Étiquette : Tindouf

  • Los pequeños embajadores saharauis se van

    Por Susana García

    Tan solo faltan dos dias!!

    Está noche toco , preparar tu equipaje.

    El, pendiente de cada gramo que marcaba el peso, atento mirando, como envolvía cada cosas para evitar que con los golpes,nada se rompa dentro del bolso, atendiéndo en todo momento, mientras le explicaba ,para quien era cada cosa. Esto me lleva a una reflexión y me gustaría que leyeras hasta el final😊

    Cuantas veces las familias de acogida habéis oído como os decían…

    Lo que hacéis, está muy bien pero YO, no podría hacerlo. Después de estar un verano en casa,le cogería cariño y debe ser muy duro cuando se marchan, YO no estoy preparad@ para eso. Aquí disfrutan de todo y YO pienso que es, ponerles la miel en los labios y luego, devolverlos a ese campo de refugiados a pasar necesidades (si si, REFUGIADOS, que es lo que son).

    Os invito a ampliar la foto y que os fijéis, en el brillo de sus ojos.
    Creéis, que está triste de volver? Creéis, que le importa no poder tomar helados en muchos meses o quizás ,años?, bañarse en la playa? ,ir al cine? tomar refresco?, o simplemente poder ver una peli en la televisión? A veces, no hacen falta palabras para expresar sentimientos. Su felicidad salta a la vista y es ese brillo precisamente, es el que da la vuelta a todos esos YO .

    Cualquiera de vosotros, puede hacerlo. No hace falta ser ninguna persona especial como creen algun@s. Simplemente hay que querer y creer que TU, si que puedes hacerlo.

    Buenas noches pequeño embajador saharaui.

    AL DIA SIGUIENTE :

    Esta sera, tu última noche en casa tras acabar tus Vacaciones en Paz 2019.

    Está lloviendo, el cielo parece saber, que mañana te vas y llora tu despedida.

    Llega ese momento, que nos hace sentir melancolía. Seguramente, no podré evitar que se me escape alguna lágrima cuando te vea subir al autobús, en el que comienza tu viaje de vuelta a casa. Al otro lado del charco , tu familia, estará nerviosa de saber que en poco más de 24h, podrán abrazarte después de casi dos meses.

    Te doy las gracias, por permitirnos compartir cada momento contigo y a tu familia,por confiarnos algo tan preciado como es un hijo. Me despedire de ti con un hasta pronto.

    Me gustaría cuando vuelva a verte,que sea en libertad, en tu tierra, el Sáhara Occidental pero solo el destino,sabrá cuando y donde volveremos a reencontrarnos.

    Estarás en nuestros corazones por siempre Hama😘

    TRES DIAS ANTES :

    Nuevamente , comienza la cuenta atrás.

    En tan solo tres días, tendremos que despedirnos de ti una vez más. Han sido 52 días, en los que hemos disfrutado un verano más de ti , de tu nobleza y de ese adolescente tímido que eres.

    Como todos los que habéis pasado por nuestra casa, dejaras una huella imborrable en nuestros corazones. Tu familia, te espera ansiosa por verte y nosotros estamos satisfechos de saber, que también viviremos en tu recuerdo.

    Llega el momento de prepara tu bolso, en el que sabemos,llevas un poquito de cada momento vivido y que compartirás con los tuyos. Tu mochila, irá cargada de ilusión , felicidad y a la vez melancolía.

    A pesar de llevar 19 años acogiendo, las despedidas siempre, se hacen complicadas. Deseamos que tengas un buen viaje de regreso a tu hogar y con la incertidumbre de no saber, si el año que viene podrás volver o no, espero un reencuentro contigo en tu verdadera tierra , esa que os arrebataron y que el destino os devolverá. Nos vemos en un SAHARA LIBRE!!!

    Buen viaje Hama😘

    Tags : Sahara Occidental, vacaciones en paz, refugiados saharauis, campamentos, Tindouf,

  • Maestros entre dunas

    Que bonita la vida

    Que da todo de golpe

    Y luego te lo quita

    Te hace sentir culpable

    A veces cuenta contigo

    A veces ni te mira

    Que bonita la vida.

    Que bonita la vida -Dani Martín-

    Ya llega, ya está aquí, casi puedo sentirlo. Si en un futuro me preguntan, diré haberlo dicho y con orgullo, me han dado clases en los Campamentos de Refugiados Saharauis, maestros que no eran maestros. Y afirmaré haberlo dicho mil veces porque ya saben que soy muy aficionada a contar cómo era aquel lugar y cómo fueron aquellos años ¡ay esos años!.

    Ha pasado tanto tiempo y tantas cosas que no sabría por dónde empezar. Te sorprenderías al conocer algunas, otras te entristecerían y con las de más allá reirías a carcajadas, seguro. Como me hubiera gustado tener cuadernos, una pizarra digital, ir al gimnasio o por lo mismo salir al patio y que sea una especie de parque en mi mismo colegio. Algo hubiera cambiado, seguro.

    En ocasiones se me hace imposible escribir sobre esa época, y tengo que hacer una especie de ejercicio emocional para contener las lágrimas. Pero rápidamente, mi cara dibuja una tímida sonrisa de satisfacción, me doy cuenta de todas las cosas que han cambiado desde entonces. De cómo habíamos cambiado en estos años. Todo igual, pero a la vez diferente, ya sabes. Todo cambia.

