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  • Entrevista al catedrático Carlos Ruiz Miguel

    Carlos Ruiz Miguel es Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Santiago de Compostela desde el año 2001. Es también Profesor Jean Monnet de la Comisión Europea. Ha escrito más de 10 libros y decenas de artículos académicos, muchos de ellos relacionados con el Sáhara Occidental. Destaca el libro ‘El Sahara Occidental y España: historia, política y derecho: análisis crítico de la política exterior española’. Más recientemente, ha sido coautor de ‘El Sahara Occidental. Prontuario jurídico. 15 enunciados básicos sobre el conflicto’, que promete ser un libro de referencia en el estudio del conflicto. Asimismo, es director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela. Sin duda alguna, estamos ante una de las referencias académicas en el conflicto del Sáhara Occidental.

    En los Acuerdos de Madrid el 14 de noviembre de 1975, entre España, Marruecos y Mauritania, el gobierno español autorizaba el establecimiento de una nueva administración marroquí-mauritana. De esta manera, España habría cedido la soberanía del territorio a ambos países y habría dejado de ser la potencia administradora. ¿Qué supusieron verdaderamente los Acuerdos de Madrid?

    En los acuerdos de Madrid NO se establece una administración “marroquí-mauritana” sino “hispano-marroquí-mauritana”. Se establece una administración TRI- no BI-partita. España NO ha cedido la “soberanía” en ese acuerdo, ni a esos dos países, sino que cedió la “administración” a la entidad tripartita.

    España no ha dejado válidamente de ser potencia administradora según Naciones Unidas.

    Aunque España ha dejado de tener el control del territorio sigue vinculada a ciertas obligaciones internacionales de las potencias administradora, como las que le obligan a impedir la explotación ilegal de los recursos naturales del territorio.

    ¿Qué estatus ostentan entonces Marruecos y España en la actualidad en relación al Sáhara Occidental? ¿Qué responsabilidades tienen?

    Marruecos es la potencia ocupante del Territorio. Sus responsabilidades son las que los Convenios de Ginebra y la Convención de La Haya fijan para las potencias ocupantes.

    España es la potencia administradora del Territorio, “de iure”, pues “de facto” no controla el territorio. Sus obligaciones son las que corresponden a las potencias administradoras fijadas, entre otros instrumentos, en las resoluciones sobre Actividades económicas y de otro tipo que afectan a los intereses de los pueblos de los territorios no autónomos

    Desde hace ya décadas los saharauis vienen enarbolando su derecho a la autodeterminación. ¿En qué consiste este derecho y dónde está garantizado?

    El derecho a la autodeterminación y a la independencia se le ha reconocido al pueblo del Sahara Occidental por Naciones Unidas.

    Este derecho está reconocido al amparo de la resolución 1514 de la Asamblea General de Naciones Unidas y significa que “en virtud de este derecho, determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural.”

    ¿Existe alguna diferencia entre el derecho a la autodeterminación esgrimido por los saharauis y el que algunos han apoyado en Cataluña, Kosovo o Escocia?

    TODA, el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui ha sido reconocido por la Asamblea General, el Consejo de Seguridad y el Tribunal Internacional de Justicia.

    A Cataluña, Kosovo o Escocia NO se les ha reconocido ese derecho NI por la Asamblea General, NI por el Consejo de Seguridad NI por el Tribunal Internacional de Justicia.

    La posición de Marruecos siempre ha sido contraria a la celebración de un referéndum de autodeterminación y ha argumentado que existen otras vías para dar solución al problema como, por ejemplo, un estatuto de autonomía dentro de Marruecos. ¿Es esta opción válida acorde a la legalidad internacional? ¿Podría ser una forma de garantizar el derecho de autodeterminación y poner fin al conflicto?

    NO es cierto que la posición de Marruecos “siempre” haya sido contraria a la celebración de un referéndum de autodeterminación. Marruecos aceptó ese referéndum cuando aceptó el “Plan de Arreglo” y los “Acuerdos de Houston” en donde se establece ese referéndum.

    La propuesta marroquí de “autonomía” NO es conforme con el Derecho Internacional porque parte de una premisa ilegal, que es la soberanía marroquí sobre el territorio. Precisamente porque parte de una premisa ilegal, esa propuesta NO puede garantizar el derecho de autodeterminación ni poner fin al conflicto.

    El Consejo de Seguridad y la ONU llevan ya tiempo apoyando rondas de negociaciones entre las partes como forma de solución del conflicto. A principios de diciembre van a tener lugar una nueva ronda de conversaciones. ¿Cree que será un punto de inflexión en la resolución del conflicto? ¿Considera esta la vía para resolverlo o cree que la ONU debería ser más contundente en la resolución del conflicto?

    Si va a ser el punto de inflexión DEFINITIVO del conflicto es difícil de saber.
    Pero lo cierto es que ha sido un punto de inflexión en la dinámica actual, que llevaba bloqueada desde hace diez años.

    Creo que las conversaciones o negociaciones (vía capítulo VI de la Carta de las Naciones Unidas) NO son la vía adecuada para resolver este conflicto. Sin duda, después de tanto tiempo, habría que haber resuelto este conflicto por la vía del capítulo VII de la Carta, es decir, mediante la imposición por el Consejo de Seguridad de una solución.

    La ONU no ha intervenido tan activamente en el territorio para lograr una solución como si hizo en otros casos recientes como Kosovo o Timor Oriental. ¿A qué se debe esta diferencia y que justificación tiene?

    Un matiz: en Kosovo la ONU quiso intervenir pero no se aprobó la independencia del territorio que, no obstante se haya apoyado por el bloque de la OTAN. Sin embargo, Kosovo se ha resuelto al margen de la ONU gracias a apoyo de los EE.UU. Es decir, había un veto de Rusia, pero un apoyo total de los EE.UU. y el bloque OTAN.

    En Timor Oriental el asunto se resolvió porque la potencia ocupante (Indonesia) no tenía vínculos de máxima cercanía con ninguna gran potencia miembro permanente del Consejo de Seguridad.

    En el Sahara Occidental, Marruecos tiene el respaldo total de Francia, con quien tiene cercanía máxima. Pero el solo apoyo francés no es suficiente para imponer una salida acorde a los intereses franco-marroquíes, aunque sirva para bloquear otras salidas.

    La lucha por la autodeterminación de Timor Oriental, previamente ocupado por Indonesia y país independiente desde 2002, guarda cierto parecido con la lucha saharaui. ¿Qué similitudes y qué diferencias aprecia entre ambos casos? ¿Qué factores entraron en juego para que finalmente Timor Oriental llevase a cabo un referéndum auspiciado por la ONU mientras que el Sáhara Occidental continúa a la espera?

    Como he dicho entre el Sahara Occidental y Timor Oriental hay una diferencia esencial: la potencia ocupante de Timor Oriental no tenía detrás un apoyo incondicional de un miembro permanente del Consejo de Seguridad, pero la potencia ocupante del Sáhara Occidental sí tiene el apoyo de una (Francia).

    La inestabilidad en Timor Oriental ponía en peligro la seguridad jurídica de ciertas actividades económicas en la zona y dado que Indonesia no tenía un apoyo INCONDICIONAL se decidió dar seguridad jurídica a esas actividades con la descolonización.

    En el Sahara Occidental ha habido momentos de mucha inestabilidad pero cuando las actividades económicas tenían menos entidad que ahora. Ahora que hay más actividades económicas hay menos inestabilidad dentro del territorio… pero hay una considerable inestabilidad jurídica por las sentencias europeas. Sin embargo, el apoyo INCONDICIONAL de Francia pretende conseguir seguridad para las actividades económicas por la vía del fraude o el hecho consumado.

    ¿Qué postura ha mantenido España en las últimas décadas y cómo se ha posicionado en los diferentes procesos de negociación y planes de paz? ¿Cómo considera que debería actuar España?

    La posición oficial de España, desde el abandono del territorio está fijada en la carta de 26 de febrero de 1976. Esa posición no ha cambiado.

    No obstante, aunque España sigue apoyando el proceso de paz de la ONU (que, sintéticamente, sigue considerando que el territorio no se ha descolonizado y que la descolonización debe hacerse mediante la autodeterminación), lo cierto es que la política exterior ha cambiado en estos últimos cuatro decenios. Básicamente las dos tendencias han sido:

    – Equilibrio en el Norte de África (polítca de Suárez y de Aznar)

    – Inclinación (más o menos ostensible) hacia Marruecos (Calvo-Sotelo, González, Zapatero, Rajoy y Sánchez).

    Es un hecho objetivo que la política pro-marroquí ha sido un fracaso. No sólo Ceuta y Melilla están más amenazadas que nunca, sino que la propia Península está sometida a una presión migratoria desde Marruecos que no tiene parangón en la Historia de España.

    Económicamente muchas empresas han hecho grandes negocios en Marruecos, sí; pero se silencia que muchas otras han sido estafadas o boicoteadas (Telefónica, por ejemplo). Al tiempo que ese esfuerzo inversor se canalizaba oficialmente hacia Marruecos sin intentar encauzarlo hacia Argelia o Mauritania.

    Es evidente que la política de cumplimiento de los compromisos asumidos en su día por España (descolonización mediante un referéndum) son la política más inteligente y que más respeto permite obtener en el concierto internacional, además de que económicamente podría ser más rentable enfocar el esfuerzo inversor a otros escenarios.

    Fuente : Descifrando la guerra, 13 dic 2018

    Foto : Resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas 2983 (XXVII) sobre la Cuestión del Sahara Español (1972)

    Tags: Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, ONU, MINURSO, autodeterminación,

  • Sahara Occidental: escenarios y protagonismos

    IRENE GARCÍA BENITO

    Autor: Isaías Barreñada y Raquel Ojeda (coords.)

    Editorial: Los libros de la catarata

    Fecha: 2016

    Páginas: 320 págs.

    Ciudad: Madrid

    La cuestión del Sahara occidental nunca descansa, aunque en España permanezca adormecida. Confluyen en este conflicto un gran interés por una parte del ecosistema político y de la ciudadanía y un bloqueo diplomático que dura ya 40 años.

    Dado que el primer paso para solucionar un problema es comprenderlo, los académicos Isaías Barreñada y Raquel Ojeda han reunido a más de dos decenas de autores para analizar el conflicto del Sahara desde distintos puntos de vista; del derecho a la antropología y las relaciones internacionales. Sahara occidental. 40 años después presenta una visión transversal sobre la actualidad de esta región para aquellos que ya conocen los puntos fundamentales de este conflicto irresuelto y heredado de la descolonización.

    El Sahara Occidental es considerado, desde hace más de 50 años, un territorio no autónomo (artículo XI de la Carta de las Naciones Unidas). Desde que España abandonara el territorio en 1975 sin cumplir sus obligaciones internacionales, como la celebración de un proceso de autodeterminación, se han sucedido distintas etapas. La primera estuvo marcada por una guerra entre el Frente Polisario y las fuerzas armadas de Mauritania y Marruecos tras los Acuerdos de Madrid de 1975 y un primer intento de paz a manos de la Misión de la ONU para el Referéndum del Sahara Occidental (Minurso). Este primer intento de consulta sobre cuál debía ser el estatus de la región no vio la luz debido en gran parte a la oposición marroquí.

    A partir de 2000 se abre una nueva etapa en la que se trató de dar un nuevo impulso a las negociaciones a través de los planes Baker I y II. El primero de ellos fue rechazado por el Frente Polisario.; el segundo, por Marruecos. En 2004, una vez se admitió que, de nuevo, el proceso de autodeterminación del estaba estancado, se dio paso a lo que se conoce como la “vía marroquí”. Por primera vez, Marruecos se presentó una iniciativa para negociar la “autonomía” del Sahara que no contemplaba la celebración del referéndum. El impulso desde el Consejo de Seguridad de la ONU hizo posible que tuvieran lugar cuatro rondas de negociaciones en las que, sin embargo, no hubo avances sustanciales. El inmovilismo ha reinado desde entonces, y llegamos al callejón sin salida actual.

    En todas las se han ido superponiendo cuestiones y actores. Por una parte, la Unión Europea, que ha pasado en la última década del inmovilismo que premiaba el statu quo a llamar la atención a Rabat por la falta de avances. Otros actores destacados son Estados Unidos, cuya alianza con Marruecos no ha hecho que el Sahara cobre interés a escala global; y la Unión Africana, situada hoy como el actor regional con mayor peso en el apoyo a la autodeterminación.

    Mientras los líderes políticos son incapaces de llegar a ningún acuerdo, la sociedad civil saharaui se ha ido movilizando y organizando. El Frente Polisario –liderado hasta su fallecimiento por Mohamed Abdelaziz– ha luchado en las últimas cuatro décadas por el reconocimiento de la República Árabe Saharaui Democrática. El pueblo saharaui ha mostrado “capacidad para reinventarse y no someterse al refugio”. Laura Langa analiza cuatro disyuntivas, ocho características que definen al mismo tiempo al Sahara: nomadismo y rebusque; exilio y refugio; dependencia y olvido; lugar de confinamiento y lugar de vida.

    El Sahara occidental es una historia que sucede en varios escenarios: campos de refugiados, territorios liberados, exilio, desierto… Una historia que está buscando un final feliz, con un desarrollo que dura ya demasiados años. Una historia donde el personaje principal no tiene el protagonismo que le corresponde.

    Fuente: Estudios de política exterior, 14 jul 2016

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, ONU, MINURSO, autodeterminación,

  • El reconocimiento de la RASD es incondicional e irrevocable

    Reconocimiento Estado: incondicional e irrevocable. El Salvador vs. R. A. S. D.

    Recientemente se han hecho públicas las declaraciones vertidas por parte de Nayib Bukele, actual presidente de El Salvador; expresando su rechazo al reconocimiento efectuado por sus predecesores, el 31 de julio de 1989, a la República Árabe Saharaui Democrática (R.A.S.D). [1]

    El Sahara Español (Sahara Occidental), es la antigua provincia española número cincuenta y tres (53), que, unilateralmente, fue abandonada torticeramente, en 1976 por parte de España; amparándose, para ello, en el espurio Acuerdo Tripartito, signado en Madrid en 1975; acuerdo nulo de pleno Derecho, “ab initio”; sin autorización alguna de la ONU (Comité de Descolonización de los 24), un Territorio No Autónomo (pendiente descolonización), bajo su administración, consentida su entrega y ocupación, inicialmente compartida entre Marruecos y Mauritania; ésta última, por razones obvias, haría dejación en agosto de 1979 de la parte del territorio asignado; zona territorial que sería inmediatamente ocupada por parte de Marruecos; sin ninguna otra autorización, más allá de su afán expansionista; anexionándose el territorio a través de la usurpación por la fuerza, con la permisividad de otros sujetos responsables.

    Cuestión previa. Recordemos, que, ante las Naciones Unidas, España continúa siendo la potencia administradora de iure del territorio del Sahara Occidental; hasta tanto sus legítimos titulares (saharauis) puedan ejercer libremente su derecho de autodeterminación, conforme está reconocido por la ONU; mientras, desde la perspectiva del Derecho Internacional Público, el Sahara, indubitadamente, es un territorio ocupado por la fuerza.

    Al respecto de la cuestión del Sahara Español, es obligado rememorar, por todos, a uno de los grandes sufridores y valedores diplomáticos españoles que participaron de manera directa en el peso de las negociaciones de la época (1973/1975); nos referimos al excelso Sr. don Jaime de Piniés (18/nov/1917 – 29/dic/2003).

    Reconocimiento de Estados. Centrándonos en la declaración del actual primer mandatario de El Salvador; cabe resaltar, que, para los entendidos en política internacional, no resultan en absoluto sorprendente; no obstante, resulta adecuado calificar tal declaración contraria al Derecho Internacional; siendo oportuno, en este punto, referirnos a la Convención sobre derechos y deberes de los estados (Séptima Conferencia Internacional Americana, signada en Montevideo el 26 de diciembre de 1933); en dicho texto legal, se expresa al respecto lo siguiente: Artículo 6. “El reconocimiento de un Estado meramente significa que el que lo reconoce acepta la personalidad del otro con todos los derechos y deberes determinados por el Derecho Internacional. El reconocimiento es incondicional e irrevocable.”[2]

    Destacar; los Estados que han reconocido, en fechas diferentes, a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD),asciende a ochenta y cuatro, entre ellos El Salvador.[3]

    Conclusión: Podemos afirmar, que, la declaración de reconocimiento de un Estado efectuada por cualquier otro, conforme a lo expuesto “ut supra”, la misma, deviene irrevocable; por lo tanto, no empece la existencia del Estado como tal; ahora bien, el Estado que haya decidido desdecirse de su anterior declaración, deberá asumir las consecuencias que pudieren depararle.

    Por otro lado, tal actuar, muestra, ante la comunidad internacional, un país poco fiable y/o inconsecuente, debido a la inconsistencia de sus decisiones como Estado. Por otra parte, cabe mencionar la responsabilidad de las Naciones Unidas y la de los diferentes Gobiernos de España, ante el padecimiento de un pueblo abandonado a su suerte; así mismo, aunque la MINURSO mantiene una presencia sobre el territorio ocupado, la misma, resulta más testimonial que efectiva; dedicándose, especialmente, a quitar las minas enterradas en diferentes zonas: así como a facilitar las visitas de los familiares de los habitantes del Sáhara Occidental ocupado y los que viven en los campamentos de refugiados (Tinduf – Argelia); careciendo, en la praxis, de competencia en la prevención y/o la defensa de los Derechos Humanos en las zonas de los territorios ocupados del Sahara Occidental; a título de ejemplo, por todos, referirnos a los trágicos sucesos acaecidos en octubre de 2010, tras la protesta de los jóvenes saharauis, materializada en el campamento “Gdeim Izik” (Campamento de la dignidad) montado en las afueras del Aaiún, con la intención de mostrar al mundo la situación padecida por los saharauis en las zonas ocupadas. Por todo ello; sería aconsejable que la MINURSO fuere dotada de mayores competencias al respecto.

    Respecto al caso del Sahara Occidental, es adecuado referirnos a lo establecido en el Protocolo I de la Convención de Ginebra de 1949, sobre la protección que dicho Convenio Internacional reconoce a los prisioneros de guerra, la cual se extiende también a personas capturadas en conflictos o luchas contra la ocupación colonial, la ocupación de un país por parte de regímenes racistas y a aquellos otros que participan de luchas por la libre determinación de sus pueblos.

    Por lo tanto, cabría entender que la jurisdicción juzgadora de la potencia ocupante, desde un punto de vista netamente jurídico, no resulta competente para enjuiciar ni condenar a los saharauis, que, por otro parte, nunca han reconocido la competencia de dichos tribunales. Así mismo; en respeto y atención, conviene tener en consideración la Resolución 2852 (XXVI) de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 20 de diciembre de 1971[4]: 2. “Reafirma que las personas que participan en movimientos de resistencia y los combatientes por la libertad del África meridional y los territorios bajo dominación colonial y foránea y ocupación extranjera que luchan por su liberación y libre determinación deben ser tratados, en caso de ser apresados, como prisioneros de guerra en conformidad con los principios de la Convención de la Haya de1907 y los Convenios de Ginebra de 1949”.

    En el mismo sentido; la Resolución 3103 (XXVIII) del 13 de diciembre de 1973, Principios básicos de la condición jurídica de los combatientes que luchan contra la dominación colonial y foránea y contra los regímenes racistas; establece: “Todo participante en los movimientos de resistencia, luchando por la independencia y la autodeterminación si es arrestado, tiene que recibir el tratamiento estipulado en la Convención de Ginebra.”[5].

    Juan F. Ramírez

    Analista Político e Investigador

    Fuente : País Canario

    Tags : Sahara Occidental, El Salvador, RASD, Marruecos, ONU,

  • El Plan Baker visto por el mártir Bujari Ahmed

    Baker y el Sáhara Occidental Una nueva dinámica

    Ahmed Bujari

    El País, 26 sep 1997

    Las perspectivas de una solución justa y definitiva en el Sáhara Occidental, tras las negociaciones de Houston y sus resultados, son reales. Y aunque la prudencia es de rigor, se puede decir que a finales del próximo año se celebrará el tantas veces aplazado referéndum de autodeterminación, que debe culminar o con la emergencia de un nuevo Estado en el norte de África o con la extensión hacia el sur de la frontera marroquí. No hay duda alguna de que un referéndum justo y libre, condiciones sobre las que ha insistido de manera incansable el mediador Jarnes Baker, conducirá a lo primero.Houston fue la etapa final de una serie de negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario que se habían iniciado el 23 de junio en Lisboa, continuaron en Londres y de nuevo en Lisboa, concluyendo el 16 de septiembre en la capital del Estado de Tejas. Esta última ronda tenía una importancia crucial no sólo por el tema central de la agenda -código de conducta y periodo transitorio-, sino también por el hecho de que de sus resultados dependía la convalidación de los acuerdos anteriores. A su vez, de esta convalidación dependía la continuidad o no del esfuerzo de las Naciones Unidas para culminar su misión en el Sáhara Occidental.

    Las negociaciones de Houston no fueron fáciles. Conocieron momentos de tensión muy serios que fueron superados por el mediador sólo en las últimas horas del último día.

    Las declaraciones de James Baker a la prensa internacional, anunciando que las dos partes habían alcanzado un acuerdo general que incluye los temas de Houston y todos los anteriores, dieron la vuelta al mundo. Sin infravalorar la inteligencia desplegada por los negociadores marroquíes y saharauis, el éxito hubiera sido imposible de no haber sido por la capacidad, experiencia y peso político del mediador.

    El camino hacia el referéndum queda en principio allanado. Hay una nueva dinámica. Del peligroso estancamiento se pasa al movimiento sobre la base de una serie de acuerdos que conllevan una triple fuerza. La de haber sido: a) aceptados por las dos partes, b) firmados ante Baker, y c) negociados en nombre del secretario general de la ONU, que cuenta con el apoyo del Consejo de Seguridad.

    Un mínimo de prudencia es, sin embargo, aconsejable, ya que en todo acuerdo de naturaleza político-diplomática que implica a varios actores habrá siempre problemas en el momento de la aplicación. El grado de complicación de dichos problemas está en una relación directamente proporcional con la mayor o menor voluntad de obstrucción de una u otra parte. A su vez, la mayor o menor inclinación de las partes a obstaculizar estará en una relación inversamente proporcional al menor o mayor grado de despliegue de autoridad, medios y firmeza de las Naciones Unidas.

    Los acuerdos logrados, contrariamente a lo que algunos medios insinuaron, no dejaron plantadas « manzanas de discordia ». No reemplazan ni modifican la esencia del plan de paz. Lo hacen aplicable. La pregunta del referéndum sigue siendo la misma: independencia del Sáhara Occidental o su integración en la potencia ocupante. De entre los acuerdos, unos resuelven divergencias conocidas, como el espinoso problema de los votantes del referéndum. Otros abarcan campos y temas que podrían ser causa o motivo de divergencias que podrían paralizar de nuevo la aplicación del plan de paz, como es el problema del confinamiento de tropas de las dos partes, el código de conducta, los poderes de la ONU en el periodo transitorio, la presencia de observadores y de los medios de prensa durante dicho periodo… La negociación abordó cada problema concreto, pero dentro de un enfoque global bajo el principio de que « nada está acordado mientras todo no haya sido acordado ».

    La nueva dinámica que descansa sobre ese trípode de fuerza permite decir que lo que fue imposible durante seis años ya no lo es hoy. Pero el cambio en la perspectiva no fue súbito. Fue el resultado de dos factores y de un análisis realista de la situación. Un nuevo secretario general distinto al anterior. Un mediador de gran envergadura al que resulta difícil decirle no sin convencerle. Y un análisis.

    En mayo del año pasado, Butros-Gali decidió arrojar la toalla y retirar a la comisión de identificación del territorio. El proceso quedaba de esta manera paralizado. El diplomático egipcio se apresuró a informar al Consejo de Seguridad de que Ias fuerzas de las dos partes se preparaban visiblemente al combate ». El retorno de los combates supone el estallido del conflicto, el cual, en términos militares, se dirigiría a una prolongación de la guerra de desgaste o se descarrilaría de una manera provocada o casual hacia un enfrentamiento regional, cuya onda de expansión implicaría, en la terminología del autor de Choque de civilizaciones, al nivel « terciario », a través de la venta de armamento, injerencias contenidas e intervenciones extranjeras.

    Es difícil saber si los dirigentes marroquíes habrían retenido algún día esta arriesgada estrategia, cuya finalidad sena complicar el cuadro para complicar la solución. Llevarla a cabo supondría que la luz verde de las grandes potencias habría sido dada. Las consecuencias para la región y para Europa habrían sido imprevisibles si se hubiera desembocado en un conflicto.

    En cuanto al primer escenario, tanto saharauis como marroquíes tienen puntos de fuerza y de debilidad de distinta naturaleza que en su enfrentamiento global se dirimirían a corto o medio plazo contra la parte que tendría, además de la legitimación o no internacional, mayores problemas o urgencias socio-políticas internas.

    En este contexto, si las fuerzas saharauis no pudieran desgastar a las marroquíes en la intensidad que quisieran, la imposición de una guerra de desgaste afectaría, sin embargo, a las arcas del país en un momento en el que las finanzas y las fuerzas armadas son claves para todo proyecto que sirva para responder a las necesidades de una sociedad de 29 millones de habitantes.

    A principios de 1996, la diplomacia marroquí tomó nota de la imposibilidad de implicar a la ONU en un referéndum fraudulento. La opción retenida por este país fue la de continuar implicando a las Naciones Unidas en la protección del alto el fuego desvinculado de un proceso político de aplicación del plan de paz. En otros términos, intentar desgastar al contrario sin ser desgastado. Paralizar el referéndum, culpar a la otra parte de ello y marcar, con el apoyo de la diplomacia francesa, algunos puntos en ciertos países francófonos de África mientras se disfruta de la protección del alto el fuego era algo que no sólo comprometía gravemente a la ONU, sino también absolutamente inaceptable. El punto de vista. saharaui fue explicado de manera reiterada a Butros-Gali y al Consejo de Seguridad.

    Butros-Gali no volvió a mostrar interés por el tema ante la cercanía del fin de su mandato. Había que esperar a enero de 1997. La llegada de un nuevo secretario general de las Naciones Unidas fue la ocasión para una evaluación en profundidad del tema del Sáhara Occidental. En su primer informe al Consejo de Seguridad, Kofi Annan llega a dos conclusiones. De un lado, la ONU no puede abandonar el territorio y proclamar el fracaso, al igual que en Somalia. De otro, la ONU no puede seguir indefinidamente en el Sáhara Occidental sin un objetivo claro, sin una perspectiva de referéndum, que es la razón de ser de su presencia. Las dos conclusiones configuran aspectos de un dilema shakespeariano. Salir de él requiere una renovada autoridad de la ONU y un mediador de grueso calibre. En este sentido, la decisión del secretario general de nombrar a Baker fue acertada.

    Vuelvo a repetir que la prudencia no debe ser abandonada. No todo está. definitivamente resuelto, pero el movimiento ha reemplazado a la parálisis anterior. Si el proceso culmina sin mayores problemas, las ventajas de una paz justa e irreversible en el Sáhara Occidental son de una incalculable repercusión positiva, no sólo para el pueblo saharaui, que demostró, desde la dignidad, que merece esa paz, sino también para el Magreb y su vecindad geopolítica. Por este solo objetivo merece el respaldo sincero de todos; de unos más que otros… por la cuenta que les trae este asunto.

    Ahmed Bujari es miembro de la delegación negociadora y representante del Frente Polisario en la ONU.

    * Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de septiembre de 1997

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, ONU, MINURSO, Plan Baker, referéndum, autodeterminación,

  • «  Mientras EEUU y Francia apoyen la posición de Marruecos no habrá referéndum » (Carne Ross)

    Según el embajador español José A. de Yturriaga Ph-D., la consultoría «Diplomático Independiente» fue creada en 2004 por Carne Ross, ex-responsable de Oriente Medio en la Misión Británica ante las Naciones Unidas en Nueva York, con el fin de asesorar sobre cuestiones de autodeterminación a regiones y entidades que quisieran convertirse en estados.

    En un artículo publicado en las páginas de The Diplomat in Spain« Su organización, añade Yturriaga, ha asesorado a movimientos que se han convertido en Estados -como Kosovo y Sudán del Sur-, a gobiernos regionales -como Cataluña- y a movimientos de liberación nacional -como el Frente Polisario del Sáhara Occidental ».

    « Para él, la autodeterminación tiene muy poco que ver con la ley. «Sólo te vuelves independiente presionando por ti mismo. Nadie te lo dará, aunque en última instancia son otros estados los que deben reconocerte como estado», pero esta elección es siempre política. Los argumentos jurídicos pueden reforzar los argumentos políticos, pero nunca son primarios. El caso legal de Kosovo era débil, pero su caso político era sólido. Según Ross, se puede llenar una biblioteca con las resoluciones de la ONU que exigen un Estado Palestino o la celebración de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental y, sin embargo, Palestina no es un Estado y no se ha celebrado ningún referéndum en el antiguo Sáhara español », añadió.

    Para Ross, señala la misma fuente, « fue el uso de la violencia lo que permitió alcanzar el proceso de status final, que finalizó con la declaración de independencia de Kosovo en 2008. En cuanto al sur de Sudán, ha citado la respuesta de un líder sudanés a la pregunta de un político saharaui sobre por qué se había celebrado el referéndum de Sudán mientras que el referéndum en el Sáhara Occidental todavía no se ha celebrado: «Porque le dijimos a todo el mundo, muy claramente, que si no lo conseguíamos, iríamos a la guerra al día siguiente».

    « Con respecto al Sáhara Occidental, Ross ha declarado que el Frente Polisario ha perseguido casi 30 años de diplomacia pacífica, aunque infructuosa, para exigir el cumplimiento de la decisión de la ONU de un referéndum de autodeterminación. Se ha negado a volver a una lucha de liberación por la fuerza militar, a pesar de la provocación de la anexión por parte de Marruecos de la mayor parte de su territorio. Ha demostrado una paciencia y un compromiso interminables con una solución pacífica, con el resultado de la ausencia de un referéndum y con escasas perspectivas de alcanzarlo. Mientras EEUU y Francia apoyen la posición de Marruecos no habrá referéndum. La recomendación del consejero belicoso sería probablemente que el Polisario retomase la guerra de guerrillas contra Marruecos », concluye el diplomático español.

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, ONU, Estados Unidos, Francia, autodeterminación,

  • De cómo se expolian los recursos naturales del Sáhara Occidental: el derecho al servicio del poder económico

    La Real Academia de la Lengua define poder como «dominio, imperio, facultad y jurisdicción que alguien tiene para mandar o ejecutar algo». También define derecho como «conjunto de principios y normas, expresivos de una idea de justicia y de orden, que regulan las relaciones humanas en toda sociedad y cuya observancia puede ser impuesta de manera coactiva», otras acepciones añadidas serían «legítimo, fundado, cierto, razonable, justo». Por último, en lo que nos interesa para esta reflexión, en su tercera acepción define economía como «ciencia que estudia los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos». Pues bien, juzguen ustedes mismos las conexiones, puentes y coqueteos entre semejante trío en el caso del Sáhara Occidental, que bien deberían ser objeto de estudio académico, y dicho sea de paso, objeto de información de los medios de comunicación de masas.

    Las pocas veces que aparece en los medios de información, el conflicto del Sáhara Occidental es tratado como un conflicto inter partes cuyo efecto principal es que casi 200.000 saharauis lleven 36 años en los campamentos de refugiados y refugiadas en Tindouf, Argelia; lo que a renglón seguido, explica la verdadera noticia informativa, el programa «Vacaciones en Paz» que trae aproximadamente 10.000 niños saharauis a veranear en España con sus familias de acogida.

    Sin embargo, hay dos enfoques claves del conflicto que nunca son visibilizados por los medios de comunicación: la expoliación de recursos naturales en los territorios ocupados, en el Sáhara Occidental, sustentada y garantizada por la ocupación ilegal del ejército marroquí; y la gravísima violación de los derechos humanos a la que es sometida la población saharaui en este territorio. Aunque consideramos que ambas situaciones están profundamente interconectadas y que son las dos caras de la misma moneda, por razones expositivas nos centraremos ahora en la primera de ellas, la expoliación de recursos naturales.

    El Sáhara Occidental, y por tanto la República Arabe Saharaui Democrática, –RASD–, reconocida por casi 100 países a nivel internacional(2) posee inmensas reservas de fosfatos, uno de los más importantes bancos pesqueros del Atlántico, gran cantidad de sal, arena, agua potable, etc. En su territorio se vienen realizando desde los años sesenta prospecciones de petróleo y en la actualidad ya se habla de que pudiera convertirse en el «futuro huerto solar de Africa»(3) . Sin embargo, como veremos a continuación, Marruecos mantiene el control de facto de los centros urbanos y económicos del Sáhara Occidental, negocia y se beneficia directamente de la extracción de estos recursos naturales, a pesar de que el Sáhara Occidental es considerado un territorio no autónomo cuya potencia administradora es España, según Naciones Unidas(4) .

    De acuerdo con la Carta Fundacional y su Resolución 1514 (XV) de 1960 de la Asamblea General, la potencia administradora de un territorio es responsable de asegurar que cualquier beneficio económico obtenido en su colonia debe beneficiar directamente a los habitantes de dicha colonia(5) . En otras palabras, un país no puede explotar los recursos naturales de un territorio no autónomo sin el consentimiento de los pueblos autóctonos y sin volver a invertir los frutos de esta explotación en el propio territorio. Se debe prestar especial atención al artículo 73 de la Carta de las Naciones Unidas, puesto que del mismo se desprende que los intereses de los habitantes de estos territorios tienen prioridad absoluta y la tarea de los poderes administrativos sobre tales territorios se considera como un «deber sagrado».

    En relación a los recursos naturales de carácter mineral cabe destacar que tan sólo la producción del yacimiento de Bou Craa supone una producción anual de 2,4 millones de toneladas, contribuyendo de forma sustancial a engordar los beneficios de Marruecos, concretamente en 1250 millones de euros anuales(6) . Además, Marruecos permite la realización de prospecciones petrolíferas en las tierras saharauis y por ello ha concedido a la empresa norteamericana Kosmos Energy y Island Oil & Gas de Irlanda licencias de explotación en la zona de Smara(7).

    En el mismo plano, la Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General relativa a la cuestión de la puesta en práctica de la Declaración sobre la Concesión de Independencia a los Países y Pueblos Coloniales, hace un llamamiento a los poderes administrativos para que «garanticen que todas las actividades económicas en los territorios no autónomos bajo su administración no afecten de modo adverso a los intereses de los pueblos de dichos territorios, sino que se destinen, en su lugar, a ayudarlos en el ejercicio de su derecho a la autodeterminación»(8) . Estas resoluciones también contienen disposiciones diseñadas para la protección de los «derechos inalienables de los pueblos de estos territorios a disponer de sus recursos naturales y al establecimiento y mantenimiento del control sobre el desarrollo futuro de estos recursos, además de tratar de la necesidad de proteger a los pueblos de los territorios sin gobierno autónomo de la explotación y el saqueo por parte de otros intereses económicos extranjeros»(9).

    En definitiva, desde el punto de vista de la legislación internacional, las actividades económicas en un territorio no autónomo por parte de una potencia administradora serían legales si se realizaran en beneficio de las personas de dicho territorio, en su nombre y en consulta con sus representantes. Y el país obligado a garantizar esto es la potencia administradora, España. Por ello, es más que evidente que Marruecos carece de autoridad para dedicarse a la exploración o a la explotación de recursos minerales en Sáhara Occidental en tanto ni es potencia administradora, ni tiene en cuenta los intereses y los deseos del pueblo del Sáhara Occidental. Como indica uno de los principales lemas en las denuncias de los movimientos sociales «Marruecos culpable, España responsable», aludiendo a la innegable responsabilidad jurídica de nuestro estado.

    Sin embargo, la Comisión Europea firmó un Acuerdo de Asociación Pesquero con Marruecos en mayo de 2006 que se aplica, en principio, a las zonas de pesca marroquíes, lo que viene pues a referirse, a las aguas bajo soberanía o jurisdicción del reino de Marruecos. No obstante en dicho acuerdo no se hace distinción alguna en relación a las aguas adyacentes del Sáhara Occidental. La ilegalidad de este Acuerdo de la Unión Europea con Marruecos resulta obvia si nos detenemos en el Protocolo del Acuerdo. Este documento hace referencia en exclusividad a los «recursos de Marruecos», en su artículo 4. En relación a la contribución financiera, el Protocolo afirma en su artículo 6 que «se dejará a la entera discreción de las autoridades marroquíes el uso de esa contribución financiera». Este mismo artículo establece, de manera prescriptiva, en una larga enumeración cómo debe asignarse la contribución y en ella es muy difícil identificar a los saharauis. El protocolo menciona a lo largo de su articulado y en su propio apéndice «la industria pesquera marroquí» «la zona Atlántica marroquí», los «marineros marroquíes» y los «puertos marroquíes». Aunque la clave reside sin duda en el Apéndice 4, en el que se explicita los límites de las zonas pesqueras marroquíes. Concretamente establece para la pesca del atún las coordenadas limitadoras en el sur de «al sur de 29° 00’»10 , lo que incluye, como era de sospechar, las aguas del Sáhara Occidental. De este modo, el acuerdo deja la puerta abierta a la pesca en las aguas territoriales saharauis, puesto que la interpretación de la fórmula en coordenadas entiende todas las aguas hacia el sur, hasta donde comienzan las de Mauritania, aproximadamente a 21° N.

    En relación con la explotación de los recursos pesqueros, según un Informe Marco General elaborado por la embajada de España en Rabat en 2009, el «sector pesquero marroquí» alcanzó un volumen de negocios de más de 706 millones de euros. Las cifras van ascendiendo el volumen total de capturas en 2008 a 1.017.027 toneladas, aumentando un 24% su valor respecto al año 2007, un año posterior a la entrada en vigor del Acuerdo Pesquero con la Unión Europea. Por otro lado, en relación con valor de los desembarques de este segmento registrados en los mercados se contabilizó 432 millones de euros, frente a los 351 millones de euros del año anterior, conllevando entonces un aumento del 23%. Del mismo modo, se confirmó que la pesca costera y artesanal representa más de 94% en volumen total. El puerto del Aaiún registró el año 2007 casi la mitad de los desembarcos de pesca controlados desde Marruecos. Las empresas españolas también tienen sus propios intereses como es el caso de Europacífico, que tiene socios japoneses, chilenos y neerlandeses, y firmó el año 2008 un acuerdo para distribuir 30.000 toneladas de pescado saharaui11 .

    La Carta de las Naciones Unidas es sin duda el eje vertebrador del Derecho Internacional y sus Leyes, y según su artículo 103, la carta tiene básicamente primacía sobre otros acuerdos internacionales en caso de conflicto entre dichos acuerdos y aquélla. Por tanto, jurídicamente hay mecanismos más que suficientes para paralizar la expoliación de recursos. Sin embargo, de nuevo podemos ver la flagrante violación del Derecho Internacional, esta vez a cargo de la UE, una de las principales instituciones que promueve su cumplimiento. No en vano, Marruecos es el país del mundo que más resoluciones de Naciones Unidas vulnera, después de Israel.

    Nos topamos con la «realpolitik»: el capitalismo como sistema de mercado y el neoliberalismo como ideología sostienen a este mundo tal y como lo conocemos. De este modo, nos preguntamos en qué medida estas instituciones supranacionales son utilizadas y/o están al servicio de los intereses determinados por el poder económico. Un poder económico que usa el derecho, el propio acuerdo pesquero, para terminar compartiendo con los poderes políticos un muy rentable sentido de la justicia.

    Nada nuevo, pensarán ustedes, a poco que conozcamos la fundamentación filosófica del neoliberalismo y los mecanismos institucionales a través de los cuales opera. Lo preocupante, desde nuestra percepción como estudiantes, ocurre cuando desde el propio sistema educativo y el pensamiento político, como sucede con los medios de comunicación, «la mano invisible» se hace más invisible y más incuestionable que nunca al desconocer e ignorar precisamente los vínculos y las superposiciones entre lo que estudiamos como diferentes disciplinas auto-referenciadas e independientes, de manera complaciente. ¿Hasta qué punto está la educación también está sustentada y sustentando este pensamiento neoliberal, el pensamiento único? ¿Ocurre una producción en masa de mentes sumisas e incapaces de pensar y conocer alternativas? ¿Por qué los alumnos y alumnas nos sentimos en una cadena de montaje fordista del conocimiento? ¿Por qué el sistema educativo no suele trabajar con los nombres de las empresas beneficiadas por tan sui generis ejercicio del derecho?

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    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, ONU, recursos naturales, unión europea, UE, pesca, fosfatos,

  • El día que España entregó el Sáhara

    Javier Tusell

    El País, 16 dic 2001

    El reciente aniversario ha permitido recordar la trascendencia de la marcha verde en la relaciones entre España y Marruecos y en el origen de un conflicto, el del Sáhara, cuya resolución sigue pendiente. Sabemos que las autoridades españolas y las marroquíes se pusieron de acuerdo en que las primeras cedieran a las segundas la administración de la antigua posesión de un modo que contradecía la política hasta el momento seguida por España. Tal actitud resultaba impuesta para los dirigentes de entonces por la situación interna, en un momento en que con la enfermedad de Franco se planteaba un momento crítico de aquel régimen. Lo que ignoramos, en cambio, son los términos en que se tomó esa decisión. Hoy, 25 años después, ya se puede desvelar y no deja bien a las autoridades de los dos países.

    ‘De andaluz a andaluz’

    Solís llegó por la mañana del 21 de octubre de 1975 a Rabat y fue acogido de manera ‘extraordinariamente cordial y amistosa’ por el monarca alauí. Éste no sabía mucho sobre la enfermedad de Franco y ‘se demudó’ al enterarse de la gravedad de su dolencia. La conversación tuvo lugar por la tarde y de ella tomó nota cuidadosa el embajador español, Adolfo Martín Gamero.

    Solís fue al grano. Las autoridades españolas temían que la marcha verdeprovocara muertos al pasar por la frontera minada. ‘El Gobierno español’, dijo, ‘comprende que a estas alturas es difícil para su majestad paralizar la marcha…, pero puede detenerla tras haber penetrado unos metros’. Existía el mandato de la ONU sobre la autodeterminación de los habitantes, pero eso ‘no impedía el que podamos estudiar entre nosotros vías para que el resultado de la misma sea favorable a Marruecos; si hoy llegamos a un acuerdo, otras conversaciones ulteriores serán fáciles’. ‘A España’, concluyó el ministro, ‘le interesa una monarquía fuerte en Marruecos porque los enemigos de esa monarquía son nuestros mismos enemigos’.

    También Hassan II se pronunció con claridad y con idénticos nulos deseos de dejar que los saharauis lo hicieran por sí mismos. Adelantó que ‘nunca buscaría una solución que fuera contraria a la dignidad de España’, pero se declaró engañado por ella. A López Bravo, anterior ministro de Exteriores, le había dicho que España podía permanecer cuanto quisiera en el Sáhara, pero que a él no se le debía poner ante el ‘hecho consumado’ de su independencia. ‘Me consta que una característica de Franco es ser testarudo, pero ésta lo es también de los alauíes como yo’, remachó. ‘Los polisarios’, según él, ‘no hablan el castellano ni comprenden nada del espíritu’ español; en cambio, él se presentaba no como un ‘rey encolerizado, sino como un amigo de verdad’, aunque ‘traumatizado’. Como prueba de su buena voluntad ofreció una muestra de su pillería: a López Bravo le había indicado las zonas de la costa marroquí en que, aunque la pesca fuera ilegal, la toleraría.

    Solís insistió entonces en que España estaba dispuesta a abandonar el Sáhara, y en ese momento Hassan II le cortó: ‘Ahí está precisamente el error. Yo no quiero que se vayan ustedes tan pronto. Yo soy aún débil y necesito tener en el Sáhara un aliado’. Así se lo había escrito a Franco hacía tiempo. No podía tolerar que los militares españoles de guarnición en el Sáhara se mostraran más dispuestos a hablar con el Frente Polisario que con él porque ‘para todo marroquí eso es sinónimo de acuerdo entre España y Argelia’. Esta última suponía un peligro revolucionario y ‘ahora van a dejar que esta ideología triunfe y se implante en el sur de Marruecos’.

    Solís estaba ya a la defensiva. Propuso entonces la celebración de una conferencia cuatripartita (es decir, con Argelia, Marruecos y Mauritania), pero Hassan II le repuso que se negaba a tratar con los argelinos. El ministro español se mostró tan sólo interesado en guardar unas mínimas apariencias. España estaba dispuesta a ‘ayudar a Marruecos para que éste sea quien acabe incorporándose al Sáhara’. Su interlocutor había dejado caer la posibilidad de que a medida que se fueran los españoles, ‘campesinos auténticos’ procedentes de Marruecos les fueran sustituyendo, pero eso al enviado español le parecía demasiado, pues ‘una ocupación poco a poco… sería demasiado visible’. Al final resumió sus deseos en tan sólo ‘que los acuerdos de la ONU queden cubiertos’, claro está que en apariencia.

    Hassan II no se comprometió a nada y, a diferencia de Solís, dijo no estar dispuesto a improvisar tomas de postura. Pero no dejó de mencionar vías de solución entreveradas de amenazas, y, sobre todo, no estuvo dispuesto a detener la marcha verde; a lo sumo manifestó su voluntad de tratar con España. Si había exhibido en meses precedentes reivindicaciones sobre Ceuta y Melilla era ‘porque ustedes nos han obligado a usar los últimos recursos’; en condiciones normales sólo haría esta demanda una vez que España recuperara Gibraltar.

    ‘Turistas’ marroquíes

    En cuanto a la marcha, aseguró con firmeza, ‘no puedo pararla’. ‘España es nuestro vecino’, dijo con condescendencia, ‘y, sin duda, por razones de salud del Generalísimo, pasa actualmente por un mal momento’. Pero, aludiendo al jefe militar español del Sáhara, ‘si un general español ha encontrado el medio de entenderse con comunistas como los del Polisario, también podrá entenderse con los monárquicos que vienen desde Marruecos’. Sugirió que los norteamericanos estaban al tanto de sus proyectos y, como para demostrar que sus propósitos eran evitar un choque armado, asimiló a los participantes en la marcha con los millones de turistas que cada año visitaban España. Sólo detendría a los suyos en caso de que antes de llegar a la frontera hubiera una decisión de la ONU en el sentido de que España y Marruecos solucionaran la cuestión; los diplomáticos españoles debían recibir instrucciones en el sentido indicado. ‘La sola y única’ solución que no podía contemplar’, concluyó, ‘era la posibilidad de la independencia’. Lo que dijo entonces Solís, concluyendo la entrevista, es la más palmaria demostración de la debilidad de aquella dictadura con un Franco agonizante: ‘Digo solemnemente a V. M. que no queremos la independencia, que lo que necesitamos es cubrir las formas y salvar nuestros compromisos… y que estamos de acuerdo en que el Sáhara sea para Marruecos’.

    Nada concreto se pactó en esta conversación, pero de ella derivó todo. España abandonó el Sáhara como consecuencia de su situación interna; lo hizo en contra de toda su política exterior precedente. Luego los políticos de la transición, principalmente Marcelino Oreja, restablecieron la línea de principios y de coherencia de la política española. Pero de la conversación deriva en la actualidad un contencioso todavía vivo, uno de cuyos inconvenientes es contribuir a envenenar la relación entre España y Marruecos.

    UNA LARGA DISPUTA

    TRAS UNA LARGA DISPUTA, España y Marruecos habían sometido al Tribunal de La Haya sus diferencias: mientras que España se había mostrado partidaria de la autodeterminación ante Naciones Unidas, Marruecos se había opuesto a ella. La decisión del alto tribunal se tomó el el día 16 de octubre de 1975 y fue favorable a la posición española. Ese mismo día, el rey Hassan II anunció la marcha verde, que llevaría a centenares de miles de personas hasta la frontera de aquel territorio. Un día antes, sin embargo, Franco había sufrido un primer infarto que acabaría llevándole a la muerte, y el Gobierno español, que aún no había informado a la opinión pública de la gravedad de su enfermedad, decidió el 17 de octubre el abandono del Sáhara.

    * Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de diciembre de 2001

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, Marcha Verde, ONU,

  • «Hamada», un premiado documental sobre el pueblo saharaui

    Eloy Domínguez Serén dirige «Hamada», un documental sobre un grupo de jóvenes amigos que viven en un campo de refugiados en medio del desierto del Sáhara. Estreno en España el 12 de julio de 2019.

    Un campo de minas y el segundo muro militar más grande del mundo separan a Sidahmed, Zaara y Taher de su patria, que sólo conocen a través de las historias que les cuentan sus padres. Ellos pertenecen al pueblo saharaui, una de las comunidades más olvidadas del mundo, abandonados en un campamento de refugiados en medio del desierto después de que Marruecos los expulsase del Sáhara Occidental hace más cuarenta años. Nuestros jóvenes protagonistas pasan sus días arreglando coches, a pesar de que realmente no los pueden llevar a ninguna parte, luchando por un cambio político que nunca llega y soñando con un futuro que probablemente no ocurrirá. Con todas las expectativas, energía e ilusiones de la juventud, sueñan con elevarse sobre las fronteras físicas que los rodean.

    Hamada significa terreno desértico caracterizado por una superficie llana y pedregosa, con escasa arena. Entre los saharauis se usa también para referirse a «vacío» o «sin vida».

    Para este documental, el director gallego Eloy Domínguez Serén («No cow in the ice») pasó ocho meses en los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf, donde convivió con una comunidad que tuvo una gran implicación en la concepción y el desarrollo de este proyecto, que se convirtió en una plataforma donde poder expresarse abierta y libremente.

    «El principal motivo para explicar el silencio alrededor de este conflicto es el paso del tiempo, un devoto aliado del olvido. Han pasado ya cuarenta y cuatro años y este pueblo continúa aún atrapado en un callejón sin salida», dice el director.

    «Hamada» ha recibido varios premios: Mejor Película Española en el Festival Internacional de Cine de Gijón 2018, Mejor Director Español en el Festival Internacional de Cine de Gijón 2018, Mejor Ópera Prima en Cinéma du Réel, Premio del Jurado Joven en Cinéma du Réel y Premio al Documental en Tempo Film Festival de Suecia, entre otros.

    Duración: 89 min.

    Género: Documental.

    Países: Suecia, Alemania, Noruega.

    Año: 2018.

    Estreno en España: 12 julio 2019.

    Distribuidora: Elamedia Estudios.

    Calificación por edades: Apta para todos los públicos.

    Fuente : La Butaca

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, ONU, MINURSO,

    [youtube https://www.youtube.com/watch?v=6Cwyfrlp-6I&w=560&h=315]

  • L’ONU contre la protection des civils au Sahara Occidental

    Le 29 mai l’ONU a célébré la Journée Internationale des Casques bleus dont le thème cette année était la protection des civils. La Mission des Nations Unies en Sierra Leone a été la première à mettre en oeuvre le mandat octroyé par le Conseil de Sécurité sur la protection des civils.

    A cette occasion, un média onusien a rencontré Jean-Pierre Lacroix, chef des opérations de paix des Nations Unies où il a loué les «  succès du maintien de la paix des Nations Unies ».

    Selon M. Lacroix, « le Conseil de Sécurité, les Etats membres et les Nations Unies en général ont tiré les leçons de ce qui s’était passé dans les années 1990 en Bosnie et au Rwanda ».

    « Il a été clair , précise-t-il, que lorsque des conflits de produisaient avec de lourdes menaces sur les civiles il fallait faire davantage. Il fallait que des mandats plus complets soient donnés aux opérations de maintien de paix pour qu’elle puisse éviter ce qui s’est produit à Srebreniça ou au Rwanda ».
    Le responsable onusien a ajouté que « la Sierra Léone était clairement un conflit où les civiles étaient lourdement menacés et même plus que menacés puisqu’il y a eu de nombreuses victimes. Donc, il est très juste que ce tournant soit pris par les Nations Unies et aujourd’hui la protection des civils fait partie des priorités des mandats de beaucoup de nos opérations ».

    Il y a lieu de préciser que M. Lacroix, à l’instar de son prédécesseur à la tête du Département de maintient de la paix, est français et son pays s’oppose à la protection des civils au Sahara Occidental où la MINURSO ne dispose pas de ce mandat. Plusieurs organisations internationales, dont Human Rights Watch et Amnesty International, demandent chaque année au Conseil de Sécurité, d’élargir le mandat de la mission onusienne au Sahara Occidental à la surveillance des droits de l’homme.

    Le Maroc multiplie les violations des droits dans l’ancienne colonie espagnole où la population vient d’enterrer un jeune rappeur et les autorités d’occupation sont pointées du doigt dans son assassinat.

    Tags: Sahara Occidental, Maroc, ONU, MINURSO, protection des civils,

  • Sahara occidental, un capítulo “encapsulado” de la historia de España

    Carta a un historiador español

    Luis Portillo Pasqual del Riquelme

    He aquí la carta que escribí el pasado mes de octubre al historiador español Julián Casanova

    Estimado Profesor Casanova:

    Me tomo la libertad de ponerle estas líneas con la esperanza de que tengan alguna utilidad.

    He escuchado su oportuna e interesante intervención esta noche (jueves, 4 de octubre) en RNE, desde su actual residencia en la Universidad de Princeton, y me he animado a escribirle.

    Como hijo de militar, viví algunos años en la « provincia española » que hoy es el Sáhara Occidental ocupado e invadido por Marruecos. Me duele mucho la actuación de España (fundamentalmente, pero no solo, de sus gobiernos) entonces y también ahora. Dejamos a los saharauis en manos de sus peores enemigos. Y hoy se mantiene el silencio; y también en silencio se sigue maniobrando en contra de ese pueblo. Y los representantes de los poderes públicos no alzan la voz ni atienden las reiteradas demandas de la ciudadanía consciente y solidaria con esa causa, una importante causa pendiente de la Transición española a la democracia. Una transición incompleta mientras no asumamos y cumplamos con nuestra enorme responsabilidad en el abandono y entrega de ese pueblo y su territorio a Marruecos.

    A finales de 2007 estuve unos días en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf. La experiencia fue traumática. Me pareció una injusticia universal, con todo lo que ello conlleva.

    Desde entonces, de forma irregular, y en la medida de mis fuerzas y conocimientos, vengo escribiendo (« disparando » cuasi panfletos) para intentar difundir la causa, romper el silencio y mover a nuestros dirigentes a que retomen seria y valientemente (?) sus obligaciones (en mi opinión) en este asunto. (Le envío, más abajo, algunos vínculos a trabajos publicados; buena parte de mis escritos están publicados en « Tlaxcala  » y en « Rebelión »).

    Pero yo soy solo un aprendiz de escribiente, ni historiador, ni científico, ni intelectual. Si lo prefiere, un « joven » de 73 años que entiende el compromiso personal y no se pierde (a veces, sí) en los vaivenes y desbarates de esta sociedad consumista, oportunista y acomodaticia. Miope y juerguista (las valoraciones positivas se las dejo a otros, que son muchos, demasiados: el atontamiento general, nacional o internacional).

    Le escribo porque usted es una persona seria y puede ejercer influencia sobre personas e instituciones para que la causa saharaui, que es un tema de nuestra historia pasada y contemporánea, sea abordada e implantada en la Universidad, se estudie, se investigue, se dé voz a quienes se les ha robado todo y, desde la Universidad (al menos, desde la Universidad) se dé visibilidad a esa cuestión pendiente, se profundice en ella en los Departamentos de Historia Contemporánea (y otros, como Cooperación, Relaciones Internacionales, Derecho Público, Política Exterior, Ciencias de la Información y la Comunicación, Diplomacia,…, etc.). Es decir, poner la cuestión sobre el tapete y forzar a que los responsables políticos dejen de mirar para otro lado.

    Sé que usted estará muy atareado con sus temas, como no puede ser de otra manera. Pero como estudioso de la España Moderna y Contemporánea -uno de los mejores y con mayor prestigio-, estoy seguro de que podrá encontrar algunos momentos para trasladar estas preocupaciones y sugerencias a compañeros, profesores, estudiantes y círculos interesados. A fin de cuentas, un solo artículo suyo vale un potosí y puede servir para abonar el terreno.

    Yo solo soy un escribiente (aprendiz de) impetuoso y voluntarista, y aquí hacen falta profesionales comprometidos y con altura de miras, gente que no busque solo el dinero y los votos y que sepa que la vida del pueblo saharaui vale tanto o más que la nuestra y nuestros logros y comodidades. Es una enorme deuda pendiente que debemos saldar de una vez por todas (Francia lo viene haciendo, en parte, con Argelia. Claro que Francia es, al mismo tiempo, quizás el peor enemigo del pueblo saharaui: los quiere machacados y desaparecidos del mapa. También Portugal se propuso y logró solucionar la cuestión de Timor Oriental. Nosotros, ni Cuba, ni Filipinas, ni Guinea ni el Sáhara Occidental.

    Espero que pueda disponer de algún tiempo para reflexionar sobre lo que aquí le expongo, trasladarlo a sus mejores colegas y poner algo ad hoc en marcha. No sabe usted cómo y cuánto se necesita, cuánto ellos lo necesitan. Y cuánto se lo agradecerán, aunque no tengan voz. No podemos dejarlos tirados en el camino, como hemos venido haciendo y como lo desean las fuerzas más retrógradas, reaccionarias y cavernícolas de Carpetovetonia (y también, de Francia, EE.UU y algunos más).

    Una cosa es que haya mucha bibliografía sobre el tema (bastante silenciada), y otra diferente es que se consiga potenciar institucionalmente la globalidad de la causa, buscando por todos los medios solucionar este problema, que arranca con la muerte del famoso General y aún hoy la llevamos arrastrando. Y mucho peor la sufre y padece el tan maltratado pueblo saharaui.

    Agradezco su atención y su interés, y estoy a su disposición.

    Reciba un cordial saludo,

    Luis Portillo Pasqual del Riquelme (Madrid)

    Dos observaciones adicionales:

    1) Tal vez le interese contactar con el Catedrático de Derecho Constitucional CARLOS RUIZ MIGUEL (Catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Santiago de Compostela), en mi opinión, el mejor experto en España, si es que no en el mundo.

    2) Ejemplo de cómo se pretende silenciar esta causa: Leí con avidez y mucho interés las Memorias de JUAN LUIS CEBRIÁN (periodista profesional, cerebro de PRISA, primer director de EL PAÍS, miembro del Club Bidelberg, de la Real Academia de la Lengua, y muchas cosas más: « PRIMERA PÁGINA ». En sus páginas y capítulos Iba desgranando año a año, los asuntos más relevantes de cada año. Pues bien, en el capítulo dedicado a 1975, ni siquiera menciona la palabra « Sáhara », ni Marcha Verde, ni el Acuerdo tripartito de Madrid,…, nada de nada, ni la prensa de la época… ¿Cómo puede hacer eso un periodista de su categoría, con lo tremenda, explosiva y duradera que fue aquella situación? Yo presencié la Marcha Verde en Suecia, ¡en la TV sueca! (se vio en todo el mundo). Fue el último Consejo de Ministros presidido por Franco y, precisamente, le dio el pipi leque en ese Consejo cuando le informaron de la situación en el Sáhara… Y todo eso lo oculta, a sabiendas, Juan Luis Cebrián.

    Creo que era el Capítulo 5. Me indigné y me propuse escribirle. Pero, prudentemente, esperé a terminar el libro, a ver si, por casualidad, hablaba de ello en algún otro capítulo posterior. Pero no. Tan solo tres capítulos más adelante, hablando de la situación del Ejército ante la reforma prevista del mismo, únicamente en una sola línea decía algo así (no tengo ahora el libro a mano) como que el Ejército estaba molesta por el asunto de la Marcha Verde, o por el abandono del Sáhara. Nada más. Una sola línea. Aún hoy, dos años después de la lectura de esas « Memorias » (en las que él se pone como el mejor profesional de la información), pienso escribir sobre ello (caí enfermo y se me acumuló todo el trabajo no hecho y a recuperar). Por suerte, lo haré menos encolerizado y con más mano izquierda: un enano contra un gran preboste y el Imperio PRISA… Ese « incidente » me permitió comprender hasta dónde llega la fuerza del lobby (eso se llama de-sin-for-ma-ción, incluso en base al Libro de Estilo de EL PAÍS. La consigna de « encapsular el conflicto del Sáhara », lanzada por el propio Felipe Gonzáles y dada como noticia en su día por ese periódico. (Hoy puede encontrarse en Internet, pero NO en la web de EP. Lo han borrado).

    Así que estas « pequeñas cosas », que pasan desapercibidas, todas remiten a un periodismo de desinformación, a un trabajo y una estrategia del lobby promarroquí, a una concreta alianza con el régimen alauita, y al sometimiento a los diktats del Elíseo…

    Todo esto debe saberse.

    Enlace a mis escritos en Tlaxcala

    La respuesta de Julián Casanova

    Muchas gracias por su mensaje, que aprecio. Y tiene razón, una cosa es la bibliografía e historiografía sobre el tema y otra, muy distinta, el conocimiento en general que se tiene sobre él y la escasa visibilidad en el mundo académico.

    Un saludo,

    Julián Casanova

    Fuente: Tlaxcala, 29 jun 2019

    Tags : Sahara Occidental, Frente polisario, Marruecos, ONU, España, descolonización,