genera el fosfato que utiliza EE. UU. y el pescado que comen los europeos acaban en este muro; y la tercera, los millones de euros que da la UE a Marruecos, bajo el pretexto de combatir la inmigración ilegal», subraya el soldado Mohamed Uleida.

    Ni la embajada de Marruecos en España, ni el Consejo Real Consultivo para los Asuntos de Sahara, contactados para conocer su opinión sobre el muro, han ofrecido respuesta alguna sobre esta instalación.

    Según la Campaña Internacional para la Prohibición de la Minas Antipersona (ICBL, por sus siglas en inglés), red mundial que engloba a 70 países y que trabaja para la prohibición de este tipo de explosivo y de las bombas de racimo, Sahara Occidental es una de las diez zonas más minadas del mundo.

    La iniciativa internacional Together to Remove the Wall (Juntos para retirar el muro) estima que, a lo largo de esta fortificación, hay más de 7 millones de minas. «No se puede calcular con exactitud el número total de minas que hay, porque también existen muchas en las zonas ocupadas y Marruecos no deja entrar allí a los organismos internacionales. Únicamente se puede estimar el número que hay en el muro, que se sitúa entre 7 y 10 millones de minas de diferentes tipos: ­antitanque, antipersona, restos de obuses sin explotar y bombas de racimo, de fragmentación, resultado estas últimas, de los bombardeos aéreos. En el resto del territorio no se puede concretar con exactitud, pero hay estimaciones que elevan la cifra hasta los 40 millones», comenta ­Malainin Mohamed Brahim, director de la Oficina Saharaui de Acción contra las Minas (SMACO, por sus siglas en inglés). A principios de 2019, el Frente Polisario destruyó 2.500 minas antipersona y antitanque recogidas en los territorios liberados ante representantes de la ONU.

    2.500 personas fallecidas

    Desde ICBL calculan que más de 2.500 personas han muerto desde 1975 en Sahara Occidental debido a este armamento. Las víctimas no se limitan al período del conflicto abierto entre ese año y 1991, ya que en 2018, por ejemplo, hubo 22 fallecidos. El equipo de Acción contra las Minas de Naciones Unidas (UNMAS, por sus siglas en inglés) señala que el 80 % de las víctimas son civiles.

    «Hemos realizado un censo, aunque solamente incluye a los ­supervivientes, y hemos llegado a 1.700 personas. No tenemos números ­sobre las víctimas mortales, pero estimamos que la cifra que indica ICBL es la correcta y alcanza los 2.500 muertos», comenta Aziz Haidar, presidente de ASAVIM, la Asociación Saharaui de Víctimas de Minas, damnificado él mismo por una de ellas en 1979, a consecuencia de la cual le amputaron las dos piernas. Aziz añade: «En la asociación hemos ayudado a más de 600 personas. Desde facilitarles muletas, prótesis, sillas de ruedas, medicamentos, camas para personas paralíticas o ayudas económicas para poner en marcha pequeñas cooperativas o negocios». «Las personas que más sufren las minas son los beduinos, por ser nómadas, y sus rebaños de camellos. Además, las víctimas aumentan en tiempo de lluvias porque el pastoreo abunda en las cercanías del muro. No son solo saharauis los que vienen a pastorear en los territorios liberados. También de la vecina Mauritania, porque hay buenos pastos que no hay allí», señala Malainin, director de SMACO.

    Aziz destaca también otros dos problemas: «Cuando hay lluvias, el agua arrastra las minas ya localizadas hacia zonas que no tenían o que estaban desminadas, y no se puede saber dónde quedan. El muro es una máquina que está sembrando minas por todas partes. Parece que tiene vida para matar. Por otra parte, la buffer zone (zona intermedia) se extiende a lo largo del muro, con cinco kilómetros de ancho. Como consecuencia del acuerdo de alto el fuego de 1991 entre Marruecos y el Polisario, en esa zona no pueden entrar ni el Polisario ni la ONU, pero es la zona más infectada por minas y restos de guerra. Los civiles sí acceden a ella, por lo que se producen muchas explosiones y víctimas. Pedimos a la ONU que rectifique y que puedan entrar las asociaciones que realizan el ­desminado».

    Una separación más que física

    La barrera física que representa el muro conlleva, además, otro tipo de separaciones menos visibles. «Divide culturalmente a un pueblo. La mayoría vive bajo ocupación marroquí –el 40 % de la población de El Aaiún, y el 20 % de Dajla es saharahui–, y hay una estrategia estudiada para hacer ­desaparecer la identidad saharaui. Por ejemplo, no hay una sola universidad en los territorios ocupados, y los saharauis tienen que ir a estudiar a Marruecos. El hasanía es un dialecto que desaparece, también desaparece nuestra vestimenta y se está produciendo un expolio cultural constante. Somos hijos de las nubes. Tenemos una cultura que no está escrita, es oral, y va de la cabeza de una persona a la de otras. Si estamos divididos físicamente, se pierde y se deteriora. Cada abuelo que se nos va, es una biblioteca que desaparece», lamenta Tiba Chagaf, cofundador de la plataforma Gritos contra el Muro.

    Malainin Mohamed Brahim, director de SMACO, insiste: «El muro nos priva de nuestras riquezas naturales y de un nivel de vida digno porque, desde hace 43 años, vivimos de la ayuda internacional en los campamentos de refugiados, cuando nuestro territorio es de los más ricos del mundo. Estamos pidiendo limosna cuando tenemos de todo. Estamos en territorio argelino, no es nuestra casa, y no queremos vivir eternamente en la casa del vecino. Hemos enterrado a nuestros padres y abuelos lejos de nuestra casa. Nosotros y nuestros hijos queremos volver y vivir en nuestro país».

    «El muro separa familias enteras. La mía está en el Aaiún ocupado. Tengo 14 hermanos: 11 están en los territorios ocupados, yo en los campamentos, y otros dos en España. También obstaculiza la agricultura, porque no permite que los ríos sigan su curso natural. El muro los bloquea y, de un lado, encuentras tierras fértiles y del otro solo desierto. También evita la libre circulación de las personas. Sahara Occidental está encerrado herméticamente con este muro. Es una gran cárcel que tiene preso a un país entero. El muro significa que la guerra continúa», concluye el presidente de ASAVIM, Aziz Haidar.

  • El doble juego de Washington y París en el Sáhara

    Pronto se cumplirán 44 años del abandono por parte del Estado español de la colonia africana del Sáhara Occidental, la posterior invasión marroquí, y que todo ello provocó el desplazamiento de miles de personas a los campamentos de refugiados de Tindouf. A día de hoy el territorio sigue pendiente de un proceso casi eterno de descolonización, y las partes implicadas no han dado en estos últimos años ningún paso significativo para llegar a un acuerdo que respete el deseo de las Naciones Unidas, es decir, la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental.