    Bueno, a lo que iba, tengo unas ganas terribles de volver a ese paraíso que tanta vida dio en el lugar más inhóspito del planeta, y perder la noción del tiempo y del espacio, tengo ganas de la noche de las mil estrellas – toda una tradición, os comento –, tengo ganas de ratos jugando, y esas mañanas que bien temprano los rallos de sol cada vez se adelantan más. Tengo ganas de contaros lo que está por venir. Tengo ganas de pies descalzos, melhfas de colores. De bailes, de reencuentros, de infinitos saludos. Tengo ganas de paseos al atardecer y cus-cus para comer.

    También, tengo ganas de risas infinitas y juegos improvisados. De hablar, de explicar. Tengo ganas de lo mejor. De sonrisas cómplices y gestos que delatan. Tengo ganas de llegar con el reloj puesto y aprender a vivir sin él por unos días. Tengo ganas de desconexión, de perder la clave del wifi de manera intencionada, de no saber si es lunes o sábado porque lo que realmente importa es si hoy comemos en casa o nos quedamos donde la vecina. Tengo ganas de disfrutar ese silencio, mientras todos duermen, con calma y siempre pensando lo mismo, ¡que injusto es el mundo, pero sobre todo, que injusto con ellos!

    Tengo ganas de hacer algo por ellos (y por mucho que haga, sé que nunca es suficiente), de disfrutar de ese noble arte que sólo los saharauis saben transmitir, de dejarme llevar y contemplar el atardecer mientras me resisto a entrar en la jaima. No hay duda de que es el mejor momento del día, por eso no entiendo a la gente que se va justo en ese instante, creo que se pierden lo bueno de verdad. Tengo ganas de disfrutar como siempre y vivir como nunca. Tengo ganas de celebrar lo que sea, sin motivo o con todos de golpe. Porque cualquier momento es bueno para compartir con ellos.

    Tengo ganas de seguir sumando proyectos, ilusiones y, si es posible, multiplicando. De seguir planeando. De seguir siendo. En definitiva, de seguir soñando. Porque a fin de cuentas es lo que le da el punto interesante a todo esto. Por todos estos motivos – y algunos más –doy por iniciado al proyecto MAESTROS ENTRE DUNAS, sí a eso, que con tanto recelo por otra parte he mirado en tantas ocasiones. Ganas mil, y motivación a tropecientos, pero sobre todo ilusión.

    Jóvenes, comprometidos, y con tanto por dar, desde aquí GRACIAS, y por supuesto; me quito el sombrero, seréis buenos maestros de eso -no tengo duda-, pero personas como vosotros ojalá más, porque mejor, lo dudo.

    Pd: Os hablaba del proyecto de las ganas que tienen, pero no de quienes son; son jóvenes universitarios “Entre dunas” que van a ir a los Campamentos de Refugiados Saharauis a llevar material a las diferentes escuelas, pero sobre todo; trabajar, enseñar y motivar. De nuevo, como Saharaui, GRACIAS, sois grandes!!!

    Benda Lehbib Lebsir

    Fuente: 1niñosaharaui

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, campamentos de refugiados saharauis, exilio, enseñanza, Tindouf,

  • La resistencia saharaui tiene rostro de mujer

    Por Nekane Lauzirika¹.

    “La formación es nuestra única y más poderosa arma para poner en evidencia al ocupante marroquí”. “Cuando vuelvo a Tindouf me encuentro con la nada, mientras ves que otros se aprovechan de tu país”. “La Unión Nacional de Mujeres Saharauis ha sido la columna vertebral de la resistencia del Sahara”. “En nuestra vida luchamos por lograr la libertad y la independencia de nuestro pueblo”.

    La constante de la situación en general subordinada de la mujer en el mundo musulmán y más específicamente en el ámbito árabe es bastante bien conocida. En el entorno familiar, en el social, en el profesional y hasta en el económico la mujer con respecto al hombre debe ir un paso por detrás en derechos. Por esto mismo, comparativamente, me sorprendió muy gratamente la evidente mejor situación de los derechos de las mujeres saharaui; en aquella mi primera visita de hace treinta años me explicaron que la larga y áspera guerra del Polisario contra la agresión marroquí marcó una diferencia fundamental; las necesidades bélicas hicieron que muchas mujeres tuvieran no solo que compartir codo con codo acciones bélicas y trincheras, sino sobre todo tomar las riendas de la organización familiar, social y productiva en los campamentos de retaguardia ante la ausencia de hombres, la mayoría enrolados en el frente. Doy fe de lo que pude observar allí sobre el terreno. De aquella necesidad surgió la virtud de acercar hasta casi equiparar derechos de hombres y mujeres. En posteriores viajes a los campamentos saharaui y a otros países árabes del mismo entorno he podido seguir comprobando la diferencia en lo que respecta a los derechos de las mujeres, siempre a favor de las saharauis.

    Tras el precipitado, doloso y ominoso abandono del Sahara Occidental por el Estado español el 26 de febrero de 1976, se creó la RASD-República Árabe Saharui Democrática. Han pasado 43 años, y tanto en los campos de Tindouf, al sur de Argelia, como en la diáspora el grito de independencia sigue vivo ante el olvido e incluso el abandono agresivo de su antigua potencia colonizadora, España, entre otros países muy interesados en contentar y hasta adular a Marruecos, por evidentes intereses económicos y geoestratégicos, pesca, fosfatos, turismo, inmigración y Canarias entre otros.

