Étiquette : referéndum

  • El Sàhara, La terra promesa

    Presentació de llibre

    Jueves 21/11 de 2019 19.00

    Centre del Carme

    Valencia (Ciutat Vella)

    Entrada libre

    PRESENTACIÓ DE LLIBRECIUTAT VELLAENTRADA LIBRE

    La Institució Alfons el Magnànim-Centre Valencià d’Estudis i d’Investigació presentará el próximo jueves 21 de noviembre el libro de la colección de Periodismo El Sàhara. La terra promesa en el Aula Capitular del Centre del Carme de Cultura Contemporània (calle Museu, 2, València), a las 19 horas.

    El autor y periodista Vicent Garcia Devís nos relata un viaje real de un equipo de televisión al epicentro del conflicto saharaui, el muro de arena de 2700 kilómetros que separa el Sáhara ocupado por Marruecos y los territorios controlados por la RADS (República Árabe Democrática Saharaui) y el Frente Polisario, su gobierno en el exilio.

    El periodista conductor de Telenoticias Mediodíade TV3, Carles Prats, experimentado reportero en diferentes conflictos como la guerra de Siria y testigo de la vida en los campos de refugiados en Grecia o en Afganistán será el encargado de acompañar al autor en la presentación junto al director del Magnànim, Vicent Flor.

    La entrada será libre y gratuita hasta completar el aforamiento de la sala.

    La historia de un pueblo sometido

    El Sáhara Occidental formaba parte de una de las rutas comerciales más importantes de África, la ruta del oro y la sal. Entre 1958 y 1976, este territorio constituía una provincia española más. Mientras el dictador Franco agonizaba, el rey Hassan de Marruecos daba apoyo a la Marcha Verde que acabó ocupando una parte importante de la excolonia española. Desde entonces, unas 200.000 personas viven en una eterna pesadilla en el exilio argelino. Y mientras huían de la tierra ocupada, las filas de hombres, mujeres y niños que huían de sus pueblos y ciudades eran bombardeados con napalm por el ejército del aire marroquí.

    El referéndum que nunca llega

    El libro hace un repaso a la historia de aquel pecado español, con apoyo de Francia y de todos los gobiernos españoles posteriores, una descolonización enquistada por multitud de intereses económicos (el nuevo colonialismo) mientras todo un pueblo sufre desde hace más de 44 años en un rincón olvidado del desierto de Argelia.

    El relato de Devís pasa revista a la actualidad de la diáspora saharaui y también analiza los errores que, en todo el proceso, ha podido protagonizar el Frente Polisario. Una ONU totalmente ineficaz y una situación geoestratégica y geopolítica del reino de Marruecos han dejado en el olvido el dolor de los habitantes de la excolonia española con la exigencia de un referéndum por la independencia que nunca llega.

    Agenda Urbana, 20 nov 2019

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, España, referéndum, ONU, autodeterminación,

  • Escocia, Cataluña: la sombra de la injerencia rusa o de la intoxicación a la paranoia

    Fuente : Voltaire, 22 sept 2019

    El monstruo del lago Ness: ¿leyenda o realidad? ¿La injerencia rusa en la crisis escocesa y catalana: quimera o realidad?

    Nadie sabe si la criatura del lago Ness existió realmente en las profundidades de las aguas heladas de un lago escocés de las Tierras Altas. Sin embargo, su hipotética existencia todavía hace correr mucha tinta. Todavía estamos disfrutando de este imaginario escocés, al igual que los fantasmas que acechan las antiguas casas del viejo país escocés. ¿Qué sería Escocia sin sus fantasmas y sin el monstruo del lago Ness? Después de los horrores del Brexit y de los viejos demonios que sacuden Inglaterra, se impone a la sociedad civil escocesa en su conjunto un enfoque político moderno: ¿cómo beneficiarse de un nuevo referéndum? Esta cuestión resulta perfectamente legítima y conforme al derecho internacional. Pero Boris Johnson, el Primer Ministro de Inglaterra, no acepta que el pueblo escocés sea consultado. La antigua democracia inglesa demuestra sus límites en la no aceptación de una necesaria consulta escocesa.

    Lo mismo sucede con Pedro Sánchez, Primer Ministro de España. Este último prefiere cerrar los ojos ante la represión, el encarcelamiento y el exilio de numerosos electos catalanes que han querido ejercer pacífica y libremente una consulta electoral.

    Es evidente que a los Estados multinacionales les resulta difícil aceptar la expresión popular. Y, sin embargo, son representantes legítimos, representantes políticos de la Generalitat de Cataluña los que son embalsamados sin piedad ni consideración alguna.

    Hay que constatar que en la Península Ibérica se pisotean los derechos fundamentales de los mandatarios del pueblo catalán, y ello en un desconcertante silencio mediático. ¿Es necesario recordar que España es el único país europeo que conserva todavía en su capital un suntuoso monumento funerario a la gloria de un dictador? ¿Existe, en Francia, un monumento a la gloria de Felipe Pétain? ¿Estaría entusiasmado por tal eventualidad el filósofo Bernard-Henri Lévy?

    En la actualidad, el oscurantismo avanza a pasos agigantados, haciendo caso omiso de las Luces de la Europa del siglo XVIII. Los tiempos cambian, ¿pero de quién es la culpa? Hoy, Vladimir Putin es el sospechoso ideal de las élites occidentales y de los grandes medios de comunicación. Es el espantapájaros conveniente que se expone para avivar los miedos. Y así, desde el Brexit al referéndum catalán, desde la intoxicidad a la paranoia, la injerencia rusa está bordada por fantasías oficiales americanas que nos la presentan como palabra evangélica.

    Sin embargo, las pruebas concretas y tangibles siguen pendientes. Este procedimiento recuerda extrañamente el pretexto beligerante de las armas masivas inventado por la administración estadounidense y difundido por los grandes medios de la época para lanzarse al asalto de Irak con las consecuencias que conocemos y vivimos.

    Tags : España, Cataluña, Catalunya, Escocia, independentismo, referéndum,

  • La ida de Bolton, una ocasión perdida para el Sahara Occidental

    Flora Pidoux

    Fuente : Raison d’Etat, 18 sept 2019

    Bolton dejó la administración Trump la semana pasada. La salida del CSN ha sido bien recibida por la mayoría, ya que su postura agresiva fue motivo de conflictos diplomáticos en los principales conflictos internacionales. Sin embargo, su experiencia pasada en el Sáhara Occidental y su natural impaciencia están empezando a sacudir las cosas allí, después de cuarenta años de conflicto. Su partida reduce una vez más la posibilidad de una resolución entre Marruecos y los saharauis.

    El 10 de Septiembre, el Presidente Trump anunció en un Tweet la dimisión de John Bolton, su tercer Consejero de Seguridad Nacional (CSN) desde su elección. El motivo de la dimisión/licenciamiento de Bolton (eso no está claro) parece haber sido una oposición de opiniones dentro de esta administración. En los últimos meses, Bolton se había negado a apoyar algunas de las posiciones más cruciales de Trump sobre asuntos exteriores, particularmente Rusia, y criticó la retirada anunciada de las tropas estadounidenses de Afganistán.

    Bolton era una figura controvertida. Ha sido calificado por la prensa estadounidense e internacional como un « Hawk » y hasta un « uber-hawk » debido a su inclinación a movilizar a las tropas para resolver las crisis y a su postura unilateralista de línea dura. La salida de Bolton se ha recibido de diversas maneras, algunas, como Bernie Sanders, argumentando que un síntoma del problema se ha ido, otros lamentan este hecho por ser el último guardián que impedía al presidente estadounidense tomar decisiones de política exterior potencialmente desastrosas.

    Mientras que los casos de Irán, Afganistán, Venezuela, Rusia y Corea del Norte siguen siendo casos delicados para los que la presencia de Bolton había causado problemas diplomáticos, hay un conflicto en el que Bolton podría haber tenido una influencia duradera y positiva: el Sáhara Occidental.

    Panorama general del conflicto

    El Sáhara Occidental ha estado imbuido de un conflicto duradero desde la partida del colono español en 1975. Desde entonces, el territorio ha sido objeto de conflicto entre las fuerzas marroquíes que reclaman el territorio y que ahora controlan el 85% del territorio, y el Frente Polisario, las fuerzas saharauis que exigen ejercer su derecho a la autodeterminación. El conflicto comenzó con violentos enfrentamientos hasta la intervención de las Naciones Unidas (ONU) en 1991. La organización creó la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO), cuya misión era imponer un alto el fuego y organizar y garantizar un referéndum libre y justo y proclamar los resultados.

    Además, el Consejo de Seguridad ha pedido al Secretario General que medie en las negociaciones entre las partes en apoyo a la MINURSO. Pero a pesar de varias rondas de negociaciones bajo el auspicio de cuatro Enviados Personales del Secretario General para el Sahara Occidental, es decir, personas encargadas de las negociaciones en nombre del Secretario General de la ONU, el conflicto sigue estancado.

    El Sáhara Occidental sigue siendo un territorio no autónomo, los refugiados saharauis siguen viviendo en campamentos de refugiados y las partes todavía parecen incapaces de encontrar una salida. Sin embargo, había esperanza de que las cosas se movieran en los últimos dos años. En primer lugar, el último Enviado Personal, Horst Köhler, conocido por su buena gestión de los asuntos internacionales, había logrado reunir a las partes en diciembre de 2018 y marzo de 2019, la primera vez en más de cinco años. Desafortunadamente, tuvo que renunciar a su cargo en la ONU en mayo pasado debido a problemas de salud. La segunda persona fue John Bolton, CSN de Trump.

    Bolton probablemente habría sido capaz de guiar a Trump en este asunto. Después de todo, el Sáhara Occidental no es un asunto tan importante como la negociación con los talibanes, Putin o Kim Jung-un. Esto le habría dado a Bolton más margen para actuar más libremente.

    La ventaja de Bolton

    Bolton podría haber marcado la diferencia gracias a su compromiso personal con el caso. Había participado en el proceso de paz, trabajando benevolamente para James Baker III, el primer Enviado Personal, entre 1997 y 2000. Siguió el tema como embajador de Estados Unidos ante la ONU durante unos meses en 2006. También visitó los campos de refugiados. En general, su presencia en la administración Trump parece haber intensificado el impulso en torno al conflicto. La participación del CSN incluso ha sido llamada « efecto Bolton ».