    Pero la anhelada solución política se ve otra vez estancada ya que el eje franco-marroquí acaba de repudiar al ex-presidente alemán Horst Köhler, enviado personal del Secretario General de Naciones Unidas, cuyo trabajo fue obstaculizado por el claro apoyo de Francia y Estados Unidos a la pseudo solución autonómica de Rabat en detrimento del derecho internacional. Tanto Washington como París hicieron caso omiso de las sugerencias que vienen en el informe anual de Antonio Guterres sobre la necesidad de establecer un mecanismo para atenuar las violaciones de los derechos de los saharauis.

    Esta no es la primera vez que un enviado onusino tira la toalla denunciando a las dos potencias mundiales citadas. El holandés Peter Van Walsum es, según El País « el único representante del secretario general que se ha atrevido a sostener que la legalidad internacional está del lado del Polisario, pero que el Consejo de Seguridad no iba a utilizar sus poderes para imponérsela a Marruecos ».

    Con la situación estancada al parecer de manera permanente, el conflicto sigue afectando a cientos de miles de personas que siguen viviendo en el territorio del Sáhara Occidental, donde denuncian constantes violaciones de los derechos humanos, y en los campamentos de refugiados saharauis, donde las condiciones de vida climatológicas y sociales para los saharauis son cada vez más difíciles.

    Antonio Guterres deberá ahora buscar un sustituto a Köhler. Una tarea que no tiene nada de fácil ya que el nuevo emisario deberá contar con el beneplácito del mal llamado « Grupos de Amigos del Sáhara Occidental » que con el tiempo se descubrió que son amigos de Marruecos y su único fin es entregarle el Sáhara en una bandeja de oro. Sólo que Guterres le será muy difícil encontrar una personalidad con mucho prestigio dispuesta a desempeñar una misión que se ha vuelto imposible a causa del doble juego de americanos y franceses.

    Mientras tanto, España, cuya falta de soberanía diplomática se ha vuelto legendaria, seguirá su político de dependencia y suivismo con respecto a Francia y Estados Unidos tirando por la borda sus legítimos intereses en su antigua colonia.

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, España, Marruecos, ONU, Francia, Estados Unidos,

  • « Abandonné illégalement par l’Espagne, envahi et opprimé par le Maroc : le cas du Sahara occidental est unique au monde »

    Interview du procureur d’Alicante, Felipe Briones

    Le procureur anticorruption d’Alicante, Felipe Briones, en sa qualité de secrétaire général de l’Association internationale des juristes pour le Sahara occidental, passe en revue les dernières nouvelles sur le conflit dans un territoire dont il rappelle que l’Espagne demeure la puissance administratrice.

    Felipe Briones est la figure emblématique du combat contre le fléau de la corruption dans la province d’Alicante en Espagne. Il a traité de nombreux dossiers comme celui de l’affaire Brugal* et il en a d’autres en cours comme procureur anti-corruption. Né en 1959 à Ifni, quand c’était encore une province espagnole, il s’installe rapidement au Sahara espagnol, « où j’apprends à aimer », dit-il. Avec l’invasion marocaine au moment de la célèbre Marche Verte de 1975, il est contraint de partir, ayant assisté à la création du Front Polisario ou à l’arrivée de la Mission des Nations Unies. Mais Briones est aussi connu pour sa dénonciation constante de l’injustice qui afflige ce territoire au sud du Maghreb et qu’il exprime en tant que secrétaire général de l’Association internationale des juristes pour le Sahara occidental. Nous avons passé en revue avec lui les derniers développements d’un conflit enkysté après une conférence qu’il a donné à Villena intitulée « La responsabilité de l’Espagne envers le peuple sahraoui ».

    D’un point de vue juridique, quelle est la responsabilité de l’Espagne vis-à-vis du Sahara occidental ?

    La responsabilité de l’Espagne à l’égard du Sahara occidental peut être déduite du droit international et du droit interne espagnol. Du point de vue du droit international, tous les territoires non autonomes du monde, qui sont actuellement au nombre de 17, ont besoin d’une autorité administrative de jure, c’est-à-dire une autorité de droit, qui en même temps informe le Secrétaire général de l’ONU sur les conditions de vie dans ce territoire non autonome et sur les investissements que le pouvoir colonial effectue en matière de santé, d’éducation, sociale et économique afin de percevoir l’avancée et le progrès des conditions sociales de ces habitants et, en outre, comment le pouvoir colonial soutient les mouvements de libération pour qu’à l’avenir ceux-ci puissent commander un référendum ou une négociation avec le pouvoir afin que ce territoire non autonome puisse se prononcer sur son propre destin. C’est le cadre international.

    Sur les 17 territoires non autonomes, ce n’est que dans le cas du Sahara que l’autorité administrative de jure, à savoir l’Espagne, ne coïncide pas avec la puissance qui l’administre et l’occupe de facto, à savoir le Maroc. Ça n’est le cas dans aucun des 16 autres territoires. Naturellement, dans aucun de ces 16 pays, il n’y a de violation systématique des droits humains, le mouvement de libération a mené une guerre contre le pouvoir qui l’occupe, dans le cas du Sahara pendant 16 ans, et dans aucun de ces 16 pays, le pouvoir colonial ne bloque sine die la tenue d’un référendum. Le cas du Sahara est unique au monde, c’est un ghetto où l’on ne peut ni entrer ni sortir et où la violation des droits fondamentaux est devenue une politique systématique de la part de la puissance occupante.

    La puissance occupante en termes de droit international est un euphémisme pour parler d’invasion. L’occupation de facto pour le droit international est illégale si elle se perpétue dans le temps. L’occupation manque d’un statut juridique et politique et c’est ce qui se passe avec le Maroc au Sahara depuis 1975 quand il l’a envahi militairement sans aucune justification juridique, historique ou politique.

    Le droit international interdit à une puissance coloniale d’abandonner ce territoire avant que sa population ne s’autodétermine en organisant un référendum. La puissance coloniale ne peut abandonner unilatéralement le territoire qu’elle administre. Pour cette raison, l’abandon déclaré par l’Espagne à la fin du mois de février 1976 n’a jamais été reconnu par les Nations Unies et, en fait, il y a une résolution en octobre et décembre de cette année-là dans laquelle l’ONU continue à traiter l’Espagne comme une puissance coloniale. C’est-à-dire, après les accords tripartites de Madrid.

    En ce qui concerne le droit interne espagnol, j’imagine que la récente décision de l’Audiencia Nacional pèse comme un boulet.

    Ceci est fondamentalement évident dans la décision de la session plénière de l’Audiencia Nacional du 4 juillet 2014, qui est une leçon de droit sur le Sahara Occidental et qui établit que l’Espagne reste aujourd’hui la puissance coloniale du Sahara Occidental et que les crimes qui peuvent être commis au Sahara occidental sont de la compétence directe des autorités judiciaires espagnoles. Parce qu’en ce qui concerne le Sahara, ce n’est pas le principe de Justice Universelle qui est appliqué comme pour les autres matières de l’Audiencia Nacional, mais le principe de territorialité, c’est-à-dire ce que stipule l’article 23.1 de la Loi organique du pouvoir judiciaire qui correspond à l’article 8 du Code civil disant que les lois pénales sont applicables sur l’ensemble du territoire espagnol.