    Tomando la palabra

    En esta tesitura las mujeres también toman la palabra, levantando su reclamación de ser libres. Son un modelo de que la cultura que desarrolla una religión es tan determinante como la religión misma. El Islam se comprende como se concibió en su origen, sin discriminación de género, no contaminada por otros análisis culturales. Tal como lo hacen la doctora Raabud Mohamed Lamin Mehdi, y la joven graduada en Ciencias Políticas por la UPV/EHU, Aichatu Yeslem, que desde Gasteiz y Basauri trabajan no solo para dar a conocer la causa saharaui entre la ciudadanía vasca y del Estado, sino también para consolidar la presencia de la mujer en todos los ámbitos, laborales, sociales, políticos, culturales.

    Aichatu pertenece a la generación de jóvenes que jamás han pisado el Sáhara occidental, de las que nacieron en los campamentos;su mentalidad es la de una mujer comprometida con las luchas sociales. “El hecho de ver a nuestras abuelas sosteniendo un Estado olvidado, mantenido y en exilio, y a nuestras madres ir a formarse a Libia, Cuba, Sudáfrica te marca. Te das cuenta de que la formación es nuestra única arma para poner en evidencia al ocupante marroquí”, relata la joven veinteañera, que sigue formándose en Euskadi con la esperanza de volver un día a su país, de donde fueron arrojados por la fuerza.

    En Tindouf, la región cedida por Argelia para asentarse temporalmente hasta que acabase el conflicto, estudian hasta la ESO, después deben de emigrar para proseguir su formación a países hermanados con el pueblo saharaui. “La realidad de la juventud, como también lo fueron la de nuestras madres, es complicada, porque sales al extranjero dejando a tu familia y todo atrás;pero nuestro firme compromiso es seguir la lucha hasta lograr que todo el pueblo saharaui ejerza su legítimo derecho a la autodeterminación y pueda vivir libre e independiente”, explica con vehemencia Aichatu.

    En la lucha

    Desde el inicio del conflicto en 1975 las mujeres se unieron a la lucha por la libertad y la justicia para su pueblo. En esta línea continúan activas y convencidas demostrando ser firmes defensoras de la autodeterminación saharaui y de la creación de un Estado que no merme sus conquistas sociales. “Nosotras hemos jugado un papel clave en la lucha, ya que nuestras madres fueron las que organizaron los campamentos, una sociedad en medio de la nada;la resistencia saharaui tiene rostro de mujer”, sentencia Raabub, que de sus 44 años pasó 13 en Cuba donde el Frente Polisario la envió para que estudiara Medicina. De allí partió a Portugal para aterrizar en 2011 en Euskadi donde tiene su proyecto de vida junto a su marido, también especialista médico, y sus hijas de 12 y 3 años. “La gente desconoce -o no quieren reconocer- el gran papel jugado por Cuba en la formación de miles de saharauis y también de otros pueblos; un país pobre que con su generosidad nos ha ofrecido la posibilidad de formarnos, mientras que los ricos nos han traicionada”, añade.

    Consciente de que como a todas las mujeres del mundo, a las saharauis les falta mucho camino por recorrer hasta alcanzar la igualdad de oportunidades, la médica reconoce que las políticas en favor de las mujeres forman parte del ADN del Frente Polisario. “Formamos parte indivisible de ese gran movimiento a nivel mundial que lucha por la igualdad y por la construcción de un mundo más justo y más democrático”, añade sonriente Raabub Mohamed, que ejerce de internista en el Hospital Universitario de Araba y que a pesar del calvario que sufren los saharauis abandonados a su suerte por la Comunidad Internacional aboga por soluciones pacíficas.

    “Quienes hemos crecido en la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en el exilio hemos nacido con la libertad de sabernos saharauis y tenemos el privilegio de no ser oprimidos, de decir lo que somos y llevarlo con orgullo. Así surge una juventud valerosa que generación tras generación marcha fuera a prepararse para servir en un futuro a su pueblo”, añade Raabud, que cada verano vuelve al desierto argelino no solo para visitar a su familia, sino para participar en misiones humanitarias y “reinvertir en mi pueblo todo lo que he aprendido”.

    Presidenta de la Asociación humanitaria Doctora Beituha, que apoya a mujeres afectadas por el conflicto en el Sahara Occidental, alerta sobre el riesgo de que la juventud pierda la paciencia tras más de 25 años de alto el fuego del Frente Polisario; considera que la solución para el conflicto tendría que pasar por las vías pacíficas, pero también es consciente de que la inacción de la comunidad internacional está empujando a los saharauis a la guerra. “Nuestros jóvenes están desesperados, se les está agotando la paciencia y piden medidas contundentes contra el invasor”. A pesar de todo, el Frente Polisario sigue apoyando salidas pacíficas que pasan por aparcar los intereses económicos y porque Marruecos, Francia, España dejen de expoliar su tierra “y se la devuelvan a sus dueños, los saharauis”, apostilla Raabub, al tiempo que añade que “la única lucha que se pierde es la que se abandona; la verdad tiene que prevalecer. Los intereses geopolíticos están aplastando los derechos de nuestro pueblo”, recalca.

    Aunque pertenecen a generaciones distintas, coinciden en denunciar las violaciones de derechos humanos cometidas por Marruecos y se muestran muy críticas con la postura de la comunidad internacional. En primer lugar, con el Gobierno de España, “porque tiene una responsabilidad histórica en la situación del pueblo saharaui”. En segundo término, con la Unión Europea (UE), que continúa ratificando tratados con Marruecos para la explotación de recursos en el Sahara Occidental, a pesar de que el Tribunal de Justicia de la UE haya dictaminado que el territorio saharaui no forma parte de Marruecos. Y, por último, censuran la pasividad de la ONU, por no haber sido capaz de estipular los planes para la descolonización del Sahara.

    Mientras continúa estudiando en Euskadi con la mirada puesta en el Sahara, Aichatu se refiere al dolor que supone para los jóvenes vivir en los campos de refugiados, “porque hay que dejar claro, y lo decimos con tristeza, que nuestro país cuenta con enormes recursos naturales que nos son robados, que sobrevivimos gracias a la solidaridad de los pueblos, como el vasco y también como el español, aunque los distintos Gobiernos -del PSOE y del PP – no solo nos han abandonado, sino que trabajan en nuestra contra”.

    Insisten en señalar que el “gran estadista Felipe González” es cómplice “de la violación sistemática” de sus derechos, “ya que tiene enormes intereses en Marruecos; existe mucha complicidad por parte del Gobierno español -el primer viaje del Rey fue a Marruecos- y también del francés porque se perpetúe la ocupación marroquí en el Sahara”, explica la graduada en Ciencias Políticas, mientras subraya que a las mujeres no las callaran. “Seguiremos denunciando que España hace de negociador con los marroquíes y expolian los recursos del pueblo saharaui de forma ilegítima. Mientras la ciudadanía española está con los saharauis, la cúpula del poder, las elites siguen apoyando al rey sátrapa que está en el poder”, añaden.

    Las reivindicaciones de la mujer saharaui coinciden con las de cualquier otra mujer: “Luchamos por la igualdad de oportunidades en el proyecto común de todos los saharauis, que viven en circunstancias muy difíciles, tanto en las zonas ocupadas por Marruecos como en los campamentos de refugiados, los territorios liberados y en la diáspora”, indica Raabuz Mohamed Lamin Mehdi. Pero la suya, insisten en señalar desde la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS,) es una batalla en tres dimensiones: la ocupación ilegal de su tierra, el exilio y su propia lucha por alcanzar la igualdad de oportunidades.

    Raabuz y Aichatu sufren por la represión que padecen las mujeres saharauis en las zonas ocupadas por Marruecos, “donde son marginadas y objeto de represión”. Por ello, desde Euskadi y a través de las Asociaciones en las que están inmersas, tratan de crear conciencia. “Nosotras desde pequeña sabemos porqué estamos aquí;por eso, cuando llegué a Euskadi, como cualquier persona refugiada o migrante que haya sufrido una invasión o ve su identidad pisada, hice conciencia política. En esta línea participo en iniciativas como Vacaciones en Paz para acoger a niños y niñas saharuis para que sepan que existe otro mundo además del desierto;intervengo en encuentros jóvenes;trato de poner toda mi experiencia en ayudar”, apunta la joven politóloga quien no descartaría volver a los campamentos de Tindouf si su trabajo allí pudiera servir. “Las personas que vivimos fuera del desierto estamos apoyando a nuestro pueblo de distintas maneras”, apostilla Aichatu, quien recalca que el objetivo del pueblo saharaui no es estar otros 43 años más en el desierto de los desiertos. “Mayores y jóvenes abogamos por un referéndum libre donde se pregunte a los saharauis qué quieren ser. Se debe cumplir un proceso de descolonización en el que se dé voz para la autodeterminación. Se nos lleva silenciando demasiado tiempo”, subraya satisfecha ante el próximo viaje institucional vasco a mediados de febrero que conmemorará el 43 aniversario de la proclamación de la RASD, celebración que coincidirá con el Congreso de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis.

    ¹ Nekane Lauzirika. Periodista que trata de cocer en la misma salsa informativa sanidad, mujer y cooperación al desarrollo

    Gaceta de los miserables, 15 jul 2019

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, Frente Polisario, Tindouf, refugiados saharauis, exilio,

  • El verano bajo los 50º

    Por favor no me empuje, me puedo caer; yo en mi nube estoy bien no me va a convencer, ya conozco unos cuantos que son como usted, que me ofrecen veneno cuando tengo sed. Trozos de Cristal, Fito y Fitipaldis

    Hace unos días afirmaba de una forma convincente y rotunda que soy de esas personas que les encanta el verano. Siempre he sido muy friolera y algo maniática también con esa estación llamada invierno que tan mal humorada me pone. Por eso, me gusta el bueno tiempo -lo justo- y, sobre todo, el que te permite dormir, comer y no te hace sudar demasiado.
    Resulta que este gusto tan…¿particular? me ha ido acompañando durante toda la vida de una forma u otra. Sí, no me vayan a malinterpretar pero, a veces, me sorprendo observando a la gente quejándose del frío, del calor, de la niebla y por supuesto de que terminan sus vacaciones, y me imagino sus gestos, sus movimientos espontáneos y naturales, sus palabras y hasta su forma de moverse. Todo esto habla mucho más de nosotros de lo que creemos.

    He aprendido que, esto de quejarnos por todo, dibuja la personalidad de uno mismo, los que hablan sin palabras, los que ofrecen su optimismo previamente. Es ese el lenguaje no verbal tan determinante del que se llenan capítulos en las clases de psicología y en los libros de autoayuda.

    Gracias a esta ardua – e involuntaria – labor de observación que me ha llevado años, 25 para ser exactos, me he dado cuenta de que sería injusto y, hasta en cierta parte, egoísta quejarnos por el mero hecho de quejarnos. Sí porque sí, y ojo (que alguna vez me quejo). Me frustro. Me enfado conmigo misma, y es un poco fruto de la comodidad a la que me he acostumbrado que -afortunadamente- me han dado unas circunstancias u otras de la vida.

    ¿A quién no le ha pasado alguna vez eso de coger el móvil para consultar la hora o mandar un Whatsapp y acabar en el Facebook sin saber muy bien por qué? Las redes sociales pueden ser adictivas, ¡casi como un acto reflejo!. Eso sí, hay cuentas en diferentes redes sociales, que me tienen irremediablemente enganchada, en las que me asomo siempre y me empapo de una realidad casi similar a la mía.

    Una de ellas, de Carolina, Carol para los amigos (en los que me incluyo) es una mujer valiente, enorme para ser exacta, de esas que cuando te hablan te convencen a la primera. Enamorada del Sahara y por supuesto: de los saharauis, reivindica la causa con una elegancia asombrosa y lleva su melhfa de colores allá por donde vaya -con más estilo que yo-.

    Sencilla, y la gusta demasiado “complicarse la vida” con los saharauis, (que no somos nada fáciles), por eso de vez en cuando viaja, y lo hace en verano bajo los 50 grados y aún sabiendo que en su casa saharaui, no tiene ni luz ni aire acondicionado. Pero, ella va y desde ahí diariamente nos cuenta a tod@s como es el día a día en los campamentos en esta estación tan particular.

    Gracias a eso, este post hoy puede tener un sabor un poco más especial si cabe porque con el testimonio de Carol, yo me he ido a los campamentos, estando en Palencia.

    Allá voy:

    Ah, el verano… Mi estación predilecta… De pequeña me encantaba porque eso significaba: vacaciones en paz, piscina, playa, etc. Y no tan pequeña, porque justo erala inversa: volvía a los campamentos e iba a visitar a mi familia tras un año sin vernos. Y sólo eso, hacía que los exámenes finales de junio fueran un poquito más llevaderos.

    A lo largo de estos días, hemos ido viendo cómo aterrizaban los niños en diferentes puntos de España, como la labor de muchas horas de trabajo de las asociaciones veía su recompensa y cómo las familias en un intento fallido en muchísimos casos de no llorar al abrazarse con los niños. Nos arrancaba una lagrimilla a todos los ahí presentes.

    También, hemos ido viendo (algunos más que otros) como los jóvenes estudiantes saharauis volvían a su casa tras un año intenso, y desde aquí mandar un beso tan grande como la distancia que me espera de ella: a mi madre. Por su paciencia, por esperar siempre que al otro lado del teléfono la diga voy tal día, por empujarme a hacer lo que quiero y por supuesto: por estar.

    ¿Y qué es un verano bajo los 50 grados?

    De cuando el verano significa, levantarte pronto, con prisas; disfrutar de un té en familia, y a la misma hora que se desayuna se está preparando la comida porque el día promete.

    Los saharauis, siempre piensan que el día más caluroso fue el qué pasó aunque el que venga mañana sea peor, es una forma un poco de amenizar su rutina. Y quizás también, eso justifica un poco como resisten a tanto calor y en las condiciones en las que están.

    Lejos de las piscinas, playas, Terrazas, helados, ventiladores y aires acondicionados, en los campamentos su lucha va un poco más allá: comer, intentar dormir y sobre todo luchar por mover las placas solares, y regar las pitacas de agua para que conserven su temperatura.

    De cuando en la misma habitación, debajo de unas ventanas pequeñitas casi a ras de arena duermen más de ocho personas, cuando moverte por ese espacio se convierte casi en una lucha titánica por intentar no despertar a nadie de los ahí presentes. Deporte no recomendado para los torpes como yo, que entre que voy dormida y que siempre termino pisando la melhfa y por ende cayéndome al suelo… aquello es un mundo.

    De cuando ir al servicio, se convierte en una lucha interna entre tú y tus necesidad por evitar salir “al infierno”

    De cuando, refrescarte consiste en mojar un trocito de la melhfa evitando a toda costa que se secase al segundo.

    De cuando dudas entre ir en coche, andando y si pudieras volar también sería una opción dudosa, por las altas temperaturas.

    De cuando moverte se reduce a tres horas diarias porque el calor te acaba apagando hasta el estado de ánimo.

    De cuando lo ultimo que te apetece es comer. Porque visualizas a quien está en la cocina bajo una temperatura infernal, y se te quitan automáticamente las ganas de comer.

    De cuando tú pelea con las moscas se convierte en una batalla casi familiar, porque cada vez hay más, molestan y apenas te permiten pegar ojo. Por que no se vosotros, pero a mi me molestan demasiado cuando están por ahí “zarandeando”.

    De cuando pagarías la vida por sacarlos de ahí, darlos una vida un poquito mejor y unas condiciones algo más humanas… de cuando vives eso, y encima no los oyes decir “ni mú”, lo de quejarte, queda en segundo plano.
    “Así como una coma cambia una frase, una simple actitud cambia una historia.”

    Benda Lehbib Lebsir

    Fuente :1 niño saharaui

    Tags : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, refugiados saharauis, Tindouf, Hamada,

  • Los hilos cortados de la memoria

    LOS HILOS CORTADOS DE LA MEMORIA

    El pueblo saharaui es hijo de la palabra. Hijo de los versos, de las leyendas, de los cuentos. Allá donde iban con sus jaimas, auténticas casas veleras, esa palabra les proporcionaba una historia común, una relación mágica con el paisaje y sus nubes, con sus dromedarios, con sus estrellas, sus ángeles y sus djunn, los genios del desierto.

    Cuando hace ya 43 años tuvieron que abandonar su tierra ancestral, cuando los djunn de la traición, el olvido, la codicia y la geopolítica les condenaron a vivir en el exilio, en una tierra extraña y ajena, la odiosa y terrible hamada argelina, solo la palabra les mantuvo unidos. Unidos a sí mismos y a su esencia. En las improvisadas jaimas abuelas y abuelos contaban, madres y padres repetían, e hijas e hijos aprendían. Así ha sido siempre, y así seguirá siendo, se decían. Pero la ola de la modernidad llegó también a la hamada, y aunque la enseñanza ha sido una obsesión para ellos, aunque niñas y niños están escolarizados, no había capacidad para ofrecerles bibliotecas y libros que los incorporaran a la cultura global, y la narración oral comenzaba a ralear en las jaimas, algo a lo que no ayudó la larga ausencia de los que optaban por irse a estudiar a Cuba y otros países lejanos.

    Así nació el Bubisher, para tratar de suturar ese corte del hilo invisible que ligaba a los primeros poetas que dijeron en verso “somos habitantes del desierto, somos saharauis” con toda la cultura moderna. Es sabido (y si no lo repetimos con mucho orgullo), que aunque la idea de ofrecerles acceso a esa cultura ya anidaba en nuestras mentes, fue un niño de un colegio gallego el que le dio forma a aquellas vagas intenciones: “¿Y si llevamos un bibliobús a los campamentos?”. Y lo llevamos, hace ya casi once años. Una biblioteca rodante con 1.600 libros en castellano, con el propósito de recorrer la cincuentena larga de centros escolares de los cinco campamentos, las jaimas, los barrios más alejados. Al principio fuimos voluntarios españoles, ingenuos e incansables, pero a todas luces insuficientes para calmar la sed de historias de aquel mar de niños curiosos e inquietos.

    Estos largos diez años son toda una historia de ensayos y errores, en los que poco a poco se fueron incorporando voluntarias saharauis, a las que pronto dimos formación bibliotecaria y de animación lectora, y un sueldo digno que valorara su entrega y que las responsabilizara en los cumplimientos de horarios y obligaciones. Y en ese proceso nació primero la biblioteca fija de Smara, como “nido” del bibliobús Bubisher (que debe su nombre al pájaro de la buena suerte del desierto), y más tarde otros tres “nidos”, otras tres bibliotecas fijas, y una flotilla de cuatro bibliobuses en total. Cuando se consiga levantar la quinta biblioteca y adquirir el quinto bibliobús, el Bubisher habrá completado sus objetivos: que el cien por cien de los refugiados saharauis tengan a su alcance la cultura escrita, en castellano y en árabe, con más de diez mil ejemplares debidamente informatizados.

    Y es que para el Bubisher es imprescindible preservar la gran herencia oral saharaui, pero también acceder a la cultura global, e impulsar la creación de una narrativa y una poesía modernas, capaces de incorporar al Sáhara a la modernidad. Cada día escolar, los cuatro bibliobuses visitan cada uno una escuela o dos, para hacer lecturas o recoger los cuentos y leyendas que, poco a poco, iban siendo enterrados por la arena, por la duna del olvido.

    Un día paseaba por el cementerio de Smara. Es inmenso, una explanada erizada de piedras. Y debajo de cada una yacía mucho más que un libro, todo un cordón umbilical repleto de historias, de poesías, de leyendas. Me senté a calcular, pedí ayuda, y llegué a una conclusión desoladora: hay más muertos en los cementerios de los cinco campamentos que vivos en sus jaimas. Una tragedia terrible, porque todos ellos murieron en el exilio, lejos de su verdadera tierra, en una hamada prestada de la que se corre el riesgo de que no nazca nada nuevo.

    Por eso el Bubisher tiene que retomar ese hilo, sí, pero sobre todo tiene que empezar a tejer una nueva cultura, hija del desierto, pero también madre del futuro.

    Ese es el papel que se les asigna a las veinte bibliotecarias y bibliotecarios que trabajan en el proyecto. Ir a las escuelas, sembrar en todos los escolares las viejas y las nuevas historias, e invitarles a acercarse a la biblioteca por la tarde (o ir a recogerles con el bibiobús si viven lejos), para trabajar en ellas en clubes de lectura y escritura, poesía, teatro, fotografía, cine. Cuando llueve en el desierto fértil (la badía), nace la hierba. Los campamentos son eso, semillas esperando el riego de la cultura para volver florecer.

    Por todo eso, el Bubisher ha completado su filosofía (hasta hoy, quién sabe qué hallazgo nos espera) con la edición de libros. Libros propios, claro, libros escritos por ellos mismos. De momento con nuestra ayuda, la de los escritores españoles y las bibliotecarias saharauis. El niño de luz de plata, escrito por Gonzalo Moure, sí, pero ideado por los niños (sobre todo las niñas) del club de lectura de Farsía. Y muy pronto Agua y Arena, redactado por Mónica Rodríguez, pero también ideado por las niñas y niños de otro club de lectura de la biblioteca de Smara. Y, antes, Ritos de Jaima, del poeta saharaui Limam Boisha. Y pronto también un libro que recoge leyendas tradicionales. La idea es que estos libros sean como cerezas en la cesta enorme de la imaginación de los niños saharauis, que de esos cuatro libros se prendan otros diez, veinte, cien. Escribir no es fácil, requiere conocimientos que ellos aún no tienen. Darles las herramientas, sí, pero sobre todo hacer crecer en ellos el deseo de saber manejarlas. Que lean y quieran aprender para llegar a escribir, a crear.

    Estos libros son, además, el fruto de una idea: que su edición y venta haga posible seguir manteniendo el proyecto: la construcción de bibliotecas fijas, la creación de bibliotecas escolares para las escuelas y los barrios más alejados, los sueldos de las bibliotecarias y bibliotecarios saharauis, el mantenimiento o reposición de los bibliobuses. Y lo estamos consiguiendo. La última biblioteca, en Dajla, el campamento más alejado y castigado de los cinco, fue posible por las manos de muchos, sí, pero en especial por la venta de El niño de luz de plata.

    Ahora nos lees, y seguramente piensas que todo lo que te hemos contado es hermoso. Y lo es porque es de muchos, porque sin cada uno de ellos, de nosotros, de ti que nos lees, no sería posible. Muchas personas trabajan en España todos los días en sintonía con las muchas que trabajan en los campamentos. Aquí hacemos posible que el motor de arranque del bibliobús funcione, pero de nada serviría sin Gajmula, Brahim, Alghailani, Medje, Suadu, Gigi, Hassana, Marmada, Ebnu, y un largo etcétera, cada día más largo. Y al revés. Y ni unos ni otros estaríamos unidos en el mismo proyecto sin la mano de aquel niño gallego que reclamó un bibliobús para los campamentos, ni sin las manos generosas y solidarias de los niños de decenas de colegios e institutos españoles organizando mercadillos, teatros, carreras o almuerzos populares. Sí, mano con mano. Hilos restañados. Hilos nuevos. Un tejido limpio y luminoso.

    Gonzalo Moure, vicepresidente de la Asociación Escritores por el Sáhara Bubisher.

    Más información en www.bubisher.org y www.bubisher.com

    Pedidos de libros en pseguratorres@hotmail.com

    Voluntariado en voluntariosbubisher@gmail.com

    Exposiciones y actividades en taquete_12@hotmail.com

    julio 18, 2019 in Proyecto Bubisher

    Fuente: Bubisher

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, refugiados saharauis, Tindouf, Bubisher, 

  • Los niños saharauis acogidos en Castro permanecerán entre nostros hasta el 3 de septiembre

    EN LA PRESENTE EDICIÓN DE “VACACIONES EN PAZ”, 15 MENORES SE ALOJAN EN EL ALBERGUE DE TALLEDO Y CON FAMILIAS CASTREÑAS

    Un año más. Cantabria por el Sahara ha puesto en marcha su programa “Vacaciones en Paz”, con el que 15 menores saharauis de entre 11 y 13 años disfrutan del verano castreño. Llegaron el 3 de julio y regresarán a sus hogares el 3 de septiembre.

    Habitan habitualmente en los campamentos de Tinduf (Argelia), que ya tienen una población de 200.000 personas. Sus necesidades más importantes pasan por la alimentación y la atención médica, que obtienen en Castro gracias a esta iniciativa.

    Nueve de ellos residen en el albergue de Talledo de lunes a viernes y pasan los fines de semana con familias castreñas. Y los otros 6 están permanentemente con familias de acogida. Y es que, precisamente, uno de los objetivos de Cantabria por el Sahara es conseguir más hogares para que más niños y niñas saharauis puedan beneficiarse de un verano en Castro.

    Así lo señalaban José Luis Aramburu y Yolanda Solado, miembros de esta ONG. También nos han contado que la Fundación Alberto Contador les ha enviado 15 bicicletas para los peques, y que el Coro de Voces Graves Los Templarios ofrecerá un concierto solidario el viernes 26 de julio, a las 20:30 horas en la Iglesia de Santa María.

    Y con ellos, nos han acompañado tres de los protagonistas de esta campaña: Yahia, Aziz y Maphud, de 12 años de edad. Si no has podido escucharlo, esta noche tienes la oportunidad de hacerlo en la redifusión de nuestro programa a partir de las diez en el 88.2 FM, 105.6 FM, castropuntoradio.es y en la aplicación móvil de Castro Punto Radio.

    Fuente : Castropuntoradio

    Tags : Sahara Occidental, vacaciones en paz, niños saharauis, refugiados, Tindouf, Castro Urdiales, Cantabria,

  • Segovia : Los niños saharauis lo pasan bomba

    Niños saharauis en el Rocódromo de La Granja

    El pasado día 15, los niños saharauis procedentes de los Campamentos de refugiados de Tinddouf (Argelia), fueron invitados por el Ayuntamiento de La Granja a pasar la tarde en las piscinas municipales desifrutando del baño en la piscina.

    Después se celebró un taller de escalada, por parte del Grupo de Montaña « La Acebeda » en el Rocódromo de La Granja. en él participaron casi todos los niños saharauis de Segovia y otros niños del Real Sitio.

    Para no haber practicado nunca este deporte, se portaron como verdaderos iniciados en la escalada, llegando a coronar casi todos ellos la cima coronándola con su bandera.

    El grupo de Montaña les ofreció una merienda con refrescos.

    Tambien nos acompañó un escritor e ilustrador de cuentos, que realizó distintos y diferentes dibujos para cada uno de los asistentes menores, tantos saharauis como granjeños, dando los niños rienda suelta a su imaginación de lo que querían que les dibujase.

    Al final, todos pasamos una tarde inolvidable.

    Fuente : Segovia con el Sáhara, 20 jul 2019

    Tags : Sahara Occidental, vacaciones en paz, niños saharauis, Segovia, refugiados, Tindouf,

  • El Uali, el niño de 15 años que, a su llegada, pesaba 26 kg y usaba la talla 7

    En el marco del programa « Vacaciones en Paz », Carolina Pellejeros recibió a El Uali, un niño de 15 años que al llegar, sólo pesaba 26 kg y utilizaba la talla 7 para sus vestidos. A simple vista, parece que tiene 7 años.

    Según la señora Pellejeros, en 10 días ha recuperado ya 3 kg y va mejorando.

    El Uali pasó sus veranos en Madrid y en noviembre de 2018 cuando ya no tenía más opción de vacaciones cayó víctima de una diabetes de tipo 1.

    « Por una petición del Ministerio, dice Pellejeros, ha venido a pasar el verano a ver si le podemos ajustar el azúcar. Una máquina para medir… que hace daño solo verla. Una insulina mezcla que aquí se utilizaba hace 20 años… Vamos a intentar cambiar método, insulina, llevar un control y que se vaya de aquí mucho mejor ». Gracias al noble corazón y generosidad de esta dama que como otras muchas permiten a estos niños ver el horizonte con una perspectiva más optimista.

    Tags : Sahara Occidental, vacaciones en paz, niños saharauis, refugiados, Tindouf,

  • Radio Almaina : Especial sobre « Vacaciones en Paz 2019 »

    Especial sobre el Sahara Occidental y el programa « Vacaciones en Paz »

    Nuestro programa de hoy esta dedicado especialmente al pueblo saharaui y a sus jóvenes que tienen la ocasión de venir en verano a pasar sus vacaciones aquí en nuestro país. “Vacaciones en paz” es un programa que lleva 40 años haciendo posible que las niñas y niños saharauis pasen los meses de julio y agosto en España lejos del calor y la arena.

    Charlamos con Sarai, coordinadora de una de las asociaciones de aqui de Valencia, con Ines y Paco, dos familias de acogida, y con Ahmed, Nadifa, Jaled y Mohamed.

    Aprovechamos para recomendar el documental “Atu, el rostro de un pueblo olvidado” de Alberto Pla que se estrena hoy en Valencia y la película documental “Hamada” de Eloy Domínguez Serén.

    Complementamos con la entrevista en diferido a Cristina Martinez del Observatorio de Recursos Naturales del Sahara Occidental, una reflexión más política sobre el conflicto, sobre los tratados de pesca, los presos políticos y los juicios a periodistas…

    Terminamos con el audio que, tal y como nos dijeron en el anterior programa la gente de Caravana Sur, nos envían desde Bilbao.

    MÚSICA

    1. Woody Guthrie – This land is your land

    2. Khaled – Aicha

    3. Balti & Hamouda – Ya Lili

    4. Tiiw Tiiw – Hasta luego

    Fuente : Radio Almaina, 16 jul 2019

    Tags : Sahara Occidental, Marruecos, niños saharauis, vacaciones en paz, refugiados, Tindouf,

  • Sabadell celebra la constancia de Marcos con la causa saharaui

    Marcos es coordinador de la asociación Sabadell Wilaia y actualmente coordinador de la comarca del Vallés Occidental y del Oriental. Lleva dos décadas acogiendo y militando en la causa del pueblo saharaui desde SabadellWilaia con « vacaciones en paz  » acogiendo y con las » brigadas Mariem Hassan » ayudando al hospital de víctimas de guerra y minas anti-personas Asavim.

    Sidi fue el primer saharaui que acogió. Después de 20 años de aquel primer verano, el compromiso y la constancia de Marcos con el pueblo saharaui no han hecho más que intensificarse.

    Hoy reconocemos su labor incansable apoyando a nuestro pueblo y le agradecemos infinitamente ser amigo de esta nuestra justa causa.

    Y a todos aquellos que decidís no mirar a otro lado, ¡infinitas gracias!

    Foto : Sidi y Marcos en el primer veranos de acogida y 20 años después

    Tags: Vacacionesenpaz, Sáhara Occidental, Cataluña, solidaridad, compromiso, Familia, niños saharauis, refugiados, Tindouf,