    Su postura al respecto ha sido clara en todo momento: la MINURSO debe terminar si no se consigue nada. Esta es la postura que apoyó en 2006 y una vez más desde su nombramiento en la administración de Trump. Cabe señalar que Bolton es el origen de la reducción por el del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (de un año a seis meses) del mandato de la MINURSO, que comenzó en 2018 (Resolución 2414). Si bien esto pretendía poner fin a una misión ineficaz de la ONU, en línea con la posición de Trump sobre las misiones de paz, esta estrategia tenía como objetivo ejercer más presión sobre las partes. Esto contribuyó en gran medida en la capacidad de Köhler de reunir a las partes dos veces en pocos meses.

    La razón de la falta de resolución es, ante todo, la satisfacción con el statu quo, especialmente por parte de Francia y, hasta cierto punto, de los Estados Unidos. Después de todo, el Sáhara Occidental es un conflicto congelado, y nadie ha muerto desde 1991. Pero esta aceptación de las cosas tal como están es la causa del estancamiento. Las razones para abordar la cuestión no son lo suficientemente apremiantes en comparación con otras crisis. Si se quiere cerrar este caso, los actores internacionales tendrían que hartarse del conflicto. Y esto es exactamente lo que Bolton hizo : traer a la mesa la impaciencia y la frustración con un conflicto monitoreado por la ONU desde hace 29 años.

    La posición de Bolton se apartó un tanto de la posición tradicional de Estados Unidos, centrada en apoyar los esfuerzos de la ONU, mientras que no favoreció una solución particular. Sin embargo, al hacerlo, Washington apoyó indirectamente la intransigencia de Marruecos y el estancamiento del conflicto. Bolton, sin embargo, criticó el comportamiento de Rabat, acusándolo de retrasar las negociaciones para salir de la búsqueda de una solución, y llegó a rechazar el plan de autonomía de Marruecos para la región. Con Bolton, el Frente Polisario encontró un partidario dentro de la administración Trump. De hecho, el ex-CSN prefería la opción de un referéndum, el resultado preferido del Polisario, que se había dejado de lado en los últimos años, continuando así la labor de Baker. Vale la pena señalar que los planes de Baker muy probablemente habrían funcionado si no hubieran chocado conr la fuerte oposición de Marruecos.

    Mirando hacia el futuro

    Marruecos hacía creer que nada había cambiado con Bolton, y que la presión era ineficaz porque el gobierno estadounidense estaba demasiado cerca de la monarquía marroquí por la estabilidad del Magreb. Si bien es cierto que el ex-CSN no habría sido capaz de obligar a Marruecos a hacer algo contra su voluntad, sobre todo si Trump se opone a ello, Bolton ayudó a crear un sentimiento de urgencia, y, más en general, volver a poner sobre la mesa el conflicto del Sáhara Occidental.

    Como Antonio Guterres, el Secretario General de la ONU, está buscando un nuevo Enviado Personal, y Trump un nuevo CSN, esperemos que los dos nuevos funcionarios compartan un compromiso para resolver el conflicto a través de « una solución política mutuamente aceptable que prevea la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental ».

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, ONU, MINURSO, John Bolton, referéndum,

  • The American Spectator : EEUU presionan para la celebración del un referéndum en el Sáhara Occidental

    El periódico The American Spectator: The Last Colony, Sahara Occidental

    Fuente: The American Spectator

    Así titula el periódico estadounidense en un extenso artículo en la que trata la ocupación marroquí a los territorios del Sahara Occidental y la represión que ejerce contra la población que rechaza su ocupación: “La última colonia de África”.

    Marruecos continúa bloqueando el desastre humano que ha creado en el Sáhara Occidental, y John Bolton no es el único funcionario estadounidense que no está dispuesto a ignorar el problema por más tiempo. Escribe el periodista estadounidense DAVID KEENE en The American Spectator el pasado 10 de agosto. David Keene es editor en el Washington Times.
    El periódico The American Spectator, relata sobre los sucesos de aquella tarde del 19 de julio de 2019 en la ciudad ocupada El Aaiun. La joven Sabah Njourni se unió en la ciudad a la celebración de Copa Africana de Naciones en la que ganó la copa Argelia. El Aaiún, es una ciudad situada en el Sahara Occidental que Marruecos invadió y ocupó en los años setenta. la multitud agitaba banderas de Argelia y el Sáhara Occidental, ya que no solo eran fanáticos del fútbol, ​​sino que los saharauis viven bajo el control marroquí en un territorio que la ONU denomina « Territorio no autónomo ».

    Escribe The Spectator en su artículo “Quizás Sabah debería haber sabido que agitar una bandera saharaui como lo hacía esa noche es considerado un crimen por el régimen marroquí, que ha estado dominando desde que se apoderó del Sahara Occidental para borrar cualquier expresión de nacionalismo saharaui o apoyo a la independencia.

    Pero Sabah y los demás soltaron riendas esa noche. Celebraban esa noche como fanáticos del fútbol rabiosos y expresaron tanto su amistad hacia Argelia como el apoyo a su causa.

    A medida que avanzaba la celebración, la policía y los militares marroquíes entraron en acción contra los saharauis. La reunión pacífica se tornó violenta cuando la policía usó balas de gomas y gas para dispersar a los manifestantes. Al menos 80 de los manifestantes resultaron heridos, y dos, incluido Sabah, fueron asesinados. Este no era el paraíso turístico que tantos estadounidenses imaginan cuando piensan en Marruecos. Advierte The American Spectator.

    Testigos entrevistados por Amnistía Internacional relataron cómo la policía marroquí ha decidido atropellar a los manifestantes en la calle y convertir sus vehículos en armas de terror. Sabah, según dos testigos, estaba cruzando una calle semidesierta cuando fue atropellada por un vehículo policial, que la lanzó por los airees y luego fue atropellada por otro vehículo policial mientras yacía muriendo en la calle. Varios Tambien varios otros sufrieron heridas graves después de haber sido atropellados por la policía.
    Escribe el periodista David Keene, “Si esto hubiera sucedido en los EE. UU. o en otros países de Occidente, habría sido una noticia mundial, pero Marruecos sistemáticamente niega el acceso de los periodistas a lo que sucede en el Sáhara Occidental. Es una crisis humanitaria en curso de la que nadie en este país sabe mucho o nada, y esa es la forma en que Marruecos quiere mantenerla. El año pasado, cuando un periodista neoyorquino intentó visitar el área, los agentes marroquíes lo expulsaron, alegando que era un « agitador”.

    El periódico hizo uno esbozo sobre el Sahara Occidental para situar su marco histórico en las siguientes lines: El Sáhara Occidental en el que se encuentra El Aaiún fue hasta los años setenta una colonia española conocida como el Sáhara Español. Cuando España renunció a sus colonias, Marruecos la invadió iniciando una guerra de veinte años con los habitantes saharauis mientras intentaba convertir la antigua colonia en parte de un Marruecos ambicioso. Fue una guerra brutal durante la cual cientos de miles de hombres, mujeres y niños saharauis huyeron de la lucha para refugiarse en la vecina Argelia, donde permanecen hasta el día de hoy viviendo en campos de refugiados administrados por la ONU y soñando con el día en que puedan regresar a sus hogares.

    Más adelante el periódico resalta que “Al principio, Marruecos reclamó derechos legales e históricos sobre el territorio, pero esos reclamos fueron rechazados como absurdos por la Corte Internacional de Justicia en su dictamen de 1975 que ha sido acordado por cualquier otro tribunal y organismo internacional que haya examinado el tema. Marruecos alega que los saharauis eran una ficción inventada por la antigua Unión Soviética y el Estado de Argelia para debilitar a Marruecos”

    Después del colapso de la Unión Soviética y el surgimiento de Argelia como un aliado estratégico de los EE. UU. en la región, el argumento cambió con los diplomáticos marroquíes advirtiendo que la supervivencia de la monarquía marroquí estaba en juego porque renunciar al Sahara Occidental llevaría inevitablemente a su desaparición.

    Con la esperanza quizás de abrir una brecha entre el mundo saharaui y musulmán, la prensa marroquí de este año ha presentado otra teoría de la conspiración; alegando que el apoyo de los Estados Unidos a los refugiados saharauis proviene del pacto del diablo entre los líderes del Polisario, los cristianos evangélicos en los Estados Unidos y el senador de Oklahoma James Inhofe, el principal defensor del pueblo saharaui en el Senado de los Estados Unidos, para permitir que los misioneros cristianos instan abiertamente los campos de refugiados para abandonar el Islam por el cristianismo.

    La estrategia del régimen marroquí es simple y tiene sentido desde su punto de vista; hace lo que sea necesario para desalentar cualquier acción sobre el tema porque con el tiempo el mundo llegará a aceptar el status quo como legítimo. Para lograr este objetivo, Rabat ha gastado decenas de millones de dólares en cabilderos y otros en Washington para convencer a los responsables políticos de que no hagan nada y, hasta hace poco, Marruecos confiaba en que la estrategia funcionaría.

    El periodista americano recuerda que John Bolton resumió la estrategia marroquí tan bien como cualquiera cuando escribió en 2007 que Marruecos « espera que el control de facto se convierta en control de jure con el tiempo ». Todo eso cambió cuando el presidente Trump designó a John Bolton como su jefe del Consejo de Seguridad Nacional. Un periodista francés que estaba en Rabat cuando la noticia llegó a Marruecos me dijo que la noticia se recibió como « problemática » y sería una subestimación”. Saben que durante años, Bolton ha estado presionando por una resolución de la situación de los saharauis, porque simpatiza con su difícil situación como por el enfrentamiento continuo y la amenaza para la estabilidad regional en el norte de África y, por lo tanto, para los intereses estadounidenses allí.

    Bolton dejó claro su interés de dos maneras. Cada año, la ONU tiene que votar para extender el mandato que permite al organismo internacional continuar financiando los campos de refugiados en Argelia y lo que se conoce como MINURSO (Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental), pero el año pasado con Bolton ya en su posición de influencia, Estados Unidos exigió una extensión de seis meses en lugar de lo que se había convertido en la extensión tradicional de un año del mandato para notificar a las partes que Estados Unidos quería que por fin avanzaran hacia una solución del obstáculo a la promesa referéndum.