    Cet ordre établit donc une distinction entre le territoire national et le territoire espagnol et considère que les colonies sont un territoire espagnol mais non un territoire national comme c’était le cas pour Ifni et la Guinée équatoriale. Le fait d’être espagnol et non national n’affecte pas le caractère indissoluble de l’État, l’intégrité territoriale, qui est quelque chose de contingent, accessoire et transitoire. La loi protège les territoires non nationaux, qui relèvent de la catégorie des colonies, afin qu’ils puissent devenir indépendants de la métropole elle-même et puissent être érigés en territoires naissants. C’est pourquoi cela n’a rien à voir, entre parenthèses, avec la Catalogne, qui est un territoire national et espagnol, alors que le Sahara en tant que colonie est un territoire espagnol non national et tant qu’il ne s’autodétermine pas, il restera espagnol. Par conséquent, les articles 73 et 74 de la Charte des Nations Unies, qui établit les obligations des puissances coloniales, l’une de ces obligations est celle de la protection juridictionnelle de la population de ces territoires. Par conséquent, si la puissance coloniale a l’obligation de protéger judiciairement ces citoyens, c’est parce que le territoire reste espagnol jusqu’à son indépendance.

    Quel est donc le sens de la sentence de l’Audiencia nacional ?

    C’est révolutionnaire. Cela signifie simplement que tout ce qui est fait avec le Sahara occidental depuis la sphère politique est mal fait. Et la question est sérieuse parce qu’il n’y a pas de comparaison dans le monde. Nulle part sur la planète n’existe un territoire abandonné depuis 40 ans et plus de facto et illégalement par la puissance administrante, le laissant livré à un pays envahisseur et occupant qui systématise également la politique de répression des droits fondamentaux.

    Alors pourquoi rien n’a-t-il changé depuis ce jugement ?

    Parce que c’est comme presque tout le reste, il n’est pas possible de s’attendre à un automatisme du respect des résolutions judiciaires. Il y a une inaction de la part d’un tas de mouvements, de partis politiques et de médias. Et sans action, les décisions judiciaires en seront pas consolidées, d’autant plus que de nombreuses forces sont à l’œuvre pour faire finir ces résolutions judiciaires en eau de boudin.

    Mais les preuves juridiques de l’Audiencia Nacional entrent en collision avec la version du gouvernement espagnol que nous avons apprise il y a quelques mois.

    Oui, en novembre 2018, un sénateur [Jon Iñarritu de Bildu] a demandé au gouvernement pourquoi il considère que l’Espagne n’est pas la puissance administrante de jure. La réponse du ministère des Affaires étrangères indiquait que la position officielle était celle qui figurait dans la lettre du 26 février 1976, date depuis laquelle l’Espagne ne figure pas comme puissance administrante sur la liste des territoires non autonomes de l’ONU. Mais si on regarde la liste des territoires non autonomes du monde de l’ONU de mars 2015, l’Espagne apparaît, le Maroc n’apparaît pas.

    Par conséquent, il est évident que l’Espagne ment, vous ne croyez pas ?
    (Silence).

    Le refus de l’Espagne de reconnaître ces faits est-il dû à sa position, qui est de favorisation ses intérêts avec le Maroc ?

    Un ancien ministre marocain des Affaires étrangères a déclaré que 90% des relations entre le Maroc et l’Espagne concernent le Sahara occidental ; c’est une idée qui n’est pas connue ici mais qui est révélatrice. La relation stratégique doit être défendue en tant que voisine entre l’Espagne et le Maroc, mais elle doit aussi être défendue entre l’Espagne et l’Algérie. Ce n’est pas cela qu’il faut faire. Il faut faire comme l’Australie à l’égard de l’Indonésie à l’occasion du référendum au Timor oriental. L’Australie a maintenu la relation géostratégique et géoéconomique avec l’Indonésie tout en demandant à l’Indonésie de respecter la position du gouvernement australien à l’égard du Timor oriental en ce sens que c’est l’opinion interne de l’Australie elle-même qui exigeait le soutien de son gouvernement au Timor oriental.
    C’est pourquoi l’Australie, en tant que gouvernement démocratique, devait respecter ce que ses citoyens voulaient. Et c’est cette opinion majoritaire qui existe en Espagne en ce qui concerne le Sahara occidental et la grande majorité des gens qui connaissent le conflit du Sahara misent sur la tenue d’un référendum d’autodétermination.

    Mais il semble qu’ils (les Marocains) se cachent derrière des divergences sur le recensement.

    Non. Tout cela est résolu. Le seul problème le blocus marocain consistant à ne pas organiser de référendum sauf si la seule proposition de ce référendum était celle de l’autonomie des Sahraouis au sein du Maroc. C’est-à-dire, éliminer la possibilité de l’indépendance du Sahara occidental.

    Quel serait l’intérêt d’organiser un tel référendum ?

    Ce serait un référendum dénaturé qui ne serait pas valable. L’autonomie vient d’un État unitaire comme, par exemple, le nôtre, qui s’est décentralisé. Le problème du Sahara n’est pas qu’il parte d’un État unitaire, mais qu’il n’a jamais appartenu au Maroc. Il s’agit d’une simple invasion militaire en 1975. Soit dit en passant, ni les Nations Unies ni la communauté internationale ne peuvent sanctifier une solution à la marocaine. Personne ne peut bénir l’invasion d’un territoire et, à long terme, lui donner l’autonomie. Parce que si c’était une formule de règlement des conflits internationaux, le monde serait en danger à toutes les frontières. Nous ne pouvons pas envahir et proposer ensuite l’autonomie parce qu’il y a le principe d’intangibilité des frontières africaines héritées de la colonisation et que la carte de l’Afrique ne peut être touchée. Et contrairement à d’autres territoires, il n’y a ici aucun motif politique ou historique. Il n’existe aucune relation historique entre le Maroc et le Sahara occidental qui puisse avaliser la nouvelle application du principe de la décolonisation.

    Que voyez-vous comme moyen de sortir d’un imbroglio qui a laissé, après plus de 40 ans, des milliers de personnes vivant dans des camps de réfugiés?

    Il y a une issue. Il y a des cycles de négociations. Les USA semblent soutenir une solution raisonnable au conflit et nous devons donc espérer la fin de ce différend, qui touche l’ensemble de la population du Maghreb, les relations entre le Maroc et l’Algérie et les relations de l’Europe avec le Maroc et l’Algérie, qu’il sera réglé. Les relations économiques avec l’Europe et les USA, pour qu’ils puissent commercer avec 60 à 80 millions d’habitants, sont encore en suspens, ce qui suscite de l’intérêt. Par exemple, dans la signature d’un nouvel accord de pêche entre le Maroc et l’Union européenne, désobéissant à l’arrêt de la Cour européenne de justice qui interdisait la signature du nouvel accord de pêche étant donné qu’il ne respectait pas les droits du peuple sahraoui, le Sahara occidental n’avait pas été pris en compte et le bon interlocuteur, qui est le Front Polisario. Et cela a été résolu par le parlement lui-même qui a signé un nouvel accord dans lequel cette fois-ci, en outre, la portée territoriale est indiquée du nord du Maroc au sud du Sahara, les droits du Maroc sont étendus et le nombre de licences de pêche pour pêcher dans les eaux sahariennes est augmenté. La voie est donc libre pour le Front Polisario de revenir devant la Cour de justice.

    Mais ce n’est pas un progrès.

    C’est un pas en arrière, car le nouvel accord représente une désobéissance absolue à l’arrêt de la Cour de justice de l’Union européenne.

    Alors le Sahara occidental se retrouve plus seul.

    Plus seul mais plus protégé sur le plan juridique, qui donne systématiquement raison à ce peuple et démasque ainsi des actes ignobles de criminalité internationale qui le sont aux yeux de la loi elle-même. L’apartheid et la perpétuation du colonialisme sont des crimes contre l’humanité.

    Nezha Khalidi

    La dernière nouvelle la plus importante est l’expulsion de trois avocats espagnols qui étaient observateurs du procès de la journaliste Nezha Khalidi, qu’en pensez-vous ?

    Oui, c’est une militante de 27 ans qui risque 2 ans de prison et une amende pour avoir enregistré et diffusé en direct une manifestation sahraouie**. L’accusation du Maroc contre elle est celle d’ usurpation alléguée de la profession en ce sens que le Maroc exige une accréditation de presse pour agir en tant que journaliste. Mais en même temps, au Sahara occidental, la presse internationale n’est pas autorisée. Pour ce procès, qui a été reporté en mai et s’est tenu le 24 juin, la veille de l’expulsion des observateurs, avocats et non-avocats espagnols, à leur arrivée à El Ayoun, ils n’ont pas été autorisés à quitter l’aéroport. Nos trois avocats étaient protégés par le Conseil Général des Avocats espagnols. Et c’est l’une des premières fois que l’observation internationale est réprimée. Cette femme aurait été torturée et nous nous attendons à ce qu’elle soit condamnée.

    Mais vu tout ce qui a été dit précédemment, le Maroc n’a pas de compétence juridique sur l’ensemble du territoire, qui relève de l’Espagne et on y punit en vertu de lois internes marocaines des personnes supposées être protégées par le droit à l’autodétermination en matière de création de partis, de liberté d’association, de liberté de la presse et d’expression, etc.

    Que pensez-vous du fait que le gouvernement espagnol n’a pas souhaité se prononcer sur ces expulsions ?

    Il me semble qu’il est clair en droit international et en droit interne que cela ne doit pas être toléré. Parce que nous sommes déjà face à une violation de tous les statuts internationaux, en particulier de la liberté de la presse. Aucun principe ne peut justifier la fermeture du territoire du Sahara occidental aux observateurs internationaux et à la presse libre. Un pays démocratique comme le nôtre a donc l’obligation de protéger les droits fondamentaux des citoyens espagnols et des habitants d’un territoire autonome pour lequel nous conservons aujourd’hui une responsabilité internationale entière.

    NdT

    *Affaire de corruption, d’extorsion et de trafic d’influence dans la gestion des ordures, impliquant des élus du Parti populaire dans la province d’Alicante

    **Entretemps, elle a été condamnée à une amende de 400€ (lire ici).

    Tlaxcala

    Tags : Maroc, Sahara Occidental, ONU, MINURSO, autodeterminación,

  • Sept priorités pour l’Union africaine en 2018

    En 2018, l’Union africaine (UA) et son nouveau président d’assemblée, le président rwandais Paul Kagame, ont la possibilité de poursuivre les réformes institutionnelles indispensables. Mais l’UA ne doit pas perdre de vue les conflits et désamorcer les violences électorales potentielles.

    Quel est le problème? Les dirigeants de l’Union africaine se réunissent à la fin du mois de janvier pour leur sommet semestriel. Les réformes institutionnelles et financières essentielles constitueront probablement l’une des priorités de l’agenda 2018 de l’UA, mais l’organisation doit veiller à ce que sa mise en œuvre ne détourne pas l’attention de la prévention et du règlement des conflits.

    Pourquoi est-ce important? Le paysage des conflits en Afrique a changé: de nouvelles menaces, émanant en particulier des réseaux transnationaux djihadistes et criminels, aggravent les formes de conflit plus traditionnelles. Le climat géopolitique est devenu encore plus difficile à naviguer. Et les élections, qui sont souvent le déclencheur de la crise politique et de la violence, auront lieu dans 18 pays africains en 2018.

    Qu’est-ce qui devrait être fait? L’Union africaine doit accorder une attention particulière aux conflits les plus graves en Afrique et à ceux où elle peut avoir un impact réel: le Sud-Soudan, la République centrafricaine et la Somalie. En priorité, il devrait faire progresser les préparatifs en vue des élections en République démocratique du Congo et déployer des équipes d’observation au début du Cameroun, du Mali et du Zimbabwe.

    Vue d’ensemble

    2018 pourrait être une année de bouleversement dramatique pour l’Union africaine (UA), qui poursuit un vaste programme de réformes institutionnelles et financières. Fin janvier, le président rwandais, Paul Kagame – l’auteur et le superviseur principal du processus – a repris la présidence de la Conférence de l’Union africaine, la plus haute instance décisionnelle de l’organisation, ce qui signifie que la réforme sera au premier rang des priorités de l’UA. Les changements sont critiques pour la santé à long terme de l’organisation, mais leur mise en œuvre ne sera ni rapide ni facile. Kagame, travaillant en étroite collaboration avec le président de la Commission de l’Union africaine, Moussa Faki Mahamat, devrait veiller à ce que leur mise en œuvre ne sape pas trop l’énergie des autres travaux vitaux de l’Union africaine, en particulier la prévention et la résolution des conflits au niveau continental.

    Faki lui-même, depuis son entrée en fonction en mars 2017, a mis résolument l’accent sur la paix et la sécurité, contrastant fortement avec son prédécesseur, Nkosazana Dlamini Zuma, qui avait tenté de réorienter l’organisation vers un développement à long terme. Au cours de sa première semaine au pouvoir, Faki s’est rendu en Somalie, où une force de l’UA se bat contre l’insurrection résiliente d’Al-Shabaab. Lors de sa seconde visite, il s’est rendu au Sud-Soudan, théâtre du conflit le plus meurtrier du continent. Ces visites, ainsi que les visites ultérieures dans les États de la République démocratique du Congo (RDC) et du G5 du Sahel (Burkina Faso, Mali, Mauritanie, Niger et Tchad) indiquent clairement à quel point M. Faki pense que les plus grands défis en matière de paix et de sécurité de l’UA se trouvent.

    En outre, il s’est employé à renforcer les relations avec les deux plus importants partenaires stratégiques de l’UA – l’ONU et l’Union européenne (UE). En avril, il a signé le Cadre commun pour le renforcement de la coopération sur la paix et la sécurité entre l’ONU et l’UA, longtemps attendu, qui devrait améliorer la collaboration entre les deux organisations. Faki a contribué à rétablir les relations avec l’UE, qui avait atteint un point bas en 2016 en raison de différends concernant le paiement de troupes à la mission de l’UA en Somalie (AMISOM). Les discussions en vue du sommet UA-UE de novembre suggèrent qu’un accord de coopération similaire à celui conclu entre l’UA et l’ONU sera probablement adopté en 2018. Le groupe de travail conjoint UA-UE-Nations Unies sur la migration, né du dégoût de l’esclave migrant enchères en Libye, est un développement positif qui tire parti des forces de chaque institution. Lorsque l’UA réévaluera ses partenariats avec d’autres organisations multilatérales et des États non africains en 2018, elle devrait s’appuyer sur ces succès et ne pas négliger les relations avec l’UE et l’ONU.

    Le climat géopolitique, déjà difficile lorsque Faki est entré en fonction en mars, est devenu encore plus difficile. Les tensions entre les puissances du Golfe, notamment entre l’Arabie saoudite et ses alliés, et le Qatar, se sont propagées dans la Corne de l’Afrique, aggravant l’instabilité en Somalie et exacerbant les tensions sur le Nil entre l’Égypte et l’Éthiopie qui avaient adopté des positions différentes sur le conflit. Les divisions entre les principales puissances au sein du Conseil de sécurité des Nations Unies rendent encore plus difficile la recherche d’un consensus sur les crises, y compris celles survenant en Afrique. Bien que le président américain Donald Trump ait largement ignoré l’Afrique, les opérations de plus en plus importantes de son gouvernement dans la lutte contre le terrorisme risquent de compliquer davantage les crises en Somalie et au Sahel en l’absence d’un soutien plus global des États-Unis aux efforts de paix.
    Face à de nombreuses préoccupations concurrentes en matière de paix et de sécurité, l’Union africaine devrait se concentrer sur les crises les plus graves en Afrique et sur celles dans lesquelles l’organe continental ou ses représentants ont un rôle utile à jouer. Gardant cela à l’esprit, cette note présente les priorités de l’UA pour 2018. Celles-ci comprennent les importants efforts de réforme; limiter les perturbations dans le travail de l’institution causées par les frictions entre le Maroc et la République démocratique arabe sahraouie (RASD); aider à résoudre ou à éviter les crises liées aux élections en RDC, au Cameroun, au Mali et au Zimbabwe; et gestion des conflits en République centrafricaine, en Somalie et au Soudan du Sud.

    Direction stratégique

    I. Construire un consensus sur la réforme institutionnelle et financière

    L’UA s’est engagée dans un processus de réforme potentiellement radical, qui, s’il était pleinement mis en œuvre, pourrait s’avérer aussi important que la transformation en 2002 de l’Organisation de l’unité africaine en Union africaine. Les réformes en cours, menées par Kagame à la demande de l’Assemblée, visent à ramener l’attention de l’UA à quatre domaines seulement: la paix et la sécurité; affaires politiques; l’établissement d’une zone de libre échange continentale; et voix et représentation dans les affaires mondiales. L’autosuffisance financière accrue fait partie intégrante de ce processus, qui devrait rendre l’organisation plus légère et plus efficace. En 2012, alors que l’UA était la plus dépendante du monde, les États membres ne financaient que 3% de son budget de programmation. En 2017, ce pourcentage était passé à 14%, ce qui est encore loin de l’engagement pris par les États membres en juillet 2015 de financer 75% des programmes de l’UA d’ici 2020, plus 25% de ses activités en faveur de la paix et de la sécurité et de toutes ses dépenses d’opérations. . Des ressources supplémentaires doivent être mobilisées au moyen d’un prélèvement de 0,2% sur «tous les produits éligibles» importés sur le continent, dans le cadre d’un plan élaboré par Donald Kaberuka, haut représentant de l’Union africaine pour le Fonds pour la paix.

    2018 est une année charnière pour ces réformes. Fin janvier, Kagame succède à Alpha Condé, président de la Guinée, en tant que président de l’Assemblée. On s’attend à ce qu’il profite de son année à la barre pour mener à bien l’agenda qu’il a élaboré, approuvé par ses collègues dirigeants lors du sommet de l’UA de janvier 2017. Les États membres, la Commission et les communautés économiques régionales (CER) se sont déclarés déçus du processus mis en place à ce jour, invoquant un manque de consultation. Les réformes pourraient être déraillées sans une approche plus inclusive et collaborative.

    En particulier, Kagame doit dissiper les craintes de la Communauté de développement de l’Afrique australe (SADC), qui a dressé une liste exhaustive de ses préoccupations, notamment le caractère pratique de la taxe à l’importation de 0,2%, le rôle réduit du Comité des représentants permanents composé d’ ambassadeurs des États membres auprès de l’UA et la création d’une troïka des présidents de l’Assemblée actuels, sortants et futurs, chargée de représenter l’Union africaine aux sommets avec les partenaires. Il doit également gagner les cinq plus gros contributeurs au budget de l’UA – l’Algérie, l’Egypte, le Maroc, le Nigeria et l’Afrique du Sud – qui ont tous de sérieux doutes sur les réformes financières, entre autres propositions. Pour ce faire, Kagame devra constituer et mobiliser une coalition d’États favorables, issus de chaque sous-région, afin de vaincre les sceptiques. Lui et Faki devraient envisager des visites communes aux secrétariats de chaque CER reconnue par l’UA ou assister à leurs sommets respectifs pour expliquer les avantages de la réforme. Les États membres auront besoin de temps pour engager des consultations nationales, notamment en ce qui concerne le prélèvement de 0,2% sur les importations, qui nécessitera la ratification du parlement ou d’autres autorités locales de nombreux pays.

    Dans le cadre du processus de réforme, l’UA devrait entreprendre un examen global de l’architecture africaine de paix et de sécurité (APSA). Le paysage des conflits continentaux a considérablement évolué depuis la conception et le développement de l’APSA au début des années 2000. De nouveaux défis sont apparus, notamment l’influence croissante d’acteurs non étatiques, en particulier de mouvements djihadistes et de réseaux criminels qui opèrent au-delà des frontières et exploitent et aggravent souvent des formes de conflit plus traditionnelles. L’UA a approuvé les forces ad hoc que les groupes d’États ont mobilisées pour réagir – l’Équipe spéciale multinationale de lutte contre Boko Haram dans le bassin du lac Tchad et la Force conjointe du G5 pour le Sahel – n’exerce que peu, voire pas du tout, de contrôle sur leur mandat ou leurs opérations. Un examen de l’APSA permettrait de déterminer si ces forces devraient être intégrées aux structures continentales et, le cas échéant, comment.

    II. Limiter les perturbations causées par les tensions entre le Maroc et la RASD

    Le Maroc a rejoint l’UA en janvier 2017, après 33 ans d’exil auto-imposé, pour protester contre l’admission de la République démocratique sahraouie (RASD). L’Algérie et plusieurs autres États s’opposaient fermement au retour de Rabat au motif que son «occupation» de la RASD contrevenait aux principes de l’UA. Beaucoup pensent que le Maroc tentera d’isoler et éventuellement d’expulser la RASD de l’UA et craignent que sa présence ne soit gênante: avant de le rejoindre, le Maroc a organisé des débrayages lors de plusieurs réunions internationales auxquelles ont assisté des représentants de la RASD. Dans son premier discours à l’Assemblée de l’UA, le roi Mohammed VI a tenté de rassurer ses collègues. « Nous n’avons absolument aucune intention de créer des divisions, comme certains voudraient l’insinuer », a-t-il déclaré, ajoutant: « L’action [du Royaume] contribuera au contraire à favoriser l’unité et le progrès ».

    Beaucoup pensent que le Maroc tentera d’isoler et éventuellement d’expulser la RASD de l’UA et craignent que sa présence ne perturbe la situation.

    Malgré ses assurances, les tensions entre le Maroc et la RASD ont déjà perturbé le travail de l’UA, retardant ou entravant les réunions internes et celles avec des partenaires extérieurs. En août 2017, lors d’une réunion ministérielle de la Conférence internationale de Tokyo sur le développement de l’Afrique à Maputo, au Mozambique, le ministre marocain des Affaires étrangères a été empêché de participer après avoir protesté contre l’inclusion de la RASD, conflit qui a dégénéré en altercation physique. Au cours des préparatifs du sommet UA-UE de novembre, beaucoup de temps et de volonté politique ont été consacrés à convaincre le Maroc de siéger, mais le roi a finalement participé pleinement, en grande partie à cause de l’importance du partenariat avec l’UE Afrique dans son ensemble.

    Les États membres et le personnel de la Commission de l’UA sont de plus en plus frustrés des deux côtés; ils devront faire preuve de diplomatie adroite pour atténuer les frictions. Faki devrait travailler avec les alliés des États membres pour persuader le Maroc, la RASD et leurs partisans respectifs de permettre à l’UA de travailler sans entrave. Des relations plus chaleureuses entre Pretoria et Rabat peuvent aider; Les deux pays ont convenu d’échanger des ambassadeurs après la rencontre entre le roi Mohammed VI et le président Jacob Zuma en marge du sommet UA-UE.

    Transitions contestées

    III. Aider à faire avancer les préparatifs pour les élections en RDC

    En 2017, le président Joseph Kabila a prolongé son mandat au moins jusqu’à la fin de 2018, malgré l’accord conclu avec Saint Sylvester en décembre 2016, qui prévoyait la tenue d’élections en décembre 2017. L’opposition et la société civile continuent de lutter pour se forger un mouvement populaire crédible face à la répression continue. Kabila conserve l’avantage, contrôlant le gouvernement, les forces de sécurité et la commission électorale. Pour le moment, il n’existe aucune garantie ni aucun engagement visible en faveur d’une organisation efficace des élections. La répression meurtrière exercée sur les manifestants le 31 décembre montre que la répression politique se poursuit sans relâche, ce qui renforce la crainte que les préparatifs électoraux ne soient qu’un écran de fumée.

    Cependant, l’économie congolaise est en crise et les pouvoirs du gouvernement sont faibles dans de grandes régions du pays. Un certain nombre de provinces subissent des insurrections locales ou des conflits intercommunautaires, entraînant l’une des pires crises humanitaires dans le monde. Le danger d’escalade de la violence reste élevé: l’expérience vécue au Kasaï, où la politisation de l’installation d’un chef local a provoqué un conflit dans plusieurs provinces, montre à quel point les troubles peuvent se propager rapidement. L’assassinat récent de quinze soldats de la paix de l’ONU à Beni est également un rappel brutal de la dangereuse dynamique dans l’est de la RDC.

    L’engagement international a été terne et incohérent, alors même que le gouvernement de Kabila avait volontairement enfreint les dispositions de Saint Sylvestre. Les États-Unis et l’UE ont été plus critiques et ont imposé des sanctions ciblées aux principaux responsables. L’UA, comme beaucoup d’autres États membres, dénonce les sanctions. Certains dirigeants africains expriment leur frustration à l’égard de Kabila en privé, mais leur soutien public tacite a donné du répit à son gouvernement.

    La commission électorale a reporté les élections présidentielle, législative et provinciale au 23 décembre 2018. Cela offre une occasion pour une diplomatie occidentale et africaine concertée et coordonnée, fondée sur le strict respect du nouvel échéancier, un vote crédible, une ouverture de l’espace politique et une garantie. que la constitution ne sera pas modifiée pour permettre à Kabila un autre mandat. L’opposition devrait s’engager activement dans le processus électoral.

    L’UA, qui a renforcé sa diplomatie en RDC au cours des derniers mois, pourrait utiliser le nouveau calendrier électoral comme base d’un engagement soutenu pour réduire les divisions entre l’Afrique et l’Ouest. Avec les acteurs régionaux (notamment la SADC, l’Afrique du Sud et l’Angola) et la communauté internationale au sens large, l’UA devrait surveiller les progrès de la commission électorale pour éviter de nouveaux retards et faire respecter les principes clés de l’accord de Saint Sylvester.

    Un groupe restreint mais représentatif de représentants des nations et organisations occidentales et africaines, y compris l’Union africaine, pourrait aider à forger un consensus international et limiter les possibilités de Kabila de faire du shopping libre. Ce groupe devrait établir et surveiller des points de repère pour le processus électoral et relier les initiatives aux niveaux local, régional et international. Enfin, l’UA devrait utiliser sa propre influence et sa légitimité, en particulier celle du Conseil de paix et de sécurité, pour inciter l’administration de Kabila à opter pour une transition et l’opposition à s’engager dans le processus électoral.

    Déployer des équipes d’observation bien avant d’autres élections critiques

    En plus de la RDC, dix-sept autres pays africains doivent organiser des élections présidentielle, législatives ou locales en 2018. Parmi eux, au moins treize sont aux prises avec un conflit ou en sortent ou ont des antécédents de conflits électoraux récurrents. Des sondages erronés ou violents, ou une série de votes qui provoquent des crises politiques, pourraient avoir des implications plus larges pour la démocratie et la stabilité sur le continent, dont certaines parties montrent déjà des signes de recul.

    Le Département des affaires politiques, sous-doté en personnel chronique et sous-financé, ne peut pas surveiller efficacement tous ces conflits. il devrait concentrer les efforts sur ceux qui nécessitent le plus d’attention. Outre les équipes à court terme qui surveillent les scrutins et les dépouillements, l’UA devrait déployer des observateurs à long terme, idéalement au moins six mois à l’avance, pour suivre les conditions plus générales des élections et l’environnement de la campagne; des conditions injustes sont souvent créées bien avant le scrutin. L’UA pourrait également envisager de combiner ses opérations d’observation avec celles des communautés économiques régionales.

    Trois sondages, hormis ceux de la RDC, méritent une attention particulière en 2018:

    Le Cameroun est confronté à une crise anglophone croissante dans le sud-ouest. Le gouvernement, déjà aux prises avec Boko Haram dans l’Extrême-Nord et les milices centrafricaines à l’est, semble mal équipé pour le désamorcer. Les troubles dans les zones anglophones montrent des signes d’insurrection naissante et pourraient déclencher une crise politique plus vaste qui risque de perturber les élections prévues pour octobre. L’UA et les autres acteurs internationaux devraient pousser le gouvernement et les militants anglophones à dialoguer et à promouvoir les conditions d’un vote crédible.

    Des élections présidentielles, à l’Assemblée nationale et régionales sont prévues au Mali, mais la mise en œuvre de l’accord de paix négocié par l’Algérie en juin 2015 reste lente. Les groupes armés se sont multipliés, se heurtant plus fréquemment aux forces maliennes et internationales. Le gouvernement reste largement absent du nord et les groupes djihadistes consolident le contrôle dans de nombreuses zones rurales. Les troubles se sont également propagés au centre du Mali, une région longtemps négligée par l’État. Dans ces conditions, administrer un vote crédible en 2018 sera difficile. Mais les élections devraient se tenir: le mécontentement populaire vis-à-vis du gouvernement actuel est élevé et toute tentative de les reporter, en particulier les élections présidentielles, pourrait alimenter les manifestations, en particulier dans la capitale Bamako. L’UA devrait assister les autorités maliennes dans leurs préparatifs électoraux, notamment en encourageant l’ONU et l’UE à appuyer un audit du registre des électeurs.

    Au Zimbabwe, l’euphorie qui a suivi l’éviction du président Robert Mugabe s’est apaisée, son remplaçant, Emmerson Mnangagwa, a consolidé le pouvoir du Front patriotique de l’Union nationale africaine du Zimbabwe (ZANU-PF) et de l’armée, en nommant un cabinet composé de partisans et de hauts responsables de l’armée au lieu de construire une coalition plus large. Lors de son entrée en fonction, le président Mnangagwa a promis que les élections, qui doivent avoir lieu avant septembre 2018, seront libres et équitables, sans toutefois indiquer les réformes nécessaires pour garantir un vote crédible. L’Union africaine, travaillant de concert avec la SADC, devrait inciter le gouvernement à assainir les électeurs, à mettre en place un contrôle indépendant de la Commission électorale zimbabwéenne et à créer un environnement politique exempt de violence, d’intimidation et de propagande. Le Conseil consultatif électoral de la SADC devrait entreprendre une évaluation des conditions électorales et l’UA devrait déployer immédiatement des observateurs à long terme. Les deux institutions devraient également faire pression sur le gouvernement du Zimbabwe pour permettre aux groupes régionaux et internationaux d’observer les élections. La ZANU-PF et Mnangagwa ont intérêt à laisser les observateurs surveiller le processus: sans contrôle, un nouveau gouvernement aurait du mal à prouver qu’il dispose de la légitimité nécessaire pour que les donateurs et les institutions financières internationales soutiennent la reprise économique au Zimbabwe.

    Crises Majeures

    V. Mettre en œuvre la nouvelle feuille de route de l’UA en République centrafricaine

    La crise en République centrafricaine (RCA) s’est aggravée en 2017, la violence ayant fait de nombreuses victimes civiles et provoquant des déplacements massifs. En dehors de la capitale, Bangui, la majeure partie du pays est aux mains de groupes armés qui se disputent les ressources dans des configurations changeantes d’alliances. Dans le nord-ouest, la violence tourne principalement autour de groupes armés rivaux et de conflits perpétuels sur le mouvement du bétail, tandis que dans le centre et l’est, des groupes mènent une guerre de guérilla autour de zones d’influence et de ressources. La stabilisation est improbable à court terme et une victoire militaire sur les groupes armés encore moins. Les perspectives de reprise d’une guerre civile plus vaste ne peuvent être écartées.

    Jusqu’à présent, le gouvernement et ses partenaires internationaux ont été incapables de mettre fin aux troubles ou de trouver des solutions durables à la violence généralisée. Une médiation efficace entre les groupes armés et l’État nécessitera non seulement un dialogue, mais également des pressions, notamment en comprimant les flux de revenus et en renforçant la dissuasion militaire, notamment en débarrassant les villes des armes et en arrêtant les organisateurs d’attaques majeures. Les autorités nationales doivent également rétablir la confiance dans les périphéries, par exemple en répondant aux préoccupations de certaines communautés en matière de citoyenneté.

    Divers acteurs ou organisations internationaux et régionaux ont lancé des efforts de médiation parallèles en 2016 et au premier semestre de 2017. Toutefois, des agendas divergents, des rivalités institutionnelles et des approches divergentes ont envoyé des messages incohérents, notamment en ce qui concerne les amnisties pour les chefs rebelles, l’intégration des combattants dans l’armée et le retour. en RCA des anciens présidents. Bien que l’UA ait pris les devants et élaboré une nouvelle feuille de route pour la paix et la réconciliation en juillet 2017, destinée à promouvoir le dialogue et à conclure un accord sur le désarmement des combattants, peu de progrès ont été accomplis depuis. Pour que cette initiative aboutisse, la Commission de l’Union africaine, le Conseil de paix et de sécurité et représentant spécial, Bédializoun Moussa Nébié, ainsi que les voisins de la RCA, doivent intensifier leur engagement, notamment en poussant les dirigeants des groupes armés et le gouvernement à négocier. L’UA devrait également engager les ressources humaines et financières requises, en veillant à ce que son bureau de liaison dispose de tout le personnel et de toutes les ressources nécessaires.

    L’Union africaine devrait également régler les points de désaccord – notamment au sujet des amnisties et de la nomination de dirigeants rebelles à des postes gouvernementaux lucratifs – parmi les partenaires internationaux de la RCA, qui ont dans l’ensemble salué la récente initiative de l’Union africaine. Tout accord éventuel entre le gouvernement et les groupes armés nécessitera des garants provenant d’États africains et occidentaux, d’organisations continentales et régionales et de l’ONU. Un cadre à travers lequel les donateurs et les autres peuvent apporter un soutien politique et financier est également essentiel. Identifier les options à l’avance serait utile. L’appropriation du processus par les Centrafricains est essentielle à son succès, de sorte que l’UA devra également obtenir une plus grande participation du gouvernement.

    VI. Éviter un retrait précipité de la Somalie

    L’année 2017 a été agitée pour la Somalie. L’euphorie et l’optimisme ont suivi l’élection de Mohammed Abdullahi «Farmajo» à la présidence en février, mais le pays n’a pas subi l’attaque terroriste la plus meurtrière de son histoire. Deux camions piégés à Mogadiscio ont fait au moins 500 morts en octobre. Les attentats à la bombe illustrent les défis auxquels fait face l’administration de Farmajo: les forces de sécurité nationales sont chroniquement faibles, tandis que l’insurrection al-Shabaab montre une puissance et une résilience constantes, reprenant récemment le territoire situé à l’extérieur de Mogadiscio. Farmajo doit également faire face à des conflits de longue date avec les clans et aux frictions grandissantes du gouvernement avec les États fédéraux, exacerbées par la crise du Golfe. Son administration n’a pas non plus beaucoup progressé dans la lutte contre les déficits chroniques de gouvernance qui sous-tendent l’instabilité de la Somalie.

    La Commission de l’UA pourrait envisager de convoquer un sommet au début de 2018 […] dans le but d’améliorer la coordination, notamment en ce qui concerne la formation et l’assistance des forces de sécurité.

    Peu de gens pensent que Al-Shabaab sera vaincu de sitôt, malgré le rythme grandissant de l’offensive militaire de l’AMISOM dans le sud de la Somalie, appuyée par les frappes aériennes américaines. La mission de l’Union africaine, elle-même sous-financée, souffre du moral des troupes et doit se retirer d’ici fin 2020. Cette date pose un dilemme aigu pour l’UA et les autres partenaires étrangers de la Somalie. Le retrait, qui a commencé en décembre 2017 avec le départ de 1 000 soldats de tous les pays fournisseurs de contingents, constitue un impératif politique. Pourtant, un retrait précipité ouvrirait presque certainement la porte aux gains d’Al-Shabaab, y compris sa possible reconquête de Mogadiscio, étant donné la faiblesse chronique et la corruption de l’Armée nationale somalienne. La Commission de l’Union africaine pourrait envisager de convoquer un sommet début 2018 réunissant des fournisseurs de contingents, des donateurs, des organismes régionaux et les Nations Unies dans le but d’améliorer la coordination, notamment en ce qui concerne la formation et l’assistance des forces de sécurité. Il est essentiel de ne pas précipiter le retrait et de se coordonner avec le gouvernement somalien et ses alliés impliqués dans la réforme du secteur de la sécurité.

    Le retrait imminent intervient à un moment de tension accrue entre Mogadiscio et les régions fédérales somaliennes. Au cours de la crise du Golfe en 2017, l’Arabie saoudite et les Émirats arabes unis ont fortement incité Farmajo à prendre parti pour rompre les relations diplomatiques avec le Qatar. Ses tentatives pour rester neutre – les Saoudiens, les Emiratis, les Qataris et son principal allié international, la Turquie, apportent une aide cruciale à la Somalie – ont conduit les EAU à renforcer leur soutien et à lancer un appel directement aux gouvernements fédéraux, en contrepoids à Mogadiscio. aggraver les frictions entre ces gouvernements et Farmajo et alimenter les factions politiques.

    VII. Aider à remodeler la stratégie de stabilisation du Soudan du Sud

    La fin des hostilités de Noël au Soudan du Sud a échoué, rappelant à quel point les conflits dans le pays sont insolubles. Bien que les combats aient diminué depuis son apogée au début de 2014, la violence reste omniprésente. Les forces gouvernementales ont l’avantage sur l’armée, mais bien que moins de régions fassent l’objet de combats actifs, une grande partie du pays existe toujours entre la guerre et la paix: la pauvreté, la violence et les déplacements sont des défis constants.

    En 2017, le gouvernement de transition, dirigé par la présidente Salva Kiir, s’est lancé dans une stratégie de stabilisation incohérente axée sur: le remaniement de l’accord de paix de 2015 à médiation régionale en sa faveur; lancer des négociations discrètes avec les groupes rebelles, associées à des pressions militaires pour les amener à accepter la paix aux conditions de Juba; et organiser un dialogue national. Grâce à cette stratégie, Kiir a réussi à passer d’un forum sous surveillance internationale à une approche nationale, dirigée par le gouvernement, exempte de toute surveillance externe importune. Les pays voisins ont fourni un soutien discret, mettant fin en grande partie à l’aide fournie aux groupes rebelles, mais les gouvernements occidentaux restent opposés à ce qu’ils considèrent comme les efforts de Juba pour instaurer la paix du vainqueur.

    Les avantages limités de cette stratégie, qui comprend des accords de paix avec plus de 10 000 rebelles armés, sont maintenant menacés. Sous la pression de la troïka (Norvège, Royaume-Uni et États-Unis), l’Autorité intergouvernementale pour le développement (IGAD, l’organe sous-régional qui a négocié l’accord de 2015) a lancé un forum de revitalisation pour ressusciter l’accord de paix par un nouveau cessez-le-feu et des délais convenus, retardant spécifiquement les élections prévues pour 2018. Le gouvernement a réagi à la pression internationale en élevant des voix moins compromettantes et plus belliqueuses dans ses rangs. Préserver les quelques avancées réalisées et prévenir une nouvelle détérioration devrait toujours être possible, même si cela nécessitera un engagement politique sérieux.

    Indépendamment d’autres facteurs, le gouvernement de transition contrôle la majeure partie du pays et doit être encouragé à promouvoir la paix et à améliorer les conditions de vie. Cependant, les gouvernements occidentaux ont été réticents à engager Kiir et l’IGAD s’est concentrée sur la prévention des conflits régionaux. Cela offre à l’UA une occasion de soutenir, d’élaborer et de transmettre des messages difficiles au gouvernement de transition – en public et en privé – sur la révision de sa stratégie de stabilisation et l’établissement d’un calendrier réaliste pour les élections. Alpha Oumar Konaré, haut représentant de l’UA, est perçu comme neutre, entretient de bonnes relations avec Kiir et est capable de livrer des vérités dures qui pourraient le pousser à adopter des positions plus modérées. Mais l’engagement de Konaré a été incohérent. Une participation soutenue, y compris des visites plus fréquentes à Juba, augmenterait sa capacité d’influencer les événements au Soudan du Sud.

    L’UA réactive son comité ad hoc de haut niveau sur le Soudan du Sud, connu officieusement sous le nom de UA5, qui comprend l’Algérie, le Tchad, le Nigeria, le Rwanda et l’Afrique du Sud. L’UA5 devrait coopérer étroitement avec les voisins du Sud-Soudan dans le cadre de discussions de chef à chef, en veillant à un équilibre entre atténuer les tensions régionales et soutenir la paix au Sud-Soudan. L’UA5, conjointement avec Konaré, devrait également envisager de faire participer Kiir à la stratégie de son gouvernement. Cela les obligerait à mettre en contact des discussions de haut niveau à l’étranger avec des discussions locales sur le terrain. Pour y parvenir efficacement, Konaré et l’UA5 auront besoin d’un personnel à plein temps capable de voyager fréquemment dans tout le Soudan du Sud.

    Source : Crisis Groupe, 17 jan 2018

    Tags : Afrique, Union Africaine, UA, conflits, Sahara Occidental, Maroc, Congo, RCA, ONU,