Étiquette : ONU

  • Un expert de l’ONU annule sa visite au Maroc parce que « les conditions nécessaires » ne sont pas réunies

    GENÈVE (19 mars 2019) – Le Rapporteur spécial des Nations Unies sur l’indépendance des juges et des avocats, Diego García-Sayán, a annoncé que les conditions nécessaires à sa visite au Maroc ne sont pas remplies.

    « Le Gouvernement marocain n’a pas été en mesure d’assurer un programme de travail conforme aux besoins du mandat et aux termes de référence nécessaires pour les visites aux pays dans le cadUn expert de l’ONU annule sa visite au Maroc parce que « les conditions nécessaires » ne sont pas réuniesre des procédures spéciales « , a-t-il dit.

    L’expert des droits de l’homme devait se rendre au Maroc du 20 au 26 mars 2019 pour examiner l’impact des mesures visant à garantir l’indépendance et l’impartialité du pouvoir judiciaire et des procureurs, ainsi que l’exercice indépendant de la profession juridique.

    « Il est très regrettable que les suggestions de lieux à visiter et le calendrier des travaux n’aient pas été pleinement pris en compte par le Gouvernement. C’est une condition préalable essentielle à l’exercice du mandat de Rapporteur spécial que je suis en mesure de déterminer librement mes priorités, y compris les lieux à visiter « , a-t-il dit.

    Sous les termes du mandat des visites des rapporteurs spéciaux, les gouvernements sont tenus de garantir et de faciliter leur liberté de circulation et leur liberté d’enquête.

    Le Rapporteur spécial a déjà été en contact avec le Gouvernement marocain et est disposé à poursuivre les discussions en vue de contribuer aux efforts visant à garantir l’indépendance et l’impartialité du système judiciaire et l’exercice indépendant de la profession juridique.

    Source : Haut Commissariat des Droits de l’Homme

    Tags : Maroc, ONU, droits de l’homme, expert, Diego García-Sayán,

  • Sahara Occidental : Communiqué de l’ONU sur le processus des négociations

    L’envoyé personnel du Secrétaire général pour le Sahara occidental, M. Horst Köhler, a invité les délégations du Maroc, du Front POLISARIO, d’Algérie et de Mauritanie à assister à une deuxième table ronde sur le Sahara occidental, qui se tiendra en Suisse les 21 et 22 mars 2019.

    La réunion se tiendra selon les dispositions de la résolution 2440 du Conseil de sécurité de l’ONU, comme une étape supplémentaire du processus politique visant à la conclusion d’une solution politique qui soit juste, durable et mutuellement acceptable prévoyant l’autodétermination du peuple du Sahara occidental.

    Dans le cadre de la réunion, les délégations commenceront à discuter des éléments qui sont nécessaires à la construction d’une solution durable basée sur le compromis. La réunion procurera aussi aux délégations une occasion de revenir sur certains enjeux régionaux et de discuter de mesures de confiance.

    L’envoyé spécial a déjà tenu des consultations avec les délégations afin de préparer celles-ci pour la tenue de la table ronde. Il espère que la réunion permettra de renforcer la dynamique positive générée par la première table ronde en décembre 2018.

    Source : ONU

    Tags : Sahara Occidental, Maroc, Front Polisario, MINURSO, ONU, Horst Kohler,

  • Sahara Occidental : desminado y visitas familiares serán el objetivo principal de la próxima mesa redonda

    Según un despacho de EFE, que cita fuentes de la ONU, el objetivo de la mesa redonda del 21 y 22 de Marzo es que « las partes empiecen a abordar elementos necesarios para construir una solución duradera basada en el compromiso. La reunión también será una oportunidad para que las delegaciones revisen asuntos regionales y discutan cómo construir confianza ».

    También se discutirá cómo fomentar las medidas de confianza como el desminado y la reanudación de las visitas entre miembros de familias separadas por el muro.

    « La ONU dijo hoy que espera que Marruecos y el Frente Polisario empiecen a discutir esta semana « elementos necesarios » para construir una solución negociada para el Sáhara Occidental », precisa el despacho de EFE en el día ayer.

    Fuentes de la ONU, citadas por la agencia, declararon que el enviado de la ONU para el conflicto, Horst Köhler, confía en que la próxima mesa reunión entre las partes beligerantes « consolide la dinámica positiva creada por la primera mesa redonda, que se celebró en diciembre de 2018 ».

    Las mismas fuentes recuerdan que este encuentro forma parte del proceso de negociaciones que tiene como objetivo « alcanzar una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable, que permita la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental ».

    EFE señala que el ex-presidente alemán «  ya propuso a las partes acceder a algún tipo de gesto para facilitar avances » en la reunión precedente de Ginebra en la que el Frente Polisario pidió a Marruecos la liberación de los presos políticos y poner fin al bloqueó del territorio autorizando el acceso a la prensa y delegaciones políticas y humanitarias internacionales.

    Los negociadores saharauis siguen exigiendo un referéndum como única solución posible para el conflicto a lo que Marruecos se opone rotundamente.

    Es evidente que el objetivo del próximo encuentro es encontrar materia para alimentar el informe periódico que el Secretario General de la ONU presentará al Consejo de Seguridad a mediados del mes de Abril durante su reunión para reanudar el mandato de la MINURSO (Misión de la ONU para el Referéndum en el Sáhara Occidental).

    Etiquetas : Sáhara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, ONU, MINURSO, Horst Kohler, mesa redonda, medidas de confianza, desminado, visitas familiares,

  • Sáhara Occidental : Segunda mesa redonda en Suiza los días 21 y 22 de marzo

    Según « La Voz de América » que cita fuentes de la ONU, las partes beligerantes, el Frente Polisario y Marruecos, así como las dos partes interesadas, Argelia y Mauuritanie, recibieron una invitación por parte del enviado de las Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, Horst Kohler para una segunda mesa redonda los días 21 y 22 de marzo en Suiza.

    A diferencia de la primera mesa redonda celebrada a principios de diciembre en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra, tras seis años de ausencia de diálogo, está previsto que estos nuevos debates se celebren cerca de Ginebra en un lugar que aún no se ha hecho público.

    Según diplomáticos citados por VOA, la reunión se organizará siguiendo el mismo modelo que en diciembre, a puerta cerrada y a nivel de Ministros de Asuntos Exteriores para Argelia, Marruecos y Mauritania.

    « El objetivo es « profundizar » los primeros intercambios, tanto sobre la dimensión política como económica de la cuestión, dice uno de ellos de forma anónima, indicando que no espera « avances » en esta fase », añade.

    « Ya sería un « resultado positivo » si las discusiones tuvieran lugar en « el mismo contexto, la misma atmósfera, el mismo espíritu » que las de diciembre », recalcó.

    El ex presidente alemán Horst Kohler se reunió de nuevo en febrero y a principios de marzo por separado con las partes en conflicto para intentar avanzar hacia una solución política.

    Estas partes, las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad consideraron alentadora la mesa redonda de diciembre. Algunos de sus miembros evocaron una reanudación de diálogo « muy positiva ».

    El mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (Minurso), que garantizado el alto el fuego en la región desde 1991, expira en abril.

    Los Estados Unidos tal vez deseen prorrogarlo nuevamente por seis meses, en contra de la opinión de otros miembros del Consejo, sobre todo de Francia, que preferiría una renovación de un año.

    Por otra parte, Florence Parly, la ministra francesa de defensa declaró, en su discurso en la Conferencia de Seguridad de Munich, que el conflicto del Sáhara Occidental será ressuelto definitivamente antes del 2020.

    Florence Parly reiteró el compromiso de Francia con el organismo de la ONU para encontrar una solución justa y equitativa al conflicto del Sáhara con el fin de garantizar la paz y la tranquilidad en la región del Sahel y el Sáhara y promover, de esta manera, su desarrollo económico.

    Las declaraciones de la Ministra francesa no fueron del agrado de los marroquíes, que la consideran como el fin del apoyo de Francia a la voluntad de Rabat de establecer indefinidamente el statu quo. De ahí, el estado de nerviosismo que caracteriza a sus agitaciones en los últimos meses.

    Etiquetas : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, ONU, Horst Kohler, MINURSO,

  • Sahara occidental : un conflit de décolonisation toujours sans solution

    Mardi 12 mars 2019 / DE : JACQUES FONTAINE

    Le Sahara occidental est l’un des derniers territoires non autonomes reconnu par l’ONU et sa situation reste plus que jamais bloquée. Pourquoi ce territoire, vaste comme la moitié de la France, peu peuplé mais riche (phosphates, minerai de fer, pêche…) n’a t-il pas encore pu exercer son droit à l’autodétermination pourtant demandé à l’Espagne par l’ONU dès 1963 ? Pourquoi 43 ans après le départ de l’Espagne est-il encore sous la férule du pouvoir marocain et pourquoi les multiples résolutions et initiatives de l’ONU ne sont-elles toujours pas appliquées ?

    Un territoire désertique, sous-peuplé et sans allégeance politique

    Comme son nom l’indique, le Sahara occidental est la partie de l’immense désert saharien qui s’étend en bordure de l’Atlantique. Jusqu’au XXe siècle, il n’était peuplé que de populations qui nomadisaient de manière aléatoire en fonction des rares précipitations. Ces « pâturages » à la végétation temporaire parsemée de rares épineux permettaient de nourrir des troupeaux de chèvres et de dromadaires qui assuraient l’essentiel des besoins alimentaires (avec des céréales venant du Maghreb) d’une population peu nombreuse appartenant dans sa grande majorité à deux confédérations tribales maures, celles des R’guibat et des Teckna. (Les populations maures vivaient sur un territoire aux confins indéfinis de près de 2 millions de km² qui s’étendait de la vallée du Draa [sud du Maroc actuel] jusqu’au fleuve Sénégal et comprenant le Sahara occidental actuel, la Mauritanie et l’extrême ouest algérien [région de Tindouf]). Le cadre existentiel (politique, économique, social…) de ces populations était la tribu. Ces tribus ne reconnaissaient aucune allégeance politique au seul État constitué dans la région, le Maroc, même si, à certaines époques de l’histoire, l’expansion marocaine avait atteint les fleuves Sénégal et Niger. Le seul lien avec le Maroc était de nature religieuse, en raison du statut de « commandeur des croyants » du sultan.

    Une colonisation brève et superficielle (1884-1975)

    C’est en 1884 que l’Espagne place sous son protectorat les populations nomades de la côte atlantique du Sahara, de l’embouchure du Draa au cap Blanc (cf carte). En 1885, la conférence de Berlin entérine le partage colonial de l’Afrique et donc la présence de l’Espagne sur la côte atlantique du Sahara. En 1900, une convention franco-espagnole délimite les frontières du Sahara occidental de manière totalement artificielle, sans tenir compte des populations qui voient leurs aires de nomadisation partagées entre les puissances coloniales (ce qui ne les empêche pas de continuer à mener leur mode de vie ancestral, d’autant plus que la présence coloniale reste très ponctuelle jusqu’au milieu des années trente).

    La découverte de réserves de phosphate en 1947 à Boucraâ par les Espagnols rend le Sahara occidental économiquement viable et retarde sa décolonisation. En 1957/58, suite à son indépendance (1956), le Maroc – dont certains hommes politiques rêvent d’un « Grand Maroc » qui s’étendrait jusqu’au fleuve Sénégal et comprendrait aussi l’ouest de l’Algérie et le nord-ouest du Mali – entreprend la conquête du Sahara occidental. L’opération militaire conjointe franco-espagnole (dite opération Écouvillon) met en échec le projet marocain. Un accord avec Franco permet néanmoins au Maroc d’annexer le nord du Sahara occidental (région de Tan-Tan/Tarfaya).

    La fin de la colonisation espagnole (1963-1975)

    En 1963, le Sahara espagnol est inscrit à la demande du Maroc sur laliste des territoires non autonomes de l’ONU. De 1965 à 1973, huit résolutions de l’Assemblée générale des Nations unies demandent à l’Espagne de mettre en œuvre le processus d’autodétermination du Sahara occidental. Devant l’inaction de l’Espagne, les nationalistes sahraouis commencent à se structurer dans la seconde moitié des années soixante et ce mouvement aboutit, le 10 mai 1973, à la création, en Mauritanie, du Front POLISARIO (Front populaire de libération de la Saguia el-Hamra et du Rio de Oro) dont le but est la libération par les armes du Sahara occidental ; El-Ouali Moustapha Sayed en est élu secrétaire général. Le Maroc réplique par la création d’un mouvement collaborationniste en 1974, le FLU (Front de libération et de l’Unité).

    Devant la pression politique marocaine et militaire sahraouie, le 21 août 1974, l’Espagne annonce la tenue d’un référendum d’autodétermination pour le début de 1975. Le roi du Maroc s’y oppose et demande l’arbitrage de la Cour internationale de Justice (CIJ). En octobre, lors du sommet de l’OUA à Rabat, le Maroc et la Mauritanie (réconciliés depuis 1969, date de la reconnaissance de la seconde par le premier) concluent oralement un accord secret afin de se répartir le territoire sahraoui. Le 13 décembre 1974, l’Assemblée générale de l’ONU adopte la résolution 3292 qui réaffirme le droit à l’autodétermination du Sahara espagnol et demande à la CIJ d’émettre un avis consultatif sur le statut et les liens juridiques du territoire et mandate une mission de visite dans le territoire.

    Dans le courant de l’année 1974, l’Espagne a effectué un recensement partiel de la population (ni les nomades – nombreux- ni les réfugiés n’ont été pris en compte) et a comptabilisé 70 à 80 000 habitants, soit moins du tiers des estimations du Polisario (250 à 300 000 personnes). A la mi-octobre 1975, la mission d’observation et la CIJ rendent leurs conclusions : il existe un « consensus écrasant parmi les Sahraouis vivant sur le territoire en faveur de l’indépendance et en opposition à l’intégration avec tout pays voisin » ; la CIJ ne constate aucun lien de souveraineté territoriale entre le Maroc et le Sahara espagnol et demande « l’application du principe d’autodétermination grâce à l’expression libre et authentique de la volonté des populations du territoire ».

    Le lendemain de l’avis de la CIJ, Hassan II annonce l’organisation d’une « Marche Verte » pour laquelle la logistique a déjà été mise en place (avec l’aide de puissances étrangères) afin d’« expulser les infidèles colonialistes » et d’incorporer le Sahara occidental au Maroc. Début novembre, 350 000 civils organisés en « marche pacifique » encadrés par 20 000 militaires franchissent la frontière. Le 6, le Conseil de sécurité des Nations unies approuve la résolution 380 qui « demande au Maroc de retirer immédiatement du territoire du Sahara occidental tous les participants à la marche ».

    Fort du succès de la « Marche Verte » et servi par la situation politique interne de l’Espagne déstabilisée par la longue agonie de Franco (16 octobre – 20 novembre), Hassan II obtient un aval quasi-inconditionnel du gouvernement espagnol : par les accords de Madrid du 14 novembre 1975, le Maroc obtient les deux tiers nord du territoire sahraoui (dont la région de El-Aïoun [ou Layyoune] et les mines de phosphate de Boucraâ) et la Mauritanie le tiers sud. La population locale n’est pas consultée et le Front Polisario s’oppose violemment aux accords. Le 10 décembre, l’Assemblée générale de l’ONU adopte la résolution 3458, qui demande aux parties concernées « de mettre fin à toute action unilatérale ou autre qui outrepasserait les décisions de l’Assemblée générale relatives au territoire ». Le Maroc et la Mauritanie n’en n’ont cure.

    Les débuts de la guerre et la proclamation de la RASD (1975-1976)

    Pendant l’hiver 1975-76, de violents affrontements opposent le Front Polisario et l’armée marocaine aux méthodes brutales (torture, assassinat de civils, utilisation du napalm, selon la Croix-Rouge) tandis que des dizaines de milliers de civils sahraouis (40 000 selon la Croix-Rouge) quittent leurs villes, leurs oasis ou leurs campements devant l‘avancée des troupes marocaines d’occupation et s’installent en Algérie, dans la région de Tindouf où seront progressivement édifiés des camps… qui existent toujours aujourd’hui.

    Soutenu et armé par la Libye et l’Algérie, renforcé par l’ex-police territoriale coloniale licenciée fin octobre par les autorités espagnoles, le Front Polisario – dont les hommes connaissent bien leur territoire – devient un adversaire redoutable pour l’armée marocaine souvent statique. Plusieurs affrontements ont lieu à partir de décembre 1975, en particulier le Polisario détruit la bande transporteuse qui relie les mines de Boucraâ et le port de El-Aïoun, ce qui empêche l’exportation de phosphates pendant plusieurs années ; les plus violents combats se produisent à Amgala, oasis par où transitent les réfugiés qui fuient en direction de l’Algérie l’occupation marocaine ; l’armée chérifienne attaque les forces du Polisario soutenues par militaires algériens le 27 janvier, la bataille fait plusieurs centaines de morts et de prisonniers ; le Maroc reste maître du terrain, mais pour peu de temps, il en est chassé par le Polisario deux semaines plus tard. Les deux batailles d’Amgala font craindre un affrontement direct entre le Maroc et l’Algérie, perspective qui s’estompe progressivement au printemps 1976.

    Le 27 février 1976, le Front Polisario proclame la République arabe sahraouie démocratique (RASD) à Bir-Lahlou, au lendemain du retrait total de l’armée espagnole du territoire. La RASD sera progressivement reconnue par 72 ou 85 États (selon les sources), principalement africains ou latino-américains ; mais aucun État membre du Conseil de sécurité de l’ONU, ni de l’UE ne l’a fait.

    De la guerre au cessez-le-feu (1976-1991)

    A partir de février 1976, il n’y aura plus de batailles importantes, mais une multiplication des coup de mains souvent audacieux du Polisario contre le Maroc et surtout la Mauritanie, perçue comme le maillon faible : raids contre Nouakchott, la capitale mauritanienne (juin 1976), puis Zouérate (mai 1977) où deux coopérants français sont tués et six autres enlevés, ce qui justifie, selon Giscard d’Estaing, une intervention française en décembre (Opération Lamentin), nouveau raid sur Nouakchott le même mois, puis multiplication des opération de guérilla…

    La Mauritanie est épuisée par le conflit, son armée diminuée par les défections au profit du Polisario dont le nombre de combattants ne cesse d’augmenter (5000 en 1976, 15 000 en 1980). Un coup d’état renverse le président Mokhtar Ould Daddah en juillet 1978. Le Polisario arrête ses opérations en Mauritanie et un an après, la Mauritanie accepte toutes les conditions du Polisario et se retire du sud du Sahara occidental… immédiatement occupé par l’armée marocaine.

    Dès janvier 1979, le Polisario, de mieux mieux équipé, lance des attaques massives sur les positions marocaines, aussi bien dans le territoire sahraoui (Bir Anzarane, Smara, Mahbès…) que dans le sud du Maroc : Tan-Tan (janvier 1979), Lebouirat (août 1979), Djebel Ouarkziz (mars 1980, probablement la plus importante victoire sahraouie)… Ces batailles, qui regroupent parfois plusieurs milliers d’hommes dans chaque camp, vont amener le Maroc à changer de stratégie.

    Dès 1979, l’idée d’un mur de défense s’impose comme une évidence pour les autorités marocaines. En 1980, le génie militaire marocain, conseillé par des spécialistes israéliens, commence la construction d’un « mur des sables » dans le nord-ouest du territoire sahraoui pour préserver le « Sahara utile » (triangle Boujdour-Boucraâ-Smara) des attaques du Polisario. Ce premier mur, achevé en 1982 sera suivi de cinq autres (dont l’un dans le sud du Maroc, à l’ouest de la frontière algérienne), financés principalement par l’Arabie Saoudite avec l’accord des Etats-Unis (la difficile situation économique et sociale du Royaume ne lui permet pas de financer ces travaux titanesques).

    Terminé en 1987, c’est, avec 2 720 km, l’un des plus longs du monde. Il est formé de remblais, de tranchées, protégé par des champs de mines et des radars de surveillance et par une centaine de milliers de soldats qui peuvent bénéficier d’un appui aérien immédiat en cas de nécessité (Mirage français et F5 étasuniens). Désormais, le Maroc peut intégrer sans crainte de nouvelles attaques, 80% du territoire sahraoui, seuls 20% à l’est (sans grand intérêt économique) ne sont pas à l’intérieur du « mur ». La construction de ce « mur des sables » change radicalement les conditions du conflit : le Polisario ne peut plus mener des attaques au-delà du « mur », sauf au prix de pertes humaines beaucoup trop lourdes pour ses faibles effectifs : ses rares attaques qui durent jusqu’en 1990 ne sont pas couronnées de succès.

    A partir de 1982, le conflit se déplace sur le terrain diplomatique : la RASD est admise à l’OUA (Organisation de l’unité africaine, devenue par la suite Union africaine – UA) en 1982, ce qui entraîne le départ du Maroc en 1984. La même année, l’OUA adopte une résolution qui réaffirme le droit des Sahraouis à l’autodétermination et appelle à des négociations directes entre le Maroc et le Polisario, à un cessez-le-feu et à l’organisation d’un référendum. En septembre, à l’Assemblée générale de l’ONU, Hassan II s’engage en faveur du référendum d’autodétermination.

    En décembre, l’Assemblée générale de l’ONU reprend le plan de paix de l’OUA à son compte. En août 1988, l’ONU présente au Maroc et au Polisario son plan de règlement du conflit. Les propositions de l’ONU sont acceptées « en principe » par les deux parties mais sont accompagnées de commentaires contradictoires. En octobre 1989, Hassan II déclare qu’« il n’y a rien à négocier, car le Sahara occidental est un territoire marocain ». Un cessez-le-feu, organisé par l’ONU, entre en vigueur le 6 septembre 1991.

    L’impasse (1991-2019)

    A partir des propositions conjointes de l’OUA et de l’ONU du milieu des années quatre-vingts, la dynamique de paix commencée avec le cessez-le-feu de 1991 se poursuit, mais du fait de l’intransigeance marocaine (cf les déclarations de Hassan II de 1989 comme quoi « il n’y a rien à négocier »), cette dynamique ne débouche pas.

    Une « Mission des Nations unies pour l’organisation d’un référendum au Sahara occidental » (MINURSO) est mise en place par une résolution du Conseil de sécurité du 19 avril 1991. Mais son application rencontre rapidement des obstacles dont le plus important est l’identification des électeurs pouvant participer au référendum. Le Polisario souhaite limiter l’inscription aux résidents identifiés lors du recensement de 1974 et à leurs descendants ce qui favoriserait un résultat pro-indépendance. Le Maroc souhaite que les Sahraouis installés au Maroc ainsi que les Marocains installés au Sahara occidental puissent également se prononcer ce qui favoriserait un résultat pro-annexion.

    Plusieurs plans de paix se sont succédé en particulier à l’époque ou Kofi Annan était secrétaire général de l’ONU (1997-2006). Il désigne James Baker, ancien secrétaire d’État étasunien, comme envoyé personnel pour le Sahara occidental. Il proposera successivement deux plans de paix, le premier (2000), plutôt favorable au Maroc est rejeté par le Polisario, le second (2003), plus équilibré est rejeté par le royaume chérifien. James Baker démissionne en 2004.

    La plus grande partie du territoire sahraoui étant désormais sécurisée par le « mur des sables », le Maroc peut y développer sa politique de colonisation : exploitation des ressources naturelles notamment le phosphate de Boucraâ), création d’infrastructures, politique de peuplement (200 000 à 300 000 colons) stimulée par de considérables avantages salariaux qui peuvent se monter jusqu’à 95% du salaire de base. Les Sahraouis vivant aujourd’hui dans la partie colonisée de leur territoire sont largement minoritaires et sont de plus discriminés (emploi, logement…). A partir de 2005, les manifestations et émeutes (appelées « intifada pour l’indépendance ») se multiplient dans les villes occupées par le Maroc.

    Elles culminent en octobre-novembre 2010 avec les émeutes du camp de Gdim Izik, situé dans la banlieue d’El Aïoun : en octobre 15 000 Sahraouis ont installé un camp de 3 000 tentes à Gdim Izik pour protester contre leurs conditions de vie (logement, emploi…). Le 8 novembre, les forces armées marocaines démantèlent le camp, ce qui entraîne une violente réaction de la population dans le camp puis en ville. Le bilan officiel fera état de 14 morts dont 12 membres des forces de répression et 2 civils ; le Polisario évoquera la mort de 36 civils ; chiffres invérifiables, le régime marocain ayant interdit – comme c’est fréquemment le cas – la venue de journalistes et d’une commission d’enquête à El-Aïoun.

    En avril 2007, le Conseil de sécurité adopte une nouvelle résolution qui engage les parties à négocier « en vue de parvenir à une solution politique juste, durable et mutuellement acceptable qui permette l’autodétermination du peuple du Sahara occidental ». Ces négociations directes se déroulent a proximité de New York, mais n’aboutissent pas et, 5 ans après, l’ONU ne peut que constater leur échec. Le mandat de la MINURSO est prolongé d’année en année, puis depuis 2018 de 6 mois en 6 mois. Après une absence de négociations pendant 6 ans, le dialogue entre les protagonistes a repris en décembre 2018 à Genève.

    Une colonisation qui n’en finit pas

    Malgré la relance récente des négociations, l’autodétermination du peuple sahraoui paraît encore lointaine. La position du Maroc a changé de multiples fois : acceptation, puis refus du référendum d’autodétermination, proposition d’autonomie avec maintien d’importantes forces armées (une centaine de milliers de soldats)… Sans fortes pressions internationales, le royaume chérifien n’acceptera pas un référendum d’autodétermination du peuple sahraoui. Or, depuis le cessez-le-feu de 1991 – bientôt 30 ans – on ne peut pas dire que la cause sahraouie ait progressé : de nombreux États, pour des raisons internes (changement d’orientation politique) ou externes (pressions des puissances impérialistes) ont retiré leur reconnaissance de la RASD au prétexte de la promesse d’un référendum, référendum que l’on attend, comme Vladimir et Estragon attendent Godot !

    Les États-Unis et la France, dont la position influence largement l’UE, sont les premiers soutiens du Maroc, malgré leurs discours et leur accord à l’ONU sur le référendum d’autodétermination. En ce qui la concerne, l’UE vient d’élargir au territoire sahraoui les tarifs douaniers préférentiels octroyés par accord commercial au Maroc (16-01-2019), en faisant fi des règles internationales, de l’avis du Front Polisario et de la reconnaissance par l’UE de 155 000 réfugiés sahraouis vivant dans les camps de la région de Tindouf. Comme pour les Palestiniens, le droit international et les résolutions de l’ONU de permettent pas aux Sahraouis de réaliser leur droit à l’autodétermination.

    Jacques Fontaine, Ensemble ! 01 et commission Palestine, Proche-Orient et Maghreb

    Source

    Tags : Sahara Occidental, Maroc, Front Polisario, décolonisation, territoire non autonome, ONU, MINURSO,

  • Le Sahara-Occidental, d’hier à aujourd’hui

    Avec 1200 km de côtes, le Sahara-occidental (SO) détient des ressources halieutiques, minières et pétrolières qui attirent les convoitises, au premier rang desquels figure le Maroc. Après avoir été colonisé en 1884 par l’Espagne, le Royaume s’est approprié le SO en 1975. Il l’a fait en même temps qu’il annexait ce territoire considéré comme « non autonome » depuis le vote de la résolution 2072 à l’Assemblée générale de l’Organisation des Nations unies (ONU) en 1965. Divisée, la « communauté internationale » a laissé le Maroc prendre possession de ce territoire de deux cent soixante-dix mille kilomètres carrés « frontalier » de la Mauritanie, de l’Algérie et du Maroc. Depuis, le Front Polisario dénonce les « pillage » incessants des ressources et le mépris du « peuple du Sahara occidental ». À travers un reportage en 4 volets, le JI tente de revenir sur l’histoire du conflit. Qui sont les Sahraouis ? Quelles sont leurs origines ? Quelles sont leurs différences avec les Marocains ?

    Les Sahraouis sont un peuple d’origine amazighe, vivant dans le désert du Sahara sur un territoire qui s’étendait des côtes atlantiques jusqu’en Mauritanie et en Algérie. A l’arrivée des Espagnols à la fin du XIXe siècle, ces nomades étaient principalement des éleveurs de dromadaires. Les Reguibats, une des tribus les plus puissantes, possédaient jusqu’en 1947 plus de 40 000 bêtes. Ils établissaient leur campement en fonction des saisons, et cela leur a valu le surnom de « hijos de las nubes », fils des nuages.

    Mais les guerres se sont succédées, les expulsions, la répression de l’administration coloniale espagnole, les regroupements forcés ont entraîné la destruction d’une majorité des troupeaux. Cela a entraîné une exode rurale de la population qui s’est faite manière plus ou moins volontaire. Aujourd’hui, la majorité de la population est urbaine, que ce soit à Laayoune, Dakhla ou Boujdour, les principales villes côtières.

    Les Sahraouis, une unité récente

    Le peuple sahraoui regroupe différentes tribus, c’est-à-dire des familles ayant un ancêtre commun. Les Reguibats, les Teknas, les Ouled Delim, les Ouled Tidaarin ou les Laarousyins sont les principales. Cette structure tribale joue encore aujourd’hui un rôle important dans les relations entre les individus.

    Quant au nom de « Sahraoui », il est seulement apparu après la colonisation. Les Espagnols les ont successivement appelés « los nativos », les natifs, et « las gentes del Sahara », les gens du Sahara. Peu à peu, pour désigner l’ensemble de la population du territoire, le terme « Sahraoui » s’est finalement imposé.

    Cependant, la notion de « peuple sahraoui » est discutée, voire contestée. Cette identité s’est forgée et renforcée lors des luttes pour l’indépendance. C’est devenu un enjeu central, puisque la notion même de droit à l’autodétermination, avancé par l’ONU, s’appuie sur le concept de « peuple ». Alors que pour les indépendantistes l’expression est évidente, elle est beaucoup moins pour le gouvernement marocain qui considère « le peuple sahraoui » comme une création politique.

    Les origines d’un conflit…

    Les origines du conflit sont difficiles à établir. Mais la colonisation a commencé à révéler les prémices du conflit. En 1884, les Espagnols ont établi une colonie, à la différence du protectorat français au nord. Les revendications d’indépendance ont véritablement débuté à partir de 1956, alors que le processus de décolonisation avait lieu en Afrique, à l’image du Maroc. Mais le Sahara espagnol n’avait pas vocation à acquérir son indépendance. En 1965, l’ONU a néanmoins reconnu le droit à l’autodétermination pour le peuple sahraoui.

    La création du Front Polisario, ou Frente Popular de Liberacion de Saguia el Hamra y Rio de Oro, en 1973, soutenu par l’Algérie, marque le début du conflit. Il demande alors la fin de la colonisation espagnol et revendiquent l’indépendance du Sahara. La demande du FP est entendue en juillet 1974 : l’Espagne se retire officiellement du territoire et exprime sa volonté d’organiser un référendum. Hassan II, roi du Maroc, s’y oppose et met en évidence la « marocanité » du Sahara.

    Le problème est alors porté devant la Cour Internationale, qui rend son rapport le 16 octobre 1975 : elle estime que les liens d’allégeance des tribus envers le royaume du Maroc existent, mais que le droit à l’autodétermination prime. Elle déclare aussi qu’une majorité de la population est favorable à l’indépendance. En réaction à cela, Hassan II organise une marche vers le sud, appelée la marche verte, le 6 novembre 1975. Elle réunit près de 35 000 Marocains, et marque le début d’une « occupation pacifique », dans le Nord du Sahara. Le Sud quant à lui est rattaché à la Mauritanie, jusqu’en 1979.

    … À son enlisement

    Parallèlement à ces événements, la République arabe sahraouie démocratique (RASD) est créé en 1976, avec le soutient de l’Algérie. Débute alors une guerre civile entre les deux États frontaliers. De nombreux sahraouis quittent le pays pour les camps de réfugiés situés à Tindouf en Algérie. Un mur est construit entre 1980 et 1987 pour séparer en deux parties le territoire revendiqué.

    Un plan de paix est établi en 1988 par l’ONU. Par la suite, une mission de maintien de la paix est mise en place à partir de 1991, appelée MINURSO. Elle tente encore aujourd’hui, et cela depuis plus de vingt ans, d’organiser un référendum. Elle se heurte à un certain nombre de difficultés. Notamment le recensement de la population ayant le droit de voter. Cependant, elle est de plus en plus critiquée par la communauté internationale : c’est la seule mission de maintien de la paix qui ne recense pas les violations des droits de l’homme à la fois dans le territoire revendiqué et dans les camps de réfugiés.

    Au Sahara Occidental : des violations courantes des droits de l’homme [2/4]
    Avec 1200 km de côtes, le Sahara-Occidental (SO) détient des ressources halieutiques, minières et pétrolières qui attirent les convoitises, au premier rang desquels figure le Maroc. Après avoir été colonisé en 1884 par l’Espagne, le Royaume s’est approprié le SO en 1975. Il l’a fait en même temps qu’il annexait ce territoire considéré comme « non autonome » depuis le vote de la résolution 2072 à l’Assemblée générale de l’Organisation des Nations unies (ONU) en 1965. Divisée, la « communauté internationale » a laissé le Maroc prendre possession de ce territoire de deux cent soixante-dix mille kilomètres carrés « frontalier » de la Mauritanie, de l’Algérie et du Maroc. Depuis, le Front Polisario dénonce les « pillage » incessants des ressources et le mépris du « peuple du Sahara occidental ». À travers un reportage en 4 volets, le JI tente de revenir sur l’histoire du conflit. Dans ce deuxième article, il est question de la violation des droits de l’Homme dans les territoires revendiqués par la RASD.

    Après le mouvement des « printemps arabes » en 2010 et 2011, le Maroc a adopté une nouvelle constitution, représentant une réelle avancée en matière de droits humains et de libertés dans le pays. Mais pour une grande partie de la population sahraouie, ils sont bafoués et ne représentent qu’un idéal lointain. Ainsi, la liberté d’expression, d’association et de réunion est à la fois reconnue comme principe et paradoxalement restreinte constitutionnellement. La constitution empêche la création de partis politiques qui peuvent porter atteinte à l’intégrité du territoire et à l’unité nationale par l’article 7. Les partis sahraouis en faveur de l’autodétermination n’ont donc pas d’existence légale. Les rassemblements ne sont pas autorisés, les manifestants arrêtés et souvent torturés. L’accès aux territoires revendiqués est souvent restreinte pour les journalistes étrangers, les défenseurs des droits de l’homme et les militants. De plus, les expulsions sont y sont fréquentes.

    Une avancée a néanmoins été soulignée : en 2015, l’Association sahraouie des victimes des violations graves des droits de l’Homme a été officiellement autorisée. C’est la première fois qu’une association plus ou moins favorable au droit à l’autodétermination a été reconnue au Maroc par les autorités centrales.

    Des violences fréquemment commises contre les Sahraouis

    Les observateurs internationaux et d’organisations internationales œuvrant en faveur des droits humains, telles qu’Amnesty International ou Human Right Watch, dénoncent régulièrement des « traitements inhumains », ou des actes de tortures, commis par les forces de sécurités contre la population sahraouie.

    De nombreux manifestants ont été arrêtés au cours de rassemblements en faveur de l’autodétermination, et ont ensuite été passés à tabac. Ce sont parfois des mineurs, qui sont alors relâchés au milieu du désert à plusieurs dizaines de kilomètres des villes les plus proches. Les mauvais traitements dérivent vers des actes de torture, et de nombreux anciens prisonniers racontent les coups de bâton, les menottes, les ongles arrachés, les décharges électriques ou encore les viols à la bouteille.

    « Les policiers m’ont bandé les yeux. Ils m’ont menottés les poignets et les chevilles à une barre d’où ils m’ont suspendu, les bras dans le dos et le corps tourné vers le sol. L’un d’entre eux s’asseyait sur mon dos et riait. Ils m’ont roué de coups. J’avais des plaies ouvertes jusqu’aux os à cause des menottes » raconte Lamine, arrêté à Boujdour en 2013.

    Impunité des autorités et défaillances de la justice

    La justice marocaine ferme le plus souvent les yeux contre les pratiques employées contre les personnes arrêtées. Les autorités et les forces de sécurité bénéficient d’une impunité, et sont soutenus par une grande partie de l’administration. Ainsi, les personnels des hôpitaux refusent de faire des examens médicaux, examens sans lesquels il est impossible d’engager une enquête contre les individus qui recourent à la torture. Youssef, arrêté le 6 mai 2013 à Sidi Ifni, a déclaré avoir subi des actes de torture. Lorsqu’il a été appelé à comparaître devant le juge à l’issu de sa garde-à-vue, le procureur a déclaré qu’il s’était lui-même cogné contre le mur.

    Ces accusations reviennent régulièrement, tant de la part des populations sahraouies que des organisations internationales et des ONG. Sans pour autant que les autorités marocaines changent de manière significative leurs pratiques.

    Au Sahara Occidental : des tensions ravivées sans cesse 

    Avec 1200 km de côtes, le Sahara-Occidental (SO) détient des ressources halieutiques, minières et pétrolières qui attirent les convoitises, au premier rang desquels figure le Maroc. Après avoir été colonisé en 1884 par l’Espagne, le Royaume s’est approprié le SO en 1975. Il l’a fait en même temps qu’il annexait ce territoire considéré comme « non autonome » depuis le vote de la résolution 2072 à l’Assemblée générale de l’Organisation des Nations unies (ONU) en 1965. Divisée, la « communauté internationale » a laissé le Maroc prendre possession de ce territoire de deux cent soixante-dix mille kilomètres carrés « frontalier » de la Mauritanie, de l’Algérie et du Maroc. Depuis, le Front Polisario dénonce les « pillage » incessants des ressources et le mépris du « peuple du Sahara occidental ». À travers un reportage en 4 volets. Dans ce troisième article, le JI revient sur les dernières tensions entre les acteurs d’un conflit qui s’enlise.

    Le procès des manifestants de Gdim Izik dure depuis plus de cinq ans. Depuis, des tensions se manifestent de part et d’autre des frontières. Les événements se sont déroulés il y a maintenant plus de sept ans. En 2010, une vague de manifestations avaient été organisées pour dénoncer les problèmes économiques et sociaux dans les régions du Sud du Maroc. A Gdim Izik, non loin de Laayoune, la principale ville du Sahara, entre 8 000 et 15 000 personnes avaient établi un campement.

    Le 8 novembre, après des négociations avec la police, une partie des manifestants avaient accepté de quitter le camp et de rejoindre pacifiquement Laayoune. Mais d’autres ont refusé. Des affrontements entre les forces de polices et des Sahraouis ont alors éclatés à Gdim Izik, sur la route menant à Laayoune et dans la ville elle-même. Selon les Forces publiques, dix policiers ont été tués, ainsi que deux civils. Suite à ces événements, près de deux cent personnes ont été arrêtées, voire torturées pour une partie d’entre eux selon les témoignages.

    Parmi eux, vingt-quatre personnes, qualifiées dans un rapport de « bande criminelle visant à exercer la violence contre les hommes de la force publique pendant leur service, allant jusqu’au meurtre, et ayant participé à de telles violences et ayant profané un cadavre », ont été transférées à Rabat pour être interrogées et jugées.

    L’ONU dénonce les conditions du procès

    Le rapporteur de l’ONU déplore une véritable enquête, les procès-verbaux ayant été signés sous la torture selon les accusés. Et les zones d’ombres se multiplient : certains affirment ne pas avoir participé aux manifestations en 2010, ils dénoncent des interrogatoires sur leurs actions politiques et non sur Gdim Izik, les accusations reposent sur des vidéos sur lesquelles les accusés ne sont pas identifiables, et ni les noms des victimes, ni les causes de la mort et ni les empreintes ont été divulguées.

    Au niveau international, c’est la tenue-même du procès qui est questionnée. Les accusés sont jugés par un tribunal militaire. Or, la déclaration universelle des droits de l’Homme est on ne peut plus clair concernant un jugement. Il doit se faire « en pleine égalité, à ce que sa cause soit entendue équitablement et publiquement par un tribunal indépendant et impartial, qui décidera, soit de ses droits et obligations, soit du bien-fondé de toute accusation en matière pénale dirigée contre elle »

    Condamnés une première fois en 2013, un nouveau procès s’est tenu en 2016, puis en 2017. Les uns dénoncent un procès inéquitable, l’absence de témoins et de preuves à charge, les autres critiquent le tournant politique que prend le procès et le manque de respect pour les familles de victimes. Rien n’est moins sûr que Gdim Izik est devenu une question emblématique du conflit.

    Le retour du Maroc au sein de l’Union Africaine

    L’autre source de tension, relève de la position tenue par l’Union Africaine. Suite à la reconnaissance de la RASD en 1982, le Maroc s’était retiré deux ans après pour exprimer son désaccord. Son retour en 2017 marque un tournant dans l’histoire du conflit. Mais il a également ravivé les tensions. Si de nombreux États étaient en faveur du retour du royaume chérifien dans l’organisation panafricaine, l’Algérie et l’Afrique du Sud s’y sont opposées au nom de la défense du droit à l’autodétermination pour le peuple sahraoui.

    D’un côté, le Maroc a félicité cette avancée diplomatique, et espère trouver une place de leader sur le continent africain. De l’autre, les représentants des sahraouis ont critiqué ce retour du Maroc « sans conditions », alors que celui-ci exigeait l’exclusion de la RASD depuis 1984.

    Le Maroc affirme néanmoins à long terme vouloir parvenir à isoler l’Algérie et exclure la RASD de l’Union Africaine. Mais les voies pour y parvenir sont limitées. Selon l’Acte Constitutif de l’UA, seul un État dont le gouvernement « accède au pouvoir par des moyens anticonstitutionnels » ou qui décide de quitter volontairement l’organisation peut être exclus. La troisième voie, plus détournée, consiste à modifier la constitution de l’organisation et en la faisant ratifier par les deux tiers de l’assemblée.
    Entre tensions et accords, la question du Sahara divise encore et toujours, et aucun des partis n’est prêt à faire de compromis.

    Le Sahara: la course à la reconnaissance

    Avec 1200 km de côtes, le Sahara-Occidental (SO) détient des ressources halieutiques, minières et pétrolières qui attirent les convoitises, au premier rang desquels figure le Maroc. Après avoir été colonisé en 1884 par l’Espagne, le Royaume s’est approprié le SO en 1975. Il l’a fait en même temps qu’il annexait ce territoire considéré comme « non autonome » depuis le vote de la résolution 2072 à l’Assemblée générale de l’Organisation des Nations unies (ONU) en 1965. Divisée, la « communauté internationale » a laissé le Maroc prendre possession de ce territoire de deux cent soixante-dix mille kilomètres carrés « frontalier » de la Mauritanie, de l’Algérie et du Maroc. Depuis, le Front Polisario dénonce les « pillage » incessants des ressources et le mépris du « peuple du Sahara occidental ». À travers un reportage en 4 volets. Dans ce quatrième et dernier article, le JI revient sur le statut juridique, du Sahara Occidental aujourd’hui, de part et d’autre des clivages.

    Pour le royaume chérifien, le Sahara Occidental fait partie intégrante de l’État marocain. Pour le gouvernement, les Sahraouis constituent une partie de l’identité du pays. La Constitution de 2011, qui représente par ailleurs une réelle avancée pour les droits et les libertés au Maroc, affirme dès son préambule « son unité forgé par la convergence de ses composantes arabo-islamiques, amazighe et saharo-assanie » qu’elle s’engage à défendre. L’unité nationale s’est donc constituée autour de grandes composantes : l’identité arabo-islamique, l’identité amazighe, c’est-à-dire berbère, et l’identité saharo-hassani. Ainsi, « l’Etat œuvre pour la préservation du hassani, en tant que partie intégrante de l’identité culturelle marocaine unie » -le hassani est le dialecte parlé par les Sahraouis, jusqu’en Mauritanie, au Mali, au Niger et en Algérie, fortement influencé par l’arabe classique-.

    Ainsi, le roi est autorisé à réagir à toutes actions qui remettent en cause le territoire marocain tel qu’il est revendiqué aujourd’hui, que ce soit durant des manifestations menées par des associations ou lors de réunions de partis politiques en faveur de l’auto-détermination. Cela explique l’inexistence de partis ou d’associations sahraouis dans les territoires revendiqués. Tout mouvement qui remet en cause l’unité nationale est donc illégal du point de vue de la législation marocaine.

    Pour les autres acteurs du conflit, le Sahara est un territoire occupé
    Les autres acteurs du conflit, à savoir le Front Polisario, l’Algérie et la Mauritanie, affirment que le Sahara est « la dernière colonie », expression employée lors d’un documentaire tournée dans les camps de réfugiés à Tindouf en Algérie.

    Le Front Polisario, ou Frente Popular de Liberacion de Saguia el Hamra y Rio de Oro, se réclame comme le mouvement de libération nationale du Sahara. Depuis sa création dans les années 1970, il a mené des actions armées et des guérillas contre les forces militaires marocaines dans les zones revendiquées. En 1976, soutenu par l’Algérie, il proclame la RASD, la République Arabe Sahraouie Démocratique, dont le gouvernement a trouvé refuge dans les camps de Tindouf. Celle-ci est reconnue successivement par l’Algérie en 1976 et par la Mauritanie en 1984. Selon le Front Polisario, le Maroc « occupe » le Sahara afin d’exploiter les ressources naturelles du territoire, en particulier le phosphate, les réserves pétrolières et halieutiques.

    Au niveau international, la reconnaissance du SO entre division et compromis

    Au niveau international, la question du Sahara divise plus qu’elle ne rassemble. Mais cette division est aussi complexe : certains soutiennent le Maroc, d’autres la RASD. Certains reconnaissent le droit d’autodétermination tout en ne reconnaissant pas la RASD, et d’autres ne souhaitent pas se positionner dans le conflit. A cela s’ajoutent les opinions qui se modifient en fonction des gouvernements à la tête des Etats. Ainsi, officiellement, 83 Etats soutiennent le droit d’autodétermination des Sahraouis, dont 42 ne reconnaissent pas la RASD et 35 la reconnaissant. Par exemple, l’Union Européenne soutient les processus engagés en faveur d’un référendum, mais elle ne reconnaît pas le Front Polisario en tant qu’entité politique. Sa position est d’autant plus ambiguë qu’en décembre 2016, la Cour Européenne de Justice a déclaré dans un rapport que le Maroc n’était pas souverain sur le territoire du Sahara Occidental, et que par conséquent, la commercialisation en Europe de produits venant de ces territoires n’était pas autorisée.

    L’ONU a quant-à elle reconnue le Sahara Occidental comme un territoire non-autonome sous son contrôle depuis 1963. Le territoire est aujourd’hui scindé en deux, entre le Maroc à l’Ouest qui en possède 80%, et la RASD à l’Est dans la partie désertique.

    Quant-à la France, sa position est également difficile à cerner. D’un côté elle se positionne officiellement comme un acteur neutre dans le conflit, mais de l’autre elle a été impliquée dans la guerre qui a opposé le Front Polisario au Maroc à la Mauritanie, aux côtés de ces derniers. Par ailleurs, elle a menacé en 2009 et 2010 d’utiliser au sein du Conseil de Sécurité de l’ONU son veto afin d’empêcher la création d’un organe de la MINURSO chargée de contrôler les droits de l’homme.

    Les acteurs étatiques et politiques se positionne aujourd’hui pour l’un ou l’autre des parties, mais plus de quarante ans après le début du conflit, l’identité du Sahara est toujours discutée.

    Source

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, MINURSO, ONU,

  • El Sahara Occidental: La importancia estratégica de un territorio ocupado

    Por: Juan Sebastián Gómez Martínez y Nicolás Ávila Vargas

    Asistentes de Investigación – Estudios Africanos

    juan.gomez04@est.uexternado.edu.co

    nicolas.avila@est.uexternado.edu.co

    En la región comprendida entre el paralelo 27° 40’ y el cabo Blanco sobre la costa noroccidental de África se encuentra el Sahara Occidental, último vestigio de la colonización europea en el continente africano. Incluido en la lista de “Territorios no Autónomos” bajo supervisión del Comité de Descolonización de Naciones Unidas, gran parte del Sahara Occidental ha estado ocupado por Marruecos desde 1976 y hoy está dividido internamente por un muro construido por el gobierno marroquí a partir de 1980.

    La República Árabe Saharaui Democrática – RASD fue proclamada por el Frente Polisario en el Sahara Occidental el 27 de Febrero de 1976 y hoy es reconocida por 82 Estados del mundo y es miembro fundador de la Organización para la Unidad Africana, hoy Unión Africana. A pesar de lo anterior, el país aún se encuentra en un limbo jurídico respecto a la definición de su estatus político. La evolución de las confrontaciones ha pasado tanto por inconsistencias en la aplicación del derecho internacional como por un rol activo de los intereses económicos de las grandes potencias y países intermedios sobre los recursos naturales de la región.

    El Sahara Occidental, con aproximadamente 260 mil habitantes y 250 mil kilómetros cuadrados – del mismo tamaño de Ecuador o equivalente la Orinoquía colombiana[1] – además de tener las reservas más grandes de fosfato en el mundo, también cuenta con importantes recursos naturales como hierro, circonio y arena utilizada para la construcción. Asimismo, sus costas que cuentan con reservas petroleras considerables y el banco pesquero más importante del mundo, son hoy escenario de una controversia internacional por cuanto la explotación de estos recursos en los territorios ocupados por Marruecos ha sido cuestionada por la Unión Europea y Estados Unidos que han excluido el territorio del Sahara Occidental de sus acuerdos de pesca y de libre comercio con Marruecos respectivamente.

    Desde un punto de vista histórico, el primer inconveniente para la descolonización del Sahara Occidental radica en el poco control administrativo que tuvo España sobre el territorio. A pesar de la existencia de los Tratados de Meknes de 1799 y el hispano-marroquí de 1861 los cuales restringían la soberanía de Marruecos hasta Noun en la costa noroccidental africana, “lo Español se limitó a la zona de ocupación en la costa y al estatus jurídico de potencia administradora”[2]. Asimismo, la política de ese país sobre su colonia nunca tuvo otra intención más que el establecimiento de puntos de apoyo a las pesqueras canarias, lo que mantuvo el territorio bajo el control de sus pobladores originales hasta el descubrimiento de la mayor reserva de fosfatos del mundo.

    El segundo problema se presentó luego de la entrada de España a las Naciones Unidas, momento en el que fue necesario que el país aceptara el derecho a la Libre Autodeterminación de los Pueblos y en especial el del pueblo saharaui. Sin embargo, se le permitió alargar el proceso descolonizador abogando la independencia progresiva para poder crear un Estado saharaui amigable a los intereses de España. Debido a esto, entre 1885 y 1976, manejó un discurso ambiguo entre llamar al Sahara como colonia o provincia y utilizó esas denominaciones a su favor.

    Así pues, en la conferencia de Berlín se habló de colonia, mientras que después de la Resolución 1514 de la Asamblea General de Naciones Unidas de 1960 sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, el gobierno de Franco buscó seguir el ejemplo de Salazar en Portugal para referenciarlo como provincia no peninsular y evitar así la descolonización.

    Tras varias resoluciones del Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU[3] y después de un largo proceso diplomático en la Comisión IV sobre descolonización de la Asamblea General, se llega a la conclusión de organizar un referéndum con el objetivo de crear las condiciones que favorezcan la autodeterminación del pueblo saharaui[4]. Proceso que se ve respaldado por el dictamen consultivo de la Corte Internacional de Justicia en octubre de 1975 que afirma que no hay argumentos que demuestren soberanía de Marruecos ni Mauritania en el Sahara Occidental, además de apoyar el derecho a la autodeterminación mediante expresión libre y soberana de sus habitantes actuales[5].

    A partir de ese momento surge el tercer problema, a saber, el cambio demográfico impulsado por Marruecos. La “Marcha Verde” se presenta como un símbolo de la identidad del pueblo marroquí dentro de su política de integridad territorial e involucra el ingreso de 350.000 voluntarios al territorio del Sahara[6]. Lo anterior tuvo como consecuencia la modificación de los censos de votantes para el referéndum e hizo más difícil el ejercicio de la autodeterminación del pueblo saharaui.

    En 1976, tres años después de la constitución del Frente Polisario, España abandona el Sahara tras haber firmado los Acuerdos de Madrid que planteaban una administración tripartita del territorio entre la potencia colonizadora, Marruecos y Mauritania hasta la realización del referéndum. En este momento inicia una confrontación entre los Estados con reclamaciones en el territorio y el Frente Polisario que generaría hacia 1980 la salida de Mauritania. En 1991 se promueve un cese al fuego apoyado por la Misión de las Naciones Unidas para el Referendo en Sahara Occidental – MINURSO –, para poner en marcha la identificación y registro de los votantes, junto con la reducción de minas antipersona, la liberación de presos políticos y detenidos saharauis y finalmente la organización y proclamación de los resultados del referéndum que aún no se ha llevado a cabo.

    Más recientemente, se han planteado dos planes desde Naciones Unidas para evitar el punto muerto en las conversaciones. Los Planes Baker I y II que fueron rechazados en 2000 por el Consejo de Seguridad pero luego fueron aprobados por la resolución 1495, se concentraron en las opciones que deberían aparecer en el referéndum así como condiciones para implementarlo.

    En un primer momento la propuesta – que el Polisario rechazó -, se basó en hacer del Sahara Occidental una provincia autónoma de Marruecos, quien tomaría la responsabilidad de manejar la defensa del territorio y la política exterior. En segundo lugar, se propuso permitir un período de gobierno de la República Árabe Saharaui Democrática por cuatro años y luego hacer el referéndum para definir el estatus – propuesta que Marruecos rechazó por incluir la independencia como una opción. De esta manera y aunque algunas propuestas siguen surgiendo, actualmente la solución sigue siendo esquiva dado que existen intereses que las partes todavía consideran irreconciliables dentro de las negociaciones.

    De esta forma, es necesario entender el valor estratégico de este territorio en la región pues se le considera, de acuerdo al Ministro del Sahara Occidental para América Latina, tanto la entrada de América Latina a África por su pasado similar e idioma, como la puerta de entrada de África a la región latinoamericana. Igualmente, su importancia está atada a la abundancia de recursos naturales, que generan la confrontación de intereses económicos y afectan transversalmente el desarrollo y resolución del conflicto que se ha vivido en la zona.

    A pesar de que la ocupación marroquí carezca de legalidad internacional y de legitimidad sobre los derechos de la población saharaui, se puede resaltar cómo las consideraciones geopolíticas han sobrepasado esa ilegalidad y se han traducido principalmente en las fuertes tensiones entre Marruecos y Argelia por el apoyo que recibió el Frente Polisario por parte del gobierno de Argel y por haberse posicionado como primer aliado del Sahara Occidental. Asimismo, la generación de fricciones constantes entre estos dos países y países europeos como España y Francia[7].

    Además, se presenta un congelamiento en el proceso de integración del Magreb por el recurrente enfrentamiento entre Argelia y Marruecos, potencializado por la compra de armas a costa de un desarrollo socioeconómico en la región[8]. Por otro lado, potencias como Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, siendo miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, han servido de apoyo ante una resolución desfavorable para Marruecos, pues este reino fue un apoyo estratégico en la guerra contra el comunismo durante la Guerra Fría y ahora lo es en la lucha contra el terrorismo[9]. No obstante, es importante resaltar que ni siquiera estos países reconocen las reclamaciones marroquíes sobre el territorio saharaui.

    El apoyo internacional que han recibido las partes se presta para varias interpretaciones. En este orden de ideas, además de las mencionadas anteriormente, observando que la independencia de Sahara Occidental se vería como el acceso más eficiente de Argelia al Océano Atlántico y una forma de hacer contraposición a la hegemonía de Marruecos en la región, los intereses recaen sobre un factor puramente económico. Por lo tanto, si el apoyo internacional que se recibe está atado a la generación de utilidades tras la explotación, haciendo la salvedad de los nexos sociales y políticos-históricos de Argelia y el Sahara Occidental, se puede entender la dinámica desplegada tanto en el territorio como a nivel internacional.

    La presencia marroquí en el territorio saharaui está limitada a las áreas donde están concentrados los recursos naturales. Una prueba de esto es el muro construido para separar los territorios de reclamación marroquí de lo que los saharauis llaman el territorio liberado. “El gobierno marroquí construyó un muro fortificado de arena, de 180.000 kilómetros de largo, desde la frontera de Marruecos con Sahara Occidental hasta su frontera con Mauritania. Este muro, es más largo que la Muralla China y es protegido tanto por las fuerzas militares marroquíes como por el 10% de las minas antipersona sembradas en el mundo.”[10]

    La situación por la que atraviesa el Sahara Occidental además las diversas dinámicas implementadas en el territorio para garantizar los ingresos económicos han generado un fenómeno de separación de la población. El pueblo saharaui se divide en tres grupos. Primero, los que se encuentran en los campos de refugiados cerca de Tindouf, Argelia, que suman unas 158.000 personas; los habitantes de las llamadas “zonas liberadas” – 14.000 – y aproximadamente 600.000 saharauis que continúan en el territorio ocupado, en condiciones tales que no gozan de ningún tipo de derecho ni reconocimiento civil[11].

    Más allá de las reclamaciones territoriales, es innegable el deterioro y la violación constante de los derechos humanos en el Sahara Occidental. Según el informe 2011 de amnistía internacional en los territorios liberados sigue existiendo represión a los activistas saharauis, lo que incluye torturas, malos tratos como palizas, descargas eléctricas y amenazas de violación, infligidos sobre todo por la Dirección de Vigilancia del Territorio, y juicios no justos por delitos que Marruecos nombra como políticos dado que van en contra de la integridad territorial del Estado[12].

    Esta situación se evidencia más claramente en los hechos del 8 de noviembre de 2011, pues el desmantelamiento del campamento Gdim Izik que los saharauis habían construido en octubre para protestar por la marginación y la falta de trabajo y vivienda, llevó al arresto de unas 200 personas, algunas de las cuales afirmaron haber sufrido torturas y otros malos tratos durante su detención[13]. Es más, Human Rights Watch, en su informe de 2008 afirma que existe una necesidad de respetar los derechos humanos en la práctica, sobre todo teniendo en cuenta el acoso a los activistas, la impunidad, las restricciones de movilidad y el excesivo uso de la fuerza para contener las propuestas[14], dado que la MINURSO es la única operación de peacekeeping que no tiene un componente de monitoreo de derechos humanos.

    Ya en 2005, Aminatou Haidar, Premio Juan María Bandrés a la Defensa del Derecho de Asilo y la Solidaridad con los Refugiados y ex presa política, había señalado violaciones a los derechos humanos, confiscación de propiedades, campañas de intimidación, interrogatorios y tratos abusivos a la población saharaui[15]. Estas declaraciones fueron respaldadas por el último reporte del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas y se espera que se sigan esas recomendaciones para poner en marcha los mecanismos de protección de derechos humanos en el Sahara Occidental.

    Finalmente, tras un vistazo de la historia del conflicto y un análisis de la confrontación de intereses derivados de él, se resalta cómo sí existen situaciones donde los intereses económicos o particulares pueden sobrepasar la implementación de las normas jurídicas internacionales. Asimismo, se genera expectativa respecto a las decisiones que se puedan llegar a implementar con el fin de encontrar una solución a este choque de intereses y a la situación de derechos humanos. Este es el caso en el cual se podrá contemplar la efectividad del carácter vinculante y obligatorio de la normatividad internacional así como el compromiso de la comunidad internacional con la descolonización de los territorios no autónomos.

    [1] Western Sahara Profile. 2011. Disponible en: www.bbc.co.uk/news/world-africa-14115273. Consultado el 28 de febrero de 2012.

    [2] HERNÁNDEZ Moreno, Ángela. Guerra de Banderas en el Sahara. Entinema. Madrid, 2006. Pág.30.

    [3] Resoluciones 2072, 2229, 2591, 2711, 3458a y 3458b.

    [4] NÁPOLES Japia, Fernando. Sahara Occidental: La guerra saharaui. Editorial de ciencias sociales. La Habana, 1988. Pág. 58.

    [5] Ibíd. Pág. 83.

    [6] Ibíd. Pág. 99.

    [7] Zoubir, Yahia. Stalemate in Western Sahara: Ending International Legality. Middle east policy . Vol XIV No. 4. 2007. pág. 158

    [8] Ibíd. Pág.161

    [9] Ibíd. Pág. 161

    [10] Trades Union Congress –TUC. Wester Sahara. A report of a TUC delegation of to the Saharawi refugee camps, May 2006. Disponible en: www.tuc.org.uk/international/tuc-11910-f0.cfm. Pág. 4

    [11] Ibíd. Pág. 4

    [12] Véase: Informe anual 2011. El Estado de los derechos humanos en el mundo. En línea en: http://files.amnesty.org/air11/air_2011_full_es.pdf. Pág 307.

    [13] Ibid. Pág 306.

    [14] HRW. Human Rights in Western Sahara and in the Tindouf Refugee Camps. Report 2008. En línea en: http://www.hrw.org/sites/default/files/reports/wsahara1208web.pdf, Págs 5-6.

    [15] Disponible en: http://aminatouhaidar.org/ . Consultado el 14 de marzo de 2012.

    Fuente : Boletín de Estudios Africanos

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, MINURSO, ONU, territorios no autónomos, descolonización, España, provincia española, Sahara Español,

  • Sahara Occidental : Seconde table ronde à Genève le 21 et 22 mars 

    Selon de sources diplomatiques sahraouies, la seconde table ronde réunissant le Front Polisario et le Maroc sous l’égide de l’Envoyé de l’ONU pour le Sahara Occidental aura lieu le 21 et 22 mars 2019 dans la banlieue de Genève.

    En vue de réussir cette rencontre, l’ancien président allemand, Horst Köhler, s’est réuni fin février à Paris avec une délégation marocaine conduite par le ministre des affaires étrtangères, Nasser Bourita. Le 4 et 5 mars, Köhler s’est reuni à Berlin avec la délégations des négociateurs sahraouis présidé par M. Khatri Addouh, le président du Parlement sahraoui.

    Cette réunion permettra au médiateur onusien de préparer de la matière pour son le rapport qu’il devra présenter au mois d’avril devant le Conseil de Sécurité lors de sa réunion périodique sur le conflit du Sahara Occidental.

    Les Etats-Unis menacent d’interrompre le financement de la MINURSO si aucun progrès n’est enregistré dans les negociations bilatérales.

    Tags : Sahara Occidental, Maroc, Polisario, ONU, négociations, MINURSO, Horst Köhler,

  • Tunisie : Réunion tripartite sur la Libye

    Les ministres des AE tunisien, algérien et égyptien qui se sont réunis au Caire, mardi 5 mars 2019, pour débattre des derniers développements de la situation et des perspectives d’une solution en Lybie ont réaffirmé, dans un communiqué publié à l’issue de la réunion leur soutien à la Lybie et leur appui à son peuple. Exprimant leur refus de toutes les formes d’ingérence étrangère dans les affaires libyennes, ils ont évoqué les efforts déployés par les trois pays voisins de la Lybie pour rapprocher les points de vue des parties libyennes.

    Le communiqué a exhorté ces parties à réagir positivement au processus proposé par l’ONU et exprimé le soutien de la Tunisie de l’Algérie et de l’Egypte à l’émissaire onusien Ghassan Salamé en vue de mettre en œuvre le plan d’action qui doit aboutir à une solution globale.

    Les trois ministres ont exprimé leur préoccupation envers la situation sécuritaire et ont mis l’accent sur la nécessité de mettre en place le plan de sécurité pour la capitale Tripoli élaboré par l’ONU et adopté par le Gouvernement de Réconciliation Nationale.

    Insistant sur l’importance de poursuivre la coopération politique et la coordination en matière de sécurité dans la lutte contre le terrorisme, les ministres des affaires étrangères tunisien, algérien et égyptien ont convenu de tenir leur prochaine réunion à Tunis.

    Rappelons que Khemais Jhinaoui, ministre des Affaires étrangères, a participé mardi à une réunion de consultation entre les ministres des Affaires étrangères tunisien, algérien et égyptien dans le cadre du suivi de l’initiative du président Béji Caid Essebsi de règlement global de la crise en Lybie.

    La réunion a porté sur les moyens d’aider les Libyens à parvenir à un consensus pour lancer un dialogue libyen-libyen sur la base de l’accord politique et conformément à la feuille de route internationale visant à résoudre la crise en Lybie.

    S.N

    Le Diplomate Tunisien

    Tags:  Béji Caïd Essebsi, Crise Libyenne, Khemais Jhinaoui, Libye, ONU, Tunisie,

  • Nueva reunión entre Marruecos y el Frente Polisario prevista para el 21 y 22 de Marzo

    Un nuevo encuentro se prevé entre Marruecos y el Frente en presencia de los dos países vecinos, Argelia y Mauritania en calidad de observadores.

    El encuentro tendrá lugar el 21 y 22 de Marzo en las cercanías de Ginebra bajo el auspicio del Enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, el ex-presidente alemán Horst Köhler.

    Durante los preparativos, Horst se reunió en París a finales de Febrero pasado con una delegación marroquí presidida por el Ministro Nasser Bourita. El día 5 y 6 de Marzo lo hizo con los negociadores saharauis.

    A finales de Abril, tendrá lugar la reunión periódica bianual del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el Sáhara Occidental.

    Estados Unidos amenaza con interrumpir la financiación de la MINURSO (la misión onusina que opera en la antigua colonia española) si no se registran progresos en las negociaciones.

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, MINURSO, ONU, Horst köhler, Consejo de Seguridad,