    Poemario por un Sahara libre, 16 ago 2019

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, referéndum, autodeterminación, John Bolton, MINURSO, ONU,

  • La administración Trump trabaja para resolver el problema de los refugiados de larga data en el norte de África

    Los críticos del presidente Donald Trump, incluidos los de los medios de comunicación, se deleitan en imaginarlo como una persona despreocupada por los derechos humanos, y como presidente totalmente despreocupado por la difícil situación de quienes buscan la libertad en todo el mundo. Como ocurre a menudo en la política, la realidad es muy diferente. El problema actual de los refugiados en el norte de África es precisamente un ejemplo.

    Cientos de miles de refugiados desplazados en la región del Sáhara Occidental del Norte de África pueden tener hoy más motivos de esperanza que nunca, gracias a la preocupación y la participación de la Administración Trump.

    En el decenio de 1970, el pueblo del Sáhara Occidental, conocido entonces como el Sáhara español, pensó por un breve instante que sería libre cuando España renunciara a sus reivindicaciones coloniales, pero no fue así. El territorio fue pronto ocupado por el Reino de Marruecos, que sigue reclamando la zona como propia, a pesar de los fallos de la Corte Internacional de Justicia y de numerosas resoluciones de las Naciones Unidas que reconocen el derecho de los habitantes de la región, los saharauis, a la auto-determinación.

    En 1991, después de años de lucha, la ONU elaboró un alto el fuego en el que las partes acordaron que el destino del territorio se determinaría por referéndum, dando al pueblo saharaui el derecho de determinar su propio futuro. Para entonces, cientos de miles de personas habían huido del conflicto y vivían en los campamentos de refugiados de ONU-administrados en Argelia. Esperaban regresar a sus hogares en el Sáhara Occidental después del referéndum, pero esa votación todavía no ha tenido lugar y siguen viviendo en esos mismos campamentos casi 30 años después.

    Mientras tanto, el pueblo del Sáhara Occidental ha prevalecido ante la Corte Internacional de Justicia y otros tribunales jurídicos que han constatado sistemáticamente que Marruecos no tiene ninguna reivindicación religiosa o histórica del territorio que les ha arrebatado. Ninguna de estas decisiones ni la exigencia prácticamente unánime de que renuncie a lo que se conoce como « La última colonia de África » han hecho que Marruecos deje de ignorar la ley y la opinión mundial.

    El Asesor de Seguridad Nacional del Presidente Trump, John Bolton, preguntó en un importante discurso sobre la política africana de EE.UU. a principios de este mes por qué las Naciones Unidas han tardado 27 años en organizar un referéndum entre tan solo 70.000 personas. Es una buena pregunta.

    Ha habido numerosos intentos de llegar a un acuerdo sobre la fecha y las condiciones para el referéndum prometido, pero hasta ahora ninguno ha funcionado. Lo más cercano fue cuando, después de que George H.W. Bush dejara la Casa Blanca en enero de 1993, James Baker, su Secretario de Estado, aceptó el nombramiento como Enviado Especial de la ONU para el Sáhara Occidental. Baker creía que tenía un acuerdo, pero Marruecos se echó atrás en el último minuto, las negociaciones terminaron, y Baker se fue a casa a Texas.

    A principios de este año parecía que podría haber algún movimiento positivo. Después de meses de reunirse por separado con las partes, el ex Presidente alemán Horst Köhler, que es el actual Enviado Especial para el Sáhara Occidental, convenció a las partes de reunirse en una « mesa redonda » el pasado mes de diciembre y nuevamente en marzo. Los principales partidos son el Reino de Marruecos y el Frente Polisario que representa al pueblo saharaui, pero también se incluyeron en la reunión otras naciones de la región afectadas por la inestabilidad y la incertidumbre derivada del estancamiento.

    En cierto sentido, el hecho de que estas reuniones hayan tenido lugar representó un progreso significativo porque no se ha avanzado hacia la solución de la persistente crisis del Sáhara Occidental, pero más tarde el Sr. Köhler dimitió abruptamente y el estancamiento continúa. Esta es una mala noticia para la región, para los países implicados y, sobre todo, para el pueblo del Sáhara Occidental.

    Los hombres saharauis, las mujeres, y los niños obligados a huir de su patria y a languidecer en los campamentos de refugiados dentro de la vecina Argelia siguen esperando que el estancamiento se resuelva en última instancia si las Naciones Unidas simplemente cumplen las promesas hechas hace tantos años. Eso puede ser una ilusión dada la trayectoria de la ONU, pero también cuentan de manera algo más realista con los Estados Unidos y el Gobierno Trump para presionar realmente a las Naciones Unidas y a Marruecos para que acepten la necesidad de permitir que el referéndum continúe.

    En esta coyuntura, los pueblos de la región tienen más sentido confiar en los Estados Unidos, el Sr. Bolton y el Presidente Donald Trump, en lugar de confiar en una promesa de las Naciones Unidas de que, sin la presión de los Estados Unidos y la comunidad mundial, probablemente nunca se cumplirá.

    Fuente : Town Hall, 30 jul 2019

    Tags : Sahara Occidental, Maroc, Donald Trump, John Bolton, ONU, autodeterminación, referéndum,

  • Sahara: Las soluciones al conflicto pasan por el referéndum

    EL FRENTE POLISARIO SÓLO LO REPRESENTA EN FUNCIÓN DE LA CONSECUCIÓN DEL REFERÉNDUM

    Luis de Carlos Calderón

    La política, edificada en los hechos consumados, se constituye en una de las graves injusticias reiteradas a lo largo de la historia. Los organismos internacionales deberían evitar ser cómplices de esta dinámica pero, en algunas ocasiones, lo son pues el no imponer todos lo medios para la resolución de un problema convierte su dejadez o inoperancia en un pecado de omisión o en una torpeza imperdonable. Cuando las violaciones adquieren, por razón de su continuidad en el tiempo, una pretendida legitimidad, el fracaso de los mecanismos correctivos, ideados por el derecho internacional, se hace patente. Los gobernantes marroquíes son conscientes de este devenir histórico que, paciente como inmoralmente, proyectan sobre el invadido territorio de la nación saharaui. Las armas del ejército alauita son importantes, pero ninguna como el tiempo y el interés económico de otras naciones reflejado, por ejemplo, en la firma del tratado de pesca entre Marruecos y la UE que infringe el Derecho Internacional al no respetar los derechos del pueblo saharaui. Cuando los colonos marroquíes se impongan en el día a día, a la par que la ONU se “fatigue”, querrán entonar el consumatum est.

    Es curioso, en este sentido, que se haya decidido favorablemente la realización de un referéndum, sabiéndose que la posición de Marruecos no es el respeto ni a los tratados ni a los compromisos ni a la decisión de un pueblo sino, siempre, la imposición de su criterio por la vía de los hechos consumados. Razón por la cual, nunca se celebrará la consulta al pueblo a no ser que aquellos organismos internacionales adopten medidas disuasorias incluidas las militares, presencia masiva de cascos azules, como han hecho con otros territorios. Así el Plan de Paz de la ONU, que se proponía como « objetivo fundamental » permitir al pueblo del Sahara Occidental ejercer su derecho a la autodeterminación, sin restricciones, optando por la independencia o la integración en Marruecos u otras posibilidades a través del citado referéndum, siempre estará abocado al fracaso: 26 de enero de 1992, 14 de febrero de 1995, 7 de diciembre de 1998… fechas en las que se había decidido su celebración son la manifestación de la táctica obstruccionista de Marruecos.

    En justicia, sólo el pueblo saharaui, disperso entre las tierras invadidas por Marruecos (46%), los campamentos de refugiados (44%), Mauritania (8%) y otros (2%), es el que debe decidir sobre su futuro. El Frente Polisario sólo lo representa en función de la consecución del Referéndum, de tal manera que no puede darse otra salida que no pase por su celebración. Las soluciones barajadas, en torno al referéndum, tanto por los planes emanados de Organismos internacionales como los elaborados por las partes en conflicto como las sugeridas por expertos, teniendo en cuenta la historia, geografía, etc., son variadas y algunas, cuando menos, pintorescas. Podríamos sintetizarlas en siete:

    I.- Soluciones injustas por presuponer, antes del Referéndum, la Soberanía de Marruecos sobre el Sahara.

    1.- Autonomía temporal y, posterior, referéndum. Admitir tal posibilidad supone mediatizar la consulta impidiendo un mínimo de libertad en el proceso de autodeterminación. Los poderes soberanos suponen que el Sahara forma parte de Marruecos. No se puede pedir a todo un pueblo bombardeado, exiliado y torturado que reconozca, previamente a la consulta y aunque sea con carácter temporal, a quien ha cometido tales fechorías.

    2.- Autonomía permanente bajo la soberanía del Estado Marroquí. El pueblo no tendría opciones en orden a otra posibilidad. Sólo autonomía sí o no.

    II.- Soluciones justas por respetar el derecho de autodeterminación en referéndum, bajo la protección de la ONU, que necesitaría de sucesivas fases para evitar la manipulación de Marruecos:

    1.- Independencia absoluta con la totalidad del territorio que fue Provincia de España hasta su abandono.

    2.- Integración en otra nación como región, comunidad autónoma, etc.

    3.- Configuración como Estado: Libre Asociado, confederado o federado a Mauritania, España, Marruecos o Argelia.

    4.- División del territorio en dos partes: Marruecos retendría para sí la zona rica del norte la que le correspondió tras la firma de un Tratado Internacional de fronteras, el 14 de abril de 1976, con Mauritania por el que se repartieron, ilegalmente, el territorio después de que el Sultanato no respetara otras ilegalidades contenidas en los Acuerdos de Madrid en los que se instituyó una administración temporal tripartita que debía haber concluido el 28 de febrero de 1976. Mauritania abandonando su parte y reconociendo al Frente Polisario, contempla como el 11 de Agosto de 1979 las tropas marroquíes toman por la fuerza la capital Dajla (Villa Cisneros), continuando la política alauita su camino de ilegalidad en ilegalidad aunque las mismas sean contradictorias entre sí. Este territorio tiene una extensión de unos 90.000 km².

    5.- Y por pedir, independencia absoluta partiendo de la historia y la geografía: el sur del río Dra, es el Sahara Occidental. Por tanto, incluyendo Cabo Juby, con la recordada localidad de Villa Bens o Tarfaya, 20.000 km², comprendidos entre el citado río Dra y el paralelo 27º 40′. Territorio que España se vio obligada a ceder a Marruecos en 1958 por un anacrónico tratado de 1912, que habría que haber denunciado, entre Francia, dominadora de la situación en aquel entonces, y la débil y liberalista España.

    Fuente : Diario Ya, 6 ago 2019

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, referéndum, autodeterminación, autonomía, ONU,

  • UA : La troika sobre el Sáhara Occidental se reúne en Niamey

    Cumbre extraordinaria de la UA en Niamey: reunión de la troika sobre el Sáhara Occidental

    Niamey, 5 jul, APS. – Según declaraciones hechas ayer por el Comisionado para la Paz y la Seguridad de la UniónAcricana (UA), Smail Chergui, se prevé una reunión sobre el Sáhara Occidental en Niamey para intentar impulsar el proceso de negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario con el fin de lograr la organización de un referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui.

    Esta reunión se llevará a cabo al margen de los trabajos de la 12ª cumbre extraordinaria de la UA, programada para el 7 de julio en la capital nigeriana, reunirá a la troika integrada por Rwanda que había ocupado previamente la presidencia rotativa de la UA, Egipto como actual presidente de la UA y Sudáfrica, que lo presidirá en breve.

    En este sentido, el Sr. Chergui dijo, en un comunicado a la prensa al margen de la 35ª Sesión Ordinaria del Consejo Ejecutivo de la UA, que la reunión de la troika interviene luego de una decisión de la Cumbre de Nouakchott. Con miras a contribuir y apoyar al Enviado Especial de la ONU en el Sáhara Occidental para tratar de impulsar el proceso de negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario para promover la solución esperada, basada en la organización del referéndum de autodeterminación del Sáhara Occidental.

    El mecanismo africano para permitir que la UA brinde « apoyo efectivo » al proceso dirigido por la ONU basado en las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad para lograr la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental fue adoptado por la Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en julio de 2018 en Nouakchott.

    Este mecanismo se adoptó después del informe preparado por el presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki, en el que se recordó que el Sáhara Occidental y Marruecos deben reanudar las negociaciones bajo los auspicios del Secretario General de la ONU.

    Se trata de negociaciones « sin condiciones previas y de buena fe con miras a alcanzar una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable que permita la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental en el contexto de acuerdos de acuerdos conformes con los objetivos y principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas « .

    Última colonia en África, el Sáhara Occidental fue ocupada por Marruecos en 1975 después de la partida de las tropas españolas, y hasta hoy sigue inscrito en la ONU en la lista de los territorios a descolonizar sobre la base de las normas del derecho internacional en la materia.

    Cabe recordar que Marruecos se opone a cualquier intervención de la UA en la resolución de la cuestión del Sáhara Occidental.

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, Unión Africana, Troika, UA, autodeterminación, referéndum,

  • El Plan Baker visto por el mártir Bujari Ahmed

    Baker y el Sáhara Occidental Una nueva dinámica

    Ahmed Bujari

    El País, 26 sep 1997

    Las perspectivas de una solución justa y definitiva en el Sáhara Occidental, tras las negociaciones de Houston y sus resultados, son reales. Y aunque la prudencia es de rigor, se puede decir que a finales del próximo año se celebrará el tantas veces aplazado referéndum de autodeterminación, que debe culminar o con la emergencia de un nuevo Estado en el norte de África o con la extensión hacia el sur de la frontera marroquí. No hay duda alguna de que un referéndum justo y libre, condiciones sobre las que ha insistido de manera incansable el mediador Jarnes Baker, conducirá a lo primero.Houston fue la etapa final de una serie de negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario que se habían iniciado el 23 de junio en Lisboa, continuaron en Londres y de nuevo en Lisboa, concluyendo el 16 de septiembre en la capital del Estado de Tejas. Esta última ronda tenía una importancia crucial no sólo por el tema central de la agenda -código de conducta y periodo transitorio-, sino también por el hecho de que de sus resultados dependía la convalidación de los acuerdos anteriores. A su vez, de esta convalidación dependía la continuidad o no del esfuerzo de las Naciones Unidas para culminar su misión en el Sáhara Occidental.

    Las negociaciones de Houston no fueron fáciles. Conocieron momentos de tensión muy serios que fueron superados por el mediador sólo en las últimas horas del último día.

    Las declaraciones de James Baker a la prensa internacional, anunciando que las dos partes habían alcanzado un acuerdo general que incluye los temas de Houston y todos los anteriores, dieron la vuelta al mundo. Sin infravalorar la inteligencia desplegada por los negociadores marroquíes y saharauis, el éxito hubiera sido imposible de no haber sido por la capacidad, experiencia y peso político del mediador.

    El camino hacia el referéndum queda en principio allanado. Hay una nueva dinámica. Del peligroso estancamiento se pasa al movimiento sobre la base de una serie de acuerdos que conllevan una triple fuerza. La de haber sido: a) aceptados por las dos partes, b) firmados ante Baker, y c) negociados en nombre del secretario general de la ONU, que cuenta con el apoyo del Consejo de Seguridad.

    Un mínimo de prudencia es, sin embargo, aconsejable, ya que en todo acuerdo de naturaleza político-diplomática que implica a varios actores habrá siempre problemas en el momento de la aplicación. El grado de complicación de dichos problemas está en una relación directamente proporcional con la mayor o menor voluntad de obstrucción de una u otra parte. A su vez, la mayor o menor inclinación de las partes a obstaculizar estará en una relación inversamente proporcional al menor o mayor grado de despliegue de autoridad, medios y firmeza de las Naciones Unidas.

    Los acuerdos logrados, contrariamente a lo que algunos medios insinuaron, no dejaron plantadas « manzanas de discordia ». No reemplazan ni modifican la esencia del plan de paz. Lo hacen aplicable. La pregunta del referéndum sigue siendo la misma: independencia del Sáhara Occidental o su integración en la potencia ocupante. De entre los acuerdos, unos resuelven divergencias conocidas, como el espinoso problema de los votantes del referéndum. Otros abarcan campos y temas que podrían ser causa o motivo de divergencias que podrían paralizar de nuevo la aplicación del plan de paz, como es el problema del confinamiento de tropas de las dos partes, el código de conducta, los poderes de la ONU en el periodo transitorio, la presencia de observadores y de los medios de prensa durante dicho periodo… La negociación abordó cada problema concreto, pero dentro de un enfoque global bajo el principio de que « nada está acordado mientras todo no haya sido acordado ».

    La nueva dinámica que descansa sobre ese trípode de fuerza permite decir que lo que fue imposible durante seis años ya no lo es hoy. Pero el cambio en la perspectiva no fue súbito. Fue el resultado de dos factores y de un análisis realista de la situación. Un nuevo secretario general distinto al anterior. Un mediador de gran envergadura al que resulta difícil decirle no sin convencerle. Y un análisis.

    En mayo del año pasado, Butros-Gali decidió arrojar la toalla y retirar a la comisión de identificación del territorio. El proceso quedaba de esta manera paralizado. El diplomático egipcio se apresuró a informar al Consejo de Seguridad de que Ias fuerzas de las dos partes se preparaban visiblemente al combate ». El retorno de los combates supone el estallido del conflicto, el cual, en términos militares, se dirigiría a una prolongación de la guerra de desgaste o se descarrilaría de una manera provocada o casual hacia un enfrentamiento regional, cuya onda de expansión implicaría, en la terminología del autor de Choque de civilizaciones, al nivel « terciario », a través de la venta de armamento, injerencias contenidas e intervenciones extranjeras.

    Es difícil saber si los dirigentes marroquíes habrían retenido algún día esta arriesgada estrategia, cuya finalidad sena complicar el cuadro para complicar la solución. Llevarla a cabo supondría que la luz verde de las grandes potencias habría sido dada. Las consecuencias para la región y para Europa habrían sido imprevisibles si se hubiera desembocado en un conflicto.

    En cuanto al primer escenario, tanto saharauis como marroquíes tienen puntos de fuerza y de debilidad de distinta naturaleza que en su enfrentamiento global se dirimirían a corto o medio plazo contra la parte que tendría, además de la legitimación o no internacional, mayores problemas o urgencias socio-políticas internas.

    En este contexto, si las fuerzas saharauis no pudieran desgastar a las marroquíes en la intensidad que quisieran, la imposición de una guerra de desgaste afectaría, sin embargo, a las arcas del país en un momento en el que las finanzas y las fuerzas armadas son claves para todo proyecto que sirva para responder a las necesidades de una sociedad de 29 millones de habitantes.

    A principios de 1996, la diplomacia marroquí tomó nota de la imposibilidad de implicar a la ONU en un referéndum fraudulento. La opción retenida por este país fue la de continuar implicando a las Naciones Unidas en la protección del alto el fuego desvinculado de un proceso político de aplicación del plan de paz. En otros términos, intentar desgastar al contrario sin ser desgastado. Paralizar el referéndum, culpar a la otra parte de ello y marcar, con el apoyo de la diplomacia francesa, algunos puntos en ciertos países francófonos de África mientras se disfruta de la protección del alto el fuego era algo que no sólo comprometía gravemente a la ONU, sino también absolutamente inaceptable. El punto de vista. saharaui fue explicado de manera reiterada a Butros-Gali y al Consejo de Seguridad.

    Butros-Gali no volvió a mostrar interés por el tema ante la cercanía del fin de su mandato. Había que esperar a enero de 1997. La llegada de un nuevo secretario general de las Naciones Unidas fue la ocasión para una evaluación en profundidad del tema del Sáhara Occidental. En su primer informe al Consejo de Seguridad, Kofi Annan llega a dos conclusiones. De un lado, la ONU no puede abandonar el territorio y proclamar el fracaso, al igual que en Somalia. De otro, la ONU no puede seguir indefinidamente en el Sáhara Occidental sin un objetivo claro, sin una perspectiva de referéndum, que es la razón de ser de su presencia. Las dos conclusiones configuran aspectos de un dilema shakespeariano. Salir de él requiere una renovada autoridad de la ONU y un mediador de grueso calibre. En este sentido, la decisión del secretario general de nombrar a Baker fue acertada.

    Vuelvo a repetir que la prudencia no debe ser abandonada. No todo está. definitivamente resuelto, pero el movimiento ha reemplazado a la parálisis anterior. Si el proceso culmina sin mayores problemas, las ventajas de una paz justa e irreversible en el Sáhara Occidental son de una incalculable repercusión positiva, no sólo para el pueblo saharaui, que demostró, desde la dignidad, que merece esa paz, sino también para el Magreb y su vecindad geopolítica. Por este solo objetivo merece el respaldo sincero de todos; de unos más que otros… por la cuenta que les trae este asunto.

    Ahmed Bujari es miembro de la delegación negociadora y representante del Frente Polisario en la ONU.

    * Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de septiembre de 1997

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, ONU, MINURSO, Plan Baker, referéndum, autodeterminación,

  • Efemérides 14/05/1975 – La misión de la ONU visitó las instalaciones de Bucraa

    El Aaiun, ABC, 14 mayo 1975.- La misión de las Naciones Unidas que se encuentra en el Sáhara visitó esta mañana las instalaciones mineras de Fos Bucraa, distantes cien kilómetros de El Aaiún. Esta tarde continuarán su trabajo de intercambios de impresiones con los nativos que lo deseen.

    Ayer por la tarde, y tras la visita del poblado de Daora y al Instituto de Segunda de Enseñanza, los miembros de la misión de la ONU fueron obsequiados por las autoridades saharauis a una fiesta típica en una jaima, a la que asistieron los representantes de la prensa internacional y extranjera llegados para informar sobre la labor que realiza dicha comisión de las Naciones Unidas –(Cifra).

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, España, misión de naciones unidas, 12 mayo 1975, sahara español, autodeterminación, referéndum,

  • El Sahara y el derecho de autodeterminación

    flicto de descolonización tardía, puesto que es el último territorio africano en ser descolonizado por una potencia europea.

    La presencia española en la región se remonta al siglo XVIII cuando España y el sultán de Marruecos firman el tratado de Marraqués, donde éste, ya reconoce que no puede hacerse responsables de los accidentes o desgracias que sucediera, a causa de no llegar allí sus dominios y ser la gente que habita el país errante y feroz. El artículo 18 de dicho tratado de considerarse la primera expresión de Marruecos, reconociendo su falta de dominio y potestades en dichos territorios. Este tratado es básicamente una potestad que el sultán concede a los españoles para permitir la pesca en esas aguas del Atlántico, sin que ninguna otra nación pueda hacerlo.

    Desde el año 1886 comienza la colonización, a base de acuerdos con los líderes locales.

    Es un territorio que España disputará, Francia, ya que ésta dominaba Marruecos, Mauritania, Argelia, siendo así para Francia el Sahara el único obstáculo para comunicar sus regiones entre sí.

    En 1934 los Saharauis para evitar la estrategia francesa de despoblar el Sahara firman con España un sometimiento amistoso. A partir de allí se comienza a llamar a la región como el “Sahara español”. España utilizando a los Saharauis logra penetrar el Sahara sin derramamiento de sangre propia, sí de aquellos. Logrando fundar así varios puestos en distintas ciudades y ocupar la ciudad de Ifni.

    Los intereses españoles en esa época eran fundamentalmente pesqueros, sea que no se conocía otro tipo de riqueza en la región.

    Durante la Guerra civil española la metrópoli utiliza una estrategia colonial clásica, la de captar indígenas y crear cuerpos armados con éstos, se forman así Saharauis con sueldos y armas españolas. Esto facilitará la penetración en el territorio, evitando el ataque de los locales al ejército español, y un avance junto a los Saharauis que conocen a la perfección todo su territorio.
    Desde el fin de la guerra civil hasta 1956, el Sahara piden paz, el pueblo saharaui históricamente nómade comienza a asentarse, se comienzan a establecer pequeños comercios y centros administrativos; se inician cultivos, enseñanza, secos son hospitales, viviendas. La sociedad indígena progresivamente se va incorporando al nuevo sistema económico que imponía la presencia española.

    Las expediciones científicas para la búsqueda de recursos naturales que comenzaron en 1945, se reanudarán en los años 57.58. Las prospecciones petrolíferas que se inician en el año 1959 dan un auge a la economía local, lográndose una reactivación y crecimiento de la economía. Dichas prospecciones decaen en el interés, debido al escaso precio del petróleo en esos años, pero las exploraciones permiten descubrir los yacimientos de fosfato más grandes del mundo, los yacimientos de Bu Craa.

    En el año 1956 Marruecos reasume independencia, al año siguiente reclama los territorios que estaban bajo el protectorado español. Año en que nace el ejército de liberación marroquí.

    La independencia de Marruecos, en un primer momento es festejado por los españoles y los Saharauis, sea que pensaban que sería un movimiento destinado únicamente a combatir el colonialismo francés. Es por esto que el ejército español, so pretexto de combatir a Francia, concede al movimiento de liberación marroquí ciertas libertades para moverse en sus territorios, lo que finalmente se convertirán en « bandas incontroladas », que controlarán de hecho gran parte del territorio.
    Estos acontecimientos aparecen ante los ojos de los Saharauis como una concesión de España a los próximos gobernantes del territorio.

    En 1956 España entrega la zona norte de su protectorado a Marruecos, a los días se inicia la guerra del Ifni, donde los combates fueron mortíferos para el ejército español y la población civil local, a manos de las guerrillas; guerrillas marroquíes a los que también se sumarán muchos Saharauis, ya que éstos entendían que era un momento de unión para expulsar a los colonizadores europeos.

    En 1969, debido al hostigamiento de las « bandas incontroladas » se llega a un acuerdo luego de varias conversaciones.

    Las Cortes aprueban la retro sesión de la ciudad de Ifni a Marruecos. Esto se debe en parte a la incompatibilidad para la época de este tipo de situaciones de coloniaje, y por otro lado que obviamente Ifni carecía de relevancia económica, siendo carente de posibilidades de desarrollo o de apoyo a la flota pesquera canaria.

    A partir de 1964 ante el temor de posibles acciones argelinas en las fronteras, los servicios de información españoles y las fuerzas armadas marroquíes comienzan a colaborar en secreto. Para evitar todo tipo de incidente que pudiera perturbar las relaciones hispano – marroquíes. Estas negociaciones y acuerdos van generando simpatía del organismo militar español hacia Marruecos.

    En los momentos decisivos de finales de 1975, se firman los acuerdos tripartitos de Madrid, la comentada simpatía hacia Marruecos logra una mayor aceptación de la tesis favorable a la entrega del territorio a éste país (tesis entreguista), contrariamente, a la de la entrega a sus pobladores nativos, el pueblo saharaui. A todo esto debe sumarse que debido a la gran inmigración de españoles a estos territorios a ocupar puestos laborales de mayor jerarquía que los nativos, a lo que los jóvenes Saharauis consideraban que les correspondían a ellos. Esto obviamente generaba fricciones entre españoles y Saharauis.

    La sedentarización y proletarización de los Saharauis, debido al sistema económico impuesto por España, va generando en la población un profundo sentimiento nacionalista, cuyas primeras manifestaciones son la demanda de mayor participación en las cuestiones del país.

    En 1963, ya transcurridos tres años de sancionada la resolución 1514, el Sahara pasa integrar la lista de los territorios que deben ser colonizados, aumentando así las presiones de la ONU a España. La ONU recomienda que se organice una votación, que ella misma supervisara, para evidenciar el derecho de los Saharauis a la auto determinación.

    Pero a partir de la década del 60 comienzan a ser los RECURSOS NATURALES el conflicto en cuestión, los yacimientos de fosfatos de la región de Bu Craa, considerado hasta la fecha el más grande del mundo, es reclamado por Marruecos y Mauritania, quejándose cada uno ante la ONU, para que no se celebre el referéndum de autodeterminación.

    En 1967 el Jatri, jefe de la tribu Boihat, protagonizará un levantamiento armado contra España al que todo el ejército nativo se le unirá. Ante las presiones, España crea la asamblea general del Sahara, estableciendo así las bases para una administración local. La asamblea será un órgano semi representativo. Esto será visto como los primeros pasos de la autodeterminación de los Saharauis.

    Medidas que son insuficientes para instaurar un proceso de descolonización, sumada a la inacción de la ONU, la juventud saharaui constituye el movimiento para la liberación de Saguia el Hamrra y Río Oro, también conocido como « el partido », (este movimiento es la génesis de lo que será el frente Polisario), cuyo líder fue Mohamed Sidi Ibrahim Basir « BASIRI”.

    Este movimiento pretendía la autonomía bajo la tutela española en un principio, hasta lograr en algún tiempo la independencia total.

    En 1970 Argelia, Marruecos, Mauritania proclaman la intención de colaboración con la liberación del Sahara. Ante este movimiento las autoridades españolas convocan a manifestarse en adhesión a las autoridades coloniales, manifestación a la que concurren un par de cientos de personas; mientras que al mismo tiempo la juventud saharaui, el partido, convocan a manifestarse en contra en pro de su independencia, convocatoria que terminar reuniendo 2000 jóvenes.

    La manifestación convocada por el movimiento de liberación es reprimida salvajemente por las autoridades españolas, los legionarios disparan matando alrededor de 20 personas e hiriendo a docenas de ellas. Basiri es detenido y encarcelado, fue trasladado entre distintas prisiones y cárceles, hasta que una madrugada de julio de 1970 una patrulla al mando de un oficial de la policía territorial, se lleva al detenido en dirección al desierto. Desde entonces nunca más se supo nada de él.

    La desaparición del líder BASIRI fue un error estratégico grave. Al haber dejado un grupo radicalizado de resistencia sin su líder, lo dejaron sin posibilidad de negociación, por lo tanto de ahí en más, no habrá más acuerdos ni negociaciones, las armas serán la única respuesta.

    En 1973 el nacionalismo aumenta en fuerza y pasa a la clandestinidad. Surge un vigor renovado de los planteos de independencia. Nace así, el FRENTE POLISARIO (frente por la liberación de Saguia el Hammra y Río oro) de características anti colonialistas.

    El frente polisario concreta una serie de ataques a puestos y patrullas españolas, estos ataques seguirán hasta junio de 1975

    El movimiento por la liberación va adquiriendo con el tiempo extensión territorial y aceptación generalizada en el pueblo saharaui, tanto que en 1970 y cuatro el gobierno español, comienza una nueva trayectoria, distinta a la de su idea de permanencia indefinida en el territorio; trayectoria con el objetivo de llevar al país a una independencia tutelada, se elabora así un estatuto de autonomía, el cual no se llega a ver la luz debido a las presiones que Marruecos ejerce en Madrid, o poniéndose en forma tajante a que nazca un estado independiente al sur de su frontera.

    El 20 agosto 1974, el gobierno español anuncia la intención de celebrar un referéndum de autodeterminación en el Sahara. Marruecos reacciona política y diplomáticamente para paralizar la consulta sabiendo que ésta le resultará adversa. El 17 septiembre el rey Hassan II propone a España y a la ONU recurrir al tribunal internacional de justicia que se dictamine si el territorio del Sahara es res nullis al momento de la llegada de los españoles, o si, por el contrario, existían títulos jurídicos de Marruecos sobre el Sahara.

    A comienzos de 1975, la delegación española en las Naciones Unidas acepta la visita alzada de una misión de la ONU, solicitada años antes y desoída por España. La misión como en su largo y del cazador recorrido que dentro del territorio la población por lo menos casi todas las personas entrevistadas, estaban categóricamente a favor de la independencia y en contra de reivindicaciones territoriales de Marruecos y Mauritania.

    Al finalizar la misión se señala que España desea retirarse del Sahara cuanto antes y que no acepta asumir responsabilidades añadidas por causa de la paralización del referéndum decidido por la ONU. Incluso se llega a insinuar un traspaso de los poderes a los Saharauis sin referéndum previo, lo que hubiera significado el triunfo del frente polisario, tal cual como hizo Portugal en Mozambique. En España comenzaban a tomar forma las tesis abandonista o entrevistas, las cuales no eran nuevas.

    Como contrapartida de ventajosos y privilegiados acuerdos económicos, el gobierno español se muestra convencido de los derechos de Marruecos sobre el Sahara y promete aceptar el principio de soberanía marroquí.

    El 16 octubre 1975 el tribunal internacional de justicia de la Haya, hacía público su dictamen sobre las cuestiones relativas al Sahara. Considerando que al momento de la llegada de los españoles fijado en 1884, el Sahara occidental no constituía una res nullis, sino que se hallaba habitado por poblaciones que, aunque nómadas, estaban social y políticamente organizadas en tribus y colocadas bajo la autoridad de jefe competente para representarlas.

    Con respecto a las alegaciones de Marruecos, las conclusiones del tribunal eran:

    Que no existía ningún lazo de soberanía territorial entre Marruecos y el Sahara occidental, pero que existía un lazo jurídico de sumisión (cierto vínculos, pero no, derecho de soberanía) entre el sultán y algunas, algunas solamente, de las poblaciones nómadas del territorio. Sólo se reconocen algunos lazos jurídicos sobre el Sahara de los países reivindicadores, lazos como los que pueden existir entre todas las regiones fronterizas del mundo.

    Ese mismo día, el 16 octubre 1970 y cinco, unas horas después de haberse hecho público el dictamen del tribunal de la corte de la Haya, el rey Hassan segundo se dirige a la nación por radio y televisión, anunciando que la corte había afirmado la relación de vínculos jurídicos y de sumisión entre la población del Sahara y el reino de Marruecos. Silenciando o socialmente la inexistencia de derechos de soberanía que el máximo tribunal había expresado.

    El rey expresa en su discurso: « no nos queda más que recuperar nuestro Sahara, cuya puertas se nos han abierto ». Comenzó así lo que se llamaría LA MARCHA VERDE, una recuperación mediante una marcha civil pacífica. Lo que en realidad se pretendía con esa era evitar que la ONU, aprobase una resolución en la que el referéndum, detenida unos años antes y que parecía que fuera inevitable. Hassan segundo disponía de dos meses como máximo para anexionarse el Sahara, acción que contaba con la bendición de los Estados Unidos, Francia, numerosos países árabes y una parte del gobierno español.

    El alto estado mayor español era el máximo defensor de la postura entreguista a Marruecos, sea porque un Sahara independiente en la órbita de Argelia y Libia era un peligro para Canarias, donde se estaba gestando el movimiento para la autodeterminación e independencia de Canarias; y un hueco en el sistema defensivo occidental. Los Estados Unidos apoya y consolida la posición de Hassan II como siempre, en defensa de sus propios intereses, debido en parte a las olas independentistas y revolucionarias que se daban en esa época no sólo en África, sino en varias partes del mundo.

    El 17 octubre 1975 se reúne el Consejo de ministros, y toma la decisión de abandonar el Sahara en manos de Marruecos, tomando las debidas precauciones para que la decisión no sea conocida ni por la opinión pública, ni por el ejército, y en segundo lugar, para que los nacionalistas Saharauis no puedan ofrecer resistencia.

    El 18 octubre 1975 se toma la decisión de iniciar la « operación golondrina », que consistirá en la evacuación rápida y masiva de todo nacional español que estuviese en el Sahara.

    El 21 octubre, se pone en movimiento la marcha verde. Tres días antes, y sin que las fuerzas españolas del Sahara hayan iniciado su despliegue defensivo, se da la orden de iniciar la operación golondrina. Mientras tanto, el mando unificado de Canarias seguía organizando operaciones para supuestos enfrentamientos con el frente Polisario y las fuerzas armadas marroquíes. Estas operaciones fueron conocidas por operación trapecio y operación marabunta.

    El 27 octubre tiene lugar una reunión del alto estado mayor con el objeto de estudiar un acuerdo militar entre Marruecos, Mauritania y España, que conduciría a la administración del territorio por parte de Marruecos y Mauritania, hasta llegar al término de la presencia española. A partir del 30 octubre (momento en que la marcha verde todavía está en Tarfaya) las fuerzas armadas revolucionarias marroquíes invaden el territorio, sin ninguna protesta de España, en varias ciudades éstos son detenidos por las fuerzas del frente Polisario.

    El gobierno español hace un doble juego ante las fuerzas militares y ante la población, también el Ministerio de Asuntos Exteriores y las representaciones diplomáticas llevan a cabo una contradictoria actuación.

    El 26 octubre, el secretario general de la ONU visita al rey Hassan II para exponerle su propuesta sobre el Sahara. La misma consistía:
    inmediato relevo de España en el Sahara.

    Período de seis a 12 meses de administración provisional por funcionarios marroquíes, mauritanos y Saharauis supervisada por las Naciones Unidas que, incluso, estaría dispuesta a enviar tropas.

    La realización de un referéndum.

    Los intereses españoles se negociaría en el marco de conversaciones entre las partes.

    Hassan no acepta la propuesta porque sabe que ya existía un acuerdo secreto con España. Al mismo tiempo España al recibir al secretario general, no rechaza la propuesta porque no podía hacerlo, pero alega que no cree su viabilidad al no ser aceptado por Marruecos. Todos los posteriores contactos entre los representantes de la ONU, son rechazadas sus propuestas sistemáticamente por Hassan.

    El 3 noviembre llega a Madrid el primer ministro marroquí y se entrevista en la zarzuela con el príncipe y funcionarios españoles. De las conversaciones surge el acuerdo tácito de permitir la entrada de la marcha unos 10 km en el territorio, donde podrían permanecer por 48 horas.

    El día 5, Hassan II anuncia que la marcha verde atravesara la frontera al día siguiente. El Consejo de Seguridad de la ONU hace un llamamiento a Hassan para que ponga fin a la marcha. El rey marroquí nuevamente hace caso omiso.

    El 6 noviembre ya hay 50,000 marroquíes dentro del Sahara. Marruecos le comunica España que la marcha continuará y rechaza toda intervención de la ONU. España en vez de romper las relaciones diplomáticas, que era lo esperado, le hace saber a Marruecos que está abierto a todo diálogo. Tampoco Marruecos acepta esto.

    El día 8, funcionarios españoles se entrevistan con Hassan y le ofrece suficientes garantías sobre la entrega del Sahara. Sólo entonces, al día siguiente el 9 noviembre, a las 19.50 horas, el rey Hassan pronunció un discurso según el cual los objetivos políticos habían sido alcanzados, debiendo volver todos a los puntos de partida. El día 10, los voluntarios de la marcha verde regresan a Tarfaya.

    La entrega del Sahara se formaliza en Madrid entre el 12 y el 14 noviembre 1975, por medio de los acuerdos tripartitos. Se daba a la administración de Marruecos y Mauritania, en contra a toda doctrina de la ONU.

    España se retiraría definitivamente el 28 febrero 1976. No se mantenía en los acuerdos respecto alguno por el principio de autodeterminación. Hassan segundo que sabía el grado de rechazo que alcanzaría entre la población saharaui, introdujo un artículo en el acuerdo, según el cual « se respetaría la opinión de la población saharaui expresada a través del órgano representativo local ». El 28 noviembre ese mismo órgano se auto disolvería en prueba de disidencia con los acuerdos de Madrid y por considerar que en ambiente coactivo no podía seguir siendo el órgano representativo del pueblo saharaui. Marruecos tampoco cumplió con varios puntos de los acuerdos tripartitos, que favorecía y daban privilegios extraordinarios a empresas españoles para la explotación de recursos pesqueros en aguas del Atlántico, como la explotación de yacimientos de fosfatos en Mezcala.

    Fuente: Asociación Malagueña de Amigos del Pueblo Saharaui

    El Sahara después de la descolonización española.

    Acontecimientos que han impedido ejercer el derecho de autodeterminación del pueblo Saharaui a más de 50 años del dictado de la resolución 1514 de la Asam. Gral. de la ONU.

    Una cuestión singular del conflicto del Sahara occidental, la última colonia africana, es el contraste que se produce en el mismo entre el « derecho » y la « política ».

    Nos encontramos por un lado con pronunciamientos jurídicos internacionales, los cuales si fuesen puestos en práctica solucionarían de un modo inmediato y sencillo esta larga y sangrienta disputa; y por el otro lado, hay innumerables maniobras políticas dirigidas a impedir la eficacia de las reglas jurídicas. Estas divergencias se han centrado principalmente en torno a dos cuestiones; la pretensión política de ignorar el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui; en segundo lugar, las maniobras políticas dirigidas a destruir el reconocimiento jurídico de la estabilidad de la región.

    Con el transcurso del tiempo, se han planteado nuevas y diversas cuestiones de índole jurídica internacional. Por un lado, el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui, puede ser sustituido por un arreglo político no previsto en el ordenamiento internacional; qué posición tiene tal derecho en ese ordenamiento??

    Otra cuestión, puede cuestionarse la estabilidad de un pueblo por el hecho de que se hace pendiente un referéndum de autodeterminación??

    El conflicto en la región podría haberse solucionado en 1974, si se hubiese celebrado el referéndum de autodeterminación que, exigido por las Naciones Unidas, España se disponía a celebrar en la que era entonces una de sus colonias. Sí, se llegó a elaborar un censo, el cual hoy constituye la base fundamental para la solución del problema.

    Marruecos, como hemos visto ha intentado por todos los medios impedir la celebración del referéndum; primero en el 74, consiguió paralizarlo consiguiendo que la Asamblea General aprobara la solicitud del envío de una misión visitadora al territorio y la demanda al tribunal internacional de justicia para que elaborara un dictamen acerca de si existían elementos que pudieran impedir el referéndum, y una petición a España para que ésta mientras tanto suspendiera los preparativos del mismo.

    El dictamen del tribunal internacional de justicia fue contundente. Por un lado, declaró que nunca habían existido VÍNCULOS DE SOBERANÍA TERRITORIAL entre Marruecos y el Sahara occidental, que lo máximo que había habido eran ciertos vínculos de vasallaje entre ciertas, y sólo algunas poblaciones nómadas del territorio con el sultán marroquí.
    El tribunal subrayaba que el dictamen requerido para ayudar a la Asamblea General a pronunciarse sobre la tesis de Marruecos y Mauritania, sobre sus vínculos jurídicos sobre el territorio que pondrían en juego la integridad territorial de sus países; dice que, no afectaban y modificaba el derecho de las poblaciones del Sahara occidental a la autodeterminación.

    Dos semanas después de dicho dictamen, el que privara de toda base jurídica a las pretensiones anexionistas marroquíes, las tropas del ejército marroquí invadían el territorio por su frontera Noreste, mientras que por la frontera noroeste se producía la ocupación pacífica conocida como la « Marcha Verde ». Esta invasión y la consiguiente guerra entre marroquíes y Saharauis impidió la celebración del referéndum.

    El desastre de la guerra condujo a que en 1988 las partes aceptaran un plan de paz, el que preveía un alto el fuego como paso previo para la celebración de un referéndum, el aún pendiente. Éste plan de paz contemplaba la realización de un censo sobre la base del que se había realizado en 1974 por los españoles, y la posterior celebración de un referéndum. Marruecos comienza a interponer una serie de obstáculos, tratando de ampliar el censo para incluir en él el número abrumador de ciudadanos marroquíes trasladados a esa región, para así inclinar el resultado a favor de sí.

    Esta parálisis concluyó, cuando después de la mediación del representante del secretario general, James Baker III, se concluyera con los acuerdos de Houston de 1997. Ante el rechazo de las comisiones de identificación de la ONU a los miles de candidatos que Marruecos ha intentado pasar por Saharauis, Marruecos ha bloqueado nuevamente el referéndum. La lista de votantes elaborada por las comisiones de la ONU en el año 2000, arrojaba un previsible triunfo de la opción independentista proclamada por los Saharauis.

    Este nuevo bloqueo y la falta de voluntad política para aplicar los claros e inequívocos términos de las disposiciones acordadas por las partes y refrendadas por el Consejo de Seguridad, han llevado al secretario general a formular, por primera vez desde que existe el conflicto, una sorprendente y gravísima propuesta. En su informe del 22 mayo del año 2000, dejando constancia de « las dificultades surgidas a lo largo de los años para resolver sus recurrentes diferencias » y el hecho que el de arreglo no incluía ningún mecanismo para hacerlo cumplir, formula la afirmación de que « es indispensable que las partes ofrezcan ahora soluciones específicas y concretas para los múltiples problemas relacionados con la aplicación del plan que puedan convenirse, o bien estén dispuestos a estudiar otros medios para lograr una solución pronta, duradera y convenida de la controversia ». Estas frases levantaron gran controversia en el Consejo de Seguridad, ya que para algunos significaba un intento de enterrar el plan de paz y promover una llamada « tercera vía », que era en realidad la integración en Marruecos bajo la fórmula de una no precisada autonomía, algo que ya tiempo atrás había querido Hassan II. Este primer intento de enterrar el plan de paz ya había fracasado.

    El 31 mayo 2000 el Consejo de Seguridad decide:

    Prorrogar el mandato de la MINURSO, con la expectativa de que las partes presentaran al enviado del secretario general las propuestas concretas y específicas en que convengan para solucionar los múltiples problemas relacionados con la aplicación del plan de arreglo, y examinará todos los medios para lograr la pronta solución duradera y convenida de la controversia.

    La diferencia aquí radica, si bien sutil, con la del informe del secretario general, en que la búsqueda de vías para llegar a la solución pronta, duradera y consensuada sea no puede hacerse abandonando el plan de paz.

    El Secretario General, ante los fracasos en los intentos de mediación de su enviado James Barker, el 12 julio 2000 repetirá su intento de llegar a un acuerdo proponiendo cuatro alternativas, que pueden reconducirse a dos:
    El plan de paz (un acuerdo negociado que permitiese la ejecución exitosa del plan de arreglo) otra solución política entre los contendientes al margen del plan de arreglo.

    Esta segunda alternativa consiste en un acuerdo negociado entre los representantes de las partes, el que puede tener un triple contenido:

    • Plena integración en Marruecos.
    • Plena independencia.
    • Una posición intermedia.

    Análisis del principio en cuestión

    Aquí estamos ante un caso paradigmático de DESCOLONIZACIÓN POR AUTODETERMINACIÓN. El proceso de descolonización varía según cuál sea el principio dominante, sea éste el de la unidad nacional y la integridad del territorial del estado, la colonia es considerada como parte de la integridad territorial de un estado, por lo que la descolonización debe producirse mediante un acuerdo negociado entre dos estados, entre el que posee la colonia y aquel a quien se le despojó del territorio de esa colonia; pero si el principio dominante es el DE LA AUTODETERMINACIÓN, se parte de que la colonia consiste en un pueblo como tal, y que el proceso de descolonización se opera con el consentimiento del pueblo colonizado. Por lo tanto, el reconocimiento del derecho a la autodeterminación es incompatible con la consideración de la colonia como parte integrante de otro estado.

    La Asamblea General de la ONU muy pronto estimó que este caso no era un supuesto de descolonización para restituir la integridad de un estado, como así lo proclama Marruecos, sino que consideró que se trata de una descolonización de un pueblo distinto y que debía realizarse mediante el ejercicio por el pueblo saharaui de su derecho a la autodeterminación. Sea desde la primera resolución adoptada en el año 1966, existe una continuidad ininterrumpida hasta hoy de resoluciones reiterando el derecho a la autodeterminación de este pueblo.

    También se debe tomar muy especialmente en cuenta lo que hace notar el tribunal internacional de justicia, que desde 1966 a 1973, Marruecos nunca negó que se tratara de un caso de descolonización por autodeterminación y que además nunca votó en contra de las resoluciones que aprobó en este sentido la asamblea general, ni alegó que el Sahara occidental formará parte de su integridad territorial.

    Pero en 1974, por razones políticas diversas, Marruecos cambia su estrategia y considera que no se trataba de un problema de descolonización por autodeterminación, sino por su reintegración, así operó diplomáticamente para detener el referéndum de autodeterminación organizado por España en 1974, también concibiendo el Asamblea General le solicitase al tribunal internacional de justicia un dictamen sobre la cuestión. Dicho dictamen no deja absolutamente ningún lugar a duda, diciendo: « que el proceso de descolonización del Sahara occidental está regido por el reconocimiento del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui ». Aunque se trate de una opinión consultiva del alto tribunal debe entenderse como res judicata, no siendo ignorarse ni ser negado, ni vulnerado en ningún modo ni por ningún órgano de las Naciones Unidas el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.

    Si se negará el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui como es una de las posibilidades surgida en los últimos informes del secretario general se plantearían gravísimos problemas jurídico internacionales.

    Por ejemplo ¿Qué norma prevalecería en caso de conflicto entre una resolución del Consejo de Seguridad que niega el derecho a la autodeterminación, y las resoluciones de la Asamblea General reconociendo el mismo?

    O si se dictara una nueva norma negando tal derecho sólo por el Consejo de Seguridad o también por la Asamblea General (ambos abandonando su práctica continuada), se presentarían dos gravísimas cuestiones. ¿Y la de sí un acto de un órgano de naciones unidas puede contradecir un pronunciamiento del tribunal internacional de justicia reconociendo el derecho?, Por otro lado, ¿si se puede anular arbitrariamente un derecho reconocido en una práctica constante?

    Respecto a la primer cuestión (conflicto asamblea – consejo); se debe tener en cuenta, que las resoluciones de la Asamblea General pueden constituir prueba de derecho consuetudinario, y por otra parte, que sería difícil esgrimir el artículo 12.1 de la carta, saqué antes de que el Consejo de Seguridad se ocupará del tema sea existía una intervención constante y uniforme desde 1967 sobre este particular.

    Respecto a la segunda cuestión (conflicto asamblea/Consejo de Seguridad/tribunal internacional de justicia) se ha argumentado que el Consejo de Seguridad no está por encima del derecho internacional, si no sometido a él, por lo que tales eventuales actos implicaría una gravísima vulneración al derecho internacional establecido.

    ¿Quién es el verdadero y único titular del derecho a la autodeterminación en este caso?

    Una vez reconocido el derecho a la de autodeterminación del Sahara occidental, nos debemos preguntar quién es su legítimo titular, puesto que éste es el único que puede disponer del mismo. A esta altura de la lectura creo que sea no caben dudas.

    Desde la primera resolución de las Asamblea General, se ha considerado como titular del mismo a la población autóctona del Sahara occidental. El tribunal internacional de justicia, también ha expresado con claridad que este derecho corresponde a las poblaciones del Sahara occidental. En consecuencia tal derecho no corresponde a los dirigentes, gobernantes o líderes de la región sino propiamente a sus poblaciones, esto es, el conjunto de sus « habitantes originarios ». Sólo el conjunto de estos, y no una parte de los mismos, es titular del derecho y puede disponer del mismo.

    Una cuestión distinta es la de quien sea su “representante”, el de ese pueblo, y las competencias que éste tenga. Como por ejemplo lo ha sido durante estos últimos años el frente Polisario, fundado en 1973. La práctica de Naciones Unidas ha sido continuada e inequívoca desde entonces, considerando al frente Polisario como único representante del Sahara occidental y como único interlocutor válido ante Marruecos. Quedando así definitivamente desechada la tesis marroquí, la que postula el conflicto no es entre Marruecos y el frente Polisario, sino entre Marruecos y Argelia.

    El frente Polisario si al representante del pueblo saharaui y sea quien entabla las negociaciones directas con Marruecos, no significa que sea el titular del derecho a la autodeterminación y que pueda por ello, disponer del mismo. De esto surge que las propuestas formuladas por el secretario general en sus últimos informes, considerando como alternativa al referéndum un acuerdo negociado (negociado, necesariamente, por los representantes de las partes en conflicto) suponga un giro altamente peligroso.

    Ya que, en efecto, el derecho a la autodeterminación, que es de carácter constituyente, sólo le corresponde al pueblo, no a los representantes.

    El ejercicio del derecho

    Sabemos que el titular del derecho es el pueblo saharaui, ahora, se nos plantea la cuestión de cómo éste puede ejercer dicho derecho.

    En los supuestos de descolonización por autodeterminación, el pueblo colonizado tiene varias opciones:

    • Convertirse en un estado independiente y soberano.
    • Asociarse libremente a un estado independiente distinto.
    • Integrarse plenamente en otro estado independiente.
    • O asumir cualquier otra condición política.

    La toma de cualquiera de estas decisiones, debe ser el resultado de una libre elección y voluntaria de las poblaciones del territorio en cuestión, expresada según métodos democráticos, la integración debe resultar del deseo libremente expresado de las poblaciones del territorio, plenamente conscientes del cambio de su estatuto, siendo hecha la elección mediante métodos democráticos, imparcialmente aplicados y fundados sobre el sufragio universal de los adultos, siendo posible para la ONU controlar la aplicación de estos métodos; la creación de un estado independiente o la adquisición de cualquier otro estatuto político, debe ser libremente decidida por el pueblo.

    El tribunal internacional de justicia ha interpretado estas cláusulas como expresivas de” la necesidad fundamental de tomar en cuenta los deseos, votos de la población afectada”. La validez del principio de autodeterminación, definido como la necesidad de respetar la voluntad libremente expresada de los pueblos, no está afectada por el hecho de que en ciertos casos la Asamblea General no haya creído su deber exigir la consulta a los habitantes de tal o cual territorio. Para el tribunal, estas excepciones se explican bien por la consideración de que una cierta población no constituía un pueblo habitado para ejercer la autodeterminación, bien por la convicción de que una consulta sería innecesaria a la vista de esas circunstancias especiales.

    Conforme la luz arrojada por estas premisas, según las cuales la población saharaui ha sido reconocida como un pueblo habilitado para ejercer su derecho de autodeterminación a través de un referéndum, autodeterminación continúa la ininterrumpidamente solicitada por los órganos de las Naciones Unidas, la conclusión se impone por sí misma. Tanto las normas generales sobre la descolonización como el pronunciamiento del tribunal internacional de justicia en el caso, impiden cualquier otro ejercicio del derecho que no pase por el referéndum de autodeterminación.

    Las alternativas propuestas últimamente en los informes del secretario general, consisten en un acuerdo negociado entre partes, es decir entre sus representantes, constituyendo una peligrosa y poca meditada innovación en el derecho internacional, contraria a la práctica constante de la ONU, a las normas generales esenciales sobre la descolonización (las mismas cosas han del carácter de jus Cogens) y el pronunciamiento irrevocable del tribunal internacional de justicia que tiene, por lo tanto, fuerza de cosa juzgada.

    La estabilidad de la República árabe saharaui democrática
    Los intentos de Marruecos por anular dicha estabilidad

    Los acuerdos de Madrid, firmados en 1975 entre España, Marruecos y Mauritania, resultados de la presión ejercida por Marruecos, de su simple lectura se revela que en el mismo no se transfiere la soberanía del territorio; lo que se estableció un procedimiento de abandono de España, instituyendo a tal efecto una administración temporal tripartita, que debía concluir el 28 febrero 1976. Pero dichos acuerdos nada dicen sobre qué sucedería concluida la administración temporal tripartita.

    El 28 febrero 1976, en un acto de inteligencia política y jurídica el frente polisario funda la RASD (República Árabe Saharaui Democrática). El nuevo estado fue recibiendo diversos reconocimientos de los estados de los cinco continentes. En este proceso de reconocimiento constituyó un hito, su admisión como miembro pleno de derecho en el seno de la Organización para la Unidad Africana, (OUA), en la cumbre de Addis Abeba en 1982.

    Desde la misma fundación del estado y antes Marruecos ha intentado anular internacionalmente la estabilidad del pueblo saharaui, desplegando una amplia artillería diplomática. La ofensiva marroquí se despliega en dos líneas. La primera, tratando de impedir los reconocimientos o intentando su retirada o suspensión; la segunda, intentando la expulsión de la RASD de la OUA.

    Los elementos de la estabilidad de la RASD 

    Según la teoría clásica de estado, éste se compone por tres elementos: territorio, pueblo, gobierno. El análisis de estos tres elementos nos lleva a una sola conclusión.

    El territorio, es el correspondiente al antiguo Sahara español, que actualmente se encuentra dividido en dos, una parte ocupada por Marruecos y Mauritania, y la otra donde ejerce dominio la RASD, que son los territorios liberados. Sin olvidar los campamentos de refugiados, enclavados en territorio argelino, cedido temporalmente a las RASD
    el pueblo saharaui tiene rasgos claros y diferenciales, de carácter objetivo y cuentan también con una indiscutible conciencia subjetiva de ser un pueblo. Este pueblo ha sido censado, primero por España y luego por la ONU, está distribuido en tres espacios ante dichos; el territorio ocupado, el liberado y el cedido provisionalmente para la ubicación de los campamentos de refugiados, en Argelia.

    La soberanía de la RASD se manifiesta en la articulación de una estructura jurídico-administrativa que se proyecta tanto sobre el territorio y la población. Del lado de los territorios liberados (al este del muro) esta soberanía se ejerce plenamente, y provisionalmente, sobre los territorios cedidos donde Argelia acoge los campamentos de refugiados, en estos lugares se acata sin discusión la soberanía de la RASD.

    El principal argumento utilizado para denegar el reconocimiento a la RASD ha sido que no se encuentra en la misma el elemento del territorio, dado que el mismo se encuentra dominado por Marruecos. Pero esto no es así. Primero, la propia ONU ha refrendado la división del Sahara occidental en dos territorios, el que se halla al oeste del muro (el ocupado) sobre el que ejerce su soberanía Marruecos, y el que se encuentra al este del muro (el liberado) sobre el que sí ejerce soberanía la RASD. Esto consta en diversos documentos desde el plan de paz hasta los informes de las tropas de la ONU, donde reconocen que el ejército saharaui domina en los territorios liberados.

    Siendo así las propias tropas de la ONU testigos presenciales que en tales puntos del territorio del Sahara occidental Marruecos no ejerce soberanía alguna y si lo hace la RASD; esto también es evidenciado en muchos otros documentos, fundamentalmente los informes del Secretario General, los cuales son bienvenidos y hechos sucios por el Consejo de Seguridad.

    Se debe además tener presente que existe una práctica internacional confirmada de reconocer a estados que no dominan todo el territorio que corresponde a sus fronteras reconocidas, Vgr. Los Balcanes (Croacia y Bosnia Herzegovina, son ejemplos elocuentes de ello).

    La RASD y el referéndum de autodeterminación

    Uno de los fuertes puntos de ataque de la diplomacia marroquí, se centra en que el futuro del Sahara es dependiente de un referéndum de autodeterminación, no pudiendo reconocerse a una entidad que va un referéndum para conocer su estatuto; por otra parte que si la RASD ha aceptado el principio del referéndum para poder ser un estado independiente y soberano, ahí ofrece la prueba de que es un estado.

    El argumento marroquí no sólo ha sido utilizado en general para intentar que otros estados no reconozcan a la RASD o que congelen, o retiren el reconocimiento de la misma hasta que se celebre dicho referéndum, sino también que ha sido esgrimido en el contexto africano por Senegal para solicitar la expulsión de la República saharaui de la OUA.

    Estamos ante argumentos que son falaces. En efecto en primer lugar, la RASD no ha aceptado el referéndum para convertirse en un estado independiente y soberano, si no para recuperar su territorio ocupado (apostando así fuertemente a que si no recupera su territorio ocupado por Marruecos lo entregará a éste) y para hacer posible que una parte de la población saharaui, la que viven los territorios ocupados por Marruecos y se vea impedida de cruzar el muro, pueda someterse a la República saharaui. Por esto al contrario de lo sostenido en el argumento marroquí, el referéndum no persigue conseguir un estado, sino conseguir pacíficamente un territorio ocupado y permitir a una población es adherirse a una República a la que por ahora no pueden acceder libremente. En segundo lugar, tampoco es cierto que el futuro del Sahara esté dependiente de un referéndum, que la RASD necesite del mismo para conocer su futuro estatuto internacional. En caso de victoria, el referéndum no va a alterar el estatuto de la RASD, pues el efecto del mismo sería que el estado previamente subsistente, hace su el territorio comprendido en las fronteras internacionalmente reconocidas. En caso de derrota, el referéndum si alteraría el estatuto de la RASD, como lo puede hacer cualquier referéndum constituyente por el que se decide la integración plena de un estado en otro o su integración a una federación.

    Todos los estados independientes tienen soberanía, la RASD también, por lo tanto a nadie se le ocurriría tomar la decisión de integrarse a otro estado o federación, como por ejemplo los países europeos que se integran a la unión europea, considerar por ello que puedan desaparecer si así lo hiciesen. La decisión de federarse o integrarse es una decisión soberana; por ello, si algo pone de manifiesto el referéndum de autodeterminación en el supuesto de derrota de la opción independentista es, precisamente la soberanía que ejerce la RASD.

    En definitiva, la autodeterminación es un derecho que pone en manifiesto la soberanía del sujeto que lo ejerce, que en el supuesto de gozar de un territorio propio, debe calificarse como estado.

    La Autodeterminación de los pueblos